ánimo. Participe en la obra de predicación. Hágalo con denuedo, teniendo confianza en la Palabra de Dios. “Porque él dará a sus propios ángeles un mandato concerniente a ti, que te guarden en todos tus caminos.” (Sal. 91:11) En prueba de esto Pablo hace la pregunta: “¿No son todos ellos espíritus para servicio público, enviados para servir a favor de los que van a heredar la salvación?” (Heb. 1:14) Su pregunta exige la respuesta Sí.

⁴⁴ Entonces, ¿está usted interesado en la salvación por medio de Cristo Jesús? Pedro y Juan lo estuvieron y dijeron: “No hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos.” (Hech. 4:12) Si usted tiene la fe que un cristiano debe tener en Cristo Jesús, entonces a fin de tener éxito en este sistema de cosas que está desapareciendo rápidamente usted continuará orando para estar ‘lleno del espíritu santo’ y como resultado usted estará ‘hablando la palabra de Dios con denuedo.’—Hech. 4:31.

El amor y el denuedo conducen a la vida

1. ¿Cómo observa el discípulo de Jesús los mandamientos de él?

SI USTED cree que Jesucristo es el Hijo de Dios y que “no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos,” entonces usted ciertamente tiene que creer las palabras de Jesús y de sus apóstoles. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos.” (Juan 14:15) La conclusión lógica, entonces, es como declaró Jesús: “El que tiene mis mandamientos y los observa, ése es el que me ama. A su vez, el que me ama será amado por mi Padre.” (Juan 14:21) Por eso, cuando un discípulo guarda los mandamientos de Jesús muestra amor. Pero, ¿qué envuelven estos mandamientos de Jesús? Entre otras cosas, Jesús dijo: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Para que los seguidores de Jesús convencieran a la gente a hacerse discípulos de Jesús se necesitaría algún hablar, predicar, persuadir.

2. (a) ¿Es nuestro trabajo solo predicar y hacer discípulos, y qué preguntas escrutadoras sobre el asunto de evangelismo informó la revista Time que hizo una persona religiosa? (b) ¿Qué preguntas adicionales pudieran hacerse al que afirma ser cristiano?

² No solo se trataba de hacer discípulos, sino que había la instrucción de Jesús de enseñar a los nuevos discípulos y mostrarles cómo observar todas las cosas que Jesús mandó. El viajar, predicar y enseñar, es decir, el poner la verdad en la mente de otra persona, es mucho trabajo para cualquier cristiano. ¿Lo ha probado usted? ¿Le ha instado a usted a hacer todo eso la “iglesia” a la que usted pertenece? ¿O es la religión de usted más parecida a la que describió la revista Time del 25 de octubre de 1963, en su sección religiosa, en la página 86? Esta hace la siguiente declaración: “El presidente [de la Iglesia de los Discípulos de Cristo], Dr. Roberto W. Burns, de Atlanta, advirtió que las llamas de una fe edificada en el evangelismo parecían estar reduciéndose a pavesas. ‘Nuestro evangelismo se ha rezagado porque a muchos de nosotros nos falta un profundo interés en la salvación del alma de nuestro prójimo,’ dijo él. ‘¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted fue el medio por el cual Dios agregó un alma a la iglesia? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted siquiera trató?’” Estas son buenas preguntas para meditación para todo el que afirma ser cristiano. Toda persona que pertenezca a cualquier organización religiosa de la cristiandad debería examinarse. ¿Por qué? Bueno, si usted afirma ser cristiano, ¿‘va,’ ‘hace discípulos,’ ‘bautiza’ y ‘enseña’? ¿Qué prueba tiene usted de que es cristiano si no predica y enseña el cristianismo puro? ¿Cuándo fue la última vez que usted trató de persuadir a alguien a emprender la actividad cristiana, como predicar las buenas nuevas del reino de Dios a otros? O, ¿cuándo siquiera dirigió usted la atención de alguien a la Palabra escrita de Dios, la Biblia, para que pudiera adoptar una posición firme a favor de los principios correctos? Pero usted dice: ‘La manera en que vivo mi vida moral prueba que soy cristiano. No tengo que hablar de ello.’

3. (a) ¿Cuán abarcadoras son las palabras “observar todas las cosas que yo les he mandado”? (b) ¿Dónde mostró Jesús que comenzaban los hechos incorrectos?

³ Es interesante que la expresión “todas las cosas que yo les he mandado” abarca la elevada norma moral de Dios también. ¿Participa usted en el espíritu de este mundo, que se rebela contra las enseñanzas de Cristo sobre la moralidad sexual? ¿Cierra usted en su iglesia los ojos al adulterio, la fornicación y la sodomía por sus miembros? ¡Pablo el cristiano no los cerró! Habló claramente, diciendo: “Tú, el que predicas: ‘No hurtes,’ ¿hurtas? Tú, el que dices: ‘No cometas adulterio,’ ¿cometes adulterio?” Después de señalar los “apetitos sexuales vergonzosos” de tanto los varones como las hembras de su día, él dijo: “Conocen éstos muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores de muerte.” (Rom. 2:21, 22; 1:24-32) ¡El practicar moralidad incorrecta ciertamente no le conseguirá a usted la vida! Pablo creyó lo que Jesús dijo sobre moralidad y hábitos malos. Recuerde las palabras de Jesús: “De dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos, adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, el ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad. Todas estas cosas inicuas de dentro proceden y contaminan al hombre.”—Mar. 7:21-23.

4, 5. (a) ¿En contra de qué estaba Jesús, y por eso cómo deberían interrogarse los cristianos? (b) Contraste las palabras de Jesús en Juan 12:48-50 con el comentario informado en la revista Time del 25 de octubre de 1963.

⁴ Fue con palabras francas que Jesús respondió a los escribas y fariseos cuando se quejaron acerca de que los discípulos de Jesús comían sin lavarse las manos. Penetró en la Palabra escrita de Dios para responder autoritativamente, diciendo: “Aptamente profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí.’ ” Es lo que se encuentra en el corazón del hombre lo que lo hace ser lo que es, porque de su corazón habla el hombre. Si es como los fariseos, ha perdido de vista el punto en cuestión verdadero y no está siguiendo los mandamientos de Dios ni de Jesús. (Mar. 7:6) Jesús predicaba la verdad y estaba contra cualquier suerte de práctica hipócrita. ¿De qué lado se encuentra usted cuando se trata de moralidad en una comunidad llamada cristiana? ¿Se expresa usted o solo deja que la gente lo mire a usted y se pregunte qué favorece usted? ¿Tiene usted el amor al prójimo y el denuedo de ponerse en pie y hablar a favor de lo que Jesús dijo sobre los puntos en cuestión morales? ¿Concuerda usted en que “el que me desatiende [a mí, Jesús] y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue”? Jesús dijo: “La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día; porque no he hablado de mi propio impulso, sino que el Padre mismo que me envió me ha dado mandamiento en cuanto a qué decir y qué hablar. También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto las cosas