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  • Libro bíblico número 60: 1 Pedro
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • “Babilonia” era un nombre críptico para Roma. Con todo, la prueba no apoya ese punto de vista. En ninguna parte de la Biblia se indica que Babilonia se refiera específicamente a Roma. Puesto que Pedro dirigió su carta a los que estaban en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia literales, de esto resulta lógicamente que su referencia a Babilonia fue al lugar literal que tenía ese nombre (1:1). Había buena razón para que Pedro estuviera en Babilonia. Se le habían encomendado ‘las buenas nuevas para los circuncisos’, y Babilonia contaba con una gran cantidad de pobladores judíos. (Gál. 2:7-9.) La Encyclopaedia Judaica, al considerar la producción del Talmud babilónico, se refiere a “las grandes academias de Babilonia” que tenía el judaísmo durante la era comúnc.

      5 Las Escrituras inspiradas, incluso las dos cartas escritas por Pedro, no mencionan en ningún lugar que él haya ido a Roma. Pablo estuvo en Roma y menciona su propia estadía allí, pero nunca dice que Pedro estuviera allí. Aunque Pablo menciona 35 nombres en su carta a los romanos y envía saludos por nombre a 26 personas, ¿por qué no menciona a Pedro? ¡Simplemente porque Pedro no estaba allí entonces! (Rom. 16:3-15.) Está claro que la “Babilonia” desde la cual Pedro escribió su primera carta fue la Babilonia literal que estaba a orillas del río Éufrates en Mesopotamia.

      CONTENIDO DE PRIMERA DE PEDRO

      6. ¿De qué esperanza escribe Pedro, y sobre qué base es posible el “nuevo nacimiento” a esta esperanza?

      6 El nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante Cristo (1:1-25). Al principio Pedro dirige la atención de sus lectores al “nuevo nacimiento a una esperanza viva” y a la herencia inmarcesible que está reservada para ellos en los cielos. Esto es según la misericordia de Dios mediante la resurrección de Jesucristo. Por eso “los escogidos” se regocijan en gran manera, aunque están contristados por diversas pruebas, para que la cualidad probada de su fe “sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo”. Los profetas de la antigüedad, y aun ángeles, han indagado respecto a esta salvación. Por lo tanto, los escogidos deben fortificar su mente para actividad y poner su esperanza resueltamente en esa bondad inmerecida, mientras se hacen santos en toda su conducta. ¿No es esto apropiado en vista de que no se les libró con cosas corruptibles, sino “con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo”? Su “nuevo nacimiento” se efectúa mediante la palabra del Dios vivo y duradero, Jehová, palabra que dura para siempre y que se les ha declarado como buenas nuevas (1:1, 3, 7, 19, 23).

      7. a) ¿Como qué se edifica a los cristianos, y con qué propósito? b) Por ser residentes temporales, ¿cómo deben comportarse?

      7 Mantener conducta excelente entre las naciones (2:1–3:22). Como piedras vivas, a los cristianos se les edifica en una casa espiritual, mientras ofrecen sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo, la piedra angular de fundamento, que llegó a ser piedra de tropiezo para los desobedientes. Los que ejercen fe han llegado a ser ‘un sacerdocio real, una nación santa, para declarar en público las excelencias de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa’. Como residentes temporales entre las naciones, que se abstengan de los deseos carnales y mantengan conducta excelente. Que se sujeten a “toda creación humana”, sea a un rey o a sus gobernadores. Sí, que “honren a hombres de toda clase, tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den honra al rey”. De igual modo, que los sirvientes estén en sujeción a sus dueños, con buena conciencia, mientras sobrellevan el sufrimiento injusto. Hasta Cristo, aunque no cometió pecados, se sometió a injurias y sufrimiento, dejando un “dechado” para que sus pasos se siguieran con sumo cuidado y atención (2:9, 13, 17, 21).

      8. a) ¿Qué buen consejo se da a las esposas y a los esposos? b) ¿Qué es necesario para que uno adquiera una buena conciencia ante Dios?

      8 La sujeción aplica también a las esposas, que mediante conducta casta junto con profundo respeto hasta pueden ganar a sus esposos incrédulos sin una palabra. El objeto de su interés no debe ser el adorno exterior. Debe ser igual al de la obediente Sara: “la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios”. Los esposos deben honrar a sus esposas como ‘vasos más débiles’ y verse como “herederos con ellas del favor inmerecido de la vida”. Todos los cristianos deben manifestar amor fraternal. “El que quiera amar la vida [...], apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos.” En vez de temer a los hombres, siempre deben estar listos para presentar una defensa de su esperanza. Es mejor sufrir por hacer el bien, si es la voluntad de Dios, que por hacer el mal. “Pues, hasta Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos, para conducirlos a ustedes a Dios, habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu.” La fe de Noé, manifestada en la construcción del arca, tuvo como resultado la conservación de él y su familia. De manera correspondiente, los que, basados en su fe en el resucitado Cristo, se dedican a Dios, se bautizan en símbolo de esa fe y continúan haciendo la voluntad de Dios reciben salvación y Dios les concede una buena conciencia (3:4, 7, 10-12, 18).

      9. ¿Qué disposición mental deben tener los cristianos? ¿A pesar de qué?

      9 El regocijo de hacer la voluntad de Dios como cristianos, a pesar del sufrimiento (4:1–5:14). Los cristianos deben tener la misma disposición mental que Cristo y vivir solamente para hacer la voluntad de Dios, ya no la de las naciones, aunque estas hablen injuriosamente de ellos porque no siguen corriendo con ellas “al mismo bajo sumidero de disolución”. Puesto que el fin de todas las cosas se ha acercado, deben ser de juicio sano, vigilantes en cuanto a oraciones, y tenerse amor intenso unos a otros, mientras hacen todas las cosas para que Dios sea glorificado. Mientras ardan pruebas entre ellos, no deben estar perplejos, sino que deben regocijarse de ser partícipes de los sufrimientos del Cristo. No obstante, que ninguno sufra como malhechor. Dado que el juicio comienza en la casa de Dios, que “los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras están haciendo el bien” (4:4, 19).

      10. ¿Qué consejo se da a los hombres de más edad y a los de menos edad, y con qué palabras vigorosas que infunden confianza concluye Primera de Pedro?

      10 Los ancianos deben pastorear el rebaño de Dios de buena gana, sí, con empeño. El ser ejemplos del rebaño les asegurará la inmarcesible corona de la gloria cuando sea manifestado el Pastor Principal. Que los hombres de menos edad estén en sujeción a los hombres de más edad, a la vez que todos tienen humildad mental, “porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes”. Que estén sólidos en la fe y sean vigilantes a causa del “león rugiente”, el Diablo. De nuevo resuenan palabras vigorosas que infunden confianza mientras Pedro concluye su exhortación: “Pero, después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida, que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará él mismo el entrenamiento de ustedes; él los hará firmes, él los hará fuertes. A él sea la potencia para siempre. Amén” (5:5, 8, 10, 11).

      POR QUÉ ES PROVECHOSO

      11. ¿Cómo refuerza Pedro el consejo de Jesús y el de Pablo en su consejo a los superintendentes?

      11 La primera carta de Pedro contiene buen consejo para los superintendentes. Pedro, reforzando el consejo de Jesús mismo en Juan 21:15-17 y el de Pablo en Hechos 20:25-35, muestra de nuevo que la obra del superintendente es una obra de pastoreo, que ha de hacerse de manera altruista, de buena gana y con empeño. El superintendente es un subpastor que sirve en sujeción al “pastor principal”, Jesucristo, y ante él es responsable del rebaño de Dios, cuyos intereses debe atender sirviendo de ejemplo y con toda humildad (5:2-4).

      12. a) ¿Qué sujeción relativa debe desplegarse para con los gobernantes y los dueños? b) ¿Qué consejo da Pedro sobre la sumisión de la esposa y la jefatura del esposo? c) ¿Qué cualidad cristiana se recalca por toda la carta?

      12 En la carta de Pedro se tratan muchos otros aspectos de la sujeción cristiana y se suministra excelente consejo. En 1 Pedro 2:13-17 se aconseja la debida sujeción a los gobernantes, como a un rey y a gobernadores. Sin embargo, esta sujeción ha de ser relativa, por causa del Señor y combinada con el “temor de Dios”, de quien los cristianos son esclavos. Se exhorta a los sirvientes de casa a estar en sujeción a sus dueños y soportar si tienen que sufrir “por motivo de conciencia para con Dios”. Las esposas reciben también consejo inestimable sobre la sujeción a sus esposos, incluso a los incrédulos, y se muestra que su conducta casta y respetuosa es “de gran valor a los ojos de Dios” y hasta puede ganar a sus esposos a la verdad. Aquí Pedro usa la ilustración de la fiel sumisión de Sara a Abrahán para recalcar el punto. (1 Ped. 2:17-20; 3:1-6; Gén. 18:12.) Los esposos, por su parte, deben ejercer su jefatura con la debida consideración al “vaso más débil”. Ampliando el mismo tema, Pedro exhorta: “De igual manera, ustedes, hombres de menos edad, estén en sujeción a los hombres de más edad”. Y entonces destaca la importancia de la humildad mental, una cualidad cristiana que se recalca por toda su carta. (1 Ped. 3:7-9; 5:5-7; 2:21-25.)

      13. a) ¿Cómo aclara Pedro en su carta el propósito por el cual Dios llama a la congregación cristiana? b) ¿A qué herencia gozosa señala Pedro, y quiénes la alcanzan?

      13 En un tiempo en que de nuevo se presentaban pruebas ardientes y persecuciones, Pedro suministró estímulo fortalecedor, y en verdad su carta es inestimable para todos los que se enfrentan con tales pruebas hoy día. Observe que Pedro usa las Escrituras Hebreas cuando cita las palabras de Jehová: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo”. (1 Ped. 1:16; Lev. 11:44.) Luego, de nuevo, en un pasaje donde abundan las referencias a otros escritos inspirados, él muestra cómo se edifica en una casa espiritual de piedras vivas sobre el fundamento de Cristo la congregación cristiana. ¿Y con qué fin? Pedro responde: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa”. (1 Ped. 2:4-10; Isa. 28:16; Sal. 118:22; Isa. 8:14; Éxo. 19:5, 6; Isa. 43:21; Ose. 1:10; 2:23.) A tal “sacerdocio real”, el sacerdocio general que comprende a la entera nación santa de Dios, Pedro extiende la promesa del Reino en cuanto a “una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible”, “la inmarcesible corona de la gloria”, “gloria eterna en unión con Cristo”. Así se les da mucho estímulo para que sigan regocijándose de modo que “también durante la revelación de su gloria se regocijen y se llenen de gran gozo”. (1 Ped. 1:4; 5:4, 10; 4:13.)

  • Libro bíblico número 61: 2 Pedro
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • Libro bíblico número 61: 2 Pedro

      Escritor: Pedro

      Dónde se escribió: Babilonia (?)

      Cuándo se completó: c. 64 E.C.

      1. ¿Qué hechos prueban que Pedro fue el escritor de Segunda de Pedro?

      CUANDO Pedro compuso su segunda carta, comprendía que pronto afrontaría la muerte. Su deseo intenso era recordar a sus compañeros cristianos que el conocimiento exacto les era necesario para mantenerse constantes en el ministerio. ¿Pudiera haber alguna razón para dudar que el apóstol Pedro fuera el escritor de la segunda carta que lleva su nombre? La carta misma disipa cuanta duda pudiera surgir sobre quién la escribió. El escritor dice que es “Simón Pedro, esclavo y apóstol de Jesucristo”. (2 Ped. 1:1.) Dice que esta es “la segunda carta que les escribo” (3:1). Se describe como testigo ocular de la transfiguración de Jesucristo, un privilegio que Pedro compartió con Santiago y Juan, y escribe de esto con toda la emoción de un testigo ocular (1:16-21). Menciona que Jesús había predicho su muerte. (2 Ped. 1:14; Juan 21:18, 19.)

      2. ¿Qué da apoyo a la canonicidad de Segunda de Pedro?

      2 Con todo, algunos críticos han señalado a la diferencia de estilo entre las dos cartas como razón para decir que la segunda carta no fue obra de Pedro. Pero esto no debería presentar un verdadero problema, pues el asunto que se trató y el propósito con que se escribió fueron diferentes. Además, Pedro escribió su primera carta “mediante Silvano, un fiel hermano”, y si dio a Silvano alguna libertad para formular las oraciones, esto podría explicar la diferencia de estilo entre las dos cartas, pues parece que Silvano no participó en la escritura de la segunda carta. (1 Ped. 5:12.) Algunos han puesto en duda también la canonicidad de la carta, basándose en que esta “cuenta con poco testimonio de los Padres”. Sin embargo, como puede verse en el cuadro “Sobresalientes catálogos antiguos de las Escrituras Griegas Cristianas”, antes del Tercer Concilio de Cartago varias autoridades consideraban a Segunda de Pedro parte del catálogo bíblicoa.

      3. ¿Cuándo y dónde parece que se escribió Segunda de Pedro, y a quiénes se dirigió?

      3 ¿Cuándo se escribió la segunda carta de Pedro? Es muy probable que se haya escrito alrededor de 64 E.C. desde Babilonia o sus inmediaciones, poco después de la primera carta, pero no hay prueba directa, particularmente en cuanto al lugar. Al escribirse la segunda carta de Pedro, la mayoría de las cartas de Pablo ya circulaban entre las congregaciones y eran conocidas por Pedro, quien las consideraba inspiradas por Dios y las clasificaba con “las demás Escrituras”. La segunda carta de Pedro se dirige “a los que han obtenido una fe, tenida en igualdad de privilegio con la nuestra”, e incluye a aquellos a quienes se dirigió la primera carta y a otros a quienes Pedro había predicado. Tal como la primera carta había circulado por muchas zonas, así la segunda carta alcanzó fama general. (2 Ped. 3:15, 16; 1:1; 3:1; 1 Ped. 1:1.)

      CONTENIDO DE SEGUNDA DE PEDRO

      4. a) ¿Cómo deben los hermanos tratar de hacerse fructíferos respecto al conocimiento exacto, y qué se les promete? b) ¿Cómo se hace más segura la palabra profética, y por qué debe prestársele atención?

      4 Cómo hacer seguro el llamamiento al Reino celestial (1:1-21). Al mismo principio de su carta Pedro muestra su amor e interés por “los que han obtenido una fe”. Desea que reciban más bondad inmerecida y paz “por un conocimiento exacto de Dios y de Jesús nuestro Señor”. Dios les ha dado libremente “las preciosas y grandiosísimas promesas” por las cuales pueden llegar a ser partícipes de la naturaleza divina. Por lo tanto, que mediante un esfuerzo solícito suministren a su fe: virtud, conocimiento, autodominio, aguante, devoción piadosa, cariño fraternal y amor. Si estas cualidades rebosan en ellos, jamás se harán inactivos o infructíferos respecto al conocimiento exacto. Los hermanos deben hacer lo sumo posible por hacer seguros su llamamiento y selección, así como su entrada en el Reino eterno de su Señor. Puesto que sabe que ‘pronto vería quitado su tabernáculo’, Pedro está dispuesto a recordarles estas cosas para que puedan hacer mención de ellas después de su partida. Pedro fue testigo ocular de la magnificencia de Cristo en la santa montaña cuando estas palabras “le fueron dirigidas por la magnífica gloria: ‘Este es mi hijo, mi amado, a quien yo mismo he aprobado’”. Así la palabra profética se hace más segura, y debe prestársele atención, pues no viene por voluntad del hombre, “sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (1:1, 2, 4, 14, 17, 21).

      5. ¿Qué advertencia da Pedro contra los falsos maestros, y qué ilustraciones convincentes usa respecto a lo seguros que son los juicios de Dios contra tales hombres?

      5 Vigorosa advertencia contra los falsos maestros (2:1-22). Falsos profetas y maestros introducirán sectas destructivas, fomentarán la conducta relajada y traerán oprobio a la verdad. Pero su destrucción no dormita. Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron ni de traer un diluvio en los días de Noé ni de reducir a cenizas a Sodoma y Gomorra. Pero libró al predicador Noé y al justo Lot, de modo que “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del juicio para que sean cortadas de la existencia”. Pues esos injustos son osados, voluntariosos, como animales irracionales, ignorantes, habladores injuriosos, gente que se deleita en enseñanzas engañosas, adúlteros, codiciosos y semejantes a Balaam al amar la paga de la maldad. Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de la corrupción. Mejor les hubiera sido no haber conocido la senda de la justicia, pues les ha sucedido el dicho: “El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango” (2:9, 22).

      6. a) ¿Por qué escribe Pedro, y qué dice sobre la promesa de Dios? b) En contraste con los burlones, ¿cómo deben manifestar vigilancia los cristianos?

      6 Tener muy presente el día de Jehová (3:1-18). Pedro escribe para despertar las facultades de raciocinio claro de los cristianos, para que se acuerden de los dichos que se les hablaron antes. En los últimos días vendrán burlones que dirán: “¿Dónde está esa prometida presencia de [Cristo]?”. A estos hombres se les escapa el hecho de que Dios destruyó al mundo de tiempos antiguos mediante agua y que “por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego” y están ‘reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos’. Mil años son para con Jehová como un día, así que “Jehová no es lento respecto a su promesa”, sino que es paciente, pues no desea que ninguno sea destruido. Por lo tanto, los cristianos deben vigilar su conducta y practicar hechos de devoción piadosa mientras esperan y tienen muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual los cielos serán disueltos por fuego y los elementos se derretirán con intenso calor. Pero habrá “nuevos cielos y una nueva tierra” según la promesa de Dios (3:4, 7, 9, 13).

      7. Porque tienen este conocimiento de antemano, ¿qué esfuerzo deben hacer los cristianos?

      7 Por lo tanto, ellos deben hacer lo sumo posible “para que finalmente él los halle inmaculados y sin tacha y en paz”. Deben considerar la paciencia de su Señor como salvación, así como el amado Pablo les escribió. Con este conocimiento de antemano, que se guarden para no caer de su propia constancia. “No —concluye Pedro—; sino sigan creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria tanto ahora como hasta el día de la eternidad” (3:14, 18).

      POR QUÉ ES PROVECHOSO

      8. a) ¿Qué testimonio da Pedro de la inspiración de las Escrituras Hebreas y de las Griegas? b) ¿De qué provecho será para nosotros asirnos firmemente del conocimiento exacto?

      8 ¡Cuán esencial es el conocimiento exacto! Pedro mismo entreteje en sus argumentos conocimiento exacto que ha adquirido de las Escrituras Hebreas. Testifica que estas fueron inspiradas por espíritu santo: “Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo”. También indica que la sabiduría de Pablo “le fue dada” (1:21; 3:15). Es muy provechoso para nosotros considerar todas estas Escrituras inspiradas y asirnos firmemente del conocimiento exacto. Entonces nunca estaremos satisfechos de nosotros mismos, como los hombres que dicen, según señala Pedro: “Todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación” (3:4). Tampoco caeremos en las trampas de falsos maestros como los que describe Pedro en el capítulo 2 de su carta. Más bien, debemos considerar de continuo los recordatorios que suministran Pedro y los demás escritores bíblicos. Estos nos ayudan a permanecer “firmemente establecidos en la verdad” y a seguir paciente y constantemente “creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (1:12; 3:18).

      9. ¿Qué esfuerzo solícito se nos anima a hacer, y por qué?

      9 Como ayuda para adquirir más “conocimiento exacto de Dios y de Jesús nuestro Señor”, Pedro recomienda que hagamos un esfuerzo solícito por edificar en nosotros las cualidades cristianas que él enumera en el capítulo 1, versículos 5 a 7. Luego, en el cap 1 versículo 8, añade: “Porque si estas cosas existen en ustedes y rebosan, impedirán que ustedes sean inactivos o infructíferos respecto al conocimiento exacto de nuestro Señor Jesucristo”. ¡Esto de veras es espléndido estímulo para que estemos activos como ministros de Dios en estos días críticos (1:2)!

      10. a) ¿Qué promesas destaca Pedro, y qué exhortación da con relación a ellas? b) ¿Qué seguridad da Pedro en cuanto a las profecías del Reino?

      10 ¡Cuán importante es que nos esforcemos lo sumo posible a fin de tener la seguridad de participar de “las preciosas y grandiosísimas promesas” de Jehová Dios! Por eso Pedro exhorta a los cristianos ungidos a mantener la vista fija en la meta del Reino, cuando dice: “Hagan lo sumo por hacer seguros para sí su llamamiento y selección; porque si siguen haciendo estas cosas no fracasarán nunca. De hecho, así se les suministrará ricamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador

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