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Libro bíblico número 44: Hechos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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POR QUÉ ES PROVECHOSO
32. Tanto antes del Pentecostés como durante este, ¿cómo testificó Pedro en cuanto a la autenticidad de las Escrituras Hebreas?
32 El libro de Hechos confirma con su testimonio, que se añade al de los relatos evangélicos, la autenticidad e inspiración de las Escrituras Hebreas. Al acercarse el Pentecostés, Pedro indicó el cumplimiento de dos profecías que “el espíritu santo habló de antemano por boca de David acerca de Judas”. (Hech. 1:16, 20; Sal. 69:25; 109:8.) Pedro dijo también a la sorprendida muchedumbre del Pentecostés que ellos en realidad estaban contemplando el cumplimiento de profecías: “Esto es lo que se dijo por medio del profeta Joel”. (Hech. 2:16-21; Joel 2:28-32; compárese también Hechos 2:25-28, 34, 35 con Salmo 16:8-11 y Sl 110:1.)
33. ¿Cómo mostraron Pedro, Felipe, Santiago y Pablo que las Escrituras Hebreas son inspiradas?
33 Para convencer a otra muchedumbre fuera del templo, Pedro hizo referencia de nuevo a las Escrituras Hebreas, pues citó primero a Moisés y luego añadió: “Y todos los profetas, de hecho, desde Samuel en adelante y los que siguieron en sucesión, cuantos han hablado, también han declarado estos días patentemente”. Después, ante el Sanedrín, Pedro citó Salmo 118:22 para mostrar que Cristo, la piedra que ellos habían rechazado, había llegado a ser “cabeza del ángulo”. (Hech. 3:22-24; 4:11.) Felipe explicó al eunuco etíope cómo se había cumplido la profecía de Isaías 53:7, 8, y el eunuco, al recibir aquella iluminación, solicitó humildemente el bautismo. (Hech. 8:28-35.) De igual modo, cuando Pedro habló a Cornelio acerca de Jesús, testificó: “De él dan testimonio todos los profetas” (10:43). Cuando se debatía el asunto de la circuncisión, Santiago apoyó la decisión que había tomado diciendo: “Con esto convienen las palabras de los Profetas, así como está escrito” (15:15-18). El apóstol Pablo se apoyó en las mismas autoridades (26:22; 28:23, 25-27). La evidente aceptación inmediata de las Escrituras Hebreas como parte de la Palabra de Dios por los discípulos y sus oyentes sella con aprobación inspirada esos escritos.
34. ¿Qué revela Hechos sobre la congregación cristiana? ¿Ha variado esto algo hoy día?
34 Hechos es sumamente provechoso al mostrar cómo se fundó y cómo creció la congregación cristiana bajo el poder del espíritu santo. Por todo este dramático relato observamos las bendiciones de expansión que da Dios, el denuedo y el gozo de los cristianos primitivos, su postura intransigente ante la persecución, y su buena disposición para servir, ejemplificada por Pablo al contestar los llamados de pasar a servir en el extranjero e ir a Macedonia (4:13, 31; 15:3; 5:28, 29; 8:4; 13:2-4; 16:9, 10). La congregación cristiana de hoy día no difiere en nada de aquella, pues está estrechamente enlazada en amor, unidad e interés común mientras habla “las cosas magníficas de Dios” bajo la guía del espíritu santo (2:11, 17, 45; 4:34, 35; 11:27-30; 12:25).
35. ¿Cómo muestra Hechos la manera como había de darse el testimonio, y qué cualidad respecto al ministerio se destaca?
35 El libro de Hechos muestra exactamente cómo debe efectuarse la actividad cristiana de proclamar el Reino de Dios. Pablo mismo fue un ejemplo, cuando dijo: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa”. Entonces añade: “Di testimonio cabalmente”. Esta idea principal de ‘testificar cabalmente’ la notamos a través del libro, y resalta impresionantemente en los párrafos de conclusión, donde la devoción intensa y sincera de Pablo a su predicación y enseñanza, hasta en cadenas de prisión, se destaca en las palabras: “Y él les explicó el asunto, dando testimonio cabal respecto al reino de Dios y tratando de persuadirlos respecto a Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los Profetas, desde la mañana hasta el atardecer”. ¡Que siempre manifestemos esa entrega tan completa a un solo propósito en nuestra actividad del Reino! (20:20, 21; 28:23; 2:40; 5:42; 26:22).
36. ¿Qué consejo práctico de Pablo aplica con vigor a los superintendentes hoy día?
36 El discurso de Pablo a los superintendentes de Éfeso contiene mucho consejo práctico para los superintendentes de hoy. Puesto que han sido asignados por espíritu santo, es sumamente importante que ‘presten atención a sí mismos y a todo el rebaño’, y lo pastoreen tiernamente y lo protejan de los lobos opresivos que procuran destruirlo. ¡Esta no es ninguna responsabilidad fácil! Los superintendentes tienen que mantenerse despiertos y edificarse con la palabra de la bondad inmerecida de Dios. Mientras trabajan para ayudar a los que son débiles, “tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’” (20:17-35).
37. ¿Mediante qué argumentación prudente logró comunicar Pablo su punto en el Areópago?
37 Los otros discursos de Pablo también brillan con la clara expresión de principios bíblicos. Por ejemplo, tenemos la argumentación clásica de su discurso a los estoicos y epicúreos en el Areópago. Primero cita la inscripción “A un Dios Desconocido”, que nota en un altar, y usa esto como motivo para explicar que el único Dios verdadero, el Señor del cielo y la tierra, quien hizo de un solo hombre toda nación de hombres, “no está muy lejos de cada uno de nosotros”. Luego cita las palabras de los poetas de ellos: “Porque también somos linaje de él”, y muestra cuán ridículo es suponer que ellos surgieron de ídolos inertes de oro, plata o piedra. Así Pablo establece con prudencia la soberanía del Dios vivo. Solo en sus palabras finales saca a relucir la cuestión de la resurrección, y aun entonces no menciona a Cristo por nombre. Comunicó su punto de la soberanía suprema del único Dios verdadero, y como resultado algunos se hicieron creyentes (17:22-34).
38. ¿En qué bendiciones redunda la clase de estudio que se estimula en Hechos?
38 El libro de Hechos estimula el estudio continuo y diligente de “toda Escritura”. Cuando Pablo predicó originalmente en Berea, porque los judíos de aquel lugar “recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así”, recibieron encomio como personas “de disposición más noble” que otras (17:11). Hoy, como entonces, este examen cuidadoso de las Escrituras en compañía de la congregación de Jehová, que está llena del espíritu, redunda en las bendiciones de convicción y fe firme. Mediante tal estudio uno puede alcanzar un entendimiento claro de los principios divinos. Tenemos una magnífica declaración de algunos de estos principios en Hechos 15:29. Ahí el cuerpo gobernante de apóstoles y hermanos de edad madura de Jerusalén dio a conocer que aunque la circuncisión no era un requisito para el Israel espiritual, había prohibiciones claras contra la idolatría, la sangre y la fornicación.
39. a) ¿Cómo se fortaleció a los discípulos para enfrentarse con las persecuciones? b) ¿Qué testimonio denodado dieron? ¿Fue eficaz?
39 Aquellos discípulos primitivos estudiaban en verdad las Escrituras inspiradas y podían citarlas y aplicarlas según fuera necesario. El conocimiento exacto y el espíritu de Dios los fortalecieron para enfrentarse con persecuciones violentas. Pedro y Juan dejaron un dechado para todos los cristianos fieles cuando con denuedo dijeron a los gobernantes opositores: “Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. Pero en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído”. Y cuando se les llevó de nuevo ante el Sanedrín, el cual ‘les ordenó positivamente’ que no siguieran enseñando sobre la base del nombre de Jesús, ellos dijeron sin vacilación: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. Este denodado testimonio redundó en una excelente testificación para los gobernantes, y llevó a que Gamaliel, famoso maestro de la Ley, hiciera su muy conocida declaración a favor de la libertad de adoración, que condujo a que los apóstoles fueran puestos en libertad (4:19, 20; 5:28, 29, 34, 35, 38, 39).
40. ¿Qué incentivo nos da Hechos para dar un testimonio cabal sobre el Reino?
40 El glorioso propósito de Jehová respecto a su Reino, que corre como una hebra de oro por toda la Biblia, se destaca muy prominentemente en el libro de Hechos. Al comienzo se muestra a Jesús durante los 40 días que precedieron a su ascensión ‘diciendo las cosas acerca del reino de Dios’. Fue en respuesta a la pregunta de los discípulos sobre cuándo sería restaurado el Reino que Jesús les dijo que primero tenían que ser testigos suyos hasta la parte más distante de la Tierra (1:3, 6, 8). Comenzando en Jerusalén, los discípulos predicaron el Reino con firme denuedo. Las persecuciones llevaron a que se lapidara a Esteban y esparcieron a muchos discípulos a nuevos territorios (7:59, 60). Se registra que Felipe declaró “las buenas nuevas del reino de Dios” con mucho éxito en Samaria, y que Pablo y sus compañeros proclamaron “el reino” en Asia, Corinto, Éfeso y Roma. Todos estos cristianos primitivos dieron verdaderos ejemplos de confianza inquebrantable en Jehová y en su espíritu sustentador (8:5, 12; 14:5-7, 21, 22; 18:1, 4; 19:1, 8; 20:25; 28:30, 31). Al contemplar nosotros su celo y valor indomables y observar cuán abundantemente bendijo Jehová sus esfuerzos, tenemos un maravilloso incentivo para ser fieles y ‘dar testimonio cabal respecto al reino de Dios’ (28:23).
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Libro bíblico número 45: Romanos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 45: Romanos
Escritor: Pablo
Dónde se escribió: Corinto
Cuándo se completó: c. 56 E.C.
1. ¿Qué considera Pablo en su carta a los romanos?
EN HECHOS vimos que Pablo, quien fue violento perseguidor de los judíos que abrazaban el cristianismo, se convirtió en celoso apóstol de Cristo a las naciones no judías. Con Romanos empezamos los 14 libros de la Biblia que por inspiración de espíritu santo escribió este ex fariseo, ahora un fiel siervo de Dios. Para cuando Pablo escribió Romanos, ya había completado dos largas giras de predicación y estaba bien adentrado en la tercera. Había escrito otras cinco cartas inspiradas: Primera y Segunda a los Tesalonicenses,
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