-
¿Cuál es la obligación del cristiano?La Atalaya 1958 | 15 de abril
-
-
cabal. Los parientes del joven no estaban siguiendo a Jesús en el camino a la vida y por consiguiente estaban muertos espiritualmente. Y por eso Jesús le dijo que ellos podían suplir lo necesario, pero que la obligación de él, si él deseaba ser Su seguidor, era predicar el evangelio.
¡Cuánto más importante es predicar las buenas nuevas de salvación por él hoy en día! Ahora vivimos en los días de la segunda presencia del Hijo del hombre. El Reino de Dios, prometido hace tanto tiempo, ha sido establecido en los cielos. (Apo. 12:5, 10) Cristo Jesús gobierna ahora entre sus enemigos. (Sal. 110:1, 2) El presente sistema de cosas ha sido pesado en la balanza y ha sido hallado falto. Pronto será destruído completamente en el Armagedón. (Apo. 16:12-16) ¡Cómo puede el cristiano verdadero usar tiempo y energía en tratar de reforzar o reformar aquello que Jehová ha condenado a la destrucción 1 Dijo Pablo, escribiendo a los corintios: “¿Qué consorcio tiene la justicia con la iniquidad? ¿o qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿y qué concordia tiene Cristo con Belial? ¿o qué parte tiene el creyente con el incrédulo? ¿y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios vivo: así como ha dicho Dios: Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual ¡salid de en medio de ellos y separaos, dice el Señor, y no toquéis a cosa inmunda; y yo os recibiré!” (2 Cor. 6:14-17, Mod) Aquí se da a todos los cristianos verdaderos el mandato definido de no participar en los proyectos de los hombres. Tienen que estar separados y ser distintos de ellos.
El discípulo Santiago confirma el hecho de que el cristiano tiene que mantenerse sin mancha del mundo y de sus proyectos. En realidad, sigue y declara que los que profesan ser seguidores de Cristo y que tienen relación ilícita con el presente sistema de cosas se hacen enemigos de Dios. “¡Almas adúlteras! ¿no sabéis acaso que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Aquel pues que quisiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios.”—Sant. 1:27; 4:4, Mod.
TRABAJO EDUCATIVO
Por lo tanto, debe ser patente que el cristiano no tiene ninguna obligación de apoyar los proyectos de los hombres que son sabios según este mundo para el mejoramiento de este viejo mundo. Su obligación está bosquejada en su comisión, como se manifiesta en Isaías 61:1-3 (Mod). Ahora vivimos en “el día de la venganza de nuestro Dios.” Dentro del transcurso de la vida de la presente generación Jehová ejecutará su venganza contra toda la injusticia, incluyendo al presente inicuo sistema de cosas. Pero primero él hace que se dé una amonestación a todos los que ‘gimen y se angustian por todas las abominaciones que se cometen en la cristiandad’ para proporcionarles la oportunidad de ser preservados. (Eze. 9:4, Mod) Estas personas han de tener una marca en su frente, no una marca literal, sino un entendimiento intelectual de los propósitos de Jehová.
Esta obra educativa está en progreso ahora. Es una obra mundial y se lleva a cabo en 164 diferentes países. Todos los que aprecian la urgencia de ella ciertamente no tienen tiempo para meterse en los ciento y pico de proyectos de los hombres para el mejoramiento del viejo mundo. Los que pueden arreglar sus asuntos seguirán el ejemplo puesto hace 1,900 años y ‘dejarán sus redes.’ Tendrán el deseo ardiente de dedicar todo su tiempo a la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios. Para ellos nada podría ser de mayor importancia que su trabajo de predicar. De consiguiente, su lema en cuanto a la predicación es semejante al de Pablo: “Una sola cosa hago.” Otros, que quizás tengan obligaciones bíblicas de proveer las cosas necesarias a su esposa e hijos pequeños, tal vez no puedan dedicar todo su tiempo y energía a su actividad de predicar. Pero ellos también, como siervos dedicados del Altísimo, saben que el principal propósito de su vida es predicar las buenas nuevas de salvación por él.
¿Qué importa que los que son sabios según el mundo digan que éstos no son prácticos y que su actividad de predicar es una pérdida de tiempo? Su comisión es de parte de Jehová. Por consiguiente continuarán dando la advertencia acerca de la inminente destrucción de este mundo y participarán en el cumplimiento de las palabras de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Después de eso el nuevo mundo de justicia de Dios será establecido bajo el benéfico reino de Cristo Jesús. Todos los males a los cuales han estado sujetos los hombres en el pasado, y los cuales no han podido rectificar mediante sus propios esfuerzos, habrán desaparecido. Satanás mismo estará en el abismo y los hombres obedientes podrán disfrutar de vida sin fin en la tierra paradisíaca. La manera y propósito de Jehová de salvar a muchos mediante la ‘insensatez de la predicación’ quedarán completamente vindicados.
-
-
La felicidad de los leprosos que reciben curación espiritualLa Atalaya 1958 | 15 de abril
-
-
La felicidad de los leprosos que reciben curación espiritual
PARA casi toda persona el pensar en padecer de lepra es pensar en una de las peores calamidades que pueden imaginarse. A menudo significa el tener que estar separado en una colonia de leprosos por un período de muchos años y hasta puede resultar en que poco a poco se vayan consumiendo la nariz, los dedos, etc., acompañado todo esto de un horrible desfiguramiento. Sin embargo, el valor, poder y belleza de la verdad de la Palabra de Jehová Dios son tan manifiestos que los leprosos que consiguen curación espiritual por medio de entender y apreciar dicha verdad se sienten mucho más felices que lo que pudieran sentirse cualesquier leprosos que consiguieran sólo curación física. Prueba de esto es el celo con que ellos esparcen esta curación espiritual a otros.
Un caso que ilustra esto es el de los testigos de Jehová que viven en la colonia Luapala de leprosos, situada cerca del río Luapala en Rhodesia del Norte, en el África centromeridional. Esparcidas a través de sus muchos acres están las casas de sus quinientos habitantes, varias oficinas de administración y clínicas, así como también las casas del gran cuerpo de trabajadores. En esta colonia, debido al celo de los testigos y a la bendición que Jehová ha dado a sus esfuerzos, una de entre cada veinte personas está disfrutando de la felicidad de la curación espiritual.
Recientemente la congregación local recibió permiso para presentar un discurso público y exhibir la película “La felicidad de la sociedad del nuevo mundo” en esta colonia. Los testigos de la colonia se pusieron a trabajar inmediatamente, su celo en nada menguado por su aflicción. Construyeron un cerco alrededor de una cancha de deportes grande, convirtieron un hormiguero que tenía forma de montecillo en una plataforma impresionante, prepararon asientos para unas cuatrocientas personas y entonces invitaron a todo el mundo a venir.
El discurso público de la tarde contó con la sorprendente concurrencia de 363 personas. Esto hizo un notable contraste con el total de seis personas que asistió a un servicio religioso que se celebró al otro lado del camino en un idioma muerto. Había gran excitación entre los testigos. Si hubo tan grande concurrencia para oír el discurso bíblico, ¿cuántos vendrían para ver la película de la Sociedad esa noche? ¡Casi tres veces más, atestando el lugar cercado! Sí, la cuenta mostró que casi mil personas, 997, para dar la cifra exacta, asistieron de la colonia y el distrito circunvecino. ¡Cuánto se regocijaron los testigos de la colonia Luapala esa noche! ¡Y cuán felices se sintieron todos ellos a pesar del hecho de que son leprosos!
-