hay que hacerlo en tiendas con el mostrador como mesa de estudio. Lo que se relata a continuación es lo que resultó de un estudio bíblico conducido de esta manera: Una mañana estábamos estudiando con una señora y teníamos nuestros libros y Biblias encima del mostrador cuando entró una cliente. Ella pidió las cosas que quería y al ver la Biblia deseó saber si era una Biblia. La misionera dijo que sí. La señora tomó la Biblia en las manos y la hojeó y dijo que siempre había deseado tener una, pero que como era católica y había sido criada en un convento, nunca se le había permitido obtener una. ‘¿Podría usted conseguirme una?’ preguntó ella. Por casualidad la misionera tenía una Biblia nueva en su maletín, de modo que la señora la tomó en seguida. Hizo algunas preguntas en que mostró deseos de saber acerca de los muertos, porque hacía poco que su padre había muerto y ella quería saber si él estaba en el purgatorio, como decía el sacerdote. Después de leer en su Biblia recién adquirida percibió la esperanza que hay para los muertos y la condición en que están. Entonces invitó a la misionera a su casa. Al momento que llegaron ella comenzó a hacer preguntas, y estaba lista para estudiar. Esto fué en octubre. Retratos del papa y un crucifijo costoso pronto desaparecieron. Ella asistió a la asamblea nacional en noviembre. Para el fin de diciembre había salido con la misionera de casa en casa, y para principios de enero había preparado su sermón y quiso trabajar sola. Al encontrarse con la misionera poco después, ella rebosaba de gozo mientras informaba que había obtenido una suscripción y colocado un libro. En febrero simbolizó su dedicación por medio del bautismo para servir a Jehová para siempre. Esto hace que quede más profundamente grabado en nosotros lo que Jesús dijo: ‘Las ovejas oirán mi voz y me seguirán.’

“Durante el año celebramos veintiséis asambleas de circuito. Estas han ayudado a mantener las instrucciones delante de los hermanos, y el compañerismo de que pueden disfrutar los hermanos les estimula a mayor servicio. Un punto sobresaliente del año fué la visita del hermano Hénschel y la asamblea nacional. Fué la primera vez que el pueblo de Jehová pudo reunirse en un solo lugar. Fué una reunión de muchísimo gozo. El alimento espiritual que se sirvió fué un verdadero banquete y animó a los hermanos a continuar su buena obra. Este fué el punto de partida del año de servicio. Damos las gracias a Jehová por esta visita y la asamblea.

“Ya nos reunimos en Salones del Reino donde resulta posible. En algunos lugares los hermanos han construído salones y en otros los han obtenido por arrendamiento, pero todavía en otros nos reunimos en grupos pequeños, porque no podemos conseguir salones. En general no hemos tenido ninguna dificultad excepto cierta interrupción de parte del clero y un poco de parte de la policía local. Algunos aún tratan de aplicar en contra de nosotros el decreto hecho por el gobierno anterior, pero hasta la fecha los hermanos han podido reunirse sin mucha dificultad. Nuestro caso actualmente ante el gobierno en que solicitamos reconocimiento legal progresa muy lentamente. En nuestras oraciones a Jehová siempre pedimos que se haga la voluntad de Él y que pronto se arreglen las cosas para que podamos decir las buenas nuevas libremente.”

La religión roja

El que en un tiempo fué jefe de propaganda de Moscú, Karl Radek, dijo una vez: “Este comunismo, sabe usted, es una religión. Nuestros varones jóvenes tienen que predicar su evangelio. Están dispuestos a morir por él.”