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Venciendo la persecución roja hoy en díaLa Atalaya 1955 | 15 de abril
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dejaron en la Alemania nazista, donde 10,000 de ellos entraron en los campos de concentración y 8,000 volvieron de ellos, es cosa bien conocida a todos. Ellos vivieron para ver el fin de sus atormentadores. Y en el Canadá, donde la obra fué proscrita durante la mayor parte de la II Guerra Mundial, al fin de la proscripción hubo dos veces más testigos que los que había cuando la proscripción fué impuesta al principio. ¡De seguro que esto era vencer la persecución!
En el África Ecuatorial Francesa dos nativos recibieron el mensaje del Reino y comenzaron a predicar a otros concerniente a Jehová. El gobierno rehusó dejar que entraran en el país misioneros o literatura impresa. Pero, a pesar de esta proscripción y mucha persecución, durante seis años el número de ministros aumentó desde esos dos ministros hasta 666 en abril de 1954; un aumento que es aun más notable al tomar en cuenta los obstáculos de raza e idioma.
Al tiempo que la obra de los testigos de Jehová fué proscrita en la República Dominicana en 1949, había allá un número máximo de 274 testigos. Muchos han sido encarcelados, pero los testigos no han transigido, sino que intrépidamente han seguido predicando fuera de la vista pública. Como resultado, un número máximo de 371 testigos participó en la obra de predicar en 1954, siendo esto un aumento anual de siete por ciento por término medio. No cabe duda de que hayan vencido la persecución.
En 1950 más de 20,000 testigos estaban predicando las buenas nuevas regularmente en Alemania Oriental cuando los comunistas proscribieron la obra y llevaron en custodia a todos los hermanos que estaban sirviendo en la oficina directiva de Magdeburgo, los representantes viajantes y los superintendentes de las congregaciones locales. Un total de más de 2,000 testigos fueron detenidos y en la actualidad hay 1,283 en las cárceles. A pesar de las dificultades aumentadas de predicar bajo proscripción, estando presente constantemente el peligro de ser llevados presos, los vacíos en sus filas se han llenado de nuevo, de modo que hoy en día hay otra vez más de 20,000 testigos activos en Alemania Oriental. Muchas son las expresiones de gozo que vienen de los testigos de la Alemania Oriental, tanto de los que están dentro de las cárceles como de los que están fuera de ellas.
El proceder denodado de los testigos de Jehová en Alemania Oriental despierta la admiración de muchos. Por ejemplo, después de las convenciones de la sociedad del Nuevo Mundo que se celebraron en 1953, se dió énfasis a la actividad de casa en casa en Alemania Oriental. En una congregación veinte participaron en esta obra, trabajando el pueblo entero. Mientras participaban en esta campaña, dos de ellos por casualidad llegaron a la casa del alcalde. Cuando se les preguntó si eran testigos de Jehová, ellos replicaron preguntándole qué pensaba él que eran los testigos de Jehová. Luego el alcalde dijo con franqueza: “Yo sé que ustedes son testigos, pero no hay por qué sentirse tímidos. Me maravillo de su celo y valor.” Les fué posible a los dos testigos dar un buen testimonio tocante a sus creencias y obra e hicieron arreglos para volver a visitarlo. Sería posible relatar muchas experiencias semejantes para demostrar cómo los testigos de Jehová en Alemania Oriental están venciendo la persecución.
En Checoeslovaquia, Hungría, Rumania, Polonia y Yugoeslavia, donde la obra de los testigos de Jehová ha estado proscrita por años, vemos que la persecución se vence de manera parecida. En 1946 había 11,131 testigos cristianos de Jehová activos en esos países; en 1950 el número de ellos había aumentado hasta 28,183, y ¿cuántos había en 1954? Casi cuatro veces el número que había en 1946, a saber, 42,767.
VENCIENDO LA PERSECUCIÓN EN RUSIA
Pero tal vez de mayor interés es el registro de cómo los testigos de Jehová están venciendo la persecución en Rusia. En 1946 había 6,000 testigos en Rusia; en 1949 había 10,000. ¿Cómo llegaron a estar allí? Algunos llegaron a ser testigos por haber recibido testimonio mientras servían con el ejército ruso en Alemania, otros porque se encontraron con los testigos de Jehová en las cárceles y campos de concentración en Alemania. La mayor parte de ellos, sin embargo, llegó a estar en Rusia a causa de que Rusia se apoderó de los Estados Bálticos y partes de Polonia, Hungría, Rumania y Checoeslovaquia.
Sin embargo, debido a la eficacia de la Cortina de Hierro, no se podía saber hasta qué grado vencían la persecución, así que año tras año desde ese entonces los testigos de Jehová en otras partes del mundo buscaron en vano informes acerca del testimonio en Rusia en su Yearbook anual (Anuario). En 1951 el presidente de la Sociedad Watch Tówer se encontró con un señor de la radio en Viena, Austria, que había estado preso en Rusia y que había conocido a muchos testigos de Jehová mientras estaba encarcelado. En diciembre de 1953 un testigo de Jehová que había sido enviado a un campamento de prisión ruso en 1948 por haber testificado a dos soldados rusos, consiguió su libertad por causa de enfermedad, teniendo más de sesenta años. Narró cómo había testificado a los rusos mientras estaba allí en el campamento y de haberse encontrado con unos testigos que se alegraron al conocerle.
Luego, en febrero de 1954, varios artículos se publicaron en The Observer de Londres, Inglaterra, en los cuales se trató de las condiciones en los campamentos de trabajo rusos, artículos escritos por una periodista alemana, Frau Brigette Gerland, quien recientemente había conseguido su libertad de uno de ellos. Ella había sido detenida en 1946 en Alemania Oriental y sentenciada a siete años de trabajo forzado en los campamentos de prisión rusos. Por fin se le envió a Vorkuta, la capital de la Rusia del Ártico, donde hay medio millón de prisioneros más o menos.
Ella dió un informe espléndido acerca de los prisioneros en Vorkuta. Entre los que describió estaban “los creyentes, que, rehusando trabajar por el estado por motivos de conciencia, habían conseguido, después de años de lucha amarga, que la administración del campamento respetara sus puntos de vista basados en la conciencia y los empleara solamente en trabajo de beneficio para sus compañeros prisioneros. El triunfo de éstos probó que la resistencia era posible dentro del campamento.”
Ella hizo mención especial de una mujer creyente, una técnica entrenada que en un tiempo había sido miembro del movimiento de la Juventud Comunista pero que no estuvo satisfecha. Hallando un “Nuevo Testamento” accidentalmente, se convirtió al cristianismo. En su trabajo en una fábrica se encontró con una joven que creía en el evangelio y que la presentó a otros que creían las mismas cosas. Las dos jóvenes abandonaron su trabajo y se trasladaron a Asia Central, Siberia, donde trabajaron en un hospital y predicaron la Biblia. La policía secreta llegó a saber de su actividad y las sentenció a quince años de trabajo forzado por agitación religiosa. Respecto a ellas Frau Gerland dice: “La historia de su conversión [actividad predicadora] y detención es típica del destino de centenares que yo conocí y de miles más, y es la historia de un movimiento que sigue existiendo fuera de los campamentos.”
Respondiendo a una pregunta concerniente a los testigos de Jehová en Rusia, Frau Gerland dijo: “Me encontré con muchos de ellos en los campos del Ártico. La mayoría de ellos habían sido ucranios occidentales [anteriormente polacos] o personas de los Estados Bálticos, pero también había entre ellos rusos y personas de otros pueblos soviéticos, aun tártaros y armenios. Creo que solamente en el distrito del campamento de Vorkuta habría más de dos mil, tal vez aun tres mil. Han sido personas muy bondadosas y serviciales y todos los prisioneros les tenían cariño. Los administradores de los campamentos no les molestaban a causa de sus creencias.”
Este registro de cómo los testigos de Jehová vencen la persecución en Rusia nos hace recordar la confianza que se expresó respecto a ellos en el Yearbook (Anuario) de 1950, que, “sin importar dónde estén, continúan predicando las buenas nuevas. Los testigos de Jehová en todas partes ofrecerán súplicas a Jehová a fin de que él bendiga, guíe y dirija a estos fieles hermanos para que ellos también tengan parte en la vindicación del nombre de Jehová por medio de mantener su integridad a pesar de las circunstancias angustiosas en que se hallan. La fe excepcional de ellos les sirve de estímulo e inspiración a todos los testigos de Jehová, porque continúan fielmente en el servicio de Jehová.”
Y, ¿qué se requiere para poder vencer dicha persecución hoy en día? Ante todo, conocimiento. Sin conocimiento de Jehová y sus atributos, propósitos y voluntad para ellos y de por qué él permite que sufran no podrían haber resistido el terror rojo. Y ese conocimiento tiene que resultar en una fe viva, porque uno ‘puede tener fortaleza para todas las cosas’ si tiene fe, porque todo es “según su fe.” Y también se requiere esperanza, porque la esperanza es para el cristiano lo que el ancla es para el barco y el yelmo para el soldado, a saber, una protección en tiempo de peligro.—Fili. 4:13; Mat. 9:29; Heb. 6:19; Efe. 6:17, NM.
Para vencer la persecución también se requiere el espíritu santo de Jehová, porque la persecución no puede vencerse por la fuerza o poder humanos. (Zac. 4:6) Y, sobre todo, se requiere amor, porque sin amor no somos nada. Además, “no hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18, NM) Sí, los cristianos verdaderos pueden vencer la persecución y lo hacen, como lo demuestran los testigos de Jehová por todo el mundo.
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Heno para el buitreLa Atalaya 1955 | 15 de abril
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Heno para el buitre
Tan recientemente como en el siglo diecinueve se afirmaba como regla general que a las aves de rapiña se les había dotado de un olfato muy fino y por eso podían descubrir su alimento desde lejos. Pero los experimentos que ha hecho Audubon muestran todo lo contrario. En una ocasión él consiguió un cuero de venado. Lo llenó de heno y lo colocó en medio de un campo, poniéndolo de tal modo que pareciera un animal muerto. Después de unos cuantos minutos hizo su aparición un buitre hambriento. Sin sospechar, el ave se puso a atacar al “cadáver,” como de costumbre, en los puntos más vulnerables. Dado que esto no dió resultado, el buitre, haciendo gran esfuerzo, desbarató las costuras, sinceramente resuelto a llegar a la “carne” suculenta. Al descubrir que sus esfuerzos no dieron otro resultado que el de extraer grandes cantidades de heno, el buitre enfadado abandonó su tarea con cierto desgano y emprendió su vuelo a algún otro lugar en busca de alimento. Y así Audubon probó que no es por olfato sino por vista que el buitre caza.
Pero los lectores de la Biblia, sin saber de los experimentos de Audubon o cualesquier otros, siempre han conocido la verdad del asunto. Pues en Job 39:27-29 (UTA) dice: “¿Vuela en alto el buitre por mandato tuyo, cuando coloca su nido en lo elevado? Ocupa el peñasco y hace su habitación sobre el pico del peñasco y el refugio rocalloso. Desde allí busca alimento; sus ojos ven allá lejos.” La traducción cuidadosa literal del versículo 29 por Rótherham lee: “Busca alimento, muy lejos penetran sus ojos.”
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