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  • Manteniéndose libre del espíritu de queja
    La Atalaya 1967 | 15 de diciembre
    • Manteniéndose libre del espíritu de queja

      “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y argumentos.”—Fili. 2:14.

      1, 2. ¿Qué condiciones existen hoy en todo el mundo, y cómo reaccionan a ellas muchas personas?

      HOY vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar.” Problemas internacionales, nacionales e individuales surgen diariamente y a menudo parecen insuperables. Hemos sido testigos de guerras sangrientas, hambres, epidemias mortíferas, crimen por jóvenes y por adultos y pobreza que da lástima. En consonancia con las palabras proféticas del escritor bíblico Pablo, los hombres han llegado a ser “amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin gobierno de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios.”—2 Tim. 3:1-4.

      2 La reacción a estas condiciones varía con el individuo. Muchos de los que observan esta situación inicua culpan a Dios por las cosas que suceden. Creen que es lento en actuar para remediar la situación y por eso se quejan, diciendo de hecho: “¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación.” (2 Ped. 3:4) Judas, el hermanastro de Jesús, dice que “estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto de su suerte en la vida.”—Jud. 16.

      3. ¿Cómo raciocinan las personas de corazón justo sobre las condiciones mundiales, y con qué resultados favorables para ellas mismas?

      3 Sin embargo, las personas sinceras, de corazón justo, raciocinan como el profeta Jeremías lo hizo en Lamentaciones 3:38, 39: “De la boca del Altísimo no salen cosas malas y lo que es bueno. ¿Cómo puede un hombre viviente entregarse a quejas, un hombre físicamente capacitado a causa de su pecado?” Es verdad, estas personas están “suspirando y gimiendo” a causa de las cosas detestables que pasan a su alrededor, pero, en vez de culpar a Dios, humildemente dicen junto con Jeremías: “De veras escudriñemos nuestros caminos y explorémoslos, y volvámonos, sí, hasta Jehová. Nosotros mismos hemos transgredido, y nos hemos portado rebeldemente.” (Eze. 9:4; Lam. 3:40, 42) Claman a Jehová por salvación, y en copiosa bondad amorosa él oye su clamor de ayuda y los libra del presente sistema inicuo de cosas, conduciéndolos a “descansaderos donde abunda el agua” espiritualmente en asociación con sus testigos cristianos.—Sal. 23:2.

      4. Dé varias razones por las que los testigos de Jehová hoy en día son un pueblo contento.

      4 Estos cristianos verdaderos tienen toda razón para estar felices y contentos. Aunque viven en 199 diferentes países, hablan muchos idiomas diferentes y son de diversos niveles sociales, ¡están viviendo en paz y unidad, centenares de miles de ellos! Disfrutan de una íntima y preciosa relación con su Dios y tienen un entendimiento claro de su voluntad. Este entendimiento los libra de las congojas y la desdicha de los que todavía forman parte del presente sistema inicuo y con optimismo están a la expectativa de un justo nuevo orden de cosas en el futuro muy cercano. Felizmente al expresar este gozo, emplean gran parte de su tiempo animando a otros, visitándolos en sus hogares, consolando a los abatidos e instándolos: “Reconcíliense con Dios.”—2 Cor. 5:20.

      5. (a) ¿Qué preguntas surgen en vista de la prosperidad espiritual del pueblo de Dios, y cuáles tres razones se dan como respuesta? (b) ¿Qué se necesita a fin de mantenerse uno libre del espíritu de queja?

      5 En vista de esta condición espiritual feliz que existe entre el pueblo de Jehová, ¿por qué fue necesario que el apóstol Pablo escribiera a los cristianos primitivos en Filipos: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y argumentos”? ¿Por qué es necesario que La Atalaya trate acerca de este tema y dé consejo sobre él? Se necesita porque estos cristianos, aunque están libres espiritualmente, todavía son imperfectos y están sujetos a las tendencias carnales débiles heredadas de Adán. Además todavía viven en el presente sistema inicuo de cosas y, si no ejercen cuidado, pueden llegar a estar bajo la influencia del “espíritu del mundo,” en el cual está incluido el espíritu de queja. Es más, cada año decenas de miles de personas se asocian con los testigos de Jehová, solo habiendo dejado recientemente los muchos rasgos nocivos que son comunes de este mundo inicuo. El llegar a estar libre a grado cabal del espíritu de queja requerirá tiempo y esfuerzo para estos individuos, junto con la ayuda y guía de Jehová. Una vez libre, cada cristiano individual tiene que librar una lucha continua y progresiva para mantenerse libre, como indican las palabras: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones.”—Fili. 2:14; 1 Cor. 2:12.

      SUS CAUSAS Y EFECTOS

      6. ¿Qué cosas necesitamos saber para que se nos ayude a mantenernos libres del espíritu de queja?

      6 A fin de que nos mantengamos libres del espíritu de queja y lo disipemos en la congregación cristiana, necesitamos poder reconocerlo en sus diversas formas ya que quizás surja en la vida diaria y en la asociación con nuestros hermanos. También debemos saber algo de las cosas que resultan en un espíritu quejumbroso y de sus efectos destructivos. Esto es importante, puesto que, en muchos casos, los que se quejan ni siquiera se dan cuenta de ello o no aprecian a grado cabal sus consecuencias perjudiciales.

      7. ¿Cómo se define el quejarse, y de qué maneras puede expresarse?

      7 El quejarse se define en un diccionarioa como “expresar desconsuelo, dolor, descontento, censura, pesar, etc.; lamentar; murmurar.” Por eso se puede ver que una queja es una expresión de un sentimiento interior de descontento, irritación o dolor. Esta expresión exterior de los motivos de queja de uno por lo general se hace por medio de la lengua, aunque a veces un ademán de disgusto o una expresión facial agria también puede servir para comunicar uno sus sentimientos a otras personas. Los hechos a menudo son más elocuentes que las palabras, y la gente está presta a percibir un espíritu de enfado aun si no se expresan palabras verdaderas de queja.

      8. (a) ¿Qué escribió Santiago en cuanto a la dificultad de controlar la lengua? (b) ¿Por qué no pueden usar estas palabras de Santiago los quejumbrosos, pero cómo puede un transgresor involuntario sacar consuelo de ellas?

      8 No hay un solo hijo de Adán que no haya pecado con la lengua. A causa de esto el discípulo de Jesús, Santiago, escribió, en Santiago 3:2, 8-10: “Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, éste es varón perfecto, capaz de refrenar también el cuerpo entero. . . . la lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero. Con ella bendecimos a Jehová, sí, al Padre, y no obstante con ella maldecimos a los hombres que han venido a existir ‘a la semejanza de Dios.’ De la misma boca salen bendición y maldición.” Sin embargo, que nadie use estas palabras como excusa para tener el espíritu de queja, porque continúa Santiago: “No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera.” Aunque es verdad que todos pecamos a veces, no obstante el tener por costumbre pecar con la lengua al grado de realmente llegar a ser un quejumbroso, es decir, el tener un espíritu de queja, es algo que no es compatible con el cristianismo verdadero. Por otra parte, podemos sacar consuelo de las palabras de Santiago si pecamos involuntariamente mientras hacemos grandes esfuerzos por vencer nuestra tendencia carnal en este sentido.

      9. Como se indica en las palabras de Jesús en Mateo 12:34, ¿qué es aun más vital que el controlar la lengua, y por qué?

      9 Jesús expresó un hecho indisputable cuando dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca.” (Mat. 12:34) Por eso, aunque es importante controlar la lengua e impedir que sea usada quejumbrosamente, es aun más importante controlar los pensamientos que resultan en que uno se queje. La lengua solo expresa lo que está en la mente y en el corazón de un individuo, expresándolo verbalmente así. ¿Qué clase de pensamientos pueden conducir a una persona a quejarse?

      10, 11. (a) Dé algunas razones posibles por las que se queja la gente. (b) ¿Qué, básicamente, es la causa fundamental de una actitud quejumbrosa?

      10 El orgullo puede ser una causa de quejarse. Puede ser que alguien piense muy elevadamente de sí mismo y, a fin de edificar su propio yo y su importancia entre sus hermanos, puede que recurra a criticar las faltas de otros. De esta manera atrae la atención al hecho de que no tiene estas faltas en particular al mismo grado que los demás. Es posible que otro sea impaciente porque sus hermanos no son tan prontos para entender las cosas como él o se irrite por lo que considera que son debilidades de ellos. Otros que sufren alguna penalidad no común pueden sentirse lástima cuando comparan su condición con la de otros hermanos de la congregación y así puede que se quejen a causa de esto. Un deseo por mayor eficacia puede hacer que algunos se quejen, quizás pensando que podrían lograr mejor el trabajo que aquel que ha sido nombrado para servir.

      11 Sin embargo, después de que analizamos solo unas cuantas de las muchas razones posibles por las cuales se quejan los hermanos, resalta claramente un hecho: En cada caso se debe a preciarse demasiado, a atribuir demasiada importancia a las propias opiniones o posición de uno. Por eso es una expresión de egoísmo, lo cual es lo contrario del amor.

      12. ¿Cómo desarrolló un espíritu quejumbroso aquel que llegó a ser Satanás, y con qué consecuencias?

      12 En este sentido es bueno reflexionar sobre cómo aquel que llegó a ser Satanás el Diablo llegó a estar descontento con su mismísima posición privilegiada de superintendencia. La Biblia dice por qué, diciéndole al rey de Tiro que reveló el espíritu del Diablo: “Tu corazón se hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante esplendor.” (Eze. 28:17) Su deseo orgulloso de ser el gobernante del universo lo hizo rebelarse contra el Soberano Jehová. Comenzó a pensar muy elevadamente de sí mismo y así desarrolló un espíritu quejumbroso, que pronto se expresó en acción, resultando en mucha desdicha e infelicidad para la raza humana.

      13. Muestre el efecto que tiene el quejarse (a) sobre la persona en contra de quien se habla, (b) sobre aquel que lo oye, (c) sobre un hermano nuevo o más débil y (d) cuando se dirige contra la organización.

      13 Aunque no todas las quejas tienen tales consecuencias desastrosas, no obstante aun la menor expresión de descontento produce resultados perjudiciales. Si la queja es en contra de un hermano o una hermana, entonces tenderá a rebajar la reputación de esa persona a la vista de aquel con quien uno esté hablando. Enfoca la atención en las debilidades de otros y por eso es negativa y desalentadora. Si se le dice a un hermano débil o nuevo, quizás haga que se desilusione tanto que podría llegar a debilitarse mucho en la fe y en la confianza que tenga en sus hermanos. Si se dice en contra de la organización de Dios o de sus representantes nombrados, tiene un efecto aun más perjudicial, el de socavar la confianza en los arreglos de organización y por consiguiente debilitando la fe en Jehová mismo.

      14. ¿Qué efecto tiene una lengua quejumbrosa sobre la entera congregación? Use Proverbios 21:19 para ilustrar su respuesta.

      14 Aun si uno no es hecho tropezar ni es afectado seriamente de manera espiritual al escuchar una lengua quejumbrosa, debido a que es maduro, la considera como tal y la despide de la mente, no obstante no es agradable asociarse con una persona quejumbrosa. El quejarse produce el mismo efecto que echar arena en una máquina bien aceitada. Apaga el gozo de la congregación. Es como si una nube negra hubiera aparecido repentinamente en el horizonte. Tiene el mismo efecto sobre los hermanos como la esposa contenciosa lo tiene sobre su esposo, como se registra en Proverbios 21:19: “Mejor es morar en tierra desértica que con una esposa contenciosa junto con vejación.”

      15. ¿Cómo es afectado el mismo quejumbroso?

      15 Además del efecto desmoralizador sobre los que escuchan su queja, el mismo que expresa el motivo de queja es afectado adversamente. Está descontento, es infeliz, y en muchos casos siente remordimiento después de expresar su queja. Verdaderamente, el sabio habló bien cuando dijo bajo inspiración: “El que está guardando su boca y su lengua está guardando su alma de angustias.”—Pro. 21:23.

      ‘GUARDEN SUS CORAZONES Y SUS FACULTADES MENTALES’

      16. ¿La ayuda de quién mostró Pablo que debemos buscar a fin de guardar nuestros corazones y nuestras facultades mentales, y en qué deben estar enfocados nuestros pensamientos?

      16 Puesto que las quejas se originan en el corazón y en la mente, es esencial que nuestros pensamientos sean dominados y dirigidos apropiadamente hacia asuntos edificantes y animadores. El apóstol Pablo mostró que hay que buscar la ayuda de Jehová a fin de hacer esto, diciendo: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.” Sí, si usted tiene una debilidad en este sentido, no titubee en pedir la ayuda de Jehová para vencerla. Jehová oirá tales peticiones sinceras y le concederá a usted paz y contentamiento mental para reemplazar un espíritu quejumbroso, descontento. Sin embargo, Pablo pasa a mostrar que el individuo tiene que trabajar duro en armonía con sus oraciones, diciendo: “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.”—Fili. 4:6-8.

      17. (a) ¿Por qué se requiere una lucha continua para aplicar las palabras de Pablo en Filipenses 4:8? (b) ¿Qué debemos hacer cuando comenzamos a irritarnos por las faltas de nuestros hermanos?

      17 Así Pablo da énfasis a que el individuo tiene que ejercer dominio, no solo en su lengua, sino también sobre sus mismísimos pensamientos, concentrándose en cualidades buenas, virtuosas y amorosas en nuestros hermanos. La tendencia de la carne caída es ver primero las debilidades de un individuo, lo cual a menudo lo ciega a uno a las muchas cualidades excelentes, amables y dignas de alabanza que posee. Y, puesto que es tan fácil hallar defectos en cualquiera de nosotros, no es difícil así que el espíritu quejumbroso encuentre combustible para mantenerse ardiendo. Es por esto que luchamos continuamente para mantener controlados nuestros pensamientos. Cuando notamos algo que nos hace sentir celos o irritación, debemos tratar de desecharlo inmediatamente de nuestra mente y pensar en cambio en las cualidades buenas. Esto no será fácil al principio, pero, al trabajar en ello con la ayuda de Jehová, usted hallará que desarrollará una relación más estrecha con sus hermanos y un aprecio más profundo de su devoción a Jehová, y, por supuesto, usted mismo será una persona mucho más feliz con la cual asociarse.

      18. (a) ¿Qué error está cometiendo el quejumbroso, según las palabras de Pablo a los corintios y a los romanos? (b) Por eso, ¿a quién le es más fácil vencer una actitud quejumbrosa?

      18 El que se queja da más atención a la carne y a sus debilidades y así está actuando como un pequeñuelo espiritual en ese sentido en particular. En vez de considerar la devoción y amor sinceros que muestran sus hermanos, considera a la carne caída, pecaminosa. La congregación de Corinto también fue culpable de esto, y por eso Pablo le escribió: “No pude hablarles a ustedes como a hombres espirituales, sino como a carnales, como a pequeñuelos en Cristo. . . . Porque mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no son ustedes carnales, y no están andando como andan los hombres?” (1 Cor. 3:1, 3) En Romanos 8:5, él menciona la razón por la cual esto es verdad, diciendo: “Porque los que están en conformidad con la carne fijan su mente en las cosas de la carne, mas los que están en conformidad con el espíritu en las cosas del espíritu.” Por lo tanto, aquel que se mantiene lleno de espíritu santo de Dios mediante estudio bíblico, asistencia a las reuniones, oración y servicio activo a Jehová con regularidad hallará menos difícil vencer una tendencia quejumbrosa que el que es irregular en estas actividades espirituales.

      QUEJAS PERSONALES

      19. ¿En qué dos categorías generales se dividen las quejas?

      19 Al analizar este asunto de quejarse, podemos dividirlo en dos categorías generales: (1) Quejas contra individuos y (2) quejas de una naturaleza más seria que envuelven a la organización de Jehová o a sus propósitos. Primero consideraremos el asunto de las quejas personales, y en el siguiente artículo de La Atalaya se considerará el segundo aspecto.

      20. ¿Qué causa por mucho la mayoría de quejas personales, y son premeditadas por lo general?

      20 Por mucho la mayoría de las quejas contra individuos se debe a conceptos falsos insignificantes o choques de personalidad. Una hermana que es calmada y reservada quizás se irrite por otra hermana que es mucho más franca en su modo de ser, y ella puede expresar esta irritación a otros. Hábitos, costumbres y acciones personales quizás sean aceptables para algunos, pero para otros quizás sean muy molestos, haciéndoles quejarse a veces. Casi todas estas quejas no son premeditadas, sino, más bien, son provocadas impulsivamente por alguna cosa pequeña y molesta que sucede. A menudo se dicen impensadamente y con frecuencia se deploran más tarde. ¿Qué se puede hacer para mantenerse libre de esta clase de queja?

      21. ¿Cómo debemos considerar estas fallas insignificantes de parte de nuestros hermanos, especialmente a la luz de las palabras de Jesús en Mateo 6:14, 15?

      21 Primero, es esencial que reconozcamos estas quejas por lo que son: insignificantes, de poca o ninguna importancia, hasta pueriles en muchos casos. No hay verdadera base para queja, sino que simplemente se trata de que cierto hermano o cierta hermana no hace las cosas de la manera que usted cree que deben hacerse. Nos ayudará, también, el considerar seriamente cómo Jehová considera estas “debilidades” de nuestros hermanos, comprendiendo que él está anuente a pasarlas por alto y perdonarlas. ¿No lo perdona a usted sin reserva Jehová a pesar de las muchas fallas de usted? ¿No hace usted concesiones para sus propias faltas, pidiéndole a Jehová perdón vez tras vez, quizás por la misma debilidad? Un requisito previo para conseguir el perdón de Jehová es que perdonemos a otros, como Jesús indicó en Mateo 6:14, 15: “Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.”

      22. Muestre cómo el quejarse acerca de faltas insignificantes revela una falta de amor.

      22 Realmente, entonces, estaríamos mostrando falta de amor y perdón si retuviéramos tales fallas insignificantes contra nuestros hermanos y las engrandeciéramos al ponerlas a la atención de otros. Eso ciertamente no sería imitar a nuestro Padre celestial. Al describir el amor la Palabra de Dios dice: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor. . . no se siente provocado. No lleva cuenta del daño.” “El amor cubre una multitud de pecados. Sean hospitalarios los unos para con los otros sin rezongar.” (1 Cor. 13:4, 5; 1 Ped. 4:8, 9) En vista de esto, no es difícil entender por qué se nos aconseja a seguir ‘soportándonos los unos a los otros en amor.’—Efe. 4:2.

      23. ¿Qué, entonces, debe hacerse acerca de estos motivos de queja insignificantes?

      23 Por eso, si no hemos de ‘llevar cuenta del daño,’ nuestra obligación cristiana es olvidar estos motivos de queja insignificantes que surgen, desechándolos completamente de nuestra mente. No les permita crecer a proporciones irrazonables, sino córtelos temprano, antes de que tengan tiempo de arraigarse y florecer. Apague el espíritu de queja e impida mucha infelicidad para usted mismo y para otros.

      24. ¿Cómo dijo Jesús que deben tratarse las quejas personales más serias?

      24 Sin embargo, puede haber ocasiones cuando un hermano o una hermana realmente tenga causa de queja contra otro. Sea a sabiendas o sin saberlo, quizás un hermano haya hecho algo que lo haya lastimado a usted de alguna manera y, debido a su naturaleza, usted no puede olvidarlo y desecharlo de la mente. Quizás descubra que lo está perturbando a usted considerablemente y que hasta está afectando su servicio a Jehová. Es exactamente por tales sucesos que Jesús dio su consejo muy sano de Mateo 18:15: “Si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su culpa entre ti y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano.”

      25. (a) ¿Qué no debe hacer nunca el que tiene una queja seria en contra de su hermano, y por qué? (b) Muestre por qué el seguir el consejo de Mateo 18:15 es muy prudente.

      25 Aun si usted tiene base para quejarse, jamás debe divulgarse esto en la congregación quejándose usted ante otros por la acción del hermano. Esto no contribuirá a la paz sino que perturbará a la entera congregación, posiblemente hasta creando una división entre los hermanos. Ciertamente no ayudará a la parte ofensora, que sin duda oirá su queja por conducto ajeno. El quejarse solo empeorará las cosas en vez de sanar la brecha, como lo muestra el proverbio: “El que sigue hablando de un asunto está separando a los que se han familiarizado entre sí.” (Pro. 17:9) No, una actitud quejumbrosa no ayudará a nadie. La manera correcta es abordar al hermano en privado y discutir el asunto calmada y pacíficamente con él. Quizás usted descubra que ni siquiera se dio cuenta de que lo había lastimado a usted y, si éste es el caso, ¡imagínese cuán feliz estará él de que usted lo abordó directamente en vez de divulgar una queja dentro de la congregación!

      26, 27. (a) ¿Qué obligación tiene el ofendido cuando su hermano le pide perdón, y cuán trascendente es? (b) Muestre cómo el consejo de Pablo en Colosenses 3:12-14 ayudará en todos los casos de quejas personales.

      26 Cuando su hermano humildemente le pide perdón, es obligación de usted aceptar su disculpa y perdonarlo, tal como su Padre celestial lo perdona a usted. El amor es una deuda que jamás se paga completamente. (Rom. 13:8) Por eso, cuando el apóstol Pedro le preguntó a Jesús: “¿Cuántas veces ha de pecar contra mí mi hermano y he yo de perdonarle? ¿Hasta siete veces?”, Jesús respondió: “No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y siete veces.” (Mat. 18:21, 22) Siendo generosos con nuestro amor, misericordia y perdón en relación con nuestros hermanos, segaremos mucho gozo y felicidad y podremos mantenernos libres del espíritu corrosivo y divisivo de queja. Al tener un aprecio profundo de Jehová y un amor a él y a nuestros hermanos podremos fijar nuestras mentes en las “cosas más importantes” que afectarán nuestra vida futura en vez de las muchas cosas insignificantes que caracterizan al presente sistema de cosas imperfecto.—Fili. 1:10.

      27 Al concluir este artículo, escuchemos cuidadosamente y apliquemos diligentemente las palabras de Pablo dichas hace muchos años a los colosenses. Si lo hacemos, seremos ayudados grandemente a mantenernos libres de toda clase de quejas personales. Pablo instó: “De consiguiente, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de compasión, de bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia. Continúen soportándose los unos a los otros y perdonándose sin reserva los unos a los otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó sin reserva a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.”—Col. 3:12-14.

  • Hallando contentamiento con la organización de Jehová
    La Atalaya 1967 | 15 de diciembre
    • Hallando contentamiento con la organización de Jehová

      “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68.

      1. ¿Por qué pueden las criaturas de Jehová tener plena confianza en él?

      JEHOVÁ mantiene y siempre ha mantenido pleno dominio de todo en el universo. Con su omnipotencia mantiene las estrellas, el Sol, la Luna y los planetas en sus órbitas respectivas y amorosamente mantiene y preserva la Tierra como hogar del hombre. Todo lo que hace es absolutamente perfecto y debido a esto sus criaturas pueden tener plena confianza en su gobierno soberano y superintendencia misericordiosa.

      2. (a) ¿Cómo ejerce Jehová sus atributos? (b) ¿Por qué, entonces, se quejan algunos, y contra quién, de hecho, están quejándose?

      2 Siendo todopoderoso y teniendo poder para observar todo, Jehová ejerce sus ilimitadas cualidades de amor, sabiduría, justicia y poder de manera perfectamente bien equilibrada cuando trata con sus criaturas. Jamás exagera su justicia sin templarla con amor y misericordia. Jamás abusa de su ilimitado poder, sino que siempre lo ejerce con amor y con sabiduría. Jamás se contradice, ni es inconsistente con él mismo en el uso de sus atributos. Puesto que esto es verdad, ¿por qué algunas de sus criaturas se quejan a veces acerca de sus arreglos y maneras de hacer las cosas? Muchas veces se debe a una falta de entendimiento de la manera en que Jehová lleva a cabo sus propósitos, o a causa de tener un punto de vista muy falto de perspicacia de los tratos de Jehová con sus criaturas. Sin embargo, aunque quizás sea verdad que a menudo no apreciamos a grado cabal la razón del porqué Jehová hace ciertas cosas, el quejarnos en cuanto a esto mostraría falta de confianza y fe en Jehová Dios y en su habilidad para efectuar las cosas a su propio modo y tiempo. Este es un error sumamente serio. Hace unos 3.500 años, cuando el pueblo de Dios, Israel, viajaba en el desierto al sur de Palestina, comenzó a quejarse ante sus superintendentes, Moisés y Aarón, acerca de una falta de alimento. Moisés le mostró exactamente lo serio que era su espíritu quejumbroso cuando dijo: “Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.”—Éxo. 16:8.

      HALLANDO GOZO EN NUESTRAS ASIGNACIONES

      3. ¿Qué hace que algunos se quejen tocante a su obra de predicación?

      3 Algunos hermanos en el presente que han estado en la verdad por varios años quizás comiencen a mostrar un espíritu de descontento semejante al que mostraron los israelitas del día de Moisés. Por muchos años han estado diciendo a sus amigos y vecinos que la batalla del Armagedón está muy cerca. Sin duda han ido a las mismas casas vez tras vez con el mensaje del reino de Dios. Sin embargo, ahora creen que el Armagedón debe venir rápidamente y comienzan a impacientarse porque Dios no destruye inmediatamente toda la iniquidad. Comienzan a expresar palabras de queja.

      4, 5. (a) Describa el relato bíblico de lo que sucedió cuando Jonás predicó a los ninivitas. (b) ¿Cuál fue el gran error de Jonás, y cómo le enseñó Jehová una lección de misericordia?

      4 Sería bueno que tales hermanos recordaran al profeta Jonás, que fue asignado a predicar al pueblo de Nínive en el siglo nueve a. de la E.C. Su mensaje fue pasmoso: “Solo cuarenta días más, y Nínive será derribada.” (Jon. 3:4) Tan pronto como la gente de la ciudad oyó esto, inmediatamente se arrepintió de su iniquidad y se volvió hacia Jehová. Aun el rey se vistió con ropa de duelo y mandó a toda la gente que ayunara e invocara a Dios pidiéndole misericordia. Él dijo: “¿Quién hay que sepa si el Dios verdadero se vuelva y realmente sienta pesar y se vuelva de su cólera ardiente, de modo que no perezcamos?” (Jon. 3:9) Debido a esta expresión de arrepentimiento y humildad que hicieron en conjunto, Jehová no trajo la destrucción prometida después de cuarenta días. ¿Cómo se sintió Jonás en cuanto a esto?

      5 El registro inspirado nos dice: “A Jonás, sin embargo, le desagradó sobremanera, y llegó a estar enardecido de cólera.” (Jon. 4:1) Jonás tenía un punto de vista muy desequilibrado y egoísta de la entera situación. En un tiempo cuando las vidas de decenas de miles de personas se hallaban en peligro, estaba más interesado en sus propios sentimientos, pensando que se había desprestigiado a causa de que su profecía no se había cumplido inmediatamente. Impacientemente quería que la destrucción de Nínive acaeciera inmediatamente después de cuarenta días, y debido a esto se olvidó de la cualidad de misericordia. Mientras cavilaba con infelicidad en cuanto a su queja bajo el sol caluroso, Jehová hizo que saliera una planta grande para hacerle sombra. Sin embargo, al día siguiente hizo que un gusano secara la planta, y Jonás inmediatamente se puso a quejarse otra vez. En este instante oportuno Jehová le recalcó el punto a Jonás: “Tú, por tu parte, sentiste lástima por la calabaza vinatera, por la cual tú no te afanaste ni hiciste que creciera, la cual resultó ser el simple crecimiento de una noche y pereció como simple crecimiento de una noche. Y, por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales domésticos?”—Jon. 4:10, 11.

      6. ¿Qué punto de vista asumió Pedro de la misericordia de Dios, y cómo podemos evitar una actitud impaciente, quejumbrosa, en nuestro propio ministerio?

      6 Sí, Jehová es misericordioso y abundante en bondad amorosa, y cualquier tiempo que permita antes de destruir a los inicuos en el Armagedón es una maravillosa expresión de su amor y paciencia. “No es lento Jehová respecto a su promesa, . . . sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Ped. 3:9) ¡Qué punto de vista excelso de las cosas! Al entender la mente de Jehová sobre este asunto y al imitar sus cualidades incomparables, jamás nos impacientaremos, sino que estaremos contentos con esperar que él actúe a su debido tiempo. Seguiremos predicando con el motivo de amor, aprovechándonos de todo momento que Jehová permita para ayudarlos al arrepentimiento. Al hacer esto estaremos llenos de gozo en nuestro ministerio y evitaremos el hacernos quejumbrosos infelices.

      7. Explique cómo un espíritu quejumbroso se puede desarrollar en la mente de un misionero.

      7 Un hermano puede ser enviado a una asignación en el extranjero como misionero y caer en la trampa de quejarse. ¿Cómo? Teniendo la actitud mental de que todo lo que ve en su nuevo país debe compararse a las condiciones de su propio país. Quizás espere los mismos niveles de vida y comodidades de los que disfrutó en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower en la ciudad de Nueva York. Si encuentra que esto no es así, comienza a sentirse infeliz y descontento. Entonces este espíritu de disgusto rápidamente se esparce a otras cosas, como a las costumbres, idioma y hábitos de la gente en cuyo país está viviendo. Comienza a criticar abiertamente éstas y muchas otras cosas insignificantes que simplemente cree que no están bien. Quizás algunas de éstas no tengan nada que ver con la predicación de las buenas nuevas del Reino, pero a pesar de eso es franco al quejarse en cuanto a ellas. Se queja de cosas de las que normalmente jamás se, quejaría en su propio país, porque ahora tiene un espíritu de disgusto, de descontento. Tal hermano jamás será feliz en su asignación mientras persista esta actitud.

      8. ¿Quiénes en tiempos antiguos llegaron a estar descontentos con sus condiciones de vida, y realmente tenían motivo para quejarse?

      8 Esto nos hace recordar a una muchedumbre mixta de fugitivos que salió de la tierra de Egipto para viajar con los israelitas en el desierto 1.500 años antes del tiempo en que Jesús anduvo en la Tierra. Había estado viajando por más de un año bajo la dirección de Jehová cuando comenzó a quejarse. No había pasado hambre, no se le habían acabado los zapatos ni la ropa en el viaje. Tenía suficiente para satisfacer sus necesidades cotidianas. No obstante no estuvo satisfecha con esto. Comenzó a comparar su vida nómada con su vida en Egipto previamente, y debido a esto, aun los israelitas se unieron a ella en clamar: “¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos y las sandías y los puerros y las cebollas y el ajo! Pero ahora nuestra alma se halla seca. Nuestros ojos no se posan en cosa alguna sino en el maná.” (Núm. 11:5, 6) ¡Qué falta de gratitud por la provisión de Jehová de pan milagroso desde el cielo!

      9. ¿Cómo es el apóstol Pablo un excelente ejemplo para los misioneros y precursores especiales del día moderno, y qué evitarán al imitarlo?

      9 En vez de imitar a esta muchedumbre mixta y a estos israelitas desagradecidos, debemos esforzarnos por ser como el apóstol Pablo, que vivió bajo muchas condiciones variadas y en muchas tierras diferentes. Refiriéndose a sus variadas experiencias como misionero, dijo a los cristianos filipenses: “He aprendido, en cualesquier circunstancias que esté, a bastarme con lo que tengo. Realmente sé vivir con escasez, realmente sé tener abundancia. En toda cosa y en toda circunstancia he aprendido el secreto, tanto de estar saciado como de tener hambre, tanto de tener abundancia como de padecer necesidad. Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.” (Fili. 4:11-13) Sin importar adónde iba Pablo había aprendido a adaptarse a las condiciones allí y a ser feliz y a estar contento en cualquier asignación que Jehová le daba. Hoy en día los misioneros y los precursores especiales pueden aprender mucho de su excelente ejemplo y así evitarán las frustraciones y congojas que causa el quejarse infelizmente acerca de sus asignaciones.

      RESPETO A LA AUTORIDAD TEOCRÁTICA

      10. ¿Por qué tienen algunos dificultad tocante a la autoridad teocrática, y en qué puede resultar esto?

      10 Puesto que Jehová usa a hombres imperfectos para representarlo dentro de su organización terrenal, se les hace difícil a algunos el reconocer y respetar la autoridad teocrática. Estos pierden de vista el hecho de que es Jehová quien nombra a tales individuos y se ponen a ver únicamente al hombre débil, imperfecto. En vez de respetar la posición que tiene un hermano, rápidamente se quejan cuando comete algún error menor a causa de sus faltas heredadas. Este es un grave error y puede resultar en mucho desagrado y descontento en una congregación del pueblo de Jehová.

      11. (a) ¿Qué queja hicieron más de 250 israelitas contra Moisés y Aarón en el desierto, haciendo surgir qué punto en cuestión? (b) ¿Cómo expresó Jehová su cólera por esta falta de respeto a sus representantes nombrados?

      11 Hace muchos centenares de años, un grupo de más de 250 hombres cometió tal error al considerar a los representantes de Jehová, Moisés y Aarón. Estos hombres creyeron que estaban igualmente bien capacitados para superentender la nación de Israel como estos dos y por eso “se congregaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ‘Ya basta de ustedes, porque la entera asamblea son todos santos y Jehová está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, deben ustedes alzarse por encima de la congregación de Jehová?’” De modo que acusaron impropiamente a Moisés y Aarón de enseñorearse de la congregación. Datán y Abiram, dos de este grupo, más tarde le dijeron a Moisés que estaba tratando de ‘hacerse príncipe’ sobre ellos. ¿Era cierto esto? ¿Se habían colocado Moisés y Aarón en sus posiciones de superintendencia para sus propios fines egoístas, o los había colocado allí Jehová? Al día siguiente se le hizo saber a la entera nación la respuesta de Jehová mismo. Dividiendo de par en par la tierra y mediante fuego, Jehová eliminó a los rebeldes y sus familias, confirmando así la declaración de Moisés: “En esto sabrán que Jehová me ha enviado a hacer todas estas obras, que no es de mi propio corazón.” ¡Nunca cometamos tal error fatal al quejarnos contra los representantes nombrados por Jehová!—Núm. 16:3, 13, 28.

      12. ¿Cuál es el peligro de considerar a los siervos nombrados desde un punto de vista carnal, y cómo mostró Jehová esto en sus palabras a Samuel, en 1 Samuel 16:7?

      12 Como sucedió con aquellos rebeldes irrespetuosos hace mucho tiempo, ningún hermano disfrutará actualmente de contentamiento verdadero con la organización de Jehová mientras considere a los siervos nombrados desde un punto de vista carnal o humano. Constantemente estarán notando los defectos de un siervo y abiertamente se quejarán acerca de la manera en que él hace las cosas, quizás creyendo que ellos mismos podrían hacerlo más eficazmente. Sin embargo, es bueno recordar el mandato de Jehová a su profeta Samuel, que fue comisionado con la responsabilidad de ungir al siguiente rey de Israel. Samuel echó un vistazo a Eliab, uno de los hijos de Jesé, y se sintió seguro de que éste tenía que ser el escogido por Jehová debido a su apariencia personal impresionante. Sin embargo, Jehová advirtió a Samuel: “No mires su apariencia y lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera que el hombre ve es la manera que Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón.” (1 Sam. 16:7) Comprendiendo esto, todos los cristianos dedicados respetarán el nombramiento de Jehová de un individuo, aun si conforme a todas las apariencias y desde un punto de vista mundano no parece ser el más capacitado.

      13. ¿Qué contribuye mucho al gozo que experimenta un siervo nombrado, pero qué podría destruir tal gozo?

      13 Tal respeto y sumisión y cooperación de todo corazón de parte de los publicadores y precursores de una congregación ayudan a hacer gozoso y remunerador el trabajo de un siervo nombrado. Es por eso que Pablo dijo a los cristianos hebreos: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta; para que lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.” (Heb. 13:17) Cualesquier quejas que hagan contra tales hermanos en puestos de superintendencia privaría a la congregación de mucho gozo. Sería “dañoso” a la congregación e indicaría un espíritu de descontento por el arreglo de cosas de Jehová.

      14. ¿Qué no debe hacerse nunca aunque un superintendente llegase a ser descuidado en sus deberes? Dé un ejemplo bíblico que respalde su respuesta.

      14 Sin embargo, ¿cuál debería ser la actitud de una congregación si el superintendente se hiciera descuidado en arreglar las reuniones y no tomara la delantera en el servicio? Quizás pasen dos o tres meses antes de que el siervo de circuito visite la congregación. ¿No sería apropiado en este caso que un hermano se quejara públicamente en cuanto a esto, aun yendo al grado de hacer que todos los publicadores firmaran una petición para enviarla a la Sociedad pidiendo que este hermano sea removido de su puesto de superintendencia? ¡No, esto definitivamente sería incorrecto! Recuerde que David no trató de usurpar el trono del inicuo Saúl en Israel, aunque sabía que él habría de ser el siguiente rey. No se sintió justificado para actuar a fin de matar a Saúl, aunque Saúl era un inicuo que había perdido el favor de Dios. Respetó el hecho de que Saúl era “el ungido de Jehová” y estuvo anuente a someterse a este arreglo hasta que Jehová creyera conveniente removerlo de su puesto.—1 Sam. 24:6.

      15. (a) Muestre cómo uno que se queja en contra de un siervo nombrado realmente está mostrando falta de fe en Jehová. (b) ¿Qué haría un hermano maduro en caso de que un superintendente descuidara su trabajo?

      15 David mostró gran fe en Jehová a todo tiempo. Sabía que Jehová estaba en pleno control y estaba contento con esperar Su debido tiempo para actuar. Diferente de David, cualquier hermano que democráticamente arregla una petición o abiertamente se queja en contra de un siervo nombrado está mostrando una lamentable falta de confianza y fe en la habilidad de Jehová para superentender Su organización. De hecho, tal hermano está diciendo que, puesto que Dios no está manejando el asunto con bastante prontitud, él en cambio tendrá que actuar. ¡Qué manera inmatura y falta de perspicacia de considerar las cosas! Jehová no siempre hace las cosas de la manera que creemos que deben hacerse, pero podemos estar seguros de que se harán apropiadamente y al debido tiempo. De modo que lo que debe hacerse es esperar que Jehová actúe, mantenernos ocupados en el servicio, ayudar amorosamente a nuestros hermanos y estimular respeto al arreglo teocrático de las cosas. Cualquier otra acción apresurada socavaría el respeto a la autoridad teocrática y causaría mucho daño espiritual a la congregación.

      16. ¿En qué podemos tener confianza, y por eso qué deberíamos estar haciendo diligentemente?

      16 Podemos tener plena confianza en que Jehová sabe lo que sucede en cada congregación de su pueblo. “Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (Heb. 4:13) No está dormido y nada pasa inadvertido por él. Él no necesita que un hermano quejumbroso le informe si algo necesita corregirse. Las Escrituras nos dicen: “Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (Pro. 15:3) Teniendo presente este pensamiento consolador, podemos contentarnos con hacer nuestras tareas asignadas, felices con el conocimiento de que el Soberano Todopoderoso mismo mantiene pleno dominio de su organización visible.

      17. (a) ¿Cómo puede un siervo nombrado desarrollar un espíritu de queja? (b) ¿Qué ha perdido de vista tal hermano, y por eso qué necesita hacer?

      17 A veces hasta un siervo nombrado es afectado por el espíritu de queja, sintiendo que tiene demasiado trabajo que hacer. Quizás se sienta sobrecargado al atender al rebaño de Dios o quizás llegue a impacientarse con los hermanos, quejándose de que no cooperan con él o no entienden las cosas tan rápidamente como a él le gustaría. Este hermano ha perdido de vista temporalmente el hecho de que es la organización de Jehová con la que está trabajando y que son “ovejas” de Jehová las que está superentendiendo. Él se siente como si la entera carga de atender a estas “ovejas” ha caído sobre sus hombros. Sin embargo, esto no es verdad. Es Jehová quien asume la responsabilidad de atender a sus “ovejas” y es Jesucristo su Hijo quien dio su vida por ellas. Ningún superintendente debe tratar de asumir la responsabilidad de atender solo las “ovejas” de Jehová. Necesita confiar firmemente en Jehová y mostrar fe completa en él. David, que tuvo experiencia por treinta y tres años como el superintendente de una entera nación, instó: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.”—Sal. 55:22.

      18, 19. (a) ¿Cómo mostró Moisés una actitud quejumbrosa en una ocasión, pero pudiéramos decir que era quejumbroso? (b) ¿Por qué hoy en día los superintendentes tienen toda razón para ser optimistas?

      18 Moisés, un superintendente nombrado, en una ocasión se permitió entrar en un estado de ánimo quejumbroso mientras guiaba a los israelitas rebeldes en el desierto. Hasta dirigió su queja a Dios en oración, diciendo: “¿Por qué le has causado mal a tu siervo, y por qué no he hallado favor a tus ojos, de modo que has colocado sobre mí la carga de todo este pueblo? ¿He concebido yo mismo a todo este pueblo? ¿Soy yo quien los ha dado a luz, para que me digas: ‘Llévalos en tu seno, tal como lleva el que hace de nodriza al niño de pecho,’. . .? No puedo, por mí solo, llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí. Por eso, si de esta manera estás haciendo conmigo, por favor mátame del todo.”—Núm. 11:11, 12, 14, 15.

      19 Moisés normalmente era un siervo feliz, contento, de Jehová y ciertamente no era un quejumbroso habitual. No obstante en esta ocasión el descontento de los israelitas simplemente llegó a ser demasiado para él, y se infectó con el espíritu de queja. Sin embargo, hoy en día ningún superintendente humano tiene una congregación tan grande que atender, y pocos tienen que tratar con los problemas difíciles que manejó Moisés. También, hoy en día los superintendentes tienen la amorosa guía de la organización que los respalda, junto con el apoyo de Jehová y de su Rey entronizado. Así no hay razón para sentirse sobrecargados ni para quejarse. Por medio de no perder de vista su maravilloso privilegio y considerarlo con gozo, pueden imitar al “Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús.” Al efectuar esto, y al tratar con los hermanos con amor, no esperando demasiado de ellos, un superintendente no expresará quejas, sino, más bien, será optimista y feliz, esparciendo así un ambiente gozoso a través de la entera congregación.—Heb. 12:2.

      CONTENTOS CON LA VERDAD REVELADA

      20. ¿Cómo se quejan algunos de la explicación que da la Sociedad de las Escrituras, y por qué es esto peligroso tanto para ellos mismos como para otros?

      20 A veces oímos que hermanos hablan quejumbrosamente de las explicaciones y verdades bíblicas que se publican en La Atalaya. No pudiendo entender a grado cabal por qué se recalca cierto punto o por qué se ha dado un entendimiento más claro de un punto en particular, se ponen a expresar sus dudas a otros. Esto, por supuesto, crea confusión entre los hermanos, especialmente entre los más nuevos, y ciertamente no ayuda al quejumbroso de ninguna manera. Está mostrando un espíritu de descontento para con el conducto de comunicación de Jehová, en muchos casos haciéndolo tan apresurada y prematuramente sin un conocimiento cabal de todos los hechos envueltos.

      21. (a) ¿Por qué algunos de los discípulos de Jesús dejaron de seguirlo? (b) En contraste con esto, ¿qué actitud digna de encomio emprendieron los doce apóstoles, con qué resultados?

      21 Este mismo espíritu existió entre algunos de los seguidores primitivos de Jesús. En una ocasión, después de escuchar a Jesús que les enseñó algunas fuertes verdades nuevas, algunos dijeron: “Este discurso es ofensivo; ¿quién puede escucharlo?” El registro inspirado nos dice el resultado de esto, diciendo: “Debido a esto muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás y ya no andaban con él.” A causa de esto, Jesús preguntó a sus doce apóstoles: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?” Pedro prontamente contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.” (Juan 6:60, 66-68) Los que tropezaron se disgustaron impensadamente. No emplearon tiempo ni hicieron el esfuerzo de examinar las verdades explicadas para ver si estaban en armonía con la Palabra de Dios. Sin embargo, los apóstoles estuvieron contentos con permanecer con Jesús y ser enseñados por él gradualmente. Esto no quiso decir que entendieron a grado cabal todo lo que él les dijo, puesto que hubo muchas cosas que no podían entender. Sin embargo, tuvieron fe verdadera. Sabían que Jehová no les daría una piedra si pidieran pan, y por lo tanto estuvieron satisfechos con escuchar y aprender, haciendo preguntas cuando no entendían a grado cabal un punto. (Mat. 7:9-11) Fueron ricamente bendecidos por esto y recibieron una visión plena de la voluntad de Jehová en ese tiempo cuando recibieron el espíritu santo en el Pentecostés, en 33 E.C.

      22. Explique qué debe hacerse cuando tenemos dificultad en entender un punto de la verdad, y muestre por qué es éste el único derrotero razonable.

      22 Podemos aprender mucho del ejemplo de estos hombres fieles. Es verdad que algunos puntos son difíciles de entenderse al principio, pero, en vez de quejarse o argüir acerca de ellos, enfrentando así de hecho nuestro conocimiento insignificante en contra de la sabiduría ilimitada de Jehová y la experiencia de su organización guiada por espíritu, ¿no sería más prudente considerar más el asunto? Después de estudiarlo cuidadosamente usted mismo, hable con hermanos maduros en cuanto a ello, no de manera quejumbrosa, sino para saber qué piensan sobre el asunto. Si, después de hacer esto, usted aún tiene dificultad para entender el punto, quizás sea mejor dejarlo por un tiempo, esperando esclarecimiento adicional, como hicieron los apóstoles. Lleve el asunto en oración a Jehová, pidiendo sabiduría para entender el punto de la verdad. A usted se le concederá un entendimiento cabal al debido tiempo conforme Jehová lo revele por medio de su organización, con tal que usted permanezca muy cerca de esa organización con fe.

      23. ¿Cómo podemos evitar el llegar a ser como los apóstatas que se describen en 1 Timoteo 6:3-5?

      23 Ciertamente no queremos llegar a ser como los que mencionó Pablo en 1 Timoteo 6:3-5: “Si cualquier hombre enseña otra doctrina y no se aviene a palabras sanas, las de nuestro Señor Jesucristo, ni a la enseñanza que va de acuerdo con la devoción piadosa, está hinchado de orgullo, no entiende nada, sino que está mentalmente enfermo sobre cuestiones y debates acerca de palabras. De estas cosas provienen envidia, contienda, discursos injuriosos, sospechas inicuas, disputas violentas acerca de insignificancias por parte de hombres corrompidos de mente y despojados de la verdad.” Muchos han llegado a apostatar a causa de permitir que un espíritu quejumbroso los amargue contra la organización de Jehová. Para evitar el llegar a ser como ellos, tenemos que evitar aun el quejarnos de pequeñeces, “insignificancias,” más bien necesitamos estar contentos con la verdad revelada de Jehová.

      24. ¿Qué falta revelan los que se quejan en contra de la organización de Jehová, y cómo se contrarresta esto?

      24 Como muestran los ejemplos que hemos discutido, el quejarse contra la organización generalmente se origina por una falta de entendimiento de la manera en que hace las cosas Jehová y por una falta de fe completa en él y en sus arreglos. Por lo tanto, a fin de vencer una tendencia quejumbrosa, necesitamos edificar nuestra fe en Jehová y en su organización, obteniendo un discernimiento más profundo y un entendimiento maduro mediante estudio personal, oración y asociación estrecha con su pueblo.

      25. ¿Cómo podemos estar seguros de conseguir muchos gozos tanto ahora como en los “sistemas de cosas venideros”?

      25 Por eso estemos todos contentos con trabajar en nuestros lugares asignados dentro de la organización, reconociendo a Jehová como el único Fundador y Organizador de su pueblo y apreciando que Jesucristo es su Rey nombrado entronizado ahora en los cielos. Al efectuar nuestro trabajo sin quejarnos tendremos muchos gozos ahora junto con nuestros hermanos en la congregación, y, en los “sistemas de cosas venideros,” disfrutaremos de más bendiciones de las que nuestras mentes pueden comprender ahora a medida que Jehová revele sus propósitos gloriosos a través de los siglos venideros. No se pierda de este futuro deleitable haciéndose un quejumbroso infeliz, falto de perspicacia, antes bien disfrute de satisfacción y tranquilidad de ánimo verdaderos junto con el pueblo probado y fiel de Jehová.—Efe. 2:7.

  • ¿Recuerda usted?
    La Atalaya 1967 | 15 de diciembre
    • ¿Recuerda usted?

      ¿Ha leído usted cuidadosamente los números recientes de La Atalaya? Examínese usted mismo para ver si puede recordar estos puntos importantes.

      ● ¿Cuál es el significado de la profecía de Isaías que dice: “Haz el corazón de este pueblo indispuesto a recibir, y haz sus mismísimos oídos indispuestos a responder, y pégales sus mismísimos ojos, para que no vean con sus ojos y con sus oídos no oigan”?

      Así como la predicación de Isaías le probó a “este pueblo” que ellos no querían ser sanados ni recibir entendimiento, y que ellos eran demasiado egoístas para entender y aprender aun de un buen maestro, de igual modo hoy la predicación del Reino prueba que la gente ha cerrado sus propios ojos y oídos y que egoístamente rehusará entender hasta que les sobrevenga la calamidad.—w67 Págs. 177-179.a

      ● ¿Qué cualidad desplegó Gedeón por la cual especialmente lo estimamos?

      La modestia.—w67 Pág. 249.

      ● ¿Cuáles son los preciosos materiales incombustibles con los cuales los testigos de Jehová se esfuerzan por edificar cristianos verdaderos?

      Son cualidades piadosas como el discernimiento espiritual, la devoción a los principios bíblicos, el respeto a las leyes de Jehová, y denodada anuencia de testificar acerca del reino mesiánico.—w67 Pág. 276.

      ● ¿De qué “verdad” hablaba Jesús cuando dijo: “La verdad los libertará,” y de qué manera libertaría a la gente?

      No es la verdad en general, sino más bien la verdad que proviene de Jehová por medio de Jesús. La libertad de la cual él habló es libertad del pecado y la muerte.—w67 Págs. 332, 333.

      ● ¿Qué es el espíritu del mundo?

      Es el estado de ánimo, la tendencia persistente que controla al mundo de la humanidad bajo la gobernación de Satanás.—w67 Pág. 342.

      ● ¿De qué manera puede una esposa retener el cariño de su esposo?

      Por medio de cultivar las cualidades que proceden de un corazón bueno... una disposición alegre, un genio apacible, modestia, amigabilidad, benignidad tierna, comprensión compasiva.—w67 Pág. 355.

      ● ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “Pero muchos que son primeros serán últimos y los últimos primeros”?

      Los discípulos de Jesús, quienes eran los últimos en los que pensarían los judíos farisaicos

Publicaciones en español (1950-2025)
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