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Quejosos infelicesLa Atalaya 1953 | 15 de marzo
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Jehová la llena un pueblo feliz. Ellos son amigables, y están ansiosos de que otros se unan a ellos en su felicidad y en su adoración verdadera al Altísimo. Por eso uno los encuentra yendo de casa en casa, de ciudad en ciudad, de país en país, cumpliendo el mandato de Jesús: ‘Este evangelio del reino tiene que ser predicado en todo el mundo para dar un testimonio.’ Los testigos de Jehová como nación son felices porque su Dios es Jehová.
7. ¿Cuál es la razón para que algunos de la organización regresen al mundo y pierdan la felicidad?
7 A veces vemos a alguien aquí o allí en la organización regresar al mundo. ¿Por qué es esto? La razón es sencilla. Es que ha dejado de predicar; ha dejado de dar. No hay lugar para una persona en la organización de Dios a menos que esté adorando a Dios. Si deja de adorar, él se saca a sí mismo de la organización. Cuando uno deja de estudiar la verdad y abandona a Jehová ya no tiene nada que dar a otros. Entonces la verdad no está en él. El estudio es esencial para mantenerse dentro de la organización de Jehová. Si uno no adquiere continuamente las verdades y la luz que brilla más y más hasta el día perfecto, se hará indiferente para con sus privilegios de predicar las buenas nuevas del Reino. Pronto empezará a sentir que no tiene nada que decir a la gente. La razón de eso es que ha dejado que su mente se haga ociosa. De hecho dice: Yo no quiero más alimento de la mesa de Jehová. Luego deja de usar el conocimiento que tiene; no lo reparte a otros, y su felicidad se desvanece. La felicidad viene en gran manera por dar.
EJEMPLOS TÍPICOS
8. A pesar de haber sido librado de Egipto ¿por qué no se mantuvo feliz Israel?
8 Déle una mirada a los hijos de Israel cuando estuvieron en el desierto. Considere lo que Jehová había hecho para ellos al librarlos de Egipto. Allí habían estado bajo una opresiva organización esclavizadora, pero ahora el Dios de los cielos, Jehová, los había librado y conducido al desierto. Los había protegido usando su gran poder al guiarlos a través del mar Rojo desde Egipto hasta el desierto. Él los alimentó por cuarenta años mientras vagaron por este territorio extraño. Considere la grandeza del amor de Dios para este pueblo al conducirlo a la Tierra Prometida. Pero con todo esto y a pesar de su liberación los israelitas todavía no estuvieron contentos. Les faltó amor. No le dieron a Dios la adoración verdadera como nación, y no fueron felices.
9. ¿Por qué sienten a veces algunas personas que la carga es demasiado pesada para ellas, y cómo se ilustró esto con Moisés?
9 Sin embargo, hubo muchas personas dentro de la nación quienes tuvieron el gozo de servir a Dios y quienes fueron fieles a las instrucciones que se les dieron. A veces aun estas personas sienten que la carga es demasiada para que ellas la lleven cuando se coloca responsabilidad sobre ellas. En tal caso les falta fe en las provisiones de Dios. Moisés, por ejemplo, sirvió como mediador entre Dios y los israelitas. Pero en una ocasión le pareció que se exigía demasiado de él. Los hijos de Israel se quejaban, criticaban y clamaban por carne. Ellos dijeron en substancia: ‘Este maná que Dios nos está dando y diciendo que juntemos cada mañana no nos satisface. Lo que queremos es carne. Queremos carne.’ Ellos clamaban a Moisés que se la proporcionara. Ellos se habían quejado a menudo antes y ahora estaban en un estado mental infeliz, y sus murmuraciones finalmente pusieron a Moisés en esa misma actitud mental. Para apreciar el relato en su plenitud lea Números 11:11-15 (BC). Aquí encontramos a Moisés diciendo: “¿Por qué tratas mal a tu servidor? ¿Y por qué no he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado sobre mí la carga de todo este pueblo? ¿Soy yo quien lo ha concebido? ¿Soy yo quien lo ha parido, para que me digas: Llévalo en tu regazo como lleva la nodriza al niño de pecho, hasta la tierra que prometiste con juramento dar a sus padres? ¿De dónde saco yo carne para dar a todo este pueblo, pues se me quejan diciendo: Danos carne que comamos? Yo solo no puedo llevar la carga de todo este pueblo, pues es demasiado pesada para mí. De tratarme así, mátame más bien, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, para que de ese modo no vea yo más mi desventura.”
10. ¿Por qué no fué feliz Moisés en esa ocasión en que sintió que tenía tanta responsabilidad?
10 Ese no fué un feliz estado de ánimo en que estar. La fe de Moisés se estaba debilitando; su confianza en Jehová estaba flaqueando. Ciertamente debe haber sido muy desanimador para Moisés el estar asociado con ese pueblo, tan desanimador que lo puso en condiciones de desear que Dios lo matara para poder escaparse de él. Moisés no mostró el debido ánimo bajo esta prueba difícil. Él no quería llevar la responsabilidad que Dios había colocado sobre él. Además no estaba confiando plenamente en Jehová Dios en ese instante. Moisés se sintió muy mal; y al mirar a la gran cantidad de gente, realmente dudó en cuanto al poder de Dios. Él debería haber reflexionado sobre las cosas maravillosas que Dios había hecho en tiempos pasados. Hubiera sido mucho mejor que Moisés confiara en Jehová y le orara, preguntando: “¿Qué debo hacer? ¿Qué harás para este pueblo?” Moisés no quería dar nada a este pueblo y pensó que nadie más debiera darle algo tampoco. Él no se sentía feliz, de eso podemos estar seguros.
11. ¿Cómo mostró allí Moisés alguna falta de fe, y qué actitud semejante correspondería con ella hoy?
11 Dios le dijo a Moisés que Él daría carne a los israelitas, no por un día, o dos días, o cinco días, o diez o veinte días, sino durante un mes entero, ‘hasta que les salga por las ventanas de la nariz y se les haga repugnante—porque ustedes han despreciado a Jehová que está en medio de ustedes.’ (Núm. 11:18-20, UTA) Moisés dijo a Dios en efecto: ‘Tú no puedes alimentar a 600,000 hombres de a pie. Tú no puedes proporcionar carne para alimentar a toda esa gente, dos millones o más, incluyendo a mujeres y niños. ¡Si no hay suficientes aves en el cielo para alimentar a este pueblo! ¡No hay suficiente ganado en los rebaños para satisfacerlos a todos ellos! Tú no los conoces, Dios. Yo sé qué clase de gente son. Esta es la gente más egoísta, más obstinada, más infeliz y más quejumbrosa que hay. Mejor sería que yo estuviera muerto.’ Sin embargo, Jehová habló a Moisés en estas palabras: ‘¿Es el poder de Jehová tan limitado? Ya verás si se cumple mi palabra contigo o no.’ (Núm. 11:23, UTA; Mod.) ¿Puede usted imaginarse el que alguien dude del poder de Dios diciendo que él no puede hacer lo que ha dicho que hará? Moisés puso en tela de juicio el poder de Dios en esa ocasión. Es exactamente igual a que alguien diga hoy que Dios no puede proteger a su pueblo en la guerra del Armagedón y pasarlo con vida al nuevo mundo; que ésa es una tarea demasiado grande. Bien, ¿se ha detenido usted alguna vez a pensar que Jehová protegió a Noé y su familia durante el diluvio y los trajo del “mundo de entonces” a este presente mundo malo? Eso es historia, y manifiesta que el poder de Dios ya se ha demostrado. ¿No cree usted que él puede hacerlo de nuevo? ¿Dónde está su fe? Moisés pensó que el poder de Dios era limitado; pero Jehová tiene todo el poder en el cielo y en la tierra. Él hasta ha dado tal poder a su Hijo.—Mat. 28:18.
12. ¿Por qué no resultó en felicidad para muchos israelitas el milagro de Dios, y con qué propósito se nos dió este ejemplo histórico?
12 Bien, lo que sucedió en el desierto ciertamente debería impresionarnos de tal modo que jamás dudemos de la Palabra de Dios. Cuando leemos la Palabra de Dios como él la manifiesta en las Escrituras hebreas y griegas, debemos aceptarla como absolutamente verdadera y correcta. Él nos habla acerca de vida verdadera como existió hace muchos siglos y usa esas cosas como ejemplos de lo que va a suceder al tiempo presente. Aun cuando este gran mediador Moisés cometió un error, eso no es razón para que hoy nosotros dudemos de Jehová y cometamos un error semejante. Por eso estas cosas fueron escritas en tiempos anteriores, para nuestra amonestación y nuestra enseñanza. De cualquier manera, más tarde, las codornices que se atraparon fueron amontonadas en grandes cantidades a las afueras del campo israelita. Jehová las trajo de algún lugar y dió al pueblo cuántas pudiera comer. Pero el pueblo no apreció lo que Jehová había hecho, y le desagradó a Dios la manera codiciosa en que los israelitas usaron estas provisiones. En esa ocasión Jehová fué el dador, un dador en abundancia; pero los israelitas mostraron falta de aprecio. Jehová le probó a Moisés que su palabra era correcta y confiable, y le mostró a Moisés su poder. Su mano no se había acortado. Demostró su soberanía. Si los israelitas sólo hubieran dado alabanza a Jehová debido a su bondad, entonces ellos hubieran tenido felicidad en su vida.—Núm. 11:31-35.
13. ¿Por qué no debemos ser quejosos, como se ilustró en el caso de Aarón y María?
13 Luego hay un relato en la Biblia acerca de María y Aarón quejumbrosos quienes hablaron contra Moisés. ‘¿Es únicamente por medio de Moisés que Jehová ha hablado?’ dijeron ellos. “¿No ha hablado también por nosotros?” (Núm. 12:2) Una vez antes Moisés había salvado la vida a su hermano Aarón cuando Aarón dejó de seguir en adoración verdadera. En Deuteronomio 9:20, Moisés dijo: “Asimismo contra Aarón airóse Jehová mucho, hasta querer destruirle; e intercedí en aquel tiempo por Aarón también.” Ahora estas dos personas prominentes de entre los israelitas, el hermano y la hermana de Moisés, manifestaron que no estaban satisfechas con la provisión de Dios de tener a Moisés como el portavoz. No les gustó la manera que Dios tenía de manejar las cosas, y como resultado de su queja María fué atacada con lepra. Moisés intercedió con oración por su hermana, y después que ella fué enviada fuera del campo para limpiarse conforme a la ley, fué salvada de tal existencia repugnante. (Núm. 12:9-15) Por eso vemos que nadie debe quejarse en contra de Dios porque él no hace las cosas como nosotros queremos que se hagan. Recuerde que Jehová es el Gobernante Soberano del universo. Él sabe cómo dirigir su organización y su obra mucho mejor que los que le sirven. Todos deben ser felices en el lugar en que Jehová los coloca en su organización y en su servicio. Lo que Dios requiere de nosotros es integridad y fidelidad a él; y si le damos estas cosas a él entonces con toda seguridad seremos felices.
FALTA DE FE
14. Al regresar los doce que espiaron la Tierra Prometida, ¿cómo se demostró falta de fe, y con qué consecuencia?
14 Otro ejemplo notable ocurrió cuando Moisés envió a los doce espías a la tierra de Canaán para reconocer la herencia que Dios había prometido a los israelitas. Moisés escogió a uno de cada una de las doce tribus y los envió a espiar la tierra. Recuerde que Dios les había dicho: ‘Se la voy a dar a ustedes. Es el mejor terreno en esa parte de la tierra el que ustedes están heredando.’ Pero cuando los doce regresaron, diez de ellos dijeron: ‘No, nosotros no queremos subir a ese lugar. Es un país terrible, habitado por gigantes. Sería mejor regresar a Egipto y ser esclavos. Todo lo que puede suceder es que seamos destruídos, porque la gente de esa tierra es más poderosa que nosotros.’ Fué un informe malo el que se dió sobre la tierra que Dios había dado a los israelitas. De los doce espías sólo dos, Josué y Caleb, regresaron con un informe bueno. Estuvieron agradecidos por lo que Dios había provisto, y ellos trajeron prueba de que era una tierra próspera. Ellos aconsejaron: ‘¡Subamos ahora mismo!’ Pero la mayoría dijo: ‘Oh, no, nosotros nos quedamos aquí mismo. Estamos satisfechos con las cosas de la manera en que están.’ Los israelitas y diez de los espías que reconocieron la tierra fueron demasiado indiferentes para trabajar por la herencia que Dios les había prometido. Los diez espías de poca fe influyeron en toda la nación, y como resultado la generación adulta jamás entró a la Tierra Prometida. En vez de ella fueron sus hijos quienes recibieron la promesa, y Caleb y Josué entraron con ellos en la Tierra Prometida porque ellos fueron fieles y dieron un informe verdadero.
15. Por eso ¿a qué preguntas pertinentes nos enfrentamos hoy, y cómo las contestaremos?
15 ¿Tiene usted fe en las provisiones de Dios hoy? ¿Está usted anuente a proseguir bajo la dirección de Dios? ¿Prefiere usted permanecer en este viejo mundo moribundo y corrupto o más bien quiere usted asociarse con gente como Caleb y Josué, hombres que miran hacia adelante, que son luchadores por el nuevo mundo? Si usted prefiere seguir la dirección de Jehová, entonces usted predicará este evangelio del Reino en todo el mundo para dar un testimonio, y practicará la adoración verdadera del Altísimo.—Núm. 13:1-33; 14:1-3.
16. ¿Cómo se quejaron los israelitas en Cades, y por qué?
16 Escuche una vez más a los quejosos israelitas en Cades en el año cuadragésimo de su viaje: “¿Por qué nos sacaste de la tierra de Egipto, para traernos a un lugar tan horrible como éste, que ni puede sembrarse, ni tiene viñas, ni higueras, ni granados, y donde ni agua siquiera hay para beber?” (Núm. 20:5, NC) Los israelitas no se habían muerto de hambre hasta ese entonces en su viaje. Sus zapatos ni siquiera se habían gastado, y no se habían muerto de sed. Pero allí estaban, quejándose de nuevo. No, ellos no podían esperar a que Jehová actuara. El gran punto en cuestión era agua. Ellos querían gran cantidad de agua, y la querían en seguida para ellos mismos y para su ganado. Así que se quejaron.
17. ¿Cómo muestran falta de fe hoy algunos que tienen poco tiempo en la verdad, y por qué no son felices ellos?
17 Nosotros encontramos a gente como ésa hoy, aun asociada con la organización de Dios. Algunos han estado con la organización por seis meses, otros por un año, cuando pronto los oímos quejarse y empezar a decir: ‘No está pasando nada. Yo creí que ustedes me dijeron que no faltaba mucho para el Armagedón. Ya he sabido acerca de esto por un año entero y el Armagedón no ha llegado todavía. ¿Piensan ustedes que yo voy a quedarme en esta organización toda mi vida?’ Unos cuantos tienen la idea de que a menos que Dios dirija las cosas al modo de ellos, ellos no permanecerán en ella. Pero Dios no nos ha pedido que le aconsejemos. Nosotros debemos estar agradecidos a Jehová por lo que nos ha dado. Entendemos sus verdades y apreciamos sus promesas, y las creemos. Somos felices en nuestra adoración y servicio y tenemos el privilegio de traer mucho consuelo a las personas de buena voluntad. Los que pueden ver esto están regocijándose en su obra al tiempo presente, mientras que la persona novicia o dada a la crítica quizás no lo haya aprendido todavía; quizás ni siquiera haya dedicado tiempo a estudiar. Ella sólo quiere quejarse. Esas personas son muy parecidas a los israelitas que nunca pudieron esperar a Jehová. Como resultado no tienen felicidad, ni aprecian las provisiones que Dios hizo en tiempos pasados y todavía está haciendo. Ellas quieren las cosas a su manera, no a la manera de Dios.
18. ¿Por qué no entró Moisés a la Tierra Prometida, y cómo nos sirve esto de amonestación hoy?
18 Regresando al relato de los israelitas cuando se quejaron acerca de la falta de agua: Moisés entonces les dijo que sí obtendrían el agua, pero él no dió la alabanza al que le dió el poder de producir el agua. Lea el relato en Números 20:10-13 (UTA): ‘Entonces Moisés y Aarón reunieron a la asamblea en frente de la roca, y él les dijo: “Escuchen, rebeldes; ¿es de esta roca que tenemos que producir agua para ustedes?” Y levantando la mano, Moisés golpeó la roca con su báculo dos veces, después de lo cual brotó agua en abundancia, y la comunidad y su ganado bebieron. Pero Jehová dijo a Moisés y Aarón: “Porque ustedes no confiaron en mí dándome el honor debido en presencia de los israelitas, por eso ustedes no traerán a esta comunidad a la tierra que le he dado.” Estas son las aguas de Meriba [criticar], donde los israelitas criticaron a Jehová, pero donde él se vindicó entre ellos.’ Por no santificar a Jehová delante de los israelitas que se quejaron en esa ocasión Moisés no recibió la herencia que el Señor Jehová les había prometido. Tampoco heredarán las bendiciones del nuevo mundo los que hoy se quejan acerca de la manera en que Dios dirige las cosas y quienes no dan a Dios la gloria. Ellos lo perderán todo antes de eso, aun cuando estén tan cerca.
19, 20. ¿Cuál debe ser, y es, la actitud de los testigos de Jehová respecto al dar Dios más “agua de verdad” a la gente?
19 Moisés como siervo de Dios para la congregación ciertamente tuvo allí una oportunidad maravillosa para honrar a Jehová y dirigir la mente de los israelitas al único Dios verdadero. Pero Moisés estaba muy enfadado con el pueblo; él los consideró como rebeldes y olvidó que Dios estaba tratando con ellos. Él no debería haberlos regañado de la manera que lo hizo. Aun cuando eran quejumbrosos, ellos todavía eran la organización de Dios y le tocaba a Jehová tratar con ellos de la manera que él quisiera. Si Él quería dar a los israelitas agua, ésa era su responsabilidad, y no le tocaba a Moisés dejar a Dios fuera de la transacción. Si Jehová hoy quiere dar a más personas la oportunidad de oír la verdad para que aprendan el camino a la vida antes de que el Armagedón estalle, entonces no es bueno que persona alguna entre nosotros se queje. Más bien, nosotros debemos regocijarnos de que haya más tiempo en el cual predicar el evangelio. Por supuesto, algunos dirán que Dios es lento; pero ¿no se debe a la paciencia de Dios en estos últimos días el que miles de personas hayan sabido de la salvación? Lea el relato en 2 Pedro 3:15 para usted mismo.
20 Siempre hay algunos que se quejarán y criticarán. Pero ¿por qué asociarse con quejumbrosos y llegar a su mismo estado de ánimo? Si Dios quiere dar la verdad a más gente y juntar todavía a más de las otras ovejas, entonces nosotros debemos tener gusto. Los testigos de Jehová en estos días ciertamente son felices porque todavía tienen la oportunidad de predicar las buenas nuevas. No hay razón para que los testigos de Jehová se quejen porque tienen más tiempo para predicar, sino más bien ellos deben estar felices porque se les permite continuar en adoración verdadera. Con gozo deben decir: ‘Nosotros recibimos gratis, demos gratis.’
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Disipando el espíritu de quejaLa Atalaya 1953 | 15 de marzo
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Disipando el espíritu de queja
1. ¿Están interesados los testigos de Jehová en criticar a la gente? Y ¿qué muestra si lo están o no?
LOS que se dedican a servir a Dios tienen que cuidar de los intereses del reino de Dios y la vindicación de Su nombre. Jamás deben hincharse o ensoberbecerse por tener la verdad o por saber el camino a la vida. El simplemente tener este conocimiento no los hace mejores que alguna otra persona. Pero ellos son lo bastante sensatos como para adquirir este conocimiento de verdad, obtener el entendimiento que es asequible a ellos, y trabajar en los intereses de Jehová. Ellos están agradecidos a Jehová. Los testigos de Jehová no están interesados en criticar a las personas que les piden visitarlas en sus hogares. Más bien se sienten felices por la oportunidad y preguntan a las personas de buena voluntad si les estará bien que ellos vengan y estudien con ellas. Están ansiosos de compartir con la gente de lo que ellos han recibido. Teniendo la verdad, ellos quieren darla a todos los que tienen un oído que oye, ya sea por la mañana, por la tarde o por la noche—a cualquier tiempo que le sea conveniente al oyente. Jehová dice que su pueblo cantará sus alabanzas día y noche en su templo, y esto significa que los testigos de Jehová deben efectuar adoración verdadera día y noche, sirviéndole mediante el predicar las buenas nuevas.
2. ¿Cuál fué la fuente de las dificultades para los israelitas en el desierto, y cómo podemos mostrar fe y conseguir felicidad hoy?
2 Cuando consideramos las experiencias infelices de los israelitas en el desierto, encontramos que las dificultades se debieron a los quejosos y criticones. Pero ¡qué felicidad hubieran tenido si hubieran observado los arreglos de Dios! Fe era todo lo que ellos necesitaban; así de sencillo era el asunto. Y lo mismo es cierto hoy. Si nos adherimos a los arreglos que Dios está haciendo para nosotros, mostramos nuestra fe. Podemos dar la verdad a otros mediante nuestra testificación de casa en casa, y procediendo así podemos conseguir felicidad. No hay razón para que no seamos felices en nuestra vida.
3. ¿Cómo pueden resolverse las dificultades en una casa misionera?
3 Veamos las cosas de manera práctica. Unos estudiantes se gradúan en la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower, y se mudan a una casa misionera. No hay razón para que no se lleven bien con felicidad, porque ellos podrán dedicar todo su tiempo a dar la verdad a otros en su nueva asignación. Si surgen dificultades y problemas insignificantes allí en la casa entre los hermanos, podemos estar seguros de que por lo menos uno de ellos tiene la culpa. Pero ¿quién es? No hay duda de que la dificultad está en los que están altercando; de modo que lo que debe hacerse es juntarlos y averiguar qué hay en el fondo de toda la dificultad. Si cada uno da o cede un poco, es decir, si se da un poco desde ambas partes, la dificultad probablemente podrá allanarse y no se dirá nada más de ella.
4. ¿Qué tenemos que hacer para llevarnos bien al vivir juntos, y por qué debemos hacerlo así?
4 Si se arreglan las dificultades pero quedan rencores de ambas partes, todavía no habrá felicidad. En una casa misionera usted debe querer llevarse bien con sus hermanos y hermanas. Esto es cierto, también, en cualquier casa; tiene que haber el deseo de llevarse bien unos con otros. Recuerde que todos son siervos de Dios igual que usted. Todos ustedes tienen mucho por qué vivir debido a su conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios. Todos ustedes quieren más conocimiento. Ya usted ha recibido mucha información y ciertamente conoce la Palabra de Dios como resultado de su estudio diligente. Pero usted todavía quiere estudiar; todavía goza de la lectura de Su Palabra, y quiere mostrar su fe en ella mediante el comunicar estas buenas nuevas a otros. Ahora bien, si todos ustedes tienen esta misma disposición y están predicando la Palabra de Dios en el campo, ¿por qué no pueden estar de acuerdo en cuanto a otras cosas? ¿Por qué no vamos a poder vivir como Dios quiere que vivamos: con felicidad, no quejándonos los unos a los otros? Todo lo que tenemos que hacer para que la vida sea satisfactoria es dar o ceder un poco. Todos los que están en la organización de Jehová tienen que rendir su adoración verdadera a él. También tienen que mostrar amor a su prójimo y luchar para tener contento en la vida.
5. ¿Por qué están creyendo una falsedad los arrogantes, y por qué no son felices ellos?
5 El salmista dijo: “Cuán feliz el hombre que ha hecho a Yahveh [o, Jehová] su confianza, quien no se ha vuelto al arrogante, ni se ha extraviado a la falsedad.” (Sal. 40:4, Ro) Un hombre orgulloso jamás tiene felicidad. Él sólo piensa en sí mismo, no en su prójimo, y especialmente olvida a Jehová su Dios. Cuando María y Aarón se hicieron arrogantes para con Moisés su hermano, ellos fueron humillados; y hoy nosotros nunca nos haremos arrogantes si nos damos cuenta de nuestra posición ante Jehová, el Superior. Nosotros somos los inferiores; por eso no hay razón para que nos enorgullezcamos o envanezcamos. Tan pronto como lo hacemos estamos creyendo una falsedad; pensamos que somos importantes. No recordamos que el gran punto en cuestión es la vindicación del nombre de Jehová y la predicación de su mensaje en todo el mundo. Mediante nuestro servicio cotidiano mostremos que ésta no es la manera en que consideramos el asunto, sino vivamos de manera que honremos el nombre y propósito de Jehová.
NO CRITICANDO A CAUSA DE LA OPOSICIÓN Y PERSECUCIÓN
6. ¿Por qué no debemos ser infelices por la represión de los testigos en algunos países, sino más bien qué debemos hacer?
6 Los testigos de Jehová no están desanimados en este tiempo debido a los sucesos del mundo. Estamos en medio de una organización inicua, ‘el mundo del Diablo,’ como la Biblia la llama. Este mundo está lleno de pesar y dolor y está en un estado miserable; pero no hay razón para que los testigos de Jehová sean infelices aunque viven en él. Aunque estamos en él, no tenemos que ser parte de él. Cuando miramos a la organización de Jehová, nos maravillamos de su prosperidad y su crecimiento a pesar de toda la presión a que la han sometido los que se oponen a las buenas nuevas. Los testigos de Jehová han visto su obra detenida o estorbada en muchos países, pero eso no los desanima. ¿Vamos ahora a quejarnos a Dios y decirle que él no sabe dirigir sus asuntos? ¿Vamos a mirar a Rusia y decir: “Dios, ¿por qué no has podido introducir misioneros de los testigos de Jehová en ese país para predicar?” Nosotros no podemos dictar a Dios porque ciertas experiencias infelices ocurran a los testigos de Jehová detrás de la Cortina de Hierro. Los testigos de Jehová que están allí tienen la misma Palabra de Dios, y continúan predicando las buenas nuevas fielmente. Los testigos de Jehová en otros países donde hay mayor libertad deben salir a predicar el mensaje del reino de Dios aun más extensamente y estar agradecidos de que ellos tienen tal oportunidad. No descuide la libertad que tiene de hablar en su territorio. A veces nuestros hermanos en países democráticos donde hay libertad de palabra no muestran tanto celo para ir de casa en casa como los publicadores que viven en países donde hay oposición continua.
7. ¿Qué preguntas debemos hacernos y contestar acerca de servir en circunstancias semejantes a las de esos países?
7 Deténgase y piense un momento. ¿Qué haría usted si su gobierno le dijera que ya no podría adorar a Jehová Dios y que usted no podría poner a su Dios delante del estado? ¿Qué haría usted en tales circunstancias? ¿Dónde encontraría usted felicidad? ¿La encontraría usted transformando su mente a adoración conforme al decreto del estado? O ¿vendría su felicidad sólo adorando a Jehová Dios como él dirige mediante su Palabra? ¿Cesaría usted de predicar a otros si encontrara oposición? O ¿se mantendría usted firme para predicar el evangelio como tuviera la oportunidad? ¿Se quejaría usted como algunos y diría: “Dios, ¿por qué trajiste esto sobre mí?” Quizás usted pensaría: “¿Por qué no pude haber nacido en algún otro país donde no hay tanta dificultad? ¿Por qué no me cambia la Sociedad Watch Tower y me envía de este país a otro para que predique allá?” Un verdadero siervo cristiano del Altísimo no podría desistir de predicar las buenas nuevas del Reino. Oh, hay muchas cosas de las que podríamos quejarnos; pero si tenemos la condición correcta de corazón, estaremos agradecidos a Dios por la oportunidad de servir dondequiera que él nos envíe o dondequiera que estemos, porque sabemos que este evangelio del Reino tiene que predicarse en todas partes. La gente es gente no importa dónde la encontremos, y hay buenos y malos entre ella. Si hay “ovejas” allí, queremos encontrar las.
8. ¿Por qué predican los testigos de Jehová sin importar dónde estén y aun bajo condiciones desfavorables?
8 Recuerde que Dios está dirigiendo su organización, y él va a hacer que este evangelio del Reino se predique en todo el mundo para testimonio. De modo que no importa dónde vayamos, no importa lo que tengamos que hacer, tenemos que mantenernos firmes para continuar en esa obra de predicación. Es una obra que tiene que hacerse. Nosotros no queremos convertirnos en quejosos, porque entonces hay posibilidad de que dejemos de predicar la verdad; y una vez que dejemos de repartir la verdad a otros perderemos nuestra felicidad. Hoy muchos testigos fieles son felices aun en prisiones y campos de concentración, y aun en dichos lugares ellos se mantienen ocupados predicando el evangelio a otros presos. Los testigos de Jehová son felices en países donde el mensaje del Reino ha sido proscrito. Ellos siguen hablando acerca de la verdad aunque tengan tiempos difíciles con oposición y persecución. Ellos recuerdan que Pedro dijo: “En verdad, ¿quién es el hombre que les hará daño si ustedes se hacen celosos de lo que es bueno? Pero aun si tienen que sufrir por causa de la justicia, ustedes son felices. Sin embargo, no vayan a temer lo que ellos temen, ni vayan a agitarse. Sino santifiquen a Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para hacer una defensa ante todo aquel que les demande una razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con un genio apacible y respeto profundo.”—1 Ped. 3:13-15, NM.
9. ¿Cómo es feliz hoy el que es atento con el pobre?
9 Jehová está sumamente satisfecho con los que están interesados en los pobres de este mundo, porque es esta clase de personas la que presta atención al mensaje del Reino. El salmista dijo: “¡Cuán feliz es aquel que es atento con el pobre, en el día de calamidad Yahveh le librará: Yahveh le preservará y le mantendrá vivo y a él se le pronunciará feliz en la tierra, no lo entregues entonces al deseo de sus enemigos!” (Sal. 41:1, 2, Ro) Nosotros ciertamente no podemos cesar de predicar este evangelio del Reino sólo porque ése es el deseo de nuestros enemigos. Más bien, se pronunciará felices a los testigos de Jehová si mantienen estas verdades concernientes al reino de Jehová delante de los pobres del mundo, los que están gimiendo y llorando por las abominaciones de este viejo sistema. Cuando pensamos en nuestros hermanos y hermanas y todos los siervos de Dios en otros países y cómo el enemigo los ha mantenido bajo ataque, deberíamos estar muy agradecidos a Dios por la libertad que tenemos y deberíamos mostrar nuestra gratitud mediante el predicar el evangelio a un mayor grado mientras todavía tenemos la oportunidad. Todos deberían mostrar su madurez poniendo el ejemplo correcto en la testificación de casa en casa, conduciendo estudios bíblicos de casa y ayudando a los inmaduros a ser más consistentes en su servicio del campo.
10. ¿Mediante qué actitud y acción respecto a la organización de Jehová podemos ser felices?
10 Nunca se deje usted mismo comenzar a quejarse acerca del lugar que ocupa en la organización de Dios. En vez de eso sea feliz con la organización y permanezca dentro de ella. “¡Cuán feliz es el pueblo que conoce el sonido gozoso! ¡Oh Yahveh! en la luz de tu semblante firmemente marchará; en tu Nombre ellos se alegrarán todo el día, y en tu justicia ellos serán exaltados.” (Sal. 89:15, 16, Ro) El pueblo de Jehová es muy feliz a medida que marcha en la hermosura de la santidad, permaneciendo firme. Alrededor de todo el globo oímos cómo los siervos de Dios hacen un sonido gozoso de adoración a Jehová en formación santa. Cada uno tiene que conservar su puesto y tratar de mejorar su eficacia en el servicio. No hay por qué tener duda alguna en cuanto al resultado de todo. La Palabra de Dios nos ha revelado Sus propósitos; de modo que sus siervos fieles en la tierra saben lo que él va a hacer, y ellos deben marchar hombro a hombro, sin nunca romper filas. Nos damos cuenta de que algunos cometerán errores, pero eso no es razón para queja. Lo que debe hacerse es corregir los errores.
FELICES MEDIANTE CORRECCIÓN
11. ¿Cómo ha de mantenerse feliz la persona a quien Jehová corrige?
11 “¡Cuán feliz el hombre a quien tú corriges, ¡oh Yah! y a quien de tu ley tú instruyes!” (Sal. 94:12, Ro) Si no fuéramos corregidos y siguiéramos en nuestro camino incorrecto, pronto nos encontraríamos de regreso en la organización del Diablo. La única manera en que podemos tener felicidad es mediante el ser corregidos y permanecer en armonía con el nuevo sistema de cosas en la organización de Jehová. El Dios de los cielos no va a descender a la tierra o enviar a algún ángel para que se siente con nosotros y nos explique las cosas. No, puede que sea nuestro hermano quien nos hable. Quizás sea nuestra madre o nuestro padre. Quizás sea un siervo de compañía o un siervo de circuito quien nos traiga la información correctiva. Quizás venga mediante la revista La Atalaya. Vendrá de dentro de la organización de Jehová, y es para beneficio de los que están en la organización. La corrección posiblemente duela; quizás dé duro, y si usted no puede aceptar la corrección va a perder su felicidad. Por supuesto, no hay gozo al momento en que la corrección se administra; pero después cuando vemos el error de nuestro camino y cuando nos ponemos de nuevo en armonía con el arreglo de Dios, entonces podemos regocijarnos y apreciar el valor de la corrección. “Es para disciplina que ustedes están aguantando. Dios está tratando con ustedes como con hijos. . . . Cierto, ninguna disciplina parece gozosa por el momento, sino dolorosa; sin embargo después a los que han sido entrenados por ella les produce fruto pacífico, a saber, justicia.” (Heb. 12:7, 11, NM) El verdadero siervo de Jehová se alegrará por la corrección; por eso es verdad que el hombre que es corregido por Jehová es feliz.
12. ¿Cómo es que no debemos despreciar la corrección, y por qué no?
12 No desprecie la corrección. Si alguien viene a usted y comienza a decirle que usted está equivocado acerca de algo, escúchele. No se acalore inmediatamente y diga: “Bien, ahora permítame que yo le diga a usted algo.” No, lo que se debe hacer es escuchar a esa persona si ella tiene algo que cree que debe decirle a usted. Piense—quizás haya algo que no marche bien con usted, y probablemente lo haya, porque todos nacimos en pecado y fuimos formados en iniquidad. Una cosa sí sabemos, que queremos permanecer en la organización de Jehová. Y si estamos recibiendo una corrección aun cuando no hayamos hecho nada malo, la corrección no nos va a lastimar; pero si hemos hecho mal, entonces la exhortación y el consejo serán de gran provecho para nosotros y no nos encontraremos deslizándonos hacia la organización del Diablo. Si alguna vez nos encontramos fuera de la organización de Jehová debido a haber hecho mal, podemos estar seguros de que jamás disfrutaremos en el mundo de la misma felicidad que disfrutamos en la organización de Dios. Por lo tanto siempre tenemos que mantener nuestra mente en las cosas de Dios. Tenemos que rehacer nuestra mente y seguir corrigiéndonos.
13. ¿Por qué no debe creer nadie que no necesita corrección?
13 Ya hemos recibido mucha corrección, especialmente al tiempo en que entramos a la verdad. Recibimos corrección en nuestro entendimiento de la Palabra de Dios mediante estudios bíblicos. Toda esta corrección se nos dió de una manera muy bondadosa y no hay razón para que los siervos en la compañía o hermanos maduros no nos exhorten todavía de una manera bondadosa. Es posible que algunos que han estado en la verdad diez o veinte años crean que no necesitan ninguna corrección. Pero recuerde, los hijos de Israel estuvieron en el desierto por cuarenta años, y ellos necesitaron corrección continuamente. La reprensión y la instrucción son el camino a la vida; de modo que acepte la corrección y derive el bien de ella. Usted será más feliz por haberlo hecho.
HIJOS Y JOVENCITOS
14. ¿Cómo deben ser ayudados a ser felices los hijos de los justos?
14 “A un hombre bondadoso uno puede llamarlo un gran hombre, pero ¿quién puede encontrar a un hombre fiel? En cuanto al hombre justo que camina en su integridad ¡cuán felices son sus hijos después de él!” (Pro. 20:6, 7, Ro) Los testigos de Jehová aprecian plenamente la necesidad que tienen del espíritu de Dios para caminar en integridad y mantenerse fieles a Dios. Queremos ver a los hijos de los testigos de Jehová crecer en la verdad y permanecer firmes también. No es agradable ver a los hijos portarse ingobernablemente. A veces parece que a los padres no les importa cómo se portan sus hijos. Cuando observamos a la generación más joven aun entre los que están descontentos con las condiciones y se han vuelto a la verdad, a veces nos encontramos con una actitud irrespetuosa e indiferente. Por supuesto, ésa es la manera en que el mundo educa a sus hijos, a que sean duros. Pero cuando una persona comienza a estudiar la Palabra de Dios y a rehacer su mente, debe ver que las personas se pueden llevar mucho mejor observando el principio del amor, no tratando de mostrarse fuertes y duros. En estos últimos días de la organización del Diablo cuando hallamos tanto descontento en los hogares y entre la gente del mundo, no sorprende que cuando entran personas nuevas en la organización a veces traigan consigo algo de la actitud de ese viejo mundo. Pero nuestros caminos no son los caminos de Dios, y sus pensamientos son mucho más altos que nuestros pensamientos; así que tenemos que cambiar.
15. ¿Cómo muestran impertinencia para con la organización de Jehová algunos que son jóvenes en años, y cuál es el remedio para tales jovencitos?
15 De vez en cuando oímos a un hermano joven, de dieciocho o diecinueve años de edad y quien posiblemente haya estado en la verdad desde que cumplió doce o trece años, que comienza a decir a algunos de sus hermanos de mayor edad lo que debería hacerse y cómo hacerlo. Él piensa que, aunque está en su juventud, él sabe dirigir la organización de Jehová mejor que los que han estado en ella por quince o veinte años. El joven, cuando no ha sido educado correctamente por sus padres, cree que está plenamente capacitado para ello y trata de hacer las cosas a su modo. Pero estos jóvenes todavía tienen que aprender lo que los de más tiempo en la verdad aprendieron hace años. Tienen que aprender la obediencia y la paciencia, y sobre todo tienen que aprender la verdad de la Palabra de Dios. Tienen que rehacer su mente y comenzar a absorber conocimiento antes que puedan dar exhortación a otros. A menudo se observa, también, que cuando alguna responsabilidad se coloca sobre jóvenes que se creen aptos, ellos no cumplen con sus responsabilidades. A ellos no les gusta llevar la carga, y pierden su interés en ella. Por eso los jóvenes deben aceptar sabiduría de los que son de mayor edad y así conseguir conocimiento. Un título o puesto no es de valor alguno, el dar gloria y honra al nombre de Jehová es la cosa importante.
16. ¿Por qué, conforme al apóstol Pablo, no debe confiarse a los tales un puesto de alta responsabilidad?
16 La madurez es necesaria en la organización de Jehová porque la responsabilidad siempre acompaña a un puesto de superintendencia. Recuerde que el apóstol Pablo dijo: “Si algún hombre está anhelando un puesto de superintendente, está deseoso de un trabajo de la clase correcta. . . . no un hombre recientemente convertido, por temor de que se hinche con orgullo y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo.” (1 Tim. 3:1-6, NM) De modo que es bueno buscar el trabajo de la clase correcta, pero siga estudiando y entrenándose para que usted esté bien capacitado para él, y tendrá la bendición de Dios.
17. ¿Por qué los que están bajo una carga de responsabilidad no deberían querer escaparse de ella como Moisés una vez quiso hacer? Y ¿produce eso felicidad?
17 Moisés estuvo en la organización de Jehová por mucho tiempo, y podía llevar responsabilidades y manejarlas bien. Pero cuando tuvo a la nación de Israel llorando sobre su hombro, él dijo: ‘Déjame morir.’ Los israelitas no le fueron de gran ayuda a este magnífico caudillo que prefiguró al mayor que había de venir, Cristo Jesús, quien es nuestro Caudillo ahora. Pero lo que queremos aclarar aquí es esto: la responsabilidad trae consigo grandes cargas, y uno tiene que ser maduro para mantenerse firme bajo ellas. Sin embargo, jamás queremos sentirnos como se sintió Moisés y querer escaparnos de todo ello. No hay razón para que debamos sentirnos así, porque hoy la organización de Jehová es pacífica, próspera y feliz. Los siervos cooperan y quieren ayudar de toda manera posible a ver que esta grandiosa obra se efectúe para la honra, gloria y vindicación del nombre de Jehová. Hay una obra que ha de hacerse al fin de este sistema de cosas. El evangelio del Reino tiene que ser predicado antes de que el fin consumado venga, y el que venga en cinco años, diez años o más años dentro de esta generación no debe importar a los testigos de Jehová. Ellos son ministros de Dios, y ellos quieren ser fieles a la tarea. Dios les ha dado la obra que hacer, y sus siervos son felices al llevar toda la carga de responsabilidad. Han emprendido la obra, y, por la bondad inmerecida de Dios, van a seguir haciéndola hasta que se termine. Usted que ha comenzado en esta obra, permanezca en ella y siempre dé el buen mensaje que usted tiene a los que quieran oír. Mientras continúe dando espontáneamente de la verdad, usted gozará grandemente de felicidad.
18. ¿Por qué deben estar felices los que son falsamente acusados y perseguidos, y cómo deben expresarlo ellos?
18 La gran dificultad para estorbar nuestra obra predicadora no vendrá de dentro de la organización de Dios; sino que, como Cristo Jesús indicó, vendrá en forma de opresión ejercida por la organización del Diablo afuera. Jesús dijo a sus discípulos: “Felices son ustedes cuando la gente los vitupera y los persigue y mentirosamente dice toda clase de cosas inicuas contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que su galardón es grande en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.” (Mat. 5:11, 12, NM) Sí, los testigos de Jehová pueden ser felices bajo reproche y persecución. Tan felices son que saltan de gozo. ¡Esa es una expresión de felicidad! Es porque los siervos de Dios saben que están del lado correcto y que tienen la verdad. Pueden ser felices aun cuando haya personas que mientan acerca de ellos, y aun cuando la persecución sea grande ellos seguirán hablando a otros, no a los perseguidores, sino a los espectadores y hasta a los que puedan estar encarcelados con ellos. Una vez que usted aprenda que hay más felicidad en dar la verdad a otros que en sólo recibirla, entonces usted seguirá dándola aun cuando se valgan de toda clase de acción inicua contra usted. Usted sabe que al proceder así trae honra a Jehová y a su Hijo Jesucristo.
19, 20. Más bien que el ser alguien o conocer a alguien, ¿qué trae felicidad completa?
19 Es necesario permanecer en la organización de Dios. Y es lo que usted hace con lo que usted sabe lo que le traerá felicidad. Quién sea usted o a quien conozca no es lo que trae contentamiento en la vida. Recuerde, “Jehová da la sabiduría; de su boca proceden el conocimiento y el entendimiento.” (Pro. 2:6, AN) Cada persona debe apoyarse en sus propios pies para obtener felicidad. Tocante a María, no fué sólo el ser la madre de Jesús lo que le trajo felicidad, sino que fué la verdad que ella conoció concerniente a su Hijo lo que la hizo especialmente feliz. Usted ha leído acerca de la mujer que clamó de entre la muchedumbre y dijo: “¡Feliz el vientre que te cargó y los pechos que mamaste!” Pero Jesús dijo: “No, más bien, ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Luc. 11:27, 28, NM) El conocer a la madre de Jesús no era la cosa importante, ni tampoco el que ella diera a luz al Salvador trajo en sí mismo completa felicidad. La cosa verdadera, como Jesús lo indicó, es oír la palabra de Dios y obedecerla, siendo un siervo verdadero y un adorador verdadero de Jehová Dios. Eso es lo que trae felicidad.
20 De esto podemos ver que el puesto que uno ocupe en la organización de Jehová, ya sea que se haya graduado en la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower y haya llegado a ser misionero, o sea un siervo de compañía o siervo de circuito o esté en una casa sucursal, no necesariamente hace a esa persona feliz. El puesto no es lo que le da la felicidad, sino lo que él esté haciendo en ese puesto. ¿Ha oído la palabra de Dios y la está guardando? Si así es, y si está sirviendo bien a sus hermanos, dando de lo que tiene para ayudar a sus hermanos y a la gente de buena voluntad, entonces será feliz. La verdad es lo importante, no el puesto. De modo que aunque muchos en la organización de Jehová tienen diferentes puestos, estos puestos no han de ser glorificados o adorados u honrados; la obra que se hace es lo que le agrada a Él. Y, por supuesto, todo el que agrada a Jehová Dios está seguro de agradar a sus hermanos en la verdad. Si la verdad está en usted y usted vive conforme a la verdad, entonces será una persona feliz.
21. Más bien que ser un oidor olvidadizo, ¿quién es la persona feliz, sin importar su puesto?
21 Preste atención a las palabras de Santiago: “El que atisba dentro de la ley perfecta que pertenece a la libertad y quien persiste en ella, este hombre, debido a que no se ha hecho un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacerla.” (Sant. 1:25, NM) Esa es la única cosa que va a traer felicidad: dar, hablar, predicar las buenas nuevas del Reino a otras personas. El recibir un diploma o el ocupar un oficio pudiera hacer a una persona oidor olvidadizo si comienza a pensar que ahora lo sabe todo. De aquel que tiene mucho, más será exigido; por eso toda persona en la organización de Dios debería ser más celosa y diligente en ejecutar la obra que Dios ha puesto bajo su cuidado. Sigamos rehaciendo nuestra mente para pensar como Dios piensa, en su nuevo sistema de cosas, y luego consigamos felicidad dando.
FUENTES DE FELICIDAD
22. ¿Por qué es Jehová el “Dios feliz”, y por eso qué debemos nosotros querer ser?
22 Los siervos de Jehová son felices hoy porque tienen fe en la Palabra de Dios y en Jehová mismo. Ellos no esperan que se ejecute algún milagro a favor de ellos en estos días ni que se les dé alguna señal exterior que los ayude a mantenerse en la organización de Jehová. La Palabra de Jehová es suficiente para que su pueblo la siga. Nos ha hecho libres de la organización del Diablo, y nos proponemos permanecer libres. Pablo fué feliz en su obra porque él tuvo ‘las gloriosas buenas nuevas del Dios feliz, las cuales le fueron confiadas a él’. (1 Tim. 1:11, NM) Nuestro Dios es un Dios feliz, y puesto que somos hechos a su imagen y semejanza no hay razón para que no seamos felices también. Su felicidad vino mediante el dar, y él nos ha dado tanto que tenemos bastante que dar a otros. Toda criatura normal quiere vivir. Nosotros amamos la vida, y queremos obtener lo mejor de ella. La cosa que más queremos de la vida es la felicidad, porque la vida sin felicidad sería sosa e insípida.
23. ¿Cómo buscan algunos la felicidad, pero qué contribuye a la felicidad más grande para nosotros?
23 Hoy los hombres buscan felicidad de muchas maneras. Algunos la reciben de su familia o amigos íntimos, otros visitando la playa o los bosques o jugando con sus hijos. Pero la mayor felicidad viene de dar a otros en vez de sólo recibir placer. Aunque nos deleitemos mucho en recibir cosas de nuestros amigos terrestres y en dar algo a los que amamos, nuestros más grandes amigos son Jehová Dios y Cristo Jesús. Ellos nos han dado tanto en conocimiento y entendimiento que nosotros podemos dar de esto en abundancia a otros. “Esto significa vida eterna [para esos otros], el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.”—Juan 17:3, NM.
24. ¿Por qué nunca debemos llegar al grado de no querer compartir la verdad con otros?
24 Que nunca suceda que lleguemos al grado en que ya no queramos dar a otros la verdad que hemos recibido. Si alguna vez llegamos a tal estado de ánimo que no queramos decirle a otra persona acerca de las gloriosas provisiones que Jehová Dios ha hecho mediante su Hijo Cristo Jesús y nos avergoncemos de la religión verdadera, entonces Jehová Dios se avergonzará de nosotros. No habrá lugar en la organización de Jehová para dicha persona. Tampoco debemos jamás engañarnos de modo que pensemos que ya hemos hecho suficiente en el servicio de Jehová. No debemos pensar que porque hemos estado en la verdad por cuarenta o cincuenta años o hasta más podemos retirarnos del servicio. Mientras tengamos aliento tenemos que alabar a Jehová. Recuerde que nosotros esperamos vivir miles de años, sí, continuar a los millones de años, hasta al tiempo indefinido, dentro de la misma organización de Jehová. Será una organización pura y limpia y todo el que esté en ella estará adorando a Jehová. Entonces ¿por qué deberíamos ahora pensar en parar nuestra adoración y servicio porque tenemos sesenta o setenta años de edad?
25. ¿Cómo pueden los jóvenes lograr la felicidad a temprana fecha?
25 ¡Qué gozo es ahora el que una muchacha o un muchacho joven comience a servir a Jehová, que comience a rehacer la mente en la juventud, que comience a pensar como Dios piensa, que estudie su Palabra y se llene de ella, que tenga las cualidades excelentes que un cristiano debe poseer de amor, devoción, paciencia y bondad! Con todo esto y con el espíritu de dar, ¡qué felicidad puede ser suya para toda la eternidad!
26. En vez de las riquezas y la pobreza del mundo, ¿qué queremos y cómo nos esforzamos para obtenerlo?
26 Estemos todos contentos con lo que Jehová nos ha dado y cuidemos bien las responsabilidades que han sido colocadas sobre nosotros. Sirvamos a nuestros hermanos con gozo y regocijo. Fué el escritor de los Proverbios quien dijo, “¡Aleja de mí la vanidad y las mentiras; no me des ni pobreza ni riqueza; aliméntame del pan señalado para mí: no sea que me sacie del bien, y reniegue de ti, y diga: ¿Quién es Jehová? o no sea que empobrezca, y hurte, y use profanamente el nombre de mi Dios!” (Pro. 30:8, 9) Los testigos de Jehová hoy no quieren las riquezas de este mundo ni quieren la pobreza. En vez de eso pedimos como Jesús enseñó a sus discípulos a orar: “Danos hoy nuestro pan para este día.” Todo lo que necesitamos son las necesidades básicas de la vida: abrigo, alimento y ropa. Con esto y con devoción piadosa debemos estar contentos. Dios nos ha prometido todas las cosas necesarias para mantenernos vivos y activos en su servicio, y empleamos esfuerzo diario para obtenerlas para nosotros mismos y para nuestra familia. Pero más que eso, no vivimos de pan solo, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios.—Deu. 8:3; Mat. 4:4.
27. Por eso ¿en qué queremos ser ricos, y cómo continuaremos siendo el pueblo más feliz sobre la tierra?
27 De modo que es en la abundancia de conocimiento que queremos ser ricos. Queremos ser alejados de las vanidades y mentiras. Jamás queremos negar a nuestro Dios Jehová. Debido a que no toman el nombre de Jehová en vano, los testigos de Jehová son el pueblo más feliz del mundo. Ellos no tienen la carga o la responsabilidad de tratar de remendar a este viejo mundo y mantenerlo unido. Sin embargo, tienen la respuesta para los problemas de hoy y el mensaje más consolador, alegre y optimista que persona alguna puede oír y el mensaje con los efectos de más alcance. Ellos tienen el mensaje del reino de Dios que traerá bendiciones de prosperidad y felicidad a todos los que aman la justicia. Ellos continuarán dando este mensaje, porque saben que hay más felicidad en dar que en recibir. Entonces, sea usted publicador de compañía, precursor, siervo de circuito, siervo de distrito, misionero, u obrero en una sucursal o en alguna otra parte dentro de la organización de Jehová, persevere fielmente en su puesto. Continúe distribuyendo las buenas nuevas, adorando a Jehová en la hermosura de la santidad.
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Por lo menos tan malos como HitlerLa Atalaya 1953 | 15 de marzo
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Por lo menos tan malos como Hitler
● El Guardián de Mánchester, Inglaterra, tenía la siguiente interesante carta en su número del 29 de agosto de 1952: “Señor.—Su número del 13 de agosto da noticia de ochocientos testigos de Jehová en campos de concentración en la zona soviética. Esto no me sorprende, ya que hace poco llegué a conocer a una persona cuyo hogar estaba en el lado soviético de Berlín. Ella tiene una hermana allí quien está casada con un testigo de Jehová. La hermana escribió que su esposo, hace corto tiempo, asistió a una reunión de estudio bíblico en un hogar. No volvió. Catorce días después las autoridades le informaron que él estaba cumpliendo una pena de nueve años en Siberia. ¡Se le permite escribir quince líneas al mes! Una fotografía de uno de sus dos hijos fué devuelta—no se le permitía verla. Esta información debiera interesar a sus lectores, estén ellos de acuerdo o no con los testigos de Jehová.—Suyo, H. Barlow.”
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