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  • La voz de la conciencia en lo interior
    La Atalaya 1975 | 1 de septiembre
    • La voz de la conciencia en lo interior

      “Siempre que los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley, . . . demuestran tener la sustancia de la ley escrita en su corazón, mientras su conciencia da testimonio con ellos.”—Rom. 2:14, 15.

      1, 2. (a) ¿Cuál es la situación hoy día tocante a las normas morales? (b) ¿Por qué se necesita guía moral en particular desde 1914?

      HOY lo que sea “correcto” o “incorrecto” está en condición de cambio constante. En un discurso sobre “Moralidad pública” el Dr. Emanuel Demby declaró: “Una razón importante por la cual se nos hace tan difícil identificar con exactitud la naturaleza moral de nuestros tiempos es que es un período de gran transición.” Las normas que se seguían extensamente como normas aceptadas hace solo unos cuantos años han sido modificadas o reemplazadas. Y ante el hecho de que la vida se hace cada vez más compleja, ¿quién ha de decir hasta qué punto son válidas las nuevas normas, o por cuánto tiempo durarán? ¿Qué guía tiene uno?

      2 A esta situación nos encaramos en particular los que vivimos desde 1914 E.C. ¿Por qué especialmente desde entonces? El Dr. Archibald Chisholm comentó: “Tan grande ha sido el trastorno en la manera de pensar y la moralidad, que algunos sugieren que debemos considerar que vivimos en el año [61] A.B. (anno belli [el año de la guerra]), con lo cual indican su punto de vista de que con el estallido” de la I Guerra Mundial empezó una nueva época. El mismísimo hecho de que desde 1914 haya habido tal trastorno en la manera de pensar y la moralidad enfatiza que necesitamos una voz orientadora, dirección apropiada.

      3. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a confiar en la conciencia?

      3 Muchas personas que están al tanto de esta necesidad expresan el punto de vista de que al fin y al cabo cada persona debería confiar en su conciencia. Dicen: “Que su conciencia sea su guía.” Al decir “conciencia” piensan en que cada persona parece tener dentro una “voz,” un sentido interior que le dice lo que es correcto y lo que es incorrecto. Pero ¿es cierto eso en todos los casos? ¿Sabe usted de qué fuente vino la conciencia y precisamente hasta qué grado está esparcida? También, ¿precisamente cuánto se puede confiar en este sentido interior? Aunque otros puedan depender de su conciencia, ¿puede usted?

      LA CONCIENCIA... ¿DE DÓNDE?

      4. Según algunas autoridades mundanas, ¿de qué fuente viene la conciencia?

      4 Si usted fuese a acudir a intelectuales y filósofos para que le explicaran la fuente de su conciencia, probablemente le dirían que simplemente es un producto social de la evolución. La opinión del evolucionista Carlos Darwin era “que cualquier animal, dotado de instintos sociales bien marcados, . . . inevitablemente adquiriría un sentido moral o conciencia, tan pronto como sus facultades intelectuales hubiesen llegado a estar bien, o casi tan bien desarrolladas, como en el hombre.” Y Sigmund Freud pensó que podríamos “rechazar la sugerencia de una aptitud original —como uno pudiera decir, natural— para distinguir entre lo bueno y lo malo.”

      5. ¿Sostiene la Biblia estos puntos de vista acerca de la conciencia del hombre?

      5 Pero ¿representan esos puntos de vista la explicación verdadera? El registro más antiguo y consistentemente confiable de la historia y los tratos del hombre responde: ¡No! En primer lugar, la Biblia declara correctamente lo que ha sido confirmado por observación científica honrada, que todas las cosas vivas se reproducen “según su género.” De consiguiente el hombre no es simplemente un producto de la evolución, ni lo es su conciencia. (Gén. 1:21-26) Además, la Biblia identifica con exactitud la fuente de esa voz en lo interior de usted, su conciencia. Muestra por qué —a pesar de esfuerzos de hombres como Hitler, que, jactándose, dijo: “Estoy liberando al hombre de la degradante quimera que se conoce como conciencia”— por toda la Tierra los hombres continúan teniendo conciencia. Y la Biblia puede ayudarnos a usar la conciencia y beneficiarnos de ella.

      6, 7. (a) ¿Qué indica la Palabra de Dios en cuanto al origen de la conciencia? (b) ¿Qué era la conciencia de Adán?

      6 Las Escrituras nos dicen que el Creador hizo al hombre a Su propia imagen, con inteligencia y un sentido moral, tal como Dios mismo tiene estas cosas. (Gén. 1:27) Y desde el mismo principio el primer hombre poseyó una conciencia dada por Dios; no fue algo que simplemente se desarrollara a medida que la sociedad fue creciendo. Esto se puede ver en el relato de las acciones y la actitud de Adán después de haber quebrantado el mandato de Dios concerniente al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. (Gén. 2:17) El registro dice que Adán y Eva entonces “procedieron a esconderse . . . del rostro de Jehová Dios entre los árboles.” Y cuando Jehová habló, no hubo una respuesta rápida de Adán. ¿Por qué no? Porque Adán percibía su culpa; era como si hubiese una voz dentro de él que estuviera condenándolo, acusándolo, testificando de que había pecado.—Gén. 3:7-10.

      7 Así, el más antiguo registro histórico disponible indica que la conciencia del hombre se manifestó desde el principio. Es interesante el hecho de que en el primer siglo E.C. el historiador judío Flavio Josefo, escribiendo en griego, señaló que el que Adán vacilara en contestar a Dios había sido evidencia de que tenía “mala conciencia.” Para la palabra “conciencia” Josefo usó el término griego synéidesis, que significa literalmente “tener conocimiento de algo con uno mismo” o “con-ciencia.” La conciencia de Adán había procedido de Dios; era su sentido moral interior, y estaba relacionado con su mente inteligente. Puesto que Adán fue creado a la imagen de Dios, cuando obró en oposición a las cualidades o voluntad revelada de Dios sintió un conflicto interior. Pero ¿qué relación tiene esto con nuestros sentimientos y acciones? ¿Fue transmitida la conciencia a los descendientes de Adán? Sí, la evidencia, tanto bíblica como no bíblica, demuestra que lo fue, hasta a cada uno de nosotros hoy día.

      8. ¿Qué relato bíblico posterior refleja un sentido moral heredado?

      8 Note el relato histórico de lo que sucedió en el caso de José más de dos mil años después del pecado de Adán. José era esclavo en la casa de Potifar, un oficial de la corte egipcia. Tentada quizás por la belleza masculina de José, la esposa de Potifar trató de seducirlo. Puesto que solo era un esclavo, José fácilmente pudo haberse sentido obligado a obedecerla, posiblemente con la esperanza de mejorar su posición. Sin embargo, José rechazó rotundamente los requerimientos amorosos inmorales de ella y dijo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Gén. 39:1-9) ¿Qué movió a José a ver el adulterio como un pecado contra Dios?

      9. ¿Por qué rechazó José el adulterio como un “pecar contra Dios”?

      9 Él no respondió de esa manera debido a una ley escrita de Dios que prohibiera el adulterio, como la que solo más tarde apareció en los Diez Mandamientos. (Éxo. 20:14) Y aquí José estaba en Egipto, lejos de toda presión de familia o reglas patriarcales. Claramente la conciencia de José estuvo envuelta en esto. El adulterio violaba su sentido moral. Probablemente podía “sentir” que era incorrecto tomar lo que no le pertenecía, la esposa de otro hombre. Y este sentimiento pudo haberse fortalecido por haber reflexionado él en el hecho de que un hombre y su esposa son “una sola carne,” un hecho con el cual Adán estaba bien familiarizado. (Gén. 2:24; Mat. 19:4, 5) También, habría oído de las experiencias de Abrahán e Isaac, que no mostraban aprobación del adulterio. (Gén. 20:1-18; 26:7-11) Por consiguiente, aun sin una ley contra el adulterio la conciencia de José podía moverlo a rechazarlo.

      10. ¿Qué evidencia hay de que otros pueblos, también, heredaron la facultad de la conciencia?

      10 Pero si Adán transmitió a sus descendientes un grado de conciencia, ¿no debería haber percibido la esposa de Potifar, también, que el adulterio era incorrecto? Sí, aunque obviamente ella dejó que la pasión la controlara. Los egipcios, junto con la gente por toda la Tierra, comprendían que el adulterio era una grave ofensa moral. Sus más antiguos textos religiosos asociaban el Juicio Final con poner el “corazón” en la balanza. ¿Y en cuanto a qué se juzgaba a uno? El antiguo “Libro de los Muertos” egipcio representa a los difuntos declarando su inocencia, diciendo: ‘No he robado. No he matado hombres. No he mentido. No he contaminado a la esposa de ningún hombre.’ Por eso, la conciencia debe haberlos llevado a percibir lo incorrecto del adulterio. Introduciendo la conciencia en el cuadro, el historiador Josefo escribió más tarde que José instó a la esposa de Potifar a evitar una concupiscencia que traería remordimiento y sufrimiento, y a más bien ser fiel a su esposo y disfrutar de “una buena conciencia.”

      11. ¿De qué manera ilustran una conciencia en funcionamiento fuentes tanto bíblicas como no bíblicas?

      11 Además, encontramos descripciones, tanto bíblicas como no bíblicas, que son ilustración de una conciencia en funcionamiento. En una ocasión el rey David de Israel hizo que se tomara un censo de la nación. La Biblia describe cómo afectó a David el comprender que había pecado. Mostrando la conciencia en operación, la Biblia dice que el “corazón de David empezó a darle golpes.” (2 Sam. 24:1-10) Un efecto similar de una conciencia herida se menciona en una tablilla cuneiforme antigua que da la oración de un babilonio que había pecado. Imploraba a su dios que escuchara “a causa de su pecho, que se queja como una flauta resonante.”

      12. (a) Por eso, ¿qué se puede concluir correctamente en cuanto a la facultad de la conciencia, como lo indica el apóstol Pablo? (b) ¿Manifiesta conciencia toda la gente?

      12 Todo esto muestra que tenemos una conciencia debido a haber heredado de Adán inteligencia y un sentido moral. Así, hasta naciones que no sabían nada de la ley mosaica, dada por Dios, prohibían cosas como hurtar, mentir y cometer incesto, asesinato y adulterio. Sí, aunque “no tienen ley,” ellas “hacen por naturaleza las cosas de la ley.” El apóstol Pablo puso de relieve la base que había para las normas morales de ellas, diciendo: “su conciencia [griego, synéidesis] da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados.” (Rom. 2:14, 15) Tan universal es la facultad de la conciencia dada por Dios que una enciclopedia declara: “Todavía no se ha encontrado una cultura en la cual no se reconozca la conciencia como realidad.” Y concerniente a los individuos que aparentemente “no tienen conciencia,” el Dr. Geoffrey Stephenson escribió: “Eso era y todavía es considerado por algunos como una forma genuina de locura o psicosis.”—Compare con Tito 1:15.

      LA CONCIENCIA... SU OPERACIÓN Y ENTRENAMIENTO

      13. ¿Por qué se necesita más que solo saber que tenemos una conciencia?

      13 Por consiguiente, ¿podemos simplemente ‘hacer por naturaleza las cosas de la ley’? No, se necesita más. El simplemente entender la fuente verdadera de la conciencia y por qué tenemos esa facultad no nos asegura que nos estamos beneficiando plenamente de ella. Recuerde que los egipcios de la antigüedad tenían ciertas normas morales que manifestaban los efectos de la conciencia. Pero ¿fue suficiente aquello en sí? ¿Los protegió solo aquello de toda cosa impropia? Su repugnante adoración de animales, en la cual se rendía “servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó,” demuestra que no bastaba con simplemente tener un grado de conciencia. (Rom. 1:20-25) Por consiguiente, es necesario que sepamos más que solo que tenemos una conciencia. Debemos saber cómo funciona, cómo puede ser entrenada y lo que Dios dice acerca de usarla en la vida cotidiana.

      14. ¿Cuál es una de las maneras en que funciona su conciencia?

      14 Los ejemplos bíblicos que hemos considerado ilustran dos maneras esenciales en las cuales su conciencia puede y debe funcionar. Es probable que el dirigir la atención al pasado de uno y juzgar lo moral que hayan sido sus actos en el pasado sea la operación de la conciencia en que más comúnmente se piense. Notamos esta función en el caso del pecado de Adán y en la experiencia de David después que éste hubo obrado incorrectamente. La conciencia de éstos los hirió. ¿No ha sentido usted que su conciencia funciona de este modo? Esta voz interior de la conciencia que aflige a los que han hecho lo malo puede ser tan insistente que éstos tomen acción drástica para limpiar su conciencia o quizás se vean afligidos por su conciencia por años.

      15. ¿De qué manera importante puede ayudarle esto?

      15 Sin embargo, un efecto mucho más importante de esta operación de la conciencia es que puede mover a uno al arrepentimiento piadoso. David escribió: “Cuando me quedé callado se gastaron mis huesos debido a mi gemir todo el día. Por fin te confesé mi pecado, y no encubrí mi error. Dije: ‘Haré confesión acerca de mis transgresiones a Jehová.’ Y tú mismo perdonaste el error de mis pecados.” (Sal. 32:3, 5) Por consiguiente, la conciencia de usted en funcionamiento puede hacer que regrese a Dios, pues le ayuda a reconocer que es necesario tener el perdón de él y seguir Sus caminos en el futuro.—Sal. 51:1-4, 9, 13-15.

      16. ¿De qué otra manera puede y debe funcionar su conciencia?

      16 La otra función de la conciencia es la de funcionar por anticipado para guiar y aconsejar al que tiene que hacer una selección moral o tomar una decisión moral. El conferenciante Eric D’Arcy comentó: “En los escritores paganos la conciencia no aparecía en la escena sino hasta después que se ejecutaba la acción, y su papel era meramente judicial; pero en [la Biblia], a la conciencia se le atribuye una función legislativa.” Fue este aspecto de la conciencia lo que hizo que José pudiera percibir de antemano que no debía cometer adulterio. Siguió su conciencia al rechazar un derrotero que estaba contra su sentido moral. ¿Ha funcionado la conciencia de usted de este modo? ¿Le está ayudando como debería ayudarle?

      17, 18. (a) ¿Qué peligro existe si una persona reprime su conciencia? (b) ¿En qué condición dejaría esto a uno?

      17 Para que la conciencia nos guíe y beneficie, es necesario dar atención y entrenamiento a esas dos funciones de ella. El hecho de que ninguno de los dos aspectos puede ser pasado por alto o reprimido se ve claramente por lo que sucede cuando se ha hecho eso. Normalmente, como resultado de que la persona ha heredado de Adán la conciencia, ésta pudiera remorderle o indicarle que es incorrecto mentir o hurtar. Esto es similar a la señal que uno recibe cuando su mano se acerca a una llama; sus receptores sensorios intraconstruidos lo ponen a uno sobre aviso en cuanto al peligro y uno puede alejar del fuego la mano. Pero ¿qué hay si ya hubiera desarrollado un fuerte callo en esa parte de su mano, o quizás su mano tuviera una gran porción cicatrizada debido a una quemada previa? En ese caso sus sentidos pudieran estar bloqueados; debido al tejido encallecido o cicatrizado la zona sería insensible, no podría responder. De igual manera la conciencia pudiera ser amortiguada si se le pasara por alto o reprimiera repetidas veces. El apóstol Pablo escribió acerca de hombres “cuya conciencia ya no siente nada, como si se la hubieran quemado con un hierro caliente.” (1 Tim. 4:2, Versión Popular) Esos hombres, sin remordimiento de conciencia, podrían mentir, obrar con hipocresía o extraviar intencionalmente a los cristianos, como dijo Pablo.

      18 En consecuencia, una conciencia que ha sido pasada por alto o reprimida no solo ya no causa dolor a la persona después que ha cometido lo malo, sino que no suministra guía confiable de antemano. Una descripción de personas en esa situación se da en Efesios 4:19: “Los cuales, habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas.” (Biblia de Jerusalén) Es fácil entender por qué Hitler quería poner a la gente en esa condición. Su conciencia no los restringiría en absoluto, sino que podrían hacer cualquier cosa que se les pidiera, sin importar lo baja o vil que fuera. Ciertamente queremos evitar llegar a ser así; más bien, queremos que nuestra conciencia siga funcionando y respondiendo.

      19. ¿De qué manera es la Biblia una ayuda con relación a que uno tenga una conciencia en funcionamiento?

      19 La Biblia es una ayuda inestimable en esto. Puesto que presenta las mayores indicaciones que tenemos en cuanto a las cualidades y caminos de Dios, puede ayudarnos a llegar a estar en armonía o sintonía con su imagen. Así, pues, el salmista cantó: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de rectitud.” (Sal. 143:10) Mientras más aprendamos y comprendamos Sus tratos y voluntad, más fortaleceremos la influencia de la conciencia piadosa en nuestra vida. (Sal. 119:1-16) La voz interior se hace más fuerte y más clara, así como por medio de cultivo y entrenamiento el solista consigue voz y oído más exactos y el relojero aguza su vista.

      20. Puesto que la conciencia se hereda, ¿por qué contiene leyes contra ciertas ofensas morales la Biblia?

      20 La Biblia contiene leyes o mandamientos claros de Dios contra ciertas graves ofensas morales, como el hurtar, mentir, cometer adulterio y asesinar. Esos agravios se prohibían en la Ley que él dio a Israel, y las prohibiciones se repiten en el consejo de Dios para los cristianos. (Éxo. 20:13-16; Efe. 4:28; Col. 3:9; 1 Cor. 6:9, 10; Rev. 21:8) Por consiguiente, hasta si por la crianza o experiencia de una persona en la vida su conciencia hubiera sido amortiguada a cualquiera de estos pecados, por la Biblia le sería fácil ver que son incorrectos. No habría base para decir: ‘Pero mi conciencia no me molestó; no me pareció que fuera incorrecto.’ Además, esas leyes darían lugar a que los responsables de la congregación cristiana procedieran a fin de proteger de todo practicante de pecado a los miembros de ésta. Sería expulsado o cortado del compañerismo.—1 Cor. 5:11-13.

      21. ¿Qué otro valor tienen los principios bíblicos?

      21 Pero además de leyes contra agravios crasos, las Escrituras contienen muchos principios de conducta que reflejan la personalidad, caminos y normas de Dios. Estas son indicaciones amplias de cómo podemos ser a su imagen. Aunque se pudieran citar numerosos ejemplos de principios bíblicos, note las indicaciones claras de que Dios es justo e imparcial. Ante todo, se nos dice eso directamente. (Deu. 32:4; Job 34:10, 12; Hech. 10:34, 35) Y esto se respalda con ejemplos que muestran que Dios desplegó esas cualidades. Por ejemplo, cuando un rey ungido de Israel pecaba y obraba injustamente para con algunos de sus súbditos, Jehová claramente mostraba lo incorrecto del derrotero de éste. Y, en armonía con la propia justicia de Dios, no eximía de castigo ni siquiera al rey. (2 Sam., caps. 11, 12) Al impresionar en nuestro corazón y mente esos principios de conducta e indicaciones de la personalidad de Dios, fortificamos nuestra conciencia para que obre de manera confiable. Por consiguiente leemos: “En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.”—Pro. 3:6; Sal. 16:8.

      22. Dé un ejemplo de un principio bíblico importante. ¿Cómo pudiera afectar esto la conciencia de uno, con qué provecho para el individuo?

      22 Habiendo aprendido que Dios es justo e imparcial, ¿no tendría usted una conciencia más sensible al despliegue de injusticia o parcialidad para con otros? Quizás a usted se le hubiera criado con prejuicio contra individuos de ciertos antecedentes, y por eso no le molestara el discriminar contra ellos. Si usted solía atender clientes en una tienda, probablemente tendía a pasar por alto a éstos o tratarlos con menos atención o bondad. Pero entonces usted aprendió por la Biblia la justicia de Dios y que él insta a los que quieren tener su aprobación a desplegar justicia e imparcialidad. (Miq. 6:8; Pro. 24:23) Y llegó a comprender que todas las criaturas humanas son de los mismos padres humanos originales, Adán y Eva. (Hech. 17:26; Gén. 3:20) Ante una situación similar a otra del pasado en la cual usted habría obrado injustamente, la “voz” de su conciencia le insta ahora a obrar con justicia e imparcialidad. Además, si usted prosiguiera y obrara con su prejuicio anterior, probablemente su conciencia lo afligiría después de eso. Sería como si oyera desde lo interior una voz que lo condenara por haber seguido un derrotero que usted sabía que era incorrecto. De modo que usted puede ver que su conciencia ha recibido entrenamiento, ha sido aguzada, se ha hecho más sensible. Ahora suministra mejor guía para usted; lo acerca más a la imagen de Dios.

      23. ¿Por qué se hace cada vez más difícil decidir los asuntos hoy día?

      23 Como se ha mencionado, hoy nos enfrentamos a extenso cambio y derrumbe en lo moral. Esto hace cada vez más difícil la tarea para los que quieren cooperar con la voz de su conciencia. Además, ¿no parece que la vida se está haciendo cada vez más complicada? ¡Parecen tantos los factores que hay que considerar al tomar una decisión! El juez Felix Frankfurter, del Tribunal Supremo de los EE. UU., hizo el siguiente comentario en cierta ocasión: “Difícilmente hay una cuestión de verdadera dificultad delante del Tribunal que no envuelva más de un llamado principio. Cualquiera puede decidir una cuestión si solo hay un principio individual en controversia.”

      24, 25. (a) ¿Qué podemos hacer al enfrentarnos a una decisión complicada? (b) ¿De qué manera, pues, será una ayuda para nosotros nuestra conciencia?

      24 Sin embargo, mientras más amplio sea nuestro conocimiento de los principios divinos que se hallan en la Biblia, mejor podremos pesar los asuntos y decidir. Al enfrentarnos a una cuestión o decisión, podemos meditar en los principios bíblicos que parecen aplicar. Dependiendo de la naturaleza del asunto, pudiera tratarse de principios como los siguientes: respete la jefatura (Col. 3:18, 20); sea honrado en todas las cosas (Heb. 13:18); odie lo que es malo (Sal. 97:10); siga tras lo que contribuye a la paz (Rom. 14:19); obedezca a las autoridades gubernamentales (Rom. 13:1; Mat. 22:21); rinda devoción exclusiva a Dios (Mat. 4:10); evite las malas asociaciones (1 Cor. 15:33); no haga tropezar a otros (Fili. 1:9, 10). Aunque los principios mismos nos ayudan, si aumentamos nuestro conocimiento y aprecio de los principios y caminos de Dios la voz de nuestra conciencia será más confiable. Pablo dijo que la conciencia de él era ‘dadora de testimonio.’ (Rom. 9:1) La nuestra también lo será. Los aguijonazos de nuestra conciencia que ha sido entrenada por la Palabra de Dios nos ayudarán a reflejar la personalidad y cualidades de Dios en nuestras decisiones.

      25 Así, pues, todos tenemos disponible para nuestra guía un grado de conciencia, que suministró Dios. Pero si aumentamos nuestro conocimiento de las cualidades y principios de Dios, nuestra conciencia puede hacérsenos aun más valiosa en lo que se refiere a guiar nuestros pasos y tomar decisiones.

  • ¿Lo guía una conciencia cristiana sensitiva?
    La Atalaya 1975 | 1 de septiembre
    • ¿Lo guía una conciencia cristiana sensitiva?

      1. ¿De qué manera ha afectado la verdad de la Biblia a ciertas personas?

      ¡QUÉ enormes cambios han hecho muchos que han llegado a ser cristianos! Individuos de la Corinto de la antigüedad que se convirtieron al cristianismo habían sido fornicadores, idólatras, homosexuales, ladrones y borrachos. Pero al oír y aplicar la verdad de la Palabra de Dios, cambiaron y fueron “lavados.” (1 Cor. 6:9-11) ¿Sabe usted de personas que hayan efectuado cambios similares? Quizás, con ayuda de Dios, usted mismo haya hecho eso.

      2. ¿Qué efecto tiene la Palabra de Dios en la conciencia de uno, y por qué es provechoso esto?

      2 ¡Qué excelente es el que personas a quienes conmueve el mensaje cristiano se alejen de cuadrar con la descripción de Tito 1:15: “A los contaminados y sin fe nada les es limpio, sino que tienen contaminada tanto su mente como su conciencia”! Sin embargo, más que solo evitar agravios morales flagrantes, a medida que una persona aprende de las leyes y principios de Dios desarrolla una conciencia más sensitiva. ¿No se ha hecho más sensible su propia conciencia a medida que usted ha aumentado en conocimiento y aprecio de la voluntad y la personalidad de Dios? Esto es algo sumamente deseable. El tener una conciencia cristiana apropiadamente sensitiva y responder a ella puede ayudarle a conseguir el favor de Dios, puede hacerle más tranquila la vida, evitándole el dolor que a menudo reciben los que tienen una conciencia contaminada, y puede ayudarle a vivir una vida que sea ejemplo del cristianismo verdadero.—Compare con 1 Pedro 3:21.

      LA CONCIENCIA... ¿CUÁN SENSITIVA?

      3. Tocante a la conciencia, ¿qué quieren evitar los cristianos?

      3 Sin duda, como cristianos no queremos una conciencia “contaminada” o “cauterizada,” porque una conciencia de esa clase no sería de ningún valor en ayudarnos a reflejar la imagen de Dios. (Efe. 4:19) Por otra parte, nuestra conciencia no debe hacerse sensitiva de manera exagerada o desequilibrada; en vista de que somos humanos imperfectos, eso pudiera suceder si no tenemos cuidado.

      4. ¿Cómo pudiera una conciencia excesivamente sensitiva o desequilibrada mover a uno a obrar tocante a los impuestos?

      4 Por ejemplo, una persona pudiera reconocer que Jehová no está respaldando las guerras de las naciones, sino que insta a su pueblo a aprender los caminos de la paz. (Isa. 2:4) Sabiendo que por lo general las naciones sostienen a sus ejércitos con el dinero de los impuestos, ¿sería equilibrado y bíblico que la conciencia de esa persona la llevara a negarse a pagar impuestos? ¿O que la llevara a pagar sus impuestos menos un porcentaje que correspondiera con lo que el gobierno gasta en su presupuesto de defensa? Aunque hay quienes han adoptado esa posición, la evidencia bíblica pesa contra una conciencia que conduzca a tal derrotero. A los cristianos se les dice claramente que paguen sus impuestos, y esto se puso en la Biblia a pesar del hecho de que el gobierno romano entonces existente sostenía un ejército enorme. (Mat. 22:17-21; Rom. 13:1, 7) Por consiguiente el cristiano puede, con una conciencia limpia equilibrada por la Palabra de Dios, pagar sus impuestos, dejando a los gobiernos la responsabilidad de cómo se usa el dinero.

      5, 6. (a) Por otra parte, ¿cómo debería afectar a uno respecto a esto una conciencia apropiadamente sensitiva? (b) ¿Cómo confirma esto la Biblia?

      5 Por la misma razón, este consejo bíblico debe plasmar la conciencia de la persona de modo que pague todos sus impuestos. ¿Es a eso que lo mueve la conciencia suya, o ha influido en su conciencia el predominio común de la evasión del pago de impuestos? Como ilustración, si sus circunstancias han cambiado —quizás los hijos se hayan casado y ya no vivan con usted en su casa, lo cual significa impuestos más altos para usted— ¿lo ha movido su conciencia a informar esa realidad y pagar el impuesto completo? Es verdad que pudiera haber muy poca probabilidad de que la declaración de impuestos de uno fuera revisada cuidadosamente y se detectara la realidad. Pero para el cristiano que tiene una conciencia apropiadamente sensitiva, el deseo de evitar el castigo no es la única razón para obrar apropiadamente; la conciencia también es un factor. ¿Ve usted que sea así en su caso?

      6 Con relación a esto Pablo escribió: “Hay por lo tanto razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira [contra los infractores], sino también por causa de la conciencia de ustedes.” (Rom. 13:5) Por consiguiente su conciencia sensitiva y apropiadamente equilibrada debe ser una fuerza restringente y orientadora que lleve a lo bueno. ¿Lo es? ¿Exactamente cuán sensitiva y útil es su conciencia? Consideremos unas cuantas ilustraciones que pueden ayudarnos a decidir.

      CONCIENCIA Y EMPLEO

      7. ¿Cómo entra en el cuadro la conciencia en cuanto al empleo de uno?

      7 El empleo es una zona de actividad que hace surgir muchos problemas que requieren el ejercicio de la conciencia cristiana. Algunas formas de empleo, como el de hacer ídolos, trabajar en un establecimiento de juego de azar o estar empleado por una organización religiosa de la religión falsa, violan claramente las Escrituras. De modo que los cristianos las evitan. (1 Juan 5:21; Col. 3:5; Rev. 18:2, 4, 5) Sin embargo, no todos los asuntos de empleo están tan claramente definidos. Cierto empleo pudiera estar en una “zona gris,” por decirlo así. Y a veces, aunque no haya razón para objetar al trabajo fundamental de uno, quizás de vez en cuando se le pida que haga algo de índole sospechosa. De modo que la conciencia puede verse envuelta en la situación.

      8, 9. (a) Ilustre un problema de empleo que requiere el uso de la conciencia. (b) ¿Qué consideraciones vinieron a la mente de aquel cristiano en aquel tiempo?

      8 Por ejemplo, hay problemas de empleo que tienen que ver con la sangre. La Biblia declara llanamente que los siervos de Dios no deben alimentarse de sangre. (Gén. 9:3, 4; Hech. 15:19, 20) Por consiguiente, los testigos cristianos de Jehová no comen alimento que contenga sangre, como la morcilla, ni aceptan transfusiones de sangre. Pero ¿qué hay si, en su trabajo, se le pidiera que manejara sangre o productos de sangre de vez en cuando? ¿Le permitiría eso su conciencia? Un Testigo que vivía en Colorado trabajaba en un hospital de técnico médico principal haciendo análisis de diversas clases en tejido y fluido corporales. Entre las muchas cosas que se esperaba que él analizara había muestras de sangre. A veces simplemente se trataba de examinar la sangre de un paciente para determinar el nivel de azúcar o colesterol. Pero en otras ocasiones era para ver la compatibilidad con propósitos de transfusión. ¿Podía hacer eso?

      9 Este cristiano consideró cuidadosamente el asunto. Se podía ver que no sería correcto que un cristiano trabajara exclusivamente para un banco de sangre, donde todo estaba dedicado a un fin que era en violación de la ley de Dios. Pero ésa no era su situación; él hacía análisis de muchas clases. También, si uno fuera un doctor que fuera responsable de tomar la decisión, no podría pedir una transfusión de sangre para un paciente, así como el dueño cristiano de una tienda no podría pedir y tener en existencia ídolos o cigarrillos. Sin embargo, este técnico se dio cuenta de que con relación a la sangre simplemente estaba haciendo un análisis, tal como una enfermera pudiera haber tomado la muestra, un mensajero pudiera haberla entregado al laboratorio y otra persona pudiera administrar una transfusión u otra medicación por órdenes de un doctor. Meditó en el principio de Deuteronomio 14:21. Según ese texto el judío que hallaba el cuerpo muerto de un animal que moría de por sí podía removerlo vendiéndoselo a un extranjero que no estaba bajo las restricciones de la Ley en cuanto a carne animal no desangrada. De modo que la conciencia del técnico en aquel tiempo le permitió hacer análisis de sangre, incluso los de sangre para transfusiones a pacientes a quienes no les importaba la ley de Dios sobre la sangre.

      10. ¿Qué preguntas podemos considerar en cuanto a cómo resolveríamos este problema de empleo?

      10 ¿Es así como habría respondido la conciencia de usted? Si no, por vía de consideración, pregúntese si su conciencia le permitiría como empleado traer la muestra de sangre al laboratorio para análisis. O, alejándose un paso más de la transfusión misma, ¿podría usted como conductor de un camión entregar el equipo de análisis al hospital? ¿O le permitiría su conciencia fabricar vidrio del cual quizás se produjera tal equipo? Es evidente que, razonablemente, no se puede considerar que todas estas cosas sean contribuciones directas a la violación de la ley de Dios acerca de la sangre. Pero ¿dónde “marca uno la raya”? Aquí es donde la conciencia entra en juego. Aunque el cristiano tiene que evitar cosas que inequívocamente están en pugna con la ley de Dios, se le pide que use su conciencia para resolver muchos asuntos. ¿Le serviría bien la conciencia suya en situaciones de ese tipo? ¿Es sensitiva?

      11. ¿Cómo movió la conciencia a este mismo cristiano muchos años después?

      11 En este caso en particular, después que por muchos años el técnico efectuó análisis, su conciencia empezó a molestarle. No era como si otra persona debería decirle o pudiera decirle que lo que estaba haciendo era incorrecto. Tampoco estaba buscando que otro decidiera por él. Pero empezó a pensar: “¿Hay consistencia en hablar de amor al prójimo, y, no obstante, contribuir, en parte, a que mi prójimo quebrante la ley de Dios?” (Mat. 22:39; Hech. 21:25) Comprendiendo su deber cristiano de sostener a su familia, consideró el asunto con su esposa. (1 Tim. 5:8) Juntos concordaron en que, si la conciencia de él le molestaba, sería mejor que él efectuara un cambio. Dejó su trabajo de 15.000 dólares al año y se puso a hacer trabajo de limpieza, aunque empezó ganando solo 3.600 dólares al año.

      12. ¿Significa esto que la decisión que había tomado antes era incorrecta? ¿Qué se ilustra, exactamente, por este caso?

      12 No perdamos el punto de este ejemplo. No se relata aquí para sugerir que el cristiano no puede ser técnico médico; hay cristianos que continúan trabajando como técnicos médicos, enfermeros o enfermeras, conductores de camiones, etcétera. Se da este ejemplo para ilustrar que la conciencia puede entrar en juego en asuntos de empleo. En el caso suyo la clase de trabajo y lo que se le pide que haga quizás sean bastante diferentes. Pero todos los cristianos deben pensar en si están viviendo en tan estrecho acuerdo como sea posible con los caminos y principios de Dios. Si a su conciencia entrenada por la Palabra de Dios le causa dolor lo que se le pide, ¿la pasará usted por alto? ¿Cuánta importancia tiene para usted, realmente, tener una conciencia limpia delante de Dios y de los hombres?—1 Tim. 1:5, 19.

      13. ¿Cómo podemos pensar provechosamente cada uno de nosotros en nuestro empleo?

      13 Por supuesto, no podemos evitar del todo los problemas de empleo, porque todavía estamos en este sistema de cosas. (1 Cor. 5:9, 10) Así, pues, usted probablemente comprenda que quizás no podrá hacer que su jefe cultive una conciencia cristiana. Es posible que él opte por hacer caso omiso de ciertas leyes, quizás exagere los méritos de sus productos o tenga en existencia ciertos artículos que usted no tendría si fuera dueño del negocio. O pudiera ser que sus compañeros de trabajo mientan en sus informes de producción o haraganeen cuando el jefe no está cerca. No obstante, usted puede y debe responder a la conciencia de usted. De modo que si ésta no le permite hacer ciertas cosas o si otros lo ridiculizan por su trabajo duro, acepte eso. El apóstol Pedro escribió: “Si alguno, por motivo de conciencia para con Dios, soporta cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada.”—1 Ped. 2:18, 19.

      LAS CONCIENCIAS SENSITIVAS DIFIEREN

      14, 15. (a) ¿En qué otra esfera está envuelta la conciencia? (b) ¿Cuál es la actitud básica de los cristianos tocante a este asunto?

      14 Otra esfera en que pudiera verse envuelta su conciencia tiene que ver con asuntos patrióticos, como los ejercicios patrióticos en lugares públicos. ¿De qué manera hace su conciencia que reaccione usted? Esta es una pregunta apropiada, porque en este campo y otros las conciencias difieren.

      15 Los testigos cristianos de Jehová comprenden que muchas personas abrigan sentimientos profundos en cuanto a actos patrióticos, el más común de los cuales, probablemente, es el de saludar o prestar juramento a la bandera nacional. Como señala el libro Essays on Nationalism por Carlton Hayes: “El principal símbolo de fe y objeto central de adoración del nacionalismo es la bandera, y se han ideado curiosas formas litúrgicas para ‘saludar’ la bandera . . .” Aunque reconocen plenamente la libertad que otros tienen en estos asuntos, los testigos cristianos de Jehová, movidos por su entendimiento de la Biblia, se abstienen de estos actos.—Juan 17:16; 1 Cor. 10:14.

      16. ¿A qué dos derroteros pudiera llevar la conciencia a dos cristianos?

      16 Pero ¿qué derrotero le moverá a seguir su conciencia cuando se conduce un ejercicio patriótico? Por ejemplo, quizás al auditorio del que usted forme parte se le pida que se ponga de pie y salude la bandera nacional. Como cristiano usted definitivamente evitaría ejecutar todo acto de idolatría. Sin embargo, ¿le permitirá su conciencia ponerse de pie? Un cristiano en esta situación podría concluir que debería permanecer sentado, porque de ese modo personalmente se siente seguro de que no está envuelto en la ceremonia. ¿Sería a eso que lo movería la conciencia de usted? Otro cristiano en la misma circunstancia pudiera decidir ponerse de pie. Comprende que no es como si todo lo que se hubiese pedido de uno para mostrar participación plena fuera ponerse de pie. Al auditorio se le pide que se ponga de pie y salude. Quizás él recuerde que los tres hebreos evidentemente se pusieron de pie delante de la imagen erigida por Nabucodonosor, pero rehusaron inclinarse ante ella. En consecuencia, pudiera concluir que en este caso la participación plena envuelve tanto el ponerse de pie como el saludar, de modo que su propia conciencia le permite el simplemente ponerse de pie respetuosamente sin saludar.—Dan. 3:1-18.

      17. ¿Indica esto que algo esté equivocado? ¿Qué razón hay para la posible diferencia?

      17 Como se puede ver, en el caso de dos cristianos en la misma clase de situación, la conciencia pudiera moverlos a conclusiones levemente diferentes, aunque ambos se abstienen de lo que la Biblia demuestra que es impropio. (Éxo. 20:4, 5; 1 Juan 5:21) Esa variación permitida por el funcionamiento de la conciencia no es una evidencia de confusión o falta de unidad entre cristianos. Tampoco es prueba de que definitivamente uno de los dos esté equivocado. En vez de eso, esa variación se puede considerar como un efecto esperado de conseguir y usar la conciencia cristiana.

      18. ¿Cómo podemos sacar provecho de ser guiados por la conciencia aunque el hacerlo dé lugar a variación entre persona y persona?

      18 ¿Es esto para beneficio de uno? ¿Es el seguir uno su conciencia superior a seguir una “regla”? Sí, el estar uno anuente a entrenar su conciencia y responder a ella, en contraste con seguir un “talmud” de reglas sobre toda cuestión y variación posible que surgiera, sí lo beneficia a uno. Lo ayuda a estar más meditativamente consciente de los principios bíblicos. Y sin duda uno llega a estar mejor capacitado para pensar claramente, pues la mente recibe estímulo y es fortalecida. Un resultado provechoso de esa clase fue puesto de relieve en un estudio australiano de “creatividad” entre niños de doce años. El informe sobre esto declaró:

      “En particular, un número desproporcionadamente grande de niños sumamente creativos eran Testigos de Jehová. Cuatro niños de la muestra total de 394 eran miembros de esta secta, y los cuatro mostraron elevada habilidad creativa. Tanto la muchacha que obtuvo el más elevado total de tantos en las pruebas de Torrance como la muchacha que fue el único menor, varón o hembra, incluido en el 20 por ciento superior de las cinco medidas de ejecución, eran Testigos de Jehová.”—Journal of Personality, marzo de 1973.

      ¿Qué explicación se ofreció por la sobresaliente creatividad de estos niños Testigos? El estudio llamó específicamente la atención al hecho de que ellos no se amoldan simplemente con pasividad a lo esperado en los ejercicios patrióticos de la escuela. Más bien, pesan los principios de la Palabra de Dios y cultivan obediencia a una conciencia cristiana sensitiva.

      SENSITIVA, PERO NO SIEMPRE MÁS RESTRICTIVA

      19, 20. (a) ¿Por qué no siempre es más restrictiva la conciencia sensitiva? (b) ¿Cómo mostró Pablo esto al considerar la carne y los ídolos?

      19 Hemos visto que a medida que la conciencia de uno es entrenada y puesta en más estrecha armonía con los caminos y voluntad revelados de Dios, por lo general se hace más restrictiva. Ya no le permite a uno hacer ciertas cosas que hacía anteriormente, porque ahora uno las considera contrarias a los principios piadosos. Sin embargo, el entrenar uno su conciencia en armonía con la Palabra de Dios no necesariamente significa que llega a ser más restrictiva en todo. Puede ser que la conciencia apropiadamente entrenada de uno en realidad le llegue a permitir hacer algunas cosas que, antes de conocer la voluntad de Dios, le parecían inapropiadas.

      20 Lo que establece la diferencia en esos casos es el conocimiento exacto. Esto se ilustra en los comentarios de Pablo en cuanto a carne que se había ofrecido a un ídolo pero que más tarde se vendía en una carnicería o en una clase de restaurante relacionado con un templo de ídolos. El individuo que recientemente había abandonado la adoración pagana y se había hecho cristiano quizás evitaba aquella carne, porque deseaba evitar absolutamente todo lo que estuviera relacionado con un ídolo. Sin embargo con el tiempo podría aumentar en conocimiento y entendimiento. Pablo escribió: “Sabemos que un ídolo nada es . . . y que no hay más que un solo Dios.” (1 Cor. 8:4) Llegando a comprender esto, el cristiano pudiera discernir que la carne que se vendía públicamente no estaba contaminada o envenenada solo porque en una ocasión hubiera sido ofrecida a un no-dios. Con este conocimiento su conciencia fortalecida pudiera permitirle comprar aquella carne en una carnicería o en un restaurante público.—1 Cor. 8:10; 10:25.

      21. ¿De qué manera se hace patente hoy día este mismo efecto?

      21 La conciencia puede tener el mismo efecto hoy día. Por ejemplo, en Ohio un joven creció con la convicción de que los cristianos no deberían tomar bebidas alcohólicas. Hasta se había memorizado las advertencias contra la borrachera y la descripción del borracho registradas en el capítulo 23 de Proverbios. En años posteriores, cuando llegó a ser siervo dedicado de Dios, su conciencia todavía no le permitía aceptar vino ni cerveza. Después oyó y consideró cuidadosamente un discurso en el cual se reseñó con exactitud lo que las Escrituras dicen en cuanto al alcohol. El discurso mostró que la Biblia indiscutiblemente condena la borrachera. (Pro. 23:20, 21; Efe. 5:18; 1 Ped. 4:3) No obstante, la Biblia no prohíbe el consumo moderado de bebidas alcohólicas, así como Jesús en una ocasión hizo vino y lo bebió en ocasiones. (Gén. 14:18; Sal. 104:15; Ecl. 9:7; Juan 2:3-11; Luc. 22:17, 18) Aunque aquellos textos le eran conocidos al joven, ahora vio la conclusión equilibrada a la cual llevaban. Por eso, cuando más tarde un italiano le ofreció hospitalariamente una copita de vino, la conciencia de este cristiano le permitió aceptarla.

      22. ¿Qué factor muy importante no puede pasar por alto el que tiene una conciencia fortalecida?

      22 ¿Ha experimentado usted un fortalecimiento y equilibrio de su conciencia como ése a medida que ha ido aumentando su conocimiento de los caminos y la Palabra de Dios? Si así es, usted probablemente también aprecia la importancia de tomar en consideración los sentimientos de la persona cuya conciencia difiera de la de usted. Este era el punto que Pablo estaba explicando al considerar la carne que había sido ofrecida a un ídolo que en realidad era “nada.” Escribió: “No obstante, no hay este conocimiento en todos.” (1 Cor. 8:4, 7) Algunos cristianos, debido a su devoción pasada a ídolos, no podían comer aquella carne con una conciencia limpia aunque se vendiera públicamente. Si un cristiano que tenía “conocimiento” y una conciencia fuerte proseguía y comía “todo,” podía arruinar a un hermano “por cuya causa Cristo murió.” De modo que Pablo declaró: “Si [esa carne] hace tropezar a mi hermano, no volveré a comer carne jamás.”—1 Cor. 8:10-13; 10:27-29.

      23. ¿De qué manera debe estar envuelta en nuestras decisiones la conciencia de otros?

      23 ¿Es así que piensa y siente usted? Por ejemplo, quizás haya algo que, según parece, está permitido por lo que usted sabe de la voluntad revelada de Dios y que su conciencia le permitiría. Pudiera ser algún aspecto de su indumentaria o acicaladura, las decoraciones que ponga en su casa o lo que haga para divertirse. Pero ¿qué hay si la conciencia de muchos otros a su alrededor los lleva a creer que esto no es apropiado para el cristiano? ¿Lo mueve su cristianismo a concluir felizmente: ‘Si esto hace tropezar a mi hermano, jamás lo haré, para no causar tropiezo a mi hermano’?

      24. ¿Qué debemos hacer si nuestra conciencia está en pugna con la conciencia de alguien que tiene autoridad sobre nosotros? ¿Por qué dar consideración a la conciencia de esa persona?

      24 Y es necesario considerar la conciencia de otros en otro respecto. Quizás usted se haya aficionado a cierta moda o estilo de acicaladura. Su conciencia no se perturba por ello. Pero como menor de edad o mujer casada tiene que pedir permiso a su padre o a su esposo. ¿Ha considerado usted la conciencia de éste? O si usted se interesa en un privilegio especial de servicio en la congregación cristiana, la conciencia del cuerpo de ancianos entra en el cuadro (1 Tim. 3:9) Es verdad que ellos comprenden que la acicaladura envuelve el gusto personal de cada uno. Pero si se les pide que lo recomienden a usted para servicio especial, la conciencia de ellos tiene que estar tranquila. Tienen una fuerte responsabilidad en lo que toca al buen nombre del cristianismo en la comunidad, y comprenden que los que son asignados a privilegios especiales deben ser dechados. (1 Tim. 3:2, 7, 10; 5:22) Por eso, si algo que la conciencia de usted le permite está en pugna con la conciencia de los que tienen autoridad o jefatura sobre usted, sean sus padres, su esposo o superintendentes cristianos, esté anuente a hacer los ajustes para que le puedan dar permiso o hagan una recomendación con una “buena conciencia.”

      CULTIVE UNA CONCIENCIA SENSITIVA

      25. ¿Qué significa el que un asunto sea “asunto de su conciencia”?

      25 El desarrollar y seguir una conciencia apropiadamente sensitiva requiere atención constante. ¡Es tan fácil que influyan indebidamente en nosotros los del mundo que nos rodea, cuya conciencia es demasiado indulgente, o está embotada o hasta contaminada! (Tito 1:15) Surgirán muchos asuntos que usted tendrá que resolver en armonía con su propia conciencia. Si ha trabajado para cultivar una conciencia cristiana sensitiva, eso le ayudará. Esté dispuesto a escuchar cuidadosamente la voz de su conciencia, sin creer que si “es asunto de su conciencia” no importa lo que usted haga. Sí importa. La decisión que tome puede afectar su entero punto de vista en cuanto a la vida, su reputación de cristiano, su espiritualidad y, lo que es más importante, su relación con Jehová Dios.

      26, 27. (a) ¿De qué manera puede ayudarle a uno el hablar con un anciano, pero qué no puede hacer él? (b) ¿De qué manera nos ayuda una conciencia sensitiva?

      26 En un asunto de seria importancia, pero que todavía sea asunto de su conciencia, no titubee en hablar con cristianos maduros, como los ancianos de la congregación. Por supuesto, ellos no pueden decidir por usted. (Un cristiano sincero, cuando inquirió acerca de cierto asunto de familia, preguntó: “¿Está esto en contra de la conciencia cristiana?”) No, un anciano no podrá decirle cómo debe responder su conciencia, pero quizás pueda compartir con usted consejo bíblico equilibrado que usted pueda evaluar. Y si la conciencia de usted ha sido plasmada por los caminos y personalidad de Jehová y responde a Sus principios, esto le ayudará a enderezar su camino. (Sal. 25:4, 5) Su conciencia sensitiva ayudará a guiarlo.

      27 Verdaderamente hay satisfacción en tener y poder usar la facultad de conciencia que Dios nos ha dado. Es una bendición. Cuando se le mantiene apropiadamente sensitiva, equilibrada por la Palabra de Dios, puede ayudar a uno a andar sabiamente delante de Dios y de los hombres. (2 Cor. 4:2) Puede servir de dadora de testimonio de que uno se está comportando de una manera que probablemente tenga la aprobación eterna de Jehová.—2 Cor. 1:12.

  • Una familia muy favorecida... ¿por qué?
    La Atalaya 1975 | 1 de septiembre
    • Una familia muy favorecida... ¿por qué?

      ¿NO SERÍA un honor el que una familia tuviera como uno de sus miembros a un hombre que pudiera suministrar el medio de librarnos para siempre de la enfermedad, el dolor, la inseguridad y la violencia? Hace más de diecinueve siglos hubo una familia en esa situación. Fue la familia en la cual nació Jesús, el Mesías o Cristo.

      De todas las familias que existían entonces, ¿por qué recibió ésta tan alto favor? ¿Fue debido a su prominencia, caudal o logros sobresalientes en el mundo romano? No deberíamos esperar que fuese así. Porque Jehová Dios no juzga por las apariencias exteriores, sino que examina el corazón... sus motivos y deseos. (1 Sam. 16:7) Por lo tanto, una consideración del registro bíblico acerca de los parientes humanos del hombre Jesús puede ayudarnos a ver lo que el Creador busca en los que aprueba como siervos suyos.

      MARÍA

      El Mesías había de venir por medio de la línea real de David. Y fue a una mujer modesta y humilde de la línea davídica, María la hija de Helí,a que Jehová escogió para ser la madre de su Hijo. Cuando se le dijo esto, María, con debida modestia, contestó: “¡Mira! ¡La esclava de Jehová!” El que ella llegara a estar encinta mientras era una virgen comprometida podría haber hecho surgir preguntas en la mente de otros en cuanto a la castidad que profesaba. Sin embargo, ella humildemente accedió

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