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Por qué los testigos de Jehová no son pacifistasLa Atalaya 1951 | 1 de abril
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otro pueblo, y ellos no cumplen las leyes del rey; de modo que al rey no le conviene sufrirlos.” Y él pidió y tuvo éxito en hacer que se aprobara una ley para que fueran destruídos antes de que llegara otra pascua.—Ester 3:8-15.
11 Siguiendo el consejo de Mardoqueo el judío, la reina Ester llevó un pleito legal hasta el personaje judicial más alto del imperio, el mismo rey Asuero. Poniendo en peligro su propia vida ella pidió socorro para su pueblo, al mismo tiempo exponiendo los designios maliciosos del enemigo Hamán. Este perseguidor inicuo fué colgado en la horca que él había hecho para Mardoqueo, y Mardoqueo fué avanzado a un puesto más alto en el gobierno persa. Con la autoridad del emperador él escribió una ley en los estatutos del gobierno, haciendo provisión para que cuando llegara el día fijado para el asalto contra ellos por sus enemigos, los judíos “se juntasen y se pusiesen sobre la defensa de sus vidas, destruyendo, matando y exterminando toda la fuerza armada del pueblo y provincia que les acometiese, inclusos los niños y las mujeres”. ¿Rehusaron los judíos pacifistamente obrar de acuerdo con esta ley para su defensa propia mediante el uso de las armas? ¡No! Los días 13 y 14 de su último mes adar, ellos pelearon valerosamente para defender su propia vida y la de sus hermanos. Jehová Dios estuvo con ellos en esto y les concedió la victoria cumpliendo de este modo su propio mandamiento profético de exterminar a los amalecitas hasta el último hombre. Él usó a los judíos, sus testigos, como sus ejecutores.—Ester 8:10 a 9:16; Éxo. 17:13-16.
NINGÚN CAMBIO A PACIFISMO AL FIN DEL MUNDO
12. ¿Por qué no siguen esa tradición de combates militares los testigos de este día, ya que ellos dicen que no son pacifistas?
12 Muchos de nuestros lectores o funcionarios públicos quizás pregunten: Si los testigos de Jehová de este día están unidos como eslabones en una cadena ininterrumpida con aquellos testigos de tiempos antiguos que tienen dicha historia, ¿por qué no siguen esa tradición en lo que toca a combates militares? ¿Por qué no se encuentran ellos en las filas de los ejércitos de la cristiandad? ¿Por qué buscan ellos la exención del servicio militar? ¿Por qué van hasta el grado de rehusar entrar a los campos de Servicio Público que se mantienen para o por los pacifistas y los que hacen objeción por escrúpulos de conciencia, o rehusan tomar alguna parte en los esfuerzos defensivos o bélicos? Pregúnteles por qué a los testigos de Jehová, y ellos le dirán que no se debe a que ellos hayan cambiado a pacifistas. Es porque ellos tienen una objeción concienzuda en cuanto a tomar parte en dichos esfuerzos bélicos o defensivos de la cristiandad y del resto del mundo, basándose su objeción en la Palabra de Dios, la Biblia. Pero, preguntará usted, ¿cómo pueden ellos rehusar basados en su conciencia y al mismo tiempo no ser pacifistas? Ellos no se oponen a la guerra entre las naciones, y ellos no estorban los esfuerzos bélicos de las naciones ni se oponen a cualquier persona que concienzudamente pueda unirse en tales esfuerzos. Ellos pelean únicamente cuando Dios les manda hacerlo, porque entonces es guerra teocrática.
13. Si pretendiéramos ser pacifistas, ¿qué tuviéramos que hacer consistentemente para con los testigos precristianos? ¿Por qué no podemos hacer esto?
13 Si los testigos de Jehová en este día pretendieran ser pacifistas, significaría que estarían denunciando a todos los testigos de Jehová precristianos que recurrieron a las armas para apoyar la soberanía universal de Jehová y su nación teocrática de Israel. Pero no podemos hacer esta denunciación. Jesucristo no la hizo, y él es el testigo más grande de Jehová, el cual ha ganado para sí el título de “El testigo fiel y verdadero”. (Apo. 3:14) Jehová mismo no es un pacifista. Tampoco lo son sus testigos, aunque sí hacen objeción debido a su conciencia. Jesús no era pacifista, aunque el registro no indica que él jamás haya tomado armas carnales en defensa propia. ¡Ajá!, dirá usted, pero ¿que no hizo Jesús un azote de cuerdas para echar a los vendedores comerciales fuera del templo en Jerusalén? Sí, pero el registro no indica que él usó ese azote en los hombres que estaban vendiendo sino que lo usó en sus ovejas y ganado que ellos habían traído a ese lugar sagrado, para “hacer la casa de mi Padre una casa de mercancías”—Juan 2:13-16, NM.
14. Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que vendieran su vestido para conseguir una espada, ¿dió a entender que debemos tomar la espada? ¿Qué se mostró por su manera de proceder?
14 Otra vez se opone usted, ¿No es verdad que Jesús, después de establecer el Memorial con sus discípulos, les dijo antes de salir a Getsemaní, “El que no tiene espada venda su ropa exterior y compre una”? Y cuando sus discípulos dijeron, “Maestro, ¡mire! aquí hay dos espadas,” él les dijo, “Basta.” (Luc. 22:36-38, NM) Sí; pero por este medio Jesús les indicó a ellos que él sería tomado por una banda armada, bajo circunstancias que podían provocar una resistencia armada. Los hechos que se desarrollaron manifestaron que Jesús no recurrió a la espada cuando llegó su arresto ilegal. ¿Por qué, pues, sugirió que consiguieran una espada y que por lo menos una espada fuera llevada a Getsemaní? Lo hizo para manifestar que él escogió no recurrir a la resistencia armada sino que se entregaría voluntariamente en armonía con la voluntad de su Padre. Pedro trató de ofrecer resistencia armada, usó la espada y le quitó a un hombre una oreja. Entonces Jesús le dijo a Pedro: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos aquellos que toman la espada perecerán por la espada. O ¿crees tú que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles? En ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras que tiene que acontecer de este modo?” (Mat. 26:52-54, NM) De acuerdo con el informe de Juan, Jesús añadió: “La copa que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?” (Juan 18:11, NM) Así vemos por qué obró Jesús de una manera que a algunos les parece ser pacifismo. Él, empero, no iría ante el tribunal de su Padre o ante los tribunales de la tierra acusado de resistencia armada. Él no se expuso al peligro de ser matado en una resistencia armada; él tenía que morir voluntariamente, como sacrificio, como un cordero que es conducido al matadero.
CONSISTENTE CON LA PROFECÍA Y SU MENSAJE
15. Tomando en cuenta la profecía de·Jesús, ¿por·qué no podríamos ser pacifistas?
15 Los testigos de Jehová imitan a Jesús y obedecen sus instrucciones. Por esa razón no han ingresado en los ejércitos mundiales ni han tomado parte alguna en los esfuerzos bélicos de las naciones. Esto no quiere decir que son pacifistas que están opuestos a la guerra y que la resisten y que estorban a los gobiernos mundiales en la prosecución de guerras de agresión o de defensa. Ellos no pueden ser resistidores de la guerra, porque se someten al cumplimiento de las palabras de Jesús concernientes a la consumación de este sistema de cosas. Cuando sus discípulos le preguntaron, “Díganos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de su presencia y de la consumación del sistema de cosas?”, él les dijo: “Van a oír de guerras e informes de guerras; tengan cuidado de no atemorizarse. Porque estas cosas tienen que acontecer, pero el fin consumado todavía no es. Porque nación se levantará contra nación y reino contra reino, y habrá escasez de comida y terremotos en un lugar tras otro. Todas estas cosas son el principio de dolores de angustia.” (Mat. 24:3, 6-8, NM) Por esto ¿cómo podrían los testigos cristianos de Jehová oponerse a las guerras mundiales o tratar de impedirlas siendo que Jesús profetizó que ciertamente tendrían que pelearse? Jesús no les dijo que ellos participarían en los pleitos. Ellos nada más oirían las guerras que se pelearan al alcance de sus oídos u oirían los informes acerca de las guerras que se pelearan en otros lugares.
16-18. (a) Si fueran pacifistas, ¿a qué acción cercana de Jehová tendrían que oponerse? (b) ¿Qué proclamación no pacifista hace él que ellos hagan?
16 Si los testigos de Jehová hoy fueran pacifistas, entonces, para ser consistentes, ellos tendrían que oponerse a la guerra de Jehová contra el mundo entero del Diablo en el frente de batalla del Armagedón. Ellos han visto a las naciones de este mundo asaltar a la organización visible del pueblo de Dios, mencionada proféticamente como “Jerusalem”, durante la guerra mundial de 1914-1918, según se predijo por Zacarías. Ahora esperan que el resto de su profecía se cumpla en breve, a saber: “Entonces saldrá Jehová, y peleará contra aquellas naciones, como cuando peleó en el día de la batalla. . . . Vendrá Jehová mi Dios, y todos los santos ángeles con él. . . . Y Jehová será Rey sobre toda la tierra: en aquel día Jehová será uno solo, y su Nombre uno solo.” (Zac. 14:1-3, 5-9) Habrá una grande matanza en ese entonces, prefigurada por la matanza de los enemigos unidos que estaban marchando al ataque contra Jerusalén en los días del rey Josafat. Por eso él llama ese campo de matanza el “Valle de Josafat” e invita a todas las naciones de este mundo a bajar a él. (2 Cró. 20:1-25) Él da el mandamiento:
17 “Proclamad pues esto entre las naciones: ¡Declarad guerra; animad a los valientes! ¡acérquense y suban todos los hombres de guerra! ¡Forjad vuestras rejas de arado en espadas, y vuestras hoces en lanzas! diga aun el débil: ¡Yo soy valiente! ¡Apresuraos a venir, congregadas en una, todas las naciones de en derredor! ¡Allí conduce a tus valientes, oh Jehová! ¡Despiértense y suban las naciones al Valle de Josafat! porque allí me sentaré yo para juzgar a todas las naciones, puestas a la redonda. ¡Meted la hoz, porque la mies está ya madura! ¡Venid, pisad, porque lleno está el lagar; rebosan las tinas; porque grande es la iniquidad de ellos! ¡Multitudes, multitudes, en el Valle de Decisión! porque cercano está el día de Jehová en el Valle de Decisión. El sol y la luna se entenebrecen, y las estrellas retraen su resplandor. Jehová también rugirá desde Sión, y desde Jerusalem hará resonar su voz; y se estremecerán los cielos y la tierra: pero Jehová será refugio para su pueblo.”—Joel 3:9-16.
18 Los testigos de Jehová de este día son aquellos a quienes se les ha mandado hacer esta proclamación a las naciones, y lo están haciendo. Entonces ¿cómo podrían hacer esto y al mismo tiempo ser pacifistas?
19. ¿Cómo ha probado Jesús desde 1914 que no es pacifista?
19 Debido a sus acciones desde 1914 d. de J.C. nunca se le pudiera acusar a Jesucristo de ser un pacifista. ¿Por qué no? Porque desde esa fecha Satanás el Diablo y sus demonios han sido arrojados fuera del cielo y él ha bajado a nuestra tierra con grande enojo, sabiendo que ahora tiene muy corto tiempo. Los ayes desmedidos que hoy afligen a la tierra y al mar, junto con todos los otros cumplimientos de la profecía, prueban este hecho. ¿Cómo fué arrojado Satanás acá abajo? El Apocalipsis 12:1-12 contesta que después del nacimiento del reino de Dios y el entronamiento de su Hijo Jesucristo “estalló guerra en el cielo”. No un pacifista, sino este Rey Jesucristo es quien luchó contra Satanás y sus demonios y los arrojó al estrado de sus pies, la tierra. Ahora el degradado Satanás está usando a sus demonios para arrear a todas las naciones al Armagedón para la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”. (Apo. 16:14-16, NM) Pero ¿quiénes son los “valientes” que Jehová hace descender al “Valle de Decisión” para dirimir para siempre la cuestión suprema de la dominación mundial? Son el “Cordero de Dios” y los ángeles que pelearon bajo él en la “guerra en el cielo” contra Satanás. Sobre la tierra Éste que se asemejó a un cordero parecía ser un pacifista, pero él ahora es el “León de la tribu de Judá”. (Apo. 5:5, 6) A este guerrero denodado el Salmo 110:4-6 (NC) dice: “Yavéa estará a tu diestra, quebrantando reyes el día de su ira. Juzgará a las naciones, llenando la región de cadáveres; aplastará cabezas en vasto campo.” Lea la descripción gráfica de este guerrero real de Jehová Dios, en el Apocalipsis 19:11-16. Que todas las naciones militarizadas sepan que todas ellas encontrarán una derrota duradera en esa guerra universal del Armagedón y que la carrera de armamentos por fin será parada para todo tiempo.
20. ¿Después de qué vendrá la paz garantizada? ¿Qué harán los sobrevivientes?
20 Después del Armagedón los que hayan sobrevivido de parte del vencedor, el lado de Jehová, gozarán de una paz perfectamente garantizada. Entonces ellos “forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”.—Isa. 2:4.
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Pacifismo y objeción por conciencia—¿hay diferencia?La Atalaya 1951 | 1 de abril
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Pacifismo y objeción por conciencia—¿hay diferencia?
1. ¿Cómo manifestamos valor de conciencia? ¿Por qué lo hacemos, y parecidos a quién?
EL TENER una buena conciencia para con Dios no hace que una persona sea canija o cobarde. Los testigos de Jehová manifiestan valor al seguir sus conciencias en estos tiempos marciales. Es sólo por causa de la conciencia de ellos que han hecho objeción personal y legalmente delante de las juntas de reclutamiento en lo que toca a su participación en los conflictos armados y en los programas de la defensa de las naciones mundiales. Al proceder de esta manera sus conciencias no están torcidas, sino que están instruídas en lo que es recto, porque están instruídas en las Escrituras, la Palabra de Dios. Junto con el apóstol Pablo ellos dicen: “Me estoy ejercitando continuamente para tener una conciencia de no haber cometido ofensa contra Dios y los hombres.” (Hech. 24:16, NM) Por eso sus conciencias están limpias, no importa cómo las critiquen las mentes militaristas de este viejo mundo.
2. ¿En qué sermón pretenden creer los oficiales? ¿Qué es lo que contiene?
2 Pues, entonces, si no son pacifistas, ¿qué razones bíblicas han dado por rehusar tomar parte alguna en guerra internacional? Repetidas veces el presidente Truman de los Estados Unidos de Norte América ha dicho que cree en el “sermón del monte” y que él quiere que todo el mundo sepa que los norteamericanos creen en el sermón del monte. Los testigos de Jehová esperan que el presidente y sus compañeros se refieran a todo el sermón. ¿Por qué? Porque éste incluye no solamente la tal llamada “Regla Aurea” sino también las palabras de Jesús: “Han oído que fué dicho, ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Sin embargo, yo les digo: No resistan a aquel que es inicuo; pero cualquiera que les dé un bofetón en la mejilla derecha, vuélvanle también la otra. Y si una persona desea ir a la corte con ustedes para posesionarse de su ropa interior, dejen que su ropa exterior también vaya a él; y si alguien bajo autoridad les engancha para ir una milla, vayan con él dos millas. Den a cualquiera que les pida, y no se aparten de cualquiera que desee pedirles prestado sin interés. Han oído que fué dicho: ‘Tienen que amar a su prójimo y odiar a su enemigo.’ Sin embargo, yo les digo: Sigan amando a sus enemigos y orando por aquellos que los persiguen; para que prueben ustedes que son hijos de su Padre que está en los cielos, siendo que él hace que su sol se levante sobre gente inicua y buena y hace que llueva sobre gente justa e injusta.”—Mat. 5:1, 2, 38-45, NM.
3. ¿Estaba enseñando Jesús pacifismo con eso? ¿Cómo debía ejecutarse la Ley de Retribución que él mencionó?
3 ¿Estaba enseñando Jesús pacifismo con eso? No; sino que él así manifestó que sus seguidores no deben ser propensos a dañar a persona alguna, ni siquiera bajo provocación, cuando solamente se trata de asuntos personales. No debían recurrir a la Ley de Talión o de Retribución, que fué entregada por Moisés, en Éxodo 21:23-25 y Levítico 24:19, 20. Pero aun donde debía darse ojo por ojo, diente por diente, vida por vida, este igual por igual no debía ser exigido personalmente por la persona dañada. Ésta debía dejar el ajuste de las cuentas a las autoridades legales, en vez de ejecutar la ley por su propia cuenta. Esa fué la ley dada por medio de Moisés. Pero Jesucristo es el Profeta que Jehová prometió levantar que sería mayor que Moisés, y por esto la ley de Jesús es superior y reemplaza a la ley mosaica. (Deu. 8:15-19; Hech. 3:20-23) Por esta razón tenemos que prestar atención a lo que él dice en el sermón del monte si es que somos fieles seguidores de él.
4. En la corte ¿cómo no resistió Jesús a los inicuos? ¿Cómo hizo igual Pablo?
4 El que verdaderamente guarda el sermón del monte no resistirá a una persona inicua, aprovechando la ley de represalia para dar igual por igual, daño por daño, cuando simplemente es un asunto personal y cuando no está directamente implicado el cumplimiento de su comisión de servir a Dios. El Señor Jesús recibió un golpe en la mejilla en la Corte Suprema judía, pero él no volvió la otra mejilla., a no ser de una manera figurada. Él nada más le dijo al oficial que le dió el bofetón: “Si hablé mal, dé testimonio concerniente al mal; pero si bien, ¿por qué me pega?” (Juan 18:19-23, NM) Más tarde en la misma corte Pablo fué golpeado en la boca por decir: “Yo me he portado con una conciencia perfectamente limpia delante de Dios hasta este día.” Debido a esta violación de la ley Pablo dijo al sumo sacerdote que presidía: “Dios le golpeará a usted, pared blanqueada. ¿Se sienta usted para juzgarme de acuerdo con la Ley y al mismo tiempo, quebrantando la Ley, manda que yo sea golpeado?” Mediante un argumento hábil Pablo dividió a la corte contra sí misma, y así no fué afectado por el juicio de ésta sino que fué llevado delante de una corte romana.—Hech. 23:1-11, NM.
5. ¿Cómo, pues, llevamos a cabo lo que se citó del sermón de Jesús?
5 De modo que los cristianos no deben tomar la ley en sus propias manos, para devolver a otros un daño. Más bien olvídese usted del mal personal y manifieste la actitud mental de Cristo y siga con su servicio. Deje que el abusador inicuo se acuerde de su aguante más bien que de algún daño que haya recibido de usted en cambio, daño que probaría que usted es tan violento como él. Si el juicio final de una corte de última instancia dicta injustamente contra usted y concede más que los efectos personales que buscaba la persona que lo llevó a la corte, deje que tome, como si fuera, su ropa exterior y también su ropa interior. Es un caso personal, y no le obliga a usted a proceder contrario a la ley de Dios. De modo que usted puede demostrar que no fija su afecto en cosas materiales que son perecederas sino que tiene suficiente fuerza para aguantar daños personales como lo hizo su Guía Jesús. Si un oficial pacífico del gobierno en el desempeño de sus deberes llega a usted y le pide cierta ayuda que podría pedirse de cualquier otro ciudadano, tal como el de acompañarlo como guía por una milla, entonces sea usted generoso. Vaya con él dos millas si el público aprovechará algún bien debido al servicio gubernamental que él rinde. Mientras que lo acompañe, muéstrele cómo se porta un testigo de Jehová tanto en palabra como en obras. Muestre respeto por el gobierno ordenado, aunque es humano. Apoye los procedimientos legales del país y las leyes que no estén contra la justicia y la ley de Dios. Por obras de amor y por oración manifieste usted que está listo para ayudar aun a sus enemigos y perseguidores a encontrar el camino a la salvación. No permita que las obras injustas de ellos provoquen en usted el odio que desea que solamente el daño y la destrucción les sobrevengan a sus enemigos personales.
6, 7. ¿Para apoyar qué argumento se ha citado Éxodo 22:2, 3? ¿Cómo aplica?
6 Se ha hecho referencia a Éxodo 22:2, 3 para manifestar que hay casos donde los testigos de Jehová pueden demostrar que no son pacifistas mediante el matar. De acuerdo con la Versión Moderna estos versículos dicen: “Si un ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido de modo que muera, el que le hirió no será reo de homicidio. Mas si el sol hubiere salido sobre él, será reo de homicidio.” Pero la traducción de Móffatt (con la cual concuerda Una Traducción Americana [ambas en inglés]) dice aun más claro: “Si un ladrón se encuentra forzando una casa y es herido de manera que muera, el amo de casa no es culpable; pero si fué después de amanecer, el amo de casa es culpable.”
7 En la oscuridad de la noche sería imposible identificar al ladrón si éste lograra escaparse, y por esto podía herirse para detenerlo. Si el golpe fuera fatal y el ladrón muriera, entonces la persona que estaba protegiendo su propiedad no sería culpable. Pero si forzara entrada a la luz del día y fuera golpeado fatalmente, entonces el heridor sería culpable de matar al ladrón. Siendo de día él podía haber identificado al ladrón y entregado informes a la Ley y haber hecho que la Ley lo prendiera y que le obligara a hacer una restitución y pagar una multa además. Pero con matar al ladrón el protector de su propiedad había sobrepasado los límites. Ciertamente que toda la propiedad que un ladrón diurno podría robar después de forzar su entrada no sería igual al valor de su vida. Al hacer que diera restitución por lo que robó, la Ley no podría requerir la vida del ladrón. “¿Qué dará un hombre en cambio por su alma [o, vida]?” (Mat. 16:26, NM) Si el ladrón diurno lograra escapar, o si escaparan los agresores que invadieron, y la Ley nunca pudiera o no lograra traerlos a juicio, entonces, aunque hayamos sufrido la pérdida de bienes materiales no hemos traído sobre nosotros el delito de sangre. De manera que respeto para la Ley es bueno.
8. No obstante, ¿qué hay en cuanto al proteger y defender ellos los diferentes intereses del Reino?
8 Lo que se dice acerca de volver la otra mejilla y someterse a los funcionarios públicos en asuntos particulares o personales no significa que los testigos de Jehová no defienden sus intereses del Reino, su predicación, sus reuniones, sus personas y sus hermanos y hermanas y su propiedad en contra de ataque. Ellos defienden estas cosas cuando son atacados y obligados a proteger dichos intereses, y esto lo hacen bíblicamente. Ellos no se arman ni llevan armas carnales en anticipación o en preparación para alguna dificultad o para hacer frente a amenazas. Ellos tratan de desviar los golpes y ataques sólo en defensa. No pegan en retribución. No pegan en ofensa sino que pegan sólo en defensa. Ellos no usan armas de guerra para defenderse a sí mismos ni a los intereses del Reino. (2 Cor. 10:4) Aunque ellos no retroceden cuando son atacados en sus hogares o en sus lugares de reunión, ellos sí retrocederán en la propiedad pública o ajena y ‘sacudirán el polvo de sus pies’, y así ‘no darán lo que es santo a los perros’ y ‘no echarán sus perlas ante los cerdos’. (Mat. 10:14; 7:6) De modo que ellos retroceden cuando es posible hacerlo para evitar un pleito o dificultades. Ellos tienen el derecho de invocar y de hecho invocan a los oficiales de la ley para que vengan a su defensa contra cualquier ataque o violencia de turbas.
CÓMO PAGAN LO QUE ES DEBIDO LOS QUE ESTÁN BAJO VOTO
9. ¿De qué provisiones legales para el aplazamiento se aprovechan correctamente los testigos en los EE. UU.?
9 A las juntas, agencias y funcionarios del gobierno se les dice que la obediencia a las instrucciones dadas en el sermón del monte no tiene nada que ver con rendir los testigos de Jehová todo a César, y que por eso dichos ministros de Dios están obligados a rendir obediencia indisputable a los oficiales que no siguen la ley de Dios. Pero las instrucciones del sermón citadas arriba no son nada más que parte de la razón impelente que tienen los testigos de Jehová al hacer objeción por causa de la conciencia contra el someterse al servicio militar y por qué se aprovechan de las provisiones que permiten exenciones. En los Estados Unidos de Norte América el Acta de Servicio Selectivo de 1948, la cual gobierna las decisiones de las juntas de reclutamiento y de los funcionarios públicos, hace provisión para el aplazamiento de los que hacen objeción por causa de la conciencia y también para la exención de los que están bajo votos a Dios. La sección 6 (j) hace provisión para el aplazamiento de “cualquier persona” cuyo “entrenamiento y creencia. . . con relación a un Ser Supremo implicando obligaciones superiores a las que resultan de alguna relación humana” impiden que dicha persona se desvíe de aquellas OBLIGACIONES SUPERIORES que ésta debe al Ser Supremo.
10. ¿Cómo están bajo un voto? Por eso ¿qué obligaciones tienen que cumplir?
10 Una persona no puede llegar a ser testigo cristiano de Jehová a menos que haga un voto mediante el cual se dedica cabalmente a Dios por medio de Jesucristo asumiendo de esta manera obligaciones superiores. Reconoce a Dios como el Ser Supremo y Fuente de la vida y el Proveedor del camino a la vida eterna. (Sal. 3:8; 36:9) Se acerca a Dios por medio de Jesucristo. Reconoce a Jesús como el Hijo de Dios que entregó su vida humana por él, de esta manera proveyendo el precio de compra para él. Ningún estado político, ningún “César” o emperador o dictador, puede hacer estas cosas para el pecador moribundo. De modo que él no atribuye la deuda de su vida a algún sistema político, sino que atribuye su vida a Dios y trata de rendírsela a él por medio de Cristo. Reconoce que estos textos aplican a él: “No sois dueños de vosotros mismos; porque fuisteis comprados a gran precio; glorificad pues a Dios con vuestro cuerpo y con vuestro espíritu que son de Dios.” “Habéis sido comprados a gran precio; no seáis vosotros siervos de los hombres.” (1 Cor. 6:19, 20; 7:23) De manera que rinden su vida y su obediencia implícita y sus obligaciones superiores a Dios como cosas que pertenecen a él; y entregan su vida al servicio de Dios y no al de algún hombre.
11. ¿Por qué de acuerdo con Mateo 22:21 no se alistó Jesús en el ejército de César? ¿Qué se hace cuando hay desacuerdo entre lo que pertenece a Dios y lo que demanda César?
11 Pero Jesús le dijo a los judíos, que estaban en pacto con Dios y bajo voto a él: “Pagad, pues, a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.” (Mat. 22:21) ¿Qué, pues, debemos de pagarle a César? Ciertamente no nuestra vida, porque nunca le debimos ésta a César y no pertenece a él. De hecho, la poca vida que César mismo posee se la debe a Dios, y no a sí mismo como si fuera un dios inmortal. Por esa razón la historia auténtica manifiesta que los cristianos del primer siglo no expusieron su vida a los peligros de la guerra carnal por medio de unirse a los ejércitos imperiales de César, sino que aguantaron la pena que les impuso César por rehusar ingresar en sus ejércitos. Al proceder de tal manera los cristianos primitivos tuvieron a Jesús como su ejemplo, Guía e Instructor. Jesús vivió bajo el reinado de César, porque la Roma imperial había conquistado a Palestina mediante agresiones militares. Después de fijar la ley para sus seguidores, “Devuelvan. . . las cosas de César a César” (NM), Jesús mismo no se alistó en los ejércitos de César. Él sabía que Dios y César no son amigos. Por esa razón César mediante su gobernador Pilato dió muerte al Hijo de Dios y después de eso persiguió violentamente a los seguidores de Jesús. El sermón del monte pronunciado por Jesús dice que no podemos servir a dos amos, especialmente cuando los dos amos son enemigos uno del otro. Los testigos de Jehová han “hecho votos solemnes de dedicar su vida al servicio de Dios” y son gobernados por una “creencia . . . con relación a un Ser Supremo implicando obligaciones superiores a las que resultan de alguna relación humana”, incluso cualquier relación terrestre con César. De modo que cuando surge algún conflicto entre Dios y César, ellos se someten a estas obligaciones superiores, así como dijo Pedro el apóstol a la corte de Ley: “Tenemos que obedecer a Dios cómo gobernante más bien que a los hombres. . . . y nosotros somos testigos.”—Hech. 5:29-32, NM.
12. ¿Qué cosa no se discutía allí? Entonces ¿cómo aplica Mateo 22:21?
12 Además, cuando Jesús le dijo a sus interrogadores, “Devuelvan las cosas de César a César,” el asunto bajo discusión no era el enganche militar de César ni el alistamiento voluntario en su ejército. De manera que la respuesta de Jesús no se aplicaba a eso. Lo que le preguntaron fué esto, “¿Es lícito pagarle tributo a César o no?” y por eso Jesús les dijo que le mostraran una “moneda de tributo” y le mostraron un denario que tenía la imagen e inscripción de César. De modo que Jesús declaró que era lícito de acuerdo con la ley de Dios por Moisés pagar contribuciones a César aunque César había extendido su imperio mediante la fuerza de armas carnales y había quitado la independencia y libertad del pueblo escogido de Jehová. Hasta un hombre con objeciones concienzudas contra el servir en los ejércitos de agresión y de subyugación de César debía pagarle contribuciones como conquistador. Aunque César aplicara una grande parte de éstas a su programa militar, aun así lo que él hacía con el dinero que había colectado mediante las contribuciones no era la responsabilidad del que hacía objeción debido a su conciencia. Debido a que César había asumido el mando del país y estaba manejando el gobierno, toda la gente subyugada estaba recibiendo algunos beneficios materiales, y por éstos ellos debían devolverle a César la contribución como algo que se le debía. Por consecuencia el que hace objeción debido a su conciencia y que está en pacto con Dios para ser Su testigo, como estaban los judíos, no está autorizado para participar en cualquier subversión o para promover un pacifismo que resultara en desobediencia civil à la Mahatma Gandhi.
13, 14. ¿Debido a qué otra razón grande aparte del sermón de Jesús no se envuelven en las controversias del mundo? ¿Cómo mantienen su adoración limpia?
13 Porque están dedicados enteramente a Dios debido a los votos que han hecho a él por medio de Cristo, los testigos de Jehová de acuerdo con la Palabra de Dios no forman parte de este mundo que está gobernado por los sistemas políticos. Por esta razón bíblica importante ellos les dicen a los funcionarios del gobierno que rehusan concienzudamente servir en cualquier establecimiento militar o en cualquier arreglo civil que substituye por servicio militar. Jesús le dijo a Pilato, el representante de César: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores hubieran peleado para que no fuera entregado a los judíos. Empero, siendo como es, mi reino no es de esta fuente.” Entonces Jesús le dijo a Pilato por qué no había participado en algún esfuerzo militar para librar a los judíos del dominio de César, diciendo: “Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, para dar testimonio a la verdad.” Él vino para ser el testigo de Jehová y para sacar a sus seguidores de este mundo, y hacerlos testigos de Jehová igual que él. De modo que dijo a sus apóstoles: “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, por esta causa el mundo los odia.” Y cuando oró a Dios por ellos él dijo: “Ellos no son parte del mundo así como yo no soy parte del mundo.” (Juan 18:36, 37; 15:19; 17:14, 16, NM) Concerniente a los testigos de Jehová que el mundo odió y maltrató Hebreos 11:38 (NM) dice: “El mundo no fué digno de ellos.” Pues, porque no son parte de este mundo, se les prohibe entremeterse y tomar parte en sus asuntos y en sus controversias. Los israelitas espirituales están tan separados de las naciones y sus ejércitos como lo estaban los israelitas naturales.
14 Si es que su adoración ha de ser “limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre”, entonces cada uno tiene que tratar de “mantenerse sin mancha del mundo”. (Sant. 1:27, NM) Ellos les dicen a los oficiales que son absolutamente neutrales para con las disputas políticas y las controversias y contiendas internacionales de este mundo. Ellos no toman parte activa o violenta a favor de cualquier lado, sino que pagan sus votos a Dios y siempre abogan por Su reino y camino de salvación.
15. ¿Por qué no pelean por territorios ni resisten cambios políticos?
15 Como los sacerdotes y levitas de Israel que estaban dedicados especialmente al servicio de Jehová en su templo, ellos no tienen ninguna herencia en este mundo. De modo que ellos no pelean por territorios; y si sufren alguna pérdida de propiedad debido a la persecución por parte de su gobierno nativo o debido a una invasión por agresores armados, ellos confían en que Dios les proveerá con las cosas necesarias para la vida. Así como escribió Pablo a sus contestes cuando estaba en prisión: “Ustedes no sólo expresaron compasión por aquellos en prisión sino que con gozo aguantaron el despojo de sus posesiones, sabiendo que ustedes mismos tienen una posesión mejor y duradera.” (Heb. 10:34, NM) Más bien que ser muertos en un esfuerzo violento para proteger las propiedades materiales de este mundo, ellos prefirieron vivir en una condición despojada para que pudieran seguir testificando por el reino de Dios y así ‘predicar la palabra’ y ‘ocuparse en eso urgentemente en tiempo favorable, y en tiempo dificultoso’. No importa qué cambios políticos o gubernamentales sucedan sobre ellos, ellos en su posición neutral están obligados a someterse a tales cambios y seguir adelante con la obra de Dios de la mejor manera posible bajo esas condiciones alteradas. Ellos saben que el reino de Dios, por el cual oran según se les enseña en el sermón del monte, y el cual predican, se hará cargo completamente de toda la tierra después del Armagedón.—2 Tim. 4:2, NM.
MINISTROS DEL EVANGELIO Y EMBAJADORES EXENTOS
16. ¿De qué los exime Dios ahora? Por eso ¿qué deben hacer los oficiales?
16 Los sacerdotes y los levitas fueron exentos de la conscripción para servicio militar en Israel. (Núm. 1:45-54; 2:32, 33) Siendo que los testigos de Jehová están consagrados a Dios como seguidores de Jesucristo, ellos igualmente deben ser exentos de los deberes militares con armas carnales. Dios los exime, y no requiere que peleen como pelearon Josué,
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