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¿Cómo opera el espíritu de Dios hoy día?La Atalaya 1960 | 1 de julio
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del reino de Dios por medio de proclamar por todas partes las buenas nuevas acerca de él. Esta es la organización que permanece sin mancha del mundo y como resultado es odiada por éste, tal como lo predijo la profecía. Esta es la organización que está reuniendo en una sociedad del nuevo mundo a personas mansas que en todas partes de la tierra aman la justicia, y les está enseñando a servir a Dios. Los que están reunidos así sacan provecho de la influencia del espíritu a medida que éste opera sobre la organización.
Aunque el espíritu de Dios no opera hoy en día de la manera espectacular en que operó en el Pentecostés, sin embargo, está haciendo que se efectúe una inmensa obra docente en honor del nombre de Jehová. Los que siguen la dirección de este espíritu, a una con la sociedad del nuevo mundo, son guiados por la vía estrecha que conduce a la vida eterna bajo el justo dominio del reino de Dios.
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¿De dónde viene el dinero para la obra del Reino?La Atalaya 1960 | 1 de julio
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¿De dónde viene el dinero para la obra del Reino?
LA PRIMERA pregunta que surge en la mente de muchos extraños al caminar en Brooklyn, Nueva York, y pasar en frente del edificio de diez pisos de alto y una manzana de ancho en que se alojan las oficinas internacionales de los testigos de Jehová es: “¿Cómo consiguen fondos para todo esto?” Cuando se les dice que el edificio nuevo de doce pisos que se está construyendo al otro lado de la calle también pertenece a la Sociedad Watch Tower, así como también un grupo de edificios fabriles de diferentes números de pisos a menos de un kilómetro de allí, su pregunta se hace más insistente: “¿De dónde viene el dinero?”
Puesto que la Sociedad Watch Tower no se ocupa en empresas de negocio comercial, sino en una obra filantrópica de instrucción bíblica, se les hace difícil a tales personas entender cómo la Sociedad puede construir y mantener edificios tan grandes y atractivos. Pero estos edificios que se usan para imprimir Biblias y literatura bíblica y para alojar a los que trabajan en la fábrica de imprenta no representan el único gasto que la Sociedad hace. Mantiene ochenta y cinco sucursales en diferentes partes del mundo con un personal de 1,236 personas que las mantienen en funcionamiento. Además de esto, mantiene muchos hogares misionales. Se cuida de las cosas fundamentales que necesitan los misioneros y otros representantes especiales de la Sociedad para que ellos puedan dedicar toda su atención a la obra de instruir a las personas de buena voluntad en las muchas verdades de la Palabra de Dios. Todo esto cuesta dinero.
Se gastan grandes sumas de dinero en la producción de inmensas cantidades de Biblias y de literatura bíblica. En 1959, la Sociedad Watch Tower produjo más de 734 millones de piezas de impresos. Requiere mucho dinero el proveer los materiales y la maquinaria de precisión que hay que tener para realizar tan grande obra de impresión. Por eso la pregunta en cuanto a cómo se sufragan los gastos de una operación filantrópica tan tremenda es una que los extraños siempre hacen.
Algunas personas quizás crean que para esto se usa el dinero que se consigue de las Biblias y literatura bíblica que la Sociedad produce, pero tal no es el caso. La pequeña contribución que se recibe de las personas que toman la literatura no sufraga los gastos de operación para las actividades de la Sociedad. Otras personas quizás digan que el dinero viene de solicitudes, de programas para reunir fondos mediante juegos de bingo o de pedir diezmos. Pero ésta también es una conclusión errónea.
Desde el tiempo en que se fundó la Sociedad Watch Tower en 1884, ella nunca ha solicitado dinero. Nunca ha empleado la Sociedad Watch Tower rifas ni bingo ni otros programas para reunir fondos como los que usan tan comúnmente los grupos religiosos. Algo que probablemente le cause aun mayor sorpresa a la persona que no conozca bien a los testigos de Jehová es el hecho de que la Sociedad en ninguna ocasión durante sus setenta y seis años de existencia ha pasado un platillo de colectas. Nunca se ven platillos de colectas en ninguna reunión que ella patrocina.
Tampoco es el pago de diezmos la respuesta a la pregunta, porque los testigos de Jehová no consideran que el pago de diezmos es un requisito cristiano. El pagar diezmos fue hecho una parte de la ley mosaica y tenía como propósito el sustentar al sacerdocio levítico, pero los cristianos no están bajo esa ley. Cristo le puso fin. Además de eso, el sacerdocio levítico ya no existe. Por eso los testigos de Jehová no pagan diezmos.
OFRENDAS VOLUNTARIAS
Está escrito en Proverbios 3:9: “Honra a Jehová con tus cosas de valor.” Esto es lo que han estado haciendo las personas que se interesan en la obra de la Sociedad Watch Tower. De buena gana hacen ofrendas, o contribuciones, regulares y voluntarias a la Sociedad para que siga llevándose a cabo y extendiéndose la obra de proclamar el nombre y los propósitos de Jehová Dios. Reconocen que el hacerlo es obligación bíblica.
En el capítulo octavo de Lucas 8 hallamos un ejemplo de mujeres cristianas que daban ayuda material a Cristo y a sus apóstoles, para que el ministerio cristiano siguiera efectuándose de aldea en aldea y de ciudad en ciudad. En el versículo tercero Lu 8:3 dice que estas mujeres “estaban ministrando de sus bienes.” Aquí tenemos un ejemplo del dar voluntario que los testigos de Jehová siguen hoy día. Por las contribuciones voluntarias que hacen a la Sociedad Watch Tower están ministrando a miles de representantes especiales de la Sociedad que dedican todo su tiempo al ministerio.
Los corintios son otro ejemplo de personas que dieron voluntariamente. Al escribirles, el apóstol Pablo les dijo: “Por medio de la prueba que este ministerio da, ellos glorifican a Dios porque ustedes son sumisos a las buenas nuevas acerca del Cristo, como ustedes declaran públicamente que son, y porque ustedes son generosos en su contribución a ellos y a todos.”—2 Cor. 9:13.
Generosidad semejante a ésta expresada por los testigos de Jehová por todo el mundo es lo que hace posible el mantenimiento de las muchas sucursales, imprentas, hogares misionales y actividades ministeriales de la Sociedad. Ninguna parte del dinero que se contribuye así se usa para pagar a oficiales y representantes especiales para que trabajen por la Sociedad. Las personas que trabajan de tiempo cabal en las sucursales o como representantes especiales en el campo lo hacen voluntariamente, no por pago.
LA PEQUEÑA OFRENDA DE LA VIUDA
En una ocasión Jesucristo miraba a la gente hacer contribuciones para la manutención del templo de Jerusalén. Lo impresionó la devoción que demostró una viuda que hizo una contribución aunque tenía escasas posesiones materiales. Lo que ella echó en el tesoro sagrado del
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