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¿Está usted desplegando interés?La Atalaya 1981 | 15 de agosto
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¿Está usted desplegando interés?
‘¿DESPLEGANDO interés en qué?’ quizás pregunte usted. El salmista David responde:
“Ciertamente te ensalzaré, oh mi Dios el Rey . . . Todo el día te bendeciré . . . En el glorioso esplendor de tu dignidad y en los asuntos de tus maravillosas obras ciertamente me interesaré intensamente.”—Sal. 145:1, 2, 5.
Los “asuntos” relacionados con la obra maravillosa de Jehová de establecer un reino mesiánico para la bendición de toda la humanidad ciertamente redundarán en “glorioso esplendor” a la “dignidad” de Jehová. Estos “asuntos” son mucho más importantes que los de naturaleza personal. Por lo tanto, ¿estamos dándoles la debida atención?
Apropiadamente, el texto del año de los testigos de Jehová para 1981 dice: “Tus leales te bendecirán. Dirán de la gloria de tu gobernación real.”—Sal. 145:10, 11.
La lealtad que damos a la gobernación real de Dios es una medida del interés que desplegamos en los “asuntos” que tienen que ver con la obra del Reino que ahora se está efectuando en la Tierra.
JESÚS PONE EL EJEMPLO
¡Qué magnífico ejemplo de lealtad a la gobernación real de Dios tenemos en el Hijo primogénito de Jehová! Él siempre ha desplegado intenso interés y preocupación por las obras maravillosas de Dios. Se le describe en su existencia prehumana como un “obrero maestro,” y ‘el objeto de su cariño estaba con los hijos de los hombres.’ (Pro. 8:30, 31) Cuando el Hijo de Jehová vino a la Tierra, demostró el mismo interés en trabajar con su Padre, el mismo ‘cariño para con los hijos de los hombres.’ Después de sanar a un cojo en un sábado o día de descanso, Jesús dijo: “Mi Padre ha seguido trabajando hasta ahora, y yo sigo trabajando.”—Juan 5:17.
Jesús se gastó incesantemente, noche y día, al cuidar de todos los “asuntos” que tenían que ver con el reino de Dios. Esto suministró prueba, a todo observador sincero, de que él era el Hijo de Dios. Cuando llegó el tiempo para que Jesús entregara la vida, tuvo la satisfacción de poder decir: “Yo te he glorificado sobre la tierra, habiendo terminado la obra que me has dado que hiciese.” (Juan 17:4) Sí, Jesucristo había desplegado sumo interés en los intereses del reino de su Padre, como leal apoyador y proclamador del Reino.
Mientras Jesús estuvo con sus discípulos, les enseñó a tener el mismo interés que él tenía en la gente y a tener el mismo deseo de trabajar por los intereses del Reino. (Mat. 9:37, 38; 10:1-15) ¿Cómo desplegaron su interés aquellos cristianos primitivos? Cada uno de ellos probó su lealtad al Reino por medio de proclamar personalmente las “buenas nuevas.” Muchos se hicieron predicadores de tiempo completo. A éstos se les podía enviar como misioneros a territorios distantes. Además de participar personalmente en la actividad de predicar, algunos de los apóstoles y “ancianos” de Jerusalén aceptaron voluntariamente la responsabilidad de dirigir la obra en el entero campo de la predicación. (Hechos, cap. 15) Otros “ancianos” aceptaron la superintendencia de congregaciones de la localidad. (Hech. 14:23) Además, aquellos cristianos primitivos contribuyeron gustosamente a fondos de socorro especiales para ayudar a sus hermanos que estuvieran sufriendo necesidad en otras partes.—Rom. 15:26.
Sí, hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, se hicieron “colaboradores de Dios,” “colaboradores en la verdad,” “colaboradores para el reino de Dios.” (1 Cor. 3:9; 3 Juan 8; Col. 4:11) Utilizaron todos los medios de comunicación que se conocían en aquellos días para llegar a las partes más lejanas de sus territorios. Gustosamente dieron de sí mismos y de sus bienes para alcanzar esa meta. (2 Cor. 12:15) Dios los bendijo por el interés leal que desplegaron para con la obra del Reino.
¿QUIÉNES DESPLIEGAN INTERÉS HOY?
¡Qué excelente ejemplo dejaron Jesús y aquellos cristianos primitivos para que nosotros lo siguiéramos en este siglo veinte! Debido a que la población de la Tierra sigue aumentando, la siega que se está efectuando en el día actual es mucho mayor que la que se efectuó en el primer siglo. En comparación con el campo vasto que está disponible para la predicación, los “obreros” aún son “pocos” en número. Por lo tanto, nuevamente se hace necesario ‘rogarle al Amo de la mies que envíe obreros a su siega.’—Mat. 9:37, 38.
En la actualidad, ¿quiénes son los que con lealtad están respondiendo de buena gana a esta urgente llamada a la acción? Los testigos de Jehová están desplegando interés en estos “asuntos” relacionados con el maravilloso reino mesiánico de Jehová. Prueba de esto es la predicación mundial de las “buenas nuevas del reino.” (Mat. 24:14) Al igual que en el primer siglo, en la actualidad vemos a hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, haciéndose “colaboradores para el reino de Dios.” El único deseo que tienen antes de que llegue el fin de este sistema de cosas es el de poder decir a su Amo: ‘Hemos terminado la obra que nos diste para que la hiciéramos.’
Por más de 70 años, esta obra mundial de predicación ha sido dirigida desde la central mundial de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York. Aquí y en 97 sucursales por todo el mundo, un total de 5.039 trabajadores voluntarios están atendiendo los intereses del Reino. ¿Cómo? Por medio de dedicarse de tiempo completo a la preparación, la impresión y el envío de miles de millones de Biblias, libros, folletos y revistas. Más de 2 1/4 de millones de Testigos utilizan estas publicaciones en su obra de predicar y enseñar. A cada uno de los más de 5.000 trabajadores voluntarios se les proporciona una pequeña mesada para ropa y otros gastos, así como albergue y alimento adecuados.
Debido a la rápida expansión de la obra del Reino en muchos países, ha sido necesario ampliar muchas de las instalaciones de impresión. Algunas de éstas han sido completadas; otras están en construcción todavía. Mucho del trabajo de edificar ha sido hecho por trabajadores voluntarios, lo cual ha mantenido al mínimo los costos de construcción.
En los últimos años, se han hecho grandes adelantos en los métodos de impresión, y estos procesos nuevos se están utilizando en muchas de las sucursales, así como en la oficina central mundial de los testigos de Jehová. Otro beneficio de esta obra de expansión y construcción es que se puede lograr una mejor dirección de la obra de predicar en las 43.181 congregaciones de los testigos de Jehová. Se está efectuando esta obra de expansión para que el mensaje impreso se pueda presentar de la manera más eficaz y atractiva posible, y también para que esta obra sumamente importante quede completa antes de que estalle la “grande tribulación.”—Mat. 24:21.
¿CÓMO HA SIDO POSIBLE HACER TODO ESTO?
Algunos de nuestros lectores quizás se estén preguntando cómo es posible llevar a cabo una obra de expansión de esta clase en vista de que los gastos de construcción han aumentado, así como los gastos de viaje y del costo de la vida. Esto ha sido posible debido a que hay muchos miles de Testigos, y muchas otras personas a quienes atrae la forma de adoración que éstos practican, que han ‘desplegado interés’ durante el pasado año. ¿Cómo? Por medio de hacer contribuciones y préstamos voluntarios a la Sociedad Watch Tower.
Quisiéramos ahora expresar nuestro agradecimiento a todas esas personas que han ayudado de buena gana por su interés amoroso en estos “asuntos” que tienen que ver con la obra del reino de Jehová.
La generosidad de ustedes ha hecho posible que se progrese rápidamente en muchos de los proyectos de construcción y en la compra e instalación de nuevo equipo de imprenta. También ha ayudado a hacer posible el que haya fondos disponibles montantes a más de 22 millones de dólares, para ayudar a sufragar los gastos de miles de ministros de tiempo completo. Entre éstos están los superintendentes viajantes, misioneros y precursores especiales. Al compartir generosamente de esta manera, y al tomar parte personalmente en la predicación de las “buenas nuevas,” ustedes ciertamente están ‘honrando a Jehová con sus cosas valiosas.’—Pro. 3:9.
Tenemos la seguridad de que Jehová moverá el corazón de sus adoradores leales a desplegar el mismo interés durante este año. Cualquier contribución para la obra de Jehová debe enviarse a la oficina local de la sucursal de la Sociedad Watch Tower de su país. Para los que viven en los Estados Unidos, las contribuciones o los préstamos pueden enviarse a 25 Columbia Heights, Brooklyn, Nueva York, 11201. La Sociedad acusará recibo de cada donativo que reciba.
Los que honran a Jehová y ‘se interesan’ profundamente en los asuntos relacionados con sus “obras maravillosas” disfrutan de gran deleite y satisfacción. ¿Está usted ‘interesándose’ así? Esperamos que sí, pues por ello disfrutará de bendiciones espirituales muy satisfacientes de la mano de Jehová.—Sal. 145:15, 16.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1981 | 15 de agosto
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Preguntas de los lectores
● Puesto que la palabra “organización” no aparece en la Biblia, ni siquiera en los idiomas originales en que ésta se escribió, ¿con qué derecho podemos decir que Dios tenga una organización, o hablar de la organización de Dios?
Una palabra hebrea moderna para “organización” es el sustantivo irgún. Se deriva del verbo hebreo erag, que significa tanto “arreglar en fila” como “seguir.” Correspondientemente, una organización es un arreglo de cosas. (Como ejemplo de esto, uno pudiera remitirse a ‘Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta,’ capítulo 17, párrafo 28, en su edición hebrea.)
El idioma hebreo tiene otra palabra que es equivalente a “organización,” a saber, histadruth. Esta palabra se funda en una palabra que se encuentra en las Escrituras Hebreas originales. Las letras básicas o claves de la palabra histadruth son s, d y r. Con estas tres consonantes se forma el verbo hebreo sadar, que significa, básicamente, “arreglar en orden,” produciendo, por lo tanto, un arreglo. La forma reflexiva del verbo sadar sirve como base para el sustantivo histadruth, que significa “organización.”
Aunque no encontramos esta palabra en las Escrituras Hebreas inspiradas, sí encontramos el sustantivo hebreo relacionado, seder, en Job 10:22. Allí ese sustantivo se usa en plural, y se escribe s’darim. La Versión Moderna traduce Job 10:22 de esta manera: “Tierra de lobreguez, como las tinieblas espesas; lugar de sombra de muerte, sin orden [s’darim] alguno, y cuya luz es como las densas tinieblas.” (También, Versión Valera; Straubinger.) La Traducción del Nuevo Mundo lo vierte así: “A la tierra de lobreguez parecida a tinieblas, de sombra profunda y desorden [lo s’darim], donde no resplandece a mayor grado que las tinieblas.” (Vea también La Biblia de Jerusalén.) Aquí, desorden, sin orden alguno, significaría falta de arreglo, desorganización.
Hasta este día los judíos usan la palabra seder. Un seder es parte de la Mishna judía. Bajo la palabra “Mishna,” la Cyclopœdia de M’Clintock y Strong dice: “La Mishna está dividida en seis partes (. . . , Sedarim, arreglos), que contienen 62 tratados . . . y 514 capítulos . . . Estos últimos, a su vez, están divididos en secciones numeradas.”
De modo que en la Biblia Hebrea original se puede encontrar la palabra para “orden” o “arreglo.” Al enfatizar lo necesarios que son el orden y el arreglo en la congregación cristiana, el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Corinto: “Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como sucede en todas las iglesias de los santos. Mas háganse todas las cosas decorosamente y con orden [en traducciones hebreas: s’darim n’khonim].” (1 Cor. 14:33, 40, Versión Moderna; Versión Valera, 1977) Este consejo apostólico del primer siglo aplica con el mismo vigor hoy en todas las congregaciones de los testigos cristianos de Jehová. El apóstol Pablo escribió en el griego común de su día, y la palabra griega para “organización” es orgánosis. La raíz de esta palabra es ergon, una palabra que significa “trabajo” y que aparece repetidamente en las Escrituras Griegas Cristianas.
Habiendo considerado todo esto a la luz de las Escrituras, sería forzar las cosas el alegar que Dios no tiene una organización en vista de que las palabras originales que significan “organización” en idiomas antiguos no aparecen en las Escrituras Hebreas y Griegas inspiradas. En todo lo que hace Dios demuestra que puede organizar. ¿Qué pasaría si él no organizara a sus criaturas obedientes? Como estructura una organización es un cuerpo de personas inteligentes a quienes se reúne y arregla para que trabajen juntas pacífica y armoniosamente en llevar a cabo un propósito común, el propósito del organizador.
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