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  • Mostrándose amor unos a otros en las asambleas
    La Atalaya 1970 | 1 de noviembre
    • de los siervos de Jehová el principio que predomina es que “el amor . . . no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses.”—1 Cor. 13:4, 5.

      CONSIDERACIÓN A OTROS

      Una manera de determinar cómo mostrar de la mejor manera este amor en las diversas circunstancias en las asambleas es preguntarnos: “¿Qué habría hecho Jesús si hubiera estado en esta situación?” Usted sabe que él habría hecho lo bondadoso, lo altruista, lo correcto. Por ejemplo, si otros estuvieran esperando en fila ante un mostrador de alimentos o literatura, ¿habría él usado la táctica mundana de apiñarse enfrente en vez de esperar pacientemente su turno? En vez de eso, es probable que Jesús hubiera esperado pacientemente, y quizás hasta hubiera ofrecido su lugar a alguien que necesitara consideración especial.

      Es posible que de vez en cuando veamos a una persona que no despliegue amor cristiano maduro en esas situaciones. Pero es bueno reconocer que no todos los que asisten a las asambleas cristianas son cristianos maduros. Hay algunos que quizás hayan conocido las leyes y principios de Jehová solo por corto tiempo. Posiblemente otros sean individuos interesados que asisten a su primera asamblea. Luego están los niños, que, careciendo de experiencia en la vida, no siempre muestran el mismo grado de amor cristiano como uno esperaría de siervos adultos de Jehová. Sin embargo, queremos que todas estas personas asistan, porque allí es donde darán adelanto a su crecimiento cristiano. Les toca a los que han adelantado en amor cristiano el poner un ejemplo excelente, llevando la delantera en mostrar amor a otros. ¿Hará usted eso?

      También se puede demostrar amor cristiano tocante a mantener limpio el terreno de la asamblea. En un evento deportivo mundano, a menudo se ve que las personas que no tienen amor a Jehová ni a su prójimo tiran al suelo vasos de papel vacíos, envolturas de alimentos, servilletas y otros artículos. ¡La cantidad de basura que queda después de tales acontecimientos deportivos es fantástica!

      Pero en una asamblea cristiana, ¿qué esperaría uno? Uno esperaría que los que son maduros buscaran un receptáculo donde depositar los artículos que hubieran de desecharse. También, uno admiraría y trataría de imitar el ejemplo de los que, después de terminarse las sesiones del día, miran debajo de sus asientos para ver si hay basura allí, aunque quizás ellos no la hayan tirado, y que luego la recogen y la depositan en el lugar apropiado. El hacer eso es una cosa amorosa. ¡Cuánto se lo agradecen los que se han ofrecido voluntariamente para limpiar! Hace posible que completen su trabajo más rápidamente y puedan unirse a sus amigos y familias.

      ARREGLOS PARA SENTARSE

      Otra manera de mostrar amor es por medio de tener un punto de vista equilibrado de los arreglos para sentarse. A menudo se observa que hay personas que guardan asientos para otros en las asambleas, y algunos creen que esto jamás debe permitirse. Pero, ¿resultaría práctico esto?

      Por ejemplo, una señora se sienta con sus hijos. Su esposo, que se ha ofrecido para rendir servicio voluntario, planea reunirse con su familia tan pronto como sea posible después de comenzar la sesión. También durante los intermedios quizás a uno de los niños se le haga necesario ir al excusado. Puede que la madre lo envíe con uno de los niños mayores. ¿Sería incorrecto que la esposa guardara aquellos tres asientos cuando esa familia está demostrando gran amor al contribuir el esposo para trabajar en la asamblea?

      O quizás se vea que un matrimonio guarda dos asientos antes de comenzar la sesión. Quizás sean para su hijo y su nuera que sirven a Jehová de tiempo cabal en una asignación lejos del hogar de los padres y que quizás también estén participando en el servicio voluntario en la asamblea. Es posible que la familia haya hecho arreglos con anticipación para sentarse juntos para poder pasar más tiempo unos con los otros. ¿Es incorrecto que estos padres que han dado sus hijos e hijas al servicio especial de Jehová quieran sentarse con ellos durante la asamblea?

      También puede haber personas interesadas que estén presentes por primera vez, y bondadosamente los Testigos hayan hecho arreglos para sentarse con ellas para que se sientan a sus anchas, pero estas personas quizás lleguen un poco tarde a sus asientos. ¿Realmente no sería amoroso que el hermano o hermana cristiano reservara los asientos para estos recién interesados, por lo menos por un poco de tiempo?

      Por supuesto, esos ejemplos son muy diferentes de reservar filas enteras de asientos solo para tener disponibles algunos para cualquier conocido que quizás pase por allí. Los asientos deben guardarse solo para los que definidamente van a venir a estar con uno.

      Sin embargo, si después de un período de tiempo razonable no viene la persona para quien se ha reservado el asiento, ¿entonces qué? El proceder amoroso sería decirle al acomodador que el asiento está disponible, para que él dirija a otra persona a éste. También, para algunas sesiones, como el discurso público, puede hacerse un anuncio de que no se guardarán asientos después de cierta hora para que todos estén sentados antes de comenzar la sesión.

      Tocante al asunto de asientos, también es bueno tener presente que es una evidencia de amor cristiano el que mostremos consideración a personas que quizás nunca hayamos visto antes, sean nuestros propios hermanos y hermanas cristianos o personas que asistan por primera vez. ¡Cuánto gusto les da a todos cuando una persona que está sentada cómodamente ofrece espontáneamente su asiento a alguien de mayor edad, a una madre con un bebé en los brazos o a un individuo que evidentemente no es muy fuerte! Si usted está alerta, sin duda podrá participar de la felicidad que proviene de mostrar ese interés amoroso.

      Ciertamente otros notan la exhibición de amor cristiano de parte de los siervos de Jehová en todo aspecto de las asambleas. Como dijo un funcionario municipal después de asistir sólo por una hora a la asamblea de Kansas City, Misuri, el año pasado: “Sé que ustedes son el pueblo de Dios.” Pues, ¿no es cierto que Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos”? Sí, ése a menudo será el resultado cuando nos mostremos amor cristiano unos a otros en las asambleas.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1970 | 1 de noviembre
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿Está seleccionando Dios todavía a individuos para estar asociados con su Hijo en el reino celestial, o es la esperanza de vida terrestre la que tienen todos los que se dedican a Jehová en este día?—EE. UU.

      La selección de los herederos del Reino para ser socios con Jesucristo comenzó el día del Pentecostés, 33 E.C., con el derramamiento del espíritu de Dios sobre aproximadamente 120 de los discípulos de Jesús. (Hech. 2:1-21) Unos sesenta años después Jesucristo le reveló al apóstol Juan que el número total de herederos del Reino sería de 144.000.—Rev. 7:1-8; 14:1-3.

      Desde el Pentecostés de 33 E.C., Jehová Dios ha estado seleccionando a los que habrán de ser coherederos con su Hijo. Es imposible decir cuántos a través de los siglos se añadieron a los miles iniciales que se mencionan en el libro de Hechos. (Hech. 2:41; 4:4) Aun en tiempos modernos, hasta aproximadamente 1935, continuó saliendo la llamada para traer a los que faltaban de los 144.000, ó el “resto.” Sin embargo, desde entonces el énfasis se ha dado principalmente a recoger la “grande muchedumbre”

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