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  • Entrenando sus facultades perceptivas
    La Atalaya 1961 | 15 de septiembre
    • La violación de un principio es incorrecta sin importar quién sea culpable. Si queremos desarrollar discernimiento verdadero tenemos que aprender a evaluar un asunto mediante la Palabra de Dios y a la luz de ella, no mediante los individuos que están envueltos en el asunto.—Pro. 3:5, 6; 10:23.

      PERCIBIENDO EL SENTIDO DEL CONSEJO

      14. ¿Cuál es otro factor necesario para aprender mediante observación, y ¿qué está envuelto en recibir el mayor provecho de ello?

      14 Otro factor de la observación provechosa es percibir el sentido del consejo cuando se da. La disciplina, aplicada correctamente, entrena, sea que se administre individual o colectivamente. “El que está reprendiendo a un hombre hallará más favor después que el que está lisonjeando con la lengua.” (Pro. 28:23) Sabiendo que el consejo es para nuestro bien, lo estimamos como estimamos a nuestro Padre celestial por administrarlo amorosamente para nuestra salvación. Pero el percibir el sentido del consejo requiere consideración con oración. Así como no podemos esperar adquirir conocimiento y retenerlo sin digerirlo plenamente, tampoco podemos entender el significado completo de la disciplina y entrenamiento, aplicándolo sabiamente, sin meditar en ello honradamente, considerando los hechos a la luz de las escrituras presentadas, así como el cazador diestro sigue juntando evidencias de la caza que lo conduzcan en una pista infalible.

      15, 16. ¿Cuál debe ser siempre nuestra actitud hacia el consejo, sea que nos aplique directamente o no?

      15 Sin importar el consejo que se dé o a quién se dirija, podemos casi seguramente hallar alguna manera en que aplique a nosotros mismos si estamos alerta. “Reprende en presencia de todos los espectadores a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor,” dijo Pablo. (1 Tim. 5:20) Jesús no dio a los que escuchaban su sermón del monte justificación para la vanagloria de la virtud propia cuando les advirtió: “Ustedes oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia.’ Sin embargo, yo les digo a ustedes que todo el que continúa airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia.” ¿Podría cualquiera de su auditorio decir que nunca había guardado rencor alguno a ninguno de sus hermanos? Jesús amonestó además a sus oyentes: “Ustedes oyeron que se dijo: ‘No cometerás adulterio.’ Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.” (Mat. 5:21, 22, 27, 28) ¿Quién al alcance del sonido de la voz de Jesús podría absolver su conciencia sin remordimiento de culpa? En estos días de iniquidad avanzada, nosotros también tenemos que estar alerta a discernir el sentido de todas las palabras de consejo que recibimos de la Palabra de Dios por medio de su organización.

      16 Cuando se lee una carta a la congregación expulsando a alguien por maldad, ¿cómo se siente usted? ¿Siente dolor de que a un hermano o hermana le haya faltado suficiente discernimiento o haya rehusado ejercitarlo para imitar la fe del “esclavo fiel y discreto” de Dios? Debe afligirnos. Pero, ¿también siente usted la necesidad de fortalecer su propia posición dentro de la protección de la provisión de Dios para obrar correctamente? ¿Considera usted seriamente esos actos de conducta que han contribuido, paso a paso, a las consecuencias en que ha resultado el derrotero de su hermano? ¿Considera usted honradamente su propio proceder para eliminar toda posibilidad de duplicar su error, o encubre usted las violaciones menores como de poca importancia, como que no son de suficiente magnitud para causar preocupación? El cristiano maduro sabe que jamás puede dar ninguna cosa por supuesta, sin importar cuán exagerados parezcan los resultados finales de cualquier falta.—1 Cor. 10:12.

      17. (a) ¿Cuál puede ser el resultado por no aplicarnos a nosotros mismos el consejo y entrenamiento que se recibe por medio de la organización de Dios? (b) ¿Qué tenemos que hacer como individuos para pasar adelante a la madurez?

      17 Si no nos aplicamos a nosotros mismos el consejo y entrenamiento que con regularidad recibimos mediante la organización de Dios, entonces nos hacemos semejantes al cazador que ve indicios de caza pero que no les hace caso y se va en otra dirección. El proceder de esa manera es dejar de dar el primer paso necesario para hacer decisiones sabias, y esto nos deja completamente descalificados en cuanto a cumplir el propósito principal de recibir conocimiento e instrucción, es decir, de llegar a ser “hacedores de la palabra,” usándola en predicar y enseñar “estas buenas nuevas del reino.” Los testigos de Jehová tienen una organización de verdad. Se ha adquirido por medio de seguir fielmente la dirección de Jehová en cada paso del camino, rehusando ser desviados por vías falsas que han cruzado y entrelazado ese camino. Si nosotros como individuos vamos a pasar adelante a la madurez tenemos que defender la verdad de esa organización. Tenemos que obtener conocimiento acertado usando nuestras facultades perceptivas, percibiendo el sentido de ello y adhiriéndonos estrictamente a ello, no dejándonos desviar de modo que sigamos pistas falsas. (1 Tim. 1:3, 4) Nuestra protección habrá de hallarse en un estudio cuidadoso y continuo de la Palabra de Dios, en aceptar reprensión y buscar consejo constantemente de la organización de Dios y por medio de ella.

      18, 19. ¿Qué beneficios habrán de tenerse al aumentar nuestra habilidad para pensar y al entrenar nuestras facultades perceptivas?

      18 Este no es tiempo para estancarse. Al separarnos de este presente sistema de cosas por medio de rehacer nuestro pensar y por medio de asociarnos con el arreglo de Dios, hemos dado un paso adelante. Si no aumentamos nuestra habilidad para pensar perderemos nuestro lugar en la sociedad del nuevo mundo. Oiga usted la Palabra de Jehová: “Cuando entre la sabiduría en tu corazón y el conocimiento mismo se haga grato a tu misma alma, la misma habilidad para pensar te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará.” “La paz de Dios que sobrepasa a todo lo que se pueda pensar guardará su corazón y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús. . .Las cosas que aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron en conexión conmigo, practíquenlas; y el Dios de paz será con ustedes.”—Pro. 2:10, 11; Fili. 4:7-9.

      19 Entrene sus poderes perceptivos. Si lo hace no solo llenará usted los requisitos para recibir el alimento espiritual sólido que Jehová está proporcionando a su organización madura sino que, por medio de sus decisiones correctas en medio de toda circunstancia penosa, podrá permanecer con confianza en las filas de los que son cazadores y pescadores expertos de hombres, maestros de la Palabra en la sociedad del nuevo mundo de Jehová.

  • La norma moral una mezcolanza
    La Atalaya 1961 | 15 de septiembre
    • La norma moral una mezcolanza

      “Mientras que de boca la iglesia rinde servicio a las exigencias morales absolutas de Jesús, la verdadera norma moral en operación en la iglesia protestante promedio, la norma por la cual los miembros de las iglesias se juzgan unos a otros, es una mezcla curiosa y no santa de moralidad pagana, costumbres primitivas de los antecesores, y respetabilidad burguesa de la clase media, sazonada con algunas máximas tomadas de la Biblia.”—Citado en The Theology of Evangelism por Taito Kantonen de The Apostolic Preaching.

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