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Usando la escuela para mejorar el ministerio del campoGuía para la Escuela del Ministerio Teocrático
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buen éxito inmediato; también es valioso mostrar cómo hacer frente a un caso de falta de interés.
6 Cuando se le asigne la parte de amo de casa, también puede obtener beneficio en relación con el ministerio del campo. Use esta oportunidad para tratar de entender cómo piensan los amos de casa, y por qué presentan las objeciones que presentan. El representar usted con apego a la realidad a ese amo de casa, y observar cómo el discursante estudiantil maneja la situación, le ayudará a entrenarse para ser eficaz en el ministerio.
7. Para lograr progreso con regularidad, ¿en qué punto podríamos tratar de mejorar en nuestro ministerio durante el transcurso de cada semana?
7 Cuando se pronuncie un discurso basado en el libro Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático, analice la instrucción desde el punto de vista de mejorar su propio ministerio, ya sea de casa en casa o en cualquier otro caso. ¿Por qué no hacer de ése el punto principal en el cual mejorar en su ministerio esa semana? Por ejemplo, cuando el discurso tenga que ver con la necesidad de tener un tema, pregúntese si su presentación en el ministerio del campo verdaderamente tiene un tema. ¿Hace usted que se destaque tan claramente que los amos de casa realmente lo tengan fijo en su pensamiento después de haberles hablado? Si no es así, trabaje en ello esa semana. Además, usted oirá información sobre la lectura y aplicación de textos bíblicos. Mientras escuche ese discurso, analice cómo usted mismo usa los textos. ¿Los lee al amo de casa sin explicarlos? ¿Cómo enlaza los versículos con su tema? ¿Cómo los aplica al amo de casa? Un análisis de este tipo puede ayudarle a mejorar su lectura y aplicación de textos. ¿Es sobre el uso de ilustraciones el discurso? ¿Cómo puede usted mejorar en su uso de ilustraciones? O quizás el discurso sea acerca de enseñar en un estudio bíblico de casa. Investigue sus propios métodos para ver cómo puede aplicar esa información a enseñar en su propio estudio bíblico de casa, y hágalo esa semana. De esta manera, empleará lo que aprende en la Escuela del Ministerio Teocrático para mejorar en su ministerio del campo.
8. Mientras estamos afuera en el servicio del campo, ¿cómo podríamos aconsejarnos provechosamente nosotros mismos?
8 Analice su propia presentación. En la escuela usted oye con regularidad el consejo que se da y observa sus beneficios. El superintendente de la escuela quizás no esté con usted en el ministerio del campo, pero ¿por qué no se acostumbra a aconsejarse usted mismo? Al terminar de hablar con un amo de casa e ir hacia la siguiente casa, pregúntese: ¿Qué pudiera haber hecho para ser más eficaz? Sabiendo lo que sé ahora, si pudiera hacer esa visita de nuevo ¿qué haría de manera diferente? Ese análisis puede ayudarle ese mismo día, porque puede encontrarse con una situación similar en otro hogar. Si usted hace una práctica de analizar sus presentaciones a medida que trabaja, el progreso será constante. Por supuesto, al trabajar con otro publicador, también puede pedir sugerencias a su compañero.
9, 10. ¿Qué se podría hacer en las sesiones de ensayo en el hogar como ayuda para aplicar en el servicio lo que hemos aprendido aquí?
9 Un excelente método de mejorar la eficacia de sus presentaciones es ensayarlas con otros, y entonces analizarlas juntos. Eso se puede hacer con miembros de su propia familia o con otros de la congregación. Haga que desempeñen el papel de amos de casa, presentando objeciones comunes. Al presentárseles las objeciones, encárguese de ellas si sabe cómo. Si no, deténgase y obtenga sugerencias de los que estén presentes. Entonces siga adelante, usando algunas de las ideas que se hayan ofrecido. Al terminar, analicen juntos la eficacia de lo que se hizo. Esas sesiones de ensayo en el hogar pueden ayudar a mejorar su presentación, y también le dan la oportunidad de corregir errores antes de salir al campo. Le pueden ayudar a extender los principios aprendidos en la escuela a su ministerio del campo. Recuerde, el apóstol Pablo dijo que las personas maduras son las que “por medio del uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.” (Heb. 5:14) Una manera de aguzar las facultades de percepción es usándolas en sesiones de ensayo.
10 La Escuela del Ministerio Teocrático es una de las muchas y generosas provisiones de Jehová para nuestro entrenamiento. A medida que diligentemente aprendemos y aplicamos sus lecciones podremos decir con el profeta: “El Señor Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra. Despierta mañana tras mañana; despierta mi oído para oír como los enseñados.”—Isa. 50:4.
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El consejo edificaGuía para la Escuela del Ministerio Teocrático
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Estudio 20
El consejo edifica
1, 2. ¿Por qué buscamos consejo, y de qué manera lo recibimos?
1 Sin vacilación los adoradores del Dios verdadero siempre han acudido a él por guía en todos sus caminos. Confiadamente uno de los salmistas de la Biblia escribió: “Con tu consejo me guiarás.” (Sal. 73:24) Y Jeremías usó estas palabras en oración solícita: “El asunto entero no es demasiado maravilloso para ti mismo, . . . el Dios verdadero, el Grande, el Poderoso, Jehová de los ejércitos por nombre, grande en consejo y abundante en actos.”—Jer. 32:17-19.
2 A sus adoradores cristianos hoy día el consejo de Jehová les viene por medio de su Palabra escrita y por medio de la organización de sus siervos genuinos. Por eso los que se matriculan en la Escuela del Ministerio Teocrático pronto se dan cuenta de que el consejo que reciben y el espíritu con el cual se da están regidos por los excelentes principios de la Biblia.
3-5. Explique cómo la hoja de Consejo Oratorio y el material de los Estudios 21 hasta 37 inclusive están preparados con el propósito de usarse juntos.
3 Consejo progresivo. Como ayuda tanto para los estudiantes como para el superintendente de la escuela, se suministra la hoja de Consejo Oratorio. Recoge treinta y seis puntos que ayudarán al estudiante a mejorar su aptitud para presentar la verdad con eficacia. Se encontrará información útil sobre cada punto, en forma concisa, en los Estudios 21 hasta 37 inclusive de este libro; el estudio específico se indica por número en la hoja de Consejo Oratorio. Estos Estudios se suministran específicamente para ser usados con la hoja de consejo. En la mayoría de los casos dos o tres cualidades que están íntimamente relacionadas se combinan en un solo Estudio, con la idea de que se consideren al mismo tiempo.
4 Sería provechoso para los que recientemente se han matriculado en la escuela que se preparasen bien, teniendo presentes los puntos que figuran en la hoja de Consejo Oratorio. En el primer discurso, el superintendente de la escuela (u otro consejero, si hubiese muchos matriculados) solo encomiará al estudiante, destacando aquellos puntos en los que ha trabajado bien. Posteriormente, y de manera progresiva, se centrará en el punto de la hoja que más atención necesite a fin de que el estudiante mejore su presentación, y le asignará a trabajar específicamente en ese punto en su próximo discurso. En su momento, le indicará cuándo puede pasar a otros puntos de la hoja de consejo.
5 Algunos discursantes estudiantiles quizás adelanten con relativa rapidez, mientras que otros posiblemente tengan que trabajar en un solo punto a la vez más bien que tratar de encargarse de los puntos que se consideran en un Estudio completo. De hecho, a algunos estudiantes bien se les pudiera aconsejar que pronunciaran varios discursos mientras trabajan en un solo punto difícil, de modo que verdaderamente dominen la cualidad de la oratoria en que trabajan antes de pasar a otra.
6, 7. ¿Sobre qué puntos dará consejo el superintendente de la escuela?
6 El consejo que se da después de los discursos estudiantiles debe ser bondadoso, pensado de tal modo que ayude al estudiante a seguir mejorando como discursante. Sin embargo, todo consejo que se dé al discursante que presenta el discurso de instrucción o los puntos sobresalientes se ofrece privadamente después de la escuela. Particularmente se aconsejaría a este orador si se pasara del tiempo asignado. El que presenta el discurso de instrucción debe esforzarse por pronunciar un discurso modelo en todo respecto, y quizás no se necesite consejo privado.
7 Los puntos sobre los cuales se ofrecerá consejo, serán por lo general aquellos sobre los cuales se le haya notificado de antemano al estudiante que trabaje. Por supuesto, si algún otro aspecto del discurso es particularmente bueno, el consejero ciertamente podría incluirlo en sus palabras de encomio, pero no marcará la hoja de consejo en cuanto a ese punto. Las marcas que se usarán serán las siguientes: “T” (Trabaje en este punto) cuando sería ventajoso seguir trabajando en esa cualidad particular de la oratoria; “M” (Mejorado) cuando un estudiante ya ha trabajado en un punto por lo menos una vez antes y da evidencia de mejoramiento pero le sería ventajoso trabajar en ese punto en otra ocasión; “B” (Bien) cuando la cualidad que se considera ha sido demostrada lo suficientemente bien como para permitir el seguir adelante a un estudio de otras cualidades de la oratoria al preparar la siguiente asignación de la escuela. Si el estudiante recibe una asignación de lectura, se le aconsejará sobre aquellos puntos que mejor encajen con este tipo de asignaciones.
8-10. Al marcar la hoja de consejo, ¿qué debe tener presente el superintendente de la escuela para dar estímulo que lleve a progresar?
8 El superintendente de la escuela debe ejercer considerable discernimiento para efectuar el mayor bien por medio del consejo que dé. Si un discursante es muy nuevo, más que cualquier otra cosa lo que necesita es estímulo. Otros estudiantes, que han estado por más tiempo en la escuela, quizás sean diligentes al preparar sus discursos, y den atención a las cualidades de la oratoria que se les han asignado para trabajar en ellas, pero pueden ser de habilidad limitada. En esos casos, si ha evidenciado cierta cualidad de la oratoria a un grado limitado, el superintendente de la escuela puede ponerle “B” en la hoja de consejo y dejar que pase a otra cualidad que necesite atención.
9 Por otra parte, otro discursante quizás tenga mayor experiencia o más habilidad natural, pero, posiblemente debido a la urgencia de otro trabajo, quizás no se haya tomado el tiempo necesario para hacer un estudio de las cualidades de la oratoria asignadas y como resultado quizás no haya hecho tan buena labor como podría. En un caso como éste realmente estorbará el progreso del estudiante el que el superintendente de la escuela marque “B” en la hoja de consejo y le diga que siga adelante a otro punto. Si el discurso era del tipo en que la cualidad asignada pudo haberse manifestado, el consejero marcará la hoja “T” (Trabaje en esto) y bondadosamente ofrecerá alguna ayuda personal al estudiante como auxilio en su progreso. De esta manera los estudiantes recibirán estímulo que los llevará a hacer de cada discurso, no simplemente el cumplimiento de una asignación, sino un paso de adelanto en su progreso como discursantes.
10 Tenga presente que esta preparación en oratoria es progresiva. No espere hacerse un discursante pulido de la noche a la mañana. Es un proceso gradual, pero uno que puede ser acelerado con esfuerzo diligente. Si usted reflexiona en las sugerencias que se dan en este programa de entrenamiento en oratoria y si se ocupa intensamente en preparar sus asignaciones, pronto su adelantamiento se hará manifiesto a todos los que le observan.—1 Tim. 4:15.
11-16. ¿Qué pautas se esfuerza por seguir el consejero para ser edificante en su consejo?
11 Consejero. El superintendente de la escuela debe hacer un estudio cuidadoso de la información que se estudia cada semana para que pueda determinar si se considera bien y corregir cualesquier inexactitudes. Sin embargo, nunca debe llegar al extremo de no disfrutar de los discursos por adoptar una actitud demasiado crítica en cuanto a la manera en que se presenta la información. Él también debe obtener beneficio de las excelentes verdades que se expresan.
12 Al aconsejar, él por lo general comienza con una expresión de encomio por el esfuerzo que ha hecho el estudiante. Entonces pasa a comentar sobre los puntos de la hoja de consejo en los cuales trabaja el discursante. Si un punto necesita más atención, el énfasis no se debe colocar tanto en la debilidad del discursante, sino en cómo pudiera lograrse mejora. Así, el consejo edificará tanto al discursante como a otros del auditorio.
13 No basta con meramente decirle a un discursante que hizo buena labor y que tiene que trabajar de nuevo en cierta cualidad particular de la oratoria. Sería útil para todos los presentes el que el consejero explicara por qué fue buena labor o por qué se necesita mejora y cómo mejorar. Además, será provechoso para él el que se llame atención a las razones por las cuales es tan necesaria en el ministerio del campo o en las reuniones de congregación la cualidad de la oratoria que se considera. Esto infundirá en toda la congregación aprecio por el punto que se trata y animará al estudiante a continuar dándole atención.
14 No es deber del consejero hacer un repaso del discurso estudiantil. Debe ser breve e ir al grano en su consejo, limitándolo cuidadosamente a dos minutos por cada discurso estudiantil. De este modo el consejo y las sugerencias no serán oscurecidos por demasiadas palabras. Además, es apropiado llamar la atención del estudiante a las páginas de este libro en las cuales puede hallar más información sobre el punto que se haya considerado.
15 Errores menores en pronunciación o gramática no son las cosas grandes que hay que vigilar. Más bien, el consejero debe estar interesado en el efecto general de la presentación del discursante. ¿Vale la pena y es informativo el material? ¿Está bien organizado y es fácil de seguir? ¿Se ha pronunciado el discurso de manera sincera, solícita, convincente? ¿Muestran su expresión facial y sus ademanes que él cree lo que está diciendo y que está más interesado en comunicar las excelentes verdades a sus oyentes que en la impresión que esté dejando? Si estos asuntos vitales se atienden bien, unas cuantas malas pronunciaciones o errores gramaticales pasarán casi sin ser notados por el auditorio.
16 El consejo que se dé en la escuela del ministerio siempre debe suministrarse de manera bondadosa y útil. Debe haber un deseo intenso de ayudar al estudiante. Considere la personalidad del individuo a quien se ha de aconsejar. ¿Es una persona sensitiva? ¿Es limitada su educación académica? ¿Hay razones para ser indulgente con sus debilidades? El consejo debe hacer que la persona que lo ha recibido se sienta ayudada, no criticada. Asegúrese de que el estudiante entienda el consejo y lo razonable que es.
17-19. Para lograr la mayor mejora con cada discurso, ¿qué debe hacer el estudiante antes de preparar cada discurso y después de pronunciarlo?
17 Provechos del consejo. Cuando se le asigne un discurso en la Escuela del Ministerio Teocrático tenga presente que usted no pronuncia el discurso solo para abarcar información instructiva para la congregación, sino también para mejorar su habilidad como discursante. Para tener buen éxito en este aspecto, es importante dedicar algún tiempo a analizar las cualidades de la oratoria en las cuales se le ha pedido que trabaje. Lea cuidadosamente todo el Estudio de este libro que trata con el punto en que está trabajando, para saber cómo éste debe afectar su preparación y cómo demostrar esa cualidad de la oratoria al pronunciar su discurso. Para ayudarle, los aspectos principales de cada cualidad de la oratoria se dan en letra de trazos gruesos en este libro. Estos son los principales factores que deben considerarse.
18 Después que usted presente su discurso, escuche cuidadosamente el consejo oral que se le ofrezca. Acéptelo con aprecio. Entonces trabaje en los puntos que necesitan atención. Si usted quiere acelerar su progreso, no espere hasta que tenga otro discurso. Estudie la porción de este libro que considera los puntos en los cuales es preciso que trabaje. Esfuércese por aplicar las sugerencias en su conversación diaria. Y para cuando pronuncie su siguiente discurso estudiantil es posible que ya haya dominado esos puntos.
19 Cada estudiante debe tener como objetivo mejorar con cada discurso sucesivo que pronuncia en el programa de la escuela. Es verdad que esto significará esfuerzo continuo, pero con seguridad traerá la bendición de Jehová. Para los que quieran obtener el mayor provecho del entrenamiento de la Escuela del Ministerio Teocrático, hay significado particular en las palabras de Proverbios 19:20: “Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro.”
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