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Tema a Jehová—nunca a hombresLa Atalaya 1960 | 15 de enero
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a Jehová el Soberano supremo. En la batalla del Armagedón Jehová limpiará la tierra de todos los cobardes, de todos los que transigen, de todos los complacedores de hombres y de todos los miedosos.
18. ¿En quién deben cifrar su confianza los cristianos? ¿Qué se necesita para hacerlo, y por qué?
18 Los cristianos deben cifrar su confianza en Jehová y jamás deben temer a los hombres ni tratar de agradar o complacer a los hombres. ¿A quién temeremos cuando Jehová está con nosotros? El salmista dijo: “Jehová es mi luz y mi salvación. ¿A quién le tendré temor?” (Sal. 27:1) Para vencer el temor a los hombres es esencial tener conocimiento de Jehová. Y para conocer a Jehová se necesita estudio cuidadoso de Su Palabra y ley. La falta de conocimiento hace que uno dependa de los hombres y hace que uno tema a los hombres, pero el conocimiento de Jehová disipa el temor. Por medio del estudio usted aprende que: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo y se le da protección.” (Pro. 18:10) Por medio del estudio usted aprende los hechos poderosos que Jehová ha efectuado para los que le temen a él y no a los hombres. “Escúchenme, ustedes los que conocen la justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi ley. No teman el oprobio de los hombres mortales, y no los hiera el terror sólo por sus palabras injuriosas. Porque la polilla se los comerá exactamente como si fueran una prenda de vestir, y la polilla de la ropa se los comerá exactamente como si fueran lana. Pero en cuanto a mi justicia, resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y mi salvación hasta generaciones sin cuento.” Por eso estudie y aprenda a temer a Jehová, pero nunca a los hombres.—Isa. 51:7, 8.
19, 20. (a) ¿Qué esperamos? (b) Pero ¿qué exhortación da la Biblia?
19 Jamás tiemblen los cristianos, ni sean débiles de carácter ni vacilantes o inestables debido al temor a los hombres o al diablo. Jehová ha informado a sus siervos acerca del ataque venidero de Gog de Magog. Los testigos de Jehová esperan persecución a manos de César Saben que este viejo mundo los aborrece. Pero confían en el poder de Jehová, su Dios, como confiaron en él aquellos hombres que le sirvieron intrépidamente en el pasado. ¿Qué mandó Moisés que hicieran los guerreros de Jehová de la antigua organización típica? “Sean valientes y fuertes. No les tengan miedo ni sufran un espanto delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. El no te desamparará ni te abandonará. . . . Jehová es el que marcha delante de ti.” (Deu. 31:6, 8) Igual que el salmista de la antigüedad, que cada cristiano verdadero fortalezca su mente con determinación para evitar el transigir y la pérdida de la integridad: “Jehová está de parte mía; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre terrestre? Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles. Todas las naciones mismas me rodearon. . . . Me rodearon como abejas; fueron extinguidas como un fuego de espinos. Fué en el nombre de Jehová que seguí manteniéndolas a distancia.”—Sal. 118:6, 9-12.
20 Y ¿cómo nos exhorta Pablo? “¿Qué, pues, diremos a estas cosas? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” “Cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con muchísima lucha.” “Porque Dios no nos dió un espíritu de cobardía, sino de poder.”—Rom. 8:31; 1 Tes. 2:2; 2 Tim. 1:7.
21. ¿Qué actitud deberían tener los cristianos para evitar el peligro de transigir y de complacer a los hombres?
21 Por lo tanto, combatientes cristianos, sean valientes, nunca teman a los hombres ni traten de complacer a los hombres, nunca transijan con la mira de evitar la dificultad. Adhiéranse firmemente a la ley y palabra supremas de Dios. Sirvan a Jehová, no por “servicio al ojo como complacedores de hombres, sino como esclavos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios de todo corazón.” (Efe. 6:6) Prediquen y defiendan su fe y esperanza intrépida y eficazmente y su galardón será vida eterna en el nuevo mundo de Jehová. Bendiga Jehová Dios a cada uno de ustedes los ministros de Jehová y hombres de buena voluntad con Su espíritu de poder.
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“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 26 de la serie)La Atalaya 1960 | 15 de enero
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“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 26 de la serie)
Tal como se predijo en el capítulo undécimo de la profecía de Daniel, Alejandro Magno, después de establecer el Imperio Macedónico o Griego (la quinta potencia mundial en la historia bíblica), murió en Babilonia en 323 a. de J.C. Por un tiempo su imperio fué quebrado en cuatro imperios helénicos, dominados por generales de Alejandro Magno. El general Seleuco Nicátor se apoderó de Babilonia, Media, Siria, Persia y las provincias hacia el oriente hasta el río Indo; y a la línea de gobernadores reales que provino de él por su hijo Antíoco I se le llamó el “rey del Norte” porque reinaba desde Siria al norte de Jerusalén. El general Ptolomeo Lago se apoderó de Egipto, Libia, Arabia, Palestina y Celesiria, y a la línea de gobernantes reales que provino de él se le llamó el “rey del Sur” porque gobernaba desde Egipto al sur de Jerusalén. Debido a la rivalidad y por codicia de territorio hubo guerras enfurecidas entre el “rey del Norte” y el “rey del Sur.” En 217 a. de J.C. Antíoco III como rey del Norte se halló alineado en batalla contra Ptolomeo IV de Egipto como rey del Sur, en cumplimiento de Daniel 11:10, PJ.
30. ¿Dónde lo encontró el rey del Sur para la lucha, y qué fué entregado en manos de él?
30 El ángel de Jehová manifestó que habría un cambio en el progreso de la batalla, diciendo: “Con lo cual se enfurecerá el rey del Sur, y saldrá, y peleará contra el, es decir, contra el rey del Norte; y pondrá en campaña una grande multitud de gente; y será entregada aquella multitud en su mano.” (Dan. 11:11, Mod) Muy disgustado, el rey del Sur, Ptolomeo IV Filopátor (o Trifón), se movió hacia el norte con 70,000 hombres contra el enemigo que avanzaba. En la ciudad costeña de Rafia, unos treinta y dos kilómetros al suroeste de Gaza y no muy al norte de la frontera de Egipto, se encontraron. El rey sirio Antíoco III había reunido una “grande multitud” de 60,000 personas, pero ésta fué entregada en manos del rey del Sur.
31. ¿Cómo se llevó a una multitud en esa batalla, cuáles fueron los términos del tratado de paz que se firmó, pero por qué no prevaleció el rey del Sur pero su corazón se elevó?
31 “Y la multitud será llevada, y el corazón de él se elevará; y derribará a decenas de millares, mas no prevalecerá.” (Dan. 11:12, PJ) El rey del Sur, Ptolomeo IV, llevó a 10,000 soldados de infantería y a 300 soldados de caballería de los enemigos sirios a su muerte y se llevó a otros 5,000 como prisioneros, todo lo cual fué una pérdida grande para el rey del Norte. Los dos reyes ahora firmaron un tratado de paz, y Antíoco III fué obligado a ceder a Fenicia, incluyendo a Tiro y Ptolemáis, y Celesiria, que él había conquistado. Pero todavía retuvo su puerto de mar sirio, Seleucia. Esta paz fué para bien de él, porque el rey del Sur no prosiguió hasta el fin su victoria, y por eso ‘no prevaleció.’ Se entregó a una vida disoluta en Egipto y no dejó sucesor que siguiera el paso agresivo contra Siria, dejando solamente a un hijo de cinco años de edad, Ptolomeo V, como sucesor al trono de Egipto. Esto fué muchos años antes de que muriera su
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