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¿Qué les da valor?La Atalaya 1981 | 1 de enero
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Versión de los Setenta, griega, que se halla en el Manuscrito Alejandrino, dice “ángeles de Dios” en vez de “hijos de Dios.” Esto está en armonía con las palabras del apóstol Pedro con relación a “los ángeles que pecaron” y la declaración de Judas acerca de “los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación.”—2 Ped. 2:4; Jud. 6.
Noé necesitó más valor todavía debido a que la unión entre los ángeles desobedientes y las mujeres produjo una raza de nefilim. Se cree que esta palabra significa en hebreo “derribadores,” o “los que causan la caída de otros.” Estos nefilim, llamados también “los poderosos,” eran tiranos o pendencieros híbridos que contribuyeron a la violencia que cundía en aquel mundo antediluviano.—Gén. 6:4.
En medio de tales circunstancias, Noé se distinguió no solamente como el edificador del arca, sino como “predicador de justicia.” (2 Ped. 2:5) Sí, él tuvo el valor de hablar con firmeza y decir a sus contemporáneos que Dios se había propuesto destruir a los inicuos mediante un diluvio de alcance mundial. Patentemente el mensaje de justicia que Noé predicó incluía una llamada al arrepentimiento y una advertencia de destrucción venidera, pues Jesucristo mencionó aquellos días y dijo, de la gente, que “no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos.”—Mat. 24:37-39.
Pero reflexione brevemente en las circunstancias de Noé y su familia en aquel período antediluviano. De seguro hombres, mujeres y niños hacían de ellos objeto de burla. Además, probablemente los nefilim, quienes aparentemente eran gigantes conocidos por su violencia, los desafiaban y escarnecían. Y ¿qué hay de los ángeles desobedientes materializados? ¿No se necesitaría valor para enfrentarse a ellos?
LA FUENTE DEL VALOR
No hay duda de que el ‘andar con Dios’ era el fundamento mismo del valor de Noé. De hecho, la única manera en que Noé y su familia podían comportarse con valor en medio de aquellas circunstancias era cifrando confianza absoluta en el Dios verdadero. Tenían que confiar en que, tal como se había predicho, Jehová pondría fin a aquel mundo impío. (Gén. 6:3) Además, aquel patriarca y su familia podían tener la certeza adicional de que el arca no se estaba edificando sin propósito. Con el tiempo sí se usaría. Adicionalmente, el valor de ellos aumentaría debido a su estrecha relación con Jehová, especialmente por medio de la oración. Ciertamente Noé y su familia podían confiar en que no les sucedería nada que estuviera fuera de armonía con la providencia divina.
Al debido tiempo de Dios ocurrió el Diluvio, y todos los que se mofaban y los opositores fueron eliminados. Tanto los humanos impíos como los nefilim perecieron en las aguas del diluvio. Los ángeles desobedientes se vieron obligados a despojarse de su forma material para salvarse la vida. Pero desde entonces en adelante estarían restringidos, pues ocuparían meramente una posición de desaprobación divina hasta que se ejecutara en ellos en un tiempo futuro el juicio adverso de Dios. (2 Ped. 2:4) Solamente el valeroso Noé y su familia fueron preservados sobre la Tierra y recibieron el favor de Dios en aquel tiempo.
VALOR PIADOSO HOY EN DÍA
Como Noé, los testigos de Jehová hoy día son ‘predicadores de justicia.’ Su mensaje es uno de advertencia y una llamada al arrepentimiento y a la reconciliación con Jehová Dios. Mientras que Noé y su familia se encontraban cara a cara con ángeles desobedientes, las personas piadosas de hoy en día tienen enemigos invisibles. Pero estos cristianos verdaderos tienen la protección de la armadura espiritual procedente de Dios y así pueden continuar valerosamente en la obra de predicar que Dios les ha dado.—Efe. 6:10-18; Mat. 24:14.
Muchas personas se burlan de los siervos de Dios de hoy día y se oponen a ellos, y hasta recurren a persecución brutal en su esfuerzo por imponer silencio a los labios de los que alaban a Jehová. Pero los testigos de Jehová no se dejan desanimar. Como Noé, ‘andan con Dios’ y confían en que muy pronto Jehová hará lo que ha prometido... pondrá fin a este mundo impío y conservará a los que aman la justicia. (2 Ped. 3:5-13) Además, el valor de los cristianos verdaderos se intensifica debido a su estrecha relación personal con Jehová mediante la oración. Reconocen también que no les sucederá nada sin el permiso de Dios.—Compare con Romanos 8:28.
Es verdaderamente consolador saber que “Jehová no desamparará a su pueblo.” (Sal. 94:14) Simples seres humanos no pueden impedir el cumplimiento de los propósitos de Dios ni erradicar a los que lo aman. La confianza en las promesas de Jehová, el fiarse absolutamente en él y el mantener una estrecha relación personal con el Altísimo... éstos son los factores básicos que dan a las personas piadosas el valor que despliegan. Ese valor las sostiene en tiempos de intensa aflicción y persecución, como lo revela el siguiente relato.
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Soy sobreviviente de la “Marcha de la muerte”La Atalaya 1981 | 1 de enero
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Soy sobreviviente de la “Marcha de la muerte”
Como lo relató Louís Piéchota
MIS padres llegaron al norte de Francia junto con muchos otros mineros polacos en 1922. Como la mayoría de estos inmigrantes, eran buenos católicos. Sin embargo, cuando yo tenía más o menos 11 años de edad mi padre y madre se apartaron de la Iglesia Católica y se hicieron testigos de Jehová o Zloty Wiek (“Los de la edad de oro”), como los llamaban despectivamente los católicos polacos. Esto sucedió en 1928. Por lo tanto, desde mi juventud he conocido el gozo de compartir con otros las “buenas nuevas” que se presentan en las Sagradas Escrituras.
Poco antes de que estallara la II Guerra Mundial, probé por primera vez el servicio de precursor, o de predicar en servicio de tiempo completo. Mis compañeros y yo —nosotros cinco éramos de origen polaco— esparcimos el mensaje del Reino en pueblitos y aldeas a lo largo de la costa de Normandía. En aquel tiempo usábamos fonógrafos y grabaciones de discursos bíblicos en francés.
Después de estallar las hostilidades en 1939 y empezar a aumentar el fervor bélico, personas hostiles de la aldea de Arques la Bataille dieron a la policía un informe en cuanto a nosotros. Los aldeanos habían pensado que nuestros fonógrafos eran cámaras fotográficas. Puesto que teníamos acento extranjero, la policía creyó que éramos espías alemanes y nos arrestó y encarceló en el cercano puerto marítimo de Dieppe. Después de 24 días de detención, se nos hizo desfilar por las calles esposados unos a otros, y se
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