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    La Atalaya 1951 | 15 de mayo
    • EL NUEVO YA HA ESTADO EN OPERACIÓN POR LARGO TIEMPO

      12, 13. ¿Cómo mejoró las cosas para nosotros el descubrimiento del secreto de Dios?

      12 ¡Qué experiencia tan magnífica es vivir bajo el nuevo sistema de cosas de Dios y saber que es sólo el precursor de cosas mejores que todavía habrán de venir! Transforma toda nuestra existencia que ahora tenemos que vivir en este viejo mundo que está desvaneciéndose. Ahora que Jehová Dios ha revelado su secreto sagrado, ha hecho nuevas todas las cosas para nosotros. Su secreto se hallaba envuelto en su ungido o Cristo, a quien él había predicho y prefigurado durante milenios anteriores. Al debido tiempo su Hijo amado dejó las cortes celestiales y nació como un hombre y las profecías concernientes a él comenzaron a cumplirse. Entonces el secreto sagrado que por largo tiempo se había escondido se descubrió para los que creyeron y que recibieron el espíritu de Dios. Por medio de su Hijo Jehová Dios acabó con lo que era viejo para poder introducir lo que era nuevo.

      13 El apóstol nos habla claramente acerca de esta mejora de los asuntos, al decir: “Por esto cuando entra [Jesús] al mundo él dice: ‘“Tú no deseaste sacrificio y ofrendas, pero me preparaste un cuerpo. No aprobaste holocaustos enteros y ofrendas por los pecados.” Entonces dije yo, “¡Mira! Yo he venido (en el rollo del libro está escrito acerca de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios.”’ Después de decir primeramente, ‘Tú no deseaste ni tampoco aprobaste los sacrificios y ofrendas y holocaustos enteros y ofrendas por los pecados’—sacrificios que se ofrecen de acuerdo con la Ley—entonces dice él realmente, ‘¡Mira! Yo he venido para hacer tu voluntad.’ El quita lo que es primero para poder establecer lo que es segundo. Mediante dicha ‘voluntad’ hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para todo tiempo.” (Heb. 10:5-10, NM) Bueno, ¿parece decir esto que las cosas se han hecho nuevas para nosotros, los que buscamos vida y felicidad? Por una cosa, el reemplazo de aquella primera colección de sacrificios por la segunda clase de sacrificio que realmente santifica quiere decir un nuevo sumo sacerdote de Dios. Quiere decir una nueva relación de los adoradores para con Dios.

      14, 15. ¿Por qué fué necesario un nuevo pacto? ¿Cómo afectó la promesa divina de éste a la Ley?

      14 ¡Cuánto más satisfactorio es esto que lo viejo! El sacerdocio levítico, que nada más ofrecía sacrificios animales y vegetales, fué colocado en su puesto por el viejo pacto de la Ley que Dios hizo con los israelitas naturales mediante Moisés. De manera que esos sacerdotes eran parte de ese viejo sistema de cosas que existió bajo el pacto de la Ley. Los sacrificios que ellos ofrecían nunca podían quitar los pecados humanos y hacer perfectos a los hombres, y por eso sólo eran pictóricos del verdadero sacrificio venidero. Si los hombres habrían de recibir algún provecho duradero, hacía falta un nuevo y mejor sistema de cosas, y Dios lo suministró por medio de su Hijo Jesucristo. (Heb. 1:1, 2, NM) El viejo pacto de la Ley impedía que Jesús el Mesías llegara a ser un sacerdote sobre la tierra y justamente condenaba a los hombres por los pecados más bien que librarlos del pecado. De modo que si habría de haber un nuevo sumo sacerdote de Dios con un sacrificio removedor de pecados, y si Mesías de la tribu de Judá habría de ser este Sumo Sacerdote, entonces tenía que haber un nuevo pacto. Cristo Jesús fué hecho Sumo Sacerdote por el juramento de Jehová Dios, y entonces fué colocado como el Sumo Sacerdote del nuevo pacto. Leemos lo que esto significa:

      15 “Porque si ese primer pacto hubiese sido sin falta, no se habría buscado lugar para un segundo; porque él halla falta con el pueblo cuando dice: ‘“¡Mira! vienen días,” dice Jehová, “cuando consumaré un nuevo pacto para con la casa de Israel y para con la casa de Judá; . . . Porque éste es el pacto que yo pactaré con la casa de Israel después de aquellos días,” dice Jehová: “Yo pondré mis leyes en sus mentes, y sobre sus corazones las escribiré, y yo seré un Dios para con ellos y ellos serán un pueblo para conmigo. Y ellos de ninguna manera enseñarán cada cual a su conciudadano y cada cual a su hermano, diciendo: ‘Conoce a Jehová,’ porque todos ellos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque yo seré misericordioso en cuanto a sus obras injustas y de ninguna manera volveré a recordar sus pecados.”’ Al decir él ‘un nuevo pacto’ ha hecho anticuado el anterior. Ahora aquello que se ha hecho anticuado y que se está haciendo viejo está por desvanecerse.”—Heb. 8:7-13, NM.

      16, 17. Mediante los servicios de Cristo ¿qué cosa terminó Dios y qué cosa inauguró? Entonces ¿qué significó esto en cuanto a los sistemas de cosas?

      16 Por medio del servicio de Cristo como un mediador mayor que el profeta Moisés y por su servicio como un Sumo Sacerdote que se sacrifica a sí mismo Jehová Dios reemplazó el viejo pacto de la Ley con el nuevo pacto. Cuando Dios clavó el viejo pacto a la estaca de tormento en que Jesucristo fué sacrificado, se acabó un sistema de cosas que tenía 1,545 años de edad y que tenía que ver con los judíos o israelitas naturales. El día de Pentecostés de 33 d. de J.C. el glorificado Jesús en el cielo inauguró el nuevo pacto para con sus fieles seguidores sobre la tierra. Allí los discípulos cristianos fueron engendrados por el espíritu derramado de Dios y llegaron a ser israelitas espirituales, o judíos interiormente.

      17 ¿No significa esto, entonces, la introducción de nuevos sistemas de cosas? Esto ha de estar incluído en las palabras del apóstol cuando él dice: “Si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas se pasaron, ¡miren! nuevas cosas han venido a la existencia. Pero todas las cosas vienen de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dió el ministerio de la reconciliación.” (2 Cor. 5:17, 18, NM) Nunca antes había existido una cosa tal como esta “nueva creación” en unión con Cristo la Cabeza, no, no en todo el universo de Dios. Por lo tanto no podía ser de otro modo sino que nuevos sistemas de cosas tenían que ser introducidos, y éstos en conexión con la “nueva creación” cristiana. Los nuevos sistemas fueron introducidos. Jehová Dios indicó esto cuando describió los beneficios del nuevo pacto, diciendo que por medio de éste él verdaderamente removería los pecados de los israelitas espirituales que se admitían en el pacto y que todos ellos serían enseñados por Jehová y que todos lo conocerían a él, desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos.—Jer. 31:31-34.

      18. Entonces ¿qué vemos por medio de la fe? ¿Cómo apreciamos todavía más Apocalipsis 13:8 concerniente al Cordero?

      18 Fué, verdaderamente, el principio de una época maravillosa, una época de cosas nuevas acerca de las cuales los hombres inspirados de Dios habían profetizado y que habían sido prefiguradas por los sacrificios, fiestas y leyes del pacto viejo que arrojaron sombras de ellas. Las realidades que ahora fueron introducidas sobrepasaron en grandeza a las cosas que los hombres fieles de la antigüedad habían esperado; y ahora nosotros las estamos viendo por medio de la fe y debido a la iluminación del espíritu de Dios. Por eso el apóstol escribe: “Por fe entendemos que los sistemas de cosas fueron puestos en orden [preparados, ajustados] por la palabra de Dios, de manera que lo que se contempla vino a existir de cosas que no aparecen.” (Heb. 11:3, NM) Ahora podemos ver que se refiere a más de lo que nosotros antes apreciábamos cuando Apocalipsis 13:8 habla de Jesucristo como “el Cordero que fué degollado desde la fundación del mundo.” (NM) La fundación de un nuevo mundo verdaderamente se colocó mediante el sacrificio que él ofreció hace diecinueve siglos. El apóstol Pablo da énfasis a este hecho al manifestar que el sacrificio del Sumo Sacerdote Jesucristo no tiene que repetirse, diciendo: “Ni es con el fin de que él se ofreciera a sí mismo muchas veces, . . . De otro modo, él tuviera que sufrir muchas veces desde la fundación del mundo.” (Heb. 9:25, 26, NM) ¿De qué mundo? preguntamos. Pues, el nuevo mundo que tiene nuevos cielos y una tierra nueva, en los cuales morará la justicia. Mediante su sacrificio Jesús puso la fundación para que criaturas de sobre la tierra fueran rescatadas del pecado y de la muerte para que vivan en los nuevos cielos y tierra nueva del justo nuevo mundo. Después que se coloca la fundación de ese mundo en adelante es cuando él no tiene que seguir sufriendo muchas veces con el fin de asegurar el nuevo mundo y hacerlo permanente, porque su sacrificio fué perfecto y cumplió todo requisito de la justicia.

      19. ¿Qué otros requisitos cumplió Jesús con su sacrificio?

      19 ¡Más aún! El sacrificio de Jesús cumplió los requisitos decisivos para contestar plenamente el supremo punto en disputa ante todo el universo, a saber, ¿Puede Jehová Dios mantener su soberanía sobre toda la creación, y apoyará fielmente la soberanía universal de su Padre el Hijo más alto de Dios? Satanás el calumniador dijo que No, y usando toda la presión de su mundo entero él trató de hacer que Jesús dijera ¡No! Pero el sacrificio fiel y voluntario de Jesús el Hijo de Dios contestó que ¡Sí!: Mediante una muerte de sacrificio sobre una estaca de tormento Jesús apoyó fielmente la soberanía universal de Jehová y mantuvo firme su integridad para con su Dios. Después de su bautismo en el río Jordán fué ungido con el espíritu de Dios para ser el Rey del nuevo mundo, y por su integridad a Dios, quien le dió el ungimiento real, Jesucristo probó su derecho al Reino. De esta manera él aseguró que habría un Reino para gobernar al nuevo mundo en justicia. Por su sacrificio él rescató a los hombres, no solamente a los que recibirían la llamada celestial para gobernar con él en el reino de los cielos sino también a los de la humanidad que llegarían a ser sus súbditos terrestres en el nuevo mundo.

      20 ¿Por qué ha permanecido firme la fundación del nuevo mundo todo este tiempo?

      20 Por esto en un sentido doble la fundación del nuevo mundo fué colocada por el sacrificio perfecto de Jesús. Para que él algún día llegara a ser el Rey entronizado del gobierno y para que actuara como el Sumo Sacerdote aplicando los méritos de su sacrificio humano, el Dios Todopoderoso levantó a Jesús de entre los muertos como un Hijo espiritual e inmortal y le dió entrada a su presencia celestial. Como resultado, la fundación del nuevo mundo ha permanecido estable e inmovible a través de todas las tempestades y asaltos de los últimos mil novecientos años, y hoy nosotros saludamos con júbilo el nuevo mundo que está por entrar con Jesucristo actuando como el Rey ungido de Jehová.

      GOZANDO DE LO NUEVO AL TIEMPO PRESENTE

      21. ¿Hemos tenido que esperar hasta el nuevo mundo para gozar de nuevos sistemas? ¿Cómo es así?

      21 El nuevo mundo venidero es uno de los nuevos sistemas de cosas que Dios ha hecho por medio de su Hijo. Pero después que se colocó su fundación, nosotros no tuvimos que esperar hasta que realmente fuera establecido el nuevo mundo para poder gozar de los nuevos sistemas de cosas. Los cristianos que fueron introducidos al nuevo pacto desde el Pentecostés del año 33 en adelante han estado gozando de los nuevos arreglos y provisiones. Ningún templo literal en Jerusalén, ningún sacerdocio levítico, ninguno de los sacrificios animales que tienen que ofrecerse repetidas veces año tras año, ninguna conciencia cargada de culpa debido al pecado por el cual la Ley de Moisés condena a los hombres, no, ¡ninguna de esas cosas para nosotros! Hemos llegado a la Nueva Jerusalén, la capital de Dios para todo el universo. Tenemos un templo nuevo, del cual Jesucristo es la principal piedra del ángulo y todos sus seguidores espirituales son piedras vivas, edificadas sobre él como la fundación. Tenemos un nuevo sumo sacerdote, un nuevo sacrificio de una clase superior que realmente limpia los pecados por medio de su sangre, una nueva ley que no está inscrita en tablas de piedra sino en nuestro corazón, un nuevo mediador entre Dios y los hombres, un nuevo pacto. ¿Algo más? Sí, nuevo conocimiento, nuevas obras de Dios en cumplimiento de sus profecías, sombras y tipos del pasado, un nuevo ministerio, y una nueva relación para con Dios como su nueva nación del Israel espiritual y como sus hijos cuyo espíritu le clama, “¡Abba, Padre!” Los verdaderos cristianos, que han vivido en conformidad con sus privilegios, han gozado estas cosas por mucho tiempo a través de los siglos. Hoy un fiel resto de los coherederos de Cristo las está gozando. Todas estas nuevas cosas que han obrado juntas como nuevos sistemas de cosas desde el Pentecostés son preliminares y en preparación para el propio nuevo mundo de Dios. Constituyen una garantía absoluta de la venida cabal del nuevo mundo.

      22. ¿Por qué no tienen el espíritu de este mundo los que están bajo el nuevo pacto? ¿Quién es su madre, y por medio de qué?

      22 Desde la muerte, resurrección y ascensión de Cristo al cielo todas estas cosas han sido verídicas aun en medio de este viejo mundo. El nuevo pacto no es parte de los arreglos del viejo mundo sino que saca de este mundo a un pueblo para el nombre de Jehová. (Hech. 15:14) Estos ya no forman parte del viejo mundo, así como Jesús su Mediador nunca formó parte de él. Y Dios ha escogido para ser su pueblo a los que no son estimados por este mundo. Hablando de una manera figurada, ellos son empalados en lo que toca a este mundo y, en cambio, el mundo empalado en lo que toca a ellos y es como una cosa condenada a la destrucción. De manera que no tienen su espíritu, y no siguen su sabiduría. (Juan 8:23; 15:19; 17:6, 14, 16; 1 Cor. 1:27, 28; Gál. 6:14; 1 Cor. 2:12; 3:19) Ellos han “probado la palabra correcta de Dios y los poderes del venidero sistema de cosas”, según nos dice el apóstol. Él les dice a los que son hijos de Dios en el nuevo pacto que su madre no es la organización que estaba bajo el pacto de la ley mosaica y que fué prefigurada por la esclava Agar. Su madre es parecida a la mujer libre a quien Agar pertenecía, a Sara, la esposa verdadera de Abrahán. Abrahán, quien sacrificó a su hijo amado por mandato divino, prefiguró a Jehová Dios, y su esposa Sara prefiguró a la santa organización que es la madre o la que da a luz los hijos de Dios. Ella no forma parte de este viejo mundo, sino que se mantiene limpia y muy por encima de él. Ella es celestial, así como Dios, y está completamente sujeta a él y dedicada a sus propósitos. La Jerusalén terrestre no es un símbolo de ella. “Pero,” dice el apóstol Pablo a los cristianos que están en el nuevo pacto, “la Jerusalén que está arriba es libre, y ella es nuestra madre.” (Heb. 6:5 y Gál. 4:24-31, NM) Por medio del pacto nuevo ella produce los hijos espirituales de Dios que serán los coherederos con Jesucristo en el reino celestial.

      23. ¿Por qué no podemos designar el tiempo del nuevo pacto como “la edad del Evangelio”?

      23 El período de tiempo durante el cual está en vigor el pacto nuevo y durante el cual se predican las buenas nuevas del Reino por los que están en el pacto no podemos designarlo con nombres tales como “la edad del Evangelio”. Tengamos presente que las buenas nuevas no comenzaron a predicarse por primera vez cuando el nuevo pacto fué hecho. No; porque en Gálatas 3:8 (NM) leemos: “Ahora la Escritura, viendo de antemano que Dios declararía a gente de las naciones justa por causa de la fe, declaró las buenas nuevas con anterioridad a Abrahán, a saber, ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’” Tampoco podemos decir que el sistema de cosas del nuevo pacto terminará con la venidera batalla del Armagedón en la cual este mundo será destruído. Siendo que un resto de los hijos espirituales de Dios que están en el nuevo pacto sobrevivirá el Armagedón para entrar al nuevo mundo, entonces este sistema del nuevo pacto habrá de durar después del Armagedón. Este, juntamente con sus provisiones, tiene que durar hasta que el poder de Dios remueva a su fiel resto de la tierra para glorificarlo con Jesucristo en el reino celestial. De modo que el fin del arreglo del nuevo pacto no vendrá con el fin de este viejo mundo que está bajo el mando de Satanás. Todavía tenemos que esperar para ver cuándo será que Jehová Dios traerá el nuevo pacto a un fin triunfante. En ese tiempo él dará entrada a todos sus hijos espirituales dentro de los “venideros sistemas de cosas” en los cuales se manifestarán “las riquezas sobrepujantes de su bondad inmerecida en su benignidad para con nosotros en unión con Cristo Jesús”.—Efe. 2:7, NM.

      24. ¿Pondrá fin al pacto abrahámico la terminación del nuevo pacto? ¿Por qué?

      24 Una cosa es cierta: El fin del nuevo pacto no pondrá fin al pacto de Dios con Abrahán, a quien le declaró las buenas nuevas, “Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.” Ese pacto abrahámico es un “pacto eterno”. (Sal. 105:8-10) Se extenderá a través de los mil años del reinado real de Cristo para la bendición de todos sus súbditos terrestres, no importa de qué nacionalidad hayan sido en este viejo mundo.

  • Empezando la sociedad del nuevo mundo
    La Atalaya 1951 | 15 de mayo
    • Empezando la sociedad del nuevo mundo

      1. ¿De qué manera tendrá su sociedad el nuevo mundo? ¿De qué manera hemos sido afectados ya por el establecimiento del Reino?

      EL VIEJO mundo hace que su sociedad o sus gentes vivan conforme a ciertos arreglos sociales. El nuevo mundo, también, tendrá su sociedad, y todos los miembros de ésta vivirán en armonía con un arreglo justo. Satanás el Diablo, el dios de este presente inicuo sistema de cosas, es el gobernante invisible de la sociedad del viejo mundo, pero no será el dios del nuevo mundo. Su sistema inicuo será arrasado por la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, el Armagedón. (Apo. 16:14-16, NM) Jehová, cuya soberanía universal ha sido desafiada por Satanás, será el único Dios verdadero y viviente del nuevo mundo. Él gobernará por medio del gobierno teocrático de su Hijo fiel, Jesucristo el Rey. Ese reino introducirá nuevos sistemas de cosas, aquellos que la Biblia menciona como todavía venideros. De hecho, el mismo establecimiento del reino de Dios en los cielos que se efectuó por la entronización de su Hijo en 1914 resultó en un cambio radical en lo que concierne a las actividades de los hijos espirituales de Dios que estaban bajo el nuevo pacto. Ha alterado maravillosamente el mensaje que ellos predican en toda la tierra como un testimonio a todas las naciones. Sí, ha puesto un “cántico nuevo” en sus bocas, el cántico manifestando que el reino de Dios por fin ha nacido después de milenios de espera. (Apo. 14:3; 12:1-10) Los sistemas de cosas bajo los cuales hemos vivido en conformidad con el nuevo pacto han sido magníficos, tenemos que admitirlo; pero los que existirán en el nuevo mundo serán mucho más magníficos para toda su sociedad.

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