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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1974 | 15 de agosto
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Ponderando las noticias
Transfusiones a la fuerza
● Recientemente un tribunal de Oregón trató de obligar a una madre encinta, testigo de Jehová, a aceptar una transfusión de sangre. Esencialmente el tribunal alegó que los padres no deberían tratar de ‘imponer fe religiosa’ a un niño no nacido aún.
Al enterarse de esto, una señora escribió al “Times” de Seattle expresando perplejidad. Aunque no está de acuerdo con los Testigos en lo que toca a las transfusiones de sangre, dijo: “El 22 de enero de 1973 el más alto tribunal de este país rindió el fallo de que este mismo niño pudiera ser asesinado si su madre optara por abortar. ¡Increíble!”
De veras es un punto de vista torcido el que adopta la posición de que el destruir una vida es ético, pero el cuidar de esa vida en armonía con los principios divinos es contrario a los intereses de la sociedad.
A propósito, la madre Testigo no recibió la transfusión. Fue a otro estado y dio a luz un bebé sano sin recibir una transfusión de sangre.
Dificultades por el celibato
● Nuevamente está causando dificultades la regla de siglos de celibato para los sacerdotes católicos romanos.
Así debe ser. Ese requisito está en conflicto directo con las enseñanzas de la Biblia.
El 23 de diciembre de 1973, el periódico del Vaticano “L’Osservatore Romano,” suplicando a los sacerdotes que no abandonaran su ministerio, dijo que todo sacerdote tiene que “hacer lo imposible para permanecer en su puesto.”
Ese requisito “imposible” en realidad se deriva del apartarse de la adoración verdadera que empezó después de la muerte de los apóstoles de Jesucristo. El apóstol Pablo predijo que uno de los rasgos de esa apostasía sería que ‘prohibirían el casarse.’ ¿Le sorprende eso? Investíguelo en cualquier versión de la Biblia, en 1 Timoteo 4:1-3. Obviamente la Iglesia Católica ha abandonado la norma bíblica para favorecer la norma suya, y eso lleva a dificultades.
El artículo de “L’Osservatore” pasó a decir a los que son sacerdotes: “Si cometéis errores morales —no debéis hacerlo, pero puede suceder, porque vosotros también sois débiles— tenéis muchos remedios.” Según “Newsweek” (3 de diciembre de 1973), algunos sacerdotes, aunque siguen sin casarse, están hallando su propio ‘remedio’ en asociación íntima con mujeres y, a veces, en relaciones sexuales.
Por supuesto, eso no es nada nuevo. Muchos católicos por mucho tiempo han sabido de sacerdotes que hacen eso. Pero lo que especialmente molesta a la iglesia no es la inmoralidad de estos sacerdotes, sino el hecho de que ahora muchos están abandonando el sacerdocio para casarse. En los pasados tres años el número de sacerdotes ha sufrido una baja de aproximadamente 20.000.
Temor al crimen
● Los Estados Unidos continúan convirtiéndose a mayor grado en un “campamento armado” en el que cunde el terror.
Según una encuesta Gallup hecha en 1973, el temor cunde en “todos los niveles de la sociedad estadounidense.” Una persona de cada tres en las grandes ciudades y una de cada cinco en los suburbios ha sido atacada violentamente o asaltada, o ha sido víctima de escaladores o ha visto su propiedad estropeada por vándalos el año pasado. Cuatro personas de cada diez temen caminar a solas de noche aun en sus propios vecindarios.
Algunas personas creen que la manera de enfrentarse a la violencia es estar preparado para usar la violencia en pago. Como resultado de esto se ha calculado que en Detroit, la ciudad estadounidense con el mayor grado de delincuencia, hay 500.000 pistolas, una para uno de cada tres hombres, mujeres y niños. La situación no es muy diferente en otros lugares. La gente vive en temor.
¿Es eso lo que usted desea? Usted no puede cambiar el mundo que lo rodea, pero puede cambiar su manera de tratar con él. Lo verdaderamente seguro es ‘batir sus instrumentos de guerra en instrumentos de paz, y no aprender más la guerra.’ Pero, ¿por qué? Porque eso es lo que el Creador nos dice que hagamos. Si se cometen males contra sus siervos, Dios nos asegura que él pagará.—Isa. 2:2-4; Rom. 12:17-19.
Es verdad que la gente que lo rodea quizás desee hacerse justicia a sí misma. Pero si usted considera de valor la vida, ¿qué es más razonable... prestar atención al consejo de la Fuente y Sostenedor de la vida, o imitar a los hombres mortales?
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¿Es glotonería?La Atalaya 1974 | 15 de agosto
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¿Es glotonería?
NUESTRO Creador, Jehová Dios, quiere que disfrutemos de alimento y bebida. El inspirado escritor del libro bíblico de Eclesiastés declaró: “En cuanto al hombre no hay nada mejor que el que coma y en realidad beba y haga que su alma vea el bien a causa de su duro trabajo. Esto . . . proviene de la mano del Dios verdadero.”—Ecl. 2:24.
Puesto que el alimento y la bebida realmente son dádivas de Dios al hombre, deben usarse en armonía con su voluntad. Tal como Jehová Dios no quiere que nadie pierda su dignidad por beber en exceso, tampoco quiere que nadie abuse en el comer y así se perjudique. Si no fuese por los ciclos naturales que Jehová Dios hizo que se pusieran en operación para sustentar la vida, no tendríamos alimento. Por consiguiente, mostramos aprecio apropiado a esto comiendo con moderación. Por otra parte, la persona que con voracidad se entrega a comer con exceso craso siempre que tiene la oportunidad es un glotón falto de aprecio.
La ley mosaica ilustra precisamente cuán serio es esto. En el caso de un hijo rebelde que abusaba de la comida y la bebida, la ley prescribía la pena de muerte. (Deu. 21:19-21) En las Escrituras Griegas Cristianas también, se muestra claramente que la glotonería es algo que ha de evitarse. Aunque un poeta cretense había mencionado lo común que era la glotonería entre su pueblo, el apóstol Pablo aconsejó a Tito que los hombres nombrados para ser superintendentes cristianos no deberían ser individuos faltos de gobierno de sí mismos.—Tito 1:7, 8, 12.
Hay factores que hacen de la glotonería o el comer con exceso una ofensa grave. En el caso de una persona que come en exceso glotonamente, su deseo de alimento se ha salido de control. Consume el alimento ávidamente sin considerar el hecho de que no tiene el derecho de abusar de los dones de Dios. Por consiguiente, al desobedientemente abusar del alimento y convertirse en glotón, no muestra amor a Jehová Dios. ¿Por qué? Porque, como dice la Biblia: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.”—1 Juan 5:3.
Por otra parte, también, el comer en exceso conduce a pereza mental y física. En particular la persona que engorda por comer en exceso tiende a holgazanear y participa de poco esfuerzo físico. El proverbio bíblico resume bien lo que a menudo es el resultado: “El glotón [vendrá] a parar en la pobreza, y el adormecimiento vestirá a uno de meros andrajos.”—Pro. 23:21.
El comer en exceso también puede resultar en daño físico. Tocante al exceso de peso u obesidad, la Illustrated Medical and Health Encyclopedia hace notar:
“Por largo tiempo se ha reconocido [la obesidad] como un factor que contribuye a muchas enfermedades, especialmente entre los ancianos y los que están envejeciendo. Por lo general se ha descubierto que la gente gorda es más susceptible a las perturbaciones del corazón, ciertas clases de
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