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Sigan tras las cosas que son edificantesLa Atalaya 1955 | 1 de agosto
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12. (a) ¿A qué lección dada por Dios debemos aplicarnos? (b) ¿Cuál es la manera correcta de corregir las dificultades y solucionar los problemas en la congregación?
12 Nuestro Creador amoroso sabe lo que el hombre necesita para lograr y mantener la felicidad. Le agrada a él enseñarnos a conseguir la felicidad de la mismísima manera que él la consigue, mediante el expresar amor a nuestros semejantes. Nosotros queremos aplicarnos diligentemente a esta lección y aprenderla muy bien. “Sin embargo, con referencia al amor fraternal, ustedes no necesitan que les estemos escribiendo, porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse unos a otros; y, de hecho, ustedes lo están haciendo a todos los hermanos . . . Pero nosotros los exhortamos a ustedes, hermanos, a que lo sigan haciendo en medida más plena, y a tener como mira suya el vivir quietos y a ocuparse de sus propios asuntos y trabajar con las manos, tal como les ordenamos.” (1 Tes. 4:9-11, NM) Nuestros hermanos de la congregación verdaderamente apreciarán el que trabajemos con ellos, si los edificamos mediante el ejemplo que ponemos, si amorosamente los edificamos, no averiguando y derribando, sino de manera provechosa para ellos trabajando regularmente con ellos y elogiando su progreso en alabar a Jehová. Si hay alguna dificultad o problema en la congregación, no nos apresuraremos a acusar a nuestros hermanos o condenarlos y hacer que les sobrevenga censura pública. No adoptaremos la actitud de que algo anda mal aquí y alguien tiene que ser el culpable. En vez de intimidar con una reprimenda severísima podemos corregir mediante un ejemplo amoroso, demostrando el espíritu de misericordia que Jehová extiende tan abundantemente a todos.
13. ¿Qué espíritu reina dentro de las congregaciones de los testigos de Jehová, y por qué es tan importante que los que dirigen pongan el ejemplo correcto?
13 Cuando observamos las congregaciones de los testigos de Jehová hoy día, vemos que en su mayor parte reina un espíritu maravilloso en ellas. Especialmente donde los hermanos son amorosos y amables unos a otros, donde no se quejan y no ridiculizan y escarnecen, Jehová les ha dado muchas bendiciones. La gente de buena voluntad que llega a ser parte de la congregación cristiana prontamente aprende a practicar la actitud de no quejarse. “Finalmente, hermanos míos, sigan regocijándose en el Señor. . . . Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental; y si mentalmente ustedes se inclinan de otro modo en cualquier respecto, Dios les revelará dicha actitud. Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y vigilen a los que andan de la manera que va de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.” (Fili. 3:1, 15, 17, NM) Dado que los hermanos seguirán el ejemplo correcto, es importantísimo que los que son maduros y que tienen la responsabilidad de dirigir pongan el ejemplo correcto de edificar a sus hermanos sin murmuración.
14. ¿Por qué no permitirá Jehová que nadie introduzca en su organización el hábito de murmurar y quejarse?
14 Así como en el tiempo de Jesús, hay trabajo y problemas, dificultades y penalidades que son comunes a todos los que se esfuerzan por seguir en el proceder de servicio cristiano. Quizás haya cosas acerca de las que pudiéramos quejarnos; sin embargo, tenemos que resistir esta tentación con toda nuestra fuerza porque, si no la resistimos, finalmente nos quitará la única cosa que vale la pena en la vida, la felicidad al servir a Dios. Jehová quiere que seamos diferentes del mundo del cual está separando a los de su pueblo. Él los está apartando y les está enseñando a vivir como una sociedad del Nuevo Mundo. Con esa separación viene la libertad y el ser libertados del espíritu de queja y la manía de criticar. Su organización se compone de personas ocupadas, felices, quienes cada día se esfuerzan más por vivir en conformidad con las normas del nuevo mundo de Dios. Él no permitirá que nadie introduzca en él viejos hábitos mundanos de murmuración y queja. Si una persona se queja pronto hace que otros comiencen a quejarse. ¿Y ha observado usted que los que se quejan generalmente no están predicando, o por lo menos predican muy poco?
15. ¿Qué exhortación adicional se da, y qué satisfacción resultará de seguirla?
15 En vez de quejarnos aceptamos voluntariamente las responsabilidades que Jehová coloca sobre nosotros. Poniendo nuestra confianza en él nos esforzamos por alcanzar contentamiento, viviendo y sirviendo como él se propone que lo hagamos. “Sigan haciendo todas las cosas libre de murmuraciones y argumentos, para que lleguen a ser irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación pervertida y torcida, entre quienes ustedes están brillando como lumbreras en el mundo, manteniendo firmemente asida la palabra de vida, para que yo tenga causa de exultación en el día de Cristo, que no corrí en vano ni en vano me afané. No obstante, aun si yo estoy siendo derramado como libación sobre el sacrificio y servicio público a los cuales los ha conducido la fe, me alegro y me regocijo con todos ustedes. Ahora de la misma manera ustedes mismos también alégrense y regocíjense conmigo.” (Fili. 2:14-18, NM) De esta manera tenemos completa satisfacción, sabiendo que la voluntad de Jehová se está haciendo.
16. ¿Qué es lo que hace falta en algunas congregaciones donde hay criticones y chismosos presentes, y cuál es el peligro adicional?
16 ¿Es la congregación de ustedes una de dichas asociaciones benditas de hermanos que tienen el pleno gozo de Jehová? A veces los hermanos de tierras democráticas no disfrutan de esto. Cuando visitamos sus congregaciones parece que esto falta a un grado alto. A pesar de las circunstancias más afortunadas y ventajas materiales y mayor libertad para predicar, parece que algo falta. Es patente que hay criticones y chismosos presentes; las personas que irritan y perturban se destacan. Con toda seguridad hallamos que en estas circunstancias a los hermanos se les quita de gran manera su gozo de servir a Jehová. En su mayor parte, también, poco progreso están logrando hacia la madurez los publicadores y la congregación no está creciendo. Dicha murmuración y queja desagradan a Jehová. Son aguafiestas para todos porque quitan el gozo de vivir ahora como alabador cotidiano de Jehová y, si se persiste en ellas, quitarán la vida misma.
17. Donde la persecución es grande, como en tierras totalitarias, ¿cómo les va a nuestros hermanos?
17 ¿No ha observado usted a menudo que donde la persecución es grande abunda un verdadero espíritu de amor, armonía y felicidad? Quizás haya obstáculos tremebundos impidiendo el reunirse y predicar regularmente, pero los hermanos los vencen y son felices en ello. Verdaderamente aprecian que han sido librados de la opresión y han sido libertados de un viejo mundo inicuo. A pesar de la persecución Jehová los protege y cuida de que sean alimentados espiritualmente. De modo que estos hermanos no se compadecen de sí mismos. A causa de ser fieles en mantener su integridad tal vez reciban largas condenas de prisión, pero ellos no consideran eso como razón para desesperarse o para murmurar. Por el contrario, reconocen con mayor claridad las bendiciones y favores que han recibido, considerándolo todo inmerecido, y siguen con una fe inmovible. No están siempre corriendo para hacer saber a alguien los trabajos que pasan o dando a conocer sus problemas y quejándose. Estos hermanos no se desaniman en lo absoluto por estas penalidades. La obra no es parada, ni siquiera estorbada, a pesar de los problemas difíciles y la persecución. Las buenas nuevas están siendo predicadas. Las personas de buena voluntad las están oyendo y están entrando y asociándose con la sociedad del Nuevo Mundo aun en los países totalitarios.
18. En las experiencias de los testigos de Jehová en dichas circunstancias, ¿qué lección hay, y con qué provecho para otros?
18 Jehová ha derramado su espíritu ricamente sobre estos testigos que no se quejan; ellos han prosperado y los resultados han sido maravillosos. ¡Qué lección debe ser esto para algunos que se encuentran en tierras donde existe una medida mayor de libertad—este maravilloso espíritu de amor y unidad demostrados por nuestros hermanos en circunstancias menos afortunadas! Su deseo es un deseo verdadero, no sólo de mantenerse felices ellos mismos en su adoración a Jehová, sino en realidad de esparcir su gozo y felicidad a otros. En su predicación copian a Jesucristo, teniendo un mensaje refrigerante que produce consuelo verdadero. Produce gran gozo a todos el oír sus experiencias y cómo retienen su integridad.—1 Tes. 3:4-10.
19. Para disipar el espíritu de queja y mantener un espíritu de humildad, ¿qué tiene que recordarse?
19 No hay por qué los siervos de Jehová estén tristes y se quejen hoy día. Las provisiones amorosas de Dios, su interés en ellos y su cuidado continuo deben bastar para mantenerlos felices. Eso debe ayudarlos a disipar el espíritu de queja y a mantener un espíritu de humildad y mansedumbre con devoción completa a la organización de Jehová. “Por lo tanto, humíllense bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte al tiempo debido, mientras arrojan toda su ansiedad sobre él, porque él los cuida.” (1 Ped. 5:6, 7, NM) A la vez nosotros debemos tener el mismo interés para con él, no llegando a estar concentrados en nosotros mismos o ser egoístas de modo que demos por supuestas las cosas o creamos que Jehová y su organización nos deben algo. Evite el pensamiento presuntuoso de que, a menos que las cosas se hagan de la manera que usted cree mejor, usted no va a permanecer con la sociedad del Nuevo Mundo. Jehová no debe nada a nadie. “Por esta bondad inmerecida, en verdad, ustedes han sido salvados mediante fe; y esto no debiéndose a ustedes, sino que es dádiva de Dios.” (Efe. 2:8, NM) A cada uno de nosotros se le ha dado algo de gran valor. Es la verdad que conduce a la vida y nuestro servicio diario de alabanza. Todos estamos endeudados con Jehová por todo lo que tenemos y por todo lo que esperamos conseguir. No seamos ingratos, menospreciando sus dádivas como si nosotros, personas insignificantes, esperáramos más o pudiéramos proveer mejor para nosotros mismos. Sobre todo, evitemos el quejarnos, porque sabemos que si nos quejamos dejaremos de predicar y entonces con toda seguridad nos haremos desdichados.
20. ¿Qué se necesita para que el cristiano mantenga la felicidad y prospere?
20 Pensando correctamente acerca de estos asuntos, concluímos que la manera de mantener la felicidad es evitar el quejarnos, es edificar a nuestros hermanos y la congregación. Para resultar vencedores a través de todas nuestras dificultades sólo tenemos que aceptar las instrucciones de Jehová, llevarlas a cabo con un estado de ánimo gozoso y disipar la actitud de quejarnos acerca de lo que hemos de hacer. Jehová nos da las instrucciones que necesitamos para prosperar y estar contentos. Para nuestro bienestar eterno tenemos que obedecer voluntariamente, respetar continuamente las instrucciones y andar de acuerdo con ellas.
21. Cuando consideramos las cosas correctamente, ¿cuán afortunados somos los que nos hemos dedicado a Jehová?
21 Considerados correctamente, la adoración y el servicio de Jehová, aunque estén acompañados de pruebas, cargas y persecución, son una experiencia sumamente feliz. Cuando observamos al mundo hoy, nosotros los que nos hemos dedicado a Jehová podemos apreciar por comparación cuán afortunados somos. Ciertamente no tenemos ninguna razón para quejarnos respecto a nuestra suerte. “Entonces, pues, que también los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras estén obrando el bien.” (1 Ped. 4:19, NM) Su propósito es pasar vivos a sus alabadores felices a su nuevo mundo justo cuando ejecute el juicio contra todos los que ‘no reconocen el señorío’ al hablar ofensivamente en contra de Jehová y su arreglo del nuevo mundo.—Judas 8, 9, 14-16, NM.
22. A pesar de la opresión que se le ocasiona a la organización de Jehová, ¿por qué nos regocijamos y cobramos ánimo?
22 El ‘mundo del Diablo’ está lleno de pesar y dolor y se encuentra en un estado desdichado, pero no hay razón por la que los testigos de Jehová sean infelices. A pesar de toda la opresión que le han ocasionado a la organización de Jehová los que se oponen a las buenas nuevas, nos maravillamos de su prosperidad y crecimiento. Nos mantendremos firmes y continuaremos en la obra de predicar, cobrando ánimo de la seguridad que Jehová nos ha dado. “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren frente a diferentes pruebas, sabiendo como ustedes lo saben que esta cualidad probada de su fe produce aguante. Feliz es el hombre que continúa aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.”—Sant. 1:2, 3, 12, NM.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1955 | 1 de agosto
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Preguntas de los lectores
● ¿Qué quiere decir Marcos 9:49, 50 (NM): “Pues todos tienen que ser salados con fuego. La sal es excelente; pero si alguna vez la sal pierde su fuerza, ¿con qué la mezclarán? Tengan sal en ustedes mismos, y mantengan paz entre unos y otros”?—A. C., Estados Unidos.
La ley mosaica exigía que los sacrificios fueran sazonados con sal: “Sazonarás con sal toda ofrenda de tus ofrendas de grano, y no debes dejar que falte de tu ofrenda de grano la sal del pacto de tu Dios. Junto con toda ofrenda tuya presentarás sal.” ¿Por qué? La sal es un preservativo y evita la putrefacción. Dos versículos antes se prohibía el ofrecer cualquier cosa fermentada. El sacrificio era salado con el propósito de evitar la fermentación. Puesto que impedía cambio que naciera de la descomposición, la sal daba garantía de permanencia, y se usaba en conjunto con un pacto para indicar la invariabilidad y permanencia del acuerdo, que los contratantes implicados en el pacto habían de ser firmes y leales a sus términos, y no los corromperían: “Todas las contribuciones santas que los hijos de Israel contribuirán a Jehová, las he dado a ti y a tus hijos y a tus hijas contigo, como una porción concedida hasta tiempo indefinido. Es un pacto de sal delante de Jehová para ti y para tu prole contigo.” También, “¿No debéis vosotros saber cómo Jehová, el Dios de Israel, dió a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, por pacto de sal?” Así que la sal simboliza permanencia e incorruptibilidad, y se ofrecía con las ofrendas de grano y de carne.—Lev. 2:13, 11; Núm. 18:19, NM; 2 Cró. 13:5; Eze. 43:24.
Entre los pueblos antiguos el comer sal juntos era señal de amistad y simbolizaba fidelidad y lealtad perpetuas. Este punto de vista de tiempos antiguos se refleja en Esdras 4:14: “Ahora por cuanto nosotros comemos la sal del palacio, y no conviene que miremos callados la deshonra del rey, por tanto hemos enviado para certificar esto al rey.” Al que sacrificaba en el altar de Jehová se le consideraba como partícipe con Jehová; de modo que el uso de sal con los sacrificios era símbolo de participar de sal con él, lo que era una figura de lealtad perpetua.
Si la amistad se corrompía con deslealtad o conducta impura solía decirse que la sal simbólica había perdido su fuerza: “La sal, a buen seguro, es excelente. Pero si aun la sal pierde su fuerza, ¿con qué se mezclará? No sirve ni para terreno ni para abono. La gente la echa afuera.” En la página 525 The Westminster Dictionary of the Bible dice: “La sal impura de Siria, cuando se expone a la lluvia y el sol o la almacenan en casas húmedas, tiende a perder su sabor y hacerse inservible. No puede usarse, como mucho otro desperdicio, como abono, porque para nada sirve.” A causa de que los seguidores verdaderos de Jesús, por su ejemplo y por predicar, serían una influencia para preservar de putrefacción y corrupción moral, Jesús los llamó “la sal de la tierra.” También los llamó “la luz del mundo.” Así como ellos eran una luz para dispersar
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