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Parte 11—“Hágase tu voluntad en la tierra”La Atalaya 1959 | 1 de junio
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en la tierra, los hermanos espirituales del Señor Jesucristo.—Apo. 12:17.
25. ¿Qué pregunta hacemos hoy nosotros concerniente al magullamiento de la Serpiente y concerniente al reino del Magullador de la Serpiente?
25 En la Revelación Juan oyó clamar a las almas de los fieles cristianos que habían sido degollados debido a la Palabra de Dios y debido a la obra de testimonio que ellos hacían: “¿Hasta cuándo, Soberano Señor santo y verdadero, te estás absteniendo de juzgar y vengar nuestra sangre en los que moran sobre la tierra?” (Apo. 6:9, 10) Y aun hoy nosotros preguntamos: ¿Cuándo magullará la Simiente de la mujer de Dios a la Serpiente inicua en la cabeza? ¿Cuánto tiempo habría de pasar desde la ruina del reino típico de Dios en 607 a. de J.C. hasta que el reino celestial de Dios fuera establecido al entregársele al Magullador de la Serpiente, la Simiente de la mujer de Dios, a quien pertenece el derecho?
26. ¿Cuándo empezó a ser hollada la ciudad capital del reino típico de Dios, y cómo sabemos que el hollarla no había terminado ni siquiera en los días de Jesús sobre la tierra?
26 Cuando fué arruinada en 607 a. de J.C. la ciudad capital del reino típico de Dios empezó a ser hollada, pisoteada por las naciones no judías, dando principio a este hollar el rey Nabucodonosor de Babilonia. Jerusalén fué fundada de nuevo en 537 a. de J.C. por el resto fiel que regresó del destierro en Babilonia a su tierra desolada. Pero el hollar a Jerusalén bajo los pies de las naciones no judías continuó. Jesús predijo la destrucción de la Jerusalén reconstruída durante los días de los apóstoles. Los ejércitos romanos en el Medio Oriente hicieron esta obra destructiva en unos cuantos meses en 70 d. de J.C. Pero Jesús dijo que el hollar continuaría más allá de eso. ¿Por cuánto tiempo? Escuche las palabras de él: “Habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre esta gente, y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que los tiempos señalados de las naciones se cumplan.”—Luc. 21:23, 24.
27. ¿Qué representaba la Jerusalén que empezó a ser hollada en 607 a. de J.C., y por eso qué significaría el fin del hollarla al tiempo señalado de Dios?
27 Allá en 607 a. de J.C. la Jerusalén que fué derrocada representaba el reino de Dios porque tenía el trono típico de Jehová sobre el cual se sentaba el ungido de Jehová como rey de él. De igual manera, la Jerusalén que es hollada por las naciones mundanas representa el reino de Dios. Cuando Jesús mismo estaba en la tierra él dijo estas palabras como parte de su Sermón del Monte: “No juren en ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.” (Mat. 5:34, 35) Entonces el fin del hollar a Jerusalén al cumplirse cabalmente los “tiempos señalados de las naciones” significaría que la Jerusalén simbólica, a saber, el reino de Dios, volvería a levantarse. Significaría dar el reino de Dios al gran Heredero del rey David, que antes se sentaba en el trono de Jehová en la antigua Jerusalén. Significaría que este Heredero empezaría a reinar porque tiene el derecho de hacerlo en armonía con el pacto del Reino que Jehová Dios hizo con el rey David.
“LOS TIEMPOS SEÑALADOS DE LAS NACIONES”
28. ¿Cuántos son los “tiempos” durante los cuales Jerusalén había de ser hollada, y por medio del sueño de quién lo sabemos?
28 Es vital, entonces, saber la duración de estos “tiempos señalados de las naciones.” ¿Cuántos tiempos son? ¿Cuánto dura cada tiempo? En las Santas Escrituras se usa el número siete como símbolo de lo que es completo o perfecto espiritualmente. ¿No constó de siete días la semana creativa completa de Dios? Entonces, por medio del libro apocalíptico de Daniel, Dios nos informa que los tiempos señalados de las naciones para hollar a Jerusalén bajo sus pies son siete, un número completo. Él le envió al rey Nabucodonosor un sueño que ninguno de los científicos, hombres sabios o líderes religiosos de Babilonia pudo interpretar. Por fin Daniel el profeta de Jehová fué llamado. El atemorizado rey Nabucodonosor le contó a Daniel los detalles del sueño y le dijo que no temiera decirle claramente la verdad en cuanto a su significado. Daniel, a quien el rey había nombrado Beltsasar, dijo:
29. ¿Con qué identificación empezó Daniel a interpretar el sueño?
29 “¡Señor mío, sea este sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios! El árbol que has visto, que crecía y se hizo fuerte, y cuya altura llegaba al cielo, de modo que se alcanzaba a ver desde los extremos de toda la tierra; cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas habitaban las aves del cielo;—tú mismo eres, oh rey, que has crecido y te has hecho grande: pues tu grandeza ha crecido hasta llegar al cielo, y tu dominio hasta los fines de la tierra.”—Dan. 4:19-22, Mod.
30. ¿De qué era símbolo el rey Nabucodonosor en ese tiempo, y por qué no fueron estorbados él ni las naciones que le siguieron por el reino de Dios?
30 El árbol del sueño aplicó personalmente al soñador, en primer lugar. Pero fué con permiso de Jehová Dios el Todopoderoso que Nabucodonosor estableció a Babilonia como potencia mundial. Fué sucesora a las potencias mundiales primera y segunda, a saber, Egipto y Asiria. Esta potencia mundial babilónica recibió atención e inspiró respeto mundial de todo el mundo. De modo que Nabucodonosor fué símbolo de algo mayor que él mismo. Él fué símbolo de la dominación mundial, la cual, en ese momento, él estaba ejerciendo por permiso y de acuerdo con el propósito del Dios Altísimo. Jehová lo había usado para ejecutar su juicio divino sobre la nación infiel de Judá, derrocando su reino, y así dando principio a los “tiempos señalados de las naciones,” durante los cuales Jerusalén habría de ser hollada por dichas naciones mundanas. Por esta razón Babilonia y las otras naciones que habían de seguir durante los “tiempos señalados” no fueron estorbadas por el reino de Jehová Dios ni siquiera de manera típica. Como potencia nacional el reino típico de Dios fué arrasado.
31. ¿Qué había de hacerse con el árbol simbólico, y cuánto tiempo había de pasar en conexión con él?
31 Daniel continuó: “Mas como vió el rey que un Velador y Santo descendió del cielo, y dijo: Cortad el árbol, y destruídlo; pero dejaréis el tronco de sus raíces en la tierra, con un cerco de bronce y de hierro, entre la hierba del campo, y con el rocío del cielo sea mojado, y entre las bestias del campo sea su porción, hasta que pasen siete tiempos sobre él, ésta es la interpretación, oh rey.”—Dan. 4:23, 24, Mod.
32. En cuanto a su significado más sencillo, ¿qué representó eso, y qué sucedió con la organización gubernamental de Babilonia durante ese tiempo?
32 En cuanto a su significado más sencillo, esto representó que Nabucodonosor mismo sería removido de su puesto de dominación mundial pero que no sería destruído al grado de no volver a tener el mismo poder. El “tronco” de él permanecería en la tierra, pero sería cercado para impedir crecimiento o expansión durante “siete tiempos.” Mientras tanto la organización gubernamental de Babilonia seguiría operando, sólo que Nabucodonosor no estaría activo en el trono. Puede que su hijo Bel-Merodac haya obrado en su lugar como cabeza del gobierno.
33. ¿Cuál fué la verdadera dominación mundial que fué cortada, y quién ascendió a la dominación?
33 En el significado mayor del árbol cortado, fué la dominación mundial por el gobernante legítimo lo que fué derribado. Únicamente el reino de Dios tiene el derecho a la dominación mundial. Únicamente el rey ungido de Jehová tiene el derecho dado por Dios para gobernar la tierra entera, así como el reino de Israel había dominado toda la Tierra Prometida durante los años que fué fiel a Dios. Pero ese reino típico de Dios cayó en 607 a. de J.C. y Nabucodonosor el conquistador del mundo ascendió a la dominación sobre toda la Tierra Prometida. En este cambio internacional la vid frondosa pero de poca elevación, el rey Sedequías de Judá, fué desarraigada y despojada de fruto, pues mataron a sus hijos. (Eze. 17:5-10, 20, 21, Mod) El pacto de Jehová para el reino entonces se dirigió hacia otro como heredero.
34. ¿Qué dijo entonces la interpretación de Daniel concerniente al rey Nabucodonosor?
34 La interpretación de Daniel continuó: “Este es el decreto del Altísimo que ha de venir sobre mi señor el rey: Que seas expulsado de entre los hombres, y con las bestias del campo tengas tu morada, que te hagan comer la hierba como los bueyes, y seas mojado con el rocío del cielo, y pasen siete tiempos sobre ti; hasta tanto que conozcas que el Altísimo gobierna en el reino de los hombres, y lo da a quien le parece. Y lo que mandaron acerca de dejar el tronco de las raíces del árbol, significa que tu reino se te quedará seguro después que conocieres que gobiernan los cielos.”—Dan. 4:24-26, Mod.
35. Durante los siete tiempos sobre el rey Nabucodonosor, ¿qué había de mantenerse seguro para él, y durante el abatimiento correspondiente del reino de Jerusalén, qué había de seguir en vigor?
35 Nabucodonosor había de exhibir personalmente cómo Dios maneja los asuntos gubernamentales relacionados con la tierra. Durante esta exhibición personal, sin embargo, el puesto de dominación mundial de Nabucodonosor, igual que el tronco del árbol, había de mantenérsele seguro hasta que él volviera a sus cabales después que pasaran sobre él los siete tiempos. Asimismo, en 607 a. de J.C. el reino de Jehová representado típicamente por el reino de Jerusalén había de ser abatido, derribado. Entonces había de continuar en esa condición abatida, sin llevar a cabo funciones gubernamentales, por un período de “siete tiempos.” Durante todo este tiempo, sin embargo, el pacto del reino que Jehová hizo con el rey David para un reino eterno seguiría siéndole obligatorio a Jehová Dios y esperando su cumplimiento cabal con el Heredero legítimo.
36. Un año más tarde, ¿cómo se cumplió literalmente el sueño sobre Nabucodonosor personalmente, así como se había interpretado?
36 Doce meses después de la interpretación por Daniel, Nabucodonosor estaba jactándose de Babilonia como potencia mundial. Luego una voz celestial dijo: “¡A ti se te dice, rey Nabucodonosor, que el reino ha sido traspasado de ti! ¡De entre los hombres te van a expulsar, y con las bestias del campo será tu morada, y te harán comer hierba como los bueyes, y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo gobierna en el reino de los hombres, y lo da a quien le parece!” En seguida el gobernante más poderoso de la tierra de aquel tiempo perdió la razón y se imaginó que era una bestia, posiblemente un buey. “De entre los hombres fué expulsado, y como los bueyes comía la hierba, y con el rocío del cielo fué mojado su cuerpo, hasta que los cabellos le crecieron como plumas de águila, y sus uñas como las de aves de rapiña.” Su jactancia acerca de sí mismo y su exaltación de Babilonia por encima del reino de Dios merecía una reprensión, y el dios falso de Nabucodonosor, Merodac o Marduc, no podía impedirla. Mientras los “siete tiempos” pasaban sobre él en esta condición, él se portaba como una bestia bruta en el campo; pero las iniquidades y opresiones en Babilonia continuaron por parte de los que ejercían el gobierno.—Dan. 4:28-33, Mod.
37. Durante los “siete tiempos” mayores, ¿cómo se han portado igual que Nabucodonosor los gobernantes mundiales, y con qué efecto sobre las personas?
37 De igual manera, mientras ha continuado el gobierno de la humanidad por los sistemas mundanos políticos durante los “siete tiempos” mayores desde que el reino típico de Dios en Judá fué arruinado en 607 a. de J.C., los gobernantes que no están en el pacto de Dios para el reino se han portado como el enloquecido Nabucodonosor. Ellos no se han portado como el hombre hecho a la imagen de Dios. Debido a esto todos los pueblos, no solamente los testigos de Jehová, han sufrido.
38. ¿Qué dijo Nabucodonosor que sucedió al fin de los “siete tiempos” para con él?
38 ¿Qué sucedió cuando terminaron los “siete tiempos” de Nabucodonosor? Él nos dice: “Al cabo de los días, yo Nabucodonosor alcé mis ojos hacia el cielo, y mi juicio me fué restituído; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive eternamente, cuyo dominio es dominio sempiterno, y su reino de siglo en siglo. Y todos los moradores de la tierra por una nada le son contados; pues hace conforme a su voluntad [¿dónde?] en el ejército del cielo, y entre los habitantes de la tierra, y no hay quien pueda detener su mano, ni decirle: ¿Qué haces tú? Al mismo tiempo mi juicio me fué devuelto; y para gloria de mi reino, mi majestad y mi esplendor me fueron restituídos; y mis consejeros y mis grandes me buscaron; y fuí restablecido en mi reino, y grandeza preeminente me fué añadida. Ahora pues yo Nabucodonosor alabo, ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdad, y sus caminos justicia, y a aquellos que andan con soberbia, él los puede abatir.” (Dan. 4:34-37, Mod) Nabucodonosor confesó esto, no acerca del dios falso Marduc, sino acerca del Dios de Daniel, Jehová.
39. En el caso personal de Nabucodonosor, ¿cuánto tiempo, a lo más, duraron esos “siete tiempos,” pero por qué no podía ser esto el caso en cuanto al hollar a Jerusalén?
39 Se informa que Nabucodonosor reinó por cuarenta y tres años. Entonces estos “siete tiempos” de locura entre ellos han de haber sido siete años a lo más, en su caso personal. En la Santa Biblia a veces se usa un “tiempo” para representar un año literal. (Dan. 7:25; 12:7, Mod; Apo. 12:6, 14; 11:2, 3) Pero Nabucodonosor aquí estaba desempeñando un drama profético, en el cual un año representaría un período de tiempo mucho más largo. Esto tiene que ser así, porque el hollar a Jerusalén como ciudad que representaba el reino de Jehová no terminó con el fin de la locura de Nabucodonosor; y seis siglos más tarde Jesucristo dijo que Jerusalén seguiría siendo hollada o pisoteada por las naciones hasta que se cumplieran los tiempos señalados de las naciones gentiles. ¿Cuánto duran, pues, estos “siete tiempos”?
40. (a) Según la manera lunar de contar el tiempo que se usa en la Biblia, ¿cuánto duraría un “tiempo” literal en profecía? (b) Entonces, ¿cuánto duraría un “tiempo” simbólico, y cuándo terminarían los “siete tiempos” de las naciones?
40 La Biblia mide por tiempo lunar cuando habla de meses y años. En el caso de Nabucodonosor un “tiempo” representó un año lunar, el cual se calculaba como teniendo un promedio de 360 días. De hecho, un año de doce meses lunares era once días más corto que un año solar ordinario. Por esto tenía que añadirse al calendario lunar un mes décimotercero de veintinueve días a ciertos años, para armonizar el calendario con el calendario solar. Se añadía un mes décimotercero siete veces en cada diecinueve años. Cuando se hablaba de períodos de tiempo más largos, Dios dijo que un día debería representar un año entero. Basándose en esto, pues, un año lunar de 360 días representaría 360 años, “un día por un año, un día por un año.” (Núm. 14:34; Eze. 4:6, Mod) Por esto un “tiempo” simbólico sería 360 años. “Siete tiempos,” hablando simbólicamente, serían 2,520 años literales. Así, los “siete tiempos” o siete años que duró la locura de Nabucodonosor predijeron un período de 2,520 años. Puesto que la Santa Biblia manifiesta que esos “siete tiempos” o 2,520 años empezaron temprano en el otoño del año 607 a. de J.C., entonces los “tiempos señalados de las naciones” habrían de terminar temprano en el otoño del año 1914 (d. de J.C.).
41. (a) ¿De qué manera fué doblemente cercado el tronco del árbol en el caso de Nabucodonosor, y qué clase de gobernante fué él cuando volvió a su trono? (b) ¿Qué representó esto en cuanto al pacto para el Reino?
41 Durante todos esos años desde 607 a. de J.C. el reino de Jehová Dios no había estado operando por medio de un descendiente ungido del rey David de acuerdo con el pacto para el reino. Había estado como un árbol derribado, sin criaturas debajo de él ni en sus ramas. El pacto para el reino era como ese tronco que se había dejado en la tierra. Fué cercado doblemente por el poder restringente de Jehová hasta que pasaron sobre él “siete tiempos.” Asimismo, Nabucodonosor no pudo recobrar su razón y volver a su trono en el Imperio Babilónico en buenas condiciones para dominar el mundo hasta que hubiesen terminado los “siete tiempos” o siete años decretados. Entonces fué un gobernante que reconocía al Rey del cielo, al Dios de Daniel, el que regresó al trono y fué establecido en el reino con gloria, majestad y esplendor y a quien se añadió “grandeza preeminente.” De igual manera el pacto para el Reino no podía recibir cumplimiento cabal y final sino hasta que pasaran sobre él los “siete tiempos” de 2,520 años. Entonces llegaría el tiempo para que Dios removiera los cercos de restricción. Entonces llegaría el tiempo para restablecer el reino con un descendiente de David el rey ungido. Entonces el reino había de ser dado al que tenía derecho a él según el pacto de Jehová para el reino.
(Continuará)
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Confirmación de la BibliaLa Atalaya 1959 | 1 de junio
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Confirmación de la Biblia
“Se ha dicho que la ciencia está opuesta a la revelación y en conflicto con ella. Pero la historia de la primera muestra que mientras más progreso haga, y mientras más exactas sean sus investigaciones y los resultados, más claramente puede verse que no sólo no está en conflicto con ésta, sino que al contrario la confirma en toda cosa. Las mismas ciencias de las cuales han provenido objeciones contra la religión han, mediante su propio progreso, removido esas objeciones, y al fin le suministraron plena confirmación a la inspirada Palabra de Dios.”—Tryon Edwards.
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“De acuerdo con su deseo”La Atalaya 1959 | 1 de junio
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“De acuerdo con su deseo”
En la Union Bible Companion, S. Austin Allibone dice: “Sir Isaac Newton . . . también era famoso como crítico de escritos antiguos, y examinó muy cuidadosamente las Santas Escrituras. ¿Cuál fué su decisión en cuanto a este punto? ‘Hallo,’ dijo él, ‘más marcas seguras de autenticidad en el Nuevo Testamento que en cualquier historia profana que haya.’ El Dr. Johnson dice que tenemos más evidencia de que Jesucristo murió en el Calvario, como se declara en los Evangelios, que la que tenemos de que Julio César murió en el Capitolio. En realidad, tenemos muchísima más. Pregúntele a la persona que dice dudar la veracidad de la historia del Evangelio qué razón tiene para creer que César murió en el Capitolio, o que el emperador Carlomagno fué coronado emperador de Occidente por el papa León III en 80. . . . ¿Cómo sabe usted que jamás vivió un hombre que se llamara Carlos I, que fué decapitado, y que Oliverio Cromwell llegó a ser gobernante en su lugar? . . . A sir Isaac Newton se le da crédito como quien descubrió la ley de la gravitación. . . . Creemos todas las aserciones que se acaban de hacer aquí respecto a estos hombres; y lo creemos porque tenemos evidencia histórica de su veracidad. . . . Si, después de producir tal prueba como ésta, algunos todavía rehusan creer, los abandonamos porque han demostrado que son estúpidamente perversos o irremediablemente ignorantes. ¿Qué diremos, pues, de aquellos que, a pesar de la abundante evidencia que se ha producido de la autenticidad de las Santas Escrituras, dicen que todavía no están convencidos? . . . Seguramente tenemos motivo para concluir que la culpa yace más bien con el corazón que con la mente;—que no quieren creer aquello que humilla su orgullo, y los obligue a llevar una vida diferente.”
Concerniente a aquellos que no quieren reconocer tales verdades como la de que hubo un gran diluvio en el día de Noé, la Palabra de Dios dice de ellos que esto es “de acuerdo con su deseo.”—2 Ped. 3:5.
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“Todo hallazgo”La Atalaya 1959 | 1 de julio
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“Todo hallazgo”
En una conferencia sobre “José en Egipto a la luz de los monumentos,” el profesor A. S. Yahuda de Londres dijo: “En conclusión, permítaseme decir esto: Todo hallazgo que se ha hecho en Palestina, Siria, Mesopotamia y Egipto ha confirmado la Biblia, y ahora por fin la evidencia lingüística está saliendo para apoyar y complementar la evidencia arqueológica. Espero, no, más bien estoy seguro de que los hallazgos, excavaciones e investigaciones arqueológicos del futuro nos ayudarán aun más a establecer la exactitud del Libro de los libros.”—Journal of Transactions of the Victoria Institute, Vol. LXV, pág. 54.
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