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¿Una “generación de paz” o una paz mundial de corta duración?¡Despertad! 1973 | 22 de abril
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Pero esto sería igual a convenir dos personas en bailar juntas mientras cada una apunta una pistola al corazón de la otra... con su dedo en el gatillo. ¿Qué calma y paz mental genuinas pueden existir bajo semejantes circunstancias?
¿Qué hay de estos problemas?
Lo que es más, aunque la gente pudiera despedir de su mente la siempre presente posibilidad de la destrucción nuclear... sin embargo, ¿cuánta paz pueden tener si continúa la delincuencia desenfrenada? ¿Cuánto significaría algún arreglo de paz mundial si todavía sintieran miedo al salir de noche, o hasta se sintieran inseguros dentro de sus hogares tras puertas cerradas?
Aunque se remediaran las principales divisiones internacionales, ¿qué hay de la desunión interna dentro de cada nación?
¿Curaría una paz mundial política las riñas entre los grupos religiosos, como en Irlanda donde el conflicto entre los católicos y los protestantes ha acarreado la muerte a más de 540 hombres, mujeres y niños, además de incalculable daño a la propiedad, en los pasados tres años?
¿Eliminaría la desunión racial y el odio, como el que se despliega entre los árabes y los judíos, o la rivalidad tribual como la que hay en el país africano de Burundi? En Burundi, el odio entre las tribus Tutsi y Hutu, ha resultado, en solo unos pocos meses, en una brutal matanza, según cálculos, de 120.000 hombres, mujeres y niños... ¡más que el doble del total de estadounidenses muertos en combate en los once años de la guerra de Vietnam!
¿Y qué hay de toda la corrupción, engaño y fraude en la vida política y comercial que ha plagado a las naciones por siglos? ¿Qué hay de los abusos de poder y autoridad acompañados de injusticia, desigualdad y verdadera opresión? ¿Cuán pacífica llegará a ser esta Tierra en tanto que estas cosas continúen, aun en una escala local?
Pero hemos dicho que hay dos poderosas razones básicas por las cuales el venidero arreglo de paz será de corta duración. ¿Cuál es la segunda? ¿Y qué esperanza nos deja?
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Cuando los hombres dicen “paz y seguridad,” entonces ¡destrucción repentina!¡Despertad! 1973 | 22 de abril
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Cuando los hombres dicen “paz y seguridad,” entonces ¡destrucción repentina!
LA PRINCIPAL razón por la cual la venidera paz mundial establecida por los dirigentes humanos será solo momentánea es porque así lo predice la Biblia.
Al escribir a los cristianos hace diecinueve siglos, el apóstol Pablo dijo estas palabras:
“El día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. Cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.”—1 Tes. 5:1-3.
Pero, ¿por qué aplicar esta profecía bíblica a los esfuerzos y declaraciones oficiales de paz de la actualidad? ¿No es la paz una cosa buena y no dice la Biblia: “Bienaventurados los pacificadores”? ¿No aplauden hasta los guías religiosos de la cristiandad los esfuerzos que ahora están en marcha? ¿Por qué, entonces, predeciría la Biblia fracaso para tan importante esfuerzo por la paz como el que se está haciendo?
Entre otras cosas, vivimos en un tiempo claramente señalado por el cumplimiento de todavía otras profecías bíblicas que señalan a la llegada del “día de Jehová” y a su divina ejecución de juicio en las naciones. Debido a que éstas se han cumplido, tenemos base para la convicción de que la profecía del apóstol de “destrucción repentina” pisándole los talones a una declaración oficial de “paz y seguridad” también se cumplirá en nuestro día.
Tan atrás como en 1879, los publicadores de esta revista señalaron al año 1914 como un año marcado por la profecía bíblica, como el punto de partida de lo que la Biblia llama “el tiempo del fin.”a
Desde 1914 en adelante nuestra generación ha presenciado la “señal” que Cristo Jesús dijo identificaría a ese período y que serviría de introducción al predicho “día de Jehová.” La señal que él dio tenía múltiples rasgos. Los que la vieran podrían estar seguros de dos cosas:
Primero, que esta señal sería el preludio a una “tribulación grande como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder.” Y segundo, que los que vieran la señal positivamente sabrían “que está cerca el reino de Dios,” tan cerca que la generación que la observara “no pasará de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas.”—Mat. 24:21; Luc. 21:31, 32.
¿Cuál fue esta señal de múltiples rasgos? ¿La vemos ahora? ¿Y la ha estado verdaderamente viendo la gente desde 1914 en adelante? Compare sus rasgos, que se encuentran en Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21 y Revelación 6, con los sucesos y condiciones de nuestra generación como se presentan a continuación:
Nación se levanta contra nación en guerra global (Mat. 24:7; Rev. 6:3, 4)
El analista militar H. W. Baldwin en el libro World War I declara lo siguiente: “La I Guerra Mundial [1914-1918] introdujo el siglo de Guerra Total, de —en el sentido completo y primordial del término— guerra global. . . .”
El presidente Nixon recientemente señaló que solo desde el fin de la II Guerra Mundial se han peleado cien o más guerras.
Masiva escasez de alimentos, precios y hambre ascendentes (Mat. 24:7; Rev. 6:5-8)
En el mismo período, desde 1914 en adelante, a pesar de los adelantos agrícolas, el precio de los alimentos se ha elevado por las nubes. El hambre se esparce por toda la Tierra, a veces dramáticamente, aunque más a menudo por medio de la lenta, menos conspicua —y sin embargo asesina— desnutrición.
Un informe del Times de Nueva York muestra que tan solo en la década pasada, en algunas partes del mundo las enfermedades ocasionadas por la desnutrición estaban atacando a 10.000 personas cada día... a más de 3.500.000 cada año. La gente en países industrializados quizás se resista a creerlo pero a pesar de eso es verdad: una de cada tres personas en la Tierra está o lentamente muriéndose de hambre o sufriendo de desnutrición.
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