BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Los que se benefician de ser resucitados del “infierno”
    La Atalaya 1973 | 15 de abril
    • en los cuales mora la justicia.” (2 Ped. 3:13, Douay) Los “nuevos cielos,” es decir, el reino celestial de Dios en las manos de Jesucristo, a quien se le ha dado todo el poder necesario en el cielo y en la Tierra, pondrá en vigor irresistiblemente la justicia absoluta en la Tierra. (Mat. 28:18) De modo que no es sin motivo que los cristianos genuinos oran: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.”—Mat. 6:9, 10, Douay.

      16. ¿Cómo procederá la resurrección de los que están en el “infierno,” y la superintendencia de los asuntos humanos será puesta en las manos de quiénes en la Tierra?

      16 Tenga presente este hecho: El “infierno” no expelerá a todos sus muertos de una vez, en un solo día de veinticuatro horas, produciendo así una explosión demográfica aturdidora para los relativamente pocos sobrevivientes de la guerra universal de Har-Magedón, todos ellos individuos temerosos de Dios. La liberación de los muertos del “infierno” estará controlada sabiamente desde el cielo por el reino de Dios bajo Cristo. (1 Cor. 15:23) Ninguno de los políticos de los pasados gobiernos mundanos ya destruidos serán puestos de nuevo en el poder. Se pondrá la superintendencia de los asuntos humanos en las manos de individuos amadores de Jehová Dios, desde Abel hasta los que temen a Jehová Dios hoy día, individuos que, durante los pasados milenios de tiempo, han esperado con anhelo el reino de Dios.

      17. ¿Por qué no se escribirán los nombres de algunos en el “libro de la vida,” y qué se hará con éstos?

      17 Todos los que sean librados del “infierno” y que, después de un período de prueba adecuado, tercamente rehúsen aprender la justicia y obedecer al Reino serán ejecutados. No se escribirán sus nombres en el “libro de la vida” como dignos de vida eterna. No, no se les hará volver al “infierno” y quedarse allí para siempre. Juan nos dice: “Y el infierno y la muerte fueron arrojados al estanque de fuego. Esta es la muerte segunda. Y cualquiera que no se halló escrito en el libro de la vida, fue arrojado al estanque de fuego.”—Apo. Rev. 20:14, 15, Douay.

      18. (a) ¿De qué es símbolo el “estanque de fuego,” y por lo tanto qué les sucede a aquéllos? (b) ¿Qué clase de personas dejará en la Tierra la “muerte segunda” de estos que no se hallan escritos, y a qué los justificará el Juez Supremo?

      18 Ese “estanque de fuego,” que simboliza “la muerte segunda,” corresponde con lo que Jesús, cuando estuvo en la Tierra, llamó el Gehena. Por lo tanto simboliza la destrucción eterna, una muerte de la cual no hay resurrección. Tal como la muerte heredada de Adán y Eva y el “infierno” para siempre dejarán de existir, así también dejarán de existir estos súbditos terrestres del reino de Dios que son incorregibles y será tal como si nunca hubieran existido. Esto dejará en la Tierra solo a los que aman la justicia con todo su corazón y que demuestran ser inquebrantablemente leales al gobierno teocrático de Jehová Dios el Todopoderoso. Éstos son los que se hallan escritos en el “libro de la vida,” a los cuales el Juez Supremo Jehová justifica para vida sin fin en paz y felicidad en el Paraíso de Placer entonces restaurado a la Tierra.

      19, 20. (a) ¿Quiénes son los que nunca irán al “infierno,” y por qué no? (b) ¿Cómo puede usted ser uno de ellos?

      19 ¡Pero imagínese! Hay personas que viven hoy día en esta Tierra contaminada, amenazada por guerra, que nunca irán al “infierno.” Nunca se les tendrá que hacer volver del “infierno.” ¿Quiénes son estas personas, y es posible que algunos de nosotros estemos incluidos entre ellas?

      20 Estas son personas semejantes a ovejas y temerosas de Dios que de todo corazón prestan su apoyo y servicio al reino celestial del querido Hijo de Dios, Jesucristo, y por lo tanto se abstienen de la política de este mundo. (Mat. 25:31-46) Ahora, antes de la guerra universal de Har-Magedón, sinceramente aclaman a Jehová Dios en su trono celestial y a su Hijo Jesucristo semejante a cordero. Este grupo o clase de testigos cristianos de Jehová será conservado vivo a través del fin violento del actual sistema global de cosas e introducido en el nuevo sistema de cosas de Dios en el cual la justicia tiene que morar. (Rev. 7:9-17) Allí la muerte heredada de Adán y Eva, que ya ha puesto a miles de millones en el “infierno,” será borrada, de modo que estos sobrevivientes nunca tendrán que temer el “infierno” entonces. Continuando en su proceder de justicia y devoción al reino de Dios por Cristo, seguirán viviendo y verán al mar y al “infierno” entregar a los muertos que hay en ellos. Sí, por medio de hacer ahora lo que es correcto, usted puede ser uno de esos benditos sobrevivientes.

  • ¿Basta con ser miembro de una iglesia?
    La Atalaya 1973 | 15 de abril
    • ¿Basta con ser miembro de una iglesia?

      ‘¿ESTARÉ entre los que sean librados para entrar en el nuevo orden de Dios?’ Todo el que cree en la promesa de Dios de seguro hará esa pregunta. Muchos también quieren saber: ‘¿Me asegurará el favor de Dios el hecho de que soy miembro de una iglesia?’

      Estas preguntas realmente merecen seria consideración, especialmente en vista de que existen tantas iglesias, con enseñanzas y prácticas contradictorias.

      ¿Qué hay, pues, de los que son miembros bautizados de los testigos de Jehová? Estos también pudieran preguntarse: ‘¿Asegura mi asociación, incluso mi participación en las reuniones de estudio de los testigos de Jehová y en predicar de casa en casa, mi liberación cuando sea destruido este sistema de cosas?’

      Para contestar cualquiera de estas preguntas hay que considerar: ¿Qué requiere Dios de mí? Él dice: “Yo soy el Señor Dios tuyo, Dios celoso [o, “un Dios que exige devoción exclusiva”].” (Deu. 5:9, Versión Torres Amat; compare con la Traducción del Nuevo Mundo.) Por lo tanto, de uno como individuo él requiere devoción exclusiva. Uno tiene que servirle personalmente, de corazón, con conocimiento exacto de lo que le agrada a él.—1 Cró. 28:9; Mat. 22:37.

      ES ESENCIAL EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE DIOS

      Este conocimiento solo se puede obtener de la Palabra de verdad de Dios, la Biblia. Una persona que profesa servir a Dios puede ser celosa, sincera. Quizás le parezca que los líderes de su iglesia también son sinceros. Pero esas cosas en sí no aseguran el favor de Dios.

      La Biblia nos suministra un ejemplo notable de esto. Enfatiza el punto de que, aunque sea sincero, un individuo o hasta una organización entera puede estar muy lejos de la devoción exclusiva a Dios. El apóstol Pablo dijo de sus conciudadanos los judíos, a quienes amaba: “Hermanos, la buena voluntad de mi corazón y mi ruego a Dios por ellos [los judíos] son, en realidad, para su salvación. Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto; pues, a causa de ignorar la justicia de Dios pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.”—Rom. 10:1-3.

      No es difícil saber lo que Dios requiere si uno lee y acepta con mente receptiva lo que dice la Biblia, haciéndolo sin el prejuicio que proviene de creencias o enseñanzas previas. Por ejemplo: Precisamente antes de su declaración tocante a su requisito de devoción exclusiva, Dios dijo:

      “No te esculpirás estatua ni figura ninguna de las cosas que hay arriba en el cielo, o acá abajo en la tierra, o se mantienen en las aguas más abajo de la tierra. No las adorarás ni les darás culto.” (Deu. 5:8, 9, TA) Note que Dios dice no ‘esculpirlas’ ni ‘adorarlas.’ Más tarde, Dios declaró: “Yo soy el Señor Jehová: éste es mi Nombre: la gloria mía no la cederé a otro, ni el honor mío a los vanos simulacros de los ídolos.”—Isa. 42:8, TA.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir