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La unidad de la familia de DiosLa Atalaya 1964 | 1 de octubre
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a los hermanos encargados de la obra, localmente y en general, se conservaba la unidad. Era necesario este reconocimiento; aunque todos estos superintendentes y hermanos responsables eran hombres imperfectos, sujetos a cometer errores. Estos superintendentes tenían espíritu de Dios.
13. ¿Qué consejo dio Pablo para tener unidad?
13 Los superintendentes no tenían la libertad para predicar y enseñar a las congregaciones cualquier cosa que querían, ni para aceptar solo determinadas porciones de la Palabra de Dios. Lo mismo era verdad concerniente a cada miembro de la congregación a quien se le decía que predicara. No estaban libres para predicar cualquier cosa. A todos se les llamaba a predicar la verdad. Lógicamente, entonces, estaban obligados a predicar el mismo mensaje, ora que esto fuera en Jerusalén, Roma o Corinto. “Ahora les exhorto, hermanos, . . . a que todos hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar.” (1 Cor. 1:10) No había lugar para movimientos contradictorios, como sucede hoy en día, donde en la misma iglesia hay un grupo “positivo” y luego hay el “liberal” que ni siquiera reconoce la muerte sacrificatoria de Jesús y su resurrección. El apóstol Pablo escribió a un superintendente, Tito, que debería ‘mostrar incorrupción en su enseñanza,’ y “habla saludable que no se pueda condenar.” (Tito 2:7, 8) Ciertamente esto no se escribió solo para provecho de Tito y su congregación, sino para todos los superintendentes cristianos de todos los tiempos.
14. ¿Cómo debe tratarse a las personas que promueven sectas?
14 Por eso, para que la unidad se conserve y se eviten las sectas y las separaciones, el apóstol Pablo, un hombre del cuerpo gobernante de aquel tiempo primitivo, escribió en su carta a los tesalonicenses: “Pero si alguno no es obediente a nuestra palabra por medio de esta carta, tengan a éste señalado, dejen de asociarse con él, para que se avergüence.” (2 Tes. 3:14) Era peligroso asociarse en la congregación con tal persona que estaba renuente a aceptar la enseñanza inspirada del apóstol. No se le permitía pasar a la plataforma para que pudiera presentar sus opiniones personales, contrarias a lo que el apóstol había escrito y hablado. No, había de ser pasado por alto, para que tal persona discerniera la sinrazón de su actitud y por medio de exhortación finalmente pudiera ser ayudado a obedecer. Al proceder así la congregación mantenía unidad en sus filas y en su relación con las otras congregaciones y los hermanos acaudilladores.
15. ¿De qué base para la unidad disfrutan los que dejan la religión babilónica?
15 Hoy en día hallamos el mismo orden y los mismos principios en las congregaciones cristianas restauradas de testigos de Jehová. En las pocas décadas pasadas centenares de miles de hombres de buena voluntad han dejado sus iglesias de religión babilónica, en las cuales la mayor parte de ellos había entrado por nacimiento. Han aceptado el mensaje saludable del reino de Dios, han hecho una dedicación a Jehová y han ingresado en las congregaciones organizadas de testigos de Jehová. Sea que hayan sido anteriormente católicos, protestantes, judíos, budistas, musulmanes, adherentes a cualquier otra fe o hasta ateos, ahora se reúnen sobre la base del denominador común de la verdad bíblica, en la gran familia de Dios bajo el reino de Dios. Han hallado una unidad que no habían conocido antes.
NO ES DICTADURA
16. ¿Qué es una dictadura, y qué preguntas se han hecho acerca de ello?
16 Algunas personas que observan la estrecha unidad mundial del pueblo de Dios han preguntado si los testigos de Jehová viven bajo una dictadura, viendo que todos están sujetos a determinados principios. Por “dictadura” por lo general hoy en día uno entiende la forma de gobierno que asume absoluta autoridad y gobierna por fuerza y coerción. Hoy en día millones de personas viven bajo tal dictadura, y por lo general estos sistemas de gobierno encuentran buen apoyo de parte de las iglesias. Pero, ¿cuántos de los que viven bajo una dictadura se complacen en tal gobierno y están contentos con él? ¿Cuántos sufren injustamente bajo una dictadura? ¿Cuántos anhelan liberación de ella? La mayor parte de la gente que vive bajo tal forma de gobierno no ha deseado este modo de vivir. Se le ha impuesto. Pero no tenía otra alternativa que aceptarlo.
17. ¿Qué contraste existe entre el gobierno de Dios y una dictadura?
17 Sin embargo, el reino de Dios no es una dictadura y la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová tampoco lo es. El dictador gobierna obligando; Jehová Dios hace llamamiento al libre albedrío y a la buena voluntad de las personas honradas. Dios no obliga a nadie a que le sirva. “Escojan para ustedes mismos hoy a quién servirán.” (Jos. 24:15) Ese siempre ha sido el principio de Jehová, y es el mismo hoy en día. A nadie se le obliga a aceptar la organización teocrática que opera en la familia de Dios hoy en día. Es asunto de libre albedrío. Jehová gana a sus súbditos por medio de mostrarles amor. Y él espera que sus súbditos le amen sin reserva. (Mat. 22:37, 38) El gobierno de Dios se basa en amor, de arriba a abajo. Esto no se puede hallar en ninguna dictadura. Además el gobierno de Dios se basa en justicia, sabiduría y poder perfectos. Esto tampoco puede hallarse en ningún gobierno dictatorial. Puesto que Jehová es el Creador de todas las cosas, tiene derecho absoluto e indisputable a la obediencia y devoción perfectas de todas sus criaturas. Ninguna dictadura puede reclamar tales derechos.
18, 19. (a) ¿Qué desea Dios de nosotros? (b) ¿Cuál debe ser nuestra actitud como parte de la familia de Jehová Dios?
18 El amor que el cristiano tiene a Dios y a Su reino bajo Cristo se expresa en la obediencia que muestra a los mandamientos de Dios: “Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.” (1 Juan 5:3) Nuestra obediencia a Dios no es obligada, sino que es voluntaria y gozosa. No es una carga bajo la cual suspiramos y sufrimos. Dijo el Rey del reino de Dios: “Mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:30) Hay felicidad en hacer la voluntad de Dios, como expresó el salmista con las palabras: “Feliz es el hombre que teme a Jehová, en cuyos mandamientos se ha deleitado muchísimo.”—Sal. 112:1.
19 De modo que hay una tremenda diferencia entre una dictadura y la organización de Jehová. Un sinnúmero de personas se escaparía de las gobernaciones dictatoriales si pudiera hacerlo. Por otra parte, vemos que decenas de millares de personas honradas huyen cada año al reino de Dios, porque aquí tienen la promesa de vida y felicidad eternas. Son admitidas en la unidad de la familia de Dios. “¡Mira! ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en unidad!”—Sal. 133:1.
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AsombradosLa Atalaya 1964 | 1 de octubre
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Asombrados
● En las islas Salomón surgió dificultad entre dos aldeas de las cuales una está compuesta de testigos de Jehová y personas que estudian con Testigos. Antes de aprender la verdad de Dios y bautizarse, el principal de la aldea de Testigos tenía la reputación de ser un hombre muy endurecido. Cuando vino el día de la reunión para arreglar los asuntos, todos los hombres de las otras aldeas vinieron con sus lanzas, cuchillos y garrotes de guerra, por si algo pasaba. ¡Cuán sorprendidos quedaron cuando los Testigos y sus amigos llegaron sin llevar nada que siquiera pareciera un arma! Se sentaron a hallar una solución a su problema, en paz. Los aldeanos que no eran Testigos estaban llenos de asombro.
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