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Apreciando el poder del discernimientoLa Atalaya 1961 | 15 de septiembre
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Apreciando el poder del discernimiento
“El alimento sólido es para las personas maduras, para los que por medio del uso tienen las facultades perceptivas entrenadas para discernir así lo correcto como lo incorrecto.”—Heb. 5:14.
1, 2. ¿Por qué nunca se ha equivocado Jesús?
JESÚS nunca se equivocó. Cuando lo desafiaron los caudillos religiosos en una ocasión durante su ministerio terrestre, dijo: “¿Quién de ustedes me convence de pecado?” (Juan 8:46) ¿Se debió a que era perfecto? No del todo. Adán y Eva fueron perfectos también, no obstante cometieron uno de los más graves errores que se han cometido. Desobedecieron a Jehová Dios. ¡Esa fue la diferencia! Adán y Eva rehusaron entrenar sus facultades perceptivas.
2 Jesús había sido enseñado por Dios. Durante milenios sin cuenta estuvo al lado de Jehová bebiendo profundamente de la Fuente de sabiduría. Era inmenso el conocimiento que tenía de la manera de obrar de Jehová y entendía completamente los principios envueltos en cumplir la voluntad divina para él. Además, Jesús siempre fue obediente y siguió el ejemplo perfecto puesto por su Padre celestial y confió completamente en la fuerza activa o espíritu de Dios para cumplir cualquier comisión a la que fue asignado. Como resultado, Jesús no solo pudo prever el resultado de cada derrotero que le era posible emprender a medida que se le abría a él, sino que pudo discernir claramente qué derrotero resultaría en la mayor alabanza al nombre de su Padre y resultaría en su propio bienestar eterno. Debido a que amaba a su Padre por encima de todo, jamás titubeó en cuanto a emprender el derrotero correcto. Por lo tanto siempre hizo lo correcto.—Juan 8:38; Heb. 10:7.
3. ¿Qué impulsó a Eva a emprender un derrotero que resultó en que perdiera la vida, y cómo contribuyó a esto el dejar de ejercitar sus facultades perceptivas?
3 Adán y Eva, por otra parte, dejaron de hacer lo correcto porque no le tenían ese amor a Dios. En el caso de Eva, ella había sido informada correctamente en cuanto a la voluntad divina por medio de Adán, su cabeza, y se le había dicho lo que resultaría al dejar ella de obedecerla. Por un tiempo tuvo un registro de integridad intachable y por lo tanto era una mujer perfecta. Luego de súbito se enfrentó a un derrotero alternativo al derrotero que Jehová mandó. Ahora ella tenía una oportunidad de demostrar su amor a Dios, de ejercer sus facultades perceptivas y fortalecer su conocimiento de lo correcto y lo incorrecto, progresando a la perfección de integridad y madurez. Pero el interés propio embotó sus facultades perceptivas. Ella rehusó dirigirse a Adán o a Jehová por guía y, en cambio, siguió el ejemplo y consejo de uno que no estaba autorizado como conducto de comunicación de Dios y por eso fue engañada. Esperando beneficios personales no autorizados, ella abandonó su creencia en la palabra de Dios; lo incorrecto se le hizo correcto a ella y deliberadamente violó el mandamiento de Dios. Su acto de desobediencia rompió su registro de integridad y ella perdió su reputación de perfección. Su error de desobediencia le costó la vida.
4. ¿Qué actitud mental de parte de Adán hizo que él se uniera a Eva en la rebelión?
4 ¿Y qué hay de Adán? Adán también estuvo plenamente consciente de la voluntad divina para él, pero, desemejante a Eva, no fue engañado en cuanto a lo que le resultaría si desobedecía. (1 Tim. 2:14) Sin embargo, igual que Eva, su interés propio echó fuera a fuerzas su amor a Dios y se unió a Eva en quebrantar voluntariosamente el mandamiento de Dios, sosteniendo a Eva en la norma del bien y del mal hecha por ella misma. La completa desatención de Adán al buen placer de Jehová y en cuanto a cómo afectaría el nombre y alabanza de Jehová el derrotero que había escogido lo lanzó precipitadamente a la desobediencia y la muerte, sin esperanza de redención. Las facultades perceptivas que Dios le había dado, que lo capacitaron a hablar, escribir, adorar a Dios y buscar su presencia en la “parte airosa del día” para conversar con él–estas facultades perceptivas perspicaces de este hombre perfecto fueron abandonadas a favor de la autocomplacencia. ¡Qué contraste con el derrotero que Jesús emprendió de humillarse y siempre buscar hacer la voluntad de Dios!—Fili. 2:5-8; Juan 5:30.
5. (a) ¿Cómo podemos evitar el error fatal de nuestros primeros padres? (b) ¿Cómo ha afectado ese error las normas modernas del bien y del mal, y qué, por lo tanto, es insensato asumir?
5 Nosotros, dado que somos hijos imperfectos de Adán y Eva, no podemos esperar igualar las facultades perceptivas de Jesús ni podemos vivir ahora completamente libres del error. (Rom. 3:12) Pero sí podemos evitar el error fatal que cometieron nuestros primeros padres humanos. Para evitarlo tenemos que desarrollar y entrenar nuestras facultades de discernimiento. Los hijos nacen sin conocimiento de lo correcto y lo incorrecto. A medida que progresan a la edad adulta su concepto de lo que es bueno y lo que es malo generalmente se desarrolla por medio de entrenamiento de parte de los padres y por medio de experiencias que encuentran en el medio ambiente en que crecen. Si Adán y Eva hubiesen permanecido fieles, nosotros, como hijos de ellos, hubiésemos sido instruidos correctamente en consonancia con la Palabra de Dios y criados en un clima de justicia. Pero dado que nuestros primeros padres deliberadamente abandonaron la norma de Dios, estableciendo su propio sustituto, el cual transmitieron a su posteridad, tenemos una herencia básica de desobediencia y una tendencia a la maldad. (Job 14:4) Además, a través de los siglos creencias y costumbres han llegado a variar completamente desde un cabo de la Tierra hasta el otro. ¡Cuán insensato y falto de perspicacia es ante tales diferencias el que persona alguna asuma que su norma es correcta y segura solo porque se le crió así y porque es la única norma que ha conocido!
6. ¿Qué ha hecho posible el que conozcamos la norma perfecta de Dios, y cuál es el primer paso en el uso de nuestras facultades perceptivas?
6 Aunque somos descendientes carnales de Adán y Eva, podemos estar agradecidos de que Jehová Dios todavía es el Creador de la raza humana, aunque le parezcamos criaturas imperfectas y estemos alejados temporariamente de él por nuestra herencia de Adán. También podemos estar agradecidos de que Jehová no ha olvidado un amor de Creador para con nosotros y no nos ha abandonado a un derrotero de maldad sin mostrarnos la salida. Hoy sería imposible el que persona alguna llegase a un conocimiento acertado de la norma perfecta de Dios si Jehová mismo no la hubiese trazado claramente para nosotros. Esto lo ha hecho en su propio Libro de requisitos, la Santa Biblia, aun enviando a su propio Hijo perfecto para poner el ejemplo apropiado. (2 Tim. 3:16, 17; Juan 13:15) Cuán vital es, entonces, saber cómo Jesucristo ve el asunto y guiarse por eso en vez de adherirse tenazmente a un punto de vista falso que se heredó de nuestros primeros padres y que ha sido corrompido más por las normas aceptadas de este presente sistema de cosas inicuo. Seguir el ejemplo de Jesús verdaderamente es el derrotero de sabiduría. Es el primer paso para evitar el error que cometieron Adán y Eva. (2 Cor. 11:3) Es el primer paso que damos para usar nuestras facultades perceptivas, ejerciendo el discernimiento para comprender cuan desorientadoras y corruptoras son las normas de este viejo mundo dividido y rehacer nuestra mente para amoldarnos a la voluntad perfecta y completa de Dios.—Fili. 2:5; Rom. 12:2.
7. El adquirir percepción, ¿qué galardón trae, y de qué es evidencia?
7 Un niño sensitivo y obediente sabe cuando un padre está descontento y se esfuerza por apaciguar al padre y satisfacer sus deseos. ¿Deberíamos ser menos discernidores en nuestra relación con nuestro Padre celestial? ¿Cómo podemos decir que tenemos alguna relación con él si somos insensibles a su dirección o si constantemente pasamos por alto las muchas evidencias de que él nos guía? Pero al reconocernos como alejados de Dios y al buscar una reconciliación apenas comenzamos a usar nuestras facultades perceptivas. Después de rechazar las muchas voluntades antagónicas de este presente sistema de cosas y dedicarnos a Jehová para hacer su voluntad, ¿cómo podemos dejarnos flotar a la ventura sintiéndonos satisfechos con tener solo el entendimiento más básico de la doctrina bíblica y de los requisitos de Dios para nosotros como cristianos? El buscar progresar en conocimiento de Dios no solo es una evidencia de nuestro amor a Jehová sino que también es una señal de madurez verdadera y de aprecio a la provisión que Dios ha hecho para instruirnos en discernir acertadamente entre lo correcto y lo incorrecto. El adquirir tal percepción trae un galardón elevado. No solo significa responsabilidades aumentadas sino también progreso en educación teocrática coronado con vida eterna. El que esto es esencial para la madurez lo hacen patente las palabras del apóstol Pablo: “Pero el alimento sólido es para las personas maduras, para los que por medio del uso tienen las facultades perceptivas entrenadas para discernir así lo correcto como lo incorrecto.”—Heb. 5:14.
8. ¿Por qué necesitaron especialmente la exhortación que Pablo dio en Hebreos 5:14 algunos de los cristianos judíos primitivos, y qué les proveería el alimento sólido?
8 Los de la congregación cristiana primitiva que habían sido criados de acuerdo con la religión de los judíos necesitaron en especial esta exhortación. Pablo les escribió estas palabras porque muchos de los cristianos judíos en ese tiempo habían progresado tan poco en entendimiento que él sabía que no podrían apreciar las cosas más profundas que él consideraba que eran vitales para su preservación y progreso espirituales. En realidad, Pedro dijo en cuanto a los escritos de Pablo: “En [ellos], sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, el significado de las cuales los indoctos e inconstantes están torciendo, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.” (2 Ped. 3:16) Si estos cristianos primitivos habían de permanecer en la verdad, no podrían continuar como “indoctos e inconstantes.” Necesitaban alimento sólido, un fundamento fuerte sobre el cual edificar, una convicción firme en cuanto a los elementos básicos de la verdad y en cuanto a lo que Jehová mismo reconoce como bueno y malo. Asimismo, nosotros también, para nuestra protección, tenemos que progresar en nuestro entendimiento de la doctrina cristiana.
AGUZANDO LAS FACULTADES PERCEPTIVAS
9. ¿Cómo se mostraron los discípulos de Jesús deseosos de aguzar sus facultades perceptivas, y qué contraste se muestra de la descripción que dio Jesús de otros que oyeron su ilustración del sembrador?
9 En toda ocasión los apóstoles y otros discípulos que siguieron a Jesús durante su ministerio se mostraron deseosos de aguzar sus facultades perceptivas y de edificar sobre el fundamento de conocimiento que ya habían colocado. Un ejemplo se encuentra en el relato de Mateo. Jesús predicando desde un barco debido a las muchedumbres que se habían congregado alrededor de él en la playa, contó a las multitudes reunidas la ilustración de un sembrador que sembró semilla que cayó en tierra de varias clases, algunas semillas no produciendo y otras creciendo hasta madurarse y producir fruto pleno. Sin explicar su significado concluyó su relato con las palabras: “El que tiene oídos, escuche.” De todos los que oyeron sus palabras parece que solo los discípulos de Jesús tuvieron la agudeza de discernimiento de ‘escuchar,’ porque el relato de Mateo continúa: “De modo que los discípulos subieron y le dijeron: ‘¿Por qué es que usted les habla haciendo uso de ilustraciones?’ En respuesta él dijo: ‘A ustedes se les concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, pero a esa gente no se le concede. Porque al que tiene, más le será dado y se le hará abundar; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por esa razón les hablo a ellos con el uso de ilustraciones, porque, mirando, ellos miran en vano, y oyendo, ellos oyen en vano, ni perciben tampoco el sentido; y para con ellos se está cumpliendo la profecía de Isaías que dice: “Por medio de oír, ustedes oirán pero de ningún modo percibirán el sentido de ello; y, mirando, ustedes mirarán pero de ningún modo verán. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos han oído con aburrimiento, y han cerrado los ojos; para que nunca puedan ver con sus ojos y oír con sus oídos y percibir el sentido de ello con su corazón y volver, y yo los sane.” Sin embargo, felices son sus ojos porque ven, y sus oídos porque oyen. Porque en verdad les digo: Muchos profetas y hombres justos desearon ver las cosas que ustedes están contemplando y no las vieron, y oír las cosas que ustedes están oyendo y no las oyeron.’”—Mat. 13:9-17.
10. La discusión de Jesús con sus discípulos, ¿qué falta muestra de parte de algunos de la muchedumbre? ¿y qué indicó Jesús como cosa necesaria para el discernimiento verdadero?
10 Quizás algunos de la muchedumbre que oyó la ilustración de Jesús creyeron que entendían su significado sin que él se la explicara, pero la discusión de Jesús con sus discípulos muestra que el no investigar más a fondo el relato de él encerraba algo más serio que solo complacencia o falta de curiosidad. Lo que verdaderamente les faltaba era discernimiento espiritual, y esta falta la estaban alimentando dentro de su propio corazón como cosa que disuadía de la verdad de modo que ellos realmente no podían comprender el significado cabal de las palabras de Jesús y así hacerse responsables. Como hijos verdaderos de Adán y Eva prefirieron seguir su propio consejo y el de sus caudillos autonombrados más bien que escuchar con todo su corazón este conducto autorizado de comunicación que Jehová había puesto en medio de ellos. Los discípulos de Jesús, por otra parte, comprendieron que, ya habiendo vuelto su corazón hacia Dios y habiendo aceptado los primeros elementos de las declaraciones formales sagradas de Dios, tenían que pasar adelante a la madurez. De modo que se dirigieron a Jesús para la explicación de su ilustración. En respuesta Jesús les dijo: “Ustedes, pues, escuchen la ilustración del hombre que sembró. Cuando alguien oye la palabra del reino pero no percibe el sentido de ella, el inicuo viene y arrebata lo que ha sido sembrado en su corazón; este es el que es sembrado a lo largo del camino.... En cuanto al que es sembrado sobre tierra de la clase apropiada, éste es el que oye la palabra y percibe su sentido, que verdaderamente lleva fruto y produce, este de a ciento por uno, aquél de a sesenta, el otro de a treinta.”—Mat. 13:18-23.
11. ¿De qué depende el discernimiento, y cómo llega a ser obvia la necesidad de entrenar nuestras facultades perceptivas?
11 Tal discernimiento espiritual requiere entrenamiento. Los que lo poseen han estudiado. Han estado despiertos a sus oportunidades, han usado sus facultades perceptivas, entrenándolas a discernir entre la verdad y el error, entre lo correcto y lo incorrecto. La semilla espiritual sembrada en dicha tierra buena se ha profundizado en corazones buenos y se ha arraigado firmemente. No podemos excusarnos diciendo: “Lo que pasa es que no soy persona estudiosa.” Los discípulos de Jesús no fueron doctos, pero usaron sus habilidades naturales hasta el grado más pleno y fueron ricamente recompensados por su esfuerzo. (Mat. 11:25) El estudio bíblico requiere el ejercicio de las facultades mentales, es verdad, pero el que se tenga éxito al tratar de conseguir verdadero discernimiento depende más de someterse al espíritu de Dios. (1 Cor. 2:11-13) El absorber el sentido de la instrucción que se da significa reconocer y aceptar los principios envueltos y luego usar este conocimiento para hacer decisiones correctas. Llega a ser asunto de juicio más bien que de facultades de intelecto, y dado que nuestro derrotero en el ministerio depende de nuestro juicio apropiado, y el juicio equilibrado depende de la agudeza de nuestras facultades perceptivas, es obvio lo necesario que es entrenar estas facultades. ¿No es evidente que si no percibimos el sentido de lo que oímos y estudiamos de la Palabra de Dios no tenemos base para discernir tanto lo correcto como lo incorrecto y nos hacemos víctimas del ataque de Satanás? Tal descuido o negligencia nos sitúa en una posición peligrosa, debido a que nuestras facultades de discernir, por no haberlas desarrollado a la madurez, son incapaces de proporcionarnos la dirección apropiada en el juicio equilibrado, y se nos puede vencer. Sin embargo, si propendemos a desanimarnos a causa de faltas personales, tenemos que recordar que Adán aunque tenía facultades mentales perfectas, dejó de ejercer juicio y murió, mientras que nosotros, aunque somos imperfectos de mente y cuerpo, podemos ejercer la sabiduría de Jesucristo y vivir.— 1 Cor. 1:26, 27.
12. ¿De qué principio registrado en la Biblia en Mateo 25:21 podemos concluir que las decisiones aparentemente de poca importancia afectan nuestras decisiones de mayor importancia?
12 Para progresar hacia las cosas más profundas de la Palabra de Dios tenemos que aprender a apreciar también las cosas más pequeñas, las que a veces se consideran de poca importancia. Sin un fundamento seguro de conocimiento acertado, el edificio llega a ser inseguro y tambaleante. Igualmente, nuestras decisiones más importantes se basan en una acumulación de decisiones menos importantes y nuestro juicio en tales asuntos determina nuestra utilidad y progreso en el servicio de Jehová.—Mat. 25:21.
13. ¿Qué exhortación bíblica nos advierte que hay todavía más necesidad de progresar en conocimiento acertado?
13 Esto indica otra necesidad de que nosotros avancemos en conocimiento acertado. Como Pablo escribió a los corintios: “Trabajando junto con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y pasen por alto su propósito.” (2 Cor. 6:1) Habiendo sido llamados de las tinieblas de este mundo a la luz maravillosa del propósito de Dios y habiendo sido restaurados al favor de Dios y habiéndosenos colocado en la senda de la justicia por la bondad inmerecida de Dios, Pablo nos advierte contra el considerarlo complacientemente como favor de Dios solo para nuestra propia salvación y protección. Tenemos que obrar de acuerdo con la instrucción de Dios llegando a ser hacedores de su voluntad. Santiago agrega esta palabra de testimonio: “Sin embargo, lleguen a ser hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a ustedes mismos con razonamiento falso.”—Sant. 1:22.
TIEMPO DE LLEGAR A SER MAESTROS
14. ¿Qué dijo Pablo a los cristianos judíos que revela con qué propósito Dios nos da instrucción?
14 El pasar por alto el propósito de Jehová de darnos instrucción en su Palabra es dejarnos engañar por razonamiento falso. ¿Es eso ejercitar nuestras facultades de percepción? Ahora que nuestro discernimiento nos ha conducido al camino de la verdad, ¿por qué ser desviados tan rápidamente? Para mostrar cuán poco habían respondido algunos de los cristianos judíos a la responsabilidad que tenían en su día, Pablo consideró necesario decirles en su carta a los Hebreos: “Porque, en verdad, aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, necesitan ustedes de nuevo alguien que les enseñe desde el comienzo los principios elementales de las declaraciones formales sagradas de Dios, y ustedes han venido a ser como los que necesitan leche, no alimento sólido. Porque todo el que participa de leche no está familiarizado con la palabra de justicia, porque es un niño.” Luego les dice que el alimento sólido es para los “que por medio del uso tienen las facultades perceptivas entrenadas.”—Heb. 5:12-14.
15. ¿Por qué les fue cosa importante a estos cristianos judíos conocer a fondo los argumentos poderosos de Pablo en su carta a los Hebreos?
15 Pablo comprendió que muchos entre estos cristianos primitivos eran lentos para comprender la responsabilidad que tenían de ser maestros y todavía estaban satisfechos con permanecer completamente en la primera etapa de desarrollo cristiano, simplemente como estudiantes. Su carta a los Hebreos fue diseñada con el fin de proveer a los judíos creyentes un poderoso argumento en apoyo de Jesús cual Mesías prometido, instrucción y consejo para su propia salvación así como para el bienestar eterno de aquellos a quienes predicaban. Los judíos cristianos maduros, por lo tanto, estarían ansiosos de asirse de esta provisión de Dios para reforzar su posición y rápidamente aprenderían a fondo estos argumentos persuasivos en defensa de la fe verdadera. Pero, ¿cómo podrían los que eran lentos para aprender apreciar la sabiduría que contenía la presentación inspirada de Pablo? ¿Cómo podrían siquiera saber si estas cosas eran realmente así puesto que sus facultades perceptivas, por falta de uso, no estaban entrenadas para discernir lo correcto y lo incorrecto? ¿Quién podría decir si estas cosas más profundas no estarían entre las que estarían “torciendo . . . para su propia destrucción”? En todo caso, si ellos mismos no habían progresado lo suficiente como para hacer suyas estas verdades, ¿cómo podrían cumplir el propósito con que se les instruía, es decir, de enseñar a otros? La “doctrina elemental acerca del Cristo” que Pablo dijo que se aprendió primero no es difícil: “arrepentimiento de obras muertas, y fe hacia Dios, la enseñanza sobre bautismos y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.” (Heb. 6:1, 2) Pero con el aprendizaje de estos “principios elementales de las declaraciones formales sagradas de Dios” tiene que venir la habilidad para determinar y sostener su exactitud. Solo sobre tal fundamento puede edificarse una madurez cristiana extensa.
16. ¿Cómo demostró Jesús a sus discípulos la razón más importante para que apreciemos el valor del discernimiento?
16 Sin importar cuán perspicaces seamos en discernimiento natural todavía necesitamos la dirección de Dios para obtener resultados. Jesús demostró esto a sus discípulos, algunos de los cuales eran pescadores expertos. Él había estado enseñando a las muchedumbres desde el barco de Simón Pedro. “Cuando dejó de hablar, dijo a Simón: ‘Sal hasta donde está profundo, y ustedes echen sus redes para una pesca.’ Pero Simón dijo en respuesta: ‘Instructor, durante toda una noche nos afanamos y no obtuvimos nada, pero por mandato de usted bajaré las redes.’ Pues bien, cuando hicieron esto, encerraron una gran multitud de peces. En realidad, sus redes comenzaron a romperse. De modo que hicieron señas a sus compañeros del otro barco para que vinieran y les ayudaran; y vinieron, y llenaron ambos barcos, de modo que estos comenzaron a hundirse. Viendo esto, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: ‘Apártese de mí, porque soy hombre pecaminoso, Señor.’ Porque debido a la pesca de peces que obtuvieron los abrumó el asombro . . . Pero Jesús dijo a Simón: ‘Deja de tener miedo. Desde ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres.’ De modo que trajeron los barcos de regreso a tierra, y abandonaron todo y lo siguieron.” (Luc. 5:4-11) En vista de la invitación de Jesús, ¿podemos pasar por alto ahora esta razón más importante para apreciar el valor de nuestras facultades perceptivas y, acudiendo a la Palabra de Dios, entrenarlas, siguiendo adelante a la madurez?
17. ¿Cuál, entonces, es uno de los primeros requisitos para cumplir nuestra comisión como ministros, y por qué es así?
17 Hoy los cristianos verdaderos tienen igualmente que ser pescadores de hombres. El camino del ministerio está señalado claramente como una vocación para todos los que vienen a la vida. Es una vocación de tiempo cabal, sea que todo o solo parte del día del cristiano se emplee en predicar de puerta en puerta, y hay que usar todas las facultades y habilidades de uno para hacerlo con éxito. El entrenar nuestras facultades perceptivas también es un asunto de tiempo cabal y uno de los primeros requisitos para cumplir nuestra comisión como ministros. Si apreciamos este hecho lo practicaremos con la misma diligencia que lo practicaríamos si nuestra vida dependiera de ello, porque depende de ello.
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Edificios en vez de entereza de ánimoLa Atalaya 1961 | 15 de septiembre
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Edificios en vez de entereza de ánimo
“La religión moderna está sacrificando su anterior ‘firmeza’ y fortaleza de creencia en el altar de la ‘suavidad y delicia física,’ dijo un rabino de Nueva York . . . El Rev. Dr. Guillermo F. Rosenblum describió ‘la pasión suprema’ de iglesia y sinagoga como un deseo de construir edificios magníficos mientras se descuida el desarrollo de ‘un pueblo majestuoso y espiritual.’ ‘Una de las lecciones incontrovertibles de la historia es que la nación que ha disipado sus energías y su riqueza en edificios imponentes mientras ha descuidado el prestar igual atención a la entereza y buena condición de ánimo de su pueblo siempre ha declinado y frecuentemente perecido.’”—Times de Nueva York, 2 de octubre de 1960.
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Entrenando sus facultades perceptivasLa Atalaya 1961 | 15 de septiembre
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Entrenando sus facultades perceptivas
1. ¿A qué se asemejó en la profecía la profesión del ministerio cristiano, y cómo aclaró Jesús su significado?
A LOS que siguen la profesión de ministros cristianos verdaderos hoy día se les asemejó en profecía a pescadores y cazadores. Prediciendo un tiempo en que Dios ejecutaría una obra de reconciliación, Jeremías registró: “‘Aquí estoy enviando por muchos pescadores,’ es la declaración de Jehová, ‘y ciertamente los pescarán; y después enviaré por muchos cazadores, y ciertamente los cazarán de sobre todo monte y de sobre toda colina y de las hendeduras de los despeñaderos.’” (Jer. 16:16) El significado de esta profecía fue aclarado cuando Jesús dijo a sus discípulos: “Vengan en pos de mí, y los haré pescadores de hombres.”—Mat. 4:19.
2. ¿Por qué es importante para el ministerio el entrenamiento de nuestras facultades perceptivas, y cómo se ilustra esto?
2 Si vamos a llenar los requisitos de cazadores y pescadores expertos de hombres, tenemos que ser seguidores e imitadores de Cristo Jesús. En primer lugar tenemos que adquirir un conocimiento acertado de la Palabra de Dios como Jesús lo adquirió, entendiendo su significado pleno para que podamos discernir claramente el resultado de nuestro proceder. Esto significa aplicarnos seriamente al entrenamiento de nuestras facultades perceptivas para usarlas en el ministerio. Al salir del mundo, somos novicios en el arte, inexpertos. Cualquiera puede llevar un arma de fuego al bosque, pero eso no lo convierte en un cazador. El cazador experto está empeñado en lograr su objetivo, con los ojos y los oídos alertos, vigilando cualquier indicio de caza. Sabe que de otro modo podría pasarla con hambre o, peor, toparse con la guarida de un león o pisar una víbora mortífera. El cazador bien experimentado aprende a reconocer todo indicio de caza, aprende a interpretar estos indicios apropiadamente en su ambiente y aprende a usar estos indicios para perseguir a su presa. De modo semejante, así como la habilidad del cazador se perfecciona con la experiencia misma, y así como Jesús aprendió la obediencia en el sufrimiento, el entrenar nuestras facultades de discernimiento como ministros cristianos no es simplemente entender ideas teóricas. (Heb. 5:8) Tenemos que aplicar en el ministerio del campo la sabiduría selecta que obtenemos de lo alto si va a ser práctica y si va a producir fruto pleno. Solo así puede obrar para nuestra propia salvación y la salvación de aquellos a quienes buscamos.—1 Tim. 4:16.
3. ¿Por qué son importantes la disciplina y un programa cuidadoso para entrenar nuestras facultades perceptivas?
3 Tal proceder no puede seguirse sin esfuerzo considerable. “Cierto, ninguna disciplina parece gozosa por el momento, sino dolorosa; sin embargo después a los que han sido entrenados por ella les produce fruto pacífico, a saber, justicia.” (Heb. 12:11) La justicia es un proceder de hacer lo correcto y si vamos a asirnos de ella es preciso que tengamos entrenadas nuestras facultades perceptivas mediante la disciplina apropiada. Esto significa el imponernos un programa cuidadoso para evitar el desarrollar hábitos perezosos o el deslizarnos a la indiferencia. El buscar los tesoros escondidos de la Palabra de Dios y usar el conocimiento del modo más eficaz en el campo exige una mente alerta y observadora. ¿Qué resultados supone usted que obtendría el cazador que se sienta en la sombra como en sueño, con su arma recargada en un árbol?
4. ¿De qué dos maneras particularmente es posible entrenar nuestras facultades de discernimiento?
4 El proverbio dice: “La persona sabia oirá y adquirirá más instrucción, y el hombre entendido es el que adquiere dirección diestra.” (Pro. 1:5) Dado que el adquirir conocimiento acertado y percibir el sentido de ello es uno de los primeros requisitos para entrenar nuestras facultades de discernimiento, tenemos que aplicarnos seriamente al arte. Consideremos dos maneras en que es posible hacer esto: mediante estudio y mediante observación. El cazador experto se da cuenta de qué el saber qué buscar es conocimiento básico en su profesión. Por lo tanto ha aprendido a reconocer y distinguir las diferentes clases de pisadas de animales. Llega a conocer los hábitos de alimentación de varias clases de caza, el significado de todos los diferentes sonidos que oye y si son de interés inmediato para realizar su objetivo. Con este equipo está preparado para lograr descubrir su presa y cazarla. Solo el novato o inexperto anda por todos lados hasta que la caza salta en frente de él.
5. ¿Por qué no podemos estar satisfechos con una simple vista superficial de lo que estudiamos en la Biblia?
5 Nuestro estudio de la Biblia tiene que seguir el mismo patrón. Dado que es preciso tener conocimiento acertado nosotros mismos si queremos ser sumamente eficaces en nuestra comisión de cazadores y pescadores de hombres, entonces ante todo tenemos que usar esta misma técnica de cazar y pescar en nuestra búsqueda de las verdades escondidas de la Palabra de Dios. Por lo tanto tenemos que aprender a desarrollar un conocimiento agudo de lo que estudiamos y cómo se relaciona con nuestra comisión ministerial. No estaremos satisfechos con una simple vista superficial sino que estaremos alerta a toda faceta de significado de la materia bajo consideración.
6. Al prepararnos para el estudio de La Atalaya, ¿qué más puede hacerse aparte de subrayar las respuestas a las preguntas impresas, y por qué es tan importante hacer más?
6 Por ejemplo, cuando usted se prepara para el estudio de La Atalaya de congregación, ¿hace usted algo más que solo encontrar y subrayar las respuestas a las preguntas impresas en la parte inferior de la página? Recuerde el ejemplo del cazador que logra descubrir su presa y la caza. El considerar solo un párrafo a la vez, con su pregunta y respuesta, es como el cazador que solo ve una pisada a la vez sin reconocer lo que representa en relación con el rastro que ha dejado su presa. Tal cazador pronto puede perder completamente la pista y, como resultado, regresar al campamento sin su caza. Aunque sin duda sacaremos provecho si aprendemos solo unas cuantas respuestas a unas cuantas preguntas en nuestro estudio, no debemos olvidar el consejo del sabio cazador Pablo, quien dijo: “Por eso es necesario que pongamos más que la acostumbrada atención a las cosas que nosotros escuchamos, para que nunca nos deslicemos.” (Heb. 2:1) ¡Cuánto más provechosos y duraderos serán los resultados de nuestro estudio si percibimos el “sentido” de todo el artículo, reconociendo y aplicando cada punto del estudio al desarrollo del tema del artículo, considerando la aplicación de todos los textos citados pero no copiados, bosquejando en nuestra mente los principales argumentos y pruebas bíblicas que conducen en una pista clara a las conclusiones importantes que siempre son el objetivo de cada artículo de estudio impreso en La Atalaya.
7. ¿Qué percepción realzada resultará de conversar con nuestros hermanos sobre puntos nuevos y difíciles que hemos aprendido?
7 El estudio personal es realzado si estamos alerta a discutir con nuestros hermanos puntos nuevos o difíciles que hemos aprendido. Como resultado no solo llegan a discernirse estos puntos con mayor claridad sino que hay más seguridad de que lleguen a ser una parte utilizable de nuestro almacén de conocimiento, prestamente disponibles como bloques de fundamento sobre los cuales se puede edificar con otras verdades nuevas y avanzadas. Esta acción continua de recibir y dar información que se ha adquirido asegurará contra el estancamiento, y los principios importantes que se aprendieron por primera vez muchos años antes siempre estarán frescos cuando se necesiten para hacer decisiones. En conversaciones con los hermanos antes y después de las reuniones, de ida al territorio y de regreso, al prepararse para repasos escritos en la escuela del ministerio teocrático, el interés de usted en aguzar su propia perspectiva estimulará el interés de otros y usted estará efectuando bien para usted mismo y para sus hermanos. “Hay una frustración de planes donde no hay conversación confidencial, pero en la multitud de los consejeros hay logro.”—Pro. 15:22.
NECESIDAD DE ESTUDIO DE GRUPO
8. ¿Por qué son tan vitales los estudios de grupo para un discernimiento completo y exacto de la Palabra de Dios?
8 Sin embargo, por más provechoso que sea el estudio personal y también las discusiones privadas con otros, todavía tenemos que asistir a las reuniones de grupo en nuestro vecindario si queremos desarrollar por completo nuestras facultades perceptivas en el estudio. Tal como acudimos al conducto de comunicación de Dios para instrucción en su Palabra, así debemos buscar la discusión organizada de esas instrucciones para su comprensión más plena. Cuando estudiamos en un grupo con otros que son maduros se nos protege contra el llegar a conclusiones imprudentes como resultado de interpretación privada de algún punto de consejo. Se nos proporciona la oportunidad de comparar las respuestas de nuestros hermanos con las que hemos preparado. ¿Está usted alerta a esta oportunidad y provisión? ¿Confronta usted su conocimiento y entendimiento con lo que se está discutiendo? Usted puede estar completamente de acuerdo con lo que se dice. Sin embargo usted aprenderá nuevas maneras de expresar el mismo pensamiento y ciertamente adquirirá algunas nuevas ideas en cada reunión. Pero si se explica algún punto que usted no comprende cabalmente o que usted ha entendido de manera diferente, entonces usted sin falta querrá anotarlo para aclaración posterior de modo que su búsqueda de la verdad no sea desviada debido a conclusiones confusas o equivocadas. Un cazador prudente y experto jamás permite que se le desvíe de la pista cuando el rastro no es seguro. Afloja el paso y hace un reconocimiento hasta que está seguro de sus direcciones y entonces vuelve a avanzar con todo ahínco en pos de su presa.
9. (a) ¿Qué actitud de ánimo en la reunión pública, reunión de servicio y escuela del ministerio teocrático nos será la más provechosa? (b) ¿Por qué debemos recibir con regocijo toda oportunidad de ejercitar nuestro discernimiento?
9 De manera semejante debemos estar despiertos y vivos cuando escuchamos los discursos instructivos presentados en las reuniones públicas, las reuniones de servicio y en la escuela del ministerio teocrático que se conducen en el Salón del Reino. A veces quizás solo tendamos a sentarnos y dejar que los discursos sean derramados sobre nosotros, absorbiendo solo aquellos puntos que por casualidad se nos quedan. Esto se asemeja mucho al cazador que pasivamente aunque optimistamente espera que la caza caiga en su regazo. El verdadero estudiante de la Palabra de Dios aprende a escuchar como escuchaban los discípulos de Jesús, atento a comprender más que solo las cosas esenciales. (Mar. 4:10) Si verdaderamente estamos alerta cuando escuchamos un discurso no solo estaremos oyendo las palabras que se hablan sino que también estaremos pensando, aprendiendo a seguir el bosquejo del orador, evaluando las ideas del orador, asociando los puntos que se introducen con los ya presentados, considerando las evidencias ofrecidas en apoyo de los argumentos, meditando en la entereza de las pruebas que se presentan o de las respuestas a las preguntas que el tema ha hecho surgir. Más tarde, para probar nuestra percepción y para cumplir nuestra responsabilidad adicional de hacer buen uso de lo que hemos aprendido, podemos tratar de dar un resumen de uno de los discursos a alguien que no pudo estar presente. Cite los puntos que se consideraron, los argumentos y textos que se usaron como prueba. Tal atención cuidadosa a lo que se dice requiere práctica y agudeza de discernimiento, pero muchos inexpertos se han hecho cazadores diestros después de aplicarse diligentemente al arte. Además, cuando la Palabra de Dios está siendo explicada en presencia nuestra, ¿qué otra actitud deberíamos tener? El simple aprecio a las verdades que se presentan y un sincero deseo de aprender deben bastar para hacernos ‘poner más que la acostumbrada atención,’ pero cuando comprendemos cuán vital es el entrenamiento de nuestras facultades perceptivas para el progreso y la madurez espirituales, recibiremos con regocijo toda oportunidad de ejercitar nuestro discernimiento.
10. ¿Qué observación recomienda Pablo para edificar fe, y qué requiere esto?
10 Otra manera importante de adquirir conocimiento e información es mediante observación. El apóstol Pablo amonesta: “Acuérdense de aquellos que los están gobernando [es decir, dentro de la organización de Dios], los cuales les han hablado la palabra de Dios a ustedes, y al contemplar los resultados de su conducta imiten la fe de ellos.” (Heb. 13:7) Observe que el apóstol no nos está diciendo aquí que simplemente “copiemos” las acciones de estos hombres. Dice que debemos absorber la misma fe que los impulsa a sus hechos ejemplares. Eso requiere discernimiento, percepción aguda. El consejo práctico de Pablo aquí significa que tenemos que vigilar la dirección de Jehová por medio de su organización, es decir, los que representan la organización de Dios en la congregación como superintendentes. Especialmente podemos observar provechosamente a la clase del “esclavo fiel y discreto” que él ha nombrado sobre todos los intereses de su Reino. “Con sabiduría se edificará una casa y con discernimiento resultará firmemente establecida. Y con conocimiento las habitaciones interiores se llenarán de cosas de valor todas preciosas y agradables. El que es sabio en fuerza es un hombre físicamente capacitado, y el hombre que tiene conocimiento está reforzando el poder. Porque con diestra dirección llevarás a cabo tu guerra, y en la multitud de consejeros hay salvación.”—Pro. 24:3-6.
11. ¿Qué peligros y qué malos resultados se evitarán al seguir nosotros individualmente el derrotero en que Dios ha dirigido a su organización?
11 Jehová está dirigiendo el derrotero de su organización por medio de su espíritu santo, su fuerza activa. Durante un período de ochenta años en tiempos modernos hemos podido observar la confiabilidad de ese derrotero. Reconociendo las ricas bendiciones que Jehová ha derramado sobre el “esclavo fiel y discreto” como clase, ¿no podemos concluir que estos mismos beneficios les resultaran a individuos que siguen ese ejemplo, que copian el derrotero emprendido por su organización? ¿Por qué, entonces, debemos insistir en escoger nuestro propio camino, estableciendo nuestras propias normas o esforzándonos por evaluar nuestro propio juicio individual más elevadamente que el de este “esclavo” fiel y probado? Ese proceder sería tan infructuoso como el del cazador que sigue una pista falsa. Por más que se convenza el individuo de que sigue la pista correcta, la realidad es que su presa no se encuentra al fin de la pista. ¿Por qué debemos engañarnos con esperanzas falsas o ideas personales? Por más que nos convenzamos o más duro que nos esforcemos, el premio de la vida no habrá de ganarse siguiendo fábulas inventadas artificiosamente. (2 Ped. 1:16) “El camino del insensato es recto a sus propios ojos, pero el que escucha el consejo es sabio.”—Pro. 12:15.
12. Sin embargo, ¿de qué trampa en este respecto tenemos que estar conscientes, y qué palabras de advertencia hay en la exhortación de Pablo?
12 Sin embargo, no debemos caer en la trampa de seguir ciegamente a una organización de hombres. Observe la exhortación de Pablo: ‘Contemplen los resultados de su conducta.’ (Heb. 13:7) Por lo tanto se deben observar cuidadosamente los resultados de su actividad, si son buenos o son malos. Esto está en completa consonancia con las palabras adicionales de Pablo: “Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental; . . . hasta donde hemos progresado, sigamos caminando ordenadamente en esta misma rutina. Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y vigilen a los que andan de la manera que va de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.”—Fili. 3:15-17.
13. (a) ¿Por qué es tan esencial el discernimiento verdadero al seguir a los que toman la delantera? (b) ¿Cuál es el significado más profundo de ‘discernir lo correcto y lo incorrecto,’ y cómo tenemos que aprender a evaluar un asunto?
13 A veces un superintendente o alguien prominente en la organización de Dios emprende un derrotero incorrecto y los malos resultados no se hacen patentes por algún tiempo. Por eso es esencial el discernimiento al seguir el ejemplo de los que llevan la delantera. Si estuviésemos imitando a hombres fácilmente nos extraviaríamos, pero si seguimos el consejo de Pablo y tratamos de imitar la fe de estos hombres, entonces seremos guiados por la Palabra de Dios y conducidos por espíritu de Dios. El ejercitar nuestras facultades perceptivas nos entrenará a discernir entre lo correcto y lo incorrecto. El hacer esa distinción entre lo correcto y lo incorrecto no solo significa ver y sacar contrastes o deducir cosas opuestas. Lo incorrecto tiene que verse y odiarse por lo que es, una violación de la ley de Dios. (Amós 5:15; 1 Juan 3:4) Procediendo así, no lo pasaremos por alto porque lo practica alguien a quien amamos o respetamos. (Deu. 13:6-9) Adán cometió ese error en el juicio. Sabía la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto y sabía que Eva había emprendido un derrotero incorrecto, pero no odió la maldad lo suficiente para permitir que ese odio a la maldad dominara al amor que creía que le tenía a Eva. Si verdaderamente hubiese amado a Eva habría buscado su bienestar y habría emprendido un derrotero de conducta consistente con su comprensión de que Jehová no puede bendecir y no bendice hechos incorrectos. La violación de un principio es incorrecta sin importar quién sea culpable. Si queremos desarrollar discernimiento verdadero tenemos que aprender a evaluar un asunto mediante la Palabra de Dios y a la luz de ella, no mediante los individuos que están envueltos en el asunto.—Pro. 3:5, 6; 10:23.
PERCIBIENDO EL SENTIDO DEL CONSEJO
14. ¿Cuál es otro factor necesario para aprender mediante observación, y ¿qué está envuelto en recibir el mayor provecho de ello?
14 Otro factor de la observación provechosa es percibir el sentido del consejo cuando se da. La disciplina, aplicada correctamente, entrena, sea que se administre individual o colectivamente. “El que está reprendiendo a un hombre hallará más favor después que el que está lisonjeando con la lengua.” (Pro. 28:23) Sabiendo que el consejo es para nuestro bien, lo estimamos como estimamos a nuestro Padre celestial por administrarlo amorosamente para nuestra salvación. Pero el percibir el sentido del consejo requiere consideración con oración. Así como no podemos esperar adquirir conocimiento y retenerlo sin digerirlo plenamente, tampoco podemos entender el significado completo de la disciplina y entrenamiento, aplicándolo sabiamente, sin meditar en ello honradamente, considerando los hechos a la luz de las escrituras presentadas, así como el cazador diestro sigue juntando evidencias de la caza que lo conduzcan en una pista infalible.
15, 16. ¿Cuál debe ser siempre nuestra actitud hacia el consejo, sea que nos aplique directamente o no?
15 Sin importar el consejo que se dé o a quién se dirija, podemos casi seguramente hallar alguna manera en que aplique a nosotros mismos si estamos alerta. “Reprende en presencia de todos los espectadores a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor,” dijo Pablo. (1 Tim. 5:20) Jesús no dio a los que escuchaban su sermón del monte justificación para la vanagloria de la virtud propia cuando les advirtió: “Ustedes oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia.’ Sin embargo, yo les digo a ustedes que todo el que continúa airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia.” ¿Podría cualquiera de su auditorio decir que nunca había guardado rencor alguno a ninguno de sus hermanos? Jesús amonestó además a sus oyentes: “Ustedes oyeron que se dijo: ‘No cometerás adulterio.’ Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.” (Mat. 5:21, 22, 27, 28) ¿Quién al alcance del sonido de la voz de Jesús podría absolver su conciencia sin remordimiento de culpa? En estos días de iniquidad avanzada, nosotros también tenemos que estar alerta a discernir el sentido de todas las palabras de consejo que recibimos de la Palabra de Dios por medio de su organización.
16 Cuando se lee una carta a la congregación expulsando a alguien por maldad, ¿cómo se siente usted? ¿Siente dolor de que a un hermano o hermana le haya faltado suficiente discernimiento o haya rehusado ejercitarlo para imitar la fe del “esclavo fiel y discreto” de Dios? Debe afligirnos. Pero, ¿también siente usted la necesidad de fortalecer su propia posición dentro de la protección de la provisión de Dios para obrar correctamente? ¿Considera usted seriamente esos actos de conducta que han contribuido, paso a paso, a las consecuencias en que ha resultado el derrotero de su hermano? ¿Considera usted honradamente su propio proceder para eliminar toda posibilidad de duplicar su error, o encubre usted las violaciones menores como de poca importancia, como que no son de suficiente magnitud para causar preocupación? El cristiano maduro sabe que jamás puede dar ninguna cosa por supuesta, sin importar cuán exagerados parezcan los resultados finales de cualquier falta.—1 Cor. 10:12.
17. (a) ¿Cuál puede ser el resultado por no aplicarnos a nosotros mismos el consejo y entrenamiento que se recibe por medio de la organización de Dios? (b) ¿Qué tenemos que hacer como individuos para pasar adelante a la madurez?
17 Si no nos aplicamos a nosotros mismos el consejo y entrenamiento que con regularidad recibimos mediante la organización de Dios, entonces nos hacemos semejantes al cazador que ve indicios de caza pero que no les hace caso y se va en otra dirección. El proceder de esa manera es dejar de dar el primer paso necesario para hacer decisiones sabias, y esto nos deja completamente descalificados en cuanto a cumplir el propósito principal de recibir conocimiento e instrucción, es decir, de llegar a ser “hacedores de la palabra,” usándola en predicar y enseñar “estas buenas nuevas del reino.” Los testigos de Jehová tienen una organización de verdad. Se ha adquirido por medio de seguir fielmente la dirección de Jehová en cada paso del camino, rehusando ser desviados por vías falsas que han cruzado y entrelazado ese camino. Si nosotros como individuos vamos a pasar adelante a la madurez tenemos que defender la verdad de esa organización. Tenemos que obtener conocimiento acertado usando nuestras facultades perceptivas, percibiendo el sentido de ello y adhiriéndonos estrictamente a ello, no dejándonos desviar de modo que sigamos pistas falsas. (1 Tim. 1:3, 4) Nuestra protección habrá de hallarse en un estudio cuidadoso y continuo de la Palabra de Dios, en aceptar reprensión y buscar consejo constantemente de la organización de Dios y por medio de ella.
18, 19. ¿Qué beneficios habrán de tenerse al aumentar nuestra habilidad para pensar y al entrenar nuestras facultades perceptivas?
18 Este no es tiempo para estancarse. Al separarnos de este presente sistema de cosas por medio de rehacer nuestro pensar y por medio de asociarnos con el arreglo de Dios, hemos dado un paso adelante. Si no aumentamos nuestra habilidad para pensar perderemos nuestro lugar en la sociedad del nuevo mundo. Oiga usted la Palabra de Jehová: “Cuando entre la sabiduría en tu corazón y el conocimiento mismo se haga grato a tu misma alma, la misma habilidad para pensar te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará.” “La paz de Dios que sobrepasa a todo lo que se pueda pensar guardará su corazón y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús. . .Las cosas que aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron en conexión conmigo, practíquenlas; y el Dios de paz será con ustedes.”—Pro. 2:10, 11; Fili. 4:7-9.
19 Entrene sus poderes perceptivos. Si lo hace no solo llenará usted los requisitos para recibir el alimento espiritual sólido que Jehová está proporcionando a su organización madura sino que, por medio de sus decisiones correctas en medio de toda circunstancia penosa, podrá permanecer con confianza en las filas de los que son cazadores y pescadores expertos de hombres, maestros de la Palabra en la sociedad del nuevo mundo de Jehová.
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La norma moral una mezcolanzaLa Atalaya 1961 | 15 de septiembre
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La norma moral una mezcolanza
“Mientras que de boca la iglesia rinde servicio a las exigencias morales absolutas de Jesús, la verdadera norma moral en operación en la iglesia protestante promedio, la norma por la cual los miembros de las iglesias se juzgan unos a otros, es una mezcla curiosa y no santa de moralidad pagana, costumbres primitivas de los antecesores, y respetabilidad burguesa de la clase media, sazonada con algunas máximas tomadas de la Biblia.”—Citado en The Theology of Evangelism por Taito Kantonen de The Apostolic Preaching.
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