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  • El problema de mantenerse equilibrado
    ¡Despertad! 1975 | 22 de julio
    • entre los vietnamitas, los cuales están disciplinados desde la infancia para mitigar los impulsos agresivos.

      Magnitud del problema

      El número de los que sucumben a las enfermedades mentales de una forma u otra es alarmantemente alto. Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, por lo menos uno de cada diez norteamericanos sufre de alguna perturbación mental o emocional. Hay cerca de medio millón de pacientes en las instituciones para las enfermedades mentales. Otros diez millones sufren de enfermedades mentales, y 250.000 nuevos pacientes entran en las instituciones cada año.

      También da vértigo el costo de las enfermedades mentales, por las cuales los estadounidenses pagan unos 20.000.000.000 de dólares anualmente. Y aun más trágicas son las estadísticas de los suicidios. Hay más de 20.000 suicidios por año, siendo las enfermedades mentales responsables de una gran cantidad de éstos, así como es responsable de los más de diez veces esa cantidad de intentos frustrados de suicidio.

      En Inglaterra, la Asociación Nacional para la Salud Mental informa que los trastornos mentales son la mayor causa individual de incapacidad a largo plazo. Anualmente se pierden unos 32 millones de días de trabajo a causa de esto. La asociación se queja de que, mientras que los pacientes de enfermedades mentales ocupan la mitad de las camas de los hospitales, solo se gasta en éstos una quinta parte de lo que se gasta en los otros pacientes.

      ¿Ha sufrido el lector o algún familiar querido debido a la mucha tensión, o ha tenido alguna vez una “crisis nerviosa” o una lucha con la enfermedad mental? Si es así, usted sabe que ésta puede acarrear la peor clase de sufrimiento, así como muchas penalidades sobre la familia inmediata.

      ¿Qué formas adopta esta enfermedad?

  • Las muchas caras de la enfermedad mental
    ¡Despertad! 1975 | 22 de julio
    • Las muchas caras de la enfermedad mental

      LA TRAGEDIA de la enfermedad mental adopta muchas formas. Se le puede asemejar a un actor que usa diversos atavíos o disfraces, dependiendo del personaje que representa.

      ¡Existe tanta incertidumbre acerca de esta condición que algunos psiquíatras famosos han llegado a afirmar que no hay tal cosa como la “enfermedad” mental! Piensan que meramente es un asunto de ‘comportamiento errático.’ Pero hay evidencia de que la sangre que se extrae de esquizofrénicos y que se inyecta en personas cuerdas puede hacer que éstas temporariamente se vuelvan dementes, lo cual parece refutar esta afirmación, así como lo hace el hecho de que esta condición a menudo es hereditaria.

      Algunas autoridades se oponen firmemente al uso de palabras como “esquizofrenia” y “depresión maníaca” al describir la enfermedad mental. Dicen que ese uso de estos nombres, los cuales tienen un significado presagioso para muchas personas, solo empeora el asunto.

      Sin embargo, un paciente y su familia no deberían permitir que un diagnóstico y un nombre que se le da a la enfermedad sea causa de estar asustados o abandonar la esperanza. Lo cierto es que las enfermedades mentales rara vez son precisas en cuanto a lo que concierne a los síntomas y a la causa de la enfermedad. Esto hace que el diagnóstico y el tratamiento sean inexactos y por lo tanto pueden haber considerables desacuerdos entre las autoridades. En realidad hay diferencias de opiniones en cuanto a qué nombres se deberían aplicar a qué condiciones.

      “Enfermedades orgánicas”

      Es una práctica general dividir a todas las enfermedades mentales en dos clases, “orgánicas” y “funcionales.” Entre las muchas caras de la enfermedad orgánica están las que se presentan en el nacimiento o poco tiempo después, tales como parálisis cerebral, mongolismo, cretinismo y otras formas de retardo mental.

      Otras enfermedades orgánicas se hacen sentir más tarde en la vida, como la senilidad con sus diversas aberraciones mentales, caracterizadas a menudo por puerilidad. Esas condiciones mentales recuerdan las palabras de Shakespeare acerca de ser ‘una vez hombre pero dos veces niño.’

      Neurosis

      En contraste con las enfermedades mentales orgánicas, hay enfermedades mentales funcionales, de las cuales una forma común y leve es una neurosis. A los que sufren de esto se les llama “neuróticos,” por lo general implicando equivocadamente que poco si es que algo realmente anda mal con la persona.

      Una persona neurótica está en contacto con la realidad pero está impedida por una falta de confianza, o por sospecha y/o tensión. Una persona que sufre de neurosis puede sentirse excesivamente ansiosa acerca de su trabajo, su familia o su salud. Puede tener temores exagerados acerca de la gente o de los lugares, como por ejemplo temer usar un ascensor. Entre sus síntomas puede estar el comer compulsivamente, estar ansioso todo el tiempo, o tener violentos estallidos de mal genio ante las más leves provocaciones. Por lo general el individuo está consciente de su problema pero no de su causa, y no puede controlarlo.

      Uno quizás crea que la neurosis es fácil de reconocer. Pero quizás no, porque las neurosis tienen un modo de disfrazarse. ¿Cómo es eso? Es que frecuentemente causan enfermedades físicas, debido al principio psicosomático envuelto. El enfermo quizás se concentre en los males físicos en vez de llegar a la causa verdadera. Las neurosis quizás se manifiesten de diferentes modos, entre éstos los malestares digestivos, problemas cardíacos, dificultad en respirar y erupciones de la piel.

      En contraste con la persona neurótica, el psicópata o la persona verdaderamente desequilibrada tiene un problema más grave. Éste realmente pierde contacto con la realidad y reacciona y responde de modos crasamente anormales. Así es que hay un dicho común: “El neurótico hace castillos en las nubes, el psicópata vive en estos castillos, y el psiquíatra cobra el alquiler.”

      La cara de la depresión

      Aunque las personas neuróticas quizás experimenten cierto grado de depresión, por lo general los estados depresivos psicopáticos van más allá, reflejando un estado más grave de enfermedad mental. La depresión, de diversos grados, ha sido denominada “la principal enfermedad mental de los Estados Unidos.” La Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas la llamó el mayor problema de salud. Esta década ha sido llamada “la edad de la melancolía,” debido a su frecuencia.

      Asociados con la depresión están los sentimientos de soledad y en particular el sentimiento de desesperanza e inutilidad. Sin duda esto explica la gran cantidad de suicidios entre los afectados, treinta y seis veces más que entre la población en general. A menudo las personas que sufren de depresión tienen sentimientos extremos de desmerecimiento o culpa. Quizás muestren poco interés en el alimento, la ropa o en los miembros del sexo opuesto. Esos síntomas, de modo similar, frecuentemente señalan lo que popularmente se denomina como una “crisis nerviosa.”a Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir de depresión que los hombres.

      En su forma más grave este problema se llama “depresión aguda” o “psicosis depresiva.” Muchas personas afectadas con ese mal alternan entre momentos de excitación y actividad y períodos de depresión aguda... a esta condición de ‘altibajos’ se le llama una condición de “depresión maníaca.” Estas son las personas que tienen más probabilidades de ser violentas y destructivas. Y sin embargo esas personas, cuando están en su “estado maníaco,” a veces son sumamente creativas.

      Las esquizofrenias

      Entre las formas de enfermedad mental más graves y esparcidas se halla la esquizofrenia. También tiene muchas caras, razón por la cual los psiquíatras a menudo se refieren a ésta en la forma plural. La esquizofrenia es la principal causa de hospitalización, por lo menos en los Estados Unidos. Bien se ha dicho que, mientras que la enfermedad cardíaca causa la mayoría de las muertes, la esquizofrenia es la que causa los mayores pesares.

      Tres de cada cien personas aproximadamente serán afectadas por algún grado de esquizofrenia alguna vez en sus vidas, principalmente entre las edades de dieciséis y treinta años. Se le denomina “una de las afecciones que más quebranta e incapacita al género humano” y “una de las más conmovedoras experiencias humanas.”

      Los que padecen de cualquiera de las esquizofrenias se retraen de la vida social y se retiran a un mundo interior de fantasía, aun hasta el grado de experimentar alucinaciones y/o ilusiones. Sufren de enormes cambios en el funcionamiento de sus sentidos, en sus sentimientos y en su comportamiento. Las personas y los objetos quizás adopten apariencias extrañas; el alimento quizás tenga un sabor peculiar; los olores llegan a ser repulsivos; los sonidos pueden hacerse insoportablemente fuertes o apenas audibles. Interiormente la persona quizás sufra de depresión, tensión y fatiga. Entre las formas más graves de esquizofrenia está la paranoia, es decir, ilusiones de grandeza, un sentimiento de hostilidad, temor de ser perseguido, y así por el estilo; también la catatonía, un estupor que se caracteriza por la incapacidad de hablar y/o mover los miembros.

      Por lo general los que sufren de cualquiera de estas esquizofrenias son más peligrosos para sí mismos que para los demás. Es por eso que un psiquíatra declaró que en un vecindario compuesto enteramente de esquizofrénicos habría mucho menos violencia que en un vecindario término medio. Pero los suicidios entre ellos son veinte veces más frecuentes. Se calcula que una tercera parte se recobra espontáneamente, una tercera parte permanece como está y una tercera parte empeora.

      Sin embargo, se debería señalar que por la mayor parte de su vida el esquizofrénico de término medio no es en realidad un desequilibrado. Así es que los esquizofrénicos han hecho logros sobresalientes.

      Niños hiperactivos y autistas

      Las dolencias mentales y emocionales también cobran sus víctimas entre los muy jovencitos. Una enfermedad moderna que está afectando cada vez a más niños es la hipercinesia o hiperactividad. Estos niños quieren estar constantemente en movimiento. Son muy inquietos, molestos y tienen un lapso de atención muy breve, pasando velozmente siempre de una cosa a la otra. El cinco por ciento de los niños de los Estados Unidos, o sea más de un millón y medio, en su mayoría varones, padecen de esta afección.

      En el extremo opuesto están los niños autistas. El autismo se define como “un estado mental señalado por el soñar despierto, y fantasías con una pérdida de interés en la realidad exterior.” De igual modo es mucho más común entre los varones que entre las niñas, de hecho, cuatro veces más. Hace treinta años tanto el término como la condición eran relativamente desconocidos. Pero hoy en día los casos reconocidos de autismo son bastante frecuentes. Hasta hay sociedades para los niños autistas en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Japón (todos éstos son países industrializados donde las tensiones y presiones abundan).

      Lo precedente describe solo las clases de enfermedades mentales más comunes o mejor conocidas. En realidad éstas tienen muchas caras, y hay una variedad de grados de gravedad para cada una, desde las muy leves hasta las extremadamente graves. Prescindiendo del nombre que se les dé, no hay dos casos exactamente iguales.

      Pero ¿por qué es que algunas personas desarrollan una enfermedad mental mientras que otras no? ¿Cuáles son las causas subyacentes de la enfermedad mental?

      [Nota]

      a Para una consideración del problema, lea ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1974.

  • ¿Cuáles son las causas del problema?
    ¡Despertad! 1975 | 22 de julio
    • ¿Cuáles son las causas del problema?

      ¿GOZA usted de buena salud mental? Si es así, tiene una razón para estar agradecido. Aun así le sería prudente saber algunos de los factores básicos que podrían originar la pérdida de esta preciada posesión. No es suficiente saber acerca de las cosas que pueden “iniciar” la enfermedad mental, tales como una repentina tragedia, una enfermedad grave, la perdida de trabajo y cosas similares. Porque para que éstas puedan acarrear la enfermedad mental primero tienen que haber condiciones subyacentes que contribuyan a la pérdida del equilibrio.

      Se podría decir que estas causas fundamentales entran en tres categorías básicas: (1) la estructura social o “ambiente,” el cual incluye las relaciones con otros, las condiciones económicas, y así por el estilo; (2) los factores biológicos, que incluyen cosas como la herencia y el metabolismo; y (3) las deficiencias en la personalidad.

      El factor “ambiental”

      Se puede decir que el ambiente desempeña un papel importante en la enfermedad mental debido a las tensiones y presiones de la vida moderna. Esto se reconoce tan ampliamente que Langner y Michael han escrito una obra voluminosa, Life Stress and Mental Health, que trata tan solo de este tema. De manera similar, el Dr. Karl Evang de Noruega dijo: “Aunque gran cantidad de personas pueden resistir algunas de las enfermedades físicas más temidas, casi todas parecen susceptibles a la enfermedad mental si las tensiones y presiones son lo suficientemente fuertes y si el ambiente social es lo suficientemente desfavorable.”

      También un texto que aparece en The Schizophrenias—Yours and Mine reconoce al ambiente como un factor. Dice así: “¿Qué pueden hacer los esquizofrénicos para disminuir la tensión?” En respuesta dice: “¡Mudarse a una isla desierta, o convertirse en hermitaño!” Pero agrega entonces: “Estas escapatorias . . . se hacen cada vez más difíciles de hallar.”

      La salud mental que puede acompañar a una escapatoria de las presiones de la vida moderna se puede comprobar por medio

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