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Sigan hablando la palabra de Dios con denuedoMinisterio del Reino 1981 | febrero
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que estamos haciendo. Siendo ese el caso, hay tres razones por las que debemos ser denodados: (1) Sabemos que lo que enseñamos viene de la Biblia y es la verdad; (2) sabemos que estamos efectuando una obra que Jehová quiere que se haga y tenemos el apoyo de su espíritu; y (3) el amor genuino nos mueve a mostrar nuestra devoción a Jehová y a ofrecer así ayuda a nuestro prójimo.
6 Debido a la actitud apática de la gente hoy, a veces nos topamos con personas indiferentes cuando predicamos de casa en casa e informalmente. ¿Qué debemos hacer? Debemos seguir predicando denodadamente las buenas nuevas. Pudiéramos sentirnos tentados a retraernos cuando hablamos con personas indiferentes, pero al hacer eso, no estaríamos siguiendo el ejemplo de Jesús y los apóstoles en cuanto a hablar la palabra de Dios con denuedo.
7 En los días de Noé, la gente era indiferente y burlona. Se nos dice que esperemos una actitud similar hoy. Noé tenía la reputación de ser “predicador de justicia.” (2 Ped. 2:5) Tenemos que hablar la palabra de Dios con denuedo. Al hacerlo, demostramos nuestra fidelidad a Dios y nuestro amor al prójimo. Por medio de prepararnos bien para el servicio del campo podemos hablar denodadamente acerca del nombre de Dios y su reino a la gente que vive en nuestro territorio.
8 Mientras más adentro penetramos en el tiempo del fin, nuestra resolución debe ser seguir declarando las buenas nuevas y dando la advertencia divina. Jesús comenzó y terminó la obra que Jehová le encomendó. (Juan 17:4) ¡Que seamos como él, los apóstoles y los cristianos del primer siglo al ‘seguir hablando la palabra de Dios con denuedo’!—Hech. 4:29.
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¿Utilizamos las revistas de la mejor manera?Ministerio del Reino 1981 | febrero
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¿Utilizamos las revistas de la mejor manera?
1 Tenemos que concordar en que por largo tiempo las revistas han logrado mucho bien. Todos nos hemos beneficiado de muchísimas maneras de la información que se presenta en La Atalaya y ¡Despertad! El amplio reconocimiento que se les da confirma el impacto que éstas han tenido en el público. Recientemente se recibió una carta de un profesor de sociología, quien comentó sobre cierto artículo de ¡Despertad! que él consideró especialmente interesante. Dijo: “Es el análisis más erudito que he leído acerca del movimiento de las ‘discotecas.’” Un médico dijo: “Mientras aguardaba en la sala de espera de un hospital, quedé impresionado por la revista ¡Despertad! y decidí obtenerla mensualmente en calidad de miembro.”
2 Sin embargo, es posible que ustedes hayan notado que la cantidad de ejemplares de las revistas que se imprimen y distribuyen ha disminuido en los últimos años. ¿Se debe esto a que los artículos sean menos informativos y menos edificantes en sentido espiritual? ¿Es menos atractivo el formato de las revistas? ¿Se ha reducido la capacidad de producción de éstas? Tenemos que concordar en que el valor, el atractivo y la disponibilidad de las revistas han aumentado. Entonces, ¿a qué se debe la disminución?
3 Aunque continuamos utilizando las revistas, es evidente que se ha hecho menos esfuerzo por distribuirlas al público. Quizás algunos piensen que se preparan específicamente para el pueblo de Jehová y que solo tienen limitado valor para el público. Por años los resultados que se han obtenido confirman que personas de toda condición consideran que estas revistas son una genuina fuente de consuelo. El que seamos negligentes en cuanto a distribuirlas pudiera privar a la gente del único medio que ésta tiene de oír el mensaje del Reino. Si reconocemos que las revistas son valiosas para nosotros y las demás personas, tenemos buena razón para buscar maneras de distribuirlas localmente a mayor grado.
4 ¿Suministran a ustedes las siguientes preguntas algunas ideas de cómo aumentar la cantidad de revistas que dejan en manos de las personas que desean oír? (1) ¿Pide usted con regularidad suficientes revistas de cada número? (2) ¿Está consciente de que tiene revistas y está alerta para ofrecerlas con regularidad? (3) ¿Pudiera comenzar una ruta de revistas? (4) ¿Pudiera usar algún tiempo en el servicio solo para ofrecer las revistas? (5) ¿Ha tratado usted de usar el artículo de “¿Se ha preguntado usted alguna vez . . . ?” de ¡Despertad! para despertar el interés de la gente?
5 Es probable que hayan otras maneras por las cuales se pueda aumentar la cantidad de revistas que se distribuyen en el territorio de su localidad. Mucho depende del aprecio personal que tengamos por el contenido de las revistas. ¿Las lee usted con regularidad y saca el debido beneficio de éstas? Difícilmente nos sentiríamos animados a ofrecerlas a otras personas si no sabemos nada acerca del contenido de las revistas. Ciertamente el costo actual de 10 centavos por ejemplar es bien razonable, y si cada uno de nosotros se esfuerza a mayor grado, podremos llevar la excelente información de La Atalaya y ¡Despertad! a la gente de nuestro territorio. Que Jehová bendiga el esfuerzo que hagamos.
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Presentando las buenas nuevas... ¿lo anotó usted?Ministerio del Reino 1981 | febrero
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Presentando las buenas nuevas... ¿lo anotó usted?
1 “Pensé que lo había hecho. Pero, ¿dónde está mi registro? Quizás sí olvidé anotarlo. Ay... ¿cuál era la casa? Y ésa era una buena revisita.” ¿Le ha pasado esto a usted? Si usted ha pasado por esta experiencia alguna vez, comprende lo importante que es anotarlo.
2 ¿Anotar qué? Pues, el nombre y la dirección se necesitaban en este caso. Además, ¿por qué no anota el tema del cual usted habló y la literatura que colocó? ¿Dio el amo de casa información en cuanto a sus intereses, su afiliación religiosa y cuándo podía usted visitarlo de nuevo? Quizás usted haya escogido el tema del cual quisiera hablar en la próxima visita. El tiempo de anotar estas cosas es mientras están frescas en la mente. Muchos de ustedes hacen esto y saben que esta información es muy útil.
3 Pero, ¿qué podemos hacer si no hay nadie en casa? Pues, sería bueno anotarlo. Queremos llevar el mensaje del Reino a cada persona que vive en nuestro territorio. Muchas congregaciones que tienen poco territorio hallan que el llevar un registro exacto de las casas donde no hay nadie y visitarlas de nuevo en otra ocasión en efecto les ha suministrado ‘más territorio’ que trabajar. Si desea, usted puede mantener por separado un registro de las casas donde no haya nadie.
4 Además, probablemente usted halle ventajoso llevar un registro de las revistas que coloca. Quizás pueda comenzar una ruta de revistas. Algunos publicadores han informado que comenzaron sus mejores estudios con personas que obtenían ejemplares individuales de La Atalaya y ¡Despertad!
5 ¿Tiene usted ahora formularios de “Registro de casa en casa” en la cartera o el maletín que usa para predicar? Si no tiene, tome algunos cuando vaya al Salón del Reino. Luego asegúrese de utilizarlos para anotar información necesaria en el servicio del campo. Su “Registro de casa en casa” le será útil al presentar las buenas nuevas.
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La caja de preguntasMinisterio del Reino 1981 | febrero
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La caja de preguntas
● ¿Es correcto estudiar o asociarse con expulsados?
Cuando varias personas se reúnen para estudiar la Biblia, lo hacen con el propósito de aprender más acerca de la adoración verdadera y las bendiciones que ésta trae. El que se reúnan también envuelve un mutuo intercambio de estímulo con el propósito de incitarse unos a otros “al amor y a las obras excelentes.” (Rom. 1:11, 12; Heb. 10:24, 25) Esto es parte de nuestro esfuerzo por obrar “lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe.” (Gál. 6:10) Invitar a otra persona a estudiar la Palabra de Dios es realmente invitarla a ‘ensalzar juntos el nombre de Dios.’—Sal. 34:3.
Hay reglas para el gobierno de la conducta de los miembros de “la casa de Dios” que todos deben obedecer. (1 Tim. 3:15) La acción de expulsar a un individuo realmente constituye su expulsión de la “hermandad,” y a los miembros de la congregación se les manda que “cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que llamándose hermano” sea pecador deliberado. (1 Cor. 5:11) Además, Pablo preguntó: “Porque ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? . . . ¿O qué porción tiene una persona creyente con un incrédulo?” (2 Cor. 6:14, 15) Así que, en vista de este consejo, no sería apropiado conducir un estudio bíblico ni asociarse con un expulsado. (Vea orS, págs. 168-171.)
¿Qué pasos puede dar un expulsado hacia un posible restablecimiento? La persona que busca ayuda pudiera asistir a las reuniones accesibles al público. Si la persona da evidencia de tener un deseo genuino de seguir el proceder correcto, los ancianos quizás consideraran justificable el hablar con tal persona en privado y exhortarla con la Palabra de Dios en sentido correctivo, lo cual pudiera moverla a abandonar su proceder incorrecto. Esto no se conduciría en forma de un estudio bíblico; más bien, sería un asunto de sencillamente ofrecer amonestación con miras a reajustar espiritualmente a la persona.—Vea La Atalaya, 15/12/74, págs. 756-758.
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Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1981 | febrero
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Tema de conversación
Por qué se escribió la Biblia.—1 Cor. 10:11; 2 Tim. 3:15.
1. Da una advertencia.
2. Nos hace sabios para alcanzar la salvación.
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