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  • Lo correcto que es expulsarlos
    La Atalaya 1952 | 15 de julio
    • ir de casa en casa como todo el mundo, si quiere hacerlo, pero esta congregación no le dará ningún territorio. No aceptará sus informes. Aunque se reciban sus informes, él no estará incluído en la lista como publicador de esa compañía. Él pudiera poner su informe en la caja de informes, pero nosotros lo rompemos y lo desechamos. Él no es uno de nosotros. Es un representante de la organización del Diablo tratando de corromper, de perturbar. No es limpio, y hasta que ese individuo se arrepienta y cambie su curso de acción, jamás puede regresar y ser uno del pueblo del Señor.

      16. ¿Cómo lo trata la compañía en cuanto a no ser publicador reconocido?

      16 Así que la compañía tiene cuidado en cuanto a él. Quita su tarjeta del archivo de los publicadores del Reino reconocidos. Nunca se le da un Informador impreso mensualmente. Puede quedarse con su folleto de Consejo si lo desea, porque éste, si él lo lee, quizás le manifieste el curso de acción que debería adoptar. Si lee La Atalaya, si lee los libros de la Sociedad, le manifiestan el curso que debe adoptar; pero mientras no adopte ese curso no es bienvenido en la congregación.

      17. ¿Bajo qué condición puede estar presente en reuniones públicas, y por qué?

      17 Si este individuo se hace ruidoso o estrepitoso no debe permitírsele estar en el Salón del Reino y reuniones públicas. Ese es el perfecto derecho de la compañía. De otro modo, si asiste a las reuniones públicas y calladamente oye la amonestación y el consejo dado en los estudios, es posible que despierte, se avergüence y se arrepienta.

      18. ¿Qué hay acerca de permitirle concurrir a reuniones en casas particulares, y por qué?

      18 Ahora bien, ¿qué hay acerca de reuniones en casas particulares? Bajo ninguna circunstancia debe dársele la bienvenida o permitírsele entrar en una casa privada, porque las Escrituras son muy precisas sobre ese punto. Por lo tanto en nuestros estudios bíblicos de casa, o sea “estudios de área”, la persona de la casa, que es de la congregación de Dios, no debe permitirle la entrada. Porque 2 Juan 9, 10 (NM) declara: “Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. El que sí permanece en esta enseñanza es el que tiene al Padre y también al Hijo. Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa, ni le digan adiós.” Así pues, en su propia casa usted nunca le abriría la puerta y permitiría que entrara tal individuo. Usted nunca le extendería la mano en compañerismo a tal individuo. Recuerde, ese individuo en un tiempo dejó la organización del Diablo. Fué lavado por la sangre de Cristo, se dedicó a Dios y Dios le consagró para servicio. Era ministro. Ahora se ha corrompido porque él quiere hacerlo así. Está pecando en contra del espíritu santo. Está luchando en contra de Dios. No podemos tener nada que ver con él. Dios es el que lo está juzgando, y está usando sus siervos en la tierra para señalarlo para la protección de los demás de la congregación.

      RESTABLECIMIENTO

      19. ¿Por tomar qué curso personal puede una persona que ha sido expulsada ser restablecida?

      19 ¿Puede la persona que ha sido expulsada de la congregación ser restablecida, regresar a la organización? Sí puede, si se arrepiente. Pero tiene que hacer algo más que esto. Debe de ser convertida. Debe de cambiar su curso de acción completamente. No sólo es asunto de decir: “Siento el haberlo hecho; estaba equivocado.” Tiene que probar que está anuente a adoptar un curso de vida completamente diferente al que había adoptado. Debe de hacer una confesión franca de sus pecados y pedir perdón del comité que hizo la resolución en cuanto a su expulsión. Debe de dirigirse a las personas interesadas, confesar que hizo mal, e indicarles lo que está haciendo y lo que va a hacer a fin de ser restablecido.

      20. En 2 Corintios 2:6-11 ¿qué dijo Pablo acerca de restablecimiento, y qué cosa manifestó él que debe antecederlo?

      20 En 2 Corintios 2:6-11 (NM) tenemos un relato de cómo Pablo trajo a un pecador de vuelta a la congregación. Él dijo: “Esta reprimenda dada por la mayoría es suficiente para tal hombre, de tal suerte que, por lo contrario ahora, ustedes deben de perdonarle bondadosamente y consolarle, para que de un modo u otro tal hombre no sea absorbido por estar sumamente triste. Por lo tanto, les exhorto a que confirmen su amor para con él. Porque con este fin también les escribo, para determinar qué prueban ser ustedes, si son obedientes en todas las cosas. Todo lo que ustedes bondadosamente le perdonen a cualquiera, yo también se lo perdono. En realidad, en lo que toca a mí, cualquier cosa que he perdonado bondadosamente, si he perdonado bondadosamente algo, ha sido por el bien de ustedes a la vista de Cristo, para que no seamos alcanzados por Satanás, porque no desconocemos sus intenciones.” Quizás este relato se refiera al hombre que tomó a la esposa de su padre y cometió fornicación y ahora se arrepintió. Si es así, entonces Pablo dice, ‘Bueno, tráiganlo de vuelta; no hay razón para que esté sumamente triste pensando que nunca podrá volver a la organización de Dios y obtener vida en el nuevo mundo.’ ¿A qué otro lugar podría ir una persona si peca contra Dios y verdaderamente se arrepiente? No queremos decir que puede descaradamente regresar y decir, “Bueno, lo siento. Arréglenme el asunto, muchachos, quiero regresar a la congregación.” No, tiene que haber una herida del corazón. Tiene que haber una profunda conmoción mental. Tiene que demostrar arrepentimiento. Tiene que estar triste acerca de ello y cambiar su curso.

      21. ¿Cómo se debe proceder con el expulsado por un tiempo antes de restablecerlo, y por qué?

      21 Su restablecimiento en la congregación de Dios es un asunto muy serio, para él y para la congregación. Los siervos asignados pueden ponerlo a prueba si desean hacerlo. Tendrá que probar a los siervos que se va a portar bien en el futuro y que va a obrar correctamente como siervo de Jehová. Pueden probar su sinceridad. No deben de restablecerlo muy rápidamente, aun después que se arrepiente y les dice lo que va a hacer, y hace una confesión franca. ¿Por qué no? Por la opinión pública. (2 Ped. 2:2, NM) Su curso de acción puede haber sido uno de adulterio y posiblemente haya tenido publicidad extensa en los diarios. Quizás fué encarcelado por robo. Quizás era muy rebelde. Quizás se salió y comenzó una organización nueva y ahora está tratando de regresar. Bien, toda la gente alrededor del lugar sabe que esa persona era obstinada, desordenada, y no era buena compañía. Por eso debemos de ser prudentes en cuanto a cuán prestamente recibimos de vuelta a esa persona en la congregación, debido a lo que la “gente de afuera” dirá. (1 Tim. 3:7, NM) Si una persona comete adulterio y anda con hombres y mujeres que son de conducta relajada, y todo el mundo lo sabe, y decimos, “¡Oh! regrese, usted es bienvenido,” la gente de afuera dirá: “Pues, su entera congregación es del mismo tipo.” Por eso tiene que ser puesto a prueba. Su sinceridad debe ser probada antes de que abierta y plenamente aceptemos su arrepentimiento.

      22, 23. ¿En qué resulta la violación del estar bajo prueba, cómo se manifestó por Simei?

      22 Recuerde el caso de Simei, que fué puesto a prueba. En un tiempo maldijo a David, y cuando Salomón llegó a ser rey como sucesor de David, ciertas restricciones se le impusieron. Salomón le dijo: ‘Deberías haber sido muerto desde hace mucho. Por eso, ahora debes de permanecer en la ciudad de Jerusalén. Pero tan pronto salgas de esta ciudad y cruces el torrente Cedrón vas a ser ejecutado.’ Ahora bien, Simei pudo haber disfrutado de la vida y el favor que se le manifestó permaneciendo allí en la ciudad de Jerusalén. Tenía sus esclavos, los siervos, y hogar. Tres años después de que esta orden fué dada, dos de sus esclavos se fugaron. Simei dijo: ‘¡Oh! sólo voy a encontrar esos individuos y traerlos de vuelta.’ De modo que emprendió la búsqueda, cruzó el Cedrón, encontró sus esclavos y los trajo de vuelta. Entonces se le informó a Salomón que había salido de la ciudad, y éste le mandó ajusticiar. Únicamente por querer hacer regresar a dos esclavos este hombre se arriesgó a perder la vida.

      23 Entonces, si una persona expulsada quiere vivir en el nuevo mundo y si los hermanos responsables de la compañía le imponen ciertos límites o restricciones, ¿no es mucho mejor permanecer dentro de estos límites y vivir, que salirse de esos límites y manifestar que es rebelde y obra contrario a la ley de Dios? Simei perdió la vida porque no fué obediente a un arreglo muy bondadoso por parte del rey Salomón.

      24. ¿Quiénes deciden para efectuar el restablecimiento, quiénes cooperan, y por qué?

      24 De modo que los siervos son quienes decidirán si han de recibir a ese hermano con el tiempo. Los siervos que lo expulsaron tienen que hacer el anuncio a la congregación, diciendo que, dado que éste se ha arrepentido y puesto que ellos ahora están completamente satisfechos en cuanto a su curso de acción reformado, “le recibimos de nuevo.” Entonces la congregación debe de obrar según la decisión de los siervos que están asignados en la compañía. Tampoco vota la compañía esta vez para decidir si le aceptarán de nuevo o no, porque tiene confianza en que sus siervos han hecho la investigación correcta y la decisión correcta.

      25. ¿Qué debe hacer el que va a ser restablecido, de acuerdo con Colosenses 3:5,10, y por qué?

      25 En Colosenses 3:5-10 (NM) se dice: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en lo que toca a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas la ira de Dios viene. En esas mismas cosas ustedes, también, en un tiempo anduvieron cuando acostumbraban vivir en ellas. Pero ahora en verdad deséchenlas todas de ustedes, ira, enojo, injuria habla insultante y habla obscena de su boca. No se mientan el uno al otro. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada.” Naturalmente, esa instrucción aplica a los que originalmente salieron de la organización del Diablo y han venido a ser el pueblo de Jehová, por eso también debe de aplicar a una persona expulsada que se arrepiente y regresa. Ahora tiene que vestirse con esa nueva personalidad, debe rehacer su mente, debe pensar los pensamientos de Dios y ponerlos en práctica si es que va a obtener la vida en el nuevo mundo.

      26. ¿Qué hay del hermano que se arrepiente y lo da a conocer antes que se den pasos para expulsarlo?

      26 Bueno, ¿qué hay si un hermano se arrepiente antes de ser expulsado? Quizás comprenda que ha hecho mal y sepa que la noticia de su curso de acción está llegando a los siervos. O es posible que sienta su propia vergüenza mientras nadie conozca todavía lo que le aconteció, y se dirija a uno de los hermanos maduros de la compañía, quizás al siervo de compañía, y confiese todo su pecado. ¿Debería este individuo ser puesto de manifiesto a la congregación y expulsado debido a que el siervo de compañía conoce su curso de acción? No si esa persona se ha arrepentido verdaderamente. Si ha pedido perdón, y confesado su maldad, y está cambiando su curso de acción, no hay razón para que el hermano que ha sido notificado de esto revele el secreto del hermano a otro. Su condición de corazón es justa, y por esto debe manifestársele misericordia, amor y bondad a esta persona.

      27. Aunque no efectúe una expulsión, ¿qué puede hacer la Sociedad o instruir que se haga acerca de tal pecador arrepentido?

      27 Los que son tercos, empedernidos, los que quieren todas las cosas a su modo, y eso además de estar en la congregación de Dios, éstos son los que deben ser expulsados y repudiados, porque van a hacer a la congregación inmunda. Pero a aquel que viene con corazón contrito y confiesa su iniquidad a un hermano, no hay razón para azotarle más. Ha abierto su corazón, ha dejado que usted lo vea y quiere ayuda. Si la Sociedad le quita a uno el nombramiento de precursor debido a alguna falta, y la Sociedad es la única agencia que sabe acerca del mal del individuo, entonces no hay razón para que la Sociedad notifique a la compañía para que la compañía prive a esa persona del compañerismo cristiano, no si esa persona ha confesado su pecado y ha pedido perdón a la Sociedad. Entonces ese individuo puede proseguir su camino. La Sociedad probablemente le imponga restricciones o limitaciones a tal individuo debido al curso de acción que ha adoptado. Por vía de castigo es posible que lo quite de la lista de precursores por seis meses o quizás un año, según lo que ese individuo haya hecho que traiga reproche al nombre de Dios. Pero ya que el tal ha confesado su pecado y pedido perdón, entonces la Sociedad puede ayudarlo a regresar al camino recto y continuar siendo un siervo del Señor. Si la acción no afecta a una compañía o a otro individuo en ella, no hay razón para hacer una notificación o anuncio público de ella.

      28. ¿Qué tan liberales podemos ser al permitir que el pecador regrese, y por qué?

      28 Lo que debemos tener presente es esto: Podemos manifestar misericordia a los que son de corazón contrito, y podemos ayudarlos si lo queremos hacer. Pero ¿qué tan liberales podemos ser al permitir que estas personas regresen a la organización del Señor? ¿Hasta dónde es permisible quitar las restricciones? No podemos quitárselas a los que no se reforman. Debemos recordar siempre que la organización tiene que permanecer limpia para la adoración incontaminada del Altísimo. Debemos recordar siempre la vindicación de la soberanía y nombre de Jehová y la vindicación de su Palabra. Debemos recordar siempre la vida de Cristo y que andamos en sus pisadas, y la norma que él estableció. Debemos de recordar siempre nuestra posición como testigos de Jehová. El individuo expulsado no siempre recordó estas cosas, y por eso fué removido de la congregación. Por eso es que fué expulsado. Pero ahora si comprende que la adoración pura, incontaminada y limpia es la cosa importante, que la vindicación del nombre de Dios es más importante que hacer las cosas a su modo, cuando ve que todo esto es necesario y que debe vivir en conformidad con ello, entonces podemos aceptarlo de nuevo en la congregación.

      Ya vosotros estáis limpios por medio de la palabra que os he hablado. Permaneced en mi, y yo en vosotros. Como no puede el sarmiento llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así tampoco vosotros, si no permaneciereis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: el que mora en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separadas de mí nada podéis hacer. Si alguno no permaneciere en mí, será echado fuera. . . . Si moráis en mí, y mis palabras moran en vosotros, pediréis cuanto quisiereis, y os será hecho.—Juan 15:3-7.

  • Pecado que hace imposible el restablecimiento
    La Atalaya 1952 | 15 de julio
    • Pecado que hace imposible el restablecimiento

      1. ¿Qué manifiesta que hay pecados perdonables, pero cuáles pecados no pueden ser pasados por alto?

      HAY pecados que pueden ser perdonados. Pedimos perdón por ellos diariamente si oramos del modo que Jesús nos enseñó, porque decimos en el padrenuestro, “Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores.” (Mat. 6:12, NM) Podemos perdonar ciertos pecados. Es decir, podemos perdonar las transgresiones en contra de nosotros por parte de otra persona. No podemos borrar las transgresiones y limpiar a esa persona de nuevo. No, pero cuando nos pide perdón podemos dárselo. En Gálatas 6:1 (NM) se dice: “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse él cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de restaurar a dicho hombre con un espíritu de apacibilidad, vigilándote tú mismo por temor de que tú también seas tentado.” Por eso tenemos la responsabilidad de dirigirnos a estos pecadores individuales, o, cuando vienen a nosotros, de ayudarlos a permanecer en el camino recto aun antes de que la expulsión se efectúe. Podemos perdonarlos. Podemos ayudarlos, si su corazón es recto y lo muestran. Pero si ellos no lo muestran y si el pecado afecta vitalmente la congregación, no hay razón por la que debemos pasarlo por alto y decir: “Bueno, lo olvidaremos esta vez.” No podemos hacerlo, por el bien de ese individuo y por el bien de la congregación.

      2. ¿Qué cosa dijo Jesús que era un pecado imperdonable, y quién puede cometerlo?

      2 El único pecado que no puede ser perdonado es el de pecar en contra del espíritu santo. Cristo Jesús habló acerca de eso. En Mateo 12:31, 32 (NM) él dijo: “Por esta causa les digo, Toda clase de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el espíritu no será perdonada. Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en el presente sistema de cosas ni en el que ha de venir.” Es posible que usted se pregunte, Bueno, ¿qué clase de pecado será ése? Todo lo que es contrario a la operación manifiesta de la fuerza activa de Dios es contra el espíritu de Dios, porque su espíritu es su fuerza activa, y no una persona espiritual, no un Dios tercero de una supuesta “santa trinidad”. Personas no cristianas, como aquellos fariseos a quienes Jesús se dirigió aquí, pueden pecar en contra del espíritu santo, porque pueden encontrarse frente a su manifestación.

      3. ¿Cómo podemos afligir el espíritu santo, y qué peligro existe en continuar haciendo esto?

      3 Después que nos hemos dedicado a Jehová Dios y hemos decidido hacer su voluntad, hemos venido a estar bajo la fuerza activa de Jehová Dios, su espíritu santo. Esto entonces significa que tenemos la responsabilidad ante él, de obrar de acuerdo con ese espíritu. Si vamos a obrar en contra de ese espíritu santo lo afligiremos. Nuestro curso de acción o nuestra habla ofenderá en contra de lo que el espíritu santo es y disminuirá o reducirá el espíritu de Dios dentro de nosotros. En Efesios 4:30 (NM) se dice: “También no estén afligiendo el espíritu santo de Dios, con el cual han sido sellados para un día de liberación por rescate.” Posiblemente no hayamos blasfemado en contra del espíritu santo, pero quizás lo hayamos afligido terriblemente. Pero podríamos hacerlo hasta tal grado que ya no sólo lo aflijamos sino que realmente pequemos en contra del espíritu santo. Si continuamos adoptando el curso erróneo y afligiendo el espíritu santo, finalmente llegamos al punto de ser expulsados de la congregación. Hemos pecado en contra del espíritu santo y éste ya no está en nosotros. Ya no nos sella para una liberación por rescate al tiempo debido de Dios.

      4. Según Hebreos 10:25-38, ¿a quiénes no restaurará Dios?

      4 El asunto de ser expulsado por tal pecado imperdonable es una cosa muy seria. Dios no va a restaurar a nadie que haya negado el sacrificio de rescate de Cristo y haya obrado deliberadamente contra la congregación de Dios. Hebreos 10:25-38 (NM) advierte: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos, y tanto más al ver que el día se acerca. Porque si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento acertado de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino que existe cierta horrenda expectación de juicio y hay un celo ardiente que va a consumir a los que se oponen. Cualquier hombre que ha despreciado la ley de Moisés muere sin compasión, sobre el testimonio de dos o tres. ¿De cuánto más severo castigo, piensan ustedes, será considerado digno el hombre que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fué santificado, y que ha ultrajado con desprecio al espíritu de bondad inmerecida?”

      5. ¿Cómo pecan los que pecan en contra del espíritu santo, y cuál será su fin?

      5 Pecadores imperdonables que en un tiempo estuvieron dentro de la congregación están pecando en contra del espíritu santo. Están peleando en contra de Dios, están predisponiéndose en contra de Cristo Jesús, ya no están siendo imitadores de Dios, ya no están andando en amor, están pecando en contra de la operación manifiesta del espíritu santo de Dios y son dignos de destrucción. Quizás a veces en la congregación afligimos el espíritu santo. Mientras que solamente lo afligimos hay una oportunidad, si nos arrepentimos y cambiamos nuestro curso de acción, de regresar a la organización de Dios. Pero si llegamos a un límite y alcanzamos el punto donde voluntaria e insaciablemente pecamos en contra del espíritu santo, la fuerza activa de Dios, y obramos en contra de su manifestación, entonces Dios ya no tiene más que ver con nosotros. Luego somos entregados a Satanás y su organización para la destrucción de nuestra carne. Es una cosa terrible ser echado de la congregación de Dios, ser destruído como Coré y sus aliados, ser apedreado a muerte como Acán, o ser juzgado como indigno de vivir en la congregación de Dios ahora. A los fariseos que vieron la operación manifiesta del espíritu santo de Dios por medio de Jesús y sin embargo hablaron abusivamente en contra de él y lo llamaron el espíritu de Beelzebub, Jesús les dijo después: “Serpientes, descendientes de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio de Gehena?”—Mat. 23:33, NM; Mt 12:22-28, 31, 33.

      6. ¿Quién tiene la culpa de que uno sea expulsado, y por qué?

      6 Pero si somos expulsados de la congregación de Dios será debido a nuestra propia culpa, debido a nuestra propia iniquidad, debido a que no estamos rehaciendo nuestra mente, debido a que no estamos viviendo en conformidad con el modelo que Dios ha establecido. Como se declara en Efesios 5:1, 2 (NM), después de que Pablo habla acerca de afligir el espíritu santo de Dios: “Por tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor, así como el Cristo también los amó y se entregó por ustedes como ofrenda y sacrificio a Dios para aroma fragante.”

      7. ¿Qué tiene que ver con este asunto Mateo 18:15-17, especialmente en lo que toca a dirigirse a la congregación?

      7 Hay un texto más, bastante pertinente aquí; el de Mateo 18:15-17. Dice: “Además, si su hermano comete un pecado, vaya y descubra su falta entre usted y él a solas. Si él le escucha, usted ha ganado a su hermano. Pero si no le escucha, lleve consigo a uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos todo asunto pueda establecerse. Si él no les escucha, hable a la congregación. Si él no escucha ni siquiera a la congregación, que él sea para usted como un hombre de las naciones y como un recaudador de impuestos.” (NM) Este texto no tiene nada que ver con expulsión sobre una base congregacional. Cuando dice que vaya a la congregación, significa ir a los ancianos o maduros de la congregación y discutir sus propias dificultades privadas. Este texto tiene que ver sólo con una acción individual.

      8. ¿Cómo puede surgir tal dificultad, y a qué grado llega el no tener trato con ellos?

      8 Puede ser que un individuo no se lleve bien con otra persona en la compañía. Quizás le construyó una casa y el otro hermano cree que posiblemente ha sido defraudado algo en la construcción de dicha casa. Posiblemente haya hecho un contrato en el negocio, y se produce una querella entre los dos hermanos y ambos riñen sobre el asunto. Bien, aquí Jesús dice, Si hay alguna dificultad entre usted y otro hermano, traten de resolverla entre ustedes mismos. Si ustedes no la pueden resolver, llamen a uno o dos más y dénsela a saber y que les ayuden y les den consejo. Entonces, si usted no puede resolver el asunto con el hermano ofensor, pues sólo significa el evitarse ustedes dos, tratando usted al otro como a un recaudador de impuestos o un no judío fuera de la congregación. Usted arregla lo que tiene que arreglar con él sobre una base comercial. Esto no tiene nada que ver con la congregación, porque la acción ofensiva o el pecado o equivocación no es tal que sea razón para privarlo del compañerismo de toda la compañía. Cosas de esa clase no deben ser presentadas a la congregación general para que las decida. No debemos tratar de dividir una congregación y decir, “Ahora bien, quiero que todos ustedes convengan conmigo,” mientras que la otra persona dice, “Quiero que todos ustedes convengan conmigo”; es decir, sobre algún problema personal que no tiene nada que ver con la predicación del evangelio o con mantener la congregación limpia. Este texto de Mateo 18:15-17 a menudo ha sido usado en conexión con expulsar a tales personas de la organización, sin embargo sólo tiene que ver con el evitarlas personalmente.

      9. En vista de todo lo anterior, ¿cuál debe ser nuestro esfuerzo; y por qué?

      9 De modo que todos nosotros tengamos presente que la organización del Señor Dios tiene que mantenerse intacta, tiene que mantenerse limpia, por todos los que se encuentran en la congregación. Recuerden siempre que es asunto de los que son los siervos de la compañía encargarse de que permanezca de ese modo y si alguien en la compañía no es limpio, no trabaja en el interés del Reino de Dios y sus hermanos, entonces debe ser removido. Le hacen al removido un beneficio, porque quizás se avergüence como resultado y vuelva a ponerse en armonía de nuevo. Están haciendo la cosa correcta a la vista de Dios al expulsarlo de la congregación porque él es inmundo. Mediante este procedimiento la organización visible de Dios permanecerá limpia a través de la guerra venidera del Armagedón, y al entrar al nuevo mundo. Cualquiera que desea vivir en ese nuevo mundo tiene que vivir en conformidad con los principios de Jehová Dios, como se prescriben en Su Palabra, porque tenemos que hacernos imitadores de Dios.

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