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Las mentiras resultan en perder la vidaLa Atalaya 1955 | 15 de marzo
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Los que son de corazón malo y motivos impuros no podrán vivir en el justo nuevo mundo de Dios. Los que son justos, limpios y veraces son los únicos que podrán conseguir entrada a ese nuevo mundo. “Felices son los que lavan sus mantos, para que la autoridad de ir a los árboles de vida sea de ellos y que puedan conseguir entrada a la ciudad por sus puertas grandes. Afuera están los perros y los que practican el espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y la practica.” (Apo. 22:14, 15, NM) Los que practican la mentira y otras formas de maldad que están asociadas con ella en este viejo mundo bajo Satanás van a recibir la recompensa según sus hechos. Jehová no deja que haya duda respecto a eso. “Estas son las cosas que dice el Hijo de Dios. . . . yo soy el que escudriña los pensamientos más recónditos y los corazones, y daré a ustedes individualmente según sus hechos.”—Apo. 2:18, 23, NM.
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Los cristianos viven la verdadLa Atalaya 1955 | 15 de marzo
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Los cristianos viven la verdad
“Por lo cual, ahora que ustedes han echado a un lado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros.”—Efe. 4:25, NM.
1. ¿Por qué no debe hallarse ninguna forma de mentir en la congregación de Dios?
JEHOVÁ Dios tiene en operación ahora una sociedad del Nuevo Mundo. Por todo el mundo está escogiendo a personas y entrenándolas para vida en el nuevo mundo. Él espera que éstas se limpien y que se mantengan limpias, que se mantengan separadas del viejo sistema de cosas bajo Satanás. No hay lugar entre ellas para tales prácticas como las que lleva a cabo el mundo. Algunas de las cosas que deben hacerse se mencionan en el capítulo 3 de Colosenses. Entonces en los versículos 9 y 10 se nos amonesta: “No estén mintiéndose los unos a los otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó.” Es un tiempo en que los cristianos deben tener cuidado en cuanto a la manera en que viven. Es prudente evitar las cosas que conducirán a la mentira y a ir contrario a la verdad. “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre él por su comportamiento correcto sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen amargos celos y espíritu de contradicción en su corazón, no estén jactándose y mintiendo contra la verdad.” (Sant. 3:13, 14, NM) En realidad es tanto como decir que si uno tiene celos o espíritu de contradicción en su corazón, si su corazón no está bien, no pasará mucho tiempo antes de que esté mintiendo. Un mal conduce a otro; una mentira cubre otra. Pero la mentira no debe hallarse en forma alguna en la congregación de Dios. Es un mal; es algo que Jehová no aprueba.
2. ¿En qué les resulta el mentir a los que lo practican en la congregación?
2 Ha habido ocasiones en el pasado y en tiempos modernos en que algunas personas han tratado de mentir en la congregación de Dios, y esto siempre ha resultado en disturbios y dificultad, y especialmente para los que dijeron las mentiras. A menudo la razón para mentir, para decir falsedades o practicar el engaño es una condición de temor al hombre u orgullo en un individuo. En el capítulo 5 de los Hechos (NM) se nos dice: “Sin embargo, cierto hombre, llamado Ananías, junto con Safira su esposa, vendió una posesión y secretamente retuvo parte del precio, su esposa también sabiendo de ello, y él trajo sólo una parte y la depositó a los pies de los apóstoles. Pero Pedro dijo: ‘Ananías, ¿con qué fin te ha animado Satanás a obrar con engaño hacia el espíritu santo y retener secretamente parte del precio del campo? Mientras quedaba contigo ¿no quedaba tuyo, y después que fué vendido no continuó en tu control? ¿Por qué fué que te propusiste un acto tal como éste en tu corazón? Has obrado con engaño, no hacia los hombres, sino hacia Dios.’ Al oír estas palabras Ananías cayó y expiró. Y gran temor vino sobre todos los que oyeron de ello.” Su esposa se unió a él en la mentira y recibió el mismo juicio. Estaban participando en hipocresía. Querían aparentar ante otros ser algo que en realidad no eran. Si hubieran dicho la verdad, si hubieran dicho que estaban entregando una parte del precio que habían recibido, no habrían cometido ningún mal. Pero su corazón no estaba bien. Jehová los escudriñó hasta las partes recónditas de su corazón para saber cuáles eran sus motivos, por qué fué que hicieron lo que habían hecho. Descubrió que sus corazones estaban malos. El resultado para ellos fué el juicio adverso de Jehová. El caso de Ananías y Safira muestra que se puede expulsar a personas por mentir, puesto que Jehová los excomulgó permanentemente. El mentir y el decir falsedades no pagan buen salario.
LA VERDAD ENTRE LOS HERMANOS
3, 4. (a) ¿Qué clase de testimonio debe dar un testigo cuando los siervos de la congregación están llevando a cabo un examen de testigos? (b) ¿Qué factores que pueden llevar al mentir debe evitar el cristiano? (c) ¿Cuáles son algunos ejemplos bíblicos de daño causado por testigos falsos?
3 Cuando estamos tratando con nuestros hermanos tenemos que decir la verdad. Tenemos que mantener la congregación limpia, pura y veraz. Jehová Dios nos dice en Proverbios 6:19 que él aborrece los testigos falsos que hablan mentiras. Si siempre se habla la verdad, entonces se hará lo correcto. Quizás un hermano ha sido acusado y se está llevando a cabo el examen de los testigos ante los siervos de la congregación y se pide una declaración categórica. Hay una cuestión a resolverse en cuanto a si ha hecho bien o mal. El que es llamado a testificar dirá la verdad acerca de su hermano aunque esto le ocasione algo de persecución o de reprimenda de los de mente mundana. No debe permitirse que el temor a desquite en alguna forma u otra desfigure el testimonio. Algunas personas mundanas primitivas son influídas a mentir porque temen la hechicería, pero los testigos de Jehová no temen tales cosas; la armadura completa de Dios los protege. (Efe. 6:11-20) Tampoco deben los vínculos familiares o el restringirse a grupos exclusivistas—una idea errónea de lealtad—torcer el testimonio para que se defienda a un malhechor. Y algunas personas son de tal mentalidad que siempre quieren agradar a alguien a quien consideran su superior por medio de decirle lo que tal vez le gustaría oír. Pero nunca debe darse el caso de que el deseo de regalar los oídos de algún hombre haga que uno diga cosas que no son verdad, sea en un examen ante la congregación o en cualquier otra ocasión. El que agrada a Jehová tiene que hablar la pura verdad al testificar. Mentira y verdad no salen de la boca cristiana.—Sant. 3:10, 11.
4 A Jehová no le gusta el mentiroso cuyo testimonio falso puede comprarse con alguna ventaja falsa o cohecho. En un examen de testigos uno no debe decir falsedades con la mira de causarle dificultades al acusado. El que falsifica viene a ser odioso a Dios. Quizás piense que por su testimonio pueda ganar favor con alguien o pueda conseguir alguna ventaja personal, pero innegablemente está poniéndose en un lugar desfavorable con Jehová. “El testigo fiel no mentirá; pero el testigo falso habla mentiras.” (Pro. 14:5, AN) Se le puede hacer mucho mal a una persona si al testificar respecto a ella uno comete perjurio. Nabot murió debido a perjuros. (1 Rey. 21:8-13) Testigos falsos se presentaron contra Jesús y contribuyeron a su muerte. Testigos falsos testificaron contra Esteban. El perjurio es malo. Es una forma de mentir. Es especialmente malo cuando resulta en daño para otros, y casi siempre resulta así.—Mat. 26:60, 61; Hech. 6:10, 11.
5. ¿Cómo y cuándo es aconsejable el combatir el perjurio?
5 Uno puede elegir pasar por alto chismes vanos en su contra, pero cuando alguien comete perjurio contra usted ante un tribunal de ley ciertamente es correcto el que usted se defienda y presente evidencia para refutar las mentiras que se han contado. No debe permitirse que éstas permanezcan en los autos contra usted. El apóstol Pablo hizo su defensa cuando compareció ante los gobernantes. El caso de Jesús fué diferente. Él se halló ante una turba y ante hombres inicuos que no tenían ningún concepto de justicia. De nada hubiese servido el que hubiera presentado un largo argumento. Además, en el caso de Jesús él sabía que había llegado el tiempo para que él diera su vida. Cuando los inicuos presentan sus testigos falsos contra una persona puede que esto cause un momento de ira, sin embargo debemos mantener nuestras facultades bajo dominio y en ningún tiempo debemos tratar de responder vengativamente con mentiras. Continuamos observando la ley de Dios y siguiendo sus justos principios y decimos la verdad. Los inicuos llevarán la responsabilidad por las cosas que ellos hacen.—Sal. 119:69, 70.
6, 7. ¿Qué debe hacerse para proteger los intereses de los hermanos y mantener la unidad en la congregación?
6 Hay veces en que tiene que tomarse en consideración la protección de los intereses de los hermanos. Si se le hacen preguntas a una persona respecto a su hermano, preguntas que quizás sean de una naturaleza personal, y el que pregunta no es un siervo responsable de la congregación que tenga el derecho de conocer la realidad en un tiempo en que se esté conduciendo una investigación, entonces el mejor proceder sería que el hermano cristiano no se metiera en lo ajeno y que protegiera a su hermano por medio de no decir nada en respuesta. Desanime a las personas que tratan de entremeterse en lo ajeno. En otros términos, es bueno evitar la chismografía, la hablilla, el dar principio a rumores, o el quejarse de los hermanos. Recuerde, Jehová odia no solamente al testigo que habla mentiras, sino también al que siembra discordias entre los hermanos. El murmurar de cualquier hermano debe evitarse. Si a usted le parece que alguien ha hecho mal, muy bien, si quiere decir algo acerca de ello, vaya a él directamente. No empiece una campaña de susurros. En lenguaje llano la amonestación es que uno debe meterse en lo que le importa y lo que le importa debe estar de acuerdo con la Palabra de Jehová; entonces no tendrá problemas o dificultades debido a ser entremetido.—Pro. 16:28; 18:8; Mat. 24:48-51; 1 Ped. 4:15.
7 Por lo tanto cuando uno de los hermanos que necesita ayuda espiritual viene a usted para hablar de sus problemas, sus dificultades personales, o de algo que él hizo hace muchos años que tal vez no era correcto y sin embargo no requeriría el que se le expulsara, como hermano cristiano maduro aconséjele de qué manera puede arreglar sus asuntos. Ayúdelo de todo modo posible. Pero recuerde que toda cosa tiene su tiempo debido. No haga que sus hermanos pasen por una vergüenza en tiempos de dificultad. No hay por qué contar todo lo que usted sepa a todo el mundo. Ayude a su hermano, pero no se ponga a contar a todo el mundo los problemas y dificultades que él tiene, las complicaciones en su familia u otras cosas acerca de las cuales él haya confiado en usted en un tiempo de necesidad. Manifieste amor a su hermano. Hágalo en el interés de la unidad de la organización de Dios.—Pro. 11:13.
8-10. (a) ¿Qué acción hacia nuestros hermanos prueba que amamos a Dios? (b) ¿Cómo pueden los chismes y el habla inútil hacer daño a los hermanos y ser muestra de falta de amor cristiano?
8 Si alguien pretende ser cristiano, pretende ser amador de Dios, también tiene que amar a su hermano. Si no ama a su hermano realmente está viviendo una mentira. “Si alguien hace la declaración: ‘Yo amo a Dios,’ y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto. Y este mandamiento lo tenemos de él: que el que ama a Dios debe estar amando a su hermano también.”—1 Juan 4:20, 21, NM.
9 Digamos que hace veinte años un hermano hizo algo malo y lo confesó y luego fué perdonado, no hay por qué otros tengan que referirse a estas cosas de continuo. Eso no es manifestar amor al hermano. Si usted verdaderamente ama a su hermano usted no estará chismeando y hablando de él. Aunque es verdad que tenemos que decir la verdad cuando hablamos, no hay por qué estar diciendo todo lo que sabemos de nuestro hermano. Si él verdaderamente ha sido perdonado, entonces el asunto quedó cerrado, está terminado y no debe surgir para discutirse todas las semanas en el Salón del Reino o entre los de la congregación. ¿Dónde está la misericordia que muestran los que de continuo andan contando chismes acerca de su hermano y tratan de hacer resaltar sus defectos? ¿En qué sentido trae esto unidad? ¿Dónde conserva esto la armonía y el espíritu de gozo de la congregación? Si uno desea hablar, hay muchas verdades del reino y experiencias del campo que pueden considerarse.
10 Los que siembran discordias por medio de chismografía, habla vana o engaño mediante doctrinas falsas no están atendiendo los intereses de la organización de Jehová. En Tito 1:10-12 Pablo nos dice de los que son ingobernables y habladores de vanidades y que engañan la mente, mostrando que subvertirían casas enteras por las mentiras que enseñarían. Menciona que los “cretenses” siempre son mentirosos. Relacionado con esto mostró en el versículo nueve que se requiere que los superintendentes de la congregación reprendan a los que contradicen la verdad. Hay que conservar la verdad en la congregación de Dios.
HACIENDO LO JUSTO Y HONRADO
11. (a) ¿De qué manera están relacionadas la honradez y la veracidad? (b) ¿Es posible que personas que carezcan de honradez se asocien con la congregación de Dios por algún tiempo?
11 Jehová “te ha dicho, oh hombre, lo que es bueno; ¿y qué es lo que Jehová pide de ti, sino hacer justicia, y amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?” (Miq. 6:8) El hacer lo que es justo u honrado y decir la verdad van armoniosamente juntos. Son cualidades que deben hallarse entre los cristianos. Los cristianos son hermanos que se tratan honradamente los unos a los otros y se ayudan unos a otros. Pero no hay razón para que un cristiano misericordioso tenga que aguantar de continuo la maldad o lo injusto, si alguien cuyos intentos de corazón no son buenos entra en la organización. A veces vienen a las reuniones o se asocian con la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová individuos que, en lo profundo de su corazón, no son personas honradas, no son personas de verdad y justicia. A veces a éstos se les llama “sablistas,” personas que practican el fraude y el engaño, hombres que andan por dondequiera tratando de pedir dinero prestado o bienes o las posesiones de sus hermanos, y que interiormente no tienen ninguna intención de devolver lo debido a los hermanos y nunca lo devuelven. Esta clase de gente hace una exhibición externa de cristianismo, pero sus intereses son netamente egoístas. Judas era un ladrón que mostró compasión hipócrita hacia los pobres.—Juan 12:6.
12. (a) ¿Es buena práctica el pedir dinero prestado a los hermanos? (b) ¿Cómo hizo provisión Jehová para que hubiera honradez en el Israel antiguo, y qué se requería del pecador para arreglar los asuntos?
12 No siempre es una buena práctica el que los hermanos pidan dinero prestado a otros hermanos. A veces el prestar dinero muestra amor, pero a menudo resulta en dificultades en la congregación. (Luc. 6:35) Si los hermanos hacen transacciones comerciales entre sí, hacen acuerdos para pagar dinero o hacer ciertos pagos de mercancías, deben cumplir con sus promesas, decir la verdad y evitar falta de honradez. Tomando en cuenta las posibilidades de que la memoria falle y como ayuda para evitar las disputas, es aconsejable que se haga el apropiado registro escrito de todas las tales transacciones. La estafa, el fraude y la falta de honradez son pecados a la vista de Dios. Entre el pueblo del antiguo Israel Jehová hizo provisión para la expiación de estos pecados. El que causaba la ofensa tenía que arreglar el asunto con su hermano y ante Jehová. “En caso de que un alma peque en que se haya portado infielmente para con Jehová y haya engañado a su compañero acerca de algo encargado a él o un depósito dejado en sus manos o un robo o haya defraudado a su compañero, o haya encontrado algo perdido y haya mentido acerca de ello y haya jurado falsamente sobre cualquiera de todas las cosas que el hombre pudiese hacer y pecar por ellas; entonces tiene que ocurrir que en caso de que peque y en realidad llegue a ser reo, tiene que devolver la cosa robada que él se haya robado o el objeto de la extorsión que haya obtenido por fraude o la cosa encargada a él que fué puesta a su cargo o la cosa perdida que él haya encontrado, o todo lo que fuera sobre lo cual pudiese jurar falsamente, y tiene que hacer compensación por ello en su cantidad íntegra y agregará a ello la quinta parte de ello. Al que le pertenece se lo dará en el día que quede probada su culpa. Y como su ofrenda por la culpa le traerá a Jehová un carnero sano del rebaño de acuerdo con el valor calculado, para ofrenda por la culpa, al sacerdote. Y el sacerdote tiene que hacer una expiación por él ante Jehová, y así tiene que perdonársele respecto a cualquiera de todas las cosas que él pudiera hacer que resultara en culpabilidad por ello.”—Lev. 6:2-7; 19:11-13, NM.
13. ¿Ha cambiado el principio de honradez de Jehová a través del tiempo hasta nuestro día?
13 Aunque nosotros los cristianos de hoy día no vivimos bajo el mismo arreglo sacerdotal bajo el cual vivió el antiguo Israel, sin embargo estamos bajo la obligación de ser honrados y rectos y de pagar toda deuda y cumplir toda promesa de la debida manera. No defraudamos a los hermanos, sino que debemos enderezar los asuntos con los hermanos y pedir el perdón de Jehová por cualquier mal que se haya cometido. Los hermanos se tratarán con justicia los unos a los otros en todo asunto de negocio y no dejarán que haya entre ellos mentiras, falta de honradez y fraude.
14. ¿Cuál es la acción correcta que debe tomar el cristiano cuando desea que se le devuelva algo que fué tomado prestado de él?
14 De vez en cuando la Sociedad recibe informes de hermanos individuales o de congregaciones en los que se expone que algunas personas faltas de honradez, inmorales, han logrado introducirse en la congregación. (Judas 4) Es patente cómo debe tratarse a los inmorales, pero ¿qué hay de las personas que andan haciendo presa de lo de sus hermanos, o que aparentan ser hermanos simplemente con el propósito de tomar dinero, quienes son como dice el salmista: “El hombre malo toma prestado, y no paga”? Sal (37:21) ¿Qué puede hacerse en cuanto a éstos? Si un hermano, impulsado por amor y bondad, permite a otro que aparenta ser hermano tomar parte de su dinero o cosas materiales por algún tiempo y entonces el individuo que tomó la cosa prestada, después que el tiempo designado haya pasado, rehusa devolver lo prestado, el hermano que se lo prestó puede ir al que tomó el dinero o materiales y pedir que le devuelva todo. Es correcto ir a su hermano cuando tenga algo contra él y hablarle. (Mat. 18:15-17) Si no quiere hacer el debido pago, entonces el hermano afectado puede hablarle al siervo de congregación y hacer los arreglos para que se haga una investigación ante el comité, estando presente el ofensor. En una ocasión como ésta le será útil a uno tener un acuerdo escrito y firmado y entonces no se tratará de aceptar la palabra de una persona contra la de otra. Si se establece que hay culpa, el comité puede designar cierto período de tiempo, limitado pero razonable, para que el ofensor pague sus deudas o corrija los abusos que haya cometido.
15. (a) ¿Qué puede hacer una congregación si un hermano rehusa hacer o no hace la devolución o pago debido de algo que ha pedido prestado? (b) ¿Hay ocasión en que sea apropiado el acudir a un tribunal mundano para arreglar una deuda? (c) Antes de acudir a una corte, ¿qué debe considerarse?
15 Si el ofensor rehusa hacer el pago justo y apropiado, ¿entonces obra correctamente el hermano que le hizo el préstamo si lleva al hermano deudor a la corte y entabla juicio contra él? Las Escrituras nos aconsejan que llamemos tales asuntos a la atención de los hermanos maduros de la congregación y que no llevemos a un hermano ante los tribunales. (1 Cor. 6:1-10) Pero puede ser expulsado de la congregación, excomulgado, si es uno que comete extorsiones. Debe ser evitado desde entonces en adelante. El ser expulsado por la congregación es el mayor castigo que tal persona puede recibir a manos de los hombres, porque cuando hermanos maduros obran de acuerdo con el consejo de las Escrituras en realidad están obrando por Jehová y el juicio procede de su Palabra. El que una persona defraudada quiera enjuiciar a una persona expulsada o no es algo que ella tendrá que decidir. La persona expulsada ya no es hermano y la congregación ha agotado sus poderes en el caso, de modo que el único recurso sería acudir a los tribunales de ley del país. Pero vale la pena considerar los gastos que esto implicará en tiempo y dinero. Son costosos los pleitos legales y a veces resulta que los abogados se quedan con todo a través de sus honorarios. También hay que pensar en el oprobio que tal acción pública pudiera ocasionarle a la obra. Por eso es que un hermano no puede llevar a su hermano al tribunal; hay oprobio sobre la organización. El argumento de Pablo es que es mejor dejarse defraudar que ocasionarle oprobio a la congregación. Pero con una persona expulsada se trata de algo diferente, aunque la gente en general quizás no se dé cuenta de que el demandado haya sido expulsado. En caso de tomar acción legal, restitución de lo que se tomó debe ser la meta, y no venganza. La persona que hubiera de ir hasta tal extremo para que se le pagara una deuda debería tener el acuerdo en forma escrita desde el principio. O si el hermano contra quien se cometió el daño decide dejar el asunto, puede dejarlo en manos de Jehová, que escudriña el corazón de todos los hombres y conoce sus móviles y que da la recompensa de vida a los que hacen bien.—Rom. 12:17-19; 1 Cor. 5:11-13; Heb. 10:26-31.
16. ¿Cómo pueden los hermanos mostrar misericordia a los que les deben algo?
16 La misericordia tiene que entrar en muchos casos. Puede que una persona haya pedido prestado unos cuantos dólares y se le haya olvidado por completo hacer el pago, pero sin intención de defraudar. Debe permitírsele restaurar lo que debe y, si es recto de corazón, él querrá pagar lo que le debe al hermano. Y algunos hermanos quizás no tengan necesidad de lo prestado y quieran perdonar las deudas. (Mat. 6:12; 18:23-35; Luc. 7:41-43) Nadie tiene que esperar que se le perdone su deuda; no tiene que perdonársele, pero puede hacerse, por el amor en el corazón de un hermano. La conciencia y buen corazón en el deudor deben impelerlo a desear terminar con sus deudas, y, por lo menos, debe tratar de hacerlo. En algunos asuntos de poca importancia quizás el comité de la congregación decida recomendar que la deuda de una persona enferma y necesitada sea perdonada al tiempo que se efectúa la investigación, pero esto sólo puede ser una recomendación y el que dió prestado tiene que hacer la decisión final. Esto muestra lo importante que es tener hermanos sabios y maduros como siervos en el comité de la congregación.
17. (a) Al amonestar a una congregación en cuanto a una persona que no es honrada, ¿qué cuidado ha de tener un siervo? (b) ¿Se puede restablecer a un ofensor en la congregación?
17 Si se hacen anuncios a la congregación respecto a alguien que rehusa pagar sus deudas o que anda quitando dinero u otras cosas a las personas en la congregación, el siervo de congregación debe ser quien haga el anuncio y debe tener cuidado de evitar expresarlo de una manera calumniosa; simplemente dará a saber los hechos tal como existen o decir que una persona ha sido expulsada por falta de honradez o fraude. Entonces los que están en la congregación pueden estar informados de lo que está pasando y podrán proteger sus propios intereses y los intereses de sus hermanos. “Su maldad será puesta de manifiesto en la asamblea del pueblo.” (Pro. 26:26, 18, 19) Si alguien es expulsado y más tarde hace restitución de lo que debe, puede ser restablecido porque ha manifestado un corazón recto por su manera correcta de proceder. El restablecimiento se efectuará a discreción del comité. Este es un buen motivo para no llevar a un hermano al tribunal para arreglar el pago de una deuda.
18. ¿Qué cosa muestra que la parábola de Jesús en Lucas 16:1-8 no es una aprobación por él de la falta de honradez?
18 La falta de honradez no recibe la aprobación ni el aplauso de Jesús en la parábola que él dió en Lucas 16:1-8; Jesús nunca aprueba la injusticia. A algunos les ha parecido que el “señor” a quien se hace referencia en la parábola quiere decir el que la dió, Jesucristo, pero no es así; él no estaba alabando al mayordomo falto de honradez. Simplemente se hace una referencia al señor o amo del mayordomo injusto, que no pudo menos que admirar la astucia del mayordomo infiel. Jesús mostró cómo los mundanos se valen de sus recursos para asegurarse de su futuro. Los “hijos de la luz” también tienen que mirar hacia el futuro y utilizar sus posesiones y habilidades para agradar a Jehová y conseguir las riquezas
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