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La verdad bíblica muestra el camino a la seguridadLa Atalaya 1981 | 15 de enero
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bajo el gobierno del dictador Rafael Trujillo. Durante 1948, un prominente miembro del Partido Dominicano de Trujillo aceptó el mensaje bíblico que proclamaban los testigos de Jehová e hizo importantes cambios en su vida. Empezó a compartir intrépidamente el mensaje bíblico con otras personas del pueblo de San Cristóbal, donde vivía. A los funcionarios del gobierno allí les disgustó la manera excelente en que el pueblo estaba respondiendo a aquel mensaje. Un sacerdote católico y escritores de la localidad levantaron la voz en oposición a las actividades de los testigos de Jehová. En junio de 1950 se proscribió oficialmente la obra de los Testigos. La proscripción fue removida en 1956, y luego fue impuesta nuevamente un año después. No fue quitada de nuevo sino hasta 1960.
Sirviendo bajo proscripción
¿Logró la proscripción eliminar la proclamación de la verdad bíblica por los testigos de Jehová? Al contrario, la obra prosperó. Como ya se ha indicado, había 28 Testigos en la República Dominicana en 1946. Cuando se removió la proscripción en 1960, la cantidad había aumentado a 460.
Los años 1961 y 1962 fueron un período de reorganización. La Sociedad Watch Tower hizo arreglos para que representantes viajeros visitaran y fortalecieran las congregaciones. En 1961 se envió a 17 evangelizadores de tiempo completo a zonas de la república que no habían sido visitadas anteriormente. Estos esfuerzos resultaron muy fructíferos, y para 1963 más de 1.000 dominicanos estaban mostrando aprecio activo a las palabras del salmista: “Tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad.”—Sal. 4:8.
Adelanto en las zonas rurales
Para el año 1973 la actividad docente bíblica se estaba efectuando en todas las ciudades y pueblos del país. En diciembre de ese año la Sociedad hizo arreglos para dar atención a las necesidades espirituales de las personas que vivían en zonas rurales aisladas. Las congregaciones recibieron cartas en las cuales se invitaba a los Testigos a pasar dos meses predicando en aquellas áreas rurales. Para este servicio especial se ofrecieron como voluntarios 19 “precursores” (predicadores de tiempo completo). Durante el período entre diciembre de 1973 y enero de 1977 se organizaron seis grupos, los cuales fueron enviados a lugares donde anteriormente había habido poca o ninguna actividad por parte de los testigos de Jehová. ¿Cómo llevaron a cabo su obra estos voluntarios? Uno de ellos relata lo siguiente:
“Primeramente, nos mudamos a un lugar céntrico en la zona donde nos proponíamos predicar. Alquilamos una antigua ‘cocina’ (una choza pequeña con techo de paja que se construye fuera de las casas.) Allí nos mudamos con una camita, una cocina portátil, una olla de presión y otros artículos similares. Nos levantábamos temprano todos los días, desayunábamos bien y llevábamos con nosotros una buena cantidad de literatura que explicaba las enseñanzas fundamentales de la Biblia. Al comenzar el día, estábamos cargados de literatura. Pero esto no duraba mucho. A la gente le deleitaba escuchar la Palabra de Dios. A medida que continuábamos predicando, las cajas en las cuales llevábamos las publicaciones se iban haciendo más livianas.
“Después de pasar un día presentando el mensaje bíblico y dejando literatura en manos de la gente, pasábamos otro día volviendo a visitar a los que mostraban interés. Puesto que los campesinos no tenían mucho dinero, trocábamos las publicaciones bíblicas por gallinas, huevos y frutas. Gracias a Jehová, nunca pasamos hambre.”
La respuesta de los residentes de estas áreas distantes fue asombrosa. Para muchos de ellos era la primera vez en la vida que oían una lectura de la Biblia. En algunos casos, los líderes religiosos habían dicho a estas personas que Jehová era el Diablo. ¡Qué sorprendidas quedaban estas personas cuando leían textos de la Biblia como éstos: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.” “Jah Jehová es mi fuerza y mi poder, y él llegó a ser la salvación para mí”! (Sal. 83:18; Isa. 12:2) En algunos lugares el interés de la gente era tan grande que los Testigos organizaban reuniones públicas. A una de estas reuniones asistieron 68 personas. Tenían tanto deseo de aprender de la Palabra de Dios que ofrecieron alquilar una casa para “establecer una iglesia.” Realmente querían seguridad espiritual. “Algunos lloraron al vernos partir,” relata uno de los precursores. Se están haciendo preparativos para campañas de predicación en estos lugares
En cierta ocasión Jesús dijo a los que le escuchaban: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.” (Mat. 11:28) En la República Dominicana muchas personas están encontrando ese refrigerio, junto con seguridad espiritual, a medida que los testigos de Jehová continúan predicando las “buenas nuevas” en este país.—Mat. 24:14.
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1981 | 15 de enero
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Ponderando las noticias
¿Resulta en felicidad el tener dinero?
● A menudo se atribuye a la falta de dinero el fracaso de los programas sociales organizados para ayudar a la población nativa de países invadidos por la “civilización.” Pero el caso de los esquimales de Alaska pone en tela de juicio, seriamente, esta conclusión. De hecho, el Alberta Report del Canadá dice que los esquimales mismos comisionaron una investigación que “llevó a la conclusión de que un ingreso anual de cien millones de dólares proveniente del petróleo esta casi por destruir del todo a los nativos individualmente como personas y colectivamente como cultura.” El artículo indica que “hace tan solo 15 años estas personas, los inupiat, . . . por la mayor parte mantenían un espíritu que impulsó a muchos de los primeros exploradores a describir a los esquimales originales como la gente más feliz del mundo.” ¿Qué sucedió?
El artículo explica que “a fines de los años sesenta se descubrieron las enormes reservas de petróleo y gas en Prudhoe Bay a lo largo del vertiente norteño de Alaska. Los blancos entraron en tropel. Peor aún, con ellos entró su dinero.” Individualmente hay esquimales que ahora reciben un ingreso de más o menos 20.000 dólares al año del petróleo, pero se dice que su situación es “atroz.” Se informa que el 70 por ciento de los adultos de la comunidad son alcohólicos, y se dice que la causa más común de muerte es la violencia. Por lo tanto, como declara el Alberta Report, el efecto de todo este dinero “ha sido causar ruina.”
Estas consecuencias trágicas que ha sufrido un pueblo que anteriormente era feliz ilustran de manera extremada el error de pensar que el simplemente acumular bienes materiales puede resolver los problemas del hombre. De hecho, tal cosa a menudo produce el efecto directamente contrario. Como lo indica la Biblia, los bienes materiales pueden hacer que la persona desprevenida ‘caiga en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina.’—1 Tim. 6:9.
Bebés sesudos
● Un neurólogo de pediatría asociado con la Universidad de Chicago parece haber encontrado pistas en cuanto a por qué los niñitos aprenden tan rápidamente y pueden adquirir fácilmente idiomas adicionales. Con el uso de un microscopio electrónico el Dr. Peter Huttenlocher descubrió que bebés cuyas edades fluctuaban entre uno y dos años tenían 50 por ciento más sinapsis, o interconexiones de células cerebrales en la corteza frontal (“la zona del pensamiento”) que los adultos. Después de alcanzar su punto máximo a los dos años de edad, la densidad sináptica va disminuyendo constantemente hasta los 16 años de edad, después de lo cual permanece aproximadamente igual hasta la edad avanzada. El informe en Brain Research (Investigaciones del cerebro) dice que esto tal vez explique por qué el cerebro de los bebés es más “flexible” y recupera mejor de los daños recibidos.
No hay duda de que los padres pudieran aprovechar de mejor manera esta capacidad que Dios ha dado al humano de aprender a tierna edad. Por ejemplo, el profesor Archil Alkhazishvili, de la Academia de Ciencias de Georgia en la Unión Soviética, dice que a los niños se les puede enseñar a leer desde la infancia, e indica que sus propias dos hijas comenzaron a leer a los dos años de edad y habían “devorado” muchas obras clásicas para cuando tenían siete años. Según sus comentarios presentados en la revista soviética Sputnik, los padres deberían “colgar en las paredes cuadros que muestren letras, palabras y frases.” Esto llama la atención del niño, y los padres pueden leerle las palabras en voz alta informalmente. “El niño las recordará involuntariamente,” dice Sputnik, y asegura que “tal enseñanza latente es mucho más eficaz que la intencional.”
Hallazgos como éstos están en armonía con el énfasis que da el consejo bíblico al valor del entrenamiento a tierna edad, como en el caso de Timoteo, de quien se dijo: “Desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio.”—2 Tim. 3:15; Pro. 22:6.
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