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  • Aprendiendo a nadar
    ¡Despertad! 1971 | 22 de octubre
    • un poco más arriba de la cintura. Entonces dígale que inhale profundamente, que se doble hacia adelante con los brazos extendidos, y que se acueste boca abajo en el agua. Las piernas deben elevarse a la superficie atrás. Después de unos cuantos segundos, haga que traiga las rodillas al pecho, y vuelva a ponerse de pie.

      Es importante aprender esta manera de flotar, porque le muestra al aprendiz que no se hundirá en la posición de nadar boca abajo. También aclara que el nadar se logra sencillamente propulsando el cuerpo flotante por medio de movimientos de los brazos y las piernas. Pero antes de tratar de hacer estos movimientos, enséñele al aprendiz el deslizamiento boca abajo.

      Que se ponga de pie en agua que más o menos le llegue a la cintura, con la espalda a la pared de la piscina. Debe extender los brazos hacia adelante a través del agua, doblar una pierna hacia atrás y colocar el pie en la pared. Ahora dígale que inhale profundamente, que meta la cara en el agua y, dándose impulso con el pie junto a la pared, que se empuje suavemente. Debe deslizarse por el agua en una posición de extensión recta desde la punta de los dedos de las manos hasta los dedos de los pies. Cuando se pierda el impulso, debe ponerse de pie otra vez.

      Si una persona ha seguido este programa paso por paso hasta este punto, dominando cada procedimiento, entonces está lista para trabajar en los movimientos del nadar mismo.

      Alcanzando la meta

      Primero, practique los movimientos de las piernas. Que el aprendiz se ponga en la posición de flotar boca abajo. Se puede agarrar de la pared de la piscina, o usted puede sostenerlo poniendo su mano bajo el estómago de él. Ahora dígale que mueva las piernas hacia arriba y hacia abajo desde las caderas con un pateo rápido sin doblar las rodillas. Esto quizás comience a propulsarlo en el agua, si usted lo está deteniendo. Déle encomio vigoroso por este logro. ¡Casi es un nadador!

      Ahora se necesitan los movimientos de los brazos. Un niño quizás quiera sacar los brazos del agua como ha visto que lo hacen la mayoría de los nadadores. Pero dígale que, para comenzar, usted quiere que los deje caer bajo el agua.

      Haga que asuma la misma posición de flotar boca abajo, de nuevo coloque la mano bajo el estómago del aprendiz para suministrarle sostén. Dígale que primero extienda un brazo y luego el otro. Los brazos deben moverse de manera muy semejante a como un perro mueve las patas al nadar. Cuando se envía un brazo hacia adelante, el otro está siendo echado hacia abajo y atrás.

      Ahora solo se trata de patear y bracear simultáneamente para que el cuerpo avance. Cuando el aprendiz puede hacer esto, ¡realmente está nadando! Está usando el llamado “nado de perrito,” el básico braceo y pateo del nadar.

      Por supuesto, hay mucho más que aprender para llegar a ser un buen nadador. Con el tiempo la persona alargará su brazada, descubriendo al fin que puede aumentar su velocidad extendiéndola por encima del agua. Ahora está comenzando la brazada de crol, la más rápida y la más popular. Pero tiene que aprender a sincronizar la respiración apropiada con los movimientos de los brazos y las piernas para hacerlo con éxito. Para todo esto se requiere práctica, práctica y más práctica. Sin embargo, el saber nadar no solo puede contribuir a muchas horas de actividad agradable, sino que también le puede salvar a uno la vida.

  • Agua dulce
    ¡Despertad! 1971 | 22 de octubre
    • Agua dulce

      Del abastecimiento de agua dulce que tiene el mundo, más del 97 por ciento está bajo la superficie de la tierra. Eso equivale a treinta y siete veces la cantidad de agua que hay en los lagos y ríos.

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