-
Vida en el Kalaharí¡Despertad! 1980 | 8 de febrero
-
-
colapso debido al intenso calor y la sed. “Imagínese; casi morirse de sed con el radiador del automóvil lleno de agua,” comentan. Por supuesto, uno tendría que asegurarse de que no hubiera anticongelante tóxico en el agua.
La mejor protección contra el calor del mediodía es meterse debajo del automóvil, no quedar dentro de éste. Pero, ¿por qué no bajo un árbol que dé sombra si hay alguno cerca? Porque debajo de un árbol del Kalaharí existe el peligro de ciertos insectos, pequeños ácaros venenosos que hacen la situación insoportable debido a su aguijón punzante.
Nadie debe andar por largo tiempo durante el calor del día. Es mejor dormir durante el día y andar al anochecer o por la noche, y elegir una estrella brillante por la cual fijar uno su curso.
Recuerdos
Pocas de las personas que han pasado algún tiempo en el Kalaharí recuerdan tal experiencia sin que las invada la nostalgia. No es posible olvidar los agudos contrastes... los abrasadores días, las frías noches y las inmensas extensiones de dunas cubiertas de hierba, aparentemente desoladas, y no obstante llenas de una variedad interminable de vida.
Uno se sume en una incomparable sensación de paz a medida que el calor amaina y el Sol se hunde debajo del horizonte. Las puestas de sol son sencillamente magníficas; hay cambio constante en los matices de rojo, naranja y púrpura. Mientras tanto, el penetrante “clac, clac, clac” del reclamo del geco o salamanquesa recibe mil contestaciones de otros gecos que dan sus reclamos. El aire queda lleno de su sonido. Completan la sinfonía el balido de las ovejas, el mugido del ganado y el estridente clamor del korhaan que vuela hacia arriba y hacia abajo en un despliegue de acrobacia aérea.
Ciertamente la vida en el Kalaharí tiene sus desafíos y recompensas. Este desierto no es un páramo muerto. Es una región de vida fascinante.
-
-
Más escuelas religiosas privadas¡Despertad! 1980 | 8 de febrero
-
-
Más escuelas religiosas privadas
Dwight Crum, especialista en las escuelas privadas que trabaja en la Oficina de Educación de los EE. UU., dice lo siguiente respecto a las escuelas eclesiásticas: “Claro está que actualmente son el segmento de más rápido crecimiento en la educación privada.” En un artículo que se publicó sobre el tema en “The Wall Street Journal” se dio como razón para el aumento el hecho de que los padres cristianos “decidieron que sus hijos no estaban aprendiendo lo suficiente, y que mucho de lo que aprendían estaba en pugna con sus creencias religiosas.” De modo que muchos padres se han disgustado con las escuelas públicas. Según un cálculo, actualmente hay 5.000 escuelas eclesiásticas, y este número está aumentando.
En estas escuelas las cosas que son esenciales en la educación son las que reciben énfasis, se eliminan todos los “adornos” comunes en las escuelas públicas y rige una disciplina estricta en las clases pequeñas en las cuales reciben atención individual los estudiantes.
En algunos estados ha surgido una controversia respecto a los reglamentos estatales y federales, especialmente respecto a la aprobación estatal de los maestros y escuelas. Sin embargo, en muchos estados los oficiales están evitando el encuentro porque opinan que tienen suficientes problemas en sus propias escuelas públicas. Florida es uno de esos estados... y se calcula que actualmente tiene 300 escuelas eclesiásticas.
“‘No me parece que lo que estamos haciendo sea una renuncia de nuestra responsabilidad,’ dice Ralph Turlington, comisionado de educación en Florida. ‘No estamos en condiciones de hablar de las normas de otros hasta que logremos poner en orden las escuelas públicas. ¿Cómo puede decir la sartén al cazo: quítate allá, que me tiznas?’”
-