-
Lo prometedor de la energía solar¡Despertad! 1980 | 8 de julio
-
-
Lo prometedor de la energía solar
Una serie de espejos se enfocan en un solo punto en una “torre de energía” de 61 metros de altura. Ésta puede producir el calor de más de 1.000 soles, al alcanzar temperaturas de 2300 grados C
EN UNA ERA de escasez de energía, no ha pasado inadvertido el hecho de que el Sol es una fuente de energía inagotable, que derrama luz y calor benéficos sobre toda la tierra habitada. Mantiene la Tierra a una temperatura media agradable. Suministra la energía que se necesita para el crecimiento de las plantas, y de esa manera la energía para todas las cosas vivas. Tan obvios son esos beneficios que muchas personas los dan por sentados.
Pero, para muchos usos en los que no se puede usar directamente la energía del Sol, hemos llegado a confiar en otras formas de energía. Si otras fuentes de energía disminuyeran y se acabaran, ¿sería posible calentar nuestros hogares y fábricas con los rayos solares? ¿Podríamos valernos de algún artificio para transformar los rayos solares de manera que pudiéramos proveer electricidad para nuestras luces, para hacer funcionar nuestros motores y nuestros aparatos de radio y televisión? ¿Podríamos embotellar la energía del Sol en tanques a fin de abastecer de combustible a nuestros automóviles y aviones?
En la actualidad se está dando seria consideración a esas posibilidades. En muchos laboratorios los científicos están llevando a cabo una investigación básica en cuanto a las maneras de utilizar la energía del Sol. No hay duda de que la potencialidad existe. La radiación solar que cae sobre una zona de solo 663 kilómetros cuadrados en Arizona lleva una cantidad de energía igual a la que se genera en todas las plantas de energía eléctrica de los E.U.A. Entonces, ¿qué problemas existen?
El primer problema al que nos encaramos es que la luz solar es difusa por naturaleza. Cualquier colector de tamaño limitado recibe una cantidad de energía relativamente pequeña. Pero hasta esa energía difusa es suficiente para algunos usos. Los edificios que se diseñan de modo que admitan la luz solar pueden captar suficiente calor como para ahorrar mucho del combustible que se necesita para la calefacción. El agua de tanques situados sobre el tejado se puede calentar lo suficiente como para tomar baños con ella, lavar los platos, o lavar la ropa.
Otra limitación inherente a la energía solar es el hecho de que no siempre está allí cuando la deseamos. Se apaga cuando se pone el Sol. Las nubes también apagan la energía solar. La intensidad de la luz solar, el número de horas de luz del día y la cantidad de tiempo nublado varían con la latitud y las temporadas. Para muchos usos, el que se acepte la energía solar dependerá de que se hallen modos de almacenar energía mientras el Sol brilla y usarla durante la noche, o en los días nublados.
Una manera sencilla de almacenar energía solar es por medio de calentar agua durante el día y mantenerla en tanques provistos de aislación para usarla durante la noche. También se puede circular agua caliente por radiadores para calentar la casa. Durante el mal tiempo, sería preciso complementar un sistema de esa índole con otra fuente de energía. Pero como sistema de calefacción auxiliar ya se está usando para reducir la necesidad de gas o electricidad.
Más allá de esta aplicación elemental, encontramos maneras más refinadas de usar el calor del Sol. Por medio de concentrar los rayos del Sol, es posible alcanzar temperaturas mucho más altas. ¿Quién hay que no haya hecho el experimento de poner un pedazo de papel bajo un cristal de aumento y enfocar los rayos del Sol sobre él a fin de observar como empieza a humear y al fin estalla en llamas? Este principio se aplica en gran escala, por medio de usar espejos curvos para concentrar los rayos del Sol en una pequeña zona hasta que se alcanza un deslumbrante calor blanco, lo suficientemente caliente como para derretir los materiales más refractarios. En un horno solar de esta índole instalado en la parte sur de Francia, una caldera que se ha montado en el punto focal se usa para generar electricidad que se suministra al sistema de energía nacional. El fabricante ofrece a la venta centrales de energía solar con capacidad de 1.000 kilovatios.
Cerca de Albuquerque, Nuevo México, se ha construido un sistema de esta clase, aunque más complejo, para estudiar su potencial económico con relación a centrales de energía de tamaño natural. En este sistema una serie de espejos se enfocan en un solo punto en una “torre de energía” de 61 metros de altura. Cada espejo es cuadrado, con lados que miden 1,2 metros, y se han montado 25 de éstos en patrón o arreglo cuadrado sobre un “helióstato.” A medida que el Sol se mueve en el cielo, es preciso inclinar el helióstato en sincronización con el movimiento del Sol a fin de lograr que el haz continúe reflejándose sobre el blanco. Al norte de la torre se han situado 222 helióstatos en un campo de forma triangular. Por medio de una computadora u ordenador se guía a cada uno de esos espejos de manera separada, según la distancia y dirección particular de ellos.
Cuando todos se enfocan sobre la torre, toda la luz solar que cae sobre una zona de menos de una hectárea se concentra en un área de aproximadamente medio metro cuadrado. El calor de más de mil soles alcanza una temperatura de 2.300 grados centígrados. En las primeras pruebas, rápidamente los rayos del helióstato hicieron un hoyo a través de una lámina de acero.
Después que se hagan pruebas con un caldero de agua situado en la torre, hay planes de construir una estación de energía solar de 10.000 kilovatios en Barstow, California, donde se puede enlazar con la red de energía del sur de California, tal vez tan pronto como en 1981.
Electricidad solar
Mientras tanto, otros científicos trabajan con la mira de largo alcance de transformar directamente en electricidad la luz solar. El principio mismo no es nuevo. Por años se han estado usando aparatos basados en el efecto fotoeléctrico. Por ejemplo, una célula fotoeléctrica de la cámara dice qué apertura de lente es la que debe usarse para la cantidad de luz de la escena que está delante de ella. La luz genera una pequeña corriente eléctrica, que mueve una aguja a lo largo de un cuadrante. Para aumentar esto de modo que la corriente sea lo suficientemente fuerte como para efectuar trabajo útil, se requiere una empresa formidable, una que, sin embargo, ofrece grandes recompensas.
¿Cómo puede la luz generar electricidad en una célula fotoeléctrica? El secreto está en el uso de un elemento semiconductor. En el elemento que es buen conductor, como lo son la mayoría de los metales, los electrones están sumamente sueltos en los átomos. Se mueven libremente de un lado a otro para transportar la corriente. En los aisladores, los electrones están firmemente fijos en sus órbitas, y no pueden moverse de un lado a otro. Los materiales semiconductores se encuentran en el medio de esos dos extremos; los electrones están fijos, pero no tan firmemente, de modo que basta un pequeño impulso para liberarlos y permitirles moverse de un lado a otro.
El silicio puro es mal conductor. Sin embargo, cuando contiene pequeñas cantidades de impurezas es mucho mejor a ese respecto. Por ejemplo, una pequeña cantidad de un elemento como el arsénico, que tiene cinco electrones exteriores, uno más que los cuatro del silicio, suministra electrones libres a este cristal. O un poco de boro, que solo tiene tres electrones exteriores, causa una deficiencia. A los electrones que faltan se les llama hoyos. Otro electrón puede saltar fácilmente en el hoyo desde un átomo adyacente, y el efecto que se produce es como si el hoyo se estuviera moviendo, y hubiera un flujo de corriente positiva.
A la primera clase de silicio impuro se le llama silicio compuesto-n, porque tiene un exceso de electrones (negativo). A la segunda clase se le llama compuesto-p, porque tiene un exceso de hoyos (positivo). Si se ponen estas dos clases de silicio frente a frente, forman una unión n-p. Los electrones fluyen en una sola dirección de un lado a otro de esta conexión. Esa es la base del transistor, el cual ha reemplazado los voluminosos tubos de vacío de ayer con las pastillas de silicio de hoy.
Ahora imagínese que usted toma dos láminas, una de silicio n y otra de silicio p, y las coloca juntas. En vez de una pastilla de transistor, ahora tenemos una célula voltaica solar. Si se le expone al Sol, la energía de los fotones, los paquetes de luz solar individuales, es absorbida y sirve para liberar electrones de los átomos de silicio. Si se conectan los dos lados de la célula para formar un circuito, los electrones fluyen del lado n al lado p. Se puede poner a trabajar esa corriente eléctrica. Es electricidad producida por luz solar.
No toda la energía de la luz solar se puede recuperar en forma de electricidad. La energía de un fotón de luz solar varía de 1,5 a 3 electronvoltios, a medida que el color pasa del rojo al violeta. Pero solo se requiere aproximadamente 1 electronvoltio para liberar el electrón del cristal de silicio, de modo que el resto de la energía se pierde en calor. La eficacia teórica máxima de una sola célula de silicio es de aproximadamente 22 por ciento. En realidad las células más eficaces que se han hecho hasta ahora tienen una eficacia de más o menos 15 por ciento. Se espera que por medio de combinar varios tipos elementales de semiconductores en varias capas se pueda lograr hasta un 50 por ciento de conversión de la energía de la luz solar.
Aplicaciones de las células solares
Las células eléctricas solares ya han hallado un nicho importante en la tecnología moderna, pues se les usa para suministrar energía a los vehículos espaciales. Son ideales para esa aplicación. En el viaje interplanetario están expuestas durante todo el tiempo a luz solar plena (en órbita, durante más de la mitad del tiempo). No hay nubes que se interpongan, y no son golpeadas por la lluvia o el viento. Los presupuestos de la investigación espacial cubren el costo de ellas.
De modo que hallamos que el rasgo más sobresaliente de la silueta del Skylab o de las naves Vikingos que se enviaron a Marte son los grandes paneles solares que se extienden de ellos. Las células de energía solar han resultado confiables y durables. La central de energía del orbitador Vikingo todavía estaba produciendo 600 vatios dos años después de haber llegado a Marte. Su funcionamiento en esa tarea tan exigente ciertamente la recomienda. No es difícil ver que el meticuloso cuidado y el costo extravagante envueltos en la fabricación de células solares para garantizar esta perfección bien se pueden prodigar en un Vikingo. Pero sería preciso reducir el costo actual de ellas a menos de una veintava parte a fin de hacerlas atractivas desde el punto de vista económico para producir energía eléctrica en la Tierra. Eso parece poner la expectativa de energía eléctrica solar muy distante en el futuro, pero las tremendas reducciones de costo que se han visto en otros aparatos semiconductores ofrecen esperanza de que se alcance éxito más temprano. Los técnicos de muchos laboratorios están enfrascados en la investigación de procesos automáticos que pudieran abaratar las células solares. Los apoyadores entusiásticos afirman que para el año 2000 el Sol podría estar supliendo 20 por ciento de toda la energía que se necesita en los E.U.A.
La energía eléctrica solar tiene un rasgo que resalta en agudo contraste con muchos otros métodos de producir electricidad. Es modular por naturaleza. Es decir, la unidad básica de producción es un solo módulo pequeño. A fin de obtener más energía, todo lo que hay que hacer es reunir mayor cantidad de módulos. Eso no es cierto de la electricidad generada por vapor. Se requiere una central de gran tamaño para obtener energía barata por medio de quemar petróleo o carbón. Eso también es cierto de la energía nuclear, y será abrumadoramente cierto de la energía de fusión. Pero la electricidad generada por el Sol promete ser barata, sea que venga de una central pequeña o una grande.
Esto hace surgir una pregunta provocativa: ¿Sería posible deshacerse de las extensas redes de energía que son esenciales en el sistema actual? Tal vez la central de energía del futuro será más bien un proyecto de comunidad o de vecindario, o tal vez hasta se pueda adaptar a moradas individuales en sitios aislados. Esa idea perturba a los que han organizado la producción de electricidad alrededor de inmensas redes regionales, o hasta redes nacionales. Se comprende que los líderes industriales que percibieran una amenaza a las vastas inversiones que han hecho en el sistema actual quizás no apoyarían con entusiasmo una innovación tan radical. Hay quienes afirman que si ellos no estuvieran prolongando innecesariamente la cuestión, la energía solar se podría desarrollar más rápidamente.
Otras ventajas de la electricidad producida directamente de la energía solar son claramente atractivas. Será limpia, silenciosa y confiable. No hay partes movibles y nada se gasta. Se puede usar con facilidad. No ocasiona contaminación alguna. Su suministro de energía es gratuito y tan renovable como la luz solar lo es de un día a otro. ¿Se pregunta usted por qué la promesa de tal fuente de energía impulsa a los apoyadores de ella a exigir que se haga todo esfuerzo por lograr su temprana realización?
-
-
Energía de la lluvia y el viento¡Despertad! 1980 | 8 de julio
-
-
Energía de la lluvia y el viento
ADEMÁS de los métodos directos de obtener la energía del Sol, hay muchas maneras de obtenerla indirectamente. El agua corriente se ha usado por más de 1.000 años para hacer girar molinos, para moler el grano, engrosar tela, elevar agua y para muchos otros propósitos. El agua vuelve del mar a la cabecera del río por los procesos naturales de la evaporación y la lluvia, los cuales son accionados por radiación solar. Por lo tanto es una fuente que se renueva continuamente y de la cual se puede depender año tras año.
El que se hayan represado ríos grandes y pequeños ha provisto los medios para que haya un suministro continuo de energía durante las estaciones, para la producción de energía hidroeléctrica. En algunos países, el agua corriente es tan abundante que es la más importante fuente de energía. Noruega obtiene casi toda su energía eléctrica de caídas de agua. Pero por todo el mundo, en comparación con otras fuentes de energía, solo el 5 por ciento de toda la energía que consume la humanidad es hidroeléctrica. En muchas partes del mundo, mucha de la energía potencial del agua ya se está aprovechando, y no es mucho lo que se puede hacer para aplacar la creciente demanda de energía.
El molino de viento es otra manera antigua de derivar energía del ambiente. Este medio también depende del Sol, porque el Sol crea las diferencias en el tiempo y en el clima que determinan la dirección y la fuerza de los vientos.
Los molinos de viento solían ser una vista familiar en muchas partes del mundo. Los pintorescos molinos de viento de los Países Bajos extraían agua de tierras bajas selladas por un dique. En el siglo 18, también suministraron energía para los aserraderos, para las piedras de molino y para los centros industriales prósperos. En un tiempo, millones de molinos de viento llenaban las llanuras del centro y del oeste de los Estados Unidos. Se usaban principalmente para bombear agua de pozos, pero también como fuente de energía eléctrica. En el siglo 20, los molinos de viento fueron reemplazados en su mayoría por motores de gasolina.
Pero ahora, cuando el petróleo está perdiendo su posición dominante, la energía por medio del viento parece estar recuperando su popularidad. Dando impulso al interés renovado está la comprensión de que el potencial del viento es mucho mayor de lo que se pensaba. Un científico de la Universidad de California sostuvo en un informe reciente que con solo el poder del viento se podría suministrar 20 veces más energía que toda la energía que el hombre necesita en escala mundial. Aun en los Estados Unidos, si se explotaran plenamente los recursos del viento, habría suficiente suministro para suplir el 75 por ciento de la energía que ahora se usa. En muchos lugares la energía del viento alcanza un promedio similar al de la luz solar.
Se están diseñando y probando una gran variedad de máquinas con el propósito de obtener energía del viento. Hay hélices con dos o tres hojas, montadas sobre lo que parece ser un pequeño avión sin alas en la cima de una torre alta. Cuando el viento sopla —lo cual sucede el 90 por ciento de las veces— esta máquina con hojas de 19 metros genera actualmente hasta 200 kilovatios, una cantidad suficiente para abastecer de energía la sexta parte de los 1.300 hogares de Clayton, Nuevo México. En 1978, esta energía costaba tres veces más que la energía del petróleo, pero se espera que con máquinas más grandes y con producción en masa se reduzca el costo, aun mientras el petróleo se está haciendo rápidamente más costoso.
Se están probando máquinas similares en varios lugares, y un generador de 2.000 kilovatios, el más grande hasta la fecha, se ha construido en la cima de una montaña cerca de Boone, Carolina del Norte. Una firma privada erigirá un grupo de molinos de viento en el desfiladero de una montaña borrascosa en el centro de California. Si eso tiene buen éxito en sentido económico, se establecerán cientos de estos molinos en lugares estratégicos.
Otro tipo de molino de viento tiene aspas curvas unidas encima y debajo a un eje vertical. Su apariencia es algo parecido a la de un gigantesco batidor de huevos. No se le tiene que hacer girar en contra del viento. Al igual que otros tipos de molinos, trabaja a base de cierta velocidad mínima del viento, como de 13 km. por hora, y se puede desconectar para evitar el daño que producen los vientos demasiado rápidos.
Otra máquina poco convencional tiene una torre cilíndrica estacionaria con aspas verticales en todos los lados. Éstas se abren a cierto ángulo por el lado de barlovento de la torre y están cerradas por el lado de sotavento. El viento que entra a la torre se encauza por un patrón circulatorio en forma de espiral y se mueve hacia arriba, formando un tornado en miniatura. La baja presión en el centro succiona el aire que está en el fondo y lo hace atravesar una turbina de pequeñas aspas que giran a alta velocidad.
Se están inventando y elaborando otros diseños. El campo está abierto para ideas innovadoras en cuanto a cómo obtener electricidad del viento, y nadie puede predecir hasta ahora cuál de ellas finalmente producirá la energía más barata. Por lo tanto, continúa la investigación vigorosa de muchos diseños que compiten unos con otros.
Un factor que hay que tomar en consideración al comparar la energía del viento con otras fuentes es la de su aspecto estético. Se pudiera considerar como pintoresco a uno que otro molino de viento, pero una larga fila de molinos de viento puede llegar a ser una mancha sobre el paisaje. También hay la preocupación de que puedan estorbar la buena recepción de los televisores en la localidad.
La perspectiva actual es la de que la energía del viento regrese por lo menos a su anterior estado de importancia, y que participe en aún mayor grado en el cuadro energético. De acuerdo con varios cálculos, para el año 2000 se pudiera suplir entre uno y 10 por ciento de la energía de los Estados Unidos por medio del viento.
Allanando las cimas y los valles
Cuando ya no hay luz solar, o el viento se aplaca, el flujo de la energía procedente de un dispositivo que dependa de ellos se interrumpe. Si este aparato se usa para incrementar la producción de otro sistema de energía, por ejemplo, de energía hidroeléctrica o de una planta de carbón, esta variación no sería problema. Los operadores simplemente ajustarían la producción de potencia de los generadores principales para compensar por la energía solar o del viento variante de la misma manera que se enfrentan a las demandas variantes cotidianas.
Con algunos fines, la energía solar se pudiera usar sola, con el entendimiento de que se usará solo mientras brille el Sol. Si se está usando para bombear agua a un estanque, o en la manufactura electroquímica del aluminio, o en la producción de hidrógeno, estas operaciones pudieran continuar mientras el Sol estuviera brillando y pudieran cerrar cuando dejara de hacerlo.
Pero para muchos usos, se debe proveer alguna forma de almacenar energía. La electricidad se puede almacenar en acumuladores, como lo hemos hecho por mucho tiempo en nuestros automóviles. Sin embargo, el número y el tamaño de las pilas de plomo y ácido que se necesitan para suministrar la energía que se necesita en un hogar promedio pudieran ser incómodos y costosos. Afortunadamente, investigaciones recientes prometen nuevos tipos de acumuladores electrolíticos sólidos que pudieran almacenar una gran cantidad de energía eléctrica en un volumen pequeño.
Si tales acumuladores se hacen una realidad, los automóviles eléctricos serán mucho más prácticos de lo que son hoy. El automovilista pudiera mantener su automóvil enchufado a una toma de energía en su hogar o en el estacionamiento del lugar donde trabaja o adonde va de compras. Con las mejoras que ha habido en las células solares así como en los acumuladores, puede ser práctico ensamblar paneles solares sobre la capota del automóvil, para cargar el acumulador mientras el automóvil está viajando o mientras está estacionado. En Florida se está probando ahora un automóvil de ese tipo. Un inventor emprendedor de California ha llegado a conectar un acumulador a las celdas solares que ha montado sobre las alas de un avión ligero, y ha demostrado que puede volar con energía solar.
Para centrales grandes de energía, pudiera ser más práctico el convertir la energía en otras formas para almacenarla. Por ejemplo, el exceso de energía que se genera durante días soleados, o cuando el viento sopla, se pudiera usar para bombear agua cuesta arriba a un estanque. Luego, por medio de hacer que la corriente fluya en la dirección contraria, esta energía se pudiera usar durante la noche o durante períodos de calma. Otra propuesta ha sido la de bombear aire bajo presión a unos espacios naturales subterráneos. O se pudiera almacenar la energía mecánica en el momento de unos volantes gigantescos. Esta diversidad de ideas indica que habrá cambios en la manera en que usemos la energía si la energía solar y la del viento se hacen comunes.
Luz solar envasada
La producción fotoquímica de los combustibles por medio de la luz solar es otra manera de usar la energía solar. La fotosíntesis es un proceso natural de esta clase. Las plantas verdes usan la luz solar para hacer compuestos que son abundantes en energía, tales como los carbohidratos. El más primitivo uso de la energía solar por el hombre fue el de quemar leña para cocer su alimento y calentar su domicilio.
Por medio de la fermentación, que es otro proceso natural, se puede hacer alcohol de materia vegetal y extraerlo para uso como combustible. Se puede mezclar de un 10 a 20 por ciento de alcohol con gasolina en los automóviles sin alterar el motor. Los motores se pueden alterar para que quemen alcohol puro. El alcohol ha sido más costoso que la gasolina, hasta la fecha, pero la escena está cambiando, y los automovilistas han comenzado a usar una mezcla de alcohol y gasolina llamada “gasohol.” Para independizarse de importaciones de petróleo, el Brasil ha emprendido un proyecto intensivo de producir alcohol. Para producción comercial, se están estudiando varias clases de plantas de crecimiento rápido en busca de procesos más económicos. Esos métodos de usar la energía solar están clasificados bajo el término “biomasa.”
A algunos científicos que miran al futuro les gustaría usar la luz del Sol para descomponer el agua directamente en hidrógeno y oxígeno. Por supuesto, esto se puede hacer por medio de la descomposición electrolítica, pero ellos están buscando un método fotoquímico. Lo que se necesita es un catalizador apropiado para la reacción, algo que funcione como la clorofila que sirve para producir azúcar del agua y del anhídrido carbónico. Si esto se puede encontrar, se podría usar el hidrógeno comprimido como combustible para los automóviles en el futuro.
Combustibles que se pudieran producir con luz solar, tales como el alcohol o el hidrógeno, tienen una gran ventaja sobre los hidrocarburos. No contaminan el ambiente. Más aún, no alteran el equilibrio del anhídrido carbónico en la naturaleza como lo hacen los combustibles fósiles, porque el suministro de cada año pasa por un ciclo en que viene y va de nuevo a la atmósfera.
[Comentario en la página 10]
Un científico sostiene que el poder del viento podría suministrar 20 veces más energía que toda la energía que el hombre necesita en escala mundial
[Comentario en la página 10]
En muchos lugares la energía del viento alcanza un promedio similar al de la luz solar
[Comentario en la página 11]
Puede ser práctico ensamblar paneles solares sobre la capota de automóviles eléctricos, para cargar el acumulador mientras se maneja el automóvil o mientras está estacionado
[Comentario en la página 11]
Se puede hacer alcohol de materia vegetal y usarse como combustible; funciona sin producir contaminación
[Recuadro en la página 12]
Energía desde las entrañas de la Tierra
Además de la energía nuclear, hay otra fuente de energía que no viene del Sol, ni ahora ni en el pasado. Ésta es la del calor interno de la Tierra. Los que perforan hoyos profundos en la Tierra han sabido por mucho tiempo que mientras más se penetra en la tierra más caliente se hace. También hay puntos calientes locales cerca de la superficie. Lo espectacular de una erupción volcánica que arroja roca derretida por las laderas del volcán es la demostración más dramática de esto. Una manifestación menor es la de los géiseres, que hacen salir chorros de vapor y agua hirviendo hasta muy alto en el aire. Más templados aún son los manantiales calientes que atraen a las personas a los balnearios.
Los científicos creen que el calor de la Tierra es el resultado de la compresión gravitatoria de los materiales metálicos y rocosos de que está hecha. Es probable que en un tiempo u otro todas las partes de la Tierra hayan estado fundidas; la corteza se enfrió, pero el interior todavía está caliente. El calor restante siempre está fluyendo hacia la superficie, más rápidamente en algunos lugares que otros. Este calor primordial aumenta a causa de la descomposición radiactiva de tales elementos como el potasio, el uranio y el torio en la corteza terrestre.
En los lugares donde está disponible el calor de la Tierra, éste provee una fuente útil de energía. En Larderello, Italia, hay aberturas de vapor que se han conectado a generadores eléctricos desde 1904. Una planta más grande, cerca de Geyserville, California, se vale del vapor seco para generar más de 500.000 kilovatios.
El agua calentada en exceso que se extrae de lechos de rocas calientes es también una fuente de vapor cuando se le hace subir por tuberías a la superficie y la presión se descarga. Nueva Zelanda y México han aprovechado el agua caliente para la producción de energía. La primera planta de esta naturaleza en los Estados Unidos se está construyendo cerca de El Centro, California. Producirá 50.000 kilovatios, y se estima que el campo geotérmico de ese lugar puede aguantar una expansión de hasta 10 veces esa capacidad.
La energía geotérmica es tan vasta que es prácticamente ilimitada en comparación con las necesidades del hombre. Pero se puede aprovechar en muy pocos lugares. Actualmente su posible utilidad es bastante pequeña en comparación con la potencialidad miles de veces mayor de la luz del Sol y el viento, que están disponibles por toda la superficie de la Tierra.
-
-
Perspectivas energéticas para el futuro¡Despertad! 1980 | 8 de julio
-
-
Perspectivas energéticas para el futuro
¿QUÉ le aguarda en el futuro a un mundo hambriento de energía? ¿Cuál de las muchas fuentes que hemos examinado habremos de usar en años venideros?
La respuesta a la pregunta depende de lo lejos que usted desee mirar hacia el futuro. También debemos tener presente que la humanidad está ahora al borde de la “grande tribulación” que traerá cambios de largo alcance a la sociedad humana.
Si usted es una persona de edad avanzada, quizás esté muy interesada en lo que traerá la próxima década más o menos. En el futuro cercano, no hay manera de escapar de las escaseces en aumento. La era de la energía barata y abundante ha quedado atrás. Usted puede esperar no verla de nuevo durante su vida. El petróleo se está acabando. La energía nuclear pudiera estar lista para llenar una gran parte del vacío, pero las polémicas políticas no han permitido que eso suceda. El carbón ofrece el único remedio inmediato, pero la renuencia a abrir nuevas minas y proveer transporte quiere decir que la crisis solo puede empeorar.
Los altercados y la violencia reinantes entre los individuos que se alinean en las estaciones de servicio para automóviles aptamente representan la lucha desesperada por obtener una parte mayor de los menguantes suministros de petróleo. Esa misma actitud predomina en las confrontaciones que hay entre las naciones. Los países productores de petróleo, que explotan su nueva riqueza, intercambian airadas acusaciones con los frustrados países industriales. Se culpan unos a otros de acelerar la inflación. Del lado de los productores, los líderes se reúnen y argumentan sobre cuánto aumentar el precio. Del lado de los consumidores, los aliados se reúnen y riñen en cuanto a cómo dividir un “pastel” que no es lo suficientemente grande para todos. Parece que no se encuentra remedio. Parece que lo único que pudiera pasar sería que la situación empeorara.
Si usted es joven, quizás le interese pensar en lo futuro. ¿Cuál es el porvenir de la energía de aquí a 25 ó 50 años? Por la información de los artículos anteriores, quizás llegue a la buena conclusión de que el cuadro de la energía de nuevo será brillante para ese entonces. Si los problemas que rodean a la energía nuclear pueden resolverse, es posible que la energía disponible pueda satisfacer gran parte de la necesidad que existe. Pero parece más probable que la energía solar, sea que se recoja directamente en forma de calor o electricidad, o se adquiera indirectamente por medio de molinos de viento, puede ser una importante fuente de energía en el próximo siglo.
Pero cuando hablamos del siglo 21, usted quizás se pregunte si la humanidad podrá sobrevivir al siglo 20 para disfrutar de la dádiva prometida. Se ve aumentar el desafuero en todo nivel de la sociedad humana, a veces hasta el punto de la anarquía. Cada grupo de miras estrechas clama por sostener sus derechos en desatención a los principales intereses nacionales. A las naciones se les hace más difícil hacer pactos y más fácil anularlos.
En este escenario, la crisis energética agrava más la “angustia de naciones, no conociendo la salida” de los problemas que Jesucristo predijo que abrumarían al mundo en este siglo. (Luc. 21:25) Los esfuerzos vacilantes de líderes nacionales para resolver el problema de la energía menguan hasta llegar a la parálisis. El fracaso de ellos confirma indisputablemente la declaración bíblica de que el hombre no puede gobernarse a sí mismo. (Jer. 10:23) Los problemas son demasiado grandes para él. Solo por medio de la gobernación del reino de Dios sobre esta Tierra vendrá la solución a los problemas del hombre, incluso la cuestión de la energía.
La Biblia muestra que el “temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada” están bien fundados. (Luc. 21:26) Estas cosas venideras incluyen el fin absoluto de las organizaciones políticas, económicas y religiosas del hombre, tras de lo cual vendrá la gobernación del reino de Jehová bajo Cristo sobre la Tierra.
La energía en el paraíso
Si usted es una de las personas que aceptan el punto de vista bíblico, la cuestión acerca de fuentes de energía futuras tiene para usted un significado que va más allá de la crisis inmediata. Usted se interesa en lo que el hombre usará por los próximos 1.000 años, sí, por la eternidad.
Nuestro propósito aquí no es especular sobre los detalles que solamente el futuro revelará. No obstante, el razonar sobre principios bíblicos indica que algunas clases de energía son más compatibles que otras con el estilo de vida que esperamos que exista en el nuevo sistema de cosas.
Primero, considere que la Tierra será hecha un paraíso. No se permitirá que nada estropee la belleza de ese jardín edénico global ni lo contamine.—Luc. 23:43; Rev. 11:18.
Hemos visto que el uso difundido del carbón causa daño a la campiña, tanto donde éste se extrae como donde se quema. Además, la extracción comercial del carbón es peligrosa en sentido físico y perjudicial a la salud de los mineros. En la actualidad lo que mayormente vicia el aire es el uso excesivo de combustibles derivados del petróleo. Los químicos han descubierto que la gran variedad y complejidad de las moléculas de hidrocarburo del petróleo provee un punto de comienzo para la síntesis de toda clase de sustancias útiles y maravillosas. Realmente muestra una completa falta de aprecio a ese tesoro natural el destruirlo por medio de quemarlo sin pensar cuidadosamente en lo que se hace.
Recuerde también que no se permitirá que nada cause daño, ni siquiera el temor a un desastre de parte de los habitantes de la Tierra. (Miq. 4:4) La potencialidad de daño inherente al uso de la energía nuclear parecería hacerla indeseable para la nueva tierra.
Considerando que el hombre vivirá para siempre sobre la Tierra, esperaríamos que obtuviera su energía de fuentes que no se usaran a plenitud más rápidamente de lo que les toma formarse. (Sal. 37:29; Ecl. 1:4) Esto también excluiría la extensa quema del carbón o el petróleo, así como la fisión del uranio. Esto favorece en cambio el uso de fuentes de energía renovable. En Eclesiastés 1:5-7 se recalcan los ciclos de la naturaleza por medio de los cuales todo se conserva y renueva. La energía que el hombre use lógicamente debería estar garantizada por cosas que encajen con esos ciclos naturales, cosas que nunca se acaben. Note que en esos versículos de Eclesiastés se menciona específicamente al Sol, el viento y las corrientes de agua como cosas que están disponibles de continuo. (Note además Job 38:24-27.) Cada una de esas cosas puede usarse como fuente de energía que se renueva constantemente. Además, son cosas limpias. No contaminan los alrededores naturales. Las maneras de usarlas pueden combinarse armoniosamente con el paisaje.
Otro punto que se debe considerar es que la explotación comercial de los recursos naturales con el fin de lucro no continuará al finalizar este sistema de cosas. El incentivo para desarrollar diversas fuentes de energía no será el amor al dinero, sino el amor al semejante. (1 Tim. 6:10; Mat. 22:39) Este principio dará un punto de vista completamente diferente a la conveniencia comparativa de varias fuentes de energía que existen bajo el presente sistema económico.
Finalmente, y sobre todo, toda persona viva reconocerá que depende de Jehová para vida y para todas las cosas buenas que hacen deleitable la vida. Jehová es la Fuente fundamental de toda clase de energía, y esta fuente es infinita e inagotable. (Isa. 40:28-31) Como “Padre de las luces celestes,” él es el Creador del Sol, que provee luz y calor incesantemente como dádiva amorosa de Dios a la humanidad.—Sant. 1:17; Sal. 74:16.
Jehová inventó el proceso nuclear que da al Sol su energía. Él lo entiende y controla perfectamente. Con anterioridad ha aprovisionado de energía al Sol para miles de millones de años. Antes de que se le acabe el combustible al Sol, Dios puede reponérselo tan fácilmente como nosotros nos quitamos una pieza de ropa vieja y nos ponemos una nueva. (Sal. 102:25, 26) No habría crisis en el uso de la energía solar.
Porque Jehová es eterno, su promesa de vida eterna para sus súbditos obedientes no es promesa vacía. Él puede sostener su creación hasta tiempo indefinido, hasta para siempre. (Sal. 104:5) Bajo su beneficiosa gobernación, nunca tendremos que preocuparnos en cuanto a dónde hallar energía para el futuro.
[Comentario en la página 14]
El incentivo para desarrollar diversas fuentes de energía no será el amor al dinero, sino el amor al semejante
[Comentario en la página 14]
Jehová es la Fuente fundamental de toda clase de energía, y esta fuente es infinita e inagotable
-
-
Combustibles fósiles¡Despertad! 1980 | 8 de julio
-
-
Combustibles fósiles
AL PETRÓLEO y el carbón se les llama “combustibles fósiles” porque se cree que se formaron de los restos de plantas que crecieron hace muchísimo tiempo. Parece que el material orgánico de las plantas enterradas, protegido del oxígeno atmosférico que promovería la descomposición normal, se convirtió en hidrocarburos. La gran presión y las elevadas temperaturas bajo la superficie de la Tierra, operando a través de muchos milenios, son probablemente los factores esenciales en la formación del petróleo y el carbón.
Los hidrocarburos varían grandemente en su contenido de hidrógeno. Donde más hay es en el metano, componente principal del gas natural. Hay menos hidrógeno en los complejos hidrocarburos líquidos que componen el petróleo, y hay menos todavía en el asfalto, que es sólido. Por último, en el carbón, todo el hidrógeno con la excepción de algún por ciento ha sido sacado de allí por temperaturas y presiones más extremas. Estas reacciones químicas deben haber estado teniendo lugar bajo tierra mucho tiempo antes de la creación del hombre.
Si este entendimiento del origen del petróleo y el carbón es correcto, la energía que éstos contienen vino en primer lugar del Sol y fue fijada en compuestos orgánicos por fotosíntesis en las plantas verdes. Sin embargo, si la formación de estos combustibles continúa ahora, ciertamente no se está manteniendo al paso con el uso que el hombre da a éstos.
-