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  • La búsqueda frenética de energía
    ¡Despertad! 1978 | 8 de julio
    • La búsqueda frenética de energía

      “NI SIQUIERA podemos imaginarnos su alcance. . . . Es casi seguro que producirá un tremendo caos social, principalmente en los países desarrollados.” Eso fue lo que el oceanógrafo Jacques Cousteau recientemente dijo acerca de una “drástica crisis de energía para los años ochenta.”

      Por otra parte, muchos otros individuos presentan tablas y estadísticas que indican que nuestra Tierra todavía contiene suficiente petróleo, carbón y otros recursos como para continuar proveyendo energía en abundancia. Es obvio que hay desacuerdo y confusión en cuanto a la “crisis de energía.”

      ¿Pero por qué la confusión?

      ¿Es válida la crisis? Seguramente deberíamos poder saberlo si hay peligro de que se nos acabe la energía, ¿verdad? Un ama de casa sabe cuándo su despensa está vacía. ¿Por qué parece imposible obtener una respuesta sencilla a esta cuestión?

      Se debe a que el problema no es un problema individual, sino una combinación de problemas. Las soluciones propuestas son igualmente numerosas. Como dijo un experto en cuestiones de energía, las causas de la “crisis” son “en parte físicas, en parte políticas y en parte económicas.”

      Además, muchas soluciones dependen de “Síes.” Si sigue aumentando la cooperación entre las naciones, si el hombre puede desarrollar un método económico de obtener energía de ésta o aquella fuente, si se puede transportar y distribuir la energía a donde se le necesita... entonces tenemos una respuesta. En teoría se puede hacer mucho; en realidad, las posibilidades quizás sean pocas.

      En el mundo actual la nación que tiene energía barata le puede dar mayor seguridad económica a su pueblo. Muchos científicos creen que el entero modo de vivir de centenares de millones de personas está en peligro. Como dijo un funcionario de los asuntos de energía de los EE. UU.: “Una vez que se haya acabado el petróleo no habrá tiempo para experimentar.”

      Sin embargo, la nación que tiene energía también tiene poder político y económico sobre otras naciones. La búsqueda de energía tiene más de un solo motivo.

      Para entender la complejidad de este asunto, pudiéramos considerar tan solo una fuente de energía... el petróleo crudo. Parecía que el abundante petróleo negro resolvería las necesidades de energía del hombre hasta tiempo indefinido. Pero ya no lo parece. ¿Por qué no? Porque aunque aún hay mucho petróleo en las entrañas de la Tierra, estos depósitos no están igualmente distribuidos. La mayor parte del petróleo se encuentra en la península de Arabia y dentro de la Unión Soviética. Así es que, un pequeño número de naciones puede afectar drásticamente el equilibrio económico del mundo con tan solo ajustar el precio del petróleo. Las naciones grandes y poderosas temen que se les manipule económicamente por depender del petróleo.

      Una solución es desarrollar otras fuentes de energía dentro de sus fronteras nacionales. Sin embargo, es preciso tener una tecnología avanzada a fin de ubicar estas fuentes y usarlas eficazmente. Cuando leemos la “letra menuda” de estas opiniones contradictorias sobre las nuevas fuentes discernimos que, en muchos casos, el potencial de energía existe pero en la actualidad el hombre no sabe cómo extraer la energía y “ponerla a trabajar” de manera económica. Nadie quiere comprar energía a un costo mucho mayor que el costo actual.

      ¿Dónde están buscando?

      A continuación alistamos unos cuantos de los sistemas de energía experimentales o limitados que se están desarrollando:

      ● Varios países están investigando las posibilidades de usar el calor geotérmico, es decir, el calor que proviene del interior de la Tierra. (Vea “¡Despertad!” del 8 de junio de 1978.)

      ● La fusión nuclear... que no es lo mismo que las centrales de energía nuclear de hoy día (que se valen de la escisión del átomo). Esta es una fusión de los núcleos de dos elementos, que libera una tremenda cantidad de energía. Problemas: La tecnología es extremadamente compleja; el costo actual es elevado. Una fecha propuesta para su “realidad comercial” es el año 2000.

      ● Un interés reavivado en el carbón, especialmente en la transformación del carbón en gas o en combustible líquido.

      ● Molinos de viento y dispositivos para aprovechar las mareas se muestran ‘muy prometedores’ pero necesitan más perfeccionamiento antes de que lleguen a ser fuentes prácticas.

      Además de lo que ya hemos mencionado, varios países están desarrollando otras dos prominentes fuentes de energía. Son las centrales de energía nuclear (fisión) y la energía solar (Sol).

      Las dificultades y posibilidades de éstas se consideran en los siguientes artículos de los corresponsales de ¡Despertad! en Alemania y el Japón. Estos informes, aunque reflejan la situación de sus respectivas localidades, suministran otra mirada a la lucha de nuestro mundo por la energía.

  • El dilema de Alemania con la energía nuclear
    ¡Despertad! 1978 | 8 de julio
    • El dilema de Alemania con la energía nuclear

      Por el corresponsal de “¡Despertad!” en la República Federal de Alemania

      ¡GUERRA NUCLEAR! ¿A quién no le horroriza la simple idea de ello? Es muy posible que el rápido derribo de los ejércitos de Hitler en la primavera de 1945 haya evitado que Alemania recibiera la dudosa distinción de ser el primer país asolado por la guerra nuclear. Pero ahora, más de 30 años después, este país está sufriendo el azote de algo que los principales periódicos y revistas alemanes están comparando a una “guerra atómica” de otra clase, una guerra grave que pudiera tener consecuencias de largo alcance.

      Parece que la única cosa en que todos concuerdan es en la razón de esta “guerra”: el uso pacífico de la energía nuclear. Así es que, si usted quiere, la podría llamar una “guerra atómica pacífica.” Pero ahí termina el acuerdo y comienza la disensión. En primer lugar, ¿es prudente y necesario construir centrales de energía nuclear? Si así es, ¿son los requisitos de construcción lo suficientemente rígidos como para garantizar la seguridad? ¿Qué hay en cuanto a la manera de deshacerse de los desperdicios radiactivos? ¿Es prudente y deseable el vender centrales nucleares a otros países? ¿Qué métodos apropiados hay para evitar que los terroristas empleen con malos propósitos el conocimiento práctico de la energía nuclear?

      El hombre ha tenido buen éxito en efectuar la escisión del átomo, pero no ha podido evitar que este conocimiento cause la escisión de la unidad entre su sociedad y sus gobiernos. “La energía nuclear está ocasionando la escisión de nuestro país,” advertían los titulares de primera plana del periódico Die Zeit del 25 de febrero de 1977. ¿Es posible que el átomo esté empeñado en vengarse?

      ¿Construir o no construir?

      Los proponentes de las centrales de energía nuclear arguyen que es vital tener fuentes de energía adicionales para garantizar la capacidad industrial de la nación. Dicen que en la actualidad no existe otro recurso aparte de la energía nuclear. Aunque reconocen la existencia de ciertos peligros, recalcan que se han tomado las precauciones necesarias para reducir al mínimo el riesgo.

      Por otra parte, Horst-Ludwig Riemer, Ministro de Economía del Rin Septentrional-Westfalia declaró: “No me impresiona el pronóstico que constantemente recitan: según la ley de los promedios, solo se debe esperar que funcione mal un reactor una vez cada 10.000 años. Nadie puede asegurarme que esto no pudiera suceder durante el primer año de su operación.” El Süddeutsche Zeitung concordó: “En principio, si algo puede suceder alguna vez, entonces también puede suceder ahora.”

      Los nombres de tres de las más de 20 centrales de energía nuclear que ya están en operación o en construcción han llegado a ser casi sinónimos con el movimiento de protesta... Wyhl, Grohnde y Brokdorf. Al describir los violentos choques entre los protestadores y la policía en Brokdorf en noviembre de 1976 el Hamburger Morgenpost habló de “acción bélica.” La revista Stern se refirió a ello como la “guerra civil de Brokdorf,” y pasó a decir: “Se está librando la guerra atómica en praderas verdes... con armas convencionales. Su radiación no mata, pero las ondas de choque que irradian de los vapuleos más brutales que han ocurrido desde los tumultos estudiantiles de 1968 son igualmente venenosas... venenosas para los políticos. Los que insisten en seguir una política de aporrear a sus críticos, en vez de escucharles, están convirtiendo el estado democrático en un estado policíaco.”

      Las coaliciones de ciudadanos, organizadas para detener la construcción de más centrales de energía nuclear, arguyen que hay disponibles otros recursos menos peligrosos para asegurar un amplio abastecimiento de energía. Protestan con refranes pegadizos como “Mejor estar activo hoy que radiactivo mañana.” También proponen preguntas en cuanto a dónde pueden deshacerse sin riesgo de los desperdicios atómicos de estas centrales.

      Los ciudadanos de un estado democrático tienen el derecho a la protesta pacífica. Los funcionarios dicen que no están en contra de las coaliciones de ciudadanos por sí, y hasta admiten que el gobierno ha reconocido lo apropiado de hacer una revaluación de su programa de energía y las normas de construcción en vista de los argumentos que estos grupos han presentado. Pero los elementos radicales y criminales se las han arreglado para introducirse en estos movimientos de ciudadanos y han convertido las marchas que se proponían protestar pacíficamente en motines desenfrenados. Algunos de los líderes de los ciudadanos reconocen el peligro de la infiltración de extremistas, pero les ofende el que se les clasifique junto con terroristas, radicales y elementos criminales. Opinan que no se les puede hacer responsables por las personas que emplean mal las marchas de protesta para lograr sus propios propósitos políticos; tampoco puede esperarse que renuncien a su derecho de protesta pacífica sencillamente para evitar tal mal empleo. Además, insisten en que a veces la reacción de la policía ha sido excesiva y ha empleado tácticas autoritarias.

      Los principales políticos no están de acuerdo en cuanto a cómo resolver el problema de la protesta. Die Zeit encabezó un artículo sobre este asunto con la declaración: “Escisión del gabinete.” También están divididos los tribunales. Aunque un tribunal falló que habría de detenerse la construcción de un reactor, menos de un mes después otro tribunal dijo que la obra en una segunda central podría continuar. En ambos casos esencialmente estaban envueltas las mismas cuestiones. Por lo tanto, la pregunta es: ¿Construir o no construir?

      ¿Vender o no vender?

      Allá en 1975 la República Federal de Alemania concordó en venderle al Brasil ocho reactores nucleares, una central de enriquecimiento de uranio y una planta para el reprocesamiento de combustible nuclear. El gobierno de los Estados Unidos se opuso firmemente a esta acción. Pero a pesar de la oposición, el gobierno alemán prosiguió con sus planes, y los acabaló en abril de 1977. Esto ha resultado en tensión entre dos poderosos miembros de la O.T.A.N., la Organización del Tratado del Atlántico Norte. ¡Es paradójico que el uso de la energía nuclear en tiempo de paz amenace la unidad de una organización que se estableció para evitar el posible mal empleo de ésta en tiempos bélicos!

      Ponen freno a la amenaza terrorista

      Otro factor que ha entrado en el cuadro es el hecho de que los terroristas pudieran emplear la energía nuclear con malos propósitos. En Alemania ha habido bastante actividad terrorista durante los pasados años. Por lo tanto, hay un temor irritante de que de algún modo los terroristas obtengan materia fisionable con la cual construir una bomba atómica. Aunque se reconoce que esto es difícil, no es de ninguna manera imposible. ¿Precisamente hasta qué grado debe permitírsele al gobierno ir al tomar medidas preventivas? ¿Sería justificable que usara métodos que fueran ilegales e inconstitucionales?

      Recalcan la pertinencia de estas preguntas los informes noticieros de marzo de 1977 de que el gobierno había interceptado ilegalmente las líneas telefónicas de Klaus Traube, un científico nuclear alemán. Se sospechaba que él tenía conexiones terroristas, y por temor de que por medio de él el conocimiento nuclear cayera en manos de terroristas, el gobierno violó sus propias leyes respecto a la interceptación de líneas telefónicas.

      Esta revelación provocó una reacción en cadena que trajo a luz otro hecho inquietante. El gobierno confesó que durante 1975 y 1976 también había grabado ilegalmente las conversaciones privadas entre el ahora condenado cabecilla del grupo terrorista de Baader-Meinhof y sus abogados. Por temor de que grabaran sus conversaciones, Ulrike Meinhof, quien se suicidó durante el curso de su juicio de dos años, a veces había rehusado hablar con sus abogados y había insistido más bien en comunicarse por escrito. Aunque este suceso no tuvo relación directa con el problema nuclear, salió a la luz debido al temor de que los terroristas emplearan el conocimiento nuclear con malos propósitos. Esto indudablemente también ha ensanchado la “brecha de credibilidad” entre el gobierno y sus ciudadanos, lo cual ha hecho más difícil el llegar a un acuerdo en el asunto de la energía nuclear.

      Víctimas

      Por lo general las víctimas en tiempos bélicos se cuentan en miles o millones de personas muertas, lesionadas y perdidas, y una guerra en la que no hubiera muertes ciertamente sería una guerra pequeña. Aunque aun no se ha podido atribuir muerte alguna a la “guerra nuclear pacífica” de Alemania, existe la posibilidad de que haya víctimas en el futuro. En Grohnde, 20.000 opositores a la energía nuclear y 4.000 policías batallaron con garrotes, cadenas, barras de hierro, cócteles Molotov, gas lacrimógeno y cañones de agua, con un saldo de más de 300 personas seriamente heridas. Confrontaciones de esa clase fácilmente pudieran ocasionar la muerte de muchas personas. Además, si debido a algún mal funcionamiento se liberara algún material radiactivo, como temen los protestadores, podría haber muchas víctimas.

      En un sentido, hasta el gobierno ha sido una víctima. El aumento en la fricción ha tendido a debilitar los procesos democráticos dentro de la nación y también sus alianzas internacionales en el exterior. Las victorias judiciales que las coaliciones de ciudadanos han obtenido y la publicidad que han recibido han contribuido mucho a aumentar el poder de tales coaliciones y a ensanchar su base de operación. Por ejemplo, se ordenó un paro temporario de la obra de construcción en Grohnde menos de tres meses después de los motines que ocurrieron en esa ciudad. A causa de esto se teme que las coaliciones de ciudadanos se hagan tan fuertes que estorben el funcionamiento apropiado del gobierno. Si eso sucediera, reinaría el caos.

      ¡Con razón el ciudadano medio está preocupado! Se preocupa por la posible pérdida de libertad y la paralización gubernamental. Por otra parte, se preocupa por la proliferación nuclear, la contaminación radiactiva y el uso de la energía nuclear con malos propósitos por parte de los terroristas.

      Este solamente es uno de los dilemas a los que se encara la gente hoy día en varias partes de la Tierra. Es obvio que se necesitan nuevas soluciones. ¿Es la energía solar una de éstas?

  • ¿Es la “Casa Solar” una solución?
    ¡Despertad! 1978 | 8 de julio
    • ¿Es la “Casa Solar” una solución?

      Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Japón

      EL DISCO de color rojo brillante sobre un fondo blanco que sirve como emblema nacional del Japón es también un recordatorio silencioso del tiempo en que el Sol era adorado por todo este país en calidad de la diosa Amaterasu Omikami. En tiempos recientes la atención del Japón ha vuelto a dirigirse hacia el cielo, pero esta vez en busca de una fuente de energía de precio razonable.

      En realidad desde hace muchos años se han visto calentadores de agua solares sobre los techos de decenas de miles de hogares japoneses. Sin embargo, no fue sino hasta que surgieron los problemas del petróleo de 1973 y las subsecuentes amenazas del racionamiento de energía que se dio seria atención al uso de la energía solar en una escala mayor que para los hogares privados.

      A este respecto se dio un paso notable en la ciudad de Numazu, Japón, que tiene una población de más de 203.000 y está ubicada entre el pie del monte Fusi Yama y el mar. Los funcionarios e ingenieros de la ciudad optaron por disminuir el consumo de petróleo y electricidad de la ciudad usando la energía del Sol. El primer resultado práctico fue la construcción del nuevo Salón Kanaoka y el Edificio Anexo de las Oficinas Municipales, al cual apropiadamente se le llama Taiyo no Ie, es decir, “Casa del Sol” o “Casa Solar.” Durante su primer año este edificio le ahorró 5.000 dólares a la ciudad de Numazu sencillamente usando la luz solar que cayó sobre el techo. ¿Le gustaría saber más de los detalles que contribuyen al buen éxito de esta ‘casa solar’?

      Ya utilizan la energía del Sol

      Se dice que la Tierra recibe 20.000 veces más energía del Sol que la cantidad que los seres humanos usan. Así es que el potencial de esta fuente de energía es obvio. Los dos obstáculos principales que se presentan al uso de la energía solar son: (1) no es una energía continua (pues la rotación de la Tierra y la cubierta de nubes ocasionan interrupciones), y (2) debido a la poca intensidad se necesitan grandes zonas colectoras para aprovechar la energía.

      Los muchos diferentes sistemas que se están considerando para aprovechar la energía del Sol van desde una simple hornilla reflectora que puede hervir un litro de agua en 20 minutos a las células fotovoltaicas (por lo general hechas de silicio) que convierten la energía solar directamente en electricidad. Al sur de Francia un gran horno solar que usa 3.500 pequeños espejos que se enfocan en un punto central produce temperaturas de hasta 2.980 grados centígrados. Algunos científicos abogan por colocar colectores en órbita y enviar la energía (en forma de microondas) a grandes recibidores en la Tierra. Otros creen que se pudieran satisfacer las necesidades eléctricas de los Estados Unidos colocando colectores de energía solar en una vasta zona desértica y entonces usar esa energía para producir vapor para hacer girar las turbinas.

      Sí, puede que haya muchas maneras de aprovechar la energía del Sol, aunque es preciso efectuar mucha más investigación antes de poder usar en gran escala la mayoría de estos métodos. Sin embargo, el sistema en la “Casa del Sol” ya está en funcionamiento, y ahorra dinero y recursos al usar la energía del Sol que no produce contaminación. Ha tenido tan buen éxito que Kyohiko Watenabe, cabeza auxiliar del Departamento de Construcción y Reparación de Casas de la Oficina del Ambiente de Numazu, cree que en cuestión de tres años se exigirán sistemas similares en todos los nuevos edificios gubernamentales.

      En vez de esperar hasta que un sistema de energía solar total fuera perfeccionado, los funcionarios de la ciudad de Numazu optaron por usar lo que ya se había desarrollado. El sistema es simple, pero funciona con un 30 por ciento de eficacia. Colecta suficiente energía cada día soleado para calentar o enfriar el edificio de dos pisos de 716 metros cuadrados de espacio utilizable y provee agua caliente para el lavado y para hacer té. Cuando está lloviendo o está nublado quizás haya que poner a funcionar una caldera auxiliar un día de cada tres. No obstante, el obtener del Sol dos terceras partes de la energía de calefacción en un país que tiene que importar 98 por ciento de su petróleo ciertamente es un paso notable. ¿Cómo aprovecha la “Casa del Sol” la energía que viene de su “tocayo”?

      Hay doscientos veinticuatro colectores alineados en el techo, en un ángulo de 25 grados para atrapar los rayos directos del Sol. Cada colector tiene una cubierta de vidrio que deja atravesar la luz. El agua circula a través de pequeños tubos negros en el interior de éstos, donde se le calienta. Una vez caliente el agua fluye a un tanque de almacenamiento de 20 toneladas, en el cual la temperatura puede alcanzar el punto de ebullición. Cuando la temperatura del agua almacenada se hace más fría que la del agua en los colectores que están sobre el techo, una pequeña bomba la hace circular a través de los radiadores ubicados en el interior del edificio, y el calor se distribuye por medio de abanicos. El agua no es potable, pues se han incluido sustancias químicas en ella para evitar la formación de orín y cieno. Pero se calienta un recipiente de cinco toneladas separado en el interior del gran tanque de almacenamiento para proveer agua para el lavado y para hacer té.

      Por medio de aplicar los principios que se usan en una unidad de refrigeración accionada por gas, la energía solar también enfría el edificio. Por lo tanto, mientras más caliente se pone afuera, más energía hay disponible para el enfriamiento. El entrar en la “Casa Solar” en un día muy caliente de verano y hallar que la temperatura en su interior es de 25 grados centígrados es prueba convincente de que hay maneras prácticas de utilizar la energía solar.

      La “Casa Solar” de Numazu es un ejemplo práctico de cómo puede utilizarse una fuente de energía abundante, una que se presta para uso especialmente en latitudes comprendidas entre 35 grados al norte y 35 grados al sur del ecuador. Los funcionarios de Numazu quedaron tan convencidos de que habían dado un paso en la dirección correcta, que se instaló un sistema solar de calefacción y enfriamiento en un nuevo hospital para ancianos en la zona de la montaña Ashitaka de la ciudad.

      El espacio utilizable de este nuevo edificio es el doble del de la “Casa Solar,” y por eso la capacidad de su sistema de energía solar es más del doble que el de la “Casa del Sol.” Los quinientos veintidós colectores del techo suministran energía para calentar y enfriar el edificio, y también suministran agua caliente para el té y para bañarse. Debido a que se proveyó una zona de colectores adicional de 100 metros cuadrados para posibilitar la expansión en el futuro, la eficacia de esta unidad es de 37 por ciento y se puede almacenar la energía para usarla más tarde.

      ¿Solución de problemas del futuro?

      ¿Hay algunas dificultades o desventajas al usar el sistema de energía solar? Sí. El equilibrar el flujo del agua a través de los dos metros cuadrados de colectores y cañerías fue el mayor problema. Pero se pudo resolver y el sistema de la “Casa Solar” ha continuado funcionando con relativamente poco mantenimiento. Probablemente la mayor desventaja es el costo inicial, pues es mucho más alto que el de los sistemas convencionales de gas o petróleo. Sin embargo, con los ahorros de energía, el gasto adicional para el sistema de la “Casa Solar” se pagará en siete años, o hasta antes, si el petróleo continúa subiendo de precio. La construcción del hospital para ancianos de Ashitaka costó ¥18.500.000 (61.667 dólares) más que lo normal, pero se calcula que este gasto se recobrará en 4,2 años de funcionamiento. ¿Por qué? Porque en Ashitaka los gastos de energía para calentar y enfriar son de ¥750.000 (2.500 dólares) al año, pero en un edificio comparable que aloje a 50 personas y use sistemas convencionales, el costo anual sería de ¥5.200.000 (17.333 dólares).

      Pues, ¿qué impresión nos ha hecho la “Casa del Sol”? Primeramente, nos ha enseñado a ver la energía solar de manera factual. Este no es un sistema de energía total. Hay que usar electricidad para el alumbrado y las máquinas de la oficina, y también para las bombas y abanicos conectados con el sistema solar. Además, si el día está lluvioso o nublado, es preciso usar la caldera auxiliar. (Este no es un sistema independiente, sino que meramente calienta el agua en el sistema de energía solar.) Por otra parte, cuando el Sol está brillando, que aproximadamente es dos terceras partes de las horas del día, por medio de este sistema prácticamente libre de contaminación se puede aprovechar la energía que de otra manera sería reflejada hacia la atmósfera o absorbida por el techo.

      En segundo lugar, el hecho de que una ciudad estuviera dispuesta a apartarse de los medios que normalmente se aceptan para calentar y enfriar nos impresiona con la necesidad de evaluar la manera en que se están usando los recursos de la Tierra. Muchas personas temen que al paso actual, se agotarán los combustibles fósiles en un período relativamente breve. Sin embargo, debido a la conveniencia de quemar combustibles fósiles, la gente es lenta para adoptar nuevos métodos que pudieran exigir ajustes en su consumo de energía o una inversión inicial mayor, aunque éstos tengan mejores expectativas de largo alcance.

      En tercer lugar, el confiar en la energía solar contribuye a edificar el aprecio por las cosas más sencillas y las que quizás hemos dado por sentado. Es interesante el hecho de que el ingeniero municipal que nos guió por la “Casa Solar” para mostrárnosla dijo que hasta que estos edificios fueron construidos, nunca había apreciado de veras lo que significa que el Sol salga cada mañana. Piense en ello. Si el Sol no brillara, la temperatura en todas partes de la Tierra sería de menos 240 grados centígrados.

      Aun sin los colectores en los tejados, la energía solar afecta nuestra vida de muchas maneras. Por medio de la luz del Sol, las plantas cambian el anhídrido carbónico del aire y el hidrógeno del agua en el terreno en hidratos de carbono, que llegan a convertirse en nuestro alimento. El viento es una forma indirecta de la energía solar, pues es el calentamiento y enfriamiento de las masas de tierra y de la atmósfera lo que hace correr la brisa. Todos los días el calor del Sol evapora de la Tierra las vastas cantidades de agua que más tarde caen en forma de lluvia o nieve. Cuando esa agua se colecta en ríos y depósitos, el hombre puede utilizar la energía almacenada del Sol por medio de ruedas hidráulicas y sistemas generadores de hidroelectricidad.

      Cada año la Tierra recibe del Sol 700 mil billones de kilovatio-horas de energía. Sin embargo, esa fantástica cantidad solo es una diminuta fracción de la producción total del Sol, pues éste brilla en toda dirección. Queda por ver hasta qué grado el hombre podrá usar en el futuro este surtido de energía prácticamente ilimitado. Pero el hecho de que puede usar la energía solar de manera práctica —si así lo desea— se hace evidente cuando consideramos edificios modernos como la “Casa del Sol.”

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