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  • Escasez de energía... ¿qué podemos hacer?
    ¡Despertad! 1980 | 22 de mayo
    • del hogar solo 3,3 grados centígrados puede ahorrar de 35 a 40 por ciento de los gastos de combustible. Muchas veces la temperatura pudiera bajarse aún más si uno se pusiera ropa más caliente dentro de la casa.

      Beneficios todavía mayores pueden conseguirse reduciendo el uso del acondicionador de aire. La mayoría de los edificios que tienen aire acondicionado se han mantenido más fríos de lo que se precisa para la comodidad. Por supuesto, a algunas personas les gusta una temperatura más fría y a otras una más caliente, pero la investigación indica que el 97 por ciento de la gente se siente cómoda a una temperatura de 26 grados centígrados. Y se requiere 60 por ciento más energía para enfriar la casa a 22 grados que a 26. Como medida para ahorrar energía, en julio del año pasado el gobierno de los Estados Unidos emitió una orden que hacía ilegal el enfriar edificios públicos a menos de 26 grados. El Dr. Stephen Rosen, perito en asuntos de meteorología y salud, dice: “La climatización probablemente aplaza nuestra aclimatación al calor del verano,” y, como resultado, “los que trabajan en lugares climatizados tienden a tener más enfermedades, sentirse más incómodos y tener más dolores de cabeza que los que trabajan en espacios no climatizados.”

      Hay muchas otras cosas que se pueden hacer para conservar el combustible que se usa para la calefacción doméstica. La lista de la página 7 incluye algunas que, cuando se combinan, pueden reducir significativamente los gastos. Por ejemplo, en muchas casas el aislamiento adecuado de por sí puede reducir hasta la mitad el coste de calentar la casa.

      Cambios por venir

      Prescindiendo de lo que la gente haga en el interés de la conservación, es posible que las circunstancias produzcan un cambio en el modo en que muchos se han acostumbrado a vivir. ¿Se verán obligadas las personas por fin a dejar de viajar en el automóvil de la familia y regresar a los medios públicos de transporte para ahorrar combustible? ¿Tendrán que reducir su uso libre y despreocupado del acondicionamiento del aire y dejar de calentar las piscinas que tienen en sus patios, y habrá que oscurecer las calles que actualmente están brillantemente iluminadas con las luces de la publicidad?

      “Pero no vaya tan rápido,” quizás objeten algunos. “Antes de que nos quiten todos nuestros aparatos electrodomésticos que nos ahorran tiempo, nuestros abrelatas y cuchillos eléctricos, nuestras afeitadoras y cepillos dentales eléctricos, nuestras cortadoras eléctricas de césped y arbustos, además de nuestros botes de motor y vehículos motopropulsados para viajar en la nieve... ¿qué hay acerca de otras fuentes de energía? ¿No hay otras cosas a las que podamos recurrir si se acaba el petróleo?”

      Otros protestan que la escasez no es tan grave como se dice. Se enteran de que hay una cantidad excesiva de petróleo en la costa occidental de los Estados Unidos como resultado de que del nuevo campo petrolífero de Alaska se recibe más petróleo del que pueden manejar las refinerías del Oeste o que pueda transportarse al Este. También se dice que hay un gran excedente de gas natural, pero que las disputas políticas respecto a cuánto cobrar por él tienen paralizada su distribución. México informa el descubrimiento de un yacimiento petrolífero posiblemente más grande que el de la península arábiga. ¿Qué indica todo esto?

      En encuestas que se realizaron recientemente en los Estados Unidos, dos terceras partes de la gente expresó la opinión de que la escasez de combustible es un engaño. Algunos creen que las compañías petroleras se confabularon y le impusieron la idea de la escasez al público para acrecentar sus propias ganancias. La situación verdaderamente es complicada, confusa, y causa confusión. No obstante, es preciso que nos encaremos a las realidades del futuro cercano. El problema nos atañe a todos, porque nuestra vida diaria será afectada por el resultado de la crisis relacionada con los combustibles.

      Otras fuentes de energía

      Es cierto que hay muchas otras fuentes de energía a las que pudiéramos recurrir para no tener que depender tanto del petróleo. En muchas partes de la Tierra el carbón todavía abunda; hay suficiente para mucho tiempo. En varios países la energía de la fisión nuclear ya se ha hecho parte importante del suministro de fuerza eléctrica. Parece probable que las reservas de uranio duren más tiempo que las del petróleo, pero se hace cada vez más costoso el extraerlo y refinarlo. Mirando hacia un futuro más distante, se nos dice que la fisión nuclear promete cantidades ilimitadas de energía tomada de las aguas de los océanos.

      La energía de la luz solar se suministra constantemente de una fuente inagotable. Hace mucho que el hombre usa el poder del Sol indirectamente, por medio de quemar leña, y por generadores que funcionan por energía hidráulica y por molinos de viento. Puede que ahora sea posible generar electricidad del calor y la luz del Sol. Cualquier sistema práctico de conseguir energía del Sol suministraría una solución idónea al problema de la energía, puesto que el Sol brilla en todas partes.

      Por supuesto, cuando hablamos de reemplazar una clase de energía con otra, reconocemos que no toda clase de energía se puede usar con los mismos fines. El carbón puede reemplazar el petróleo para accionar turbinas o locomotoras eléctricas, pero no para hacer funcionar los automóviles. La energía nuclear solo es práctica en centrales muy grandes, pero puede que la energía solar resulte útil en unidades suficientemente pequeñas para cada hogar. Es preciso que la energía hidroeléctrica se transporte desde las presas de los ríos hasta las ciudades en líneas de fuerza eléctrica de alta potencia. El calor geotérmico es útil en las regiones volcánicas, pero no toda la gente vive cerca de un volcán.

      También hay que considerar que algunas fuentes de energía causan contaminación, que se hace intolerable a gran escala. Los hornos de carbón arrojan humo y hollín al aire y montones de cenizas en el suelo, los combustibles de hidrocarburo son responsables del “smog” o niebla tóxica, y la energía nuclear nos preocupa con sus emisiones radiactivas y residuos de larga duración. El viento, el agua y la energía solar no tienen esas desventajas.

      También hay que tomar en cuenta los intereses financieros arraigados en el sistema económico actual. Las grandes inversiones en centrales de energía y las extensas redes de distribución pudieran convertirse en cosas del pasado a resultas de algunos cambios previsibles en cuanto a las fuentes de energía. Se ofrecerá resistencia al cambio, aun a un cambio que a la larga pudiera ser claramente deseable o inevitable.

  • ¿Cuánta energía hay bajo la superficie?
    ¡Despertad! 1980 | 22 de mayo
    • ¿Cuánta energía hay bajo la superficie?

      DESDE el comienzo de la Revolución Industrial a principios del siglo 19 el carbón y el petróleo han sido las principales fuentes de energía. Pero estas fuentes de energía se clasifican por lo general en el grupo de las que no son renovables. Por eso, la cuestión candente ante nosotros hoy

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