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¿Qué hay del fuego del Gehena?¿Es esta vida todo cuanto hay?
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fuego no se apaga.” (Marcos 9:48) Sus palabras evidentemente aluden al hecho de que ardían fuegos continuamente en el basurero de la ciudad, quizás intensificados por la añadidura de azufre. En el lugar que no era alcanzado por el fuego, se criaban gusanos y cresas que se alimentaban de lo que el fuego no consumía.
También debe observarse que Jesús, al hablar de esta manera acerca del Gehena, no introdujo un concepto completamente ajeno a las Escrituras Hebreas. En esas Escrituras anteriores se encuentran expresiones casi idénticas en referencias a lo que les sucederá a los impíos.
Isaías 66:24 predice que personas que tendrían el favor de Dios “realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra [Dios]; porque los gusanos mismos que están sobre ellos no morirán y su fuego mismo no se extingirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne.” Está claro que esto no es un cuadro de tormento consciente, sino de una terrible destrucción. Lo que queda no es almas conscientes o “espíritus separados del cuerpo,” sino “cadáveres” muertos. El texto bíblico no muestra que sean los humanos los que estén vivos, sino las cresas o gusanos. No se hace mención aquí de ninguna “alma inmortal.”
En la profecía de Jeremías el valle de Hinón se enlaza igualmente con una destrucción de hombres sin fe. “‘¡Miren! vienen días,’ es la expresión de Jehová, ‘cuando este lugar ya no se llamará Tofet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza. Y ciertamente haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y de veras haré que caigan a espada delante de sus enemigos y por la mano de los que buscan su alma. Y ciertamente daré sus cuerpos muertos como alimento a las criaturas volátiles de los cielos y a las bestias de la tierra.’”—Jeremías 19:6, 7.
Note que la referencia de Jeremías al valle de Hinón no contiene insinuación alguna de que haya tormento consciente después de la muerte. El cuadro que se pinta es de destrucción total, uno de “cuerpos muertos” que son consumidos por aves y bestias que se alimentan de carroña.
UN SÍMBOLO DE DESTRUCCIÓN
En armonía con la evidencia bíblica, pues, Gehena o el valle de Hinón pudiera propiamente servir de símbolo de destrucción, pero no de tormento consciente por fuego. Joseph E. Kokjohn, en el periódico católico Commonweal, reconoce esto, diciendo:
“El lugar final de castigo, evidentemente, es Gehena, el valle de Hinno[m], que anteriormente había sido un lugar donde se ofrecían sacrificios humanos a dioses paganos, pero en tiempos bíblicos ya había llegado a ser el basurero de la ciudad, un montón de desechos en las afueras de Jerusalén. Aquí el hedor y el humo y el fuego eran un recordatorio constante, para los habitantes, de lo que les sucedía a las cosas que habían cumplido su propósito... eran destruidas.”
El hecho de que la destrucción simbolizada por el Gehena es duradera se muestra en otros lugares en las Santas Escrituras. El apóstol Pablo, al escribir a cristianos de Tesalónica, dijo que los que les causaban tribulación “sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.”—2 Tesalonicenses 1:6-9.
Así, la evidencia bíblica muestra claramente que las personas a quienes Dios juzga no merecedoras de la vida experimentarán, no tormento eterno en un fuego literal, sino “destrucción eterna.” No serán conservadas vivas en ningún lugar. El fuego del Gehena por lo tanto es un símbolo de la totalidad y cabalidad de esa destrucción.
Es digno de notar que, al dirigirse a los líderes religiosos de su día, Jesucristo dijo: “Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?” (Mateo 23:33) ¿A qué se debió esto? A que estos líderes religiosos eran hipócritas. Deseaban que los estimaran y que se les llamara por títulos altisonantes, pero no tenían consideración para las personas a las cuales deberían ayudar espiritualmente. Ponían sobre otros la carga pesada de disposiciones reglamentarias tradicionales, y pasaban por alto la justicia, la misericordia y la fidelidad. Eran maestros falsos, que colocaban las tradiciones humanas por encima de la autoridad de la Palabra de Dios.—Mateo 15:3-6; 23:1-32.
¿Ha notado usted cosas parecidas a ésas entre los líderes religiosos de hoy, particularmente en la cristiandad? ¿Les irá mejor a ellos que a los líderes religiosos del judaísmo de los días del ministerio terrestre de Jesús? De ninguna manera, porque los líderes religiosos de la cristiandad han representado falsamente a Dios y las “buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” por su desobediencia. Por eso, mientras persistan en enseñar doctrinas falsas están en peligro de recibir el “castigo judicial de destrucción eterna.”
La verdad acerca del Gehena, pues, debería ayudarnos a comprender la importancia de evitar la asociación con la religión falsa. No son solo los líderes los que están en peligro, sino también los que apoyan a los maestros religiosos falsos, como mostró Jesús. Jesucristo, de hecho, dijo que un prosélito de los escribas y fariseos llegaba a ser ‘sujeto para el Gehena dos veces más que ellos.’ (Mateo 23:15) Por eso, la gente que continúa siguiendo ciegamente las enseñanzas religiosas falsas de hoy no puede esperar que escapará del juicio adverso de Dios.
Aunque esto nos pone a pensar seriamente en cuanto a nuestra propia posición, también puede ser una garantía consoladora para nosotros. ¿Por qué? Porque podemos estar seguros de que Jehová Dios no dejará sin castigar la maldad seria. Si la gente no desea amoldarse a sus leyes justas y deliberadamente persiste en un proceder de iniquidad, él no les permitirá por mucho tiempo más continuar perturbando la paz de los justos.
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Lo que significa el ‘tormento en el lago de fuego’¿Es esta vida todo cuanto hay?
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Capítulo 14
Lo que significa el ‘tormento en el lago de fuego’
¿CÓMO respondería usted si, ahora que sabe lo que la Biblia dice acerca de la condición de inconsciencia de los muertos, hallara un texto bíblico que mencionara un lugar de tormento? ¿Razonaría que esto sería razón para pasar por alto todos los demás textos bíblicos y apegarse a la idea de que todavía pudiera haber una posibilidad de que la existencia consciente continuara después de la muerte, o emprendería usted un examen cuidadoso del contexto para determinar precisamente qué pudiera en realidad significar el texto y cómo armoniza con lo demás de la Biblia?
La razón que nos lleva a considerar esto es que el libro bíblico de Revelación sí habla de “tormento” en un “lago de fuego.” Revelación 20:10 declara: “El Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.”—Vea también Revelación 19:20.
¿Cómo serán atormentados los que son echados en el “lago de fuego”? El hecho de que no debemos apresurarnos a considerar esta expresión como literal se desprende de la naturaleza del libro de Revelación. Las palabras de apertura del libro dicen: “Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Y envió a su ángel y por medio de él la
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