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  • La cristiandad sabrá... cuando le llegue el fin
    “Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
    • ¡SE ACERCA EL FIN DE ELLA!

      22. ¿Debería sentirse pena o compasión ante la destrucción de la cristiandad? ¿Ante qué resultado de ello se regocijarán los que aman la verdad y la justicia?

      22 ¿Debería la destrucción de un sistema idolátrico de religión falsa e hipócrita hacer que se sintieran movidos a compasión los ojos de las personas que aman la verdad y la justicia, o aun que se sintieran movidos a compasión los ojos del Dios de la adoración verdadera? La gran opresión y el cegar y extraviar a la gente que han resultado de esa religión falsa impiden que los amadores de la verdad y la justicia se compadezcan. Al contrario, se regocijan por el despeje del camino para que predomine la adoración pura y verdadera por toda la Tierra. El fin próximo de la cristiandad no llena a éstos de pena o consternación. El Señor Soberano Dios mismo no sentirá por esto más pena de la que sintió cuando hizo que fuera destruido el tipo antiguo de ella, los habitantes de la tierra de Judá y Jerusalén. En evidencia de esto escribe lo siguiente el profeta Ezequiel:

      23. Aunque no siente pena ni compasión, ¿qué puede hacer Jehová que venga sobre los hacedores de cosas detestables y así hacerles saber qué?

      23 “Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, diciendo: ‘Y en cuanto a ti, oh hijo del hombre, esto es lo que el Señor Soberano Jehová ha dicho al suelo de Israel: “Un fin, el fin, ha venido sobre los cuatro extremos de la tierra. Ahora el fin está sobre ti, y tengo que enviar mi cólera contra ti, y ciertamente te juzgaré según tus caminos y traeré sobre ti todas tus cosas detestables. Y mi ojo no se sentirá apenado por ti, y ciertamente tampoco sentiré compasión, porque sobre ti traeré tus propios caminos, y en medio de ti tus propias cosas detestables llegarán a estar; y ustedes tendrán que saber que yo soy Jehová.”’”—Ezequiel 7:1-4.

      24. ¿Por qué fue exacto Jehová al decir que “un fin, el fin,” había venido sobre la tierra, y a qué realmente pone fin Él?

      24 Todavía es el año 613 a. de la E.C. cuando Jehová hace esa declaración. Por lo tanto, solo faltaban seis años para la destrucción de la ciudad de Jerusalén y su templo contaminado, los seis años concluyentes de un período de cuarenta años de llevarse el “error” de la casa de Judá. (Ezequiel 4:6) Con mucha exactitud, pues, Jehová podía decir que “un fin, el fin” ha venido sobre los cuatro extremos de la tierra, el “suelo de Israel.” Él mismo siente la urgencia del progreso de los acontecimientos cuando dice: “Ahora el fin está sobre ti.” Esto significa que ha llegado el tiempo para que él emprenda acción judicial tocante al “suelo de Israel” hasta sus cuatro cabos. De modo que añade: “Y tengo que enviar mi cólera contra ti, y ciertamente te juzgaré según tus caminos y traeré sobre ti todas tus cosas detestables.” No es al “suelo de Israel,” “los cuatro extremos de la tierra,” a lo que Él pone fin. El suelo sin vida no le rinde cuentas a Él. Correctamente, es al infiel sistema religioso que ha estado funcionando sobre este suelo por más de tres siglos que Jehová pone fin en su cólera justa.

      25. ¿Qué ley divina acerca de las consecuencias no cambiará Jehová para con el detestable sistema religioso, y qué se les hará conocer a sus adherentes religiosos tocante a su pacto?

      25 Él no se retendrá por pena y compasión de ponerle fin a ese sistema religioso con sus cosas detestables. No cambiará su ley de que, como siembra una persona o nación, así tiene que segar. Tiene que hacerse que caigan sobre el sistema religioso las consecuencias de sus propios caminos de infidelidad, para hacer que el sistema religioso coma el fruto de sus propios hechos. Así se les tendrá que dar a saber a los adherentes religiosos de ese sistema que él es Jehová, que es el mismo Jehová que dijo a su pueblo pactado por boca del profeta Moisés: “Si no lo hacen de esta manera, entonces ustedes ciertamente pecarán contra Jehová. En tal caso sepan que su pecado los alcanzará [los hallará].”—Números 32:23, NM; AS.

      26. En cuanto a discernir que uno recibe lo que le corresponde, ¿qué se indica por lo que le dijo Nabuzaradán a Jeremías sobre la destrucción de Jerusalén?

      26 Aun aquellos a quienes Jehová usa como sus ejecutores en la Tierra comprenderían que el detestable sistema religioso no está obteniendo nada salvo lo que justamente le corresponde y que no merece compasión alguna. Escuche al profeta Jeremías mientras nos dice lo que le dijo un oficial del ejército babilonio después de la destrucción de Jerusalén en el año 607 a. de la E.C.: “La palabra le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová después Nabuzaradán el jefe de la guardia de corps lo envió de Ramá, cuando lo tomó mientras estaba atado con esposas en medio de todos los desterrados de Jerusalén y de Judá, que estaban siendo llevados al destierro en Babilonia. Entonces el jefe de la guardia de corps tomó a Jeremías y le dijo: ‘Jehová tu Dios mismo habló esta calamidad contra este lugar, para que Jehová la realizara e hiciera tal como ha hablado, porque ustedes han pecado contra Jehová y no han obedecido su voz. Y esta cosa les ha sucedido a ustedes.’”—Jeremías 40:1-3.

      27. ¿Qué comparación hay entre la existencia de la cristiandad y la de Israel en la Tierra Prometida hasta el nombramiento de Ezequiel, y ahora qué está por sobrevenirle a la cristiandad?

      27 Hoy la cristiandad ha estado más tiempo en existencia que los 860 años que la casa de Israel estuvo en la Tierra Prometida para cuando Ezequiel fue nombrado profeta y atalaya sobre Israel. Tiene un registro más largo de cometer cosas detestables en su dominio religioso. Se ha tardado más tiempo en llegar a su día de ajuste de cuentas. Pero ahora al fin su pecado la ha hallado, la ha alcanzado. El fin que Jehová ha decretado para ella está por sobrevenirle, y ella no puede esperar misericordia alguna de Él. Ha pasado de toda posibilidad de arrepentirse y convertirse a Él.

      28. Como se predijo, ¿qué curso religioso ha seguido la cristiandad? ¿Le hace Jehová alguna injusticia al traer los caminos de ella sobre ella?

      28 Tal como se predijo acerca de estos últimos días, la cristiandad ha tenido una “forma de piedad,” una “forma de devoción piadosa,” pero todo el tiempo ha estado “negando el poder de ella,” o ‘resultando falsa a su poder.’ (2 Timoteo 3:1-5, AV; NM) Al no ser fiel a la Santa Biblia, pasó por alto al Dios que se manifiesta en la Biblia, Jehová. Él no le causa injusticia a ella al hacer que caigan sobre ella las consecuencias de sus caminos y al mostrarle lo detestables que le son a Él las cosas religiosas de ella. Cuando le llegue su fin es adecuado que ella sepa que de veras hay un Dios que se llama Jehová, que da galardones correspondientes.

      29, 30. Una calamidad tiene que venir porque Jehová trae ¿qué, sobre el habitador de la tierra? y se sabrá que el que hiere es ¿quién?

      29 Nunca puede la cristiandad gritarle correctamente a Jehová: “¡Pronosticador exagerado de calamidad!” porque le dijo a Ezequiel que dijera, teniéndola presente a ella así como a la casa infiel de Israel, lo siguiente:

      30 “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Una calamidad, una calamidad singular, ¡mira! viene. Un fin mismo tiene que venir. El fin tiene que venir; tiene que despertarse para ti. ¡Mira! Viene. La guirnalda tiene que venir a ti, oh habitador de la tierra, el tiempo tiene que venir, el día está cerca. Hay confusión, y no el gritar de las montañas. Ya pronto derramaré mi furia sobre ti, y ciertamente traeré mi cólera contra ti hasta su final, y ciertamente te juzgaré según tus caminos y traeré sobre ti todas tus cosas detestables. Tampoco se sentirá apenado mi ojo ni sentiré compasión. Según tus caminos haré el traer sobre ti mismo, y tus propias cosas detestables llegarán a estar en el mismo medio de ti; y ustedes tendrán que saber que yo, Jehová, estoy haciendo el herir.’”—Ezequiel 7:5-9.

      31. ¿Qué clase de guirnalda será la que le vendrá al habitador de la tierra? y entonces, ¿por qué causas no será el gritar?

      31 No, no hubo error acerca de lo que oímos cuando Jehová habló por primera vez. Dijo de veras lo que dijo en primer lugar. Por eso, por énfasis se repite en muchos respectos, añadiendo detalles nuevos, acerca del fin. Una “guirnalda” de veras le vendrá al habitador idólatra de la tierra, pero circundará la cabeza del habitador con cosas calamitosas, no con la decoración de buena apariencia del idólatra que está disfrutando de una fiesta. No será tiempo de ceremonias bien arregladas, sino de confusión; la religión falsa no podrá unir a la gente en medidas que resulten para su provecho, ni siquiera contra un enemigo común. El gritar que se oiga entonces será el de confusión desenfrenada, no el de parranderos que estuvieran en los “lugares altos” religiosos en las montañas o el gritar de hombres que pisaran las uvas recogidas de los viñedos de las faldas de las montañas. Habrá el ruido predicho para esta ocasión por el profeta Isaías:

      32. ¿Debido a qué será el ruido entonces, según Isaías 66:6?

      32 “¡Hay un sonido de alboroto desde la ciudad [de Jerusalén], un sonido desde el templo! Es el sonido de Jehová que paga lo merecido a sus enemigos.”—Isaías 66:6.

      33. ¿Por qué no habrá merecimiento alguno de compasión en ese tiempo, y a quién podrán atribuir entonces con conocimiento el fin calamitoso?

      33 Si, en su gran angustia, finalmente la gente invoca a Jehová como última fuente de alivio, él no la oirá. Su ojo no sentirá pena, ni sentirá él compasión por estos adoradores idólatras que continuamente se han abstenido de escucharle. Cuando él no conteste sus oraciones, llegarán percibir que está contra ellos. Él ha predicho por sus profetas y por sus instructores bíblicos este fin calamitoso que le vendrá al sistema religioso infiel. Por consiguiente, cuando les sobrevenga, no podrán atribuirlo a nadie más sino a Él. Tal como dijo él a los religiosos tercos, desatentos: “Ustedes tendrán que saber que yo, Jehová, estoy haciendo el herir.”

      LA “VARA” PARA USO DIVINO EN AQUEL DÍA

      34. ¿Qué fuerzas de ejecución tenía listas Jehová para usarlas allá en el día de Ezequiel?

      34 Allá en el día de Ezequiel Jehová tenía listas sus fuerzas de ejecución, y predijo quiénes serían, a saber, las fuerzas militares de la Tercera Potencia Mundial de la historia bíblica, a saber, Babilonia, de quien el poderoso Nabucodonosor era rey entonces. Correspondientemente, Jehová tiene listas ahora sus fuerzas ejecutoras visibles, en posición para herir a la cristiandad, la correspondencia de la actualidad de la tierra de Judá y Jerusalén. Jehová se refiere a éstas con sus siguientes palabras:

      35. ¿A qué período llama atención Jehová repetidamente ahora, y, en vista de ello, qué no deben hacer el comprador y el vendedor respectivamente por ciertas razones?

      35 “¡Mira! ¡El día! ¡Mira! Viene. La guirnalda ha salido. La vara ha florecido. La presunción ha brotado. La violencia misma se ha levantado en vara de iniquidad. No procede de ellos, ni procede de sus riquezas; y no procede de sí mismos, ni hay eminencia alguna en ellos. El tiempo tiene que venir, el día tiene que llegar. En cuanto al comprador, que no se regocije; y en cuanto al vendedor, que no se ponga de duelo, porque hay sentimiento ardiente contra toda su muchedumbre. Porque a lo que fue vendido el vendedor mismo no volverá, mientras la vida de ellos está todavía entre los vivientes; pues la visión es para toda su muchedumbre. Ninguno volverá, y no se posesionará cada uno de su propia vida por su propio error.”—Ezequiel 7:10-13.

      36. ¿En la cabeza de quién habría de colocarse la “guirnalda,” qué era la “vara” que había florecido y por eso estaba lista para ser aplicada, y contra quién habría de emprenderse acción presuntuosa?

      36 No olviden los religiosos hipócritas que afirman estar en relación con el Señor Soberano Dios por un pacto mediante su mediador que este día extraordinario viene. Tendrá que ser un día terrible; de otro modo, Jehová no llamaría la atención a ello tantas veces. ¡De la descripción que da de ese día por Ezequiel, ciertamente resulta ser un día sumamente trágico! En ese día habrá de ponerse la “guirnalda” como corona en la cabeza del pueblo que está bajo condena para coronarlo de calamidad. La “vara” simbólica para aplicar el castigo está a la mano, para que la use Jehová, pues ha florecido. En el día de Ezequiel fue el rey Nabucodonosor junto con sus fuerzas militares babilonias que entonces eran invencibles. Babilonia, representada por su rey y sus ejércitos, iba a efectuar la cosa presuntuosa contra el pueblo escogido de Jehová y su templo.

      37. ¿Con qué término se dirige Jehová a Babilonia, y qué significó para ella el que hubiera “brotado”?

      37 A causa de esto Jehová le habla a Babilonia como a la Presunción personificada, diciendo: “‘¡Mira! Yo estoy contra ti, oh Presunción,’ es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, ‘porque tiene que venir tu día, el tiempo en que tenga que darte atención. Y la Presunción ciertamente tropezará y caerá, y no tendrá quien la haga levantarse.’” (Jeremías 50:31, 32) Puesto que la PRESUNCIÓN babilónica había “brotado,” estaba en posición de esforzarse y estaba lista para hacerlo.

      38. ¿Qué cosa que ha empezado desde 1914 E.C. nos hace recordar la mención de violencia, y cómo ha sucedido que la “violencia” haya llegado a ser una “vara” para castigar la iniquidad?

      38 La violencia que caracterizó a la Jerusalén y Judá del día de Ezequiel nos hace recordar que, desde el año 1914 E.C., nosotros también hemos entrado en una “era de violencia,” especialmente en la cristiandad. ¿Se “ha levantado” una violencia tal “en vara de iniquidad”? ¡Sí, con toda seguridad! Un “viento” violento es lo que siguen sembrando los religiosos violentos, y “un viento de tempestad es lo que segarán.” (Oseas 8:7) La violencia acarrea su propio castigo como por una “vara” para su propia iniquidad. En el caso de estos religiosos violentos se tiene que demostrar la verdad de Proverbios 13:21: “Es a los pecadores que la calamidad persigue, pero es a los justos que el bien recompensa.” Los religiosos violentos no merecen que se les proteja de la “vara” de castigo. No habrá de hallarse en ellos ninguna “eminencia,” ningún mérito que los exima de la ejecución de las decisiones judiciales de Jehová. No hay disculpa que proceda de ellos, ni de sus riquezas, ni de ellos mismos. Merecen sentir la “vara” por su iniquidad.

      39, 40. ¿Por qué no habría de estar de duelo el vendedor, y el comprador no habría de regocijarse? ¿Habría de esperar aquella “muchedumbre” que al cometer error cada uno podría poseer su propia vida?

      39 Aprenda, ahora, los efectos de largo alcance de la venida de ese día de castigo merecido. No hay razón para que un comprador se regocije porque ha comprado la propiedad de tierra hereditaria de un compañero israelita y así espera segar el producto de esa tierra hasta el año de Jubileo. No se ponga de duelo el israelita endeudado que se ve obligado por razones económicas a vender su propiedad hereditaria debido a su pérdida hasta el siguiente año de Jubileo en la tierra de Judá. ¿Por qué no? Porque el sentimiento de Jehová está ardiendo contra “toda su muchedumbre,” compradores y vendedores por igual. Cuando llegue el día calamitoso, o serán muertos o, si no, serán llevados de la tierra a destierro a lo lejos. Aunque los vendedores fuesen a sobrevivir hasta el siguiente año de Jubileo, aunque ‘la vida de ellos esté todavía entre los vivientes’ cuando sea tiempo para ese año de liberación, ningún vendedor regresará a la posesión hereditaria que vendió para pagar su deuda. ¿A qué se debe eso?

      40 A que el destierro del religioso violento se extendería más allá del tiempo del siguiente año de Jubileo. El destierro sería más largo que el ciclo de Jubileo de cincuenta años. (Levítico 25:8-54) Jehová haría cumplir su decreto de que la tierra de Judá yaciera desolada, sin hombre ni animal doméstico, por setenta años. (Jeremías 25:11, 12; 29:10) Además, después que la tierra desolada por largo tiempo comenzara a ser ocupada de nuevo, no se pondría en funcionamiento de nuevo el sistema de Jubileo en la tierra de Judá. Cada posesión hereditaria que fuera vendida antes de aquel día calamitoso se habría perdido para siempre. Por eso, ¿por qué debería estar de duelo el vendedor de ella? Tendría que desprenderse de ella de todos modos cuando viniera aquel día de recompensa. Y lo mismo tendría que hacer, también, el comprador de ella, y por esa razón no tenía causa para regocijarse por su compra. La “visión” de la catástrofe venidera es para “toda su muchedumbre,” sin distinción. No han de esperar que por la comisión de algún “error” planeado podrán posesionarse o “se posesionará cada uno de su propia vida.”

      41. ¿Qué sugiere la pérdida permanente del vendedor en cuanto a los adherentes de la cristiandad, y a qué grado afectará el temor la defensa de la cristiandad?

      41 De ese resultado de las cosas podemos sacar una conclusión para hoy día: Cualquier adherente de la cristiandad que sufra pérdida material por la destrucción de ella en el venidero día calamitoso jamás recuperará su pérdida. Según el modelo profético antiguo del día de Ezequiel, la cristiandad habrá de ser asediada por sus desoladores. Será un tiempo de gran temor de parte de sus miembros. Tendrán miedo de salir en su defensa o ir a la batalla contra los que estén empeñados en destruirla. Tóquese la trompeta militar para reunir a sus defensores en sus puestos de defensa. La respuesta a ello será como la que predijo Jehová al seguir describiéndole los sucesos de aquel “día” a Ezequiel, diciendo:

      42. ¿Cómo describió Jehová la reacción que habría a la llamada a la defensa, y también los efectos del temor y la aflicción?

      42 “Han tocado la trompeta y ha habido un prepararse de todos, pero no hay nadie que vaya a la batalla, porque mi sentimiento ardiente está contra toda su muchedumbre. La espada está afuera, y la peste y el hambre están adentro. Quienquiera que esté en el campo, a espada morirá, quienesquiera que estén en la ciudad, el hambre y la peste mismas los devorarán. Y sus escapados ciertamente se escaparán y llegarán a ser en las montañas como las palomas de los valles, todas las cuales están gimiendo, cada uno en su propio error. En cuanto a todas las manos, siguen cayendo; y en cuanto a todas las rodillas, siguen goteando agua. Y se han ceñido saco, y estremecimiento los ha cubierto; y en todos los rostros hay vergüenza y en todas sus cabezas hay calvicie.”—Ezequiel 7:14-18.

      43. Ese desaliento se deberá a que ¿quién rehusará pelear por ellos?

      43 El que Jehová rehúse pelear por ellos contra sus asediadores desanimará a los religiosos bajo ataque. A los que se las arreglen para mantenerse vivos se les caerán las manos de puro desaliento, como si estuvieran paralizadas. Por temor sus extremidades inferiores sudarán tan intensamente que sus rodillas gotearán de sudor. No será ningún día de gloria para los religiosos falsos, sino de vergüenza para ellos. Ante el derribo de su acariciado sistema religioso se afeitarán completamente la cabeza, por decirlo así, en señal de duelo.

      ¡ENTONCES NO SERVIRÁN DE NADA LAS RIQUEZAS MATERIALES!

      44. ¿Qué preguntas surgen en cuanto al uso del caudal material que ha acumulado el sistema de religión falsa, en aquel día de calamidad, y qué respuestas ha de haber para ellas?

      44 Sin embargo, ¡aguarde! ¿Qué hay del tremendo caudal que ha acumulado el sistema de religión hipócrita falsa? ¿No podrán usar los controladores religiosos de todo este caudal material estas vastas riquezas para comprar su liberación a la seguridad o comprar alimento y bebida para evitar la inanición? Jehová no permitirá que la plata o el oro lo sobornen a él o a sus fuerzas de ejecución de manera que se libre a los sistemas religiosos que han confiado en que las riquezas materiales los salvarán en el día de ajuste de cuentas. Por Su profeta Ezequiel dice:

      45. ¿Qué dijo Jehová en cuanto a obtener liberación por medio de plata y oro en el día de Su furor, y cuáles son las cosas que entonces dejará él que sean profanadas?

      45 “En las calles arrojarán su plata misma, y su propio oro llegará a ser una cosa aborrecible. Ni la plata ni el oro de ellos podrá librarlos en el día del furor de Jehová. A sus almas no satisfarán, y sus intestinos no llenarán, porque ha llegado a ser un tropiezo que causa su error. Y la decoración del adorno de uno... uno ha puesto esto como razón para orgullo; y sus imágenes detestables, sus cosas repugnantes, las han hecho de él. Es por eso que ciertamente lo haré para ellos cosa aborrecible. Y ciertamente lo daré en mano de los extraños para saqueo y a los inicuos de la tierra para despojo, y ciertamente lo profanarán. Y tendré que apartar de ellos mi rostro, y verdaderamente profanarán mi lugar oculto, y en ella verdaderamente entrarán salteadores y la profanarán.”—Ezequiel 7:19-22.

      46. Para los religiosos hipócritas, ¿qué ha llegado a ser un “tropiezo que causa su error,” y qué informe vergonzoso hizo el profeta Miqueas acerca de religiosos de esa índole de su día?

      46 ¡Imagínese el dinero de plata siendo arrojado en las calles de la ciudad de Jerusalén! ¡Imagínese el dinero de oro llegando a ser como cosa aborrecible! Y sin embargo en otro tiempo estas riquezas materiales eran las cosas que disfrutaban de suma estimación y eran hambrientamente buscadas. Pero el poner el dinero antes que los intereses espirituales y el desear con vehemencia el dinero llegaron a ser un tropiezo sobre el cual tropezaron los religiosos hipócritas y cayeron, cometiendo “error” solo para obtener ganancia injusta. ¡Qué vergonzoso fue para el profeta Miqueas tener que informar: “Sus propios cabezas juzgan meramente por un soborno, y sus propios sacerdotes instruyen solo por precio, y sus propios profetas practican adivinación sencillamente por dinero; sin embargo sobre Jehová siguen apoyándose, diciendo: ‘¿No está Jehová en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros ninguna calamidad.’ Por lo tanto, a causa de ustedes Sion será arada como un simple campo, y Jerusalén misma llegará a ser simples montones de ruinas, y la montaña de la casa [de Jehová] será como los lugares altos de un bosque”!—Miqueas 3:11, 12.

      47. ¿De qué manera han cobrado los líderes religiosos de la cristiandad por servicios eclesiásticos? Ese materialismo ha resultado en un tropiezo que ha llevado a caer en ¿qué error?

      47 En cuanto a los líderes religiosos de la cristiandad, también han cobrado dinero por sus servicios eclesiásticos a los miembros de las iglesias. Han cobrado por llevar a cabo bautismos y matrimonios, por bendecir casas y propiedades de los miembros de las iglesias, por decir misas en la iglesia y por orar a favor de las “almas de los muertos en el Purgatorio,” por conceder indulgencias, por admisión a la iglesia o por asientos en ella, por educación en escuelas religiosas, por servir de capellanes en los ejércitos, por llevar imágenes de “santos” en procesiones, mientras que al mismo tiempo han aceptado dinero del estado político donde sucede que hay una unión de Iglesia y Estado o una iglesia estatal. Se ha ideado un sinnúmero de otras maneras de recibir dinero de la gente. Y mucho de ese dinero se ha invertido en el centro financiero de Wall Street, ciudad de Nueva York, y en otras empresas comerciales para obtener utilidades monetarias. Escandalosamente esta codicia de dinero y riquezas materiales ha hecho que los líderes religiosos de la cristiandad tropiecen y caigan en conducta errónea delante de Dios.—1 Timoteo 6:10.

      48. ¿Hasta qué grado carecerán de valor el oro y la plata, aunque estén acuñados, en el día del furor de Jehová, y cómo llegarán a ser una “cosa aborrecible” a sus poseedores?

      48 ¡Pero una criatura humana no puede comer oro ni plata ni acciones ni bonos de papel! En el día en que Jehová les ajuste las cuentas los religiosos hipócritas no podrán consumir oro ni plata para llenar sus intestinos con alimento necesario en medio de condiciones de hambre. No podrán rescatar su vida con oro ni plata sobornando a Jehová y sus agentes de ejecución en la Tierra. ¿No le dijo el apóstol cristiano Pedro a Simón, el mago profesional de la ciudad de Samaria: “Perezca tu plata contigo, porque pensaste por medio de dinero conseguir posesión del don gratuito de Dios”? (Hechos 8:9-20) ¡Sí! Y tocante a los que creen que podrán comprar su liberación y satisfacer los deseos vehementes bestiales de sus almas, el Señor Soberano Dios dice: “Si la plata ni el oro de ellos podrá librarlos en el día del furor de Jehová.” (Ezequiel 7:19) Ese metal acuñado no tendrá valor. Para sus dueños hasta el oro llegará a ser “cosa aborrecible,” cuando ahora al fin reflexionen en que su codicia de oro les ha acarreado la destrucción.

      49. ¿Qué “decoración del adorno de uno” han puesto los líderes religiosos como “razón para orgullo” en comparación con quiénes?

      49 Los líderes religiosos de la cristiandad se han adornado de crucifijos, anillos, mitras, báculos, insignias, tronos y otros atavíos de oro y plata. Han hecho de esas cosas costosas la “decoración del adorno de uno,” y las han puesto como razón para enorgullecerse, considerándose personajes superiores a los legos comunes y ordinarios.

      50. ¿Para decorar qué, además de a sí mismos, han usado los líderes religiosos oro, plata y joyas, y cómo serán profanadas esas cosas en el día del furor de Jehová?

      50 También han usado ese oro y plata y joyas para decorar las imágenes y emblemas que usan en sus iglesias. “Imágenes detestables,” “cosas repugnantes,” las llama Jehová, a pesar de la construcción artística que tengan. Como sucedió en el caso de la Jerusalén de la antigüedad en el día del furor de Jehová contra ella, esos artículos de oro y plata y enjoyados de la adoración falsa serán saqueados por los “extraños” antirreligiosos y los “inicuos” irreligiosos se apoderarán de ellos como “despojo.” No considerarán como intocables las cosas, ni siquiera las imágenes religiosas, que la cristiandad considera sagradas. Profanarán esas cosas que son santas según la opinión común. ¡Qué enormes acumulaciones de riquezas en la cristiandad caerán en las manos de los codiciosos despojadores irreligiosos en el “día del furor de Jehová”!

      51. ¿Cómo llegó la profanación sumamente alarmante de cosas consideradas santísimas en 607 a. de la E.C., y por esa razón en qué dirección tuvo que apartar su rostro Jehová?

      51 Aconteció profanación sumamente alarmante de cosas que habían sido consideradas santísimas allá en el año 607 a. de la E.C., solo seis años después de darse esta profecía. ¡Aquellas cosas tenían que ver con Jehová mismo, una casa, un templo, dedicada a Él, y una ciudad donde él había puesto su santo nombre! ¡Con razón dijo a los religiosos que lo adoraban allí de manera formalista: “Tendré que apartar de ellos mi rostro”! (Ezequiel 7:22) Esto nos hace recordar lo que Jesucristo mismo les dijo a los judíos acerca de su templo en Jerusalén, que habría de ser destruido en el año 70 E.C.: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes.” (Mateo 23:38) ¡Abandonada por Jehová como lugar de su adoración pura!

      52, 53. ¿Qué era entonces el “lugar oculto” de Jehová, y por qué permitió hasta que los “salteadores” paganos lo profanaran sin castigarlos entonces?

      52 ¿Para qué abrió el camino aquella condición de abandono del templo de Jerusalén allá en el día de Ezequiel? Teniendo presentes las fuerzas militares babilonias, Jehová dijo: “Y verdaderamente profanarán mi lugar oculto, y en ella verdaderamente entrarán salteadores y la profanarán.”—Ezequiel 7:22.

      53 El “lugar oculto” de Jehová era la cámara más interior del templo y se llamaba “el Santísimo.” En el “día del furor de Jehová” a los invasores babilonios se les permitiría profanar hasta este compartimiento sacratísimo. Por invadirlo entonces en busca de botín ningún babilonio pagano sería derribado y muerto inmediatamente por Jehová ni sería herido de lepra. A aquellos “salteadores” babilonios o caldeos se les permitiría, realmente sin castigo divino entonces, profanar el templo hasta su compartimiento sacratísimo. ¡Esto se debía a que la presencia de Jehová ya no estaba allí! A los “salteadores” caldeos se les permitió apoderarse de los utensilios y enseres sagrados del templo de Jerusalén y llevárselos y exhibirlos en los templos de sus dioses y dioses paganos en la idólatra Babilonia. Atrás dejaron las ruinas humeantes del templo saqueado que habían incendiado.—2 Reyes 25:8-17; 2 Crónicas 36:17-19; Daniel 5:2, 3, 22, 23.

      54. ¿A qué señaló proféticamente para un futuro que no está lejano ahora aquella profanación antigua de cosas sagradas?

      54 Aquellos sucesos sumamente alarmantes de la historia antigua eran proféticos y reflejan el futuro que ya no está lejano. Cuando Jehová aparta su rostro de los adoradores hipócritas de la cristiandad, ¿qué podemos esperar, a la luz del pasado? La profanación, el uso incorrecto y la destrucción de las cosas que la cristiandad considera sagradas ahora, aun sus cosas sacratísimas, ya sean el mismísimo corazón y centro de la cristiandad, como la Ciudad del Vaticano, o las residencias palaciegas de los patriarcas de los diversos sistemas eclesiásticos hermanos: ortodoxo griego, constantinopolitano, armenio, cóptico o el palacio del arzobispo anglicano. ¡Nada será sagrado para los saqueadores!

      EL PROPÓSITO DIVINO DE TODO ESTO

      55, 56. ¿Las consecuencias de qué hará Jehová que caigan sobre los religiosos falsos, y cuál es el propósito válido de Jehová en todo esto?

      55 En todo esto el Señor Soberano Dios que así ejecuta sus decisiones judiciales contra la religión falsa tiene un propósito válido. Él pasa a la declaración sin ambages de este propósito con lo que le dice enseguida a su profeta Ezequiel:

      56 “Haz la cadena, porque la tierra misma ha llegado a estar llena de juicio manchado de sangre y la ciudad misma ha llegado a estar llena de violencia. Y ciertamente introduciré a los peores de las naciones, y ciertamente tomarán posesión de sus casas, y ciertamente haré que cese el orgullo de los fuertes, y sus santuarios tienen que ser profanados. Vendrá ansiedad, y ciertamente buscarán la paz pero no la habrá. Vendrá adversidad sobre adversidad, y ocurrirá informe sobre informe, y la gente realmente buscará una visión de un profeta, y la rey misma perecerá del sacerdote y el consejo de los hombres de edad madura. El rey mismo se pondrá de duelo; hasta un principal se vestirá de desolación, y las manos mismas de la gente de la tierra se perturbarán. Según su camino actuaré para con ellos, y con sus juicios los juzgaré; y tendrán que saber que yo soy Jehová.”—Ezequiel 7:23-27.

      57. ¿Cómo se cumplió en realidad el mandato de Jehová a Ezequiel: “Haz la cadena”?

      57 Estando en las cadenas del cautiverio los sobrevivientes de la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. bien podrían meditar sobre lo que les había sucedido a su tierra y nación. Se podrían dar cuenta dolorosamente de que de veras hay un Dios que interviene en los asuntos de los hombres y que su nombre es Jehová. “Haz la cadena,” le mandó Jehová a Ezequiel, a fin de indicar lo que Jehová tenía reservado para los sobrevivientes de la catástrofe nacional. Seis años más, y aquellos sobrevivientes ciertamente se hallaron en cadenas, siendo arrastrados al destierro lejano en una tierra pagana. Hablando por los sobrevivientes después de la destrucción de Jerusalén, el profeta Jeremías dijo en lamentación: “Me ha obstruido el paso como con un muro de piedra, para que no salga. Ha hecho pesados mis grillos de cobre.” (Lamentaciones 3:7) Jeremías también dice lo que el rey de Babilonia le hizo al rey Sedequías, que había huido de la ciudad en que se había abierto brecha y no obstante había sido capturado: “Y cegó los ojos de Sedequías, después de lo cual lo ató el rey de Babilonia con grillos de cobre y lo llevó a Babilonia lo puso en la casa de custodia hasta el día de su muerte.”—Jeremías 52:11; 39:7.

      58. ¿Por qué razones habría de forjarse la “cadena” para la casa de Judá?

      58 ¿Por qué habría de forjarse para la casa de Judá la “cadena” de cautivos y desterrados? Jehová le explicó a Ezequiel por qué se hizo esta cadena simbólica, diciendo: “Porque la tierra misma ha llegado a estar llena de juicio manchado de sangre y la ciudad misma ha llegado a estar llena de violencia.” Los habitantes que eran culpables de aquellas cosas inicuas merecían ser encadenados y llevados por arrastre de la tierra que estaban contaminando.

      59. ¿Por qué se llamó a los que Jehová usó para forjar la cadena para Judá “los peores de las naciones”?

      59 ¿A quiénes, sin embargo, estaba por usar Jehová para que les aseguraran la cadena? La respuesta hace que uno se estremezca, cuando Jehová continúa y dice: “Y ciertamente introduciré a los peores de las naciones, y ciertamente tomarán posesión de sus casas.” ¡Ajá! “los peores de las naciones.” Los ejércitos babilonios cuadraban con esa descripción, porque entonces Babilonia ocupaba la posición de la Tercera Potencia Mundial de la historia bíblica. Ni siquiera Egipto pudo refrenar a los babilonios. Más tarde, al profetizar contra el rey de Egipto, Ezequiel dice que los babilonios agresivos son “los tiranos de las naciones.” (Ezequiel 30:11) Al profetizar contra el “caudillo” de Tiro de la antigüedad, Ezequiel dice: “Aquí estoy trayendo sobre ti extraños, los tiranos de las naciones, y ciertamente sacarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu radiante esplendor.”—Ezequiel 28:1, 2, 7.

      60. ¿Cómo hizo Jehová que ‘cesara el orgullo de los fuertes’ y cumplió su determinación de que “sus santuarios tienen que ser profanados”?

      60 Por unos dieciocho meses lunares la ciudad de Jerusalén se mantuvo firme contra el sitio por los “peores de las naciones,” y entonces éstos abrieron una brecha en la ciudad. (2 Reyes 25:1-4) Entonces, de hecho, Jehová hizo que ‘cesara el orgullo de los fuertes.’ Su rey ungido Sedequías, de la casa real de David, fue capturado mientras huía. (2 Reyes 25:4-7) Los principales de su sacerdocio de la familia del hermano de Moisés, Aarón, fueron muertos. (2 Reyes 25:18-21) Además de eso, como dijo Jehová, “sus santuarios tienen que ser profanados” por los “peores de las naciones,” y eso no excluía al suntuoso templo que había sido edificado por el sabio rey Salomón en Jerusalén.—Ezequiel 7:24; 2 Reyes 25:8-17.

      61. ¿Por qué era que, entre los habitantes sitiados, no hallarían paz aunque la buscaran?

      61 Sin embargo, ¿qué hay de la situación dentro de Jerusalén durante el sitio por los “peores de las naciones”? Con la espada de guerra punitiva afuera y con el hambre y la peste cobrando sus víctimas adentro, debe haber habido angustia dentro de la ciudad sitiada, tal como había predicho Jehová. ¿Por qué fue que Él dijo: “Ciertamente buscarán la paz pero no la habrá”? Se debió a que no buscaban la paz de la manera que Jehová había mandado por medio del profeta Jeremías, a saber, saliendo en rendición incondicional a los babilonios. (Jeremías 21:7-9; 38:1-3, 9-23) En consecuencia, ¿qué sucedió después?

      62. ¿Qué sucedería en cuanto a obtener información o una ley eficaz o consejo práctico y saber cómo usar uno sus manos?

      62 Habría de ‘venir adversidad sobre adversidad,’ y habría de ‘ocurrir informe sobre informe,’ pero ninguna buena noticia de ningún lado. De nada servía el ‘buscar una visión de un profeta,’ aparte del verdadero profeta de Jehová, Jeremías, que estaba en custodia. La ley dada por el sacerdote, quien se oponía al sacerdote Jeremías, no valía de nada; habría de perecer. El consejo dado por los hombres de mayor edad de experiencia era impráctico; también habría de perecer. Al terco rey Sedequías, que temía a sus propios príncipes, no le quedaba otro curso que emprender salvo el de ‘ponerse de duelo.’ Cada principal no podía hacer nada salvo rasgar sus prendas de vestir en expresión de desesperación y aflicción interiores así ‘vestirse de desolación.’ Con sus líderes en tal condición mental, espiritual y nerviosa, ¿qué podía hacer la “gente de la tierra” común sino perturbarse en cuanto a usar sus manos, no sabiendo cómo y con qué utilizarlas? (Ezequiel 7:25-27) ¡Solo podían culparse ellos mismos!

      63. ¿Por qué no podían los habitantes sitiados culpar a nadie sino a sí mismos a la luz de sus juicios y conducta, y qué preguntas surgen en cuanto a las obligaciones de Jehová a este respecto?

      63 Continuamente aquellos habitantes sitiados de la tierra de Judá y Jerusalén habían pasado por alto el consejo del Dios de Israel. Habían perseguido a sus profetas, incluso a Jeremías el sacerdote. Los juicios que habían dictado y ejecutado sus tribunales causaron el derramamiento de sangre inocente, o debido a la iniquidad de la gente aquellos tribunales tenían que tratar crímenes capitales que envolvían sangre. ¡“Juicio manchado de sangre” era de veras el resultado! La ciudad capital misma, Jerusalén, estaba “llena de violencia,” a pesar de ser el centro de la adoración religiosa en el templo de Jehová. En medio de aquellas circunstancias, ¿estaba obligado Jehová a tratar a la ligera a aquellos rebeldes religiosos olvidando y pasando por alto el “error” terrible de ellos? ¿Habría de obrar como si él no existiera? ¿Habría de tratarlos como si fuera algún dios diferente del Señor Soberano Jehová con quien sus antepasados habían hecho un pacto solemne por el mediador Moisés? ¿Qué tenemos que decir con toda imparcialidad?

      64. ¿Qué estaba obligado a hacer Jehová, como parte de un pacto con Israel, a fin de no dejar ninguna impresión equivocada en la mente de ellos acerca de él mismo?

      64 Jehová estaba obligado a cumplir Su parte del pacto solemne y obrar para con ellos “según su camino.” También, “con sus juicios.” Es decir, con los juicios que les aplican según la ley de Su pacto, Jehová estaba obligado a ‘juzgarlos,’ a darles según lo que merecían. Era imparcial y equitativo que Él hiciera esto. Tenía que ser fiel a sí mismo. No habría de dejar ninguna impresión equivocada en la mente de ellos acerca de Él. Este Jehová es el Mismo con quien sus antepasados entraron en sus obligaciones solemnes bajo la ley dada por medio de Moisés. Era necesario que se les obligara a saber que Él es Jehová. La manera justa que Él escogió era la manera de efectuar esto.

      ¿QUÉ HAY DE LA CRISTIANDAD?

      65. Por lo tanto, ¿qué preguntas surgen en cuanto a la cristiandad tocante al trato que merece?

      65 ¿Habrá de ser tratada la cristiandad de hoy de alguna manera diferente? ¿No está su dominio igualmente ‘lleno de juicio manchado de sangre’? ¿No está ella, aun en sus centros y plazas fuertes religiosos, “llena de violencia”? ¿Por qué, pues, debería esperarse para ella un trato diferente?

      66. Como en el caso de la Jerusalén antigua, cuando comience el sitio de la cristiandad en la “tribulación grande” ¿de qué manera estará procediendo ésta, y cuál será el resultado para ella?

      66 Cuando acontezca el sitio en la venidera “tribulación grande” que resulta en su destrucción a manos de los “peores de las naciones,” ella continuará procediendo exactamente como ya está procediendo. Persistirá en buscar paz y establecer condiciones según sus caminos, pero “no la habrá” de esa manera. Habrá angustia más extremada que la que ya siente. Las visiones adicionales de sus profetas falsos perecerán en el fracaso. La ley de su sacerdocio y clero perecerá, pasada por alto; igualmente perecerá el consejo de sus ancianos que son sabios según el mundo. Los gobernantes eclesiásticos estarán de duelo. Los principales religiosos perderán confianza en su propio acaudillamiento y adoptarán una apariencia de desolación en lo que toca a sus esperanzas. Sus huestes de legos tendrán manos nerviosas, estando inseguros en cuanto a cómo aplicar sus poderes para salvar sus instituciones religiosas. El resultado para la cristiandad será el mismo que fue para la Jerusalén típica.

      67. Puesto que la cristiandad todo el tiempo ha pretendido representar a Dios, ¿en qué, pues, resultará el que él acepte la palabra de ella?

      67 Los caminos de la cristiandad están escritos en las páginas de la historia desde su principio en el cuarto siglo hasta ahora. Puesto que ha dado a todo el mundo a entender que ella representa al Señor Soberano Dios, Jehová tiene que aceptar su palabra y obrar para con la de acuerdo con los caminos de ella. Los juicios de él que le aplican a ella estará escritos en Su Palabra sagrada, Biblia; y Él tiene que juzgarla en plena armonía con éstos. Esos juicios son inmutables. Al ejecutarlos Él en ella y así ponerle fin, la cristiandad aprenderá que Él no ha cambiado. Todavía es el mismo Dios en este siglo veinte. Tendrá que saber que Él es Jehová.

  • Cosas religiosas detestables por las cuales suspirar
    “Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
    • Capítulo 8

      Cosas religiosas detestables por las cuales suspirar

      1. Después de sus visiones en 613 a. de la E.C., ¿cuánto tiempo pasó antes que Ezequiel recibiera su siguiente visión?

      EL DÍA del furor de Jehová contra la Jerusalén antigua estaba un año y dos meses más cerca cuando Ezequiel como desterrado en Babilonia recibió su siguiente revelación del Señor Soberano Jehová. Si aquel año tuvo un mes lunar intercalar o decimotercero, aquel año lunar y los dos meses lunares ofrecían más tiempo del que se le había mandado a Ezequiel que se acostara en el suelo, 390 días sobre su lado izquierdo y 40 días sobre su lado derecho, en sitio mímico de Jerusalén. (Ezequiel 4:4-7) Así, Ezequiel recibió la revelación en el día quinto del mes lunar de Elul del año 612 antes de nuestra era común, o el año sexto del

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