-
Obrando lo que es bueno para con los que están en la feLa Atalaya 1968 | 15 de julio
-
-
gran provecho espiritual para la persona a quien se visita y para el visitante. “Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que sean hechos firmes; o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.”—Rom. 1:11, 12.
14. Resuma los rasgos del dar cristiano que se consideran en los párrafos anteriores.
14 Hemos mencionado algunas cosas que podemos hacer como ejemplos de obrar lo que es bueno para con los que son de nuestra fe, cosas como el prudentemente servir con ellos, el estimularlos a continuar en sus buenas obras, el compartir cosas materiales con nuestros hermanos, el visitarlos para provecho espiritual mutuo. En esto seremos muy bendecidos por Dios. Esto se debe a que la congregación se vigoriza y se fortalece por medio de esas buenas obras. Existe un vínculo más fuerte de unidad y de amor cuando los hermanos son prudentes, animadores y generosos y cuando emplean tiempo en visitar. Todas estas cosas son parte de la vida y especialmente forman parte de la vida cristiana, una vida de amor a Dios y amor al prójimo.
15. Resuma los resultados de estas cosas buenas de la vida.
15 Con la bendición de Jehová sobre tales buenas obras hay un resultado maravilloso. Es una bendición de paz, fortaleza y consuelo, lo cual ciertamente es un punto que se recalca en Hechos 9:31: “Entonces, verdaderamente, la congregación por toda Judea y Galilea y Samaria entró en un período de paz, edificándose; y como andaba en el temor de Jehová y en el consuelo del espíritu santo, siguió multiplicándose.” La paz está edificada en la justicia y trae esta bendición de Jehová. Debido a ello la congregación y todos los individuos en ella se encuentran en mejor posición para obrar lo que es bueno para con todos, incluso a los de afuera. ¡Qué excelentes resultados se obtienen al obrar lo que es bueno para con los que están en la fe!
-
-
Facilidades ensanchadas para imprimir la Palabra de DiosLa Atalaya 1968 | 15 de julio
-
-
Facilidades ensanchadas para imprimir la Palabra de Dios
LA Palabra de Dios, la Biblia, está enlazada inseparablemente con la historia de la imprenta. Porque evidentemente fue el primer libro que salió de la recién inventada imprenta de Johann Gutenberg, que usó tipo movible, en Alemania hace unos 515 años. Dice The World Book Encyclopedia: “La publicación de esta Biblia en la década de 1450 a 1460 señaló el comienzo de la historia del libro moderno.” ¡Cuán significativo! Pues, en todos los años desde entonces, ningún otro libro se ha acercado a igualar la cantidad de Biblias que se han impreso.
Tan solo en las imprentas de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York, se han impreso en los últimos veinticinco años casi quince millones de ejemplares de la Biblia en siete idiomas. Más de nueve millones de éstos han sido Biblias completas, entre ellas la Versión del Rey Jaime, la Versión Americana Normal y la Traducción del Nuevo Mundo en idioma moderno. Ningún otro pueblo en la Tierra está más interesado en imprimir y distribuir la Palabra de Dios que los testigos de Jehová.
Por esta razón, el miércoles 31 de enero de 1968 fue un día muy especial en su vida, especialmente para los que están asociados con la organización central en Brooklyn, donde se lleva a cabo la mayor parte del trabajo de impresión. Pues esa tarde se dedicó un nuevo edificio de imprenta de once pisos con 21.018 metros cuadrados de espacio de piso. ¡Cuán grandemente ensancha esta estructura recién terminada las facilidades para imprimir Biblias y ayudas para entender la Biblia!
Los testigos de Jehová ya estaban usando a toda su capacidad tres grandes edificios que alcanzaban un total de 40.548 metros cuadrados de superficie. De modo que ahora la superficie total en los cuatro edificios ¡equivale a aproximadamente 6,2 hectáreas! Quizás otra manera de ayudar a imaginarse esta área de 61.566 metros cuadrados es compararla con un campo de futbol normal, que mide 110 metros de largo por 49 metros de ancho. ¡Hay espacio de piso igual a más de once de tales campos de futbol en los edificios de Brooklyn de la Sociedad Watchtower!
EL PROGRAMA DE DEDICACIÓN
El programa de dedicación se celebró en los tres comedores de la casa que se llama Betel, en la central internacional de los testigos de Jehová. Esta casa Betel incluye dos atractivos edificios de ladrillo rojo de doce pisos que dan hacia la famosa bahía de Nueva York. Estos se hallan justamente a diez minutos a pie desde los edificios de imprenta. Aquí, y en edificios cercanos, viven los casi 600 trabajadores de la imprenta y las más de 250 personas que trabajan en las oficinas, lavandería, cocina y otros departamentos de la casa Betel. Aquí también viven y van a la escuela los 101 estudiantes que asisten al curso de la escuela misional de Galaad de cinco meses, y los 50 estudiantes del curso de la Escuela del Ministerio del Reino de dos semanas para los representantes de las congregaciones de los testigos de Jehová. ¡Cuán felices estuvieron estas más de mil personas de estar presentes en el programa de dedicación!
Los tres comedores están conectados por un circuito cerrado de televisión, así que todos pudieron oír y ver el programa. Después de una mañana de trabajo ordinario, a las 12:15 p.m. se sirvió una comida especial a la familia. Después, mientras todos descansaban en sus asientos, el presidente de la Sociedad Watch Tower, Natán H. Knorr, inició un deleitablemente interesante programa de dos horas. La entera sesión enfocó la atención sobre la expansión de las facilidades para imprimir y distribuir la Palabra de Dios. ¡Cuán evidente es el hecho de que la bendición de Jehová Dios ha estado sobre este crecimiento!
PRINCIPIOS PEQUEÑOS
Con la ayuda visual de fotografías antiguas, N. H. Knorr dio una descripción breve de los principios modernos de la organización de los testigos de Jehová en Allegheny, Pensilvania. Mostró fotografías de la Casa Bíblica, una estructura que construyó la Sociedad Watch Tower en 1889, que se usó como su central durante veinte años. También mostró un ejemplar de la primera revista de The Watchtower de julio de 1879, que originalmente se conocía como Zion’s Watch Tower and Herald of Christ’s Presence. En aquellos días tempranos casi todo el trabajo de impresión para la Sociedad lo hacían unas casas editoriales comerciales.
Luego se le pidió a Federico W. Franz, el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, que contara acerca de los comienzos de la Sociedad en Brooklyn después de la I Guerra Mundial. En 1920, el mismísimo año en que él llegó a Betel, hizo notar F. W. Franz, la Sociedad comenzó a imprimir revistas en su propia rotativa. Lloyd Burtch, que trabajó con esta prensa, contó algunas de sus experiencias. Todo el espacio disponible para las operaciones de la imprenta solo medía entonces 279 metros cuadrados en un edificio que estaba ubicado a unas cuantas cuadras de los presentes edificios de imprenta de la Watchtower.
Al progresar el programa, N. H. Knorr observó que, cuando él llegó a Betel en septiembre de 1923, la pequeña imprenta de la Sociedad se había mudado a unas cuantas cuadras de distancia, a la calle Concord 18. Sin embargo, pronto aun esta imprenta más grande resultó demasiado pequeña, y se hicieron planes para edificar el primer actual edificio de imprenta de la Watchtower. Este edificio de ocho pisos se terminó en 1927, y contenía 6.510 metros cuadrados de espacio de piso.
EXPANSION CONTINUA
Se le pidió a Grant Suiter, el secretario-tesorero de la Sociedad Watch Tower, que continuara con la historia de la expansión. Significativamente, ni él, ni ninguno de los otros oradores, atribuyeron el crecimiento asombroso de la organización a la sabiduría o ingeniosidad de algún hombre o grupos de hombres. Más bien, dijeron que Jehová Dios y sus fuerzas angelicales habían hecho posible la expansión de las facilidades para imprimir y distribuir Biblias y literatura bíblica.
G. Suiter dio un informe breve y al mismo tiempo amplio sobre la compra de propiedad y su uso subsecuente. En 1937, dijo, se hizo una adición pequeña de cuatro pisos al edificio de imprenta de 1927. Pero éste solo fue el comienzo, explicó él. En 1949 se agregó a la imprenta un edificio anexo grande, de nueve pisos, que ocupó lo que faltaba de la entera manzana de ciudad. Pero la demanda aumentada de literatura bíblica precisó más expansión en grande escala de las facilidades de imprenta. En 1956 se terminó un edificio de imprenta de trece pisos que tiene 17.856 metros cuadrados de superficie. Y en octubre de 1958 se compró el edificio de nueve pisos en una manzana contigua; en la actualidad casi se usa exclusivamente para almacenar papel. Max Larson, el gerente de la imprenta, también relató algunas experiencias sumamente interesantes de algunos de los problemas que tuvieron para conseguir papel durante la guerra. El mantener funcionando una imprenta grande es gran tarea.
Como uno se puede imaginar, el alimentar tres veces al día a los trabajadores y a los estudiantes, un total de más de 1.000 personas, no es tarea pequeña. Se le pidió a Jorge Couch, el supervisor de la Casa Betel, que hablara acerca de esto. Él explicó que en una comida la familia se come un novillo, tres cerdos, o 165 gallinas, dependiendo de la carne que se sirva. ¡También, agregó, la familia consume 12.000 huevos, 3.785 litros de leche y 181 kilos de mantequilla a la semana! Las granjas cercanas de la Sociedad Watchtower suministran este alimento; éstas actualmente se extienden por un total de aproximadamente 850,5 hectáreas.
UNA FAMILIA DEDICADA
Todos los que viven en Betel o trabajan en las granjas son ministros ordenados de los testigos de Jehová. Y, como su más de un millón de compañeros ministros de todo el mundo, están intensamente interesados en ver que el mensaje concerniente al reino de Dios se imprima y se distribuya “en toda la tierra habitada,” como Jesucristo profetizó que se haría. (Mat. 24:3, 14) Por esa razón se han ofrecido voluntariamente para servir como miembros de la familia de Betel, y consideran un privilegio el desempeñar cualquier tarea para adelantar esa obra de predicación. No trabajan por ganancia monetaria, sino que a cada uno se le provee alimento y abrigo y una ayuda de 14 dólares al mes para artículos de primera necesidad personales. Carlos Adams hizo una excelente expresión de aprecio en cuanto a las cosas de que disfruta la familia de Betel diariamente. Dijo lo que todos los presentes opinaban.
Un punto relevante del programa de dedicación fue el exhibir una fotografía de la familia de Betel de 1926, treinta y uno de los cuales todavía están sirviendo en Betel. Es cierto que la apariencia exterior de ellos quizás haya cambiado considerablemente, pero su sincero deseo de participar en imprimir y distribuir la Palabra de Dios subsiste tan fuerte como siempre, aun después de cuarenta y dos años de servicio en Betel.
Fue animador para estos de mayor edad, así como para los miembros más nuevos de la familia, el considerar la prueba que se presentó durante el programa de dedicación que mostró que la profecía de Jesús se está cumpliendo en la actualidad. ¡Sí, el mensaje del Reino que se encuentra en la Palabra de Dios verdaderamente se está imprimiendo y proclamando al grado que Jesús había predicho para este tiempo... “en toda la tierra habitada”!
Ahora todos tenían un gran deseo de hacer un recorrido del nuevo edificio de imprenta y de ver las facilidades ensanchadas para esparcir el mensaje del Reino en toda la Tierra.
[Ilustración de la página 441]
Imprenta de Brooklyn de la Sociedad Watchtower con el nuevo edificio en primer término, a la izquierda
-
-
Inspeccionando las facilidades ensanchadasLa Atalaya 1968 | 15 de julio
-
-
Inspeccionando las facilidades ensanchadas
¡QUE impresionante vista tiene el nuevo edificio de imprenta que costó cuatro millones de dólares! Al entrar en él, los que acababan de asistir al programa de dedicación fueron dirigidos a la izquierda a un Salón del Reino de unos 19 metros de largo por 7 metros de ancho, que ya dos congregaciones locales de testigos de Jehová están usando como lugar regular de reunión. ¡Cuán hermosos la alfombra de azul marino, las cortinas doradas y los canceles de madera de color castaño claro!
Les esperaban más sorpresas en el piso de arriba, donde había sido mudado el departamento de embarques. ¡Qué diferente es! Inmediatamente se dirige la atención hacia arriba, donde hay un trayecto para circulación de unos 35 metros de largo. En éste hay una cadena móvil, impulsada por un motor, de la cual penden cajas hechas en forma especial para transportar literatura de diversos tamaños. Y abajo, todo en derredor, hay un laberinto de rodillos en serie arreglados en trayecto que alcanza hasta la cintura del observador, extendiéndose por un total de 137 metros; sobre los rodillos se mueven las cajas de forma especial y las cajas de tamaño normal de la literatura.
Situados a la mano, con los rodillos arreglados en vía delante de ellos, hay anaqueles de literatura de los cuales se surten los pedidos. Una vez que se hace esto, una banda transportadora lleva los pedidos surtidos hacia arriba por cierta distancia, y entonces la gravedad lleva la literatura hacia abajo por las vías de rodillos a una de las cinco mesas de empacar. Allí se verifican los pedidos, y se cierran las cajas y se les pone el rótulo para enviarlas a varias de las 5.317 congregaciones de los testigos de Jehová en los Estados Unidos. ¡Unos 45.000 pedidos que consistieron en casi diez millones de Biblias, libros y folletos se enviaron a estas congregaciones el año pasado! Ahora, con este método mejorado de atender los pedidos, se puede atender con facilidad una cantidad mucho mayor de éstos.
Pero esto solo es parte de la historia, pues desde otra sección del departamento se envía una cantidad mayor de literatura. ¡Sí, más de once millones de Biblias, libros y folletos se enviaron a noventa y cinco sucursales extranjeras de los testigos de Jehová en todas partes del mundo el año pasado! La literatura bíblica se almacena en un total de 115 idiomas en el departamento de embarques. Al ver las cajas de literatura con rótulos para enviarse a todo cabo del globo terráqueo, los que hacían la gira quedaron impresionados por el hecho de que de veras el mensaje del Reino se está distribuyendo “en toda la tierra habitada.”—Mat. 24:14.
Después la gira pasó al tercer piso, el cual se usa principalmente para almacenar literatura. Una cosa que todos notaron fue cuán limpio y fresco se veía todo. Las paredes del edificio son de un atractivo color verde de dos tonos, un verde gris alrededor de la parte inferior y un verde más claro arriba. Y los cielos rasos son de blanco tenue. ¡Qué agradable!
EL TALLER DE ENCUADERNACIÓN
¡Qué cambio hay en el taller de encuadernación, en los pisos cuarto y quinto! ¡Pues, tan solo durante el año pasado se ha instalado nueva maquinaria con valor de unos 500.000 dólares! ¡Cuán impresionante es el conjunto de treinta y tres máquinas de coser! Además hay cinco máquinas de empastar, cinco máquinas para estampado en relieve y cinco líneas completas que consisten en la máquina redondeadora, reforzadora del lomo y empastadora y la prensa vertical.
¡Verdaderamente hay mucho envuelto en la encuadernación de un libro! No es proceso sencillo. No obstante, ¡aquí producen miles de libros acabados cada hora! El año pasado se encuadernaron más de un millón de Biblias y más de siete millones de otros libros en más de una veintena de idiomas. Ahora, con las facilidades ensanchadas, que incluyen dos completas líneas nuevas de máquina redondeadora, reforzadora del lomo y empastadora y prensa vertical, la producción debe aumentar de modo considerable.
La producción media diaria ahora es de aproximadamente 50.000 libros, y ya se alcanzó un máximo de 82.464 en un solo día. Si esta producción máxima de un día de volúmenes del tamaño del libro ‘Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta’ se amontonara, llegaría a 1.609 metros en dirección al cielo, ¡unas cuatro veces la altura del edificio más alto del mundo, el Empire State! En un mes reciente, se produjeron 1.140.459 libros acabados.
LAS PRENSAS
Para producir literatura en tal cantidad tiene que efectuarse mucho trabajo de impresión; y se hace. Pero, ¿a qué grado hay planes para ensanchar las facilidades de imprimir?
Habiéndoseles despertado el interés, los que hacían la gira del nuevo edificio pasaron al amplio y completamente vacío sexto piso, cuyo cielo raso está muy elevado. Aquí el guía les recordó que en los contiguos sextos pisos de los otros edificios de imprenta, que están conectados por puentes, actualmente hay dieciocho rotativas grandes.
Sin embargo, se explicó que en este piso especialmente reforzado del nuevo edificio, y en el de arriba que es igual a éste, hay espacio para otras veintitrés rotativas grandes. Según los planes cuatro de éstas llegarán este verano, y cuatro más el año entrante, ¡de modo que para fines de 1969 la cantidad total de rotativas deberá aumentar a veintiséis! La Sociedad también tiene dieciséis prensas de platina y de remiendos más pequeñas que se usan para imprimir hojas sueltas, tratados, programas, formularios y otros artículos semejantes.
LOS LOGROS DE IMPRESIÓN
Puesto que los pisos séptimo, octavo, noveno y décimo del nuevo edificio actualmente están vacíos, la gira procedió a través del puente del piso sexto a las secciones de los edificios construidos en 1927 y 1949.
Aquí los del recorrido estuvieron rodeados de inmensas imprentas, la más grande de las cuales pesa más de cincuenta toneladas y en cuarenta minutos consume un rollo de papel de 726 kilos y de metro y medio de ancho. Las dieciocho prensas utilizan un promedio de unos 100 rollos de papel cada día. Juntos, éstos pesan unas cuarenta toneladas y cuestan unos 10.000 dólares. ¡Es evidente que ésta no es una pequeña operación de imprimir!
Tres de las prensas más grandes pueden producir un promedio de 25.000 revistas completas de treinta y dos páginas por hora, ¡o más de medio millón al día entre las tres! Las otras quince rotativas más pequeñas pueden alcanzar un promedio de unas 12.500 revistas por hora. El año pasado la sala de prensas de la Sociedad produjo un total de 154.681.710 revistas La Atalaya y ¡Despertad!, más del doble de la producción de 1955.
Se explicó que la razón por la cual se requieren muchas prensas es que la Sociedad Watchtower imprime en una gran cantidad de idiomas. ¡Pues, a través de los años se ha efectuado impresión aquí en 146 idiomas! Cada número de La Atalaya se imprime regularmente en unos treinta idiomas en la imprenta de Brooklyn y cada número de ¡Despertad! en más de una docena de idiomas. El imprimir en tantos idiomas requiere mucho tiempo y esfuerzo adicionales.
Es digno de notarse, también, que la Sociedad Watchtower es precursora en un rasgo de la industria de la imprenta. Y eso tiene que ver con imprimir Biblias en rotativas. Allá a principios de los años cuarenta no se había oído que se intentara usar papel de Biblia delgado en estas rotativas veloces. Sin embargo, la Sociedad hizo arreglos para conseguir rollos de prueba de papel ligero, y, con el tiempo, se produjo una clase de papel que fue satisfactorio. Ahora otras imprentas, también, se han puesto a imprimir Biblias en rotativas, en vez de en las prensas más lentas de platina.
Para entonces la gira había atravesado un segundo puente del sexto piso para llegar al edificio que se terminó en 1956. Aquí están las demás rotativas. Muchos no pudieron menos que pensar en la tremenda operación que debe ser el enviar por correo los más de 150 millones de revistas que se imprimen cada año.
DEPARTAMENTOS DE SUSCRIPCIONES Y DE ENVIOS POR CORREO
Apropiadamente, un ascensor a la mano transportó a la gira hasta el piso decimotercero, al departamento de suscripciones. Allí entraron en una oficina amplia y con bastante luz, donde muchos escritorios y unos noventa estantes de color verde oscuro para archivar los estarcidos de las suscripciones están arreglados de modo que reciben un máximo de luz natural por las ventanas.
A los visitantes se les informó mediante grandes letreros que aproximadamente 1.250.000 estarcidos individuales en inglés están archivados en el conjunto más grande de estantes que están en un extremo del piso. Y allá en el otro extremo, un letrero explicaba que unos 350.000 estarcidos para suscripciones a las revistas en otros treinta y tres idiomas estaban archivados en los estantes situados allí. Desplegada de manera prominente en el piso hay una exhibición atractiva de La Atalaya en los 74 idiomas en que se imprime, y ¡Despertad! en sus 26 idiomas.
Abajo, en el piso décimo, los que iban en la gira quedaron fascinados por la velocidad con la cual se preparan los rollos de revistas para enviarse por correo a las congregaciones de los testigos de Jehová. Las revistas suben al piso en plataformas grandes desde la sala de prensas, 32.000 revistas en cada plataforma. De la plataforma se envían a una máquina desbastadora o guillotina, a una proporción de unas 40.000 por hora, quedando nítidamente recortadas.
Salen de la guillotina en una banda transportadora en montones de aproximadamente ochenta revistas, que pasan junto a un grupo de seis personas que envuelven las revistas. Estas personas cogen las revistas que pasan, las enrollan en envolturas con velocidad asombrosa, y las arrojan a otra banda transportadora veloz. Al fin de esta banda, se les ponen rótulos a los rollos de las revistas envueltas, y se meten en bolsas del correo para entregarse en la oficina de correos. ¡Qué operación veloz!
En el otro extremo del piso décimo se envuelven las revistas individualmente para enviarse por correo a los más de un millón y medio de suscriptores. Para efectuar esta operación, la Sociedad tiene cuatro máquinas para envolver, cada una de las cuales puede envolver y ponerle la dirección a las revistas a razón de unas 6.000 por hora. A la gira se le recordó que estas máquinas complejas fueron diseñadas y construidas por los miembros de la familia de Betel que trabajan en el taller de maquinaria.
ALMACENAMIENTO DE PAPEL Y TALLER DE MAQUINARIA
Pasando por el piso octavo, lleno de rollos de papel, la gira notó un letrero grande que explicaba que la Sociedad tiene almacenado papel para más de seis meses. Esto significa que hay más de 5.000 toneladas de papel en existencias, ¡o más de 200 vagones de ferrocarril de 25 toneladas cada uno!
Había un departamento más que la mayoría de los visitantes no quería dejar de ver en este edificio. Era el taller de maquinaria en el quinto piso. Los cuarenta ministros que trabajan aquí efectúan un trabajo excelente para mantener funcionando sin asperezas la maquinaria de la imprenta. Entre sus proyectos principales ha estado la reparación completa de varias de las rotativas más viejas.
Regresando al sexto piso, y atravesando de regreso el puente al edificio de 1927-1949, la gira subió por las escaleras para ver las linotipias, y los departamentos de composición y de hechura de clisés, todos situados en el piso séptimo.
PREPARACIÓN PARA IMPRIMIR
Se les recordó a los visitantes que un primer paso en la preparación de material escrito para imprimirse es el componerlo en lingotes de tipo de plomo. Esto se hace en una linotipia. La Sociedad tiene treinta y dos de éstas, exactamente cuatro veces la cantidad que tenía en 1948, hace veinte años.
Después de ver los lingotes de tipo de metal fundidos por estas máquinas, la gira procedió al departamento de composición. Aquí el compositor toma los lingotes de tipo de metal, y, con material espaciador, forma una página con esto para imprimir. Cuando estas páginas se aprietan fuertemente en una estructura de acero, se pueden usar así como están para imprimir en una prensa de platina. Sin embargo, es preciso dar otros pasos para hacer un clisé de metal curvo para imprimir en una rotativa.
Primero, papel grueso semejante a cartón, humedecido, se coloca sobre la rama metálica, en la cual están sujetas las páginas, y éstas se colocan bajo una prensa para hacer matrices. Aquí, bajo el calor y la presión, las páginas de tipo de metal se imprimen en el papel semejante a cartón, y se reproduce en éste una exacta duplicación de la página impresa.
Entonces en el otro extremo del piso, en el departamento de clisés, esta matriz fuerte, o papel semejante a cartón, se coloca en una caja curva para el vaciado. Los visitantes observaron fascinados cuando el metal líquido fue vaciado por la parte superior de esta caja. Este líquido, unos ocho kilos de él, se asienta en las impresiones de la matriz y se solidifica hasta formar un clisé curvo para las rotativas. Luego, después de haberse revestido este clisé con una capa delgada de níquel en los tanques del niquelado, se puede usar para hacer más de un millón de impresiones.
DEPARTAMENTO DE TINTA Y CARPINTERIA
La gira todavía tenía que visitar el departamento de tinta y la carpintería, ubicados en los pisos inferiores del edificio. La Sociedad Watchtower ahorra anualmente decenas de millares de dólares al fabricar su propia tinta para imprimir; tan solo el año pasado produjo unas 140 toneladas de ésta. Sin embargo, tinta no es el único producto que se fabrica en el departamento de tinta. El año pasado se produjeron más de 20 toneladas de jabones y detergentes para mantener limpia la casa Betel y los edificios de imprenta, se hicieron aproximadamente 3.800 litros de pintura, y se produjeron unas 95 toneladas de sustancias adhesivas para utilizarse en los departamentos de encuadernación y de envío por correo.
La gira de más de dos horas y media llegó a su conclusión en el segundo piso, en la carpintería. Aquí, también, la Sociedad ahorra decenas de millares de dólares construyendo sus propios muebles para la casa Betel. Desde 1960 se han construido 422 hermosas cómodas, 381 escritorios y 293 estantes para libros, todo de formica.
¡Qué magnífica gira! ¡Qué memorable día! Así opinaron todos los que habían asistido al programa de dedicación y ahora habían terminado una inspección de la imprenta. ¡Cuán maravillosamente se han ensanchado las facilidades para imprimir la Palabra de Dios! Pero la expansión no se ha limitado a Brooklyn.
FACILIDADES PARA IMPRIMIR EN TODO EL MUNDO
Cuando pasaron por el departamento de tinta y vieron un cargamento de tinta preparado para Alemania, a muchos de los visitantes se les recordó que el trabajo de imprimir también se ha ensanchado mucho en sucursales de la Sociedad Watch Tower fuera de los Estados Unidos. En conjunto, el año pasado se imprimieron en otros países más de 96 millones de las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, en más de cuarenta idiomas. ¡Pues, eso es más que el total que se imprimía en Brooklyn hace menos de doce años!
Las dos rotativas de Alemania produjeron casi 27 millones de revistas el año pasado, y su departamento de encuadernación produjo más de un cuarto de millón de libros. En Inglaterra se imprimieron 21 millones de revistas; en el Canadá, más de 16 millones; y en Suiza, cerca de 11 millones. Los tres países escandinavos de Dinamarca, Suecia y Finlandia también produjeron más de 10 millones de revistas La Atalaya y ¡Despertad! el año pasado. Y en África del Sur se imprimieron estas revistas en diez idiomas.
Verdaderamente, la profecía de Jesús está teniendo un cumplimiento notable en estos últimos días, porque, sin duda, el mensaje concerniente al reino de Dios se está imprimiendo y distribuyendo “en toda la tierra habitada.”—Mat. 24:3, 14.
-