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¿Quién puede tener fe en esta era de dudas?La Atalaya 1984 | 1 de junio
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¿Quién puede tener fe en esta era de dudas?
LA NUESTRA es una era de dudas. Se ha puesto de moda el escepticismo. Se nos insta a dudar de todo... costumbres, ideas, normas morales, valores ya establecidos por muchos años, hasta de la existencia de Dios y la veracidad de su Palabra, la Biblia.
Mucha gente que sabe muy poco de lo que dice la Biblia duda de ella de todos modos. Sus dudas no se basan en lo que la Biblia realmente dice, sino en lo que algunas personas han dicho que ésta dice. Pero ¿cómo puede alguien formarse una opinión válida de un libro que nunca ha leído y que realmente no conoce? Además, ¿quién puede tener fe en esta era de dudas?
Un testigo de Jehová dijo a un señor cuya esposa estaba interesada en estudiar la Biblia: “Desde luego, yo no espero que usted crea algo así de importante simplemente porque lo hayamos considerado durante la pasada hora. Pero una vez usted sepa lo que realmente dice la Biblia, creo que quedará tan convencido como yo de su veracidad”. El esposo accedió a examinar el asunto; se comenzó un estudio bíblico, y, al poco tiempo, él, también, estaba enseñando a otras personas. Sí, adquirió fe verdadera en esta era de dudas.
Un ama de casa francesa que había empezado a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová dijo: “¡Dudo, dudo, tengo dudas muy serias!”. Sin embargo, siguió estudiando. A medida que fue adquiriendo más conocimiento, sus dudas fueron desvaneciéndose, y ya hace más de 20 años que ha estado enseñando a otras personas las cosas que fortalecieron su fe.
La fe viene por medio del conocimiento exacto, que suministra a uno los hechos que servirán de base para tomar decisiones correctas. Por ejemplo, cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, el conocer acerca de sus asombrosas obras y su enseñanza permitió a mucha gente sincera ‘poner fe en el nombre de él’. (Juan 2:23; 8:30.)
Lo mismo es cierto hoy día. La verdad de la Biblia es clara, con tal que usted ponga a un lado las cosas incorrectas que haya oído sobre ella y aprenda personalmente lo que en realidad enseña este asombroso libro.
Por ejemplo, las profecías de la Biblia estaban muy por encima de la capacidad de invención de algún hombre o grupo de hombres. Sin embargo, esas profecías se han estado cumpliendo detalladamente y de modo muy sorprendente, aunque a veces fueron escritas centenares o hasta miles de años por adelantado, que suministran prueba convincente de que la Biblia proviene de Dios y de que las cosas que ésta promete sucederán.
Hace mucho tiempo, después de muchos años de experiencia en los caminos de Dios, el envejecido Josué dijo a los israelitas: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado”. (Josué 23:14.)
Además, el valor de la Biblia se demuestra en la práctica. Cuando el consejo de la Biblia se aplica, mejora la vida de la gente y cambia su personalidad. Ayuda a personas de carácter violento y belicoso a desarrollar apacibilidad y gobierno de sí mismas. Si alguien duda de ese hecho, debe estudiar la Biblia. El efecto que puede tener en su vida la verdad que ella contiene pudiera sorprenderle. (Gálatas 5:19-23; Efesios 4:20-32.)
En vez de sucumbir ante el escepticismo en esta era de dudas, usted puede adquirir fe verdadera. De hecho, la Biblia puede ayudarle a desarrollar una fe sólida y dadora de vida. Pero ¿cómo puede la Biblia hacer eso?
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¿Busca usted realmente la fe verdadera?La Atalaya 1984 | 1 de junio
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¿Busca usted realmente la fe verdadera?
¿BUSCA usted realmente la verdad? ¿Trata de hallarla? Probablemente contestaría: “¡Por supuesto que sí!”.
Pero mucha gente no busca realmente la verdad. De hecho, puede que ni siquiera quieran creerla. ¿Por qué no querría creer alguien que Dios existe y que la Biblia, con sus promesas sobresalientes en cuanto al futuro, es Su Palabra maravillosa?
Para algunas personas, el aceptar esos hechos tal vez requiera que hagan cambios en su modo de vida. Debido a que no quieren poner su vida en armonía con los caminos de Dios, se inventan dudas y objeciones para convencerse de que lo que dice la Biblia no es cierto.
Hasta pudiera haber ciertos individuos en la congregación cristiana que sean así. La verdad les parece buena, pero quizás todavía estén aferrados a alguna práctica secreta que ellos saben que se prohíbe en la Palabra de Dios. Así que se rezagan o se van deslizando poco a poco. La Biblia dice: “Algunos, por no haber hecho caso a su conciencia, han fracasado en su fe”. (1 Timoteo 1:19, Versión Popular.)
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, a muchas personas les molestó la verdad. Porque querían hacer las cosas a su manera, rehusaban aceptar las pruebas sólidas que se les presentaban. Al citar unas anteriores palabras proféticas, Jesús dijo que el corazón de ellas no era receptivo. Habían cerrado sus ojos y oídos ‘para nunca ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni captar el sentido de ello con el corazón y volverse’ a fin de que se les sanara en sentido espiritual. (Mateo 13:14, 15.)
La gente de ese tipo quizás diga simplemente que las cosas no se han aclarado. Algunos que se oponían a Jesús le preguntaron: “¿Hasta cuándo has de tener nuestras almas en suspenso? Si eres el Cristo, dínoslo francamente”. Pero no era culpa de Jesús que ellos no entendieran; era culpa de ellos mismos. Jesús les contestó: “Se lo dije a ustedes, y sin embargo no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio acerca de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas”. (Juan 10:24-26.)
Si alguien no quiere oír, ni captar el sentido de la verdad ni volverse para que se le sane, Satanás el Diablo se aprovechará de ese hecho. Satanás ciega “las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos”. (2 Corintios 4:4; vea también Mateo 13:10-15.)
¿Significa eso que no hay esperanza de oír y entender las buenas nuevas? ¡Claro que no significa eso! Lo que significa es que depende en gran manera de usted, el oyente.
Lo que la Biblia dice le parece verdad si usted realmente busca la fe verdadera. Los orgullosos y arrogantes líderes religiosos, que no quisieron escuchar, se opusieron a Jesús. Pero ¿qué hay de las muchedumbres? Pues, ¡ellas “quedaron atónitas por su modo de enseñar”! Hasta los oficiales que fueron enviados para arrestarlo regresaron con este informe: “Jamás ha hablado otro hombre así”. (Mateo 7:28; Juan 7:46.)
Si usted está buscando la verdad, si está tratando de hallar el camino de Dios y está dispuesto a poner en práctica en su vida la Palabra de él, hallará la fe verdadera. Jesús dijo: “Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados”. “Conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí.” “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.” “Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” (Mateo 5:6; Juan 10:14, 27; 18:37.)
La fe es un fruto producido por el espíritu santo de Dios (Gálatas 5:22, 23). Si usted pide en oración conocimiento exacto y fe, a la vez que hace realmente un esfuerzo por adquirirlos y vivir en armonía con ellos, Dios le ayudará. Como dijo Jesús: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá”. (Mateo 7:7.)
Aunque usted tenga un problema en que necesite seguir trabajando, Dios le ayudará. Las Escrituras inspiradas dicen: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”. (Proverbios 3:5, 6.)
Dios “ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). Sabe si uno está buscando la verdad y la justicia y si uno está dispuesto a hacer las cosas a la manera de él, que es la correcta. Si usted se acerca a Dios, él se acercará a usted. (Santiago 4:8.)
¿Es usted así? ¿Trata realmente de hallar la fe verdadera? ¿Ha oído la enseñanza del Padre y ha abierto usted su mente a ella? ¿La ha aprendido y la ha aceptado? Y para ajustarse a los justos caminos de Dios, ¿ha arreglado los asuntos que pudieran haber sido problemas en su propia vida?
Si así es, las siguientes palabras de Jesús le pueden dar ánimo: “Está escrito en los Profetas: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová.’ Todo el que ha oído de parte del Padre y ha aprendido viene a mí”. (Juan 6:45.)
La enseñanza del Padre celestial se encuentra en un libro incomparable. Consideremos ahora el valor de éste y cómo puede afectar nuestra fe.
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Un libro de fe positivaLa Atalaya 1984 | 1 de junio
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Un libro de fe positiva
LA BIBLIA no es un libro de dudas, sino un libro de fe. No plantea preguntas como: ¿Existe Dios? O, ¿es la Biblia su Palabra? Al contrario, comienza con la siguiente declaración: “En el principio creó Dios”. Y la Biblia declara específicamente: “La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo”. (Génesis 1:1; 2 Pedro 1:21.)
Por supuesto, muchos relatos bíblicos son breves. Por eso la Biblia quizás no nos diga siempre todo lo que quisiéramos saber. Pero da la información que Dios sabía que necesitaríamos para entender la agitada situación mundial, para poner nuestra vida en armonía con Su voluntad y recibir Su favor y Su don de vida eterna. ¿Qué pudiera ser más valioso?
En las primeras páginas de la Biblia aprendemos que hace mucho tiempo un ángel rebelde desafió la rectitud de la gobernación universal de Dios. Pero también se reveló que con el tiempo una “descendencia” pondría fin a esa rebelión y vindicaría a Jehová Dios como Soberano Universal (Génesis 3:1-15; Job 1:6-12). La Biblia da el linaje por medio del cual vendría aquella “descendencia”... mediante hombres de fe como Abrahán, Isaac, Jacob y David. (Génesis 26:4, 5; 2 Samuel 7:12, 13; Mateo 1:1-16; Lucas 3:23-38.)
Este libro asombroso habla del nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección del miembro principal de aquella “descendencia”, Jesucristo. Nos relata cómo dio a conocer Jesús el nombre de su Padre, Jehová, y proveyó el rescate para la humanidad obediente. (Gálatas 3:16; Juan 17:6-8, 26; Mateo 20:28.)
La Biblia también habla de vida eterna, nos dice acerca de la resurrección de los muertos y anuncia los magníficos “nuevos cielos y una nueva tierra” en que “la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13; Juan 3:36; 5:28, 29). Además, ¡indica que ya falta muy poco tiempo para que se realicen esas maravillosas bendiciones, que muchos que ahora viven sobrevivirán a los actuales ayes de este mundo y podrán disfrutar de ellas! (Mateo 24:3-14, 32-34.)
¡El fruto más excelente!
Jesús dijo que “todo árbol bueno produce fruto excelente” (Mateo 7:15-20). Sí, la gente recta se puede reconocer por sus frutos. Pues bien, la enseñanza de la Biblia permite que las personas enseñables produzcan el mejor de los frutos. Este libro da conocimiento, fortalece la fe e imparte sabiduría (Juan 17:3; Proverbios 1:1-4). Nos suministra mejores normas sobre las cuales basar las decisiones que afectan nuestra vida. (Romanos 12:2; Colosenses 3:9, 10.)
Además, la Biblia conmueve el corazón de la gente. La mueve a poner su vida en armonía con los caminos de Dios y a servirle. Sus enseñanzas producen contentamiento, vidas más felices, mejor salud, normas morales más altas y mejores cónyuges, padres e hijos. Todos los que han aprendido los caminos bíblicos y también los siguen han llegado a ser una amorosa hermandad mundial, en armonía con la declaración de Jesús: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos”. (Juan 13:35.)
El valor de la Biblia es patente en la vida cotidiana de los que realmente aplican los principios de ella. ¿Por qué debería alguien dudar de las promesas de la Biblia? Según veremos en el siguiente artículo, es posible estar sólidos en la fe y no dudar de nada.
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La familia en un mundo incréduloLa Atalaya 1984 | 1 de junio
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La familia en un mundo incrédulo
La Biblia tiene mucho que decir sobre la familia. Dice que ésta debe basarse en el amor y que envuelve el compromiso permanente que contraen entre sí y para con sus hijos dos personas (Mateo 19:4-6). Seis mil años de experiencia humana han demostrado el valor de la familia hasta en medio de sociedades que ni conocían la Biblia ni seguían sus principios.
No obstante, muchos jóvenes, al notar lo que aparece en los periódicos, los libros y la televisión, han llegado a dudar del valor del matrimonio hoy día. Algunos consideran que el matrimonio es restrictivo y piensan que el ser moralmente fiel a otra persona limita su “libertad”. Porque dudan de las normas morales de antaño, respaldan una “nueva” moralidad... que en realidad no es nada más que la vieja inmoralidad con un nuevo nombre. Viven con alguien sin verdaderamente comprometerse a edificar una vida de amor, confianza y unidad.
El tiempo pasa. Ellos envejecen. Entonces, cuando realmente necesitan la lealtad y el apoyo que debían haber desarrollado, a menudo se encuentran echados a un lado, solos y con el corazón destrozado. Solo entonces se dan cuenta de que la otra persona tampoco había hecho ningún compromiso ni tenía intención de corresponder a su amor, devoción y tiempo cuando éstos fueran realmente necesarios.
Dios sabe cómo estamos hechos. Conoce qué es lo mejor para nosotros. No se puede hacer caso omiso de Sus principios morales ni echarlos a un lado sin que se sufran serias consecuencias. Este es un hecho, prescindiendo de lo que diga un mundo incrédulo.
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Manténgase en el amor de DiosLa Atalaya 1984 | 1 de junio
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Manténgase en el amor de Dios
Los cristianos nuevos y los débiles son vulnerables. De hecho, todos lo somos. Por eso, deberíamos cuidar de nuestra propia fe y esforzarnos por ayudar a otros a fortalecerse en sentido espiritual. ¿Cómo podemos hacer esto? El discípulo Judas señaló una manera de hacerlo, al escribir: “Amados, edificándose sobre su santísima fe, y orando con espíritu santo, manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo con vida eterna en mira”. (Judas 20, 21.)
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Mantenga una fe sólidaLa Atalaya 1984 | 1 de junio
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Mantenga una fe sólida
“¿Hasta cuándo irán cojeando sobre dos opiniones diferentes?” (1 REYES 18:21.)
1. ¿Cómo responden a la verdad algunas personas?
LA TENDENCIA a dudar, tan común hoy día, podría afectar hasta su propia actitud hacia Dios y la Biblia. Algunas personas oyen la verdad, y, porque les agrada, estudian la Biblia por un tiempo. Asisten a varias reuniones cristianas, pero en realidad no comprenden que el servir a Dios debería ser su propósito en la vida. (Mateo 13:3-9.)
2. a) ¿Cómo responden otras? b) ¿Qué excelente consejo se da en Hebreos 10:36-39?
2 Otras personas han aceptado la verdad, han dedicado su vida a Jehová Dios mediante Jesucristo y han simbolizado esta dedicación mediante el bautismo en agua. Pero no progresan. De vez en cuando dedican una o dos horas al ministerio del campo. Pero realmente no están cumpliendo con su dedicación, pues el estar uno dedicado a Dios sin reserva significa desplegar devoción completa y sincera para con él. (Mateo 16:24; Hebreos 10:36-39.)
3. ¿Qué dijo Elías sobre cierta situación similar?
3 A las personas que titubean tal vez les agrade la verdad, pero también les agrada el mundo. Quizás todavía añoren algunos de los viejos derroteros. Vacilan tocante a sus lealtades. Hace mucho tiempo, Elías preguntó a los israelitas: “¿Hasta cuándo irán cojeando sobre dos opiniones diferentes? Si Jehová es el Dios verdadero, vayan siguiéndolo; pero si Baal lo es, vayan siguiéndolo a él”. (1 Reyes 18:21.)
4. ¿Qué valor tiene el servicio celoso?
4 El pueblo de Jehová halla gozo y refrigerio en el servicio celoso (Tito 2:13, 14). Les ayuda a mantenerse vivos en sentido espiritual. Muchos, especialmente los que tienen muchos años de experiencia en el servicio de Dios, despliegan un celo notable. Pero informes provenientes de muchos lugares indican que algunos de los más jóvenes o nuevos en la verdad todavía están siendo tentados por el mundo, en vez de ocuparse de todo corazón en el servicio de Jehová. Piense en los gozos y las bendiciones de que podrían disfrutar si se mantuvieran firmes en la verdad y progresaran vigorosamente en el servicio sagrado, tal vez como precursores de tiempo completo que celosamente inculcaran en otras personas la urgencia de nuestros tiempos.
5. ¿Qué preguntas sería provechoso hacerse?
5 Sería bueno que se preguntara: ¿Realmente tengo una fe sólida, o contemplo ambos derroteros? ¿Permito que ciertas cosas agradables, pero de poco valor, consuman mi tiempo? En comparación con el tiempo que dedico al servicio de Dios, ¿dedico más tiempo a mirar la televisión o a participar en actividades deportivas o de otra índole, las cuales son placenteras pero consumen mucho tiempo? ¿O es el verdadero propósito de mi vida servir y obedecer humildemente a Dios? Si el hacer la voluntad divina es su propósito en la vida, Dios le apoyará y usted podrá regocijarse en las bendiciones de Él para siempre.
6. ¿Qué consejo de la carta de Santiago puede ayudarnos a mantener una fe sólida?
6 Es importante dar pasos positivos para mantener su fe sólida a fin de alcanzar la vida eterna en el Nuevo Orden de Dios. Elías instó a otras personas a que se mantuvieran firmes a favor de lo que era correcto. Santiago escribió: “Sujétense, por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos”. Santiago estaba escribiendo a los que tenían que arrepentirse debido a que su corazón indeciso estaba conduciéndolos a participar en actividades desagradables a la vista de Dios. Su consejo puede ser útil si usted se ha sentido tentado por los derroteros del mundo. Santiago escribió: “Sientan la desdicha y laméntense y lloren. Que su risa se torne en lamento, y su gozo en desaliento. Humíllense a los ojos de Jehová, y él los ensalzará”. (Santiago 4:7-10.)
El conocimiento edifica la fe
7. a) ¿Qué relación hay entre el conocimiento y la fe? b) ¿Por qué se debe usar la Biblia para desarrollar la fe?
7 La fe es un acto de confianza. Se basa en el conocimiento exacto y la experiencia. Cuanto más usted sepa acerca de Dios y más experiencia tenga con relación a Su Palabra y Sus caminos, más firme se hará su fe. La Biblia dice: “Fe es la expectativa segura de cosas esperadas” (Hebreos 11:1). ¿Cómo podría ser segura su fe si usted solo tuviera un conocimiento superficial de lo que Jehová ha hecho? Dios le ha dado el intelecto, la inteligencia y la habilidad para entender. Éstos son dones, y Dios espera que usted los use para aprender acerca de él. Si usted escribiera una carta a alguien, usted esperaría que éste la leyera, no que sencillamente la pusiera sobre un estante o la dejara sobre una mesa como un adorno. ¿Ha leído y estudiado usted las cartas que Dios nos ha enviado... su Palabra escrita? Mediante estudiarla y entenderla usted aprenderá cosas que de otro modo no sabría. Es importante recordar el valor de la información que la Biblia suministra. Un anciano cristiano dijo: “Por lo general, las personas que expresan dudas no estudian mucho. No saben mucho acerca de la Biblia... en realidad nunca hicieron parte de sí mismas la verdad”.
8. ¿Qué se recomienda si alguien hace surgir una pregunta que usted no puede contestar?
8 Cuando alguien hace surgir una pregunta que usted no puede contestar, ¿debería esto perturbar su fe? Por supuesto que no. Nadie lo sabe todo. Por eso, investigue el asunto. Examine el texto en cuestión. Lea los versículos que lo preceden y siguen y verifique el asunto. Los Índices de las publicaciones Watch Tower y publicaciones en inglés como la Comprehensive Concordance of the New World Translation of the Holy Scriptures y el libro Aid to Bible Understanding pueden ayudarle a hallar textos pertinentes, información básica y alguna consideración del tema. Los cristianos de más experiencia también pueden ayudarle. Cierto Testigo que tiene años de experiencia dijo: “Siempre he conseguido alguna contestación satisfactoria”.
9. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de los cristianos de Berea?
9 Debemos ser como los cristianos de Berea, de quienes se habla con estima en la Biblia debido a que ‘examinaban con cuidado las Escrituras diariamente’ para asegurarse de que lo que el apóstol Pablo enseñaba era cierto. No se sintieron desilusionados con lo que descubrieron. Por eso, “muchos de ellos se hicieron creyentes”. Uno de ellos, llamado Sópater, tuvo el privilegio de viajar con Pablo por Macedonia en el tercer viaje misional del apóstol. (Hechos 17:10-12; 20:4.)
La humildad es esencial
10. a) ¿Cómo se puede hacer mal uso del conocimiento? b) ¿Qué efecto cree usted que debería tener Proverbios 16:5 en nuestra actitud?
10 El conocimiento no es un fin en sí mismo. Más bien, es un instrumento que debería ayudarnos a apreciar a Jehová Dios y su Palabra. El conocimiento exacto, combinado con el amor, debería engendrar la humildad, no una opinión exagerada de nuestra propia importancia. Hay quienes estudian, no para aprender a servir mejor a Dios, sino para alabarse y ensalzar sus propias opiniones. Tal vez se hinchen y critiquen a otros... a hermanos de más edad y hasta a la congregación cristiana y el conjunto de verdades bíblicas que ésta enseña. (Proverbios 16:5; 1 Corintios 8:1.)
11. ¿De dónde provienen nuestro conocimiento y nuestra inteligencia, y qué debería enseñarnos esto respecto a la humildad?
11 Sin embargo, no tenemos nada que no hayamos recibido de otra fuente. Heredamos nuestra inteligencia de nuestros padres, pero originalmente nuestro Creador, Jehová Dios, la dio a la humanidad. El conocimiento que tenemos lo recibimos por medio de las personas que nos ayudaron, de lo que leímos y de Dios, quien es la fuente de la verdad. De hecho, todo lo que tenemos provino originalmente de Dios. El apóstol escribió: “Pues, ¿quién hace que tú difieras de otro? En realidad, ¿qué tienes tú que no hayas recibido? Si, pues, verdaderamente lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?”. (1 Corintios 4:7.)
12. ¿Qué punto importantísimo se establece en Salmo 25:9 y Santiago 4:6?
12 Jehová no nos juzga por la inteligencia que hayamos heredado, sino por nuestra humildad y por lo dispuestos que estemos a aprender cuál es el derrotero que él ha trazado para nosotros, y entonces seguirlo. La humildad y la fe van acompañadas la una de la otra. La Biblia dice que es “a los mansos” a quienes Dios enseña su camino. También declara: “Dios se opone a los altivos, mas da bondad inmerecida a los humildes”. (Salmo 25:9; Santiago 4:6.)
13. Dé ejemplos que ilustren la cualidad de ser enseñable.
13 La humildad encierra el estar dispuesto a ser corregido. Los apóstoles Pedro y Tomás fueron excelentes ejemplos al respecto. Pedro se destacó en el hablar, pero también fue el que con mayor frecuencia recibió corrección, censura, o hasta reprensión. Sin embargo, Pedro era un trabajador activo y celoso, y su fe, iniciativa y valor son ejemplos sobresalientes para todos nosotros. Tomás no creía que Jesús hubiera sido resucitado, pero cuando fue confrontado con la prueba, la aceptó inmediatamente. ¿Mostramos semejante humildad cuando nuestros errores o conceptos erróneos son corregidos mediante la Biblia? (Juan 20:24-29.)
Ponga a prueba su fe
14. ¿Qué hace cierto anciano cristiano a fin de mantener una fe sólida?
14 Cierto anciano cristiano que ha estado por largo tiempo en la verdad se pregunta a menudo por qué su fe sigue firme todavía mientras que otras personas a quienes conocía se han apartado. Él dice que siempre tiene presente este consejo de Pablo: “Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son” (2 Corintios 13:5). A menudo este anciano se pone a sí mismo a prueba por medio de repasar mentalmente verdades bíblicas mientras viaja a su trabajo en automóvil. Se imagina una consideración de estas verdades y se esfuerza mentalmente por explicarlas y defenderlas ante toda clase de gente. Este hermano señala que a menudo los discursos públicos que se pronuncian en el Salón del Reino confirman de nuevo en nuestra mente el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios. Pero él se pregunta: “¿Cómo sabríamos estas cosas si no hubiéramos asistido a las reuniones en las que se consideraron?”. Con regularidad él se hace preguntas acerca de la bondad de Dios y Su organización. Este anciano cristiano también expresa aprecio por estas cosas en sus oraciones, y dice: “Doy gracias a Jehová por haberme permitido permanecer con su pueblo”. ¿Podría beneficiarse usted de ponerse a prueba de manera similar para ver si realmente está “en la fe”?
La oración es imprescindible
15, 16. ¿Por qué es imprescindible la oración para mantener sólida nuestra fe?
15 Este ejemplo nos lleva a dos puntos que son vitales para mantener una fe sólida: la oración y las reuniones cristianas. En muchos casos, las personas cuya fe es débil casi nunca oran. Cierto padre cristiano tiene presente el hecho de que Daniel oraba varias veces al día, hasta después de haberse dado una ley que prohibía la oración (Daniel 6:6-10). A diario este padre acude a Jehová repetidas veces en busca de sabiduría y dirección.
16 ¿Vacila usted en orar? El salmo dice: “Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad”. Jesús preguntó: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos dones a sus hijos, ¿con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden?” (Salmo 145:18; Mateo 7:11). Jehová ciertamente dará “cosas buenas” a los que humildemente se las piden con fe.
El papel que desempeñan las reuniones
17. ¿Qué ejemplos bíblicos muestran la importancia de reunirse con compañeros de creencia?
17 Además de la oración, el reunirse con regularidad con compañeros de creencia es necesario también para la fe. Tres veces al año todo varón israelita había de presentarse “delante del rostro del Señor verdadero, Jehová”, en Jerusalén. Debido a que reconocían que tales ocasiones tenían un gran valor espiritual, muchos hombres llevaban a toda su familia (Éxodo 23:14-17; Lucas 2:41-45). Además, Pablo anhelaba el estímulo de la congregación de Roma, el cual edificaría su fe. Anhelaba estar con los compañeros de creencia de aquel lugar a fin de ‘que hubiera un intercambio de estímulo’ y edificación espiritual mediante la fe de cada cual. (Romanos 1:11, 12.)
18. ¿Cómo consideran las reuniones cristianas las personas que están firmes en la fe?
18 Las personas cuya fe es firme aprovechan todas las reuniones cristianas. No se van después de la primera hora ni llegan solo para la segunda reunión. Aprecian lo valiosas que son estas reuniones y comprenden que proveen la oportunidad para aprender, recibir estímulo y bendiciones, y que en dichas reuniones podemos recibir ayuda de hermanos amorosos e incitarnos mutuamente “al amor y a las obras excelentes” (Hebreos 10:24, 25). ¿Cómo podríamos recibir dicho estímulo si no nos asociamos con los que lo proporcionan?
La testificación y nuestra fe
19. ¿Cómo fortalece la fe la testificación cristiana?
19 La testificación cristiana es otra ayuda para edificar la fe. Santiago escribió: “Muéstrame tu fe aparte de las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. En verdad, como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:18, 26). Una de las obras principales de los cristianos es enseñar a otras personas, y cualquier testigo de Jehová le dirá a usted: ‘¡La testificación definitivamente edifica la fe!’. Beneficia no solo a la persona a quien se enseña, sino también al maestro. Es una actividad edificante que fortalece la fe. La obra de testificar le suministra la oportunidad de defender su fe. Aguza su pensar. Sí, y la testificación acerca del Reino resulta en bendiciones procedentes de Dios, incluso en la guía de Su espíritu. (Marcos 13:11; Romanos 10:14, 15.)
Confianza en el “esclavo”
20, 21. a) ¿Qué cosa es importante recordar tocante al “esclavo fiel y discreto”? b) ¿Cómo lo expresó un cristiano?
20 También es importante recordar dónde aprendimos la verdad por primera vez. ¿Quién nos ayudó a edificar nuestra fe en la Biblia y sus promesas? ¿Cómo llegamos a entender lo que la Biblia significa para nosotros hoy día? Jesús dijo que al regresar hallaría a un “esclavo fiel y discreto” que estaría proveyendo alimento espiritual, y que al “esclavo” a quien hallara haciendo esto lo nombraría sobre todas las pertenencias del amo. (Mateo 24:45-47.)
21 Cierto esposo cristiano dijo: “La organización visible de Jehová es una fuente absolutamente confiable. Nunca me ha llevado por mal camino. Todo lo que ha dicho se ha basado en la Palabra de Dios y ha resultado en el mayor beneficio tanto para mí como para mi familia y para toda persona que conozco. En mi opinión, esto edifica una fe extraordinaria”.
22. ¿Qué preguntas pueden ayudarle a analizar si usted está dando debida atención a su propia fe?
22 ¿Ha estudiado usted la Palabra de Jehová, la ha aceptado y cree en ella? ¿Ha dedicado su vida a Dios y ha simbolizado dicha dedicación mediante el bautismo en agua? ¿Vive usted actualmente en armonía con esta dedicación? ¿Pide a Dios que le suministre guía, conocimiento y fe? ¿Continúa efectuando su estudio personal con regularidad y diligencia? ¿Asiste siempre a las reuniones cristianas? ¿Es activo y celoso en el servicio sagrado de Dios? Y ¿está mejorando la calidad de su actividad de hacer discípulos, o ha dejado que ésta se convierta sencillamente en una rutina? (Mateo 28:19, 20.)
23. ¿Cómo debemos hacer frente a los problemas, las pruebas y los obstáculos?
23 Por supuesto, todos tenemos problemas, y también tenemos nuestras propias faltas. Pero cuando nos enfrentemos a pruebas y obstáculos no debemos vacilar, titubear ni estar cojeando sobre dos opiniones. En vez de esto, queremos tener presente un solo propósito y estar seguros de la verdad. Santiago escribió: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante”. Pablo aconsejó: “Manténganse despiertos, estén firmes en la fe, pórtense como hombres, háganse poderosos” (Santiago 1:2, 3; 1 Corintios 16:13). Para mantenernos en la verdadera fe como testigos de Jehová, tenemos que desarrollar la cualidad de la fe, fruto del espíritu santo de Dios. (Gálatas 5:22, 23.)
24. ¿Por qué es muy importante tener una fe sólida?
24 ¿Por qué debemos hacer esto? Porque la fe sirve de escudo contra Satanás, que “anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”. “Sobre todo, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo” (1 Pedro 5:8-10; Efesios 6:16). Si usted mantiene una fe sólida, querrá hacer las cosas a la manera de Dios. El corazón de usted estará en lo correcto. Sus obras estarán en armonía con las instrucciones de Él, y usted seguirá adelante, siempre progresando en el camino estrecho que lleva a la vida. (Mateo 7:14.)
A modo de repaso:
◻ ¿Por qué expresan dudas algunas personas, y qué podrían hacer al respecto?
◻ ¿Qué ha aprendido usted acerca del conocimiento y la humildad?
◻ ¿Cómo puede usted fortalecer su fe?
◻ ¿Por qué es tan importante mantener una fe sólida?
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