-
Cómo evitar el pesarLa Atalaya 1970 | 1 de mayo
-
-
fuerza que con el tiempo resultará en la destrucción de todo el imperio de religión falsa, Babilonia la Grande.—Rev. 18:1-8.
Por eso, pronto cuando venga el fin de este sistema de cosas, ¿qué es lo que más necesitaremos? ¿Cuál será nuestra posesión más valiosa? No será nuestro dinero ni las posesiones materiales. No será ningún elemento amigable del mundo. No, sino que nuestra más valiosa posesión y lo que más necesitaremos será una fe inmovible en nuestro Dios, Jehová.
Necesitaremos tener seguridad absoluta en nuestro corazón y nuestra mente de que Jehová realmente está vivo y de que todo lo que la Biblia dice acerca de Él es verdad. Tendremos que poseer una convicción firme de que nuestra salvación está garantizada aunque el Diablo logre quitarnos nuestra vida misma. En ese tiempo, si hay algunas dudas en la mente de usted, algunas debilidades en su fe, si usted no está absolutamente convencido de que lo que usted cree es cierto, usted va a sentir algunos pesares. Será difícil, si es que no imposible, permanecer firme sin esta fe.
Una actividad urgentísima a la cual necesitamos aplicarnos ahora es la de edificar, fortalecer y hacer firme nuestra fe. Como siempre, Jehová hace provisión para esta necesidad. Todas las cosas esenciales que se requieren para edificar la fe se encuentran en las actividades diarias de la congregación cristiana. La fe se edifica por medio de oración persistente, estudio diario de la Palabra de Dios, asociación con otros de fe semejante, asistencia fiel a las reuniones y participación con regularidad en el ministerio.
El pueblo de Jehová sería sumamente imprudente si descuidara estas provisiones vitales. ¡Cuán tonto sería considerar la oración como cosa necesaria solo en tiempo de necesidad urgente! ¡Qué error ver el estudio de la Palabra de Dios como trabajo penoso que ha de evitarse! ¡Cuán falto de perspicacia considerar la necesidad de evitar la asociación mundana como una restricción injusta! ¡Cuán inmaturos seríamos si consideráramos las reuniones como de poca consecuencia en nuestro horario semanal! ¡Qué falta de aprecio mostraríamos si participáramos solo irregularmente en el ministerio!
¿A qué grado está usted envuelto en este programa? ¿Es usted un participante fiel o solo se presenta de vez en cuando? ¿Es usted un apoyador activo o un espectador desinteresado? ¿Ha sido su interés principal sus intereses personales y el atenderlos? Basados en lo que hemos aprendido de la Palabra de Dios, podemos comprender que vendrá el día en que los que ahora desatienden su necesidad espiritual desearán no haberla desatendido. Están pidiendo el pesar.
No deseamos tener estos pesares. El apóstol Pablo aconsejó sabiamente cuando instó: “Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse [es decir, no tener nada por lo cual sentir pesar], manejando la palabra de la verdad correctamente.” (2 Tim. 2:15) Que esa “palabra de la verdad” lo guíe a usted. Aplique sus principios en todos los asuntos de la vida. Mantenga los ojos enfocados en la maravillosa esperanza a la cual ella dirige la atención. Al proceder así, ¡oh cuántas experiencias se habrá ahorrado que solo serían motivo para sentir pesar!
-
-
¿Qué les ha sucedido a las iglesias?La Atalaya 1970 | 1 de mayo
-
-
¿Qué les ha sucedido a las iglesias?
◆ No todos los edificios eclesiásticos se usan ya para propósitos religiosos. En el estado de Nueva York una iglesia que antes era luterana alemana ahora es residencia de un funcionario de museo jubilado, y en otra hay una discoteca. Lo que antes era una iglesia episcopal en Carolina del Sur es ahora un restaurante, y lo que era una iglesia bautista en Amenia, Nueva York, es ahora un supermercado.
-