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¿Dan buen resultado los caminos de Dios?¡Despertad! 1977 | 22 de abril
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la evidencia revela que la mayoría de los asesinatos se cometen entre personas que se conocen... miembros de la misma familia, amigos, vecinos. Con frecuencia es la falta de dominio de sí mismo por parte de la víctima lo que resulta en provocar al que mata. Pero los cristianos entrenados en armonía con los principios bíblicos saben que no deben devolver mal por mal; saben que una respuesta apacible con frecuencia aleja la cólera de la otra persona; y saben que para ser siervos de Dios tienen que esforzarse por desarrollar un genio apacible. Por eso la persona que vive en armonía con esos principios bíblicos tiene mucha menos probabilidad de provocar a alguien a causarle daño corporal.
Extirpando las enfermedades venéreas
Otro problema, uno grande, que el servir a Dios ayuda a su pueblo a evitar tiene que ver con la epidemia de enfermedades venéreas que se esparce muy rápidamente en casi todo país de la Tierra. Las autoridades médicas confiesan que no pueden detenerla.
¿Por qué? Porque el mundo pasa por alto las leyes de Dios que prohíben el adulterio, la fornicación y la homosexualidad; y así es cómo se esparcen las enfermedades venéreas. Pero estas leyes se hacen cumplir entre los siervos de Dios, y de este modo se mantiene limpio a su pueblo. Ellos aprenden a limitar sus relaciones sexuales a donde pertenecen, y Dios nos dice que esto es solamente en el arreglo del matrimonio.
¡Piense en los problemas —las horribles enfermedades, preñeces no deseadas, las riñas, los hogares desbaratados, los dolores de corazón— que los siervos de Dios evitan por completo al hacer las cosas a la manera de Dios en este asunto!
Otra enorme esfera de problemas se relaciona con la vida familiar. ¿Puede el servir a Dios realmente ayudar en esta esfera?
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Mejorando la vida de familia¡Despertad! 1977 | 22 de abril
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Mejorando la vida de familia
LA PROFECÍA bíblica muestra que estos “últimos días” se caracterizarían por un desplome en la unidad familiar.—Rom. 1:29-31; 2 Tim. 3:1-4.
Pero Dios creó a la familia como la unidad fundamental de la sociedad humana, y eso no ha cambiado. Por eso él muestra a sus siervos cómo fortalecer las familias aunque en el mundo se experimenta el desplome familiar. Nos muestra cómo llegar a ser mejores esposos y padres, mejores esposas y madres, mejores hijos e hijas, mejores hermanos y hermanas. No perfectos... pero mejores.
Consejo práctico para los esposos
Entre los muchos excelentes principios bíblicos que nos ayudan a resolver los problemas de la vida de casados, quizás pudiéramos comentar acerca de un número limitado. Uno se encuentra en Efesios 5:28. Allí Dios aconseja lo siguiente al cabeza de familia: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.”
Ahora, combine eso con otro principio que se encuentra en Primera de Pedro, capítulo 3, versículo 7, que muestra que el esposo que sirve a Dios debe considerar la composición física y emocional de su esposa, y, como dice, debe ‘asignarle honra’... sí, “honra,” “como a un vaso más débil, el femenino.”
Si usted realmente ama a su esposa como a su propio cuerpo, y la honra, es decir, realmente le muestra respeto, ¿cómo trata con ella? De seguro que trata de complacerla en todo caso posible. Usted es altruista, y hasta le da primera opción en la mayor parte de las ocasiones. Ciertamente no le grita si la honra altamente, ni la tiene en menos.
Bueno, la Biblia muestra que ésta es la clase de amor y consideración que tiene que cultivar el esposo que es siervo de Dios. ¿Cultivar? Sí, requiere trabajo, práctica, porque éstas no son cualidades que les vengan naturalmente a personas imperfectas, sino que tienen que ser desarrolladas.
Cuando a cierta señora se le preguntó qué cualidad apreciaba más en su esposo, respondió: “Su ternura para conmigo.” Contrario a lo que muchos hombres de este mundo quizás piensen, las mujeres respetables no aprecian a los hombres que son mandones, que las dominan, o que las tratan con falta de bondad.
Además, cuando un esposo cultiva y ejerce cualidades piadosas al tratar con su esposa, descubre que Dios ha construido de tal manera a la esposa en los aspectos mentales y emocionales que ella, en cambio, por lo general responde a ese trato considerado. Probablemente se haga mejor esposa.
No, el esposo no debe abdicar de su posición de cabeza de la familia. Todavía tiene la responsabilidad que Dios le ha dado de llevar la delantera, de tomar las decisiones finales. Pero en la relación del matrimonio hay cosas en las cuales él debe tomar en consideración los puntos de vista, actitudes, deseos y composición de su esposa, porque eso es lo que Dios les dice a sus siervos que hagan.
Este modo de tratar a una esposa sí produce un matrimonio feliz. Muchísimos esposos que son siervos de Dios pueden testificar de esto. Hay el ejemplo de un hombre cuyo primer matrimonio fracasó y terminó en divorcio. Entonces él empezó a estudiar los principios bíblicos, y aceptó los caminos de Dios en cuanto al matrimonio. Más tarde escribió esto: “En el pasado, yo no respetaba a las mujeres. Por la manera en que vivía, fui causa de mucha desdicha para mí mismo y para otros, especialmente para mi primera esposa. Después de empezar a vivir en armonía con la Biblia, pude ver que la mejor manera de vivir era aplicando sus principios. Al tratar a mi segunda esposa de manera cristiana, amándola como me amo a mí mismo, he hallado verdadera felicidad en el matrimonio. Comparativamente, nuestro matrimonio de diez años ha estado sin problemas. Cuando otros me consultan en cuanto a problemas en el matrimonio, los dirijo a lo que la Biblia dice. Sé por experiencia personal que la aplicación de su consejo verdaderamente produce buenos resultados. Por otra parte, los que lo pasan por alto, a sabiendas o sin saberlo, experimentan mucha infelicidad y dolor de corazón.”
Consejo práctico para las esposas
La Biblia también tiene consejo excelente y práctico para las esposas. Tito 2:4, 5 les da el consejo de que “amen a sus esposos, amen a sus hijos, sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetándose a sus propios esposos.”
Es verdad que hoy a muchas mujeres les ofende la idea de sujetarse a sus esposos. Por supuesto, en los casos en que el esposo no practica los principios bíblicos y trata de mala manera a su esposa, entonces la sujeción es muy desagradable.
Pero la sujeción a un esposo que es siervo de Dios y que sí aplica los principios bíblicos no es una carga para la esposa. En vez de eso, encamina las cosas hacia armonía en la familia y buena organización. Y en los casos en que la esposa cumple su parte y muestra a su esposo amor así como lo que dice Efesios 5:33, “profundo respeto,” entonces descubre que por lo común atrae de él lo mejor. Él la trata de manera todavía mejor, porque Dios lo hizo para responder al amor y respeto de una esposa.
Sin embargo, hasta cuando el esposo no es siervo de Dios, la sumisión de esposa
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