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Los venezolanos aprovechan el tesoro inagotable de JehováLa Atalaya 1977 | 15 de diciembre
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poner a la gente en contacto con las “buenas nuevas” del Reino. Pero todavía hay lugares a los que hay que llegar por avión, lancha de río, curiara, burro u otra clase de transportación.
SE AYUDA A UN CIEGO A AYUDAR A OTROS
Personas de todo ramo de actividad y en una variedad de circunstancias se están deleitando en conseguir un conocimiento exacto de la Palabra de Dios. En la isla de Margarita, a cinco horas de la costa del Caribe por transbordador, un ciego de veintiún años aceptó el mensaje de la Biblia. A los doce años de edad él había perdido la vista cuando jugaba con petardos tumbarancho, de tamaño gigantesco. Se había estado ganando la vida como cantante con un grupo local de músicos. Sin embargo, al hacerse testigo de Jehová renunció a este trabajo para evitar el ambiente de beber en demasía y el rufianismo asociado con ello. Ya por casi un año ha estado dedicando unas noventa horas al mes a compartir la verdad bíblica con otros. ¿Cómo lo hace?
Los Testigos le han abierto sus hogares, y diferentes Testigos le ayudan a llegar al territorio donde participa en la proclamación pública de las “buenas nuevas.” Se gana la vida reparando muebles de bejuco... una destreza que adquirió en la Escuela para Ciegos de Caracas, la capital. Allí también aprendió Braille. Esto le ha sido especialmente útil. Por ejemplo, de grabaciones en cinta del manual bíblico La verdad que lleva a vida eterna, ha hecho una traducción al Braille para su propio uso, y esto le ha hecho posible enseñar la Biblia a otros. Tres de sus estudiantes son Testigos ahora.
MARAVILLOSOS CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD
El precioso mensaje de la Biblia ha ayudado a muchos venezolanos a hacer cambios que significan mejoras en la personalidad. Un inmigrante portugués relata lo siguiente:
“Hace unos años tenía amigos que, como yo, robaban y tomaban toda clase de drogas, entre ellas LSD. Una noche yo iba caminando con la pandilla cuando, de repente, alguien gritó: ‘¡Los cuatro Jotas!’ (La inicial de cada uno de nuestros nombres era “J”; Joao, Jesús, Jorge y José.) Poco tiempo después Jorge y José murieron en una lucha con armas de fuego.
“Cuando me encontré en la comisaría por décima vez, culpable de robo, dentro de mí le oré a Dios con todo mi corazón. Le prometí que jamás volvería a robar. Aquella mañana quedé libre.
“Traté de abandonar todo este mundo violento y me puse a trabajar con mi hermano Manuel en su panadería. Un hombre de edad avanzada vino allí y me dejó un ejemplar de ¡Despertad! Me gustó tanto la revista que le pedí más literatura. Cuando vino para llevarme a una reunión en el Salón del Reino, yo había leído todo el libro La verdad que lleva a vida eterna.
“Como el libro mostraba que uno debe bautizarse, yo quería estar preparado. Me dije: ‘Soy demasiado tímido para hablarles a los Testigos del bautismo, pero por si me lo mencionan, pues, ¡tendré puesto mi traje de baño!’ De modo que la primera vez que fui al Salón del Reino llevaba mi traje de baño puesto debajo de mis pantalones.
“Mi hermano Manuel se encolerizó mucho conmigo por mi asociación con los Testigos y empezó a insultarme por ello. Pero ahora mi conducta era muy diferente. Ya yo no tomaba drogas, no robaba, no me emborrachaba ni cometía inmoralidad sexual.
“Mi familia observó el gran cambio que hubo en mí y, uno por uno, empezaron a estudiar la Biblia. Mi hermano Alfonso dijo: ‘Esa religión quizás sea muy mala, ¡pero la gente es buena! Ahora todos, Alfonso y su esposa y Carlos mi hermano más joven están bautizados, y hasta Manuel está estudiando.
“José, el amigo de mi familia, socio de mi hermano en la panadería, también apreció mi buena conducta y efectuó algunos cambios por su propia cuenta. Porque era luchador, previamente había zanjado todo desacuerdo con la fuerza bruta. Pero ahora como Testigo se esfuerza por ser pacífico con todos. A Ernesto, el hermano de José, le atrajo especialmente la esperanza bíblica de un paraíso aquí en la Tierra. Se casó con la madre de sus cuatro hijos, a quien antes había abandonado, y ahora los dos son Testigos bautizados. Finalmente, Fernando el hermano de José y Ernesto se casó con la madre de sus hijos, y los dos se están preparando para el bautismo.
“Yo tenía un gran deseo de servir a Jehová como precursor, pero una deuda grande no me lo permitía. Le oré a Jehová. El dueño del negocio me ofreció un aumento en mi salario diario. Pero le dije que podía darme el aumento o una hora al día, y que yo prefería salir una hora antes, salir del trabajo a las cinco de la tarde en vez de a las seis, para emplear dos o tres horas en el servicio de Dios cada día como ‘precursor.’ Al mismo tiempo yo le oraba a Jehová. El dueño aceptó mi proposición, e inmediatamente empecé a servir de precursor auxiliar.
“Todo se lo debo a la bondad inmerecida de Jehová, porque yo no lo merezco.”
LOS JÓVENES ESTÁN RESPONDIENDO
Entre otros que están efectuando grandes cambios en su vida hay jóvenes. Venezuela en realidad es un país de jóvenes, pues el 70 por ciento de la población tiene menos de treinta años de edad. En vez de fundar sus esperanzas futuras en el negro tesoro líquido de Venezuela, algunos de ellos están empezando a apreciar el tesoro espiritual que Jehová Dios le ofrece a su pueblo.
En una fresca población en las montañas cerca de Caracas, tanto un joven hippie de barba y pelo largos y con una guitarra que colgaba de su hombro como su amigo, un ateo y comunista fanático, habían estado buscando los medios que llevaran a un mundo mejor, y habían estado documentándose en cuanto a las religiones orientales. Finalmente, fueron a la oficina de la sucursal de la Sociedad Watch Tower y pidieron un estudio bíblico gratis. Ambos se limpiaron de su modo de ser anterior y ahora son Testigos bautizados que fundan su esperanza para el futuro en la sabiduría y conocimiento que contienen las Escrituras.
FIEL A PESAR DE OPOSICIÓN
A veces el aceptar la verdad bíblica está acompañado de enconada oposición de familia. Esta fue la experiencia de una joven siria. No sabía nada de Venezuela hasta que un hombre de negocios sirio, que fue de visita desde Venezuela al lugar donde había nacido, la escogió como esposa. Ella se hizo una nueva vida lejos de su familia, y tuvo cuatro hijos. Era tan devota católica romana que su esposo, un materialista, objetaba a que orara y fuera a la iglesia tanto. Cuando una Testigo “precursora” la visitó, la señora siria no podía hablar español, pero con ademanes le comunicó que amaba la Biblia que tenía en idioma árabe.
Se hicieron arreglos para que estudiara en árabe con una Testigo libanesa, por lo general en la casa de otra persona, o por teléfono. El esposo se enfureció porque su esposa hubiera dejado de ser católica romana (lo cual le era más conveniente a él para su negocio) y estuviera estudiando con los testigos de Jehová. Les prohibió a los Testigos que vinieran a la casa. Le prohibió a su esposa que fuera al Salón del Reino. Despidió a la criada, que era testigo de Jehová. Quitó el teléfono. Trajo de Siria a la madre y otros de la familia de ella, para que ejercieran influencia en ella. Empezó a amenazarla con gritos, en ocasiones dejaba de dirigirle la palabra, fingía estar enfermo, y salía de casa con un revólver. Hasta llegó al grado de llevarla a una clínica médica con engaños y luego hacer que la drogaran, esperando eliminar así de su mente el nombre de Jehová. Pero todo fue inútil. Con la ayuda espiritual de varias Testigos, ella continuó progresando, haciendo arreglos para ir a las reuniones y participando en proclamar la verdad bíblica a otros, y llegó a hablar el español con afluencia y se bautizó.
Finalmente, mientras ella esperaba el tiempo en que daría a luz su quinto hijo, el esposo pidió una separación legal. No obstante, él le suministraba bien lo necesario, y ella pudo servir ahora a Jehová sin oposición violenta en casa. Un año después él comprendió que lo había perdido todo... el compañerismo de su hermosa esposa, el gozo de ver crecer a sus cinco hijos, comidas preparadas en casa y servicio de lavandería. De modo que regresó a casa, y la familia está unida ahora.
Además de testificar a la población nativa, los testigos de Jehová se han esforzado por compartir el mensaje de la Biblia con más de medio millón de inmigrantes que han entrado en Venezuela desde la II Guerra Mundial. Algunos de los inmigrantes italianos, portugueses, españoles, de Europa oriental y del Oriente Medio han tenido buen éxito en enseñar a sus parientes acerca de las promesas de Dios sobre un mejor sistema de cosas.
Los siervos de Jehová en Venezuela continúan ayudando a las personas de corazón sincero y honrado a tomar posesión de los tesoros espirituales. Alegra el ver que hay venezolanos respondiendo favorablemente. En vez de cifrar su confianza en la prosperidad que puede suministrar el petróleo, están aprendiendo a mirar a un futuro eterno bajo el reino de Dios mediante Cristo. ¡Qué muchos más lleguen a apreciar el valor duradero de las riquezas espirituales!
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‘Guarden la fiesta con tortas no fermentadas’La Atalaya 1977 | 15 de diciembre
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‘Guarden la fiesta con tortas no fermentadas’
■ Las Santas Escrituras enfatizan la importancia de preservar la pureza de la congregación cristiana. Han de quitarse las influencias que corrompen. En su primera carta a los corintios, el apóstol Pablo aconsejó: “Quiten la levadura vieja, para que sean ustedes una masa nueva, según estén libres de fermento. Porque, en realidad, Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado. Por consiguiente, guardemos la fiesta, no con levadura vieja, ni con levadura de maldad e iniquidad, sino con tortas no fermentadas de sinceridad y verdad.”—1 Cor. 5:7, 8.
Bajo el arreglo de la ley mosaica, la víctima de la Pascua se sacrificaba anualmente, y después de esto seguía la fiesta de siete días de tortas no fermentadas. Sin embargo, Jesucristo se ofreció una vez para siempre. (Heb. 9:25-28) Por lo tanto, el entero derrotero del cristiano en su vida debe ser semejante a una fiesta continua de tortas no fermentadas, libre de todo lo perjudicial y toda la iniquidad. Dentro de la congregación cristiana debe haber una anuencia a mantener pureza personal y de congregación, y a quitar todo lo que corrompa la fe y la moralidad.
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“La parte airosa del día”La Atalaya 1977 | 15 de diciembre
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“La parte airosa del día”
◇ Fue en “la parte airosa [literalmente, el espíritu o viento] del día” cuando Jehová pronunció juicio contra los desobedientes Adán y Eva en Edén. (Gén. 3:8-19) Esto bien pudo haber sido durante el espacio de tiempo que precede a la puesta del Sol, cuando surgen refrescantes brisas en la región donde se cree que estuvo ubicado el Jardín de Edén. El sitio tradicional está en Turquía oriental, a unos 225 kilómetros al sudoeste del monte Ararat y a unos kilómetros al sur del lago Van.
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