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Con hijos y sin cónyuge... cómo vencer los problemas en el mundo modernoLa Atalaya 1981 | 1 de febrero
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Con hijos y sin cónyuge... cómo vencer los problemas en el mundo moderno
“La mujer que realmente es viuda y se halla dejada en indigencia ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día.”—1 Tim. 5:5.
1-3. (a) ¿Qué escribió una viuda? (b) ¿Ha aumentado la cantidad de familias que no tienen padre o madre? ¿Cuáles son algunos de los problemas a los cuales se enfrentan éstas?
“SOY una viuda de 28 años de edad y tengo dos hijos. Me siento muy deprimida, pues no quiero criar a mis hijos sin padre. Parece que no hay nadie que siquiera se interese en mi situación. Mis hijos me ven llorar frecuentemente, y esto los afecta. Sé que no puedo seguir sintiéndome así, pero ¿qué debo hacer?” Esta carta expresa una súplica común de personas que se enfrentan a muchos problemas... las personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge.
2 Los informes mundiales muestran que aumenta rápidamente el número de familias en las cuales falta uno de los padres. En 10 años el número casi se ha doblado en los Estados Unidos, y ha llegado a más del doble en el Canadá. Estas familias constituyen aproximadamente la décima parte de las familias de Australia y de la Gran Bretaña. Se calcula que, de cada cinco niños que actualmente viven en los Estados Unidos, dos pasarán parte de su vida en una familia que carece del padre o de la madre.
3 Hay muchas razones para este aumento. Las guerras y los accidentes automovilísticos han despojado del padre a muchos hogares. A medida que la vida de familia ha ido en deterioro, el abandono, el divorcio y la separación se han hecho comunes. Algunas madres solteras, no queriendo un aborto ni permitir que otros adoptaran a su hijo o hija, han optado por criar a la criatura. La persona con hijos y sin cónyuge tiene que enfrentarse a muchos problemas. La soledad, la crianza de los hijos, el ganarse la vida, los deseos sexuales y la administración de la casa son solo unos cuantos de éstos.
EL CRISTIANISMO TRAE ALIVIO
4. ¿Qué condiciones que existieron durante el primer siglo produjeron muchas familias en las que faltaba un cónyuge?
4 En el primer siglo, durante la infancia del cristianismo, los estragos causados por la guerra, las enfermedades y la decadencia moral también produjeron un sinnúmero de viudas y huérfanos de padre. El divorcio o el abandono eran lo común. Por lo general se dejaba a los hijos de tierna edad con la madre, quien entonces tenía que criarlos sola. El mundo del Imperio Romano era una sociedad despiadada que despreciaba a los débiles. Por eso las viudas estaban expuestas a crueles abusos. Algunas hasta se entregaron a la prostitución como medio de ganarse el sustento.
5. ¿De qué dos maneras ayudó el cristianismo?
5 El cristianismo produjo un cambio verdadero. Llevó compasión a los menos afortunados. Pero, yendo hasta más allá de eso, mediante sus enseñanzas infundió en las personas que se hallaban con hijos y sin cónyuge la fuerza moral que les permitió librarse de los vicios de aquella época. En vez de producir mujeres desvergonzadas, el cristianismo produjo mujeres castas, que tenían gobierno de sí mismas, que amaban a su familia. Hasta los no cristianos reconocieron la diferencia, pues uno de ellos exclamó: “¡Qué mujeres tienen los cristianos!”
6. ¿Qué principios cristianos pueden ayudar a las personas con hijos y sin cónyuge, así como a todos los cristianos, a enfrentarse con éxito a las presiones del día actual?
6 ¿Qué principios cristianos ayudaron a lograr esto? El apóstol Pablo, al ofrecer consejo acerca de las viudas, dijo que la viuda ejemplar “ha puesto su esperanza en Dios y persiste en ruegos y oraciones noche y día.” Indicó que a una viuda de no menos de 60 años de edad se le podía poner en la lista para recibir ayuda si, entre otras cosas, ‘había seguido con diligencia toda buena obra.’ (1 Tim. 5:5, 9, 10) En esto se destacan por lo menos tres principios, a saber: (1) Confiar en Dios ahora y abrigar la esperanza de la vida eterna que él ha prometido; (2) mantenerse en estrecha relación personal con Dios; (3) seguir participando en obra beneficiosa. Veremos que estos tres principios, si se aplican, no solo verdaderamente ayudan a las personas con hijos y sin cónyuge, sino a todos los cristianos, a enfrentarse con éxito a las presiones de hoy día.
CÓMO HACER FRENTE A LA SOLEDAD
7. (a) ¿Por qué se les hace especialmente difícil la soledad a algunas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge? (b) ¿Cómo puede ayudarles el principio que se sugiere en 1 Timoteo 5:10?
7 Cierta persona con hijos y sin cónyuge dijo con suspiros: “Cuando llego a casa y veo esas cuatro paredes, y especialmente después que los niños están acostados, entonces realmente me invade la soledad.” Sí, muchas veces la soledad es el mayor problema al que tienen que enfrentarse estas personas. Aunque el tener una relación más íntima con los hijos es una ayuda, muchos anhelan el compañerismo de adultos. El que la persona se mantenga ocupada en “toda buena obra” es un remedio cuya valía ha sido probada a través del tiempo. Las viudas cristianas del primer siglo ‘hospedaban a extraños, les lavaban los pies a los santos [mediante actos personales de servicio] y socorrían a los atribulados.’ (1 Tim. 5:10) Cuando notó esto, una viuda cristiana de 68 años de edad del día moderno empezó a hacer visitas a otras viudas y visitar asilos de ancianos de las cercanías siempre que se sentía sola. Dijo: “Hallo que al hacer estas visitas, cumplir con mis tareas domésticas y atender a mi espiritualidad, no tengo tiempo para sentirme sola.”
8. (a) ¿Por qué nos ayuda la predicación del Reino en nuestra lucha contra la soledad y la depresión? (b) ¿Realmente surte efecto esto?
8 La predicación del Reino es una “buena obra” que Jesús mandó que se hiciera, una obra que puede dar alivio de la soledad y la depresión. (Mat. 24:14; 28:19, 20) En el caso de una madre sin esposo que se sentía sola y deprimida y que se había retraído, sus amigas la instaron a emprender la obra de testificar de casa en casa. Lo hizo. Cuando tocó a la primera puerta, una señora muy lisiada, pero excepcionalmente alegre, la invitó a pasar. ¿Cómo podía aquella señora sentirse tan feliz? “Es porque tengo mi vida, querida. Estoy viva,” respondió ella jovialmente. Este fue un momento crucial para la Testigo, quien razonó: “Tengo mi salud, el amor de la congregación, dos hijos excelentes y, sobre todo, a Jehová. ¿Por qué debería sentirme infeliz?” El dar ayuda espiritual a otros puede impedir que nos hagamos egocéntricos y que nos compadezcamos de nosotros mismos. El enseñar a otros mantiene viva y fresca nuestra propia esperanza; de modo que seguimos ‘poniendo nuestra esperanza en Dios.’—1 Tim. 5:5.
9. ¿Podrá el trabajo duro siempre hacer que la soledad desaparezca? ¿Qué otra cosa suministra ayuda?
9 Sin embargo, un viudo, ateniéndose a la realidad, declaró: “La soledad no desaparece con simplemente trabajar duro. Muchas veces hay que vivir con ella. Simplemente hay que aguantarla con la ayuda y fortaleza de Jehová.” Esa fortaleza viene cuando uno “persiste en ruegos y oraciones noche y día.” (1 Tim. 5:5) El relatar en oración nuestras actividades del día, y saber que Jehová siempre está escuchando y que a él le importan los detalles de nuestra vida es verdaderamente consolador. El desahogar el corazón ante él “noche y día” ayuda... especialmente de noche cuando, según informan muchos, el problema de la soledad puede hacerse grave.
CÓMO HACER FRENTE A LOS DESEOS SEXUALES
10. (a) ¿Cuándo pueden los deseos sexuales convertirse en un problema serio? (b) ¿Cómo ‘se entrega uno a la gratificación sensual,’ y en qué puede resultar esto?
10 Muchas personas con hijos y sin cónyuge tienen ansia de disfrutar del compañerismo cariñoso del matrimonio y de las relaciones íntimas del lecho conyugal. Ciertamente esos sentimientos no son incorrectos en sí mismos. El deseo de volver a casarse es natural. El problema se presenta cuando la persona decide satisfacer esos “impulsos sexuales” prescindiendo del costo. Esto sucedió en los días del apóstol Pablo. Algunas viudas jóvenes permitieron que “sus impulsos sexuales se [interpusieran] entre ellas y el Cristo.” (1 Tim. 5:11, 12) Eso era serio porque, en realidad, al hacer eso la persona estaba diciendo: ‘Mis necesidades sexuales son demasiado grandes. ¡Tengo que hacer algo para dar alivio a mi cuerpo!’ Poco a poco aquellos deseos corporales o sensuales se hicieron la cosa de importancia en la vida, más importantes aún que los intereses espirituales. Estos deseos pudieran intensificarse hasta tal punto que la persona ‘se entregara a la gratificación sensual’ y así llegara a estar ‘muerta aunque estuviera viviendo.’ (1 Tim. 5:6) El interés de esa persona en asuntos espirituales moriría. La misma cosa puede sucederle a cualquier cristiano o cristiana hoy día. Uno puede ‘suicidarse en sentido espiritual’ si, por estar tan absorto en satisfacer los “impulsos sexuales,” pasa por alto las normas bíblicas de moralidad.
11. ¿Cómo puede uno ‘amortiguar su apetito sexual’?
11 Por eso, la Biblia nos exhorta: ‘Amortigüen los miembros de su cuerpo en lo que toca a apetito sexual.’ (Col. 3:5) Pero, ¿cómo? Por medio de proteger la mente y el corazón. Si usted estuviera tratando de atenerse a una dieta y dominar su apetito, su deseo de comer alimentos, ¿leería usted revistas que tuvieran ilustraciones de platos deliciosos, o vería usted programas televisados acerca de cocinar? ¿Se asociaría con personas que constantemente estuvieran hablando de comida? ¡Por supuesto que no! Lo mismo aplica al “apetito sexual.” Una viuda declaró francamente: “Estamos en un mundo que simplemente nunca cesa de hablar de asuntos sexuales. Por eso, escojo con cuidado mi entretenimiento y a las personas con quienes me relaciono socialmente. El diabético ciertamente no querría pegar la nariz contra el escaparate de una confitería.”
12, 13. (a) ¿Qué se necesita para cultivar una relación personal con Jehová? (b) ¿Por qué son tan importantes los “ruegos,” y cómo puede uno obrar en armonía con ellos?
12 Sin embargo, para seguir venciendo estos deseos, día tras día, es preciso que la persona desarrolle una íntima relación con Dios. Además del estudio personal y la meditación, esto requiere persistencia en “ruegos.” (1 Tim. 5:5) Pablo no solo menciona oraciones en general, sino que dice “ruegos.” Estas son peticiones a Dios en las que se expresa una necesidad intensa. Son súplicas sinceras, sí, un implorar ayuda, tal vez con “fuertes clamores y lágrimas.”—Heb. 5:7.
13 ¿Son así de intensas las oraciones que usted hace por gobierno de sí mismo y fortaleza? ¿Persiste en ellas? ¿Ora usted precisamente en el momento en que estos deseos se hacen fuertes? ¿Se expresa usted de modo específico, tal vez revelándole a nuestro Padre cosas que no confiaría a otro ser humano? Además, ¿obra usted en armonía con sus oraciones? Una cristiana dijo: “No le pida a Jehová ayuda para vencer los deseos sexuales y luego piense constantemente en lo sexual. Es cierto que durante determinados períodos del mes sus impulsos sexuales pueden ser muy grandes. Mantenga activa su mente por medio de hacer otras cosas. Vaya a visitar a alguien. Dé un paseo o haga cualquier cosa que cambie el tema. Manténgase lo más ocupada posible durante esa parte del mes.” Otra que también vio el valor de mantenerse ocupada en “toda buena obra” concordó con eso, y dijo: “Estregue y limpie las ventanas. Estregue el piso. Excave la tierra. Yo lo he hecho. ¡Surte efecto!” Cuando uno ve que Jehová está ayudándole a habérselas con este problema —no, no por medio de hacer un milagro, sino por lo menos por medio de dar a uno las fuerzas que necesita para enfrentarse al problema cada día— uno va a sentirse más allegado a Dios.
14. (a) ¿Qué puede suceder si alguien no tiene una relación estrecha con Jehová? (b) ¿Qué pueden hacer las personas con hijos y sin cónyuge mientras esperan un cristiano o cristiana con quien casarse?
14 Sin esta preciosa “intimidad con Jehová,” alguien pudiera empezar a buscar un cónyuge prescindiendo del costo, tal vez hasta concertando citas con personas mundanas. (Sal. 25:14) Una que hizo eso confesó lo siguiente: “El verdadero problema era que yo no me había allegado a Jehová. Cuando tuve la oportunidad de casarme, la idea me pareció muy buena. Olvidé las normas morales que se me habían enseñado. Entonces, un día me di cuenta de que el hombre sólo estaba interesado en sí mismo y no en el matrimonio. Entonces tuve que vivir con una conciencia que me remordía.” Es cierto que el estar soltero o soltera puede ser difícil, pero note esta advertencia de una cristiana divorciada: “Hay una cosa que, por mucho, es peor que el estar soltero o soltera. ¡Es estar casado o casada con un mal cónyuge!” Siempre existe la posibilidad de hallar cónyuge entre los cristianos devotos, alguien “en el Señor.” (1 Cor. 7:39) Algunos han esperado muchos años para conseguir un cónyuge de esa clase. Entretanto, sus circunstancias no los han amargado ni abrumado. Prudentemente se valieron del tiempo para desarrollar las cualidades que los harían mejores cónyuges. Como lo expresó una madre sin cónyuge: “Me pregunto: ‘¿Soy yo la mujer espiritual a quien alguien escogería?’ Si soy miserable estando soltera, entonces probablemente sería una cónyuge miserable para alguien.”
ADMINISTRANDO UN HOGAR Y CRIANDO A LOS HIJOS
15. (a) ¿Qué han hecho algunos padres y madres sin cónyuge para tener éxito en la administración de su hogar? (b) ¿Tiene usted algunas sugerencias adicionales?
15 Aunque es una tarea agotadora, muchas madres sin cónyuge han imitado a la mujer capaz que se describe en Proverbios 31. Aunque estaba casada, tenía la supervisión general de la casa. Ahorraba dinero por medio de comprar con cuidado, hacer sus propias prendas de materias primas y no desperdiciar los alimentos, puesto que preparaba una “porción prescrita.” (Pr 31 Vss. 13-15, 19) Empezaba a la madrugada y trabajaba hasta tarde. (Pr 31 Vss. 15, 18) Hacía artículos y los vendía. (Pr 31 Vs. 24) Empleaba “sus propias manos” para atender a los quehaceres. (Pr 31 Vss. 17, 19) Hoy, a fin de aprender a emplear “sus propias manos” con destreza, algunas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge han leído libros sobre cómo uno mismo puede construirse o hacerse cosas que necesita, y han pedido consejo a profesionales. (Muchas veces, después de explicar su situación, han recibido instrucciones gratuitas de expertos.) Otras personas han hablado de sus necesidades a compañeros testigos de Jehová que poseen ciertos conocimientos y destreza, y éstos, cuando han estado disponibles, han prestado ayuda bondadosamente. Todo esto mantiene bajos los gastos.
16. ¿Por qué es vital confiar en Dios, y el ejemplo de quién sirve para ilustrar la necesidad de hacer esto?
16 Sin embargo, a pesar de todo lo que una viuda pueda hacer, en vista de que los tiempos están empeorando la viuda tiene que confiar en Dios respecto a las provisiones diarias. Un buen ejemplo de alguien que ‘puso su esperanza en Dios’ fue una madre sin cónyuge que, en los días de Elías el profeta de Dios, vivía en la ciudad de Sarepta. En armonía con las instrucciones de Jehová, Elías pidió a la viuda la última pequeña porción de alimento de ella, a la vez que le prometió que Dios proveería. ¿Qué habría hecho usted? Ella tenía suficiente para una última comida. Por lo menos aquella sola comida era algo con lo cual ella podía contar. No obstante, a causa de su fe, cedió lo que era seguro por lo que no era seguro. Se cumplió la palabra que Dios habló mediante el profeta. A ella y a su hijo nunca les faltó alimento. Así mismo hoy día, los padres sin cónyuge, junto con todos los cristianos, tienen que mostrar confianza en Dios por medio de buscar primero Su reino y obrar de acuerdo con Sus normas justas. Entonces verán que él provee.—1 Rey. 17:8-16; Luc. 4:25, 26; Mat. 6:31-33.
17. ¿Qué no deben olvidar jamás los padres y las madres sin cónyuge si quieren criar a sus hijos con éxito, y por qué?
17 Se puede lograr la tarea difícil de ser tanto “madre” como “padre” para con los hijos, y criarlos correctamente, si el padre o la madre nunca olvida lo que debe ser de mayor importancia en el hogar. Note la respuesta bíblica:
“Mejor es un poco en el temor de Jehová que una abundante provisión y la confusión junto con ella. Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y odio junto con él.” (Pro. 15:16, 17)
El verdadero valor de la comida no depende de lo que se pone en la mesa, sino de lo que está en el corazón de los que comen juntos. El amor y un temor sano a Dios es lo que verdaderamente vale.
18. (a) ¿Qué han hecho algunas madres sin cónyuge para tener dinero y al mismo tiempo cuidar de sus hijos? (b) ¿Qué otra cosa cree usted que pudiera hacerse?
18 Algunas madres sin cónyuge, a fin de tener tiempo para ayudar a sus hijos a desarrollar el temor de Dios y al mismo tiempo tener el dinero que necesitan, han emprendido, frecuentemente con la ayuda de sus hijos, la venta de artículos que ellas mismas han hecho en casa, o han ejecutado servicios en el hogar.a Otras se han aprovechado de la ayuda gubernamental a la cual tuvieran el derecho legal y moral. Algunas han optado por un estilo de vida menos costoso a fin de arreglárselas con un trabajo de media jornada, como lo hizo una cristiana que tenía cuatro hijos. Ella dijo: “Quería estar con mis hijos la mayor cantidad de tiempo posible. Bastaba el mal de que no tuvieran padre sin que se les privara de su madre también.” Por supuesto, no toda persona podrá hallar trabajo tan conveniente. Pero estas madres pueden mantener un ambiente de afectuoso amor en el hogar si hablan de la situación a los hijos y les explican por qué se les hace necesario el trabajo seglar, y si pasan todo el tiempo posible con ellos.
19. (a) ¿Qué significa para los padres el que ‘amen a sus hijos’? (b) ¿Por qué no siempre es esto fácil para la madre sin esposo?
19 El ‘amar a sus hijos,’ lo cual incluye dar la disciplina necesaria, es esencial. (Tito 2:4; Pro. 13:24) Esto ayuda a evitar que los hijos, que ya han perdido un progenitor, se sientan inseguros. Puesto que algunas mujeres tienden a ser sentimentales, puede que el disciplinar requiera verdadero esfuerzo por parte de ellas. Pero recuerde: la disciplina, que puede incluir castigo, le comunica a la criatura que usted la ama lo suficiente como para no permitir que se meta en dificultad.
20. (a) ¿Qué han hecho algunas personas para mantener una estrecha relación con sus hijos? (b) ¿Qué bendición doble proviene de permanecer cerca de los hijos y criarlos correctamente?
20 Los padres y madres sin cónyuge que han mantenido una relación estrecha con sus hijos sugieren lo siguiente:
“Aparte un tiempo especial para estar con sus hijos y no deje que nada se interponga. Los quehaceres domésticos siempre estarán allí; los hijos no. Concéntrese en edificar espiritualmente a sus hijos.” “Tuve que templar mi disciplina con comprensión debido al golpe que recibieron al perder a su madre. Les hablo en toda oportunidad, sin importar la hora que sea del día o la noche. Pasamos momentos agradables de compañerismo íntimo cuando preparamos la cena. Es entonces cuando realmente me hacen confidencias.”
Esa clase de amor surte efecto. Los hijos pueden verlo y sentirlo. Aunque todo este esfuerzo que la crianza de los hijos exige es agotadora, el padre o la madre tiene la espléndida satisfacción de verlos crecer y llegar a ser alabadores responsables de Jehová. Además, este trabajo es una protección moral para el padre o la madre.—1 Tim. 2:15.
LA SOLUCIÓN COMPLETA... EL NUEVO ORDEN
21. (a) ¿Son fáciles de resolver los problemas de los padres y madres sin cónyuge? (b) ¿Qué se logra mediante un proceder de fidelidad?
21 “Participo casi todos los días en la obra de predicar. Estudio y oro constantemente,” dijo una viuda, que confesó: “Sin embargo, cada noche me quedo dormida llorando.” Sí, los problemas a los cuales tiene que enfrentarse el padre o la madre sin cónyuge son difíciles de resolver. Frecuentemente es una lucha diaria. Sin embargo, cada día que el cristiano despliega aguante y persevera es otra bofetada asestada a la cara de Satanás, quien hizo la acusación de que las personas dejarían de servir a Dios cuando las circunstancias se hicieran difíciles. (Job 1:9-11; Pro. 27:11) Reconozca que actualmente a nadie le toca experimentar una vida en la cual todo sea perfecto. “Toda la asociación de sus hermanos en el mundo” está sufriendo. (1 Ped. 5:9) Los problemas de otra persona pueden diferir de los suyos, pero son tan intensos para esa persona como los suyos para usted. Prescindiendo de los problemas que usted tenga, las condiciones pudieran ser peores. Por eso, trate de pensar detenidamente en los aspectos positivos de su vida al mayor grado posible.
22. (a) ¿En qué debemos tener fijos los ojos, y por qué? (b) ¿Qué se considerará en el siguiente artículo?
22 Ante todo, tenemos que mantener los ojos fijos en la esperanza viva de un sistema venidero que traerá satisfacción perfecta. Como dice el apóstol Pablo: “Tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven [las tribulaciones que nos pueden dejar perplejos y derribarnos], sino en las que no se ven [la esperanza de la vida eterna]. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” Sí, las presiones del sistema actual que causan tanta frustración finalmente terminarán. Las bendiciones del Nuevo Orden, ya tan cerca, serán interminables. Manténgalas claramente enfocadas y ‘no se rendirá,’ no se dará por vencido. (2 Cor. 4:8, 9, 16-18) Pero, ¿qué pueden hacer otros para ayudar a estas personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge? Esto se considerará en el artículo siguiente.
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¿Puede usted ayudar a las viudas y a los huérfanos de padre “en su tribulación”?La Atalaya 1981 | 1 de febrero
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¿Puede usted ayudar a las viudas y a los huérfanos de padre “en su tribulación”?
1, 2. (a) ¿Cuál es la diferencia entre “ver” a una persona que está en aflicción y “cuidar” de ella? (b) Según Santiago 1:27, ¿qué responsabilidad trae consigo la adoración verdadera?
HAY una enorme diferencia entre ver a una persona en su aflicción y cuidar de ella. La adoración verdadera debería transformar a las personas de individuos que observan indiferentemente en ayudantes solícitos de sus compañeros de creencia, porque “la forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.”—Sant. 1:27.
2 En Santiago 1:27 la palabra del griego original que se traduce “cuidar de” se define como ‘ocuparse de, proveer para.’ Comunica la idea de visitar a alguien para proporcionarle la ayuda que necesita. Esta ayuda se recibe con un sentido de profundo aprecio.
LOS HIJOS PUEDEN PROVEER AYUDA VALIOSA
3, 4. (a) Según 1 Timoteo 5:4, ¿quiénes deben interesarse en ayudar a las viudas? (b) ¿De qué maneras pueden prestar ayuda los hijos de madres o padres sin cónyuge, y cuál es el mejor apoyo que estos hijos pueden dar?
3 El apóstol Pablo muestra quiénes deben interesarse en ayudar a las viudas, al decir: “Si alguna viuda tiene hijos o nietos, que éstos aprendan primero a practicar devoción piadosa en su propia casa y a seguir pagando la debida recompensa a sus padres y abuelos, porque esto es acepto a la vista de Dios.” (1 Tim. 5:4) Aunque esta declaración tiene que ver con hijos adultos, aun los menores de edad pueden aprender a manifestar su devoción a Dios por medio de pagar “la debida recompensa” a sus padres, que han hecho tanto por ellos. Pero, ¿cómo pueden hacer eso? Algunos jóvenes dan ayuda financiera, como lo hizo uno que ofreció todo lo que había ahorrado de su trabajo de media jornada a fin de pagar una cuenta inesperada. “Esta clase de generosidad de parte de un hijo de 14 años de edad,” dijo su madre con rostro radiante, “me anima a tal grado que no puedo expresarlo con palabras.”
4 Aunque los hijos no puedan contribuir dinero, pueden dar cosas mucho más importantes... agradecimiento y obediencia. (Pro. 23:22; Efe. 6:1-3) La mayoría de los padres y las madres sin cónyuge se preguntan: “¿Estoy criando bien a mi hijo?” Imagínese el gozo que tuvo un padre sin esposa cuando su hijito le preparó una tarjeta en la que decía: “Te quiero muchísimo y sé que verdaderamente te esfuerzas.” Bueno, si tú, el lector, eres el hijo o la hija de una madre sin esposo o de un padre sin esposa, ¿le has dicho últimamente a tu papá o a tu mamá cuánto agradeces los sacrificios que él o ella hace por ti? ¿Eres pronto a obedecer? ¿Sabes lo que quiere decir lavar los platos obedientemente, sacar la basura, hacer tus tareas escolares, llegar a casa a tiempo, ser aseado y, sobre todo, estudiar con regularidad tus lecciones bíblicas? El obedecer de buena gana en cuanto a estos asuntos es el mejor apoyo que puedes dar a tu padre o a tu madre.
CÓMO PUEDE AYUDAR LA CONGREGACIÓN
5. (a) ¿Qué quiere decir compartir “sentimientos como compañeros,” y por qué es esto tan importante? (b) ¿De qué maneras pudiera nuestra congregación manifestar el ‘sentimiento de compañero’ a los padres y madres sin cónyuge?
5 “Ha sido difícil y a veces la carga se me hace demasiado pesada,” dijo una madre sin esposo y que tiene seis hijos, incluso un par de gemelos de 17 meses de edad. “Sin embargo, de vez en cuando uno de los hermanos o hermanas [de la congregación] me dice: ‘Juana, usted está logrando un trabajo excelente. Va a valer la pena.’ El solo saber que otros están pensando en una y que una les importa es muy provechoso.” Esto muestra la manera en que todos pueden ayudar. “Todos ustedes,” insta el apóstol Pedro, “sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos.” (1 Ped. 3:8) Póngase en la situación de la otra persona. Una palabra bondadosa, una sonrisa que brote del corazón, pueden significar mucho. Sea compasivo más bien que dispuesto a criticar.
6. ¿Por qué sería verdaderamente reprensible ante Dios la persona que actuara como la que se describe en 1 Juan 3:17?
6 El amor verdadero abarca más que palabras bondadosas. Justamente antes de instar a los cristianos a expresar su amor activamente por medio de obras, el apóstol Juan escribió: “Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida y contempla a su hermano pasar necesidad y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera permanece el amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17) La palabra original que se traduce “contempla” quiere decir no simplemente echar una ojeada, sino mirar detenida y deliberadamente. Se emplea al hablar de un general que inspecciona a un ejército. Ciertamente éste, al mirar, está interesado en notar detalles. Por eso, imagínese la escena que Juan pinta: Alguien que tiene los medios con los cuales ayudar, después de dar una mirada cuidadosa a su hermano, percibe que existe una necesidad, luego cierra y echa llave a la puerta de su corazón. Rehúsa ayudar. ¡Qué frío! Nos sentimos agradecidos del hecho de que las respuestas negativas de esa índole son excepciones raras entre los testigos de Jehová. Innumerables informes muestran la generosidad que éstos despliegan para con los que ‘pasan necesidad.’
7. Cuando se descuida a las familias que carecen de padre o madre, ¿cuál es, por lo general, la razón, y cómo puede remediarse el problema?
7 Sin embargo, ha habido casos de descuido. Generalmente éstos han ocurrido porque no se ha ‘contemplado’ la necesidad. No se hizo una ‘observación cuidadosa’ que desplegara interés para con los necesitados. Bueno, ¿qué situación existe en su congregación? ¿Está usted realmente consciente de las circunstancias de las viudas y de los huérfanos? ¿Ha hecho usted últimamente algo más que solo saludarlos? ¿Los ha invitado alguna vez a una comida o a una reunión social para poder conocerlos mejor? Estas preguntas nos ayudan a ver si realmente estamos ‘contemplando’ la condición de las familias de nuestra congregación que tienen solo padre o madre.
8. ¿Cómo han ayudado algunos miembros de la congregación a las familias necesitadas en las cuales solo hay el padre o la madre?
8 No se requiere gran riqueza para ayudar. Muchos, al ver que existe una verdadera necesidad, han compartido con los necesitados el alimento que para ellos es sobrante, o les han pasado ropa que ha quedado chica a sus propios hijos. Algunos hasta han enseñado aptitudes prácticas, como la de coser, a estas personas que se hallan con hijos pero sin cónyuge, para que puedan arreglárselas mejor. Un viejo proverbio dice: “Dale al hombre un pescado, y lo alimentas por un día. Enséñale a pescar, y lo alimentas por toda la vida.” Una madre sin esposo escribió: “Una hermana me dio una máquina de coser, dos largos de tela y lecciones de costura. Desde entonces he ahorrado centenares de dólares.”
9. ¿Qué punto de vista equilibrado deben tener las familias sin padre o sin madre respecto a recibir ayuda de otros?
9 Sin embargo, ¿deberían las personas que tienen hijos y se hallan sin cónyuge esperar como cosa normal que les llegue la ayuda “a torrentes,” y sentirse desanimadas si no sucede así? Es preciso mantener un punto de vista equilibrado. A la vez que la persona se siente agradecida por cualquier ayuda que otros le ofrezcan, debe preguntarse: “¿Estoy haciendo todo lo posible por encargarme de la situación en que me encuentro?” Como lo expresó una de estas personas con hijos y sin cónyuge: “Nadie puede en realidad echarse la carga de una familia adicional. El que no se ayuda a sí mismo, no está aceptando su plena responsabilidad. La persona tiene que aprender a valerse por sí misma.” Hay ejemplos bíblicos de viudas fieles que dieron de sí mismas, más bien que haber esperado que otros les rindieran servicio. (Luc. 2:36-38; Mar. 12:42-44) Una madre sin esposo y de escasos recursos económicos, que luchó por muchos años para criar a dos hijos, tenía en su pared una placa que decía: “Los que llevan alegría a la vida de otros no pueden menos que ser alegres ellos mismos.” Por 12 años, como evangelizadora de tiempo completo, eso es precisamente lo que ella ha hecho. Ha dado de sí misma, y ahora, a la edad de 73 años, todavía da para ayudar a otras personas. Como resultado de esto, nunca ha sufrido necesidad.—Pro. 11:25.
10. ¿Qué evidencia hay de que las hermanas maduras del primer siglo desempeñaron un papel importante en ayudar a las viudas y a los huérfanos?
10 No cabe duda de que en el primer siglo las mujeres maduras desempeñaron un papel importante en ayudar a las viudas y a los huérfanos. De algunas viudas se dice que ‘socorrieron a los atribulados,’ y entre éstos tal vez estuvieron algunas familias sin padre o sin madre. (1 Tim. 5:10) En su carta a los cristianos de Roma, la cuarta parte de las personas a quienes Pablo envió saludos eran mujeres que habían servido fielmente con la congregación o a favor de ella. De algunas se dice específicamente que trabajaron duro o efectuaron labores “en el Señor.” (Rom. 16:3-15) A la mujer Febe, “ministra de la congregación” (evidentemente sirvió de manera no oficial atendiendo a las necesidades personales de otros), se le describe como “defensora de muchos.” Sin duda ella tomó la iniciativa en cuanto a ayudar a “muchos,” lo cual fortaleció a la congregación. Hoy, al igual que Febe, cristianas maduras dan estímulo y ayuda amorosos, lo cual incluye dar de sus recursos materiales para ayudar “a los atribulados.”—Rom. 16:1, 2.
11. (a) ¿Qué clase de ayuda pueden dar las hermanas maduras a las madres sin cónyuge? (b) ¿Qué ejemplo puede citar usted? ¿Sabe usted de otros casos?
11 Muchas cristianas de edad avanzada proveen ayuda de índole espiritual y emocional por medio de ser “maestras de lo que es bueno,” para ‘hacer volver a su sentido a las mujeres jóvenes’ como resultado de ofrecerles consejo con despliegue de comprensión. (Tito 2:3-5) Por ejemplo, después que una madre sin cónyuge oyó un discurso bíblico sobre el matrimonio, empezó a llorar. Una cristiana de más edad le preguntó qué pasaba. Con lágrimas, la otra respondió: “Oh, supongo que solo me estoy mirando a mí misma con lástima.” La mujer mayor empezó a hablarle. Sabía cómo se sentía la deprimida, porque 20 años atrás su esposo la había abandonado a ella. La más joven comentó: “Ella fue la que más me ayudó. Me hablaba por largos ratos y me invitaba a participar con ella en la obra de predicar. Le he tenido mucho cariño.” Muchas cristianas maduras han hecho el esfuerzo de allegarse a personas como ésta y han ofrecido ser para ellas “un paño de lágrimas,” y hasta han considerado con ellas problemas muy personales de los cuales un varón cristiano, por sí solo, no pudiera haberse encargado adecuadamente.
ANCIANOS, ‘ALEGREN EL CORAZÓN DE LAS VIUDAS’
12. ¿Cómo pueden los ancianos ‘alegrar el corazón de las viudas’?
12 “El corazón de la viuda yo alegraba,” dijo Job en los tiempos precristianos. (Job 29:13) Él “sentía” el dolor que experimentaban las viudas. Más bien que aumentar ese dolor con una palabra o acción irreflexiva, él obró de modo que ellas se alegraran interiormente... en el corazón. Hoy los ancianos de las congregaciones cristianas pueden hacer lo mismo por medio de dar seguridad, a las personas que se encuentran en esta situación, de que la congregación es una familia cariñosa, y hacer que ellas sientan que en realidad son parte de ella. Los superintendentes pueden compartir con estas personas un texto consolador de la Biblia que muestre las bendiciones que vienen como resultado de la fidelidad. El que compartan “sentimientos como compañeros,” el que se pongan en la situación de la otra persona, ayudará a los superintendentes a tratar de comprender las tremendas presiones emocionales y mentales que afligen a muchos padres y madres que no tienen cónyuge. (1 Ped. 3:8) Por consiguiente, las personas necesitadas no vacilarán en acudir a los ancianos por ayuda. Cada uno de estos hombres espirituales verdaderamente puede ser como un “escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido.”—Isa. 32:1, 2.
13. ¿Por qué pueden los padres o las madres sin cónyuge dirigirse a los ancianos para conseguir ayuda con relación a tomar decisiones importantes, y qué clase de ayuda debe dárseles?
13 La Biblia predijo que Dios volvería a poner “consejeros” capacitados entre su pueblo antiguo. (Isa. 1:26) De manera similar, las personas con hijos y sin cónyuge pueden acudir a los ancianos en busca de consejo al tener que tomar decisiones importantes. Cuando se les aborde, los ancianos deben proveer “dirección diestra” y ayudar a los que les piden consejo a reconocer los principios bíblicos envueltos en el asunto que se esté considerando. No obstante, la función del anciano o de cualquier otra persona a quien se acuda en busca de ayuda es la de ‘aconsejar,’ no la de tomar decisiones para otros.—Pro. 11:14; Gál. 6:5.
14. (a) ¿Por qué deben los ancianos tratar de “reajustar” a alguien que dé un paso en falso? (b) ¿Cómo se empleaba en el primer siglo la palabra griega para “reajustar,” y cómo debe el conocimiento de esto afectar el modo en que se efectúe el “reajustar”?
14 Tal vez un anciano note que, debido a las presiones, alguna persona que tiene hijos pero se halla sin cónyuge está dando un “paso en falso,” como el de concertar citas con un no creyente. Quizás la persona no se dé cuenta del todo de lo grave que es ese paso. “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello,” recomienda la Biblia, “ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad.” (Gál. 6:1) Así los ancianos y otros pueden impedir que un “paso en falso” se convierta en todo un derrotero descarriado. La palabra griega para “reajustar” también se traduce ‘remendar.’ (Mar. 1:19) En el primer siglo se empleaba para describir el restablecimiento o reducción de un hueso roto. Aunque el médico tiene que aplicar cierto grado de presión, ¡con cuánta ternura procede a restablecer o reducir el hueso! El objetivo sería ‘remendar’ el daño, no empeorarlo. Por eso, “con espíritu de apacibilidad” los ancianos que quieren llegar al corazón de una persona que está en peligro de descarriarse procederán a razonar con ella tiernamente, pero de manera clara, y suministrarle ayuda para que vea por qué el aplicar el consejo de la Palabra de Dios es lo más provechoso para ella, y así la pondrán en camino a restablecerse espiritualmente.
15. (a) ¿En qué casos pudiera ser necesario que los ancianos organizaran ayuda para viudas necesitadas? (b) ¿Por qué necesitan los ancianos la ayuda de otros miembros de la congregación?
15 A veces los ancianos tendrán que organizar ayuda para las viudas solitarias. En Trinidad, una viuda cristiana de 79 años de edad enfermó gravemente de cáncer incurable y precisaba atención 24 horas al día. Aunque recibía una pensión pequeña del gobierno, no tenía parientes que la ayudaran. Para evitar que la tarea cayera sobre solo unas cuantas personas, los ancianos organizaron en equipos a las cristianas que ofrecieron ayudar, y les fijaron horarios. Por más de seis meses estas mujeres atendieron a su hermana espiritual, cocinando para ella y haciéndole la limpieza, transportándola, lavándole la ropa y hasta bañándola cuando ya no podía moverse. Este ejemplo de amor verdaderamente impresionó a los vecinos. Claro, los ancianos no pueden hacer todo lo que se necesita en casos como éste. Por lo general, tienen sus propias familias a las cuales atender. Pero se alegran de hacer lo que pueden, y agradecen el que otros tomen la iniciativa en lo que tiene que ver con ayudar en circunstancias como ésta.
HERMANOS, ‘LIBREN A LOS HUÉRFANOS DE PADRE’
16. (a) ¿Cuál es una de las principales causas de preocupación para las madres sin cónyuge respecto a sus hijos varones? (b) ¿Quiénes pueden ayudar, y cómo?
16 Si no hay padre en la familia, la madre naturalmente se preocupa por la falta de la influencia de un padre en el hogar, especialmente en el caso de hijos varones. Los hombres de la congregación deben sentirse como Job, quien dijo: “Yo libraba . . . al huérfano de padre y a cualquiera que no tuviera ayudador.” (Job 29:12) A menudo lo que se necesita es una manifestación de interés sincero. A estos muchachos se les podría invitar personalmente a participar con ustedes en la testificación, en ciertas actividades en el Salón del Reino y hasta en algún recreo sano. Esta atención pudiera ‘librar’ al muchacho de un proceder mundano y atraerlo a la congregación.
17. (a) ¿Quién fue un buen ejemplo de alguien que ‘libraba a los huérfanos de padre,’ y con qué resultados? (b) Al ofrecer ayuda a los hijos de otra persona, ¿qué tendría que considerar un hermano casado?
17 El apóstol Pedro fue uno que ‘libraba a los huérfanos de padre.’ Él trató a Juan Marcos como amigo y hasta lo llamó “Marcos mi hijo.” (1 Ped. 5:13) Es probable que María, la madre de Marcos, viviera sin esposo, porque el relato dice que Pedro fue a la casa de ella, no a la de su esposo. (Hech. 12:12) Sin lugar a dudas la excelente asociación espiritual que Marcos tuvo con Pedro y con otros cristianos contribuyó a que Marcos se hiciera misionero y hasta escribiera un libro de la Biblia. Él es un buen ejemplo para los muchachos a quienes una madre tiene que criar sola. Naturalmente, todo hermano casado tendría que reconocer que bíblicamente tiene una responsabilidad mayor... la de cuidar de su propia familia primero. Mientras se encarga de no desatender a “los que son suyos,” mucho bien puede resultar de manifestar interés en estos huérfanos de padre al grado que sea provechoso y hasta donde lo permitan las circunstancias.—1 Tim. 5:8.
LA BASE PARA ESTA AYUDA... EL AMOR ABNEGADO
18. (a) ¿Qué clase de amor identifica al cristianismo genuino, y cómo lo manifestó Jesús? (b) ¿Cómo podemos nosotros desplegar esa clase de amor?
18 Lo que identifica al cristiano verdadero no es simplemente el amor, sino el amor abnegado. Jesús dijo a sus discípulos: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:34, 35) El ejemplo de dar que él dejó habría de ser la norma. Él “no se agradó a sí mismo.” “Se hizo pobre por causa de ustedes.” “Se dio a sí mismo [por medio de una muerte de sufrimiento horrible] por nuestros pecados.” Solo por medio de imitar este modelo de amor podrían sus discípulos manifestar la atención y el cuidado que necesitarían las viudas así como los huérfanos y las huérfanas de padre durante “su tribulación.”—Rom. 15:3; 2 Cor. 8:9; Gál. 1:4; Sant. 1:27.
19, 20. (a) ¿Es siempre fácil manifestar amor abnegado? ¿Por qué sí, o por qué no? (b) ¿A quiénes especialmente debemos interesarnos en ayudar?
19 A medida que se intensifican las presiones y se nos hace más difícil atender nuestros propios problemas, fácilmente nos hacemos insensibles a la situación penosa en que se encuentra otro y quedamos preocupados con los asuntos de nuestra propia vida. Hasta en el primer siglo algunos que habían sido “enseñados por Dios a amarse los unos a los otros” tenían que seguir “haciéndolo en medida más plena.” (1 Tes. 4:9, 10) ¿No deberíamos examinar francamente nuestra propia actitud y acciones para con nuestros hermanos y hermanas cristianos que se hallan en circunstancias desafortunadas? Un amor como el de Jesús exigiría que entregáramos nuestra vida por nuestros hermanos. Sin embargo, si estamos dispuestos a entregar nuestra vida por nuestros hermanos, ¿cuál debe ser nuestra actitud en cuanto a compartir nuestro “pan” cuando ‘contemplamos a nuestro hermano pasar necesidad’?—1 Juan 3:17.
20 El cumplir con nuestras responsabilidades bíblicas nos mantiene a todos muy ocupados. Frecuentemente quisiéramos poder hacer más para ayudar a otros. Sin embargo, si de buena gana hacemos lo que podemos, podemos tener la seguridad de que Jehová conoce nuestras limitaciones y aprecia lo que hacemos. “Mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe.”—Gál. 6:10.
TODOS TRABAJAN JUNTOS PARA SOPORTAR LAS TRIBULACIONES
21. (a) ¿Qué pueden hacer los padres o las madres sin cónyuge a fin de enfrentarse con éxito a las presiones de la actualidad? (b) ¿Cómo pueden ayudarles otros miembros de la congregación? ¿Es importante esta ayuda?
21 Así, en resumen, las personas que tienen hijos pero viven sin cónyuge pueden perseverar por medio de hacer lo siguiente: (1) Confiar en Dios continuamente ahora y abrigar la esperanza de la vida eterna en la cual Dios satisfará los deseos de todos. (Sal. 37:3, 4) (2) Mantener una relación estrecha con Dios por medio del estudio de la Biblia y oraciones intensas. (3) Seguir participando en obra beneficiosa, incluso testificar acerca del Reino, administrar la casa y criar a los hijos. El amor abnegado hará que todo miembro de la congregación responda a la necesidad de ayudar a los padres y a las madres sin cónyuge que se hallen en necesidad. ¿Cómo? Por medio de tener para con ellos ‘sentimientos de compañero,’ manifestar interés en los hijos de éstos y ayudarles en sentido espiritual y material, para mencionar solo unas cuantas de las excelentes cosas que se pueden hacer a favor de ellos. ¿Cuán valiosa es dicha ayuda? Una de estas personas con hijos y sin cónyuge dijo: “He pasado por muchas experiencias desagradables que prefiero olvidar. Sin embargo, permítaseme decir esto: ¡Sin la ayuda de mis amorosos y fieles hermanos y hermanas nunca podría haber tenido éxito!”
22. ¿En qué resultará el cuidar de las viudas necesitadas y de los huérfanos y huérfanas de padre?
22 Sí, los que genuinamente ‘cuidan de’ las familias afligidas en las cuales falta el padre o la madre no solo verán a éstas perseverar fielmente sin rendirse. (Sant. 1:27) También reflejarán brillantemente la personalidad de nuestro Padre celestial, quien “da ayuda a la viuda y a la criatura que no tiene padre.”—Sal. 146:9, The Bible in Basic English.
[Ilustración en la página 21]
Cristianas maduras pueden dar estímulo y ayuda amorosos, incluso ayuda material
[Ilustración en la página 22]
El aprender algún oficio puede ayudar a personas con hijos y sin cónyuge a enfrentarse al costo de la vida
[Ilustración en la página 24]
¿Ha invitado usted alguna vez a una comida a alguna familia en la cual falte el padre o la madre, para llegar a conocerse mejor?
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Sirviendo con gozo al Dios que recuerdaLa Atalaya 1981 | 1 de febrero
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Sirviendo con gozo al Dios que recuerda
ERA la noche del 24 de mayo de 1971. Un cristiano dedicado había estado cenando con compañeros cristianos en un restaurante. Al salir, él comenzó a bajar las escaleras. Con la mano derecha procuró en vano agarrarse de un pasamano que no existía... y de momento comenzó a rodar por las escaleras. Con fuerza tremenda, se golpeó la cabeza contra un objeto decorativo de metal.
Alex Henderson había quedado gravemente herido. De hecho, las perspectivas de que sobreviviera eran tan escasas que su esposa recibió el pésame del médico. Aun así, el esposo de ella sobrevivió. ¿En qué resultó su caída? En un cráneo severamente fracturado, tres hematomas y parálisis del lado izquierdo. Fue solo después de haber estado inconsciente por meses que hubo al menos una mejoría parcial.
En la actualidad, un impedimento serio impide que Alex Henderson pueda hacer tanto como hacía antes en el servicio de Jehová Dios. Aun así, se siente feliz, pues reconoce que “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre.” (Heb. 6:10) ¡Qué consolador es saber que nuestro Padre celestial recuerda las obras de fe y el amor para con Su nombre!
Pero, ¿cómo pudieran personas cristianas enfrentarse a las consecuencias de un trágico accidente de esa índole? ¿Qué puede sostenerlas? Antes de contestar tales preguntas... remontémonos brevemente al pasado. Alex nos da los detalles.
LA RELIGIÓN EN NUESTRA FAMILIA
“Fue en Glasgow donde por primera vez vi la luz del día allá en 1921. Nuestra familia pertenecía a la Iglesia de Escocia. Mamá era una mujer devota, pero, por desgracia, la perdimos ante nuestro enemigo la muerte cuando yo era simplemente un muchacho de 12 años de edad. (1 Cor. 15:26) Mi padre aparentemente procuraba
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