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“No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo”La Atalaya 1965 | 1 de marzo
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“No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo”
1-3. (a) ¿Qué pregunta es apropiada acerca del orador que dijo las palabras de Mateo 10:28? (b) ¿Qué se le ordenaba hacer a un sacerdote levita a favor de los soldados judíos congregados para acción de combate?
“Y NO se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”a
2 Debe haber habido alguna razón poderosa para que el orador haya dicho esas palabras. ¿Estaba dirigiéndose a soldados que estuvieran ataviados con equipo de batalla y que estuvieran listos para marchar contra el enemigo armado de armas capaces de matar el cuerpo humano? Algunos siglos antes, cuando el pueblo del orador se reunía para acción de combate, un sacerdote levita al que se nombraba para este deber militar se dirigía a las tropas con palabras para inspirar ánimo. Seguía las órdenes escritas por el profeta Moisés, que las escribió en el siglo decimoquinto a. de la E.C.:
3 “En caso de que salieras a la guerra contra tus enemigos y hayas visto caballos y carros de guerra, un pueblo más numeroso que tú, no debes temerlos; porque Jehová tu Dios contigo está, quien te sacó de la tierra de Egipto. Y debe suceder que cuando te hayas acercado a la batalla, entonces el sacerdote debe acercarse y hablar al pueblo. Y debe decirles: ‘Oye, oh Israel, ustedes están acercándose hoy a la batalla contra sus enemigos. No se les desmaye el corazón. No se atemoricen y corran en pánico ni tiemblen a causa de ellos, porque Jehová su Dios está marchando con ustedes para pelear por ustedes contra sus enemigos a fin de salvarlos.’”—Deu. 20:1-4.
4. ¿Quién dijo las palabras de Mateo 10:28, a quiénes, y en qué ocasión?
4 Jesucristo no era sacerdote levita. Cuando dijo las palabras registradas en Mateo 10:28, no estaba dirigiéndose a soldados judíos que pudieran resultar muertos al tratar de matar al enemigo. No, Jesucristo vino con una nueva enseñanza, porque, cuando su propia vida estuvo en peligro, dijo: “Todos los que toman la espada, perecerán por la espada.” (Mat. 26:52) Los hombres a quienes Jesucristo dijo que no temieran a los que matan el cuerpo eran doce hombres pacíficos. Eran sus doce discípulos especiales, a quienes él nombró apóstoles, y no estaban en ningún ejército. Es verdad que sus cuerpos estaban en peligro de ser muertos, pero no por un ejército enemigo en acción de combate. Estaban siendo enviados a una misión pacífica, una misión que no merecía el que fueran muertos. No obstante, un poco antes en su discurso a estos mismos doce apóstoles Jesucristo dijo:
5. En armonía con sus palabras de Mateo 10:28, ¿qué había dicho Jesús poco antes en su discurso a sus apóstoles?
5 “Los envío como ovejas en medio de lobos; por lo tanto demuestren ser cautos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas. Guárdense de los hombres; porque los entregarán a los tribunales locales, y los azotarán en sus sinagogas. ¡Si hasta los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa, para un testimonio a ellos y a las naciones! . . . Además, el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir. Y ustedes serán objetos de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra.”—Mat. 10:16-23.
6, 7. (a) ¿Cómo mostraron las instrucciones de Jesús a los apóstoles que ellos no habían de participar en invasión ni saqueo violentos? (b) ¿A qué consecuencias habrían de dejar a los individuos hostiles, y cómo hizo una insinuación de esto Jesús en Mateo 10:15?
6 ¿Habría de ser militar el equipo de trabajo de los doce apóstoles? ¿Habrían de invadir las casas violentamente y saquearlas? No; porque Jesucristo les dijo: “No consigan oro, ni plata, ni cobre para sus bolsas al cinto, ni alforja para el viaje, ni dos prendas interiores de vestir, ni sandalias, ni báculo; porque el obrero merece su alimento. En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí hasta que salgan. Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean; mas si no lo merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes. Dondequiera que alguien no los recibe o no escucha sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacudan el polvo de sus pies.” (Mat. 10:9-14) De modo que no habían de ir a la gente como un ejército de las cruzadas con fuego y espada. No habían de obrar de manera belicosa contra nadie, ni aun contra las personas hostiles. Por medio de simplemente sacudir el polvo de sus pies calzados con sandalias habrían de mostrar que dejaban a la casa o ciudad no receptiva a las consecuencias que habrían de venir sobre ellas de una fuente superior, del cielo.
7 Jesús hizo una insinuación de tales consecuencias cuando agregó: “En verdad les digo: Le será más soportable a la tierra de Sodoma y Gomorra en el Día de Juicio que a aquella ciudad.”—Mat. 10:15.
POR QUÉ LOS ENEMIGOS QUERÍAN MATAR EL CUERPO
8. ¿Cuál debe haber sido la razón para haber llegado a ser objetos de odio de parte de toda la gente de modo que los hombres quisieran matarlos?
8 Cuando los apóstoles de Jesucristo estaban obrando de tal manera pacífica, ¿por qué deberían llegar a ser objetos de odio por toda la gente al grado que los hombres hasta quisieran matar los cuerpos de los apóstoles? La razón de esto debe haber sido el mensaje que Jesucristo envió a sus apóstoles a predicar. Mateo 10:5-8 nos informa qué era ese mensaje: “A estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: ‘No se vayan por el camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Al ir, prediquen, diciendo: “El reino de los cielos se ha acercado.” Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis, den gratis.’” Su mensaje había de ser que el reino de los cielos, el reino de Dios, se había acercado.
9. ¿Cómo habría de demostrarse por los apóstoles la proximidad del Reino, y sobre qué base, y por eso, de qué debe haber sido responsable el mensaje del Reino?
9 Las ‘ovejas de la casa de Israel’ habían estado orando por este reino y esperándolo. El hecho de que se había acercado había de probarse por maravillosos milagros que ejecutarían estos predicadores del Reino, que curarían a los enfermos, levantarían a la vida a personas muertas, limpiarían a personas de su lepra y librarían a las personas que estaban obsesionadas por los demonios. Todo esto habría de hacerse gratis, sin hacer pasar platillo ni balde de colectas. En consecuencia, el mensaje del reino de Dios debe haber sido lo que incitó el odio y la oposición de las personas aun al grado de usar violencia.
10. ¿Qué habrían de dar al mensaje los apóstoles, y qué iba a requerirse de ellos para continuar haciéndolo?
10 Los apóstoles no habrían de temer el predicar lo que Jesús les dijo que predicaran, aunque podrían estar seguros de que los hombres se opondrían a su mensaje. Habrían de dar al mensaje la más extensa publicidad posible. Jesús les dijo: “Por lo tanto, no los teman; porque nada hay encubierto que no llegará a descubrirse, ni secreto que no llegará a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que oyen al oído, predíquenlo desde las azoteas. Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” (Mat. 10:26-28) De modo que se iba a requerir que los apóstoles no tuvieran temor a los hombres para seguir predicando el mensaje del reino de Dios.
11. ¿Cómo mostraron los apóstoles la intrepidez necesaria, y con qué resultado?
11 Entonces los apóstoles mostraron la intrepidez necesaria. Lucas 9:6 dice: “Partiendo entonces, recorrieron el territorio de aldea en aldea, declarando las buenas nuevas y ejecutando curaciones por todas partes.” No hay registro de que en esta campaña de predicación particular alguien tratara de matarlos. Lucas 9:10 informa: “Y cuando volvieron los apóstoles le refirieron qué cosas habían hecho. Entonces los tomó consigo y se retiró a un sitio privado en una ciudad llamada Betsaida.” Así todos regresaron a salvo.
12. Más de un año después, ¿cuánto le costó a Jesús la predicación del Reino, a manos de quién, y por cuál acusación?
12 Sin embargo, menos de dos años después, o en 33 E.C., la predicación del reino de Dios sí le costó a Jesucristo su propia vida humana. Los hombres que hicieron que se le diera muerte a su cuerpo fueron los caudillos religiosos de la ciudad de Jerusalén, la ciudad capital de Israel. Cuando entregaron a Jesús al gobernador romano en Jerusalén, acusaron a Jesús como maestro, diciendo: “Alborota al pueblo enseñando por toda Judea, sí, comenzando desde Galilea hasta aquí.” Ejercieron presión en el gobernador romano para que clavara el cuerpo de Jesús en un madero afuera de Jerusalén hasta que muriera. Pero el gobernador romano hizo que se colocara una inscripción encima de la cabeza de Jesús, que decía: “Este es el rey de los judíos.” (Luc. 23:1-6, 38) El gobernador romano no sabía que el Dios de los cielos había ungido a Jesucristo para ser rey sobre toda la humanidad, no solo sobre los judíos.
13. ¿Qué clase de trato indicó Jesús que recibirían sus discípulos, y obtuvieron sus apóstoles tal clase de trato, según el registro bíblico?
13 Si Jesús sufrió así por predicar el reino de Dios, ¿qué habrían de esperar sus discípulos? Exactamente antes de decirles que no temieran a los que matan el cuerpo, les dijo: “El discípulo no es superior a su maestro, ni el esclavo superior a su amo. Bástale al discípulo llegar a ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al amo de casa le han llamado Beelzebub [un nombre para Satanás el Diablo], ¿cuánto más llamarán eso a los de su casa?” (Mat. 10:24, 25) Así dio a entender a sus apóstoles que tenían que esperar recibir la misma clase de trato que él mismo recibió por predicar el reino de Dios. Ciertamente recibieron tal trato, no solo de parte de su propia nación, los judíos, sino también de parte de los no judíos o gentiles. Al apóstol Santiago, el hermano del apóstol Juan, le dieron muerte por la espada ejecutora del rey Herodes Agripa I de Jerusalén. El rey también planeó matar al apóstol Pedro de la misma manera, pero sus planes fueron frustrados por el ángel de Dios.—Hech. 12:1-11.
14, 15. (a) ¿Qué congregación fue perseguida en particular de esta manera, y qué miembro de ella resultó ser un mártir notable? (b) ¿Qué dijo más tarde un judío que asumió responsabilidad por la muerte de aquél acerca de perseguir él a los cristianos?
14 No solo fueron perseguidos así los apóstoles, sino también el resto de los discípulos de Jesucristo, y particularmente la congregación de Jerusalén. El más notable entre estos mártires fue el discípulo Esteban, que fue apedreado hasta morir por los judíos. Uno de los que asumió la responsabilidad de la muerte de Esteban fue Saulo de Tarso, un fariseo judío. Años después, cuando se presentó delante del rey Herodes Agripa II, dijo con referencia a su persecución:
15 “Yo, a la verdad, realmente pensé dentro de mí que debía cometer muchos actos de oposición contra el nombre de Jesús el nazareno; lo cual, en realidad, hice en Jerusalén, y a muchos de los santos los encerré en prisiones, como había recibido autoridad de los principales sacerdotes; y cuando habían de ser ejecutados, yo echaba mi voto contra ellos. Y castigándolos muchas veces en todas las sinagogas trataba de forzarlos a hacer una retractación; y estando sumamente enojado contra ellos, fui hasta el extremo de perseguirlos aun en las ciudades de afuera.”—Hech. 26:1-11.
16. ¿Por hacer qué trabajo sufrió persecución este mismo fariseo judío convertido, y de qué manera efectuó mucho de este trabajo?
16 Este mismo fariseo judío fue convertido milagrosamente y llegó a ser miembro de la congregación de Jesucristo. Llegó a ser el que fue conocido como el apóstol Pablo. (Hech. 9:1-25) Luego él mismo comenzó a sufrir persecución por predicar el reino de Dios, en ciudades asiáticas y europeas. Efectuó mucha de esta predicación de casa en casa; así como dijo en una ocasión a los ciudadanos de la ciudad de Éfeso, Asia Menor: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Antes, di testimonio cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús. . . . Y ahora, ¡miren! sé que todos ustedes entre quienes anduve predicando el reino no verán más mi rostro.”—Hech. 20:17-25.
17. Cuando estuvo en prisión, ¿qué hizo Pablo acerca de predicar el Reino, y desde dónde fue escrita su última carta?
17 No mucho tiempo después el apóstol Pablo fue encarcelado; pero la encarcelación no lo hizo temeroso de predicar el reino de Dios. Durante su primera encarcelación en Roma “recibía amablemente a todos los que venían a él, predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo con la mayor franqueza de expresión, sin estorbo.” (Hech. 28:30, 31) La última carta del apóstol Pablo fue escrita evidentemente durante su segunda encarcelación en Roma, cuando estaba a punto de ser ejecutado por los que matan el cuerpo.—2 Tim. 4:16-18.
18, 19. (a) Sin disputa, ¿qué ayudó a aquellos discípulos primitivos a no tener temor ante la muerte violenta, y había el propósito de que quiénes más fueran ayudados de la misma manera? (b) ¿Por medio de prever y predecir qué para nuestro día discernió Jesús que se necesitaría tal ayuda ahora?
18 Esos seguidores fieles de Jesucristo de hace mil novecientos años no se envolvieron en la política mundana. Sin disputa predicaron el reino de Dios como la única esperanza de la humanidad. Ante la muerte violenta les ayudó a mantenerse sin temor el recordar las palabras de Jesús. Sus palabras no han cesado de ser de valor hoy en día. Él se propuso que las recordaran los predicadores del Reino de hoy en día, porque él previó nuestro día como el tiempo para el establecimiento del reino de Dios con poder en los cielos. Jesucristo fue el más grande de todos los profetas de Dios sobre la Tierra, porque ningún otro profeta hizo profecías tan exactas de nuestro propio día notable como Jesucristo. Entre otras cosas, previó y predijo para nuestro día la mayor campaña que jamás habría de efectuarse por sus seguidores fieles, la de predicar el reino establecido de Dios.
19 Prediciéndola en su profecía concerniente a la conclusión de este sistema de cosas mundano, Jesús dijo: “Serán objetos de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre. . . . Mas el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo. Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:9-14) ¿No se ha cumplido esta profecía? Sí.
20, 21. (a) ¿Cuándo comenzó a predicarse este mensaje, pero qué organizaciones no habrían de ser las que lo predicaran? (b) ¿Por qué no abogó ese mensaje, sino, más bien, qué desenmascaramiento ha hecho?
20 Hoy en día hay un mensaje del reino de Dios que está siendo predicado entre todas las naciones, exactamente como el mismo apóstol Pablo lo predicó, “públicamente y de casa en casa.” Según los registros históricos, el mensaje comenzó a predicarse en 1919, el año inmediatamente después del fin de la I Guerra Mundial. El mensaje no fue predicado por las iglesias de la cristiandad, porque las naciones de la cristiandad fueron las principales combatientes en aquella guerra mundial para la dominación de la Tierra y todavía estaban interesadas en dominar la Tierra. El mensaje no fue uno que abogara por la Sociedad de las Naciones, que se propuso entonces y que muchos clérigos religiosos de los Estados Unidos de Norteamérica en 1919 llamaron “la expresión política del reino de Dios sobre la Tierra.” Aquella Sociedad de las Naciones fue sucedida por la organización de Naciones Unidas de hoy en día, pero este nuevo arreglo para la paz y seguridad internacionales no ha resultado ser “la expresión política del reino de Dios sobre la Tierra” así como no resultó serlo la ahora muerta Sociedad de las Naciones.
21 El mensaje que ha salido procedente de Dios desde 1919 ha puesto de manifiesto tanto a la Sociedad de las Naciones como a las Naciones Unidas como siendo simples sustitutos del reino de Dios hechos por el hombre, por consiguiente, ¡como fraudes!
22. ¿Cómo fue diferente el mensaje que predijo Jesús del de abogar por los sustitutos hechos por el hombre, y cómo se recalcó el año 1914 E.C.?
22 El verdadero mensaje del Reino, el que predijo Jesucristo en Mateo 24:14, es diferente. Ha notificado a todas las naciones que el reino de Dios para el gobierno de toda la Tierra fue establecido en los cielos al terminarse los “tiempos de los gentiles” en 1914 E.C. (Luc. 21:24, Mod) En 1914 se alcanzó el fin de los 2,520 años que Jehová Dios había permitido para que las naciones gentiles (no judías) hollaran Su derecho de gobernar la Tierra por medio de un reino en manos del Descendiente Mesiánico del rey David de Jerusalén. Los 2,520 años de la inexistencia de un reino davídico sobre la Tierra comenzaron en el año 607 a. de la E.C., cuando los babilonios destruyeron la Jerusalén terrestre y derrocaron el trono real de la familia del rey David, que nunca sería establecido otra vez sobre la Tierra en Jerusalén. Por lo tanto, en 1914 E.C. llegó el tiempo para que el reino de Dios fuera restablecido, no sobre la Tierra, sino en los cielos, en las manos del prometido Descendiente del rey David, a saber, Jesucristo.—Eze. 21:24-27.
23. (a) ¿Qué puede decirse acerca de las pruebas visibles del establecimiento del Reino que predijo Jesús, y qué amonestación ha dado el mensaje a las naciones? (b) ¿Cuál ha sido el efecto de esto tocante a los predicadores del Reino?
23 Jesucristo mismo había predicho como evidencia para nosotros hoy en día las pruebas visibles mediante las cuales podríamos saber que el reino davídico de Dios había sido establecido en los cielos invisibles. Estas se han manifestado desde 1914, en el cual año estalló la I Guerra Mundial y se introdujo una era de violencia, por toda la Tierra, que continúa hasta este día y empeora. Desde entonces el mensaje del reino de Dios ha advertido a todas las naciones y gobiernos de la Tierra que el que ellos continúen pasando por alto al reino establecido de Dios y rehusando entregar sus soberanías nacionales a él resultará en su destrucción total en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” en un lugar llamado en hebreo Har–Magedón (o Armagedón). (Mat. 24:7-14) Entonces, no es extraño que los predicadores de este particular mensaje del Reino hayan llegado a ser lo que Jesucristo predijo en Mateo 24:9: “Objetos de odio de parte de todas las naciones.” La historia moderna ha registrado mucha persecución de estos predicadores del Reino internacionalmente.
“NO LOS TEMÁIS”
24. ¿Por qué ha continuado la predicación de las buenas nuevas del Reino a pesar de la persecución, y qué mensaje especial se publicó en 1933, y para quiénes particularmente?
24 Si los predicadores del Reino hubieran cedido al temor de los hombres que pueden matar el cuerpo, “estas buenas nuevas del reino” no se hubieran continuado predicando bajo persecución durísima. Hace treinta y dos años, o en 1933, la edición de esta revista en inglés, The Watchtower, publicó en su número del 1 de noviembre el artículo sobresaliente intitulado “No los temáis.” [Vea La Torre del Vigía de febrero de 1934.] Este consideró de manera especial Mateo 10:26-28, exactamente como este artículo de la revista presente que usted está leyendo. Se escribió para los que estaban entrando en peligro especial en aquel tiempo, a saber, para el “resto,” “la clase del templo,” lo cual se prueba por el hecho de que al resto se le menciona repetidamente en el artículo, desde el segundo párrafo hasta su cuadragésimo segundo y último párrafo. (Rev. 12:17) No se menciona allí a las “otras ovejas,” a quienes el Pastor Excelente Jesucristo congrega en su rebaño con esperanza de vida eterna sobre la Tierra entre condiciones paradisíacas. (Juan 10:16) Aquel artículo sobre no tener miedo fue oportuno para el “resto” que todavía estaba sobre la Tierra, es decir, los seguidores fieles a quienes se hará reyes asociados con Jesucristo en su reino celestial.—Rom. 8:16, 17.
25, 26. (a) ¿Qué acción emprendió la Jerarquía Católica Romana para el año anterior a esa publicación? (b) ¿Por qué, no obstante, fue crítico ese año?
25 El año 1933 fue un año crítico. Es verdad que el papa de la ciudad del Vaticano, Roma, había declarado que el año fuera un Año Santo en conmemoración de la muerte del cuerpo de Jesucristo exactamente diecinueve siglos antes. De modo que la Jerarquía Católica Romana expresó la esperanza de que ‘se levantaría una ola de religión y llevaría a las naciones a la paz y a la prosperidad.’ Sin embargo, en Alemania, Adolfo Hitler, el caudillo nazi, llegó a ser canciller y fue elegido por voto a la dictadura por el Reichstag alemán el 23 de marzo. En Italia, Benito Mussolini ya había llegado a ser dictador y había fijado sobre aquella nación un dominio fascista, y había firmado con el papa de Roma un concordato mediante el cual el papa llegó a ser el soberano de la ciudad del Vaticano.
26 Entonces el Japón se hallaba en las fuertes garras de los jefes guerreros que tenían ambiciones imperialistas, y estaba esforzándose por llegar a ser asociado del Eje con la Alemania nazi y la Italia fascista. El 27 de marzo el emperador del Japón declaró que el Japón se retiraba de la Sociedad de las Naciones a causa de que lo habían ofendido. De modo que la situación mundial estaba cobrando forma, no para la “paz y prosperidad” internacionales, sino para que estallara la II Guerra Mundial y la Sociedad de las Naciones recibiera un golpe mortal. Junto con todos aquellos desenvolvimientos políticos, la Acción Católica, aun en países “democráticos,” estaba cooperando con los dictadores católicos romanos de Europa.
27. ¿La fe y el ánimo de quiénes fortaleció aquel artículo “No los temáis,” y qué experiencia tuvieron después?
27 El artículo de The Watchtower “No los temáis” fortaleció la fe y ánimo de los predicadores del Reino, particularmente de los testigos de Jehová en la Alemania nazi y en tierras que quedaron bajo el poder del Tercer Reich (Imperio) Alemán. Ellos fueron los primeros contra quienes procedió la dictadura nazi. Fueron echados en prisiones y en los horribles campos de concentración por rehusar renunciar al reino de Dios y adorar al Estado nazi. No obstante, a través de toda la Tierra, no excluyendo a los “países democráticos,” los testigos de Jehová comenzaron a sentir persecución y oposición aumentadas por continuar sin temor predicando el reino de Dios.
28. Para fines de la II Guerra Mundial en 1945, ¿cuántos predicadores del Reino habían muerto, y a qué no habían cedido?
28 Para el fin de la II Guerra Mundial en 1945 y el derrocamiento de las dictaduras nazi y fascista y los jefes guerreros imperialistas del Japón, los predicadores del reino de Dios que habían muerto a manos de “los que matan el cuerpo” ascendían a millares. En la Alemania nazi, de diez mil testigos de Jehová que habían sido puestos en prisiones y campos de concentración solo ocho mil salieron vivos. No habían cedido al temor de meros hombres.
29. Hoy en día, ¿a qué situación se enfrentan los predicadores del Reino, de modo que necesiten que se les recuerde Mateo 10:28?
29 Hoy en día, treinta y dos años después de que fue publicado el mensaje muy necesario “No los temáis” en las columnas de la revista The Watchtower, nos enfrentamos a una situación peor. El funcionamiento de las Naciones Unidas no ha colocado sobre un cimiento firme la paz y seguridad deseadas del mundo. El pavor a una tercera guerra mundial con bombas de hidrógeno y otros diabólicos medios persigue a todas las naciones. Las dictaduras nazi y fascista han desaparecido, pero otras dictaduras, incluyendo las del comunismo político, florecen; y la contagiosa fiebre del nacionalismo egoísta se extiende como plaga. La adoración de las soberanías nacionales y del Estado político se ensanchan y asumen nuevas expresiones. La marcha de las naciones al Armagedón en oposición a la soberanía del reino celestial de Dios está acelerada a doble velocidad. Como nunca antes, se hace necesario recordar a los sostenedores y predicadores del reino de Dios las palabras de Jesús a sus apóstoles en Mateo 10:28.
30. Por lo tanto, ¿qué textos de Revelación que exigen fe y aguante aplican hoy en día, y quiénes están envueltos además de los mencionados en estos textos?
30 Nuestro día, con sus esfuerzos de obligar a toda la humanidad a adorar la simbólica “bestia salvaje” de la política mundial y adorar su imagen, la organización de las Naciones Unidas, es el tiempo para que apliquen las palabras de Revelación 13:10: “Aquí es donde significa el aguante y la fe de los santos.” También, las palabras de Revelación 14:12: “Aquí es donde significa aguante para los santos, los que observan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” Además, hoy en día no solo está envuelto el “resto” de estos “santos.” Se ha unido a ellos una creciente “grande muchedumbre” de “otras ovejas,” que voluntariamente se ha ofrecido para participar en la predicación del Reino. En esta grande muchedumbre de “otras ovejas” las cosas que están sucediendo en la escena internacional exigen fe y aguante para adherirse firmemente a la integridad cristiana. Las “otras ovejas” no pueden hacer esto y al mismo tiempo temer a los hombres que matan.
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Por qué no temer a los que matan el cuerpoLa Atalaya 1965 | 1 de marzo
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Por qué no temer a los que matan el cuerpo
1, 2. (a) ¿Quiénes son aquellos que Jesús dice a sus seguidores que no teman, y en qué condición se hallan? (b) ¿Con qué palabras llamó la atención a esto Jehová Dios mediante su profeta Isaías cuando estimuló a su pueblo?
¿QUIÉNES son las personas a quienes Jesucristo les dice a sus seguidores que no teman, en Mateo 10:28? Todas son hombres mortales, igual que nosotros mismos. Política, militar, material o religiosamente quizás sean fuertes, y quizás la gente bajo su control o mando los adore, pero a pesar de eso son simples hombres en condición moribunda. No pueden escaparse de la muerte que se extendió desde el primer pecador humano Adán a toda su prole, incluyendo a todos nosotros los que estamos en la Tierra hoy en día. El único Dios vivo y verdadero llamó la atención a este mismísimo hecho cuando predijo que su antiguo pueblo sería libertado de la Potencia Mundial Babilónica que lo estaba rodeando y le estaba bloqueando su vía de escape. A este pueblo Jehová Dios dijo:
2 “Yo—yo mismo soy Aquel que los está consolando a ustedes. ¿Quién eres tú que debas tenerle miedo a un hombre mortal que morirá, y a un hijo de la humanidad que será hecho como simple hierba verde? ¿Y para que olvides a Jehová tu Hacedor, El que extiende los cielos y pone el cimiento de la tierra, de modo que estuvieses en pavor constantemente todo el largo día a causa de la cólera del que te rodea, como si estuviera completamente preparado para arruinarte? Y, ¿dónde está la cólera del que te rodea?”
3. (a) ¿En qué ocasión pudieron decirse adecuadamente esas palabras a la nación de Jacob? (b) ¿A quiénes pudieran decirse adecuadamente esas mismas palabras hoy en día, y por qué?
3 Esas palabras de Isaías 51:12, 13 bien pudieron decirse a la nación de Jacob después que cayó la Potencia Mundial Babilónica en 539 a. de la E.C. y después que el conquistador Ciro el Grande expidió su decreto en 537 a. de la E.C. para que los cautivos judíos que en otro tiempo estuvieron rodeados regresaran de Babilonia a su amada tierra natal en Palestina. Pero, ¿qué hay de los testigos de Jehová del día moderno? Ellos mismos tuvieron una liberación de Babilonia la Grande en 1919 E.C. De modo que en principio pueden dirigirse a ellos las palabras de Isaías 51:12, 13 en relación con todos los dictadores políticos que han surgido desde ese año y que han tratado de detener la predicación del Reino por toda la Tierra, predicación que los testigos de Jehová han emprendido en obediencia a las palabras de Jesús en Mateo 24:14. ¿Dónde están aquellos dictadores que han sido responsables de matar los cuerpos de muchos millares de testigos de Jehová?
4, 5. (a) ¿Dónde están aquellos dictadores y opresores de los días modernos que tuvieron que ver con los testigos de Jehová? (b) ¿Qué resultaron ser tales opresores, y cuál debe ser nuestra actitud para con los que quedan?
4 ¿Dónde está Benito Mussolini, dictador fascista de 1922 a 1943? Fue ejecutado y los italianos ultrajaron su cadáver en 1945. ¿Dónde está Adolfo Hitler, dictador nazi de 1933 a 1945? Se suicidó con arma de fuego antes que ser capturado vivo. ¿Dónde está il Tedesco (El alemán), el papa Pío XII, el asociado en concordatos con los dictadores católicos Mussolini y Hitler y vigoroso impulsador de la Acción Católica? Su féretro yace en una cripta en la ciudad del Vaticano desde octubre de 1958. ¿Dónde está José Stalin, dictador comunista ruso por veintinueve años, bajo quien los testigos de Jehová languidecieron en prisiones y campos de trabajo en la Rusia europea y la Siberia asiática? Una hemorragia cerebral lo mató el 5 de marzo de 1953. ¿Dónde está el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo, dictador de la República Dominicana desde 1930? Fue asesinado por oficiales de su propio ejército el 30 de mayo de 1961, dando fin a una era notoria para la República.
5 Cada uno de estos opresores de la humanidad resultó ser exactamente lo que dijo Jehová Dios: “Un hombre mortal que morirá,” y fue “hecho como simple hierba verde” por la guadaña de la muerte. ¿Por qué, entonces, deberían los testigos de Jehová como predicadores del reino celestial de Dios temer a los opresores dictatoriales que todavía subsisten?
PREDICANDO AUNQUE TODAVÍA ESTÁN EN SUJECIÓN
6. ¿Cómo cumplen los testigos de Jehová con Romanos 13:1 para con los gobernantes totalitarios políticos, y cuándo adoptan la posición de los apóstoles que se manifiesta en Hechos 5:29?
6 Los predicadores del Reino de hoy en día no hacen esfuerzo alguno para apresurar la muerte de los gobernantes totalitarios que se hallan en el poder político. No levantan una sola mano contra éstos, sino que por causa de su conciencia llevan a cabo el mandato apostólico de Romanos 13:1: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores.” Cuando estos gobernantes totalitarios tratan de destruir la adhesión de los testigos de Jehová al reino de Dios y detener su predicación de ese reino, ellos siguen el ejemplo de los apóstoles de Jesucristo al decir: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29) No obstante, esta sumamente trascendente obediencia a Dios no autoriza a los testigos de Jehová a obrar política o físicamente contra los perseguidores y opresores.
7. ¿Qué actitud de David perseguido para con el rey Saúl adoptan los testigos de Jehová perseguidos para con las autoridades políticas?
7 Cuando están bajo persecución por las autoridades políticas, los testigos de Jehová adoptan la actitud de David de Belén. Este fue proscrito y perseguido injustamente por el celoso rey Saúl de la nación de Jacob o Israel; no obstante, jamás el perseguido David levantó una sola mano para perjudicar al rey Saúl o para pelear contra el pueblo sobre el cual reinaba el rey Saúl. David siempre tuvo presente que el rey Saúl era “el ungido de Jehová,” y que por lo tanto era responsabilidad de Jehová quitar al rey Saúl del cargo gubernamental si Él optaba por hacerlo. De acuerdo con esto, en una ocasión cuando tuvo en su mano la vida del rey Saúl y su sobrino Abisal le pidió permiso para matar al rey Saúl, David dijo: “Como que Jehová vive, Jehová mismo le asestará un golpe; o su día vendrá y él tendrá que morir, o a la batalla descenderá, y ciertamente será arrollado.”—1 Sam. 26:10.
8. ¿Cómo sucedió que David no tuvo participación egoísta alguna en la muerte del perseguidor rey Saúl?
8 Poco tiempo después el rey Saúl descendió a la batalla, contra los filisteos. Herido mortalmente por una flecha filistea, el rey Saúl se dejó caer sobre su propia espada para apresurar su muerte antes de que el enemigo se apoderara de su cuerpo. Así David, que fue un testigo hebreo de Jehová, no tuvo participación alguna en la muerte de su perseguidor por despejar el camino para él mismo llegar a ser rey de Israel.
9. ¿A quién atribuyó David el crédito por la liberación de parte del perseguidor, y con qué palabras?
9 Por consiguiente David pudo atribuir el crédito a su Dios Jehová por librarlo a él de su perseguidor el rey Saúl. En el sobrescrito del Salmo 18, escrito por David, leemos estas palabras: “Del siervo de Jehová, de David, que habló a Jehová las palabras de este cántico en el día en que Jehová lo había librado de la palma de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. Y procedió a decir.” ¿Decir qué? “Te tendré cariño, oh Jehová fuerza mía. Jehová es mi risco y mi fortaleza y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. Me refugiaré en él, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.” (Sal. 18:1, 2; 2 Sam. 22:1-3) Como David, los testigos cristianos de Jehová de hoy en día esperan en él, que él los libre de sus enemigos y perseguidores.
10. ¿Cuánto tiempo puede requerir tal espera, como se ilustra en el caso de los testigos de Jehová en lo que ahora es Alemania Oriental?
10 Como en el caso de David, quizás esto requiera años de espera. En Alemania Oriental los testigos de Jehová primero tuvieron que esperar el fin del dominio nazi de Hitler; y ahora tienen que esperar el fin del nuevo dominio totalitario que ocupó el lugar del nazismo, el dominio comunista que depende de la Rusia soviética ahora bajo Brezhnev. No sabemos cuánto más tendrán que esperar para recibir alivio, pero están resueltos a esperar hasta que Jehová lo traiga.
11. (a) ¿Por cuánto tiempo quizás se vean obligados todavía los testigos de Jehová a sufrir castigo injusto? (b) ¿Cuándo habrá de terminar esa persecución con seguridad?
11 Un dictador quizás muera por causas naturales o de otra manera, y no obstante una forma totalitaria de dominio puede proseguir después de su muerte, como en la Rusia soviética. O, aun si hay un cambio en el estilo político de gobierno, no obstante éste pudiera continuar proscribiendo a los testigos de Jehová y prohibirles predicar el reino de Dios y ayudar a otros a ‘salirse de Babilonia la Grande’ y ‘venir al agua de vida.’ (Rev. 18:2-4; 22:17) Los dictadores o forma opresiva de gobierno quizás no pasen en los meses o años restantes de este “tiempo del fin,” y quizás los testigos de Jehová en diversos países se vean obligados a adorar y predicar clandestinamente a gran riesgo y peligro de castigo injusto, hasta el mismísimo fin de este período. Pero una cosa ciertamente sabemos. Los dictadores, los gobiernos totalitarios y todas las otras formas de gobierno político humano ciertamente terminarán dentro de esta generación, en la batalla del Armagedón, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.”
12. ¿El desatino de quiénes se demostrará entonces, y la sabiduría de quiénes?
12 El fin de todos ellos será un fin violento, a manos del Todopoderoso Dios mismo por medio de sus ejércitos ejecutores celestiales, sus santos ángeles bajo el mando del Señor Jesucristo. Entonces se demostrará el desatino de los gobernantes al no permitir la predicación libre del reino de Dios y no prestar atención a ella:. También se demostrará la sabiduría de los predicadores del Reino, porque ellos sobrevivirán y serán libertados para siempre.—Rev. 19:11-21; 16:14, 15.
NO PUEDEN “MATAR EL ALMA”
13. ¿Cuál fue la razón que dio Jesús para que los predicadores del Reino no temieran a los que matan el cuerpo?
13 ¿Por qué les dijo Jesucristo a sus seguidores que no temieran a los que matan el cuerpo? La razón que se dio no fue principalmente que los que matan el cuerpo son mortales ellos mismos. La razón que Jesús mencionó fue que los que matan el cuerpo “no pueden matar el alma.” (Mat. 10:28) El sacerdocio católico romano y el clero protestante de la cristiandad han usado estas palabras de Jesús para sostener que el alma humana no puede ser muerta y que es, como alegaron los antiguos babilonios y los griegos paganos, un “alma inmortal.” La Santa Biblia, tanto en sus Escrituras Hebreas como en sus Escrituras Griegas, enseña que el alma humana es mortal, no inmortal, que es destructible, no indestructible. Ochenta y ocho o más textos bíblicos se pueden citar para mostrar que el alma humana muere; ningún texto muestra que es inmortal.
14. ¿Qué textos bíblicos que prueban la muerte del alma humana pueden citarse, y cómo es posible que muera el alma humana?
14 Por ejemplo, Ezequiel 18:4, 20 dice: “El alma que esté pecando—ella misma morirá.” Jesús mismo dijo: “Mi alma está hondamente contristada, hasta la muerte.” (Mat. 26:38) Revelación 16:3 dice: “Toda alma viviente murió, sí, las cosas que había en el mar.” El alma humana es la persona humana misma, compuesta del cuerpo carnal y la fuerza activa de vida que se mantiene mediante la respiración. (Gén. 2:7) De modo que, cuando se da muerte al cuerpo humano, muere el alma; muere la persona inteligente.
15. ¿De qué manera pudieran los hombres que matan el cuerpo no matar el alma?
15 ¿Qué, entonces, quiso decir Jesucristo cuando dijo: “No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma”? Quiso decir que tales opositores y supresores de la predicación del reino de Dios no pueden impedir que los fieles predicadores del Reino tengan una resurrección de sus almas del Hades, el sepulcro común de la humanidad muerta.
16. ¿Cómo se ilustró en el caso de Jesús que ellos no pudieron matar el alma, en cumplimiento de qué profecía?
16 Por ejemplo, Jesucristo fue el mayor predicador del reino de Dios. Jehová Dios su Padre celestial permitió que los enemigos mataran el cuerpo de Jesús. Después que Jesús fue enterrado en una tumba conmemorativa y así fue al Hades, los enemigos trataron de impedir que tuviera una resurrección de entre los muertos. De modo que los principales sacerdotes judíos y los fariseos hicieron que el gobernador romano los autorizara para sellar oficialmente la puerta de piedra de la tumba y para colocar allí una guardia de soldados para impedir el robo del cadáver de Jesús. Pero al tercer día el Dios Todopoderoso resucitó de entre los muertos a su Hijo fiel Jesucristo. (Mat. 27:57 a 28:7) De esta manera se cumplieron para con Jesús las palabras del Salmo 16:10: “Tú no dejarás mi alma en Sheol. No dejarás que tu hombre de bondad amorosa vea el hoyo.”
17. (a) ¿A quién aplicó el apóstol Pedro el Salmo 16:10, cuándo y cómo? (b) ¿Por qué puede decirse que Dios no dejó el alma de Jesús en el Hades o Sheol?
17 En el quincuagésimo día después de la resurrección de Jesús de entre los muertos el apóstol Pedro fue inspirado por el espíritu de Dios ya derramado y aplicó a Jesús el Salmo 16:10, diciendo: “David dice tocante a él: ‘ . . . no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que el que te es leal vea corrupción. . . . ’. . . vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos.” (Hech. 2:25-32) Así los enemigos terrestres de Jesús por permiso de Dios pudieron matar su cuerpo, pero no pudieron matar su alma; no pudieron matar su derecho ni título a una vida futura mediante una resurrección de entre los muertos. Cuando sus enemigos mataron el cuerpo de Jesús, se cumplió la profecía de Isaías 53:12: “Derramó su alma hasta la mismísima muerte, y fue con los transgresores que fue contado.” Pero al tercer día el Dios Todopoderoso levantó otra vez a la vida a Jesucristo como alma resucitándolo de entre los muertos, no dejando así su alma en Hades o Sheol.
18. (a) Las palabras de Jesús de Mateo 10:28 fueron un poderoso llamamiento a sus apóstoles para que creyeran en ¿qué? (b) ¿Qué cualidad se ha requerido y se requiere de los seguidores de Cristo para persistir en predicar el Reino?
18 Las palabras de Jesús a sus apóstoles para que no temieran a los matadores del cuerpo que “no pueden matar el alma” fueron por lo tanto un poderoso llamamiento a sus apóstoles para que creyeran en la resurrección. En aquel entonces, ¿qué cualidad se requería para que los seguidores de Jesucristo persistieran en predicar el reino de Dios aunque los enemigos del mensaje del Reino los mataran a causa de ello? ¿Qué cualidad se requiere para sus seguidores hoy en día? En aquel entonces se requirió gran fe y hoy en día se requiere gran fe, sí, esperanza firme en la resurrección de los muertos por el poder del Dios Todopoderoso. Los apóstoles a quienes Jesús dijo las palabras de Mateo 10:28 tuvieron una base firme para creer en el poder de Dios y en su propósito de levantar a los muertos humanos.
19. ¿Qué base firme tuvieron los apóstoles de Cristo para creer en el poder de Dios de levantar a los muertos?
19 Por la Biblia los apóstoles sabían que, siglos antes de Jesucristo, los profetas de Jehová, Elías y Eliseo, habían levantado personas muertas a la vida. También fueron testigos presenciales del hecho de que Jesús levantó a la vida a la hija del gobernante judío llamado Jairo. (1 Rey. 17:17-24; 2 Rey. 4:32-37; Mat. 9:18-26; Luc. 8:40-56) Y en el mismo discurso, antes de decirles que no temieran a los que solo pueden matar el cuerpo, Jesús dijo a los doce apóstoles: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’ Curen enfermos, levanten muertos.”—Mat. 10:7, 8.
20. ¿Por qué no temieron ante el perder la vida en el servicio activo de Dios los apóstoles, el cual hecho también estimula a todos los predicadores del Reino a hacer qué?
20 La Biblia no dice si alguno de los apóstoles levantó a la vida a una persona muerta en aquella primera campaña de predicación de ellos; pero más tarde el apóstol Pedro ciertamente levantó a la vida a la discípula muerta Tabita o Dorcas. (Hech. 9:36-41) Por eso, cuando Jesús dijo a los apóstoles que no acallaran el mensaje del Reino por temer a los hombres asesinos, ellos entendieron bien que no deberían temer el perder su vida humana en el servicio activo de Dios, porque habría una resurrección de entre los muertos, en el cual tiempo obtendrían su galardón. ¡Qué estímulo es esto para que los predicadores del Reino sean fieles aun a costa de su vida humana!
A QUIÉN TEMER
21. ¿Qué buenas nuevas tienen ahora la comisión de predicar los seguidores de Cristo, y por qué sin temor de los que matan el cuerpo?
21 Los seguidores dedicados y bautizados de Jesucristo ahora tienen la comisión de predicar “estas buenas nuevas del reino” y son enviados a ello. Como los doce apóstoles, están bajo mandato de no temer a los hombres que tienen el poder de matar; de otra manera, no llevarían a cabo su comisión de predicar el reino de Dios como la única esperanza de la humanidad.
22. Pero, ¿qué temor ha de ser un estímulo para que ellos hagan la obra de predicación?
22 Pero, como estímulo para que hagan la obra de predicación prescindiendo de los hombres asesinos, los seguidores de Jesucristo deben temer a otro. Jesús identificó a éste por lo que éste puede hacer, cuando dijo: “No, se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” (Mat. 10:28) En otra ocasión, con una declaración semejante, Jesús dijo a sus discípulos: “Les digo, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y después de esto no pueden hacer nada más. Pero yo les indicaré a quién temer: Teman a aquel que después de matar tiene autoridad para echar en el Gehena. Sí, les digo, teman a Este.” (Luc. 12:4, 5) Este no es Satanás el Diablo, aunque el Diablo es el “que tiene el medio para causar la muerte” en la actualidad. (Heb. 2:14) No; Aquel a quien hay que temer es al Dios Todopoderoso, Jehová.
23. Si, como afirma el clero de la cristiandad, el alma humana es indestructible, ¿qué preguntas lógicas deberíamos hacer entonces?
23 Los sacerdotes católicos romanos y el clero protestante de la cristiandad dicen que nosotros los humanos tenemos un alma inmortal que es indestructible. Si eso fuera así, entonces Dios no podría matar el alma así como no pueden hacerlo los hombres que matan el cuerpo. Entonces, también, ¿por qué deberíamos temer a Dios más que a los hombres mortales? ¿Por qué deberíamos hacerlo si Dios no puede borrarnos de la existencia si resultamos infieles en llevar a cabo nuestra comisión de predicar procedente de Dios?
24. ¿Qué Gehena literal había en el día de Jesús, y de qué lo usó él como símbolo?
24 Sin embargo, Jesucristo dijo que Dios sí tiene el poder de destruir tanto el cuerpo como el alma en el Gehena. En el día de Jesús había un Gehena literal fuera de los muros occidental y meridional de Jerusalén. La palabra Gehena es griega y significa “Valle de Hinom.” Este Valle de Hinom fue convertido en incinerador público para quemar la basura de Jerusalén, a veces incluyendo los cadáveres de criminales viles. Ninguna cosa viva se atormentaba con fuego en aquel Valle de Hinom o Gehena. Las cosas se destruían en él por el más poderoso medio conocido, el fuego. De modo que Jesús usó al Valle de Hinom o Gehena como símbolo de destrucción completa, de destruir a alguien quitándolo completamente de la existencia. ¿Le hace temblar a usted esa idea?
25. ¿Para qué clase de lugar no fue usado el Gehena como símbolo, y por qué no?
25 Por consiguiente, Gehena no es un nombre para un lugar de tormento eterno de las almas humanas conscientes por medio de fuego y azufre y bajo la superintendencia de diablos. El alma humana no es inmortal y por esa razón no podría ser atormentada eternamente. Gehena es la condición de ser destruido absolutamente para siempre.
26. ¿Cómo destruye Dios el alma humana en el Gehena?
26 ¿Cómo, entonces, destruye Dios el alma humana en el Gehena? Lo hace por medio de no conceder al alma humana mortal una resurrección de entre los muertos bajo el reino de Dios. Cuando muere el cuerpo, también muere el alma o la persona inteligente consciente. El cuerpo se descompone y desaparece, regresando al polvo del suelo. (Gén. 3:19) En cuanto al alma, Jehová Dios no aplica al alma muerta indigna los beneficios del sacrificio de rescate que Jesucristo ofreció a Dios hace diecinueve siglos. Por consiguiente Dios deja a esa alma muerta indigna fuera de la existencia, jamás resucitándola de entre los muertos.
27. ¿Qué no pueden eliminar los hombres mediante el solo matar el cuerpo, y la resurrección de quiénes no pueden impedir?
27 El hombre mortal no puede eliminar a una persona de toda la existencia futura solo matando el cuerpo de tal persona. Los hombres no pueden impedir la resurrección de cualesquier personas muertas a quienes Jehová Dios aplique los beneficios salvavidas del perfecto sacrificio humano de su Hijo Jesucristo. Los impíos comunistas políticos y otros ateos no pueden impedir la efectuación de la profecía bíblica: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) Los comunistas materialistas de la Rusia soviética y de sus países satélites no pueden impedir que Dios resucite a los fieles testigos de Jehová a quienes ellos han dado muerte debido a que éstos rehusaron renunciar a la verdad bíblica y a la predicación del reino de Dios como el único gobierno de salvación.
28. ¿Por qué deberían cuidarse los que ahora matan el cuerpo de los predicadores del Reino?
28 Sin embargo, el Dios Todopoderoso puede expedir judicialmente un decreto contra la resurrección de cualquiera en quien él ejecute su juicio adverso. Por consiguiente, ¡cuídense los hombres que tratan de matar los cuerpos de los testigos de Jehová por rehusar ellos detener su predicación del reino de Dios! Si la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” viene de súbito sobre estos perseguidores y Dios el Todopoderoso ejecuta su juicio final contra ellos, eso significa la destrucción de las almas de estos perseguidores en el Gehena y no solo la destrucción de sus cuerpos humanos.—Rev. 16:14, 16; 19:15-21.
29. (a) ¿Por qué deberían cuidarse también los testigos cristianos de Jehová como predicadores del Reino? (b) ¿A quién, por lo tanto, deben temer ellos, y qué deben hacer?
29 Cuídense también los testigos cristianos de Jehová que predican su reino. ¿Por qué? Porque el Dios Todopoderoso también puede hacer un decreto judicial contra la resurrección de cualquier cristiano dedicado y bautizado si éste no lleva a cabo plenamente su dedicación a Dios y si cede al temor de los hombres asesinos y deja la predicación del reino de Dios que se manda proféticamente en Mateo 24:14. Así Jehová Dios puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena, en destrucción eterna. ¿No es ésa una razón para que los cristianos dedicados y bautizados teman a Dios más bien que a los hombres y por lo tanto continúen obedeciendo las órdenes de Dios de predicar estas buenas nuevas de Su reino? ¿No es una razón apremiante para que ellos, con temor de Dios, obedezcan a Dios como gobernante más bien que al hombre mortal?
30. (a) ¿Por qué lo peor que el hombre puede hacernos no debería atemorizarnos de modo que no fuéramos fieles a Dios? (b) ¿Qué hay de lo peor que Dios puede hacernos?
30 Si la obediencia a Dios como gobernante resulta en la muerte a manos de los hombres, subsiste firmemente la promesa de Dios de una resurrección de entre los muertos para el fiel. ¿Por qué, entonces, temer a los hombres? ¿Por qué no temer más bien a Dios y mostrarse fiel y adherirse a la esperanza de resurrección? Dios puede hacernos peor que lo peor que los hombres puedan hacernos. Lo peor que los hombres pueden hacer es hacernos ir al Hades por medio de matar injustamente nuestros cuerpos. Lo peor que los hombres pueden hacernos puede ser deshecho por Dios al resucitarnos de entre los muertos a la vida en su eterno nuevo orden de justicia. ¡Ah! Pero Dios puede destruir completamente al inicuo en el Gehena como indigno de su misericordia por medio de Cristo; y nadie puede deshacer eso. Seamos sabios, entonces, y evitemos merecer eso.
31. ¿Cómo sería que el resucitado Jesucristo recompensaría a los seguidores que fueran fieles hasta la muerte con la “corona de la vida”?
31 Hace diecinueve siglos el resucitado Jesucristo en el cielo aseguró a sus seguidores que tendrían una resurrección si se probaban fieles a pesar de sufrimiento y muerte inmerecida a manos de los hombres. Él dijo: “No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días [todos los días]. Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida. . . . El que venza no recibirá daño de ninguna manera de la muerte segunda.” (Rev. 2:10, 11) Los enemigos infligirían la muerte, pero el resucitado Jesús, que posee las “llaves de la muerte y del Hades,” recompensaría a sus fieles seguidores con el premio de la vida. ¿Cómo? Resucitándolos de la muerte en el Hades. Así las almas cristianas no serían destruidas en el Gehena, es decir, en la “muerte segunda.”—Rev. 1:17, 18; 21:8.
32, 33. (a) ¿Por qué Pablo no temió a los que matan el cuerpo, con qué efecto sobre su predicación? (b) ¿A hacer qué instó el encarcelado Pablo a Timoteo, refiriéndose a qué ejemplo personal en este respecto?
32 El apóstol Pablo también fue un magnífico ejemplo de fe en la resurrección. Por esa razón nunca se hizo temeroso de los hombres que matan el cuerpo. Nunca trató de agradar a los hombres, sino que sirvió como esclavo de Cristo. Temió a Dios más bien que a los hombres, y continuó predicando. (Gál. 1:10) Debido a esto fue echado repetidamente en prisión por el Diablo.
33 Escribiendo desde la prisión poco antes de ser ejecutado por los que matan el cuerpo, Pablo instó a Timoteo a persistir en predicar la Palabra de Dios y llamó la atención al galardón final en conexión con su propio ejemplo fiel, diciendo: “Solemnemente te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús, que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos, y por su manifestación y su reino, predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso, . . . efectúa tu ministerio plenamente. He peleado la excelente pelea, he corrido la carrera hasta terminarla, he observado la fe. De este tiempo en adelante me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día, sin embargo no solo a mí, sino también a todos los que han amado su manifestación.”—2 Tim. 4:1, 2, 5, 7, 8.
34. ¿Cómo recibiría Pablo esta “corona de la justicia”?
34 El premio por haber hecho lo que era justo lo recibiría por medio de la resurrección de entre los muertos después de la manifestación del Señor Jesucristo, “el justo juez,” en su reino.
35. Desde 1914 E.C., ¿qué trabajo se ha dado solo a los testigos de Jehová, y esto a causa de habérseles descubierto y habérseles dado a conocer a ellos qué cosas?
35 Ahora, desde 1914 E.C., se nos ha asignado una obra de predicación a nosotros como testigos cristianos de Jehová dedicados y bautizados. (Mat. 24:14; 25:31-34) Solo nosotros hemos recibido benignamente este trabajo sumamente distinguido de predicar el reino establecido de Dios, para predicarlo en todas las tierras. Ninguna otra organización religiosa sobre la Tierra está efectuando esta obra de predicación. Los “talentos” y “minas” del servicio del Reino se les han quitado a los temerosos, a los perezosos y a los infieles. (Mat. 25:24-30; Luc. 19:20-26) Mediante la revelación de la Palabra de Dios se nos ha dado el mensaje del Reino. Las cosas espirituales que se han mantenido encubiertas para otros han sido descubiertas para nosotros. Las cosas que se mantuvieron secretas en la Palabra de Dios las hemos llegado a saber. ¿Qué haremos, entonces?
36. ¿Qué, entonces, haremos, según Mateo 10:26, 27?
36 ¡Esto! Las cosas que el Rey reinante Jesucristo nos ha dicho “en la oscuridad” para que los hombres mundanos no pudieran observarlas directamente-estas cosas no debemos guardarlas para nosotros mismos sino que tenemos que ‘decirlas en la luz.’ Las cosas que nuestro Rey reinante nos ha ‘dicho al oído,’ por medio de las Santas Escrituras, como sus fieles discípulos confidenciales, tenemos que hacer que se oigan muy extensamente; estas cosas tenemos que, por decirlo así, ‘predicarlas desde las azoteas.’
37. ¿Qué haremos si los hombres nos presentan en falsos colores y nos amenazan con la muerte, y por qué?
37 Pero, ¿qué hay si los hombres nos llaman por nombres malos y presentan en falsos colores nuestra obra? “No los teman,” es el mandato de nuestro Rey. ¿Qué hay si se oponen a nuestro mensaje y amenazan castigarnos con la muerte? No se hagan temerosos de ellos, sino, más bien, teman al Dios Todopoderoso que puede castigar a los inicuos en el Gehena y puede levantar a los fieles que temen a Dios a la vida en el dominio de su glorioso reino. (Mat. 10:26-28) Sí, témanle a Él e imiten a su más grande Predicador, Jesucristo, y continúen predicando para la plena demostración de su fidelidad a Dios para su inmarcesible gloria. Su reino con poder de resurrección obtendrá la victoria eterna.
Bendito sea Jehová el Dios de Israel, porque ha vuelto su atención y ejecutado liberación para con su pueblo. Y nos ha levantado un cuerno de salvación . . . [para] concedernos, después de ser librados de la mano de nuestros enemigos, el privilegio de rendirle servicio sagrado sin temor con lealtad y justicia delante de él todos nuestros días.—Luc. 1:68-75
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