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Reuniones para el servicio del campoMinisterio del Reino 1979 | octubre
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Reuniones para el servicio del campo
1 AL 7 DE OCTUBRE
Enseñando en los estudios bíblicos
1. ¿Por qué no es suficiente solo leer textos al enseñar?
2. ¿Qué limitaciones del amo de casa debemos tomar en cuenta al considerar un tema? ¿Por qué?
3. ¿Cómo hará que sea más fácil llegar al corazón de las personas el dar énfasis a los puntos principales y no tratar de abarcar demasiado material?
8 AL 14 DE OCTUBRE
Enseñando a los estudiantes de la Biblia cómo usar la Biblia
1. ¿Por qué sería animador para un estudiante saber cómo encontrar rápidamente los textos en la Biblia? (Luc. 4:16-18)
2. ¿Qué puede hacer usted para ayudarles a encontrar los libros de la Biblia?
3. ¿Por qué debe tratar de ayudar a los estudiantes a USAR los textos claves que aprenden? (Heb. 5:14)
4. ¿Cómo puede ayudarles a usar lo textos que aprenden?
15 AL 21 DE OCTUBRE
Haciendo que nuestro sacrificio de alabanza sea más atractivo a los demás
1. ¿Cómo ayuda el que uno se ponga en el lugar de la otra persona a que las presentaciones sean más atractivas?
2. ¿Por qué no es aconsejable envolverse en discusiones con los que se oponen?
3. ¿Qué cosas podemos aprender de los siguientes textos que pueden hacer que nuestra predicación del Reino atraiga a mayor grado la atención de la gente? (Col. 4:6; Tito 2:1-14)
22 AL 28 DE OCTUBRE
Preparándonos para los estudios bíblicos de casa
1. ¿Por qué es útil conocer las circunstancias personales del amo de casa?
2. ¿Cómo puede uno llegar a conocer estas circunstancias sin ser un “entremetido”?
3. ¿Qué textos deben buscarse en un estudio? ¿Por qué?
4. ¿Qué decisión tenemos que tomar al prepararnos para nuestros estudios bíblicos de modo que podamos lograr lo que se declara en Proverbios 4:4?
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Ayudando a los que tienen necesidades especialesMinisterio del Reino 1979 | octubre
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Ayudando a los que tienen necesidades especiales
1 ¿Buscamos maneras de trabajar juntos con aquellos que tienen muy pocas oportunidades de hablar acerca de Jehová y su bondad debido a algún impedimento o incapacidad física? Casi no hay congregación que no tenga una o más personas que estén limitadas en cuanto a lo que pueden hacer debido a alguna incapacidad física. Muchos están incapacitados físicamente debido a que son inválidos, ciegos, sordos o de edad avanzada. Aunque Jehová ciertamente se agrada con el servicio limitado de ellos, ¿deberíamos concluir que el deseo que ellos tienen de participar plenamente en el servicio es menor que el nuestro?
2 Es cierto que algunos están más conscientes del amor y la bondad de Jehová debido a las enfermedades físicas que tienen, y esto los mueve a querer hacer más. Puede que esa persona busque oportunidades adicionales para servir a Jehová, y con un poco de ayuda de otros, esto puede ser posible, redundando en mayor gozo para todos. ¿No sería una excelente expresión de interés amoroso incluir a estas personas en nuestros planes para el servicio y estar alerta a las oportunidades de llevarlas con nosotros o ayudarlas a participar? ¡Esto está de acuerdo con la meta que nos hemos establecido de AYUDARNOS UNOS A OTROS!
LO QUE PODEMOS HACER
3 El mostrar esta atención ciertamente armoniza con la operación del espíritu de Jehová que impregna a la congregación cristiana. Pablo explicó que hay “muchos miembros, pero un solo cuerpo” y observó que hay “miembros del cuerpo que parecen ser más débiles” debido a limitaciones que pudieran ser de índole física. ¿El resultado? “Si un miembro sufre, todos los otros miembros sufren con él.” El esfuerzo de auxiliar a esas personas con “servicios de ayudar” unifica a la congregación en amor y amplifica la proclamación del mensaje del Reino.—1 Cor. 12:19-31.
4 ¿Puede pensar en algunas maneras de hacer eso? En una congregación había un hermano ciego que no estaba plenamente satisfecho con lo que estaba haciendo en el servicio de Jehová. Quería hacer más. Percibiendo la necesidad, otro hermano le preguntó que si podía ayudarlo de algún modo. A medida que las cosas se fueron desarrollando, pronto el hermano ciego estaba conduciendo con regularidad su propio estudio bíblico. ¿Cómo lo logró? El hermano que lo ayudaba sacó tiempo cada semana para leerle en voz alta toda la lección. Acompañaba al hermano ciego al estudio bíblico y leía las preguntas. Puesto que estaba familiarizado con todo el material, el hermano ciego pudo conducir un estudio excelente, para gran gozo de él.
5 En otra congregación se asociaron varias personas sordas. No había nadie que les sirviera de intérprete, de modo que varios hermanos y hermanas jóvenes se dieron cuenta de esta necesidad y aprendieron el lenguaje de señas. Hicieron una excelente expresión de su amor fraternal por medio de ayudar a comunicarles los beneficios de las reuniones a éstos. También hicieron arreglos para llevarlos consigo al servicio, y crearon oportunidades en varias revisitas donde estos hermanos sordos podían expresar su esperanza a otros. Está demás decir que hubo un intercambio de estímulo entre todos los que estaban envueltos en el asunto.
6 A una hermana severamente lisiada le era casi imposible asistir a las reuniones o participar en los arreglos de grupo para el servicio. Varios hermanos y hermanas que mostraron consideración hicieron arreglos para grabar las reuniones de congregación por turno, de modo que ella pudiera obtener los beneficios de éstas a pesar de que no podía salir de la casa. Aparte de las visitas regulares para estimularla, también la ayudaron a arreglar los asuntos para que pudiera participar en el servicio. Le proveyeron los nombres y las direcciones de las personas que mostraron interés a las cuales ella podía escribir, y hasta pudo establecer estudios bíblicos con algunos de ellos. En casos similares se ha traído a la persona que muestra interés al lecho del enfermo y allí se ha conducido un estudio con regularidad. Otras experiencias relatan acerca de publicadores que bondadosamente llevan a los enfermos en una silla de ruedas cuando testifican en la calle o cuando trabajan en los edificios de apartamentos donde a éstos les es más fácil ir de una puerta a la otra. Toma un poco más de tiempo y esfuerzo, pero piense en los beneficios de largo alcance que produce el trabajar juntos de este modo.
7 Probablemente descubra que existe una amplia variedad de necesidades similares en su propia congregación. ¿Hay un publicador de habla extranjera al que el lenguaje le sirva de barrera? ¿Hay algún hermano o hermana de edad avanzada que necesite que se le dé una mano? ¿Qué hay de los que quizás tengan una dolencia crónica que les permita participar en el servicio solo en condiciones especializadas? Si reflexiona sobre este asunto, es posible que pueda contribuir para ayudar a su hermano de manera que le traiga mucho gozo a él al igual que a usted mismo.
8 El planear nuestra actividad con la mira de trabajar juntos infunde en los incapacitados la confianza de que “si cayese uno de ellos, el otro puede levantar a su socio.” También le da verdadero significado al proverbio: “Los amigos siempre muestran su amor. ¿Para qué son los hermanos sino para compartir penoso afán?”—Ecl. 4:10; Pro. 17:17, Today’s English Version.
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El superintendente de servicio... cómo él nos puede ayudarMinisterio del Reino 1979 | octubre
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El superintendente de servicio... cómo él nos puede ayudar
1 Como resultado de los ajustes que recientemente se hicieron en el arreglo de ancianos, el superintendente de servicio coordina toda la actividad del campo de la congregación. ¿Qué nos indica esto? Por un lado, enfatiza la importancia de predicar las buenas nuevas y hacer discípulos. Adicionalmente, vemos que es necesario mejorar en llevar la delantera y en nuestra participación en el servicio del campo.
2 En las visitas que el superintendente de circuito hizo durante el pasado año de servicio, se seleccionó a un anciano para que sirviera de superintendente de servicio. Se consideró el asunto de tener a un hermano que sea celoso en el servicio del campo, que ame la obra de predicar y que esté capacitado para ayudar a otros a hacer discípulos. Para ahora, todas las congregaciones ya tienen un superintendente de servicio asignado.
3 Al superintendente de servicio no se le dan muchos registros con el fin de que esté libre para llevar la delantera en el campo. Él necesita y debe tener la cooperación de todos los ancianos y siervos ministeriales, los cuales también llevan la delantera en el servicio del campo tal como los pastores van delante de los rebaños.
4 El superintendente de servicio atiende las responsabilidades básicas que estaban asignadas al superintendente del campo según se explican en las páginas 72-75 del libro Organización. (No obstante, el secretario es quien se encarga de los informes del campo.) El superintendente de servicio considera los arreglos para el servicio del campo durante la semana y observa qué mejoras se pudieran recomendar al cuerpo de ancianos. ¿A qué se debe que algunos de los arreglos no reciban buen apoyo? ¿Deben hacerse algunos ajustes? ¿Es necesario mejorar en llevar la delantera en algún grupo (o grupos)? ¿Se está haciendo el máximo para proveer ayuda en el servicio a los que la desean? ¿De qué manera se está abarcando el territorio? ¿Qué se puede hacer para ayudar a más hermanos a conducir estudios bíblicos?
5 Mucho del trabajo que él hace para fortalecer el servicio del campo lo puede llevar a cabo en los grupos de estudio de libro. Muchos de los ancianos, si no todos, son conductores de estudio de libro, y después de haber considerado y entendido como cuerpo de ancianos lo que se necesita, pueden cooperar más pronta y eficazmente con el superintendente de servicio en poner en práctica los pasos que se necesitan dar para fortalecer el apoyo en el servicio del campo.
6 Por lo general el superintendente de servicio conduce un estudio de libro, pero una vez al mes visita a otro grupo de estudio de libro, y muestra interés particular en cuanto a cómo le va al grupo en la obra de predicar. (Mientras él está ausente, su auxiliar conducirá el estudio.) Puesto que el estudio se reduce a 45 minutos durante su visita, el superintendente de servicio usa los últimos 15 minutos para animar a todos los hermanos del grupo a apreciar su privilegio de compartir las buenas nuevas con otros. Además de trabajar con publicadores de casa en casa según pueda durante la semana, quizás pueda acompañar a uno o a más hermanos a un estudio bíblico.
7 El superintendente de servicio sirve continuamente a menos que las circunstancias hagan necesario un cambio. Si hay que hacer un cambio, el cuerpo de ancianos le asignará esa responsabilidad a otro anciano y se lo informará a la congregación. En su próxima visita, el superintendente de circuito mostrará en su informe a la Sociedad cuál anciano está sirviendo en esa posición actualmente. El superintendente de servicio puede tomar su turno regular como superintendente presidente de acuerdo con el arreglo de alternación de la localidad.
8 Los invitamos a que cooperen plenamente con el superintendente de servicio de su congregación, a medida que dan buen apoyo a los arreglos para el servicio del campo de su grupo de estudio de libro.
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Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1979 | octubre
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Tema de conversación
Cifre su confianza en la gobernación por Dios.—Salmo 146.
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Reuniones para ayudarnos a hacer discípulosMinisterio del Reino 1979 | octubre
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Reuniones para ayudarnos a hacer discípulos
SEMANA DEL 30 DE SEPTIEMBRE
5 min: Cántico 85. Anuncios.
20 min: “Ayúdense unos a otros (Parte II): por medio del estudio de libro.” Discurso y demostración. El arreglo del estudio de libro se presta muy bien para proveer ayuda personal a los que desean alguna ayuda en el servicio. El ayudarnos unos a otros es parte de nuestro servicio a Dios. (1 Ped. 4:10, 11) Enfatice que la participación es motivada por el interés amoroso de unos a otros y tiene como propósito el ayudar a los que desean ayuda.
Presente una breve demostración que muestre cómo un conductor pudiera abordar a un publicador para comenzar los arreglos de ayuda. Escena 1: Habla con una hermana de experiencia y la encomia por su buena constancia y eficacia en el servicio del campo. Le habla acerca de una hermana del grupo, la cual tiene menos experiencia, una familia que atender, un horario ocupado y que parece necesitar ayuda. Le pregunta si estaría dispuesta a trabajar con la hermana por un día o dos, según la necesidad, cuando les sea posible. Está de acuerdo y se ofrece de buena gana para ayudar. Escena 2: Más tarde, ella se dirige a la otra hermana. Le pregunta cómo van las cosas y sugiere la posibilidad de trabajar juntas. Explica que cree que el prepararse para el servicio junto con otra persona y el trabajar juntas sería animador para las dos. Le dice que disfrutaría de la compañía de ella y que probablemente ambas podrían hacer mucho para ayudarse una a la otra. A la otra hermana le agrada la idea e inmediatamente acepta la invitación. Consideran planes tentativos para la siguiente semana. Ambas se muestran optimistas en cuanto a los resultados. Escena 3: Las dos hermanas conversan con el conductor del estudio después del estudio de libro y le relatan una experiencia que tuvieron en el servicio. Ambas comentan sobre lo mucho que disfrutaron de trabajar juntas y cómo se beneficiaron. El conductor las anima a que le dejen saber si puede ayudar de alguna manera.
Todos podemos beneficiarnos de tal intercambio de estímulo y la congregación se fortalece por la edificación de sus miembros.—Rom. 1:11, 12; Efe. 4:12, 13, 16.
15 min: “Presentando las buenas nuevas... por medio de dejar una impresión favorable.” Consideración por medio de preguntas y respuestas. Incluya ejemplos prácticos de circunstancias de la localidad donde el material se puede aplicar apropiadamente.
15 min: Consideración animada sobre puntos específicos de las revistas ¡Despertad! que los publicadores usarán al ofrecer la suscripción durante el mes de octubre. Enlace los puntos con el tema de conversación actual.
5 min: Cántico 98 y oración.
SEMANA DEL 7 DE OCTUBRE
10 min: Cántico 5 y anuncios. Lea el informe de cuentas.
15 min: “Ayudando a los que tienen necesidades especiales.” Consideración con el auditorio. ¿Cómo podemos hacer eso en nuestra congregación? Pida experiencias que muestren los beneficios que se obtienen por medio de dar o recibir esa clase de ayuda.
15 min: “Háganse bondadosos los unos con los otros.” (Basado en La Atalaya del 15 de mayo de 1976, páginas 291, 292) Consideración entre dos ancianos. Consideren el material desde el punto de vista de cómo el amor genuino nos ayudará a ser comprensivos y pacientes con los que necesitan ayuda.
15 min: “El superintendente de servicio... cómo él nos puede ayudar.” Discurso por el superintendente de servicio. Explique el nuevo arreglo y notifique a la congregación los cambio que tuvieron que hacer localmente. Mencione los beneficios que resultan del buen ejemplo y estímulo bondadoso de éste.
5 min: Cántico 41 y oración.
SEMANA DEL 14 DE OCTUBRE
Tema: CONFIANDO EN JEHOVÁ DURANTE LA JUVENTUD.—Sal. 71:5, 17.
15 min: Cántico 78 y anuncios de la localidad. Familia considera el texto diario del Anuario. (Sentados a la mesa para el desayuno o la cena) Después que comentan sobre el texto, el padre (o la madre) relata una experiencia interesante acerca de un Testigo celoso cuyo relato se encuentra en las páginas 83 y 84. La familia agradece esta experiencia y expresa el deseo de hacer lo mismo.
23 min: Pautas útiles para los jóvenes. Los jóvenes escolares se enfrentan a muchas situaciones difíciles. Los padres u otras personas a quienes se acude pudieran ayudar. Muchos jóvenes muestran poca iniciativa en la escuela y a menudo se quejan de que no es interesante, sino aburrida. Si realmente no se preocupan por aprender, sus intereses pudieran concentrarse en actividades sociales, deportes, y cosas por el estilo que pueden perjudicarlos espiritualmente. Los padres tienen buena razón para mostrar interés.
Demostración: La madre y el padre conversan con los hijos acerca de la escuela. Encomian a los muchachos por los buenos esfuerzos que han mostrado en los estudios en el pasado, pero expresan preocupación con relación a varias calificaciones bajas que recibieron el año pasado y por la participación que tuvieron en ciertas actividades que pudieran ser perjudiciales. Los jóvenes se quejan de que algunas asignaturas de la escuela eran aburridas. Los padres razonan con ellos de manera bondadosa y les ayudan a comprender los beneficios prácticos que se reciben. El padre sugiere que todos abran el libro Juventud en el capítulo 11 para repasar la consideración sobre “¿Por qué estudiar en la escuela?” Enfatice las razones prácticas de por qué los jóvenes deben apreciar la oportunidad de recibir entrenamiento para desarrollar su habilidad en cuanto a trabajo seglar, lectura, aumentar la aptitud para aprender, etc. La familia considera situaciones en las cuales ese entrenamiento será verdaderamente útil y apreciado. Ahora los muchachos ven las cosas de manera diferente y expresan su determinación de aplicarse más diligentemente a sus estudios cuando comiencen las clases. Los padres dan encomio y sugieren volver a reunirse como familia para repasar el progreso que se haya logrado y considerar cualesquier problemas que surjan en el futuro.
18 min: Jóvenes fieles como Samuel. (Esta parte debe ensayarse bien bajo la supervisión de un anciano capacitado.) Un grupo de jóvenes considera en la plataforma la vida de Samuel, especialmente cuando era joven. El grupo lee el capítulo 3 de 1 Samuel. Hermanos jóvenes que son buenos lectores leen las porciones de Samuel, Elí, y la voz de Jehová como narrador. ¿Qué pueden aprender del ejemplo de Samuel los jóvenes de hoy día, los cuales se enfrentan a los problemas y al ambiente del presente sistema de cosas inicuo? Invite al grupo a comentar sobre lo siguiente: (1) ¿Cómo pueden los jóvenes imitar la buena actitud de Samuel? (2) ¿De qué manera pueden imitar los jóvenes la actitud de Samuel en cuanto a respetar a los de edad avanzada y su anuencia de acudir a alguien de mayor edad en busca de consejo? (3) ¿Cómo pueden los jóvenes de hoy día aprender del hecho de que él no dejó que los malos ejemplos que lo rodeaban influyeran en él? (4) ¿De qué maneras debe ayudar a los jóvenes la fidelidad de Samuel desde su juventud hasta la vejez a medida que hacen planes para el futuro?
4 min: Cántico 75 y oración.
SEMANA DEL 21 DE OCTUBRE
8 min: Cántico 94 y anuncios de la localidad.
30 min: Prepárese en la localidad.
15 min: ¿Qué estamos haciendo con lo que aprendemos? Haga preparativos para esta parte con mucho tiempo de antemano, y pida a los hermanos o grupos de estudio de libro que presenten las experiencias que han tenido mientras realmente aplicaban lo que aprendieron en las reuniones de servicio durante el mes de octubre. Los comentarios deben mostrar cómo se está usando la información de manera práctica y beneficiosa. Puntos que se deben enfatizar: (1) ¿De qué maneras se están ayudando unos a otros en el arreglo del estudio de libro? (2) ¿Qué clase de ayuda han podido proveer a los que tienen mala salud o están incapacitados? (3) Jóvenes: ¿Qué piensan de la escuela? ¿De qué maneras están esforzándose por imitar las buenas cualidades del joven Samuel?
7 min: Cántico 97 y oración.
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Ayúdense unos a otros (Parte II): por medio del estudio de libroMinisterio del Reino 1979 | octubre
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Ayúdense unos a otros (Parte II): por medio del estudio de libro
1 Mientras que todos nosotros compartimos por igual la responsabilidad de predicar, no todos somos iguales en cuanto a experiencia o aptitud. (1 Cor. 12:29, 30) Hay los que son nuevos o los que no tienen experiencia. Algunos están limitados debido a su educación o barreras idiomáticas. Otros tienen experiencia particularmente en un aspecto del servicio del campo, pero no la tienen en otros aspectos. Naturalmente, todos deseamos ser predicadores capacitados y eficaces de las buenas nuevas. Al compartir los beneficios de nuestra experiencia y capacidades con otros, el resultado puede ser mucha felicidad.—Hech. 20:35.
2 El arreglo del grupo de estudio de libro es una excelente provisión desde donde se puede proveer ayuda mutua. Muchos publicadores tienen experiencia y aptitud que pueden usar para ayudar a otros miembros de su grupo. En muchos casos, todo lo que hay que hacer es dar a conocer la necesidad y pedirles que ayuden. Sugerimos que cada conductor de estudio de libro reflexione en cuanto a los que pudieran necesitar ayuda en el servicio, y acerca de los que estarían dispuestos y en la mejor posición de dar ayuda eficaz.
3 Con esto en mente, quizás el conductor puede abordar primero al publicador con experiencia sobre el asunto de trabajar con alguien que tenga menos experiencia. Por ejemplo, pudiera decirle a una hermana: “¿Tendría a bien trabajar con la hermana———— en el servicio de casa en casa por unos cuantos días? Estoy seguro de que ella se beneficiaría de su experiencia. Creo que ustedes dos disfrutarán de trabajar juntas como compañeras por un tiempo y que resultará ser edificante para las dos.”
4 Si la hermana con experiencia está de acuerdo, el conductor puede sugerirle que hable con la otra hermana en cuanto al asunto, haciendo arreglos que les sean convenientes a las dos. En algunos casos, quizás deseen considerar el asunto con el conductor del estudio, pues él puede tener sugerencias sobre cómo proceder. Pueden hacer planes en cuanto a lo que sería más conveniente respecto a prepararse juntas, participar en el servicio y atender a las personas que muestran interés.
5 El conductor debe mostrar verdadero interés en los hermanos por medio de preguntarles de vez en cuando cómo les va. Su amabilidad y palabras de estímulo demostrarán que él es más que alguien que solo conduce el estudio; siente tierno cariño para con otros y se interesa sinceramente en el progreso espiritual de ellos. Cuando el superintendente de servicio pasa una semana con ese grupo, él, también, se interesará en cuanto a lo que se está logrando. Cualquier cosa que él y el conductor hagan con la mira de desarrollar el arreglo de ayudarse unos a otros a nivel del estudio de libro fortalecerá a la entera congregación.—1 Tes. 2:7, 8.
6 Es algo excelente tener hermanos y hermanas que se ayudan unos a otros en un espíritu de amor. Por lo tanto, muestre aprecio por esas obras de fe. Exprese agradecimiento por la ayuda y estímulo que ha recibido de sus compañeros cristianos. (Rom. 1:8, 9) Y recuerde lo que dice Eclesiastés 4:9: “Mejores son dos que uno, porque tienen un buen galardón por su duro trabajo.”
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