-
Reuniones para el servicio del campoMinisterio del Reino 1980 | mayo
-
-
Reuniones para el servicio del campo
5 AL 11 DE MAYO
Usando la literatura en el servicio
1. ¿Por qué ofrecemos literatura a los amos de casa?
2. ¿Qué libros de los disponibles en nuestra congregación probablemente atraigan la atención de la gente de nuestro territorio?
3. Mencione algunos puntos de esos libros que pudieran enlazarse con el Tema de Conversación.
12 AL 18 DE MAYO
Puntos de vista de los jóvenes
1. ¿Qué puntos de vista son frecuentes entre la juventud hoy?
2. ¿Qué efecto puede tener en el punto de vista de un joven sobre la vida la promesa divina de algo nuevo?
3. ¿Cómo podemos presentar esa información a ellos?
19 AL 25 DE MAYO
Indiferencia
1. ¿A qué se debe la indiferencia?
2. ¿Cómo podemos estimular interés en la vida, tanto la presente como la futura?
3. ¿Cómo podemos enlazar nuestro Tema de Conversación con este problema?
26 DE MAYO AL 1 DE JUNIO
Enfrentándonos a la indiferencia
1. ¿Por qué continuamos participando en el servicio del campo aunque muchos amos de casa muestran indiferencia? (Eze. 2:7)
2. ¿Cómo puede impedir usted que la indiferencia de los amos de casa afecte su gozo?
3. ¿Por qué no debemos juzgar a los individuos con quienes tratamos en nuestra obra? (Hech. 10:34, 35, 42)
-
-
Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1980 | mayo
-
-
Tema de conversación
La promesa de Dios de algo nuevo.—2 Ped. 3:13; Rev. 21:1, 4.
-
-
Obren lo que es bueno para con los que están relacionados con ustedes en la feMinisterio del Reino 1980 | mayo
-
-
Obren lo que es bueno para con los que están relacionados con ustedes en la fe
1 ¿Está usted consciente de las necesidades espirituales y físicas de los hermanos y las hermanas de su congregación? ¿Ha considerado cómo pudiera ayudarles? ¿Está usted en la posición de poder hacer algo para satisfacer las necesidades de ellos (Pro. 3:27), o por lo general deja usted que otros se encarguen de estos asuntos?
2 ¡Qué excelente es que hermanos capacitados estén conscientes de las necesidades de otras personas y traten de ayudarlas antes de que cierta tendencia o inclinación les cause dificultad espiritual! Para una persona sabia, a menudo basta con un recordatorio bondadoso procedente de las Escrituras.
LO QUE PODEMOS HACER
3 Algunos hermanos que tienen buenas cualidades espirituales han tomado interés paternal en algunos de los jóvenes del Salón del Reino, especialmente los que vienen de familias que no están unidas por la verdad, y así ayudan a éstos a evitar algunos problemas que son comunes a la juventud. Esto es mucho más satisfactorio que tratar de ayudar a la persona a corregir un problema después que éste ha ocurrido.
4 En Gálatas 6:2 Pablo escribe: “Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.” Esta referencia a la “ley del Cristo” se ha asociado con las palabras de Jesús en Juan 13:34 y 35 que muestran que sus discípulos se amarían unos a otros. Y, ¡qué animador es ayudar a hacer más liviana la carga de otras personas de la congregación cuando surge la oportunidad! En cierto país donde hay mucha presión religiosa en contra de los que aceptan la verdad, se ha notado que la intimidad, la amabilidad y la hospitalidad de los hermanos ha sido un factor importante que ha ayudado a los nuevos a cobrar valor, dejar a sus antiguos socios religiosos y enfrentarse a las presiones familiares al ponerse de parte de la verdad. Tal vez nosotros también podamos ayudar a algunas personas recién interesadas de nuestra congregación a experimentar la relación estrecha en que entran con otros cuando llegan a ser parte de la familia internacional de los verdaderos adoradores de Jehová.
5 Sería bueno que cada uno de nosotros tomara personalmente unos minutos para pensar en cuanto a las personas a las que podríamos ayudar, ya sea entre las que conocemos en la congregación o quizás en nuestro grupo de estudio de libro. ¿Hemos ido a visitarlas a sus hogares, o las hemos invitado a que nos visiten? Un superintendente de circuito visitó a una hermana que hacía mucho no participaba en el servicio. Notó que ella quería participar, pero solo necesitaba ayuda. Él hizo arreglos para ayudarla y ésta pudo salir al campo esa semana. Pueden imaginarse lo contenta que estaba de que alguien se hubiera interesado en ella; y él hasta hizo arreglos para participar en una comida con ella más adelante durante la semana.
6 Otro hermano estuvo construyendo una casa nueva y así fue apartándose de asociarse activamente con la congregación. Es cierto que los hermanos lo visitaban y hablaban con él acerca de lo necesarias que son las cosas espirituales, pero el asunto de mayor preocupación para él en ese entonces era su casa. Sin embargo, las palabras apropiadas al tiempo apropiado produjeron buenos resultados y ayudaron al hermano a reconocer la importancia que tienen el estudio y la asociación en la vida familiar. En poco tiempo no solo estuvo asistiendo a las reuniones con regularidad, sino también animando a otras personas a hacer lo mismo.
HASTA UN PEQUEÑO ESFUERZO AYUDA
7 El que podamos hacer mucho o poco no es realmente lo importante; lo que realmente cuenta es mostrar interés. Una tarjeta postal, una visita, una invitación, una llamada telefónica, quizás el compartir comentarios del texto diario por teléfono, el ayudar en ciertas necesidades físicas o espirituales... todas estas cosas pueden ayudar.
8 Algunas hermanas han hallado que a veces es conveniente cuidar los niños de otras hermanas a quienes les gustaría salir al servicio. Muchas personas hacen arreglos extraordinarios para llevar a alguien a las reuniones o al servicio. A otros hermanos se les hace posible visitar a los que están enfermos o en el hospital. Y cuando usted haga esto, tenga algo animador que dejar en la mente del enfermo... una experiencia o un pensamiento bíblico, como Salmo 55:22 ó Sl 41:3. Esos pensamientos pueden ser muy fortalecedores de la fe. Y todos podemos orar los unos por los otros, especialmente si estamos conscientes de que existe algún problema y personalmente no vemos cómo ayudar.
9 Gálatas 6:6 nos anima a compartir cosas buenas con nuestros hermanos. El ejemplo de hospitalidad de los cristianos primitivos es algo bueno que podemos imitar en nuestra congregación, y esto edifica nuestra fe y fortalece el vínculo de amor. Pablo enfatiza esta excelente cualidad al decir: “Así es que no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos rendimos. Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe.”—Gál. 6:9, 10.
-
-
Manteniendo el espíritu de ayudarnos unos a otrosMinisterio del Reino 1980 | mayo
-
-
Manteniendo el espíritu de ayudarnos unos a otros
1 Las Escrituras muestran que los siervos de Dios siempre han disfrutado de trabajar juntos en el servicio divino. Al hacer arreglos para que los 70 discípulos fueran delante de él a varias ciudades, Jesús los envió de dos en dos. (Luc. 10:1) Cuando Pablo emprendió su gira misional, llevó a Timoteo con él para que le ayudara. (Hech. 16:1-3) Salomón también vio la necesidad de compañerismo cuando dijo: “Mejores son dos que uno, porque tienen un buen galardón por su duro trabajo.” (Ecl. 4:9) Esto no significa que sea incorrecto trabajar sin compañía al compartir las buenas nuevas. Más bien, hay muchos beneficios al trabajar con un compañero en el servicio y en ayudarse unos a otros. ¿Cómo podemos mantener este espíritu en nuestra congregación hoy día?
USTED PUEDE PARTICIPAR
2 ¿Se siente usted avergonzado de considerar con alguien cómo pudiera mejorar usted en varios aspectos de su servicio? ¿Piensa que debido a que es maestro de la Palabra de Dios o porque ha conocido la verdad desde hace algún tiempo no podría beneficiarse de trabajar con otra persona? Considere el ejemplo de Apolos. La Biblia dice que él era “varón elocuente . . . y estaba bien versado en las Escrituras.” Sin embargo, Aquila y Priscila “lo tomaron consigo y le expusieron con mayor exactitud el camino de Dios.” Para Apolos no fue demasiado vergonzoso el aprender más en cuanto a la verdad con la ayuda de Aquila y Priscila. No resistió la ayuda porque pensara que, por hablar ya “con denuedo en la sinagoga,” no necesitaba saber más. Más bien, aceptó la ayuda, y, a su vez, fue a Acaya y “ayudó mucho a los que habían creído a causa de la bondad inmerecida de Dios.” Aunque este relato no se refiera directamente
-