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Petición al generalísimo TrujilloLa Atalaya 1957 | 15 de octubre
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por medio de palabra escrita, sino por la acción de su gobierno ante el tribunal de juicio de Dios.
Presentada respetuosamente,
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
Moción para la adopción de esta Resolución fué presentada por el presidente de la Asamblea de Distrito de Báltimore:
Malcolm S. Allen
Presidente de la asamblea
La Resolución fué secundada por el director de dicha asamblea:
John O. Groh
Director de la asamblea
ADOPTADA UNÁNIMEMENTE POR LA ASAMBLEA DE DISTRITO DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ “SABIDURÍA DADORA DE VIDA” EN LA TARDE DE ESTE DÍA VEINTICUATRO DE AGOSTO DE 1957.
[El original, debidamente firmado y jurídicamente otorgado ante notario, fué enviado por correo aéreo, entrega inmediata, al generalísimo Trujillo esa misma noche del sábado 24 de agosto de 1957. Una copia, también debidamente firmada y otorgada ante notario, se presentó por mensajero especial a la embajada dominicana en los Estados Unidos de América, en Wáshington, D.C., el lunes 26 de agosto de 1957.]
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De nuevo se admite el fracaso de la cristiandadLa Atalaya 1957 | 15 de octubre
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De nuevo se admite el fracaso de la cristiandad
● Escribiendo acerca de los testigos de Jehová en el artículo “Los asombrosos Testigos” en The Christian Century del 13 de febrero de 1957, Marcus Bach concluye su tema con estas palabras: “¿Cómo debemos tratar con ellos? ¿Qué haremos? ¿Qué consejo debemos dar a los que insisten en que ‘alguien debe detenerlos’? ¿Qué debemos decirle al clérigo de manto negro que les da empellones en la calle? Sólo hay una respuesta: Los testigos de Jehová no constan una amenaza, sino un desafío que una vez más exige de la iglesia tradicional que—¡testifique!”
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La convence el mensaje de la hoja sueltaLa Atalaya 1957 | 15 de octubre
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La convence el mensaje de la hoja suelta
● Una manera en que la Sociedad Watch Tówer se aprovecha al mayor grado de sus oportunidades es imprimiendo mensajes al dorso de las hojas sueltas que se usan para anunciar sus discursos públicos. El que esto surte buen efecto se hace patente no solamente de los pedidos de literatura que la Sociedad recibe de los que leen las hojas sueltas, sino también de experiencias como la siguiente que se informan de vez en cuando: “Como soy madre de cinco chicos, hallaba muy poco tiempo para leer. Pero como regla el día que lavaba los pisos y los pulía con cera me ponía a leer en el rincón donde terminaba de pulir. Cierto día sucedió que cuando me hallé arrinconada no tenía a mi alcance cosa alguna que leer. Entonces recordé una hojita suelta que una señora me había dejado unas semanas antes. La había metido en la parte vacía de mi combinación de tiesto y lámpara que tenía sobre la radio. Puesto que la hojita estaba cerca me decidí a leerla, más bien que quedarme sentada allí sin hacer nada. Quedé tan convencida sobre el tema ‘¿Es caliente el infierno?’ que decidí hacer una investigación más cabal de la religión. Como resultado, tanto mi esposo como yo somos creyentes sinceros de la verdad, y le damos gracias a Jehová por las muchas maneras, aunque sean aparentemente insignificantes, que él usa para recoger a sus ovejas.”
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