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“Echen sus redes para la pesca”La Atalaya 1968 | 15 de mayo
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la playa y, sentándose, recogieron los excelentes en receptáculos, pero tiraron los que eran inapropiados. Así es como será en la conclusión del sistema de cosas: saldrán los ángeles y separarán a los inicuos de entre los justos y los echarán en el horno ardiente. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes.”—Mat. 13:47-50.
4. (a) ¿A quiénes representan los peces “excelentes” que son puestos en receptáculos? (b) ¿A quiénes representan los “inapropiados” que son desechados?
4 Todas las ilustraciones que dio Jesús del reino de los cielos tienen que ver con personas que serán con él herederos del reino celestial. Por consiguiente los peces “excelentes” que se recogen en receptáculos para uso provechoso representan a los de entre la humanidad que se prueban apropiados para reinar con Jesucristo en el reino de los cielos. (Rev. 7:1-8; 14:1-5) El reino de los cielos de Dios se estableció al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914. Los fieles apóstoles y muchos otros de los discípulos fieles de Jesucristo habían muerto antes de entonces. ¿Quiénes, pues, son esos peces simbólicos que son pescados y entonces sacados de entre otros y colocados, por decirlo así, en receptáculos en la conclusión del sistema de cosas, en la cual nos encontramos ahora? Son meramente el resto de los herederos del Reino, quienes hoy día componen la clase del “esclavo fiel y discreto” en la Tierra. (Mat. 24:45-47) Los simbólicos peces “inapropiados” que son lanzados en el simbólico horno ardiente para ser destruidos son los cristianos que resultan infieles a la llamada celestial, llegando a ser así “inicuos,” y quienes merecen ser destruidos.
5. ¿A quiénes representan los que pescan con la red barredera, y por qué?
5 En el cumplimiento de la parábola de la red barredera, ¿quiénes son los que efectúan la pesca y sacan la red barredera a la playa y entonces separan los pescados unos de otros? Son los ángeles. Ciertamente los cristianos en la Tierra no son quienes separan a los simbólicos peces excelentes de los inapropiados y echan a los últimos en el simbólico horno ardiente. Los cristianos ungidos no son los que están autorizados para determinar quién es apropiado para el reino celestial de Dios y quién, por otra parte, debería ser destruido eternamente. Ellos no son los jueces de los que han llegado a ser los siervos ungidos de Dios. (Rom. 14:4) Los ángeles que acompañan a Jesucristo glorificado cuando él entra en su reino celestial al fin de los Tiempos de los Gentiles son quienes hacen esta obra de separación bajo la dirección de Cristo. (Mat. 13:40, 41; 24:30, 31; 25:31, 32) ¿Qué, pues, es la red barredera?
6. ¿Qué, entonces, representa la red barredera?
6 Como la pinta la parábola de Jesús, una red barredera recoge peces y criaturas marinas sin hacer distinción. A los judíos que estaban en un pacto nacional con Jehová Dios se les prohibía comer ciertos peces y criaturas marinas. (Lev. 11:9-12) Por lo tanto los pescadores judíos tenían que hacer separación entre lo que una red barredera sacara. Lo que la ley de Dios prohibía lo tiraban. En vista de todo esto, la red barredera simbolizaría un instrumento en las manos de los santos ángeles bajo la dirección de Jesucristo. La red barredera simboliza la organización terrestre que afirma ser la congregación de Dios que está en el nuevo pacto con Dios por medio del Mediador Jesucristo. De modo que ella afirma o profesa ser el Israel espiritual, la nación santa que está ungida con el espíritu de Dios para reinar con Jesucristo en el reino celestial. Incluye a los que hacen profesión verdadera y a los que hacen profesión falsa o infiel. Lógicamente, incluye a la cristiandad, con sus centenares de miles de personas que hacen profesión de ser cristianos, pertenecientes a centenares de sectas llamadas cristianas.
7. Para que la red barredera simbólica recoja peces de toda clase, ¿a quiénes tienen que emplear los ángeles, y cómo han sido recogidos los peces “excelentes”?
7 Es cierto que la red barredera simbólica está en las manos de los ángeles como grupo de trabajadores que cooperan. Pero para que la “red barredera” recoja peces simbólicos de toda clase, las personas que pertenecen a la organización de la “red barredera” tienen que trabajar. Tienen que hacer una obra de recogimiento en la Tierra en el nombre del cristianismo. Los ángeles celestiales solo hacen una obra invisible, pero los miembros organizados de la “red barredera” hacen la obra directa visible. Solo el número más pequeño de esta organización de la “red barredera” realmente pesca según las instrucciones de Dios por medio de Cristo y según los principios bíblicos. Como resultado, solo esos trabajadores recogerían verdaderos “peces” cristianos, apropiados para el reino celestial. Este hecho lo hacen manifiesto los ángeles celestiales bajo Cristo en la “conclusión del sistema de cosas,” en la cual nos encontramos desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914. Ellos han recogido los “peces” excelentes y los han puesto en receptáculos simbólicos.
8. ¿Cómo entraron peces “excelentes” en cautiverio a Babilonia la Grande durante 1914-1918?
8 Años antes de que comenzara la “conclusión del sistema de cosas” en 1914 los “peces” de verdadera cualidad cristiana empezaron a recogerse en separación de la cristiandad. Aquí y allá alrededor del globo terráqueo formaron congregaciones separadas de la cristiandad. Pero vino la I Guerra Mundial, que se peleó durante 1914-1918 mayormente por las naciones de la cristiandad. Durante esta guerra estas congregaciones separadas de cristianos verdaderamente dedicados y bautizados llegaron a estar en servidumbre a la cristiandad. Así, puesto que la cristiandad es la parte más poderosa de la religiosa Babilonia la Grande, entraron en un cautiverio como el de los judíos que fueron al destierro en la antigua Babilonia después que Jerusalén fue destruida en el año 607 a. de la E.C. Pero, ¿permanecerían allí?
9. ¿Por qué la “conclusión del sistema de cosas” no fue el tiempo para que los peces “excelentes” permanecieran en cautiverio a Babilonia la Grande?
9 ¡No! Los Tiempos de los Gentiles habían terminado en 1914, el año en el cual estalló la I Guerra Mundial, y como consecuencia la “conclusión del sistema de cosas” había comenzado. La ilustración de la red barredera que dio Jesús marcó este período de tiempo para la separación de los que afirmaban ser herederos ungidos del “reino de los cielos.” Era el debido tiempo para que los ángeles celestiales bajo Cristo pusieran manos a la obra y sacaran aquella simbólica red barredera y tiraran a los inapropiados y pusieran a los “excelentes” aprobados por la ley de Dios en “receptáculos” de congregación. Eso fue lo que hicieron.
10. (a) ¿Cuándo comenzaron a salir de tal destierro babilónico los peces “excelentes,” y de qué manera? (b) ¿Qué experiencia están teniendo ya los peces “inapropiados,” y por qué?
10 Desde la primavera del año de 1919 en adelante se produjo una salida de los verdaderos cristianos que estaban desterrados en Babilonia la Grande. Salió la llamada dada desde el cielo: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” (Rev. 18:4) La religiosa Babilonia la Grande es el imperio mundial de religión babilónica falsa, e incluye a la cristiandad, que ha tratado de mezclar el cristianismo con la religión babilónica. Por lo tanto la llamada del cielo tenía que incluir el que salieran de la cristiandad. Los centenares de millones de simbólicos peces “inapropiados” que permanecen en la cristiandad pronto serán echados en el simbólico “horno ardiente” y completamente destruidos. Ya van en esa dirección, puesto que los cristianos hipócritas están dándose a “su llanto y el crujir de sus dientes.” (Mat. 13:50) ¿Por qué? Porque no han salido de la Gran Babilonia como debe hacerlo el verdadero pueblo de Dios; y por lo tanto están compartiendo los pecados de ella y ya están sintiendo lo que precede a sus plagas destructivas. Pronto perecerán con Babilonia la Grande y sus amantes políticos al debido tiempo de Dios.
11. ¿Qué proporción de los que afirmaban ser cristianos salió de Babilonia la Grande, y cómo fueron recogidos “en receptáculos”?
11 En aquel tiempo, en contraste notable con aquellos amadores de Babilonia la Grande, los testigos cristianos ungidos de Jehová respondieron a la llamada celestial, en 1919. Eran solo una minoría de personas que afirmaban ser cristianos, un mero resto de la verdadera congregación cristiana que Jesucristo ha estado edificando durante los pasados diecinueve siglos. (Mat. 16:18; Hech. 2:1-42) Bajo dirección angelical fueron recogidos “en receptáculos,” por decirlo así, es decir, en congregaciones de cristianos liberados, para ser reservados para el servicio de Jehová, el Dios y Padre de Jesucristo.
12. ¿Por qué no fue llevado inmediatamente al cielo este resto de peces simbólicos “excelentes”?
12 Aunque los de este resto de simbólicos peces “excelentes” esperan participar en el “reino de los cielos,” no fueron llevados inmediatamente al cielo, algo que ellos habían estado esperando. En esta “conclusión del sistema de cosas” tenían que hacer cierta obra en la Tierra antes de que les sobrevenga el fin a Babilonia la Grande y sus amantes políticos y los ejércitos de éstos.
13. (a) ¿Qué además de dar un testimonio se logra mediante la predicación del Reino? (b) Desde 1919 en adelante, ¿por qué era necesario que siguiera la obra de los días apostólicos?
13 Todo rincón de la Tierra sabe ahora lo que es la verdadera obra cristiana del resto, porque el resto ha llevado su obra hasta los extremos de la Tierra, en cumplimiento de las palabras de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” (Mat. 24:14) El dar testimonio a todas las naciones no es lo único que logran los predicadores del Reino. Hay también una obra de separación que resulta de tal predicación del Reino, y esto bajo dirección angelical. (Mat. 24:30, 31, 40-42) Esta obra de separación no se logró toda en el año de liberación de 1919. No, sino que, para que el número preordenado de 144.000 coherederos del Reino fuera redimido de la Tierra, más de los simbólicos peces “excelentes” tenían que ser sacados y puestos en los “receptáculos” de congregación. La obra que Jesucristo comenzó en los días de sus doce apóstoles tenía que continuarse hasta dentro de esta “conclusión del sistema de cosas,” a saber, obra de pescar. ¡Se garantizaba una grandiosa redada!
¡UNA MILAGROSA REDADA!
14. (a) En cuanto a profesión, ¿qué eran algunos de los discípulos de Juan el Bautista, y cómo fue que Jesús halló a cuatro de ellos en el mar de Galilea? (b) ¿Cuál era el mejor tiempo para su ocupación?
14 Hace mil novecientos años algunos de los apóstoles de Jesús eran pescadores profesionales en el mar de Galilea. Eran discípulos de Juan el Bautista, y algunos días después de su propio bautismo en agua Jesucristo llegó a conocerlos en el valle superior del río Jordán, tarde en el año 29 E.C. (Juan 1:35-44) Unos meses después, en el año siguiente, Jesús se comunicó con estos pescadores profesionales allí mismo en el mar de Galilea. Para entonces Juan el Bautista había sido puesto en prisión por el rey Herodes y Jesús había comenzado a encargarse del mensaje de Juan el Bautista y a proclamar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mat. 4:12-17) Cierto día Jesús estaba predicando el reino de Dios a muchedumbres de personas en la orilla del mar de Galilea cerca de donde cuatro pescadores profesionales habían estado trabajando con redes. En aquel tiempo la manera más popular de pescar para los judíos era por medio de redes de varias clases, cuatro clases de las cuales se mencionan en la Santa Biblia. (Hab. 1:15, 16; Ecl. 9:12; Sal. 35:7, 8) Se consideraba que la noche era el mejor tiempo para pescar, después de la puesta del sol y antes de la salida del sol.
15, 16. (a) ¿En qué ocasión le dijo Jesús a Simón y a los que estaban en la barca con él que echaran sus redes para la pesca? (b) ¿Cuál fue el efecto inmediato de lo que sucedió entonces?
15 “En cierta ocasión,” como nos narra Lucas 5:1-10, “cuando la muchedumbre se agolpaba sobre él y escuchaba la palabra de Dios, él estaba de pie junto al lago de Genesaret [Galilea]. Y vio dos barcas atracadas al borde del lago, pero los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes. Subiendo en una de las barcas, que era de Simón, pidió que se apartase un poco de la tierra. Entonces se sentó, y desde la barca se puso a enseñar a las muchedumbres. Cuando cesó de hablar, dijo a Simón: ‘Rema hasta donde está profundo, y echen sus redes para la pesca.’ Pero respondiendo Simón, dijo: ‘Instructor, toda la noche nos afanamos y no sacamos nada, pero porque tú lo dices bajaré las redes.’ Bueno, cuando hicieron esto, encerraron una grande multitud de peces. En realidad, se les rompían las redes.
16 “De modo que hicieron señas a sus socios en la otra barca para que viniesen y les prestasen ayuda; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de manera que éstas se hundían. Viendo esto, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: ‘Apártate de mí, porque soy varón pecador, Señor.’ Pues, ante la redada de peces que pescaron quedaron pasmados él y todos los que con él estaban, y así mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran partícipes con Simón.”
17, 18. (a) ¿Qué comprendieron que había sucedido los cuatro socios pescadores? (b) ¿Por qué no hizo Jesús lo que Simón le pidió que hiciera? Sin embargo, ¿qué hizo?
17 Había otros con Simón Pedro en su barca, particularmente su hermano Andrés, y posiblemente el padre de ellos, Juan. Santiago y Juan estaban con su padre Zebedeo y hombres alquilados en la barca que proveyó ayuda. Pedro, Andrés, Santiago y Juan se dieron cuenta de que Jesús había ejecutado un milagro, causando súbitamente una enorme redada de peces de una zona de aguas donde no había habido ninguno en toda la noche.
18 Esto aumentó su evaluación de Jesucristo, a quien ya conocían personalmente. Pedro, sintiendo ahora más que nunca su pecaminosidad por tener a tan santo hombre de Dios en su barca, le pidió al Señor Jesús que se apartara de él. Pero Jesús no tenía la intención de abandonar la barca solo. Había llegado el tiempo para que él tuviera seguidores constantes y regulares en un sentido literal. Por lo tanto Jesús calmó el temor de Pedro debido a la pecaminosidad de éste, según nos dice la narración: “Pero Jesús dijo a Simón: ‘Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres.’” Por esta declaración Jesús estaba comparando a los hombres con peces. Pero, ¿con quién estaría Pedro pescando vivos a hombres como si fueran peces? Pues, con Jesucristo mismo, porque entonces Jesús le pidió a Pedro que lo siguiera en la pesca de algo mayor que peces, a saber, ‘hombres vivos.’ Jesús también invitó a Andrés el hermano de Pedro a seguirlo en esta nueva empresa. Ambos lo siguieron.
19. Mientras tanto, ¿qué comenzaron a hacer Santiago y Juan, y cuánto tiempo continuaron en esto?
19 Mientras tanto, puesto que sus redes se habían desgarrado por la milagrosa redada de peces, de modo que las barcas estuvieron casi sobrecargadas, los que eran partícipes con Pedro en el negocio de la pesca en Galilea, a saber, Santiago y Juan, junto con el padre de ellos, Zebedeo, que estaba en la barca, empezaron a remendar sus redes. Entonces Jesús, seguido por Pedro y Andrés, vino por la orilla del lago y llamó a Santiago y Juan que estaban en su barca y los invitó a seguirle también en un mayor negocio de pesca. Ellos hicieron eso, porque el relato nos informa: “De modo que volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron.”—Luc. 5:10, 11.
20. ¿Cómo describen Mateo y Marcos la llamada de los cuatro pescadores?
20 El apóstol Mateo y el discípulo Marcos describen esta llamada de los cuatro pescadores de manera más condensada, pero Mateo y Marcos muestran que Jesús dio una invitación directa a los cuatro para que llegaran a ser pescadores de hombres. Marcos 1:16-20 dice: “Al ir andando a lo largo del mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés el hermano de Simón echando sus redes en el mar, pues eran pescadores. De modo que Jesús les dijo: ‘Vengan en pos de mí, y haré que lleguen a ser pescadores de hombres.’ Y al instante abandonaron sus redes y le siguieron. Y después de ir un poco más adelante, vio a Santiago hijo de Zebedeo y a Juan su hermano, de hecho, mientras estaban en su barca remendando sus redes; y sin demora los llamó. Ellos a su vez dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los asalariados y se fueron en pos de él.”—Mat. 4:18-22.
21. (a) ¿Por qué estaba Jesús, un carpintero profesional, capacitado para enseñar a aquellos cuatro a pescar hombres? (b) ¿El ejemplo de quién les aseguró que no tenían que preocuparse en cuanto a ganarse su subsistencia como pescadores de hombres?
21 Jesús mismo pescó allí a cuatro peces humanos. Aunque él había sido un carpintero profesional en Nazaret, tierra adentro, y no un pescador profesional, él sabía cómo pescar peces simbólicos de clase humana. Aquí él empezó a hacer eso, más de seis meses después que fue bautizado en el río Jordán y ungido con el espíritu santo de Dios. Como hombre con experiencia él sabía también cómo enseñar a otros a ir a la pesca de hombres y pescarlos vivos. Con este fin él llamó a los cuatro pescadores profesionales para que le siguieran personalmente y recibieran entrenamiento. Por esta razón ellos tuvieron que abandonar su negocio de la pesca en el mar de Galilea. Un pescador ordinario puede vender los peces que obtiene y así ganarse la vida en la Tierra. No obstante, un pescador de hombres no puede vender a los hombres y así obtener su subsistencia de ellos. De modo que, ¿cómo habrían de ganar su subsistencia como pescadores de hombres Pedro, Andrés, Santiago y Juan siguiendo continuamente al Señor Jesucristo, el más grande Pescador de todos? Bueno, Jesús mismo había abandonado todo cuando fue a Juan el Bautista para ser bautizado y nunca volvió a su trabajo de carpintero, y sin embargo Jehová cuidó de él como Pescador de hombres.
NO HABÍA RAZÓN POR PREOCUPARSE POR LA SUBSISTENCIA
22. (a) ¿Por qué no había razón para dudar que tendrían éxito en pescar hombres? (b) ¿Por qué no fracasó esta pesca de hombres con la muerte de Jesús?
22 No había razón para que estos expescadores dudaran que tendrían éxito en pescar hombres mientras actuaran bajo la dirección del Pescador Principal, Jesucristo. Por decirlo él, Pedro y Andrés habían echado con fe sus redes al mar de Galilea para la pesca, en lo que aparentemente eran aguas improductivas, y sin embargo salieron con tan grande redada que tuvieron que pedir la ayuda de sus socios Santiago y Juan. Entonces sus redes empezaron a desgarrarse y la cantidad de peces sacados amenazó hundir ambas barcas. Ahora bien, puesto que Jesús podía producir pesca tan próspera en el caso de las criaturas escamosas y con aletas de las aguas, él podría igualmente hacer pescas de éxito en el caso de peces humanos simbólicos. La muerte de Jesús en el madero de tormento unos tres años después no causó daño ni puso fin a esta obra más importante de ir a la pesca de hombres. En el tercer día él fue levantado de entre los muertos y estaba entonces en posición de revivificar las operaciones de pesca de sus fieles discípulos.
23. (a) Debido a la resurrección de Jesús a la región espiritual, ¿estuvieron los apóstoles en una posición más desventajosa en cuanto a pescar hombres? (b) Después de la resurrección de Jesús, ¿por qué se hallaban en el mar de Galilea siete discípulos?
23 Es verdad que Jesús estaba ausente de ellos en la carne, puesto que él había sido levantado de entre los muertos como Hijo espíritu inmortal de Dios y desde entonces en adelante se limitaba a la región invisible de los espíritus. Pero ahora estaba en mejor posición para dar completo éxito a esta obra de alcance mundial de pescar hombres. Dio una garantía animadora de esto en cierta ocasión más de una semana después de haber sido levantado de entre los muertos en el día decimosexto del mes lunar de Nisán del año 33 E.C. Por medio de ángeles que se aparecieron a ciertos discípulos en la mañana de su resurrección él les dijo a sus fieles apóstoles que salieran de Jerusalén y la provincia de Judea y se fueran al norte a la provincia de Galilea. Allí él se aparecería visiblemente y les daría más instrucciones. (Mat. 26:32; 28:7-10, 16; Mar. 16:6, 7) De modo que sucedió que en cierta ocasión siete de los discípulos de Jesús se hallaron juntos cerca del mar de Galilea, que también se llamaba el mar de Tiberíades.
24, 25. (a) Después de un período de pesca, ¿qué se vieron obligados a contestar los siete a un interrogador que estaba en la playa? (b) ¿Qué les dijo él que hicieran, y cómo llegaron a la playa después?
24 Cuando Pedro dijo que él iba a pescar, los otros seis dijeron que le acompañarían. Durante toda la noche trataron de pescar con su red pero no pudieron sacar absolutamente nada. Entonces, al amanecer, hubo una figura de pie en la playa. Su voz llegó a través de las aguas hasta su barquilla: “Niñitos, no tienen nada de comer, ¿verdad?” Ellos gritaron de vuelta: ¡No! Bueno, ¿dijo él entonces que dejaran de tratar?
25 Esto es lo que leemos: “Él les dijo: ‘Echen la red al lado derecho de la barca y hallarán.’ Luego la echaron, pero ya no podían sacarla a causa de la multitud de peces. Por lo tanto aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ‘¡Es el Señor!’ Entonces Simón Pedro, al oír que era el Señor, se ciñó su prenda de vestir de encima, porque estaba desnudo, y se lanzó al mar. Mas los otros discípulos vinieron en la barquilla, pues no estaban lejos de tierra, solamente a unos noventa metros de ella, arrastrando la red de peces. Sin embargo, cuando salieron de la barca a tierra contemplaron un fuego de carbón puesto allí y pescado puesto encima y pan. Jesús les dijo: ‘Traigan de los peces que acaban de pescar.’ Subió a bordo Simón Pedro, pues, y sacó a tierra la red llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres. Pero aunque había tantos no se reventó la red.”
26. (a) ¿Por qué pudiera haber surgido una pregunta entonces en cuanto a quién era él? (b) ¿En qué sentido fue ésta la tercera vez que se apareció a sus discípulos después de su resurrección?
26 Cuando aconteció esta manifestación de Jesús él no estaba en el mismo cuerpo materializado que antes. Por eso es que leemos: “Jesús les dijo: ‘Vengan, desayúnense.’ Ni uno de los discípulos tuvo el ánimo de inquirir de él: ‘Tú, ¿quién eres?’ porque sabían que era el Señor. Vino Jesús y tomó el pan y se lo dio a ellos, y así mismo el pescado. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de ser levantado de entre los muertos.” (Juan 21:1-14) Es decir, ésta era la tercera vez que Jesús se había aparecido a sus apóstoles cuando todos ellos o más de la mitad de ellos estaban juntos. En la primera ocasión de esa clase, en la noche del domingo de su resurrección, Jesús se materializó y comió algún pescado asado para probar a sus apóstoles que no era un espíritu lo que veían.—Luc. 24:22-43; Juan 20:19-25.
27. ¿Por qué fue apropiado que Jesús demostrara su poder por medio de causar que pescaran dos redadas milagrosamente?
27 Fue muy apropiado el que dos veces Jesucristo demostrara su poder por medio de llenar las redes de sus apóstoles con redadas milagrosas de peces. Él es “el último Adán,” y el primer Adán en el jardín de Edén fue uno que en ciertos respectos tuvo “un parecido al que había de venir.” (1 Cor. 15:45; Rom. 5:14) Al primer Adán y su esposa Dios el Creador les dio el mandato de ‘tener en sujeción los peces del mar’ y todos los otros animales inferiores de la Tierra. (Gén. 1:26-28) Se predijo en el Salmo 8:4-8 que el “último Adán,” Jesucristo, también tendría hasta los peces en sujeción a él, y ciertamente tenemos evidencias registradas de que él sí ejerció tal poder, para adelantar los intereses del reino de Dios. (Heb. 2:5-9) Una de esas ocasiones fue cuando Jesús, ante el tener que pagar el impuesto del templo, le dijo a Simón Pedro: “Ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que suba y, al abrirle la boca, hallarás una moneda de estater. Toma ésa y dásela a ellos por mí y por ti.”—Mat. 17:24-27.
28. (a) En vista de tales milagrosas redadas, ¿qué fue lógico que ellos raciocinaran en cuanto a la pesca de hombres? (b) ¿Por qué después de la segunda redada no necesitó Jesús invitarlos a hacerse pescadores de hombres?
28 Recordando que Jesús los había llamado para que llegaran a ser pescadores de hombres, la fe de los apóstoles tiene que haber sido fortalecida para tal obra por las dos milagrosas redadas de peces. Bajo el mandato del Pescador Principal, Jesucristo, ellos no habían echado sus redes para la pesca en vano. Era lógico para ellos razonar que cuando, al ir a la pesca de hombres, echaran las redes por mandato de él, no sacarían sus redes vacías, habría quienes serían recogidos para el reino de los cielos. Sin embargo, después de la segunda redada milagrosa de peces en el mar de Galilea Jesús no tenía que repetirles su invitación de que lo siguieran y se transformaran de pescadores de peces en pescadores de hombres. Por esta razón, Jesús resucitado ahora usó otra metáfora, porque ahora tenía que tomarse en consideración la cualidad del amor. Así, Juan 21:15-17 nos dice:
29. ¿En qué serie de preguntas y respuestas estuvieron envueltos entonces Jesús y Pedro?
29 “Cuando, pues, se hubieron desayunado, dijo Jesús a Simón Pedro: ‘Simón hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?’ Le dijo: ‘Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño.’ Le dijo: ‘Apacienta mis corderos.’ De nuevo le dijo, por segunda vez: ‘Simón hijo de Juan, ¿me amas?’ Le dijo: ‘Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño.’ Le dijo: ‘Pastorea mis ovejitas.’ Le dijo por tercera vez: ‘Simón hijo de Juan, ¿me tienes cariño?’ Pedro se contristó de que le dijera por tercera vez: ‘¿Me tienes cariño?’ De modo que le dijo: ‘Señor, tú sabes todas las cosas; tú bien sabes que te tengo cariño.’ Le dijo Jesús: ‘Apacienta mis ovejitas.’”
30, 31. (a) ¿Por qué es difícil saber lo que Jesús quiso decir con el pronombre “éstos” en su primera pregunta a Pedro? (b) Por consiguiente, ¿cómo vierten la pregunta algunos traductores modernos?
30 Los pescadores no aman a los peces, pero los pastores sí aman a las ovejas; esto es cierto particularmente en el país donde Jesús residió temporalmente cuando estuvo en la Tierra. Además, el pastor se hacía responsable de las ovejas que estaban a su cuidado. Pero no se sabe a ciencia cierta exactamente qué quiso decir Jesús cuando le preguntó a Pedro: “¿Me amas más que éstos?” En el texto griego de la Biblia el pronombre demostrativo “éstos” está en el caso genitivo, en el número plural, y en el idioma griego este caso del pronombre tiene la misma forma para los tres géneros: masculino, femenino y neutro. Por ejemplo, la traducción del Nuevo Testamento por K. S. Wuest (1961) dice: “¿Me amas . . . más que (a) estos (peces)?” Según esto, Jesús le preguntó a Pedro si lo amaba más que al negocio de pesca profesional en el mar de Galilea. La traducción de la Biblia por G. M. Lamsa (1957) sugiere el mismo pensamiento; dice: “¿Me amas más que a estas cosas?”
31 La traducción de la Biblia por Jaime Moffatt (1922) despierta un pensamiento diferente, diciendo: “¿Me amas más que los otros?” (También, Una Traducción Americana; traducción de Jaime Murdock) La noche que fue entregado Jesús a sus enemigos Simón Pedro había hecho alarde de que él amaba a Jesús más que los otros apóstoles, pero poco después no mostró este amor superior. (Mat. 26:31-35, 55, 56, 69-75) Pero en el mar de Galilea Pedro no hizo alarde acerca de la superioridad de su amor a Jesús. Sin embargo La Nueva Biblia Inglesa (Nuevo Testamento, 1961) dice: “¿Me amas más que todo lo demás?”
32. Para ganar gente, ¿las cualidades de quién debía mostrar Pedro, y para retener a los que habría ganado, qué cualidad tendría que mostrar Pedro?
32 Sin importar lo que signifique aquí el pronombre “éstos,” Jesús procedió a decirle a Pedro cómo podría mostrar su amor en la Tierra a su invisible Señor y Amo resucitado, a saber, atendiendo amorosamente a las “ovejas” del Amo en la Tierra. Para ganar gente para Dios, Pedro tenía que exhibir las cualidades de pescador; pero para retener dentro de la organización a los que habían sido introducidos, Pedro tenía que mostrar el amor tierno de un subpastor a las ovejas de su Amo.
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Ordenes de pescar en todo el mundoLa Atalaya 1968 | 15 de mayo
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Ordenes de pescar en todo el mundo
1. Después, ¿dónde se apareció otra vez a sus apóstoles el resucitado Jesús, y, según Mateo, qué les dijo?
EVIDENTEMENTE fue poco tiempo después de lo que acabamos de mencionar que Jesús resucitado reapareció ante sus discípulos en Galilea, esta vez a los once fieles, y esta vez no a la orilla del mar sino en una montaña. El apóstol Mateo estuvo allí y escribe esto acerca de ello: “Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús les había ordenado, y cuando lo vieron le rindieron homenaje, mas algunos dudaron. Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: ‘Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.’”
2.(a) ¿Habría de limitarse a los once apóstoles fieles la obra de hacer discípulos, y qué prueba se ofrece como respuesta? (b) ¿En qué aguas de pesca habría de llevarse a cabo la obra?
2 Es probable que hubiera muchos más en la montaña que solamente los once apóstoles fieles. (Mat. 28:16-20) Esta quizá haya sido la ocasión a la cual el que más tarde fue apóstol, Pablo, se refiere, cuando dice: “Después de eso se les apareció a más de quinientos hermanos de una vez, de los cuales la mayoría permanece hasta ahora, pero algunos se han dormido en la muerte.” (1 Cor. 15:6) Sin lugar a dudas la obra de hacer discípulos no habría de estar limitada a los once apóstoles fieles, y los registros bíblicos de más tarde muestran que no estuvo limitada a los apóstoles. La pesca de hombres había de ser ejecutada por todos los discípulos, incluso los que recientemente hubieran sido hechos discípulos, y la parábola de la red barredera que dio Jesús prueba esto. Las aguas de pesca no habrían de limitarse al pequeño estanque de los judíos naturales, sino que habrían de incluir a todo el mar de la humanidad, “gente de todas las naciones.” Esto habría de continuar hasta la “conclusión del sistema de cosas,” en la cual estamos ahora.
3. (a) Mediante sus operaciones de pesca en la Tierra, ¿cuántos “peces” había cogido Jesús en una redada directamente hasta el Pentecostés de 33 E. C. ? (b) ¿Qué clase de redada hubo ese día, y quiénes participaron en la operación?
3 Las operaciones de pesca directas de Jesús en la Tierra, con la ayuda de sus apóstoles y evangelizadores, habían resultado en una redada de solo unos ciento veinte discípulos. Por lo menos ese número de discípulos estaban juntos en el aposento de arriba en la mañana del Pentecostés del año 33 E.C. ¿Dónde estaban los otros de los quinientos que en cierto tiempo habían sido testigos de su aparición en la montaña de Galilea? (Hech. 1:15 a 2:4) Antes de aquel día notable del Pentecostés Jesucristo no había recogido y establecido a sus seguidores como congregaciones cristianas separadas de la sinagoga judía. Pero ahora, en este sexto día del mes lunar de Siván del 33 E.C., comenzaron las operaciones de pesca por los pescadores de hombres entrenados por Jesús. Todos éstos, los ciento veinte que estaban en el aposento de arriba en Jerusalén, ungidos con el espíritu santo de Dios por medio de Cristo, participaron en la operación, como si tuvieran una red común. Como en las dos ocasiones de esfuerzos especiales de pesca en el mar de Galilea, hubo una pesca milagrosa de peces simbólicos. En aquel día se pescó en la red a unos tres mil, porque todos éstos se bautizaron en agua en el nombre del Señor Jesucristo. Se apegaron a los pescadores apostólicos y celebraron reuniones.—Hech. 2:5-47.
4. ¿Cuándo comenzó la pesca en aguas internacionales, y quiénes fueron los primeros que fueron pescados por redada?
4 Unos tres años, cuatro meses y diez días después, o en el otoño del año 36 E.C., la red de pesca cristiana fue echada en aguas internacionales bajo la dirección del Pescador celestial, Jesucristo glorificado. Eso fue cuando el pescador Pedro, acompañado por seis cristianos judíos fieles, fue enviado a la ciudad y puerto marítimo de Cesarea a predicar el mensaje del Reino al centurión italiano Cornelio y a otros gentiles a quienes éste había reunido en su casa. Dios bendijo las operaciones de pesca de Pedro y, por medio de Jesucristo glorificado, Dios derramó espíritu santo sobre los creyentes gentiles. Así fueron pescados por redada los primeros “peces” gentiles para el reino de los cielos.—Hech. 10:1 a 11:12.
EN LA “CONCLUSIÓN DEL SISTEMA DE COSAS”
5. Según la parábola de Jesús acerca de la red barredera, ¿a qué nos estamos acercando ahora, y qué hay de las operaciones de pesca?
5 Desde que se pescó al no judío Cornelio de Cesarea en la red cristiana las actividades de pescadores cristianos de hombres en todas las aguas ha continuado hasta esta “conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 28:20) El simbólico “horno ardiente” al cual los santos ángeles de Cristo echarán a los simbólicos peces inapropiados está muy cerca. (Mat. 13:47-50) El tiempo se hace más crítico a medida que los días pasan. ¡Pero las operaciones de pesca espiritual tienen que continuar!
6. (a) ¿Qué cualidad se requirió para echar las redes en 1919? (b) ¿En qué sentido hubo una resucitación de la organización en 1919? ¿Tuvo propósito y fin determinados o no?
6 Como en el caso de los apóstoles de Jesús en dos ocasiones en el mar de Galilea, requirió gran fe el que los verdaderos pescadores de hombres obedecieran el mandato de Cristo y echaran sus redes en el año 1919. Aquel fue el primer año de la postguerra tras la primera guerra mundial. En la primavera de ese año tres directoresa y otros cinco miembros prominentes de la Sociedad Watch Tower Bible & Tract de Pensilvania fueron puestos en libertad de la penitenciaría federal de Atlanta, Georgia, EE. UU., y se restauró la administración libre de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. La organización de estos cristianos dedicados y bautizados, que fue malamente lisiada por todo el mundo durante la I Guerra Mundial por la persecución religiosa y los elementos gobernantes militarizados, fue reparada. Fue como si, a la manera del profeta Jonás, hubieran sido vomitados del vientre de un gran pez, para que siguieran profetizando. ¿Por qué hubo una resurrección espiritual de estos cristianos dedicados? ¡Para que continuaran pescando! Aunque los Tiempos de los Gentiles habían terminado temprano en el otoño de 1914, la pesca de hombres por todo el mundo no había terminado todavía. ¡Las redes tenían que ser echadas de nuevo!
7. ¿Cómo, de hecho, se dio el mandato de echar las redes, y cómo se echaron?
7 Con ese fin, en los números del 1 y 15 de agosto de 1919 de la revista Watch Tower se publicaron artículos sobre “Benditos son los intrépidos”; la primera asamblea general con concurrencia de miles de personas se celebró en Cedar Point, Ohio, EE. UU., al principio de septiembre, y el 1 de octubre de 1919 se comenzó a publicar la nueva revista The Golden Age. En efecto, hubo un mandato a estos dedicados estudiantes cristianos de la Biblia: “Echen sus redes para la pesca.” Obedientemente, e intrépidamente, echaron las redes en aguas que habían sido muy improductivas durante los años de la I Guerra Mundial, por medio de una intensificada ‘predicación de las buenas nuevas del reino’ a todo el “mar” de la humanidad. (Mat. 24:14) ¿Hubo pesca?
8. ¿Qué informe concerniente a la “pesca” dio The Watch Tower en el verano de 1925?
8 Las estadísticas para aquellos años de la postguerra y el esparcimiento de las actividades responden: ¡Sí! Por ejemplo, bajo fecha de 1 de septiembre de 1925, The Watch Tower, en la página 263, dijo en cuanto a la asistencia a la celebración mundial de la cena del Señor: “Nos alegramos de que el número de personas que participó en el Memorial haya sido tan grande, porque eso manifiesta mucho interés en la verdad por todas partes, y así es como debe ser. El gran total informado hasta la fecha es 90.434, que es 25.329 más de lo que se informó hace un año.”
9. Al principio la pesca que se había reanudado se hizo para pescar ¿a quiénes, y qué nombre abrazaron los pescadores?
9 Por más de doce años desde 1919 en adelante las actividades de pesca de estos pescadores cristianos de hombres se dirigieron principalmente a recoger peces simbólicos para el reino de los cielos, para que fueran coherederos con Jesucristo en el reino celestial. En 1931 el resto de estos herederos del Reino tomó el nombre bíblico “testigos de Jehová,” comenzando en la tarde del domingo 26 de julio de 1931, cuando unas 10.000 personas en asamblea internacional en Columbus, Ohio, gozosamente adoptaron una resolución a favor de tomar este nombre, basado en Isaías 43:10-12. Congregaciones de estos herederos del Reino alrededor del globo terráqueo copiaron esta acción.
10, 11. (a) ¿Cuándo, evidentemente, habían sido pescados por redada todos los “peces” apropiados para el Reino? (b) ¿Qué habrían de hacer entonces aquellos pescadores que todavía vivían en la “conclusión del sistema de cosas”?
10 Los “peces” del Reino recogidos por los ángeles por medio de operaciones de red barredera durante los diecinueve siglos desde el Pentecostés del año 33 E.C. habrían de alcanzar al fin la cifra de 144.000. (Rev. 7:4-8; 14:1-5) Por lo tanto, ahora, durante esta “conclusión del sistema de cosas” desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 se había de pescar en la red barredera a los últimos de estos “peces” del Reino, en cumplimiento de la parábola de Jesús en Mateo 13:47-50. Todos los de este resto final que fueran recogidos en la red por operaciones angelicales habían de ser hechos ellos mismos “pescadores de hombres,” tal como habían sido hechos tal cosa los apóstoles a quienes Jesús llamó de la pesca profesional en el mar de Galilea. b (Mat. 4:18, 19; Luc. 5:10) Aparentemente, para los años 1931-1935 todos los peces simbólicos apropiados para el reino de los cielos habían sido pescados hasta completar el número preordenado de 144.000 coherederos de Cristo. (Mat. 22:10, 11) Bueno, pues, ¿habrían de detener sus actividades de pesca los del resto ungido? ¿Habrían de arrojar sus redes de pesca al desuso y simplemente esperar que se les llevara al cielo? ¿Cómo podrían hacer eso, bíblicamente? Todavía estamos en la “conclusión del sistema de cosas.” No nos atrevemos a olvidar que Jesús dijo a sus seguidores:
11 “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos . . . enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.”
12. (a) En Mateo 28:19, 20, ¿fijó Jesús una fecha para cesar de hacer discípulos de él? (b) Durante el año 1938, ¿cuántos se informó que estaban pescando, y a quiénes sin duda incluyó esta cifra?
12 Por esas palabras de Mateo 28:19, 20 Jesús no indicó fecha en la conclusión del sistema de cosas para que la clase del pescador a la cual se dirigió detuviera su obra de hacer discípulos. Por lo tanto personas a las cuales no se pesca por red para participar en el reino de los cielos pueden llegar a ser discípulos de Jesucristo, aunque no se les da la esperanza celestial sino que se regocijan con la esperanza de vida eterna en una Tierra paradisíaca gobernada por el reino celestial de Dios. Por lo tanto es un hecho publicado que desde el año 1935 los cristianos “pescadores de hombres” comenzaron a concentrar su atención en aquellos a quienes Dios hará herederos del paraíso terrestre. A éstos se les presentó la posibilidad de ser protegidos durante la venidera guerra final del Armagedón y sobrevivir para entrar en el justo nuevo orden en la Tierra bajo el reino celestial de Dios.c Durante el año 1938 se informó de un promedio de 47.143 que estaban pescando en 52 países alrededor del globo terráqueo. Sin duda en éstos estaban incluidos muchos cristianos dedicados que tenían la esperanza del paraíso terrestre.
13. ¿Cómo afectó a la pesca el estallido de la II Guerra Mundial, pero por qué continuó la pesca en el mar de la humanidad?
13 El estallido de la II Guerra Mundial en septiembre de 1939 estorbó mucho la obra de pescar de los discípulos de Jesucristo. En aquel tiempo era un caso de pescar en aguas agitadas; pero a pesar de la guerra y cruel persecución los “pescadores de hombres” continuaron afanándose, por decirlo así, a través de la noche. En varios países su obra de pesca espiritual fue proscrita por los gobiernos del tiempo de guerra. Pero los “pescadores de hombres” de Jehová no obtienen su licencia o derechos de pesca de los gobernantes de este mundo. El Salmo 95:3-5 les dice: “Jehová es un gran Dios . . . a quien pertenece el mar, que él mismo hizo.” Igualmente el mar de la humanidad le pertenece a él, y él ha otorgado a sus testigos dedicados y bautizados derechos de pesca para pescar en todas las aguas a pesar de las restricciones que meros hombres tratan de establecer sobre ciertas zonas. Así que la obra de pesca del Reino siguió constantemente, en secreto donde esto se hizo necesario. En 1941 el mensaje del Reino que atraía a los peces simbólicos se estaba proclamando en ochenta y ocho idiomas, por página impresa y verbalmente.
14. ¿Cómo se efectuó un cambio en la presidencia de la Sociedad Watch Tower poco después que los Estados Unidos de Norteamérica entraron en la II Guerra Mundial?
14 El 7 de diciembre de 1941 los Estados Unidos de Norteamérica, el país donde estaba la base central de la pesca espiritual, fueron arrastrados a la II Guerra Mundial. Treinta y dos días más tarde el ya anciano presidente de la organización central en Brooklyn, Nueva York, murió. Así, en medio de una guerra de proporciones mundiales se hizo necesario un cambio en la presidencia, y la responsabilidad de este puesto fue puesta sobre los hombros de un hombre dedicado que tenía la mitad de la edad del anterior, el 13 de enero de 1942.
15. ¿Qué llamada dada a principios de 1942 mostró si hubo una pérdida de valor o de confianza de parte de la organización de Jehová, y cuál fue la respuesta a ésta?
15 Aunque los hombres se desmayaban debido a los horrores de la más grande guerra de todos los tiempos hasta entonces, no hubo pérdida de valor o de confianza de parte de la organización de “pescadores de hombres” de Jehová. Desde su central terrestre salió la llamada a “pescadores de hombres” en todas las aguas: “Echen sus redes para la pesca.” Esto vino especialmente en la forma de un artículo principal del número del 1 de febrero de 1942 de The Watchtower, que en español salió en el número de junio de 1942 de La Atalaya, teniendo como tema el texto de Jeremías 16:16 (Mod), que dice: “He aquí que enviaré a traer muchos pescadores, dice Jehová, que los pesquen; y después enviaré a traer muchos cazadores que los cacen por todas las montañas, y por todos los collados y por las hendiduras de las peñas.” d El párrafo 28 (página 88 de La Atalaya) de este interesante artículo se refirió a la llamada a los “pescadores de hombres” como se señala en Mateo 4:18-22 y Lucas 5:1-11. Fuera que las aguas agitadas del mar de la humanidad perturbado por la guerra fueran en aquel tiempo improductivas en lo referente a peces simbólicos o no, allá bajaron las redes a las aguas, con plena fe, y con plena confianza en el Pescador Principal, Jesucristo.
16. (a) ¿Hubo una “pesca” en aquel año bélico de 1942? (b) ¿Qué sucedió que mostró que estaban resueltos a continuar y a ensanchar la pesca?
16 Haya sido un milagro o no, hubo pesca. Aunque el informe combinado de todos los pescadores activos durante el tenebroso año de guerra de 1942 no se recibió completo, se pudo informar que más de 100.000 personas estaban participando activamente en la pesca espiritual, y, de éstas, 7.624 eran publicadores precursores que trabajaban de tiempo cabal como “pescadores de hombres.” (Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1943, página 221) La obra de representantes viajeros que visitaban las congregaciones de “pescadores de hombres” en zonas de territorio se comenzó de nuevo. El 18-20 de septiembre de 1942 se celebró la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo, enlazándose cincuenta y una ciudades con la ciudad principal de asamblea, Cleveland, Ohio, y siendo favorecidas con el mismo programa veintiséis ciudades extranjeras. En el discurso público “Paz—¿Será duradera?” se predijo la paz que habría de seguir a la II Guerra Mundial en 1945, y también que se revivificaría a la organización internacional para la paz y seguridad mundial, ahora las Naciones Unidas. En 1942 se hicieron planes para construir una nueva fábrica impresora en Brooklyn, y también comenzar la Escuela Bíblica de Galaad para pescadores misionales.
17. ¿Qué indicó que había habido una pesca a pesar de la II Guerra Mundial, que terminó en 1945?
17 Todas estas cosas que se habían proyectado se realizaron. El que se echaran las redes de pesca resultó en una redada, contrario a lo que pudiera haberse esperado. En el año de 1939 hubo 61.589 “pescadores de hombres” echando sus redes mundialmente; pero en 1945, en el septiembre en el cual terminó la II Guerra Mundial, hubo 127.478 que pescaban con regularidad cada mes, y, de éstos, 6.719 eran pescadores precursores de tiempo cabal. Esto se supo por informes que necesariamente estaban incompletos. La gran mayoría de este aumento en el número de peces simbólicos tomados en redada durante aquellos años la componían personas que llegan a ser discípulos de Cristo con la esperanza de un paraíso terrestre.
18. Para 1947, ¿qué indicó que la mayoría de los que ahora se recogían en redada eran los que tenían la esperanza terrenal?
18 Por consiguiente, el número de los que tenían el testimonio del espíritu de Dios de que tenían la esperanza del Reino celestial empezó a disminuir año tras año. También, cuando el número de “pescadores de hombres” en la Tierra pasó del número de 144.000 herederos del Reino, era evidente por sí mismo que aquellos peces simbólicos que ahora se recogían en redada eran discípulos con la esperanza de vivir en la Tierra para siempre bajo el reino celestial de Dios. Ese hecho se hizo claro en 1947, hace veinte años, cuando el número de los pescadores que informaron con regularidad mundialmente fue de 181.071 personas, en 86 países.
19. (a) ¿Ha sido en vano el que hayamos echado nuestras redes desde 1945? (b) ¿Por qué habrá terminado dentro de poco esta temporada de pesca?
19 Nuestra obediencia al echar nuestras redes según el mandato del Pescador Principal, Jesucristo, no ha sido en vano. En estos años de la postguerra desde 1945 centenares de miles de peces simbólicos han sido sacados. Hoy aproximadamente un millón de ellos han llegado a ser discípulos dedicados y bautizados de Cristo y han llegado a ser “pescadores de hombres” ordenados. Dentro de poco esta gran temporada de pesca habrá pasado. Su fin será marcado por la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Armagedón, donde cualesquier peces “inapropiados” que haya serán destruidos como en un “horno ardiente.” (Rev. 16:14-16) Un cierre tiene que venirle a la “conclusión del sistema de cosas,” durante la cual el Pescador Principal de Jehová, Jesucristo, con sus santos ángeles, está dirigiendo adónde echar las redes de pesca. Ese cierre terrible se acerca cada vez más, al juzgar por evidencias bíblicas y mundanas. Esa no es razón para que nosotros los “pescadores de hombres” volvamos a la playa, colguemos nuestras redes sin usarlas, y dejemos nuestra obra asignada de pescar.
20. (a) Aunque quizás parezca que algunas aguas de pesca han sido trabajadas demasiado o casi dejadas sin peces, ¿qué se efectúa por echar las redes con confianza? (b) ¿Adónde pudieran ir los pescadores de tales aguas para pescar una redada?
20 Quizás parezca ahora que algunas aguas de pesca han sido trabajadas demasiado y casi dejadas sin “peces” disponibles. Es cierto que en tales lugares quizás se saquen menos peces del agua, pero el que con confianza se echen las redes por medio de la predicación, enseñanza y entrenamiento del Reino siempre resulta en pescar a algunos que llegan a ser discípulos dedicados y bautizados del Pescador Principal, Jesucristo. Esto parece que es cierto aun en algunas aguas de pesca nacionales donde el número de pescadores de la organización no aumenta o aun disminuye. Si es posible, que los que puedan hacerlo muevan sus “barcas” a aguas de pesca que no hayan sido tocadas o donde se pudiera utilizar a más “pescadores de hombres” para encargarse de la gran redada que aparentemente es posible.
21. ¿Quién está aún al mando de las operaciones de pesca, y por qué debemos continuar echando nuestras redes para la pesca?
21 El que nos llamó a esta ocupación, Jesucristo, está al mando. Él sabe adónde nos está dirigiendo. Él puede bendecir nuestros esfuerzos aparentemente infructíferos con una pesca de sorpresa. Podemos estar seguros de que él habrá pescado todos sus “peces” que llegarán a ser sus discípulos dedicados y bautizados antes de que todas las criaturas del mar de la humanidad que son inapropiadas sean echadas en el “horno ardiente” en el Armagedón, y los fieles y aguantadores “pescadores de hombres” sean recompensados con privilegios dadores de vida en el nuevo orden de Dios bajo su reino celestial de paz y felicidad. Hasta ese tiempo de ejecución de juicio divino, “echen sus redes para la pesca.”
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