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Hambre en medio de la abundancia... ¿por qué?¡Despertad! 1985 | 22 de mayo
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Por importante que sea, el alimento que se envía como ayuda es, a lo más, un recurso momentáneo. “El enviar alimento con regularidad a los países pobres a manera de ayuda —informa el Globe and Mail, de Canadá— ha resultado en que muchos lleguen a depender de las naciones desarrolladas, ha privado [a los países pobres] de la iniciativa para llegar a ser productores de alimento autosuficientes, y enormes extensiones de tierras cultivables no se han usado plenamente.” Aunque las naciones donantes estipulan que las naciones recibidoras deben instituir ciertas reformas económicas y otros planes de largo plazo, tales medidas frecuentemente se consideran como una forma de intromisión en los asuntos internos de otra nación y a menudo resultan en motines y violencia. Además, debido a la naturaleza humana, pocos saben acerca de la situación a que tienen que enfrentarse diariamente las personas que viven en lugares lejanos, y a pocos realmente les importa. Durante tiempos de extremada emergencia, muchos se sienten impulsados a tomar medidas, pero a menudo lo que se hace en tales circunstancias no basta, y se efectúa cuando ya es demasiado tarde.
El otro lado de la moneda
Nuestro breve examen revela que el problema del hambre es verdaderamente una paradoja. Pero lo que hemos considerado hasta ahora es solamente una parte del cuadro... las multitudes hambrientas y empobrecidas de África o de otros lugares donde hay naciones en vías de desarrollo. ¿Qué hay del otro lado de la moneda, las naciones desarrolladas? Gran parte del Tercer Mundo depende de estas naciones para ayuda, tanto ahora como en el futuro previsible. ¿Pueden seguir proporcionando ayuda? ¿Pueden resolver la complicada situación relacionada con el alimento? ¿Qué parece ofrecer el futuro? De hecho, ¿qué perspectivas hay de que se pueda alimentar a los hambrientos del mundo?
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La alimentación de los hambrientos del mundo... ¿qué perspectivas hay?¡Despertad! 1985 | 22 de mayo
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La alimentación de los hambrientos del mundo... ¿qué perspectivas hay?
EN UNA bodega subterránea de Misuri, E.U.A., la cual mide 65 hectáreas (160 acres), hay reservas de 1.200 millones de kilos (2.600 millones de libras) de mantequilla, queso, y leche en polvo, que se extienden de una pared a la otra y desde el piso hasta el techo. Es parte de un almacenamiento nacional de alimentos excedentes que el gobierno compra de los granjeros a un costo de aproximadamente $3.000 millones (E.U.A.) al año. Cuesta otros $58.000.000 al año tan solo hacer funcionar las instalaciones de almacenamiento. Además, el gobierno gasta miles de millones de dólares cada año para dar subsidios a los granjeros, por lo cual ellos, en cambio, dejan hasta 20 por 100 de su tierra en barbecho a fin de disminuir la producción de sus granjas.
¿Da a entender este cuadro de abundancia que, si de algún modo se hallara un medio equitativo de distribuir el alimento, dicha abundancia resultaría en que ya no hubiera hambre en el mundo? ¿Pueden las naciones del mundo en que hay una deficiencia de alimento contar indefinidamente con este abastecimiento aparentemente ilimitado de alimento?
La respuesta a estas preguntas es de importancia vital, porque no solo las masas hambrientas del Tercer Mundo dependen de las pocas naciones en que hay un excedente de alimento, sino que hasta muchas naciones
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