-
¿Habrá suficiente alimento para todos?¡Despertad! 1981 | 8 de enero
-
-
¿Habrá suficiente alimento para todos?
LOS franceses lo llaman nourriture. Los griegos lo conocen como trophé. Para los japoneses es shokuji. ¿Qué es en español? ¡Alimento!
Prescindiendo de lo que lo llamen en su idioma, la pregunta es: ¿Se le hace la boca agua a usted cuando piensa en buena comida y tiene hambre? Sí, la buena comida es muy deseable, deleitable al gusto y nutritiva al cuerpo.
Por otra parte, la idea de pasar hambre es aterradora. Las consecuencias del hambre son devastadoras. El hambre impide el crecimiento físico y mental y priva a millones de personas de su oportunidad de llevar una vida normal. Pero hace más: Mata.
Es cierto que si usted vive en algún lugar de Europa o América del Norte posiblemente no piense mucho en el hambre. Por supuesto, los elevados precios que hay que pagar por el alimento pueden causarle angustia, pero en esas zonas son pocas las personas que realmente sufren hambre.
En otras partes la historia es diferente.
¿A cuántos afecta?
Quizás le asombre saber que hoy día aproximadamente mil millones de personas sufren hambre. Ese es el cómputo del Consejo Mundial de la Alimentación, una agencia de las Naciones Unidas. ¡Esa cantidad representa aproximadamente el 25 por ciento de la población del mundo! Por eso, muchas autoridades consideran que el mayor problema a que se enfrenta la humanidad es la lucha por conseguir suficiente alimento.
Pero, ¿estará al menos mejorando algo el problema? No. “El problema del hambre mundial está empeorando más bien que mejorando,” declaró Sol Lonowitz, presidente de una comisión creada por el presidente de los Estados Unidos para estudiar el hambre mundial. Este comisionado agregó: “Una crisis de grandes proporciones nos espera, a menos que se haga un esfuerzo concertado por evitarla.”
De modo similar, la revista U.S. News & World Report dijo: “Una crisis alimentaria más grave que el actual aprieto energético amenaza la paz del mundo en los próximos 20 años a menos que los EE. UU. y otras naciones tomen acción denodada.”
¿Por qué representa una amenaza a la paz mundial el hambre? Porque el deseo frustrado de los pobres de lograr un nivel de vida decente es, potencialmente, la fuerza más explosiva del mundo hoy día. Mil millones de personas llenas de ira y desesperadas representan una verdadera amenaza al orden internacional.
Puede que la amenaza sea mayor todavía. El Banco Real del Canadá calcula que “hasta el 40 por ciento de la población del mundo sufre de alimentación deficiente.” ¡Eso es más de 1.600 millones de personas! Se menciona, a modo de ejemplo, que en un país africano el 45 por ciento de los niños mueren antes de cumplir cinco años de edad.
¿Por qué está empeorando?
¿Por qué va empeorando la situación? ¿No se reciben informes de que se está produciendo más alimento en algunos países? Sí, ha habido algunos aumentos en la producción de alimento. Pero la población mundial ha aumentado más rápidamente aún.
Así, como promedio ha habido una disminución neta en la cantidad de alimento disponible para cada persona. Por ejemplo, un estudio realizado por el Instituto de Vigilancia Mundial muestra lo siguiente:
¿Cuánto aumenta actualmente la población del mundo? Aumenta por la cantidad de 70 a 80 millones de personas anualmente, lo cual es equivalente a un nuevo Paquistán cada año. Además, como resultado de este aumento demográfico se están utilizando cada vez más tierras de labrantío para usos no agrícolas. Se están construyendo más casas, centros comerciales, fábricas, caminos, aeropuertos, escuelas y otras cosas en terrenos que antes se usaban para cultivo.
Cada día por todo el mundo se descontinúa el uso agrícola de miles de hectáreas a fin de dedicarlas a estos otros usos. Tarde o temprano, la humanidad va a hallarse en un aprieto por la falta que le harán estas tierras de labrantío. Según cálculos aproximados, cada día en los Estados Unidos se pierden como promedio 10 kilómetros cuadrados de terreno agrícola o apto para el cultivo. ¡Eso es equivalente a una faja de terreno de casi un kilómetro de ancho que se extendiera desde Nueva York hasta San Francisco... cada año!
El uso excesivo del terreno como pasto está convirtiendo algunas tierras de labrantío marginales en desiertos. Según los cálculos aproximados de un funcionario de las Naciones Unidas, el desierto del Sáhara va avanzando seis kilómetros al año hacia el sur, y esto se debe principalmente al abuso del terreno como pasto para el ganado. Se informa que otros desiertos, entre ellos el Arábigo, el Kalahari en el sudoeste de África, el de Sonora, en México, y el de la sección meridional de los Estados Unidos, también están extendiéndose.
La revista africana To the Point informó lo siguiente acerca de estos desiertos: “Cada año invaden y usurpan 60.000 kilómetros cuadrados de tierra cultivable, y en algunas áreas la cantidad es de hasta 11 kilómetros al año.” Dijo además: “Los científicos ya han llamado a este proceso el ‘cáncer cutáneo de la Tierra’ y dicen que está extendiéndose como si fuera un tumor maligno. Calculan que hasta el uno por ciento de las tierras cultivables del mundo se convierten en desiertos cada año. . . . La mayoría de los peritos opinan que el hombre es principalmente culpable por ese proceso. El desperdicio en la agricultura y la explotación excesiva del terreno . . . es la causa principal.”
Otro problema es el elevado precio del combustible, un gasto clave en la producción de alimentos. Los abonos, los tractores, los camiones y otra maquinaria dependen del petróleo. El perito agrícola Lester Brown dijo: “La combinación del aumento en el precio de la energía y la disminución en el rendimiento conseguido del uso de los fertilizantes químicos también contribuye a la desnivelación en la producción de granos y cereales.”
Hay todavía otro elemento negativo que está agravando la ya crítica provisión de alimentos: cada vez hay mayor conversión de cereales en alcohol que se usa como combustible para automóviles y camiones. A medida que los países utilizan una mayor cantidad de cereales para hacer combustible, necesariamente se reduce la cantidad de cereales que hay para uso como alimentación.
Sin embargo, ¿no esta mejorando la situación gracias a los métodos más recientes que se han desarrollado para la producción de alimentos? Por ejemplo, ¿qué hay de la “revolución verde”?
-
-
¿Qué le sucedió a la “revolución verde”?¡Despertad! 1981 | 8 de enero
-
-
¿Qué le sucedió a la “revolución verde”?
HACE casi 40 años, peritos en agricultura empezaron a experimentar con nuevos tipos de trigo. Estos “criadores de plantas” estaban tratando de realizar mayor rendimiento dentro de una misma extensión de terreno. Lo lograron.
En los años desde entonces los resultados de sus experimentos se han extendido al arroz. Se sembraron grandes extensiones de terreno en las Américas del Centro y el Sur y Asia con estos nuevos tipos de trigo y arroz. El rendimiento aumentó dramáticamente. Así que algunos pensaron que se había hallado solución a la escasez de alimento que había en algunas partes del mundo
¿Qué pasó?
Hace poco, alguien hizo esa pregunta al célebre perito agrícola Lester Brown: “¿Qué le sucedió a la ‘revolución verde’ que supuestamente había de ponerle fin al hambre?” Él contestó: “La revolución verde nunca tuvo el propósito de resolver el problema de la alimentación... sino solo de ganar tiempo para poder controlar el crecimiento demográfico. . . . no hay técnica agrícola que pueda mantenerse al paso con ese crecimiento.”
De modo que la “revolución verde” sí resultó en algunos aumentos en la producción de alimento. Pero el inmenso aumento demográfico que se experimentó desde entonces la arrolló en gran manera.
Además, la “revolución verde” tiene un “talón de Aquiles,” un punto vulnerable. ¿Qué debilidad es ésa? Es el hecho de que, a la vez que aumentaba la producción, la base para ello era el mayor uso de abonos, pesticidas, riegos y mecanización. Como se hizo notar en el artículo anterior, todo esto depende en gran manera de la disponibilidad del petróleo para hacer funcionar los tractores y otras máquinas, así como también para producir los fertilizantes y sustancias químicas que se utilizan en la “revolución verde.”
No solo se trata de que actualmente existe un aprieto energético, sino también de que el precio del petróleo se ha puesto por las nubes. Los mismos países que más necesitan el alimento son los que menos pueden pagar el precio del petróleo, y sin éste no se puede sostener la “revolución verde.”
La revista Time, en un comentario hecho sobre esto antes de los últimos aumentos adicionales en los precios del petróleo, dijo:
“Ahora están pagando el precio de un aumento de 1600% en los precios de la OPEP desde 1970; no pueden habérselas sin el petróleo y no tienen con qué comprarlo.
“Un funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación admite lo siguiente: ‘La persona suficientemente informada como para haber seguido nuestro consejo y haber comprado maquinaria y abono se metió en un lío, mientras que el agricultor que no se deshizo de su carabao está en mucho mejor situación.’”
Otra paradoja que existe dentro de los países más pobres es que por lo general solo los agricultores más ricos tienen con qué pagar la nueva tecnología necesaria para asegurar el éxito de la “revolución verde.” El agricultor pobre, el que más necesita el aumento en la producción de alimentos, no puede hacer frente a los gastos que esto exige.
El que la mayoría de los cuatro mil millones de personas de la Tierra sean pobres hace más compleja la situación. Por lo tanto, aunque fuera posible que los aumentos en la producción de alimentos corrieran a la par con la población en aumento, estos pobres no tendrían con qué pagar por una alimentación decente.
¿Un nuevo y sorprendente adelanto?
¿Habrá un nuevo adelanto o descubrimiento dramático en la producción de alimentos que remedie la situación? Los peritos expresan pesimismo.
La Monthly Letter (Carta mensual) del Banco Real del Canadá dice: “Aunque la revolución verde ha hecho maravillas, nadie se imagina que sea la solución completa para el problema alimentario al que se enfrenta actualmente la humanidad.” Añade: “No se puede esperar que la ciencia sola lo logre.”
La publicación U.S. News & World Report preguntó a Lester Brown: “¿Ve usted la posibilidad de que se haga algún descubrimiento que aumente dramáticamente la producción de alimentos en el futuro?” Él contestó:
“Quisiera poder decir que sí, pero no hay probabilidad de ello.
“Si uno mira hoy a lo que está proyectado, es muy difícil ver cosa alguna que lleve a un salto sustancial como el que tuvimos desde la II Guerra Mundial... con pasos progresivos como la hibridación del maíz, un enorme aumento en el uso del abono químico, el rápido aumento del riego, y trigo y arroz de elevado rendimiento.”
¿Quiere decir esto que no hay solución? De ninguna manera. La hay, y es una que de seguro vendrá y que resultará completamente satisfaciente. Sin embargo, hasta que llegue ese tiempo, ¿podrá beneficiar a algunas personas el enterarse de lo que sirve de alimento a otras?
-
-
Lo que la gente puede comer¡Despertad! 1981 | 8 de enero
-
-
Lo que la gente puede comer
EN CIERTAS partes del mundo, cuando se habla de alimentos, la gente piensa en cosas como comer carne por lo menos una vez al día, diferentes vegetales y frutas, una variedad de postres y bebidas.
Sin embargo, hay centenares de millones de personas que quizás vean muy poca carne, o no la vean en absoluto, durante toda la vida. Tienen una dieta constante de solo unos cuantos alimentos, tales como arroz tres veces al día, con solo unos cuantos vegetales. Puede que de vez en cuando tengan un pedazo de pescado u otra clase de carne. Sucede que, o no se les hace disponible una dieta mejor, o son demasiado pobres para conseguirla.
Sin embargo, en diversos países por todo el mundo la gente come muchas cosas que serían una ayuda para los que sufren de hambre en otros sectores.
¿Qué es alimento?
Al alimento se le define como “sustancias nutritivas que el cuerpo de un organismo absorbe o ingiere para utilizarlas en el crecimiento o la reparación.” Es “cualquier cosa que nutra, desarrolle o sostenga.”
En vista de esta definición, parece que es casi interminable la lista de lo que pudiera llamarse alimento entre las plantas, los animales y los insectos. En cuanto al reino vegetal, por ejemplo, es desafortunado el que la humanidad hoy día se valga de solamente unas cuantas cosechas básicas para su alimento. Pero en un tiempo u otro de la historia la gente ha comido varios miles de diferentes tipos de vegetales.
Un grupo de científicos informó sobre 30 clases de plantas tropicales poco conocidas que serían una ayuda para alimentar a la gente, pero que no están utilizándose en la actualidad. Un científico africano observó miles de clases de plantas allá, pero la gente solo estaba valiéndose de unas cuantas, tales como el maíz, el arroz y los camotes o batatas. Y éstas se “tomaron prestadas” de otras culturas.
Alimentos diferentes
Hay quienes dicen que cosechas de plantas poco conocidas son demasiado exóticas para que uno las coma. Pero un científico contestó: “Recuerden, casi todo es el alimento de alguien en algún lugar.”
Por ejemplo, un científico recomendó las lombrices mezcladas con otros alimentos como rica fuente de proteína. ¿Le sorprende esa sugerencia? Bueno, Science Digest informó que cierta especialista en economía doméstica de una universidad de California “sí come insectos con regularidad, y que sus favoritos son el comején, el saltamonte, la abeja y los tribolium, o cierto escarabajo que se cría en la harina.”
Un grupo de expertos fue asignado para probar los “manjares exquisitos” de esta persona. ¿Qué opinaron ellos? Después de probar su plato oriental de arroz con comején, su sopa won ton de abeja, y su pan especial (que contiene grillos o saltamontes molidos), el grupo respondió con gran entusiasmo. Un miembro dijo: “Mi plato favorito fue la comida oriental de arroz con comején.”
El antropólogo estadounidense Aubrey Williams probó “pizza de pescado” hecha de sobras de bacalao; también probó orugas, saltamontes asados, mariposas, lombrices y galletas hechas de abejas. ¿Su respuesta? “Sé que a veces suena repugnante, pero cuando uno piensa en ello con detenimiento, no es muy diferente de comer caracoles. Y el pelar una langosta [el insecto] o una cucaracha para comerla no difiere mucho de pelar un camarón.”
Varían las actitudes
Puesto que todas las personas, prescindiendo de dónde se hallen, son biológicamente iguales, es posible sustentar sus cuerpos con las mismas clases de sustancias nutritivas. ¿Por qué será, pues, que no todas las personas comen las mismas cosas que otras comen?
Bueno, ¿cómo se siente usted cuando oye decir que las personas de cierto lugar comen perros, gatos, ratas, ratones, culebras, ranas, lombrices, caballos, monos o elefantes? ¿Perturbado? Prescindiendo de cómo le afecte esto, recuerde que lo que a usted le encanta como plato favorito bien puede parecerle asqueroso a alguien de otro lugar.
Por lo tanto, puede que el problema no tenga que ver con lo que se come de alimento. Puede que dependa de dónde ha nacido uno y de a qué clase de alimentos se ha acostumbrado desde la niñez. También pudiera depender de sus convicciones religiosas o de sus antecedentes culturales.
Por ejemplo, al que se haya criado en América del Norte le puede parecer repugnante oír acerca de personas de ciertas partes de África a quienes les parecen sabrosas las lombrices. De la misma manera le pudiera repugnar a una persona criada en ciertas partes del África saber que algunas personas de Europa o los Estados Unidos disfrutan de la rana como carne.
Una persona de la India pudiera airarse al saber que los europeos y los estadounidenses utilizan como alimento la carne de res. El musulmán considera sacrílego el comer cerdo. Y algunos europeos se reirían ante la idea de utilizar el maíz como alimento para adultos, pero entre otras personas ciertas variedades de maíz son muy deseables.
Un punto de vista equilibrado
Por lo tanto, el hecho de que algunas personas coman alimentos que otras consideran raros o repugnantes revela que en gran manera este asunto es un asunto mental. Puesto que la gente puede comer estas cosas y sustentarse con ellas en una parte del mundo, entonces, desde un punto de vista físico, todas las demás personas pudieran nutrirse de ellas también.
El hombre está cercado por toda clase de alimentos. Pero debido a su carácter exigente ha desarrollado gustos y aversiones. Puede que eso esté bien o no importe en tiempos de abundancia, pero en tiempos de escasez o hambre impide que él se nutra.
Es de interés que, respecto a la provisión original de alimento para el hombre, la Biblia nos comunique estas palabras de Dios: “Miren que les he dado toda vegetación que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla. Que les sirva a ustedes de alimento.” (Gén. 1:29) Más tarde, Dios hizo esta añadidura: “Todo animal moviente que está vivo puede servirles a ustedes de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras se lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer.”—Gén. 9:3, 4.
Es patente que Dios proveyó una gran variedad de vida vegetal, animal y de insectos que pudiera comerse para sostener la vida. Por eso se nos dice más tarde en la Biblia que “toda creación de Dios es excelente, y nada ha de desecharse [como alimento] si se recibe con acción de gracias.”—1 Tim. 4:4, 5.
-
-
¿Cuál es la verdadera solución?¡Despertad! 1981 | 8 de enero
-
-
¿Cuál es la verdadera solución?
ES CIERTO que hay más cosas comestibles que las que la gente come en la actualidad. Pero si pensamos de modo práctico, no podemos creer que de repente todo el mundo vaya a desarrollar gusto por lo que no quiere comer. Eso explica por qué algunos siguen padeciendo hambre aunque haya cerca de ellos una fuente de nutrición, pero que sea demasiado diferente de lo que están acostumbrados a comer.
Tampoco, como ya hemos considerado, habrá un nuevo adelanto producido por los esfuerzos humanos que resuelva el problema. Si tales adelantos hubiesen sido posibles, no habría en la actualidad 1.000.000.000 de personas que se acuestan con hambre cada noche. Por eso, no podemos eludir la realidad de que, por sinceros y nobles que sean los remedios propuestos, se está perdiendo la carrera por alimentar a la parte más pobre de la población de la Tierra.
El Dr. Walter Santos, de la Sociedad Brasileña de Nutrición, dijo: “En todos los países desarrollados es casi general la frustración respecto a las promesas y predicciones que se hacen y lo que se logra. En todas partes se nota un deseo, una necesidad de cambios drásticos en el desarrollo de los planes de acción que se han adoptado hasta ahora, puesto que éstos han agravado más bien que aliviado las diferencias sociales y económicas.”
¿Por qué ha sucedido esto? Porque lo que se requiere para resolver el problema alimentario está más allá del alcance del hombre. Los científicos más listos, los líderes políticos más sabios, los economistas más inteligentes no han podido resolver el problema después de todo el tiempo, esfuerzo y dinero que han dedicado a ello. Y no lo resolverán en el futuro.
El egoísmo y la avaricia del hombre, su sed de poder, su disposición de beneficiarse mientras otros sufren, todos son obstáculos. Y éstos son solo algunos de los problemas profundamente arraigados que impiden una solución permanente.
Si no es probable que el hombre presente una solución, entonces ¿qué? ¿Tienen razón aquellos científicos que predicen la venida de un hambre en masa en tal escala que eclipse todo lo que la humanidad ha experimentado hasta ahora? ¿No habrá salida?
Se acerca la verdadera solución
¿Se acerca la solución? ¿Cómo puede ser cierto eso? ¿No acabamos de explicar ahora mismo que los peritos ven el futuro con terror?
Sí, pero los mismísimos hechos relacionados con las deprimentes condiciones y perspectivas actuales son un estímulo. ¿Cómo? En el sentido de que todas estas cosas son parte de la prueba de que nos estamos acercando a la verdadera solución. Note lo que dijo Jesucristo en una profecía acerca de nuestros días: “Los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.”—Luc. 21:26.
El hambre actual, así como muchos otros sucesos, identifican con exactitud a nuestra generación como la que está en “la conclusión del sistema de cosas” predicha por Jesús. Pues, entre las cosas que Jesús predijo está ésta: “Habrá escaseces de alimento.”—Mat. 24:3, 7, 8.
El último libro de la Biblia habla proféticamente de cuatro “jinetes” simbólicos que cabalgan en nuestro tiempo. Un resultado de su cabalgar sería los elevados precios del alimento: “Todo el sueldo de un día por una hogaza de pan,” es la manera en que la traducción de Weymouth vierte Revelación 6:6. Esto concuerda exactamente con el siguiente comentario hecho por el Times de Nueva York: “Para muchas personas, en la actualidad el precio de una sola comida es más de lo que ganan en un día.”
Las peores escaseces de alimento han acontecido en nuestra época. Lo mismo es cierto de muchos otros sucesos sin precedente en la historia que empezaron con la primera guerra mundial, de 1914 a 1918. Esa guerra fue el punto de viraje de la historia moderna. Fue uno de los muchos sucesos que indicaron claramente que estábamos entrando en el espacio de tiempo conocido como “la conclusión del sistema de cosas,” o “el fin del mundo.”—Versión Valera.
Un nuevo orden de abundancia
Pero, felizmente, las profecías bíblicas nos dan una vista por anticipado del maravilloso cambio que dentro de poco se realizará por toda la Tierra cuando este espacio de tiempo llegue a su fin. Dice:
“‘¡Ahora por fin Dios tiene su morada entre los hombres! . . . Él les secará toda lágrima de los ojos; se pondrá fin a la muerte, y al llanto, y al clamor y al dolor; porque el viejo orden ha pasado!’
“Entonces el que estaba sentado en el trono [Dios] dijo: ‘¡He aquí! ¡Estoy haciendo nuevas todas las cosas!’”—Rev. 21:3-5, New English Bible.
Así, lo que realmente significan los sucesos del mundo, incluso la pésima perspectiva en cuanto a la situación alimentaria, es que nos estamos acercando al fin del actual sistema insatisfactorio que hoy domina a la humanidad. La promesa de Dios es que dentro de poco él intervendrá en los asuntos del hombre para aplastar este sistema malo, y así preparará el camino para una nueva era en la cual se realizarán transformaciones enormes. Tal como predijo Pedro, esto significará unos “nuevos cielos y una nueva tierra.”—2 Ped. 3:13.
Sí, un nuevo gobierno de Dios se encargará de los asuntos humanos y los dirigirá desde la región celestial. (Mat. 6:9, 10) Ese gobierno efectuará maravillosos cambios en la Tierra. Pondrá fin a la injusticia social, a la economía egoísta y a la gente avara. También pondrá fin a las divisivas barreras nacionales. Y pondrá fin para siempre al hambre, la inanición y la pobreza. Habrán desaparecido para siempre los vientres hinchados y las piernas y brazos demacrados de los que están muriéndose de hambre. Habrá desaparecido para siempre la infeliz perspectiva que centenares de miles de personas tienen ahora de acostarse hambrientas cada noche.
De modo que rápidamente nos estamos acercando al tiempo en que el espectro del hambre será cosa del pasado, y nunca volverá a alzar su horrible cabeza. En vez de eso, el nuevo orden que Dios establecerá en la Tierra será marcado por una abundancia de cosas buenas, entre ellas “un banquete de platos con mucho aceite” y ‘una abundancia de grano, una sobreabundancia.’ Entonces habrá más que suficiente alimento para todos.—Isa. 25:6; Sal. 72:16.
-
-
Los adultos del futuro¡Despertad! 1981 | 8 de enero
-
-
Los adultos del futuro
Un estudio de seis años de duración de niños de las escuelas londinenses, auspiciado por el gobierno británico, revela que, de cada diez, casi nueve han participado en alguna forma de robo antes de graduarse. “Estos muchachos son nuestro futuro,” declaró el preocupado sicólogo social que condujo en Londres el estudio de una muestra representativa de jóvenes que se hallaban entre los trece y dieciséis años de edad.
Una encuesta sobre los adolescentes de la escuela secundaria de Madison, Wisconsin, E.U.A., hecha por un periódico estudiantil, indicó que casi dos terceras partes de ellos habían robado algo de alguna tienda por lo menos una vez. Solo se había atrapado a aproximadamente la cuarta parte de estos rateros de tiendas.
En cuanto a copiarse unos de otros o hacer trampas en los exámenes, un estudiante de décimo grado de la Escuela Secundaria Walsh, una escuela jesuita de Akron, Ohio, E.U.A., dijo a un reportero del Beacon Journal: “Le dicen a uno que uno cae en su propia trampa, pero no es así. Todo el mundo lo hace, de modo que en realidad no importa.” De manera similar, una investigación de estudiantes de la Universidad Johns Hopkins reveló que casi la tercera parte de los estudiantes habían hecho trampas para cuando llegaban a su último año universitario. Un informe de la facultad de la Universidad de California dice: “De la condición actual del espíritu de honradez se ha dicho que es ‘una broma,’ que ‘no es nada firme,’ que es ‘una farsa,’ o que ‘está muerto.’”
Una encuesta de alcance nacional de adolescentes estadounidenses revela que más de la cuarta parte de ellos tienen problemas relacionados con la bebida, pues han estado borrachos por lo menos cuatro veces durante el año anterior o se han metido en dificultades por la bebida por lo menos dos veces.
-